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Apocalipsis (libro de la Biblia)

Este artículo trata sobre Apocalipsis bíblico. Para otros usos de


este término, véase Apocalipsis (desambiguación).

Apocalipsis

Nombre nativo: Libro de las Revelaciones


anónimo. Atribuido al
Autor(es):
apóstol Juan
Categoría: Profético
Lugar: Isla Patmos

El Apocalipsis de Juan es un libro escrito en griego a principios


del siglo II por un religioso y escritor cristiano llamado Juan de
Patmos ―aunque no afirma ser Juan el Evangelista (quien había
sido discípulo de Cristo y había fallecido varias décadas antes, a
fines del siglo I)―.

En griego helenístico se llamaba Ἀποκάλυψις Ἰωάννου


[Apokálypsis Ioánnou], ‘la divulgación de Juan’.

Recibe varios nombres:

Apocalipsis,
Revelaciones de san Juan,
Revelaciones de Jesucristo,
Libro de las revelaciones o
Revelación

También es conocido como Revelaciones de Jesucristo por el


:
título que al principio se da a este libro: Ἀποκάλυψις Ἰησοῦ
Χριστοῦ [Apokálypsis Iesú Jristú], que significa ‘la divulgación de
Jesús Cristo’.

En algunos círculos protestantes, se conoce como Libro de las


revelaciones o simplemente Revelación.

Por su género literario, es considerado por la mayoría de los


eruditos el único libro del Nuevo testamento de carácter
exclusivamente profético.

Sumario
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1 Contenido
2 Ubicación dentro del Nuevo testamento
3 Análisis del libro
3.1 Otras referencias
3.2 Los cuatro jinetes del Apocalipsis
4 Relaciones del Apocalipsis con otras mitologías
5 Contexto histórico de su escritura
6 Autor
7 Aceptación del Apocalipsis
7.1 Rechazo de la autenticidad del Apocalipsis
8 Fuentes

Contenido
El autor afirma que tuvo una revelación visual y auditiva de la
destrucción del mundo y la venida de un nuevo mundo.

En el texto domina la idea de la segunda venida de Cristo (cf. 1, 1 y


7; I Pedro 1, 7 y 13).
:
El autor afirma que oyó «una gran voz como de trompeta» que le
dijo: «Lo que veas escríbelo en un libro y envíalo a las siete
iglesias: Éfeso, Esmirna, Pérgamo, Tiatira, Sardes, Filadelfia y
Laodicea.

El autor del Apocalipsis parece haber interpretado el


empeoramiento de las condiciones de los cristianos en el Imperio
romano como una señal del comienzo de un período catastrófico.
Al parecer, escribió sobre todo para alentar a los cristianos a
resistir durante esta aterradora crisis final, en la confiada
esperanza del advenimiento de una inminente era justa para la
eternidad.

La primitiva Iglesia creía que este acontecimiento no tardaría en


llegar. Cuando se produjera comenzaría una nueva era en el
mundo, en la que Cristo y la Iglesia resultarían triunfantes.

Ubicación dentro del Nuevo testamento


El Apocalipsis debido a varias controversias acerca de su autoría
y de los errores de concepto que contradicen la doctrina
cristiana― fue el último texto en ser aceptado dentro del Nuevo
testamento de la Biblia cristiana, por lo que fue ubicado al final.

Análisis del libro


El libro se divide en las siguientes cuatro partes:

1. Introducción y cartas a las iglesias (Apocalipsis 1-3).


2. El cordero (Jesucristo), los siete sellos y las siete trompetas
(Apocalipsis 4-11).
3. El dragón (Satanás) y el combate (Apocalipsis 12-20).
4. La nueva Jerusalén (Apocalipsis 21-22).
:
De este último se puede tomar este texto:

La nueva Jerusalén (Apocalipsis 21-22). La visión finaliza con


esperanza: el cielo y la tierra son creados nuevamente, Jerusalén
sería la ciudad prometida por el dios judeocristiano Yajvéj y su
nuevo pueblo, en el cual el va estar con los hombres en amor y
armonía. Termina con la bendición y con la esperanza de que
regresaría.

Introducción y presentación (Apocalipsis 1):

Presenta en este la visión de todo el libro y comunica los


mensajes a la iglesia, como venido de un hombre con largas
túnicas y cabellos blancos, en referencia a Cristo resucitado.

Mensaje a las Iglesias (Apocalipsis 2-3):

Son como evaluaciones, ya sean buenas o malas a siete


comunidades, que terminan con un reto y la inspiración para
vencer.

Otras referencias

También se encuentran:

Las teofanías del dios Yajvéj (Apocalipsis 4),


El Cordero (Apocalipsis 5),
Los siete sellos (Apocalipsis 6-8),
Las siete trompetas (Apocalipsis 8-11),
El dragón y las bestias (Apocalipsis 12-13),
Los vencedores (Apocalipsis 14-15),
Las siete copas (Apocalipsis 16),
la prostituta y la caída de Babilonia (Apocalipsis 17-19,
la derrota de Satanás (Apocalipsis 20) y
:
La nueva Jerusalén (Apocalipsis 21-22).

Los cuatro jinetes del Apocalipsis

La imagen de caballos viene del Libro del profeta Zacarías, en


donde se establece que son enviados por el dios Yajvéj. Montando
cada uno un caballo con un color característico, estos jinetes
llevan plagas a toda la humanidad,recordando que el número 4
representa a toda la Creación, por lo que las plagas se
extenderían entonces por toda la Tierra. Recordando el
significado de los colores, la interpretación más común de lo que
cada jinete representa sería la siguiente:

Los cuatro jinetes del Apocalipsis.

El caballo rojo, representa la guerra.


El caballo negro, representa la hambruna, la pobreza.
El caballo verde o amarillo, representa la muerte o la
enfermedad.
El caballo blanco, representa para algunos la muerte, por el
hecho de que vence siempre, pero para otros, por el color,
por el hecho de que porta una corona y por el hecho de que
los cristianos no creen que la muerte sea invencible,
representaría más bien a Cristo (o a un jinete en su
representación), haciendo referencia también a
Apocalipsis 19:11-21, donde vuelve a aparecer el caballo
blanco, con Cristo montándolo.
:
Relaciones del Apocalipsis con otras
mitologías
En los 404 versículos del Apocalipsis se encuentran 518 citas del
Antiguo testamento, de las cuales 88 fueron tomadas del Libro
del profeta Daniel.

En la idea de los 24 ancianos, posiblemente se refiere a las


24 divinidades babilónicas de las constelaciones, que presidían a
las 24 quincenas del año.

En las langostas de la quinta trompeta, podría estar presente la


imaginería de los centauros de la mitología griega.

Contexto histórico de su escritura


Se desconoce la fecha en que fue escrito, aunque se supone que
sucedió durante el reinado de los emperadores romanos
Domiciano (entre el 81 y el 96), Nerva (entre el 96 y el 98),
Trajano (entre el 98 y el 117) o Adriano (entre el 117 y el 138).

Autor
El autor se llama a sí mismo Juan, y la tradición eclesiástica ha
sostenido (sin evidencia alguna) que se trata de san Juan
Evangelista.

Sin embargo, muchos especialistas, tomando en consideración


pruebas tales como las diferencias lingüísticas entre el
Apocalipsis y el Evangelio según Juan (también atribuido por la
tradición a Juan Evangelista) se sienten más inclinados a
atribuirlo a algún otro destacado cristiano de la Iglesia primitiva,
sugiriendo, por ejemplo, que fuera Juan de Patmos o Juan
el Presbítero (Juan el Anciano).
:
El autor afirma que tuvo la revelación en Patmos (una de las islas
del Dodecaneso en el mar Egeo), quizá desterrado por haber
predicado que Jesús de Nazaret era el mismo dios Yajvéj.

Aceptación del Apocalipsis


A diferencia de otros libros del Nuevo testamento, el Apocalipsis
tardó varios siglos en ser reconocido como una obra genuina que
debía formar parte de la Biblia.

Según Eusebio de Cesarea (263-339), en su Historia eclesiástica


(del año 324), la primera autoridad que reconoció el Apocalipsis
de Juan fue Melitón (f. 180), obispo de Sardes (villa ubicada en el
interior de Turquía, a 85 km al este de la costera ciudad de
Esmirna). Afirma que Melitón incluso habría escrito un comentario
sobre el Apocalipsis (aunque ese texto ya se había perdido en su
época).[1]

Hacia el año 120, Papías de Hierápolis (70-163) menciona que el


Apocalipsis no fue escrito por el Apóstol Juan (el discípulo más
joven y más amado de Jesús) ni por Juan el Evangelista (el autor
del Evangelio de Juan) sino por el anciano Juan el Presbítero. El
catolicismo actual funde a las tres personas en un solo personaje.

Hacia el año 130, el teólogo griego Marción (85-160) rechazó el


Apocalipsis (porque consideraba falsos o erróneos casi todos los
libros hoy considerados parte del Nuevo testamento, excepto el
Evangelio de Marcos y las Cartas de Pablo de Tarso).

En el año 180, en Galia, el obispo Ireneo de Lyon (130-202), en su


libro Adversus haereses (‘Contra los herejes’), afirmó que creía
firmemente en la autoridad apostólica del Apocalipsis.[2]

En África, Tertuliano (160-220) ―el único padre de la Iglesia


:
(junto con Orígenes) que no fue canonizado― en su libro Contra
Marción (hacia 208) citó frecuentemente el Apocalipsis sin dudas
aparentes sobre su autenticidad.[3]

En Roma, el obispo Hipólito de Roma (170-236) asignó la autoría


del Apocalipsis de Juan al apóstol Juan.

El Fragmento muratoriano (del siglo IV, aunque su desconocido


autor afirma falsamente que lo escribió en el año 170) presenta
una lista de cartas y textos que se deben considerar «canónicos»
(parte de la Biblia); en esa lista enumera al Apocalipsis de Pedro
(que será rechazado unas décadas después, en el concilio del año
393) y al Apocalipsis de Juan.[4]

Aparece el Apocalipsis en las más de veinte Vetus Latina (en latín:


‘viejas [versiones] latinas’), que fueron pésimas traducciones de
la Biblia publicadas en el siglo IV, antes de que la traducción
Vulgata (publicada en el año 382) de san Jerónimo (340-420) se
convirtiera en el estándar de la Biblia para los cristianos
latinohablantes.

En Alejandría (Egipto), Clemente (150-215) afirmó que creía que


el Juan autor del Apocalipsis es el Juan discípulo de Cristo.[5][6]
También su discípulo Orígenes de Alejandría (185-254)[7]
aceptaba el Apocalipsis como inspirado, y lo catalogaba como
parte del Homologúmena.

En el año 367, Atanasio (296-373) obispo de Alejandría, lo


reconoció plenamente en su carta pascual 39.[8]

En el año 382, el libro fue definitivamente aceptado por el decreto


del papa Dámaso I (304-384), quien amenaza con la muerte en la
hoguera a quien niegue su afirmación.[9]
:
Desde entonces se adjuntó al Apocalipsis de Juan con todos los
demás escritos del Nuevo testamento:

En el año 393, en el Concilio de Hipona, dirigido por Agustín


de Hipona.[10]
En el año 397, Agustín de Hipona (354-430) en su libro Sobre
la doctrina cristiana.[11]
En 397, en el Primer Concilio de Cartago[12]
En el 400, Rufino de Aquilea (345-411) en su Comentario
sobre el Credo de los apóstoles.[13]
En el 405, el papa Inocencio I (350-417) ―quien reinó entre
401 y 417― en una carta al obispo de la ciudad de
Toulouse[14]
En el 419, en el Segundo Concilio de Cartago[15]
Entre el 519 y el 553, el Decretum Gelasianum (escrito por un
erudito anónimo, que se lo atribuye falsamente al papa
Gelasio I, fallecido en el 496), contiene una lista de las
Escrituras aceptadas como canónicas. Afirma falsamente
que esa lista de Gelasio había sido publicada originalmente
en el Concilio de Roma (en el año 382), aunque ese concilio
no menciona la lista.[16]
En el 730, Juan de Damasco (675-749) en su libro Una
exposición de la fe ortodoxa.[17]
En 1442, en el Concilio de Florencia.[18]
En 1546, en el Concilio de Trento.[19]

En las iglesias de Oriente no fue incluido en el canon bíblico sino


hasta después de mucha polémica (que se prolongó hasta el
siglo IX) aunque es el único libro del Nuevo testamento que no es
leído como parte de la liturgia en la Iglesia ortodoxa.

Rechazo de la autenticidad del Apocalipsis


:
El presbítero cristiano Cayo de Roma, en su Diálogo contra el
montanista Proclo afirma que el Apocalpsis fue escrito por un tal
Cerinto.[20] Acusó a Cerinto de atribuirle el libro al santo Juan de
Patmos ―mientras su contemporáneo en Roma, el obispo
Hipólito (170-236) atribuía el libro al propio apóstol Juan―.
Además el presbítero Caius condena a Cerinto por difundir en el
libro algunas ideas que contradicen las enseñanzas de Jesucristo
(por ejemplo, que el Fin del Mundo presentaría algunos signos,
cuando los Evangelios afirman que Jesús dijo que vendría como el
ladrón en la noche, sin ningún aviso).

a principios del siglo III rechazaron el Apocalipsis por fomentar el


milenarismo.

El antagonista más importante de la autoridad del Apocalipsis fue


Dionisio el Grande (190-264), obispo de Alejandría (Egipto) y
discípulo de Orígenes. En su obra Dos libros sobre las promesas
(escrita entre el 253 y el 257) él no se opone a la idea de que
Cerinto fuese el autor del Apocalipsis:

Esta es la doctrina que enseñaba Cerinto: el reino de Cristo será


terrenal. Y como [Cerinto] amaba el cuerpo y era del todo carnal,
imaginaba que iba a encontrar aquellas satisfacciones a las que
anhelaba, las del vientre y las del bajo vientre, es decir del comer,
del beber, del matrimonio: en medio de fiestas, sacrificios e
inmolaciones de víctimas sagradas, mediante lo cual intentó
hacer más aceptables tales tesis.

Obispo Dionisio de Alejandría (año 257)

En el años 324, otro discípulo de Orígenes, el obispo Eusebio de


Cesarea (263-339) discrepaba de su maestro alejandrino al
rechazar el Apocalipsis como escrito bíblico, aunque se vio
obligado a reconocer su casi universal aceptación. Afirmó lo
:
siguiente:

El Apocalipsis es aceptado por algunos entre los libros canónicos,


pero otros lo rechazan.
Eusebio de Cesarea: Historia de la Iglesia (año 324)[21]

Cirilo de Jerusalén (315-386) no lo nombró entre los libros


canónicos.[22]

En 363, el Concilio de Laodicea lo quita de la lista de libros


canónicos.[23]

Gregorio de Nacianzo (329-389) abiertamente negó la


autenticidad del libro.

El Apocalipsis fue el único libro omitido de la versión Peshita de la


Biblia (la Vulgata siria, escrita en arameo).

En el siglo IV, san Juan Crisóstomo (347-407) y otros obispos


argumentaban contra la inclusión de este libro en el canon del
Nuevo testamento, sobre todo debido a las dificultades que
planteaba su interpretación y el peligro latente que podía
entrañar. Los cristianos de Siria también lo rechazaron debido a
que los montanistas se apoyaban mucho en él.[20]

En el siglo IX, fue incluido junto con el Apocalipsis de Pedro entre


los libros "discutidos" de la Stichometría de san Nicéforo (758-
829), patriarca de Constantinopla.

Martín Lutero (1483-1546) consideraba que el Apocalipsis «no es


ni apostólico ni profético», y decía que «aquí no se enseña sobre
Cristo, ni se sabe nada de él».[24]

Fuentes
:
1. ↑ Eusebio de Cesarea: Historia eclesiástica (IV, 26). Véase
«Church History, book IV», artículo en inglés publicado en el
sitio web New Advent.org.
2. ↑ San Ireneo (180): Adversus haereses V, 30.
3. ↑ Quinto Septimio Florente, Tertuliano: Contra Marción,
libro 3:14 y 3:25
4. ↑ Lietzmann, Hans: Muratorian Fragment
5. ↑ De Alejandría, Clemente: The Stromata, libro VI,
capítulo 13.
6. ↑ De Alejandría, Clemente: The Paedagogus, libro II,
capítulo 11.
7. ↑ Orígenes: Comentarios al "Evangelio de Juan" (libro V,
capítulo 3).
8. ↑ Athanasius of Alexandria: Excerpt from Letter 39
9. ↑ Decretum Galasianum
10. ↑ The Canons of the 217 Blessed Fathers who assembled at
Carthage (canon XXIV), publicado en Christian Classics
Ethereal Library.
11. ↑ Of Hippo, Augustine: On Christian Doctrine (libro II,
capítulo 8, texto 2).
12. ↑ Westcott, B. F. (1881): A General Survey of the History of
the Canon of the New Testament Edinburgh, 5th edición,
1881, págs. 440, y 541-542.
13. ↑ Of Aquileia, Rufinus: Commentary on the Apostles'
Creed #37
14. ↑ http://www.bible-researcher.com/innocent.html
15. ↑ Council of Carthage (in 419) Canon 24
16. ↑ Pearse, Roger: «Tertullian: "Decretum Gelasianum"»
(traducción al inglés).
17. ↑ Of Damascus, John: An Exposition of the Orthodox Faith
(libro IV, capítulo 17).
18. ↑ Session 11—4 February 1442
:
19. ↑ Session IV Celebrated on the eighth day of April, 1546
under Pope Paul III
20. ↑ 20,0 20,1 Los montanistas eran los seguidores del santo
eunuco Montanus o Montano (f. 175), quien había sido
sacerdote de la diosa Cibeles (por lo que se había
autocastrado) y había sido bautizado como cristiano hacia el
155. Los montanistas creían en la palabra de Jesús de que el
fin sucedería pronto, por lo que dedicaban todos los
aspectos de su vida al retorno de Cristo.
21. ↑ Eusebio de Cesarea: Historia eclesiástica (III, 25).
22. ↑ Of Jerusalem, Cyril: Catechetical Lecture 4 Chapter 35.
23. ↑ Synod of Laodicea, canon 60.
24. ↑ Luther, Martin: Tratado de Lutero sobre los libros
discutidos del Nuevo testamento (en inglés).

http://seronoser.free.fr/apocalipsis/
http://es.wikipedia.org/wiki/Apocalipsis
http://www.ungidos.com/apocalipsis.html
http://iglesia-de-cristo.org/biblia/apocalipsis.htm
http://www.aciprensa.com/Biblia/apocalipsis.htm
http://gibran-
enufi.blogspot.com/2011/01/apocalipsis.html
https://www.google.com/search?
q=Imagenes+del+Apocalipsis&noj=1&source=lnms&tbm
=isch&sa=X&ei=hLKXUtPsB4jJsQTWs4GICg&ved=0CAk
Q_AUoAQ&biw=1024&bih=614
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