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UNIDAD 3. LAS FUENTES FORMALES DEL DERECHo.

1.- CONCEPTO DE FUENTES DEL DERECHO.


Sus distintos 4 niveles: europeo, general o central, autonómico y local.
2.- DEFINICIÓN Y ORDENACIÓN JERÁRQUICA DE LAS FUENTES FORMALES DEL
DERECHO ESPAÑOL.
1.- La Constitución.
2.- Los Tratados Internacionales. El Derecho de la Unión Europea.
3.- La Ley. Tipos de Leyes. Disposiciones del Gobierno con fuerza de Ley.
4.- El reglamento.
5.- Otras fuentes del Derecho.

1) CONCEPTO DE FUENTES DEL DERECHO.

En primer lugar hay que diferenciar entre Normas Jurídicas y Reglas Sociales. Las Normas Jurídicas
son un conjunto de normas distintas de las reglas sociales. Son distintas porque:
· son impuestas coactivamente a los ciudadanos, lo que implica que
· cuando se incumplen, su respuesta (sanción) es diferente a la respuesta en caso de
incumplimiento de una regla social.

El nacimiento de las normas jurídicas , es decir, su implantación en una sociedad determinada como
normas obligatorias para todos, puede realizarse por distintas vías o procedimientos que la doctrina
comprende bajo la común denominación de “fuentes del Derecho”. Debemos responder, pues, a dos
cuestiones: ¿quién crea esas normas que nos afectan a todos? y ¿cómo se manifiestan para que todos las
conozcamos?

La expresión metafórica “fuentes del Derecho” es una de las más ambiguas de la terminología jurídica.
En sentido estricto y técnico, con las palabras FUENTES DEL DERECHO se hace referencia a la
manera de producirse o ser creadas las normas jurídicas y por qué medios oficialmente admitidos pueden
introducirse cambios en el Derecho objetivo. Es decir, qué órganos estatales o fuerzas sociales tienen
reconocida la potestad de dictar normas obligatorias.

Atendiendo al modo de producción de las normas jurídicas se distinguen, fundamentalmente, dos


CLASES de fuentes del Derecho:

a) Las FUENTES MATERIALES, que atienden al órgano o grupo al que se otorga la facultad
de dictar normas jurídicas: así, al poder legislativo (las Cortes Generales o los Parlamentos autonómicos),
la comunidad social o determinados grupos. Responde a la pregunta: ¿quién crea las normas jurídicas? 1

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¿Quién crea las normas?: Fuentes del Derecho en sentido material.
Sólo una autoridad que esté por encima de los individuos puede crear normas que afecten a todos.
En España existen cuatro niveles de autoridad o gobierno que pueden elaborar normas: los gobiernos locales, que
gestionan los asuntos de los municipios y las provincias; los gobiernos autonómicos, que gobiernan los asuntos de las
Comunidades Autónomas; el gobierno estatal que se encarga de los asuntos de toda España y el gobierno europeo,
que trata cuestiones que afectan a algunos países de Europa (los países de la Unión Europea).
Las normas elaboradas por los gobiernos locales forman el Derecho local, las elaboradas por los gobiernos
autonómicos forman el Derecho autonómico, las elaboradas por el gobierno estatal forman el Derecho estatal y las
elaboradas por instituciones europeas constituyen el Derecho europeo o comunitario.

Por tanto, las fuentes del Derecho (en sentido MATERIAL) son todas aquellas instituciones que crean normas,
esto es, el gobierno estatal (fuente del Derecho estatal), los gobiernos autonómicos (fuente del Derecho autonómico),
las instituciones europeas (fuente del Derecho europeo) y la entidades locales (fuentes del Derecho local). Esta
expresión hace referencia, pues, a las fuerzas o grupos sociales dotados de capacidad normativa, legitimados para
crear normas jurídicas.

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Ejemplo: Existen normas sobre salud e higiene en el trabajo que forman parte del Derecho estatal y que se refieren al
derecho de todos los ciudadanos a trabajar en unas buenas condiciones de seguridad e higiene. Los gobiernos
autonómicos, por su parte, pueden elaborar normas sobre la organización de los servicios de salud, mientras que en el
Parlamento europeo se puede aprobar una norma por la que se pretende que las condiciones de salud e higiene
laborales sean iguales para todos los trabajadores europeos de modo que no haya diferencias entre países.

b) Las FUENTES FORMALES , que son las maneras o formas en las que se expresan las
normas jurídicas (la vestimenta de las mismas): así, la ley, la costumbre,... etc. Responde a la pregunta:
¿cómo se manifiestan para que todos las conozcamos? 2

Si combinamos ambos aspectos podremos DEFINIR LAS FUENTES DEL DERECHO como los
modos o formas de manifestarse o expresarse el Derecho, que van a ser distintos en función del órgano o
entidad del cual emanan o que las dicta.

En nuestra sociedad el poder de crear normas jurídicas lo tiene ante todo el Estado, por medio de los
órganos competentes. Pero también lo tiene la comunidad, creadora de Derecho a través de los usos o
costumbres. Las dos fuentes fundamentales son:
a) La ley en sentido amplio, que es la norma escrita establecida por los órganos
competentes del Estado.
b) La costumbre, que es la norma establecida por la comunidad o algún sector de
ella, mediante el uso.

En cuanto a las FUENTES DEL ORDENAMIENTO JURÍDICO ESPAÑOL entendidas como formas
en las que se manifiestan las normas jurídicas, fueron reguladas sistemáticamente por primera vez con la
reforma del Título Preliminar, de 1973-74. Así, según el art. 1º, apdo. 1º Código Civil.: “Las fuentes del
Ordenamiento jurídico español son la ley, la costumbre y los principios generales del Derecho”.

De estas tres fuentes, solamente la ley y la costumbre son fuentes del Derecho en sentido técnico , ya
que los principios generales del Derecho no son una forma de originarse y manifestarse el Derecho
objetivo, sino las normas más generales y fundamentales del Ordenamiento jurídico.
Sólo puede decirse que son fuente de Derecho en la medida en que actúan como Derecho supletorio, en
defecto de norma particular; función que sólo pueden desempeñar a través de las decisiones judiciales.

Además de lo dispuesto en su apartado 1º, el art. 1º CC, en sus apartados segundo al séptimo, contiene
las siguientes disposiciones:

“2. Carecerán de validez las disposiciones que contradigan otras de rango superior.
3. La costumbre, sólo regirá en defecto de ley aplicable, siempre que no sea contraria a la moral o al
orden público y que resulte probada.

En el ejemplo, vemos como las normas que nos afectan a todos pueden ser elaboradas en tres niveles: estatal,
autonómico y europeo.

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¿Cómo se manifiestan las normas?: Fuentes del Derecho en sentido formal.
Hasta ahora hemos visto ejemplos de normas escritas (el código de circulación, las normas sobre seguridad social,
etc.) que son un tipo específico de fuente: son leyes.
Sin embargo, no todas las normas son escritas. Esto significa que existen derechos y obligaciones sin la necesidad de
que se expresen por escrito.
Ejemplo: Imagina que le compras a un amigo una cortadora de césped. Podéis elaborar un contrato de compraventa
en el que se especifiquen todos los aspectos del acuerdo (precio, plazos de pago, condiciones de la cortadora, etc.)
Pero seguramente, si ninguno de vosotros es desconfiado, vuestro acuerdo sea de palabra. ¿Significa esto que no
existen obligaciones y derechos entre vosotros? Evidentemente, no.

Pues bien, el Derecho contempla también la posibilidad de que existan normas no escritas sin que por ello deban dejar
de cumplirse. Estas normas no escritas son de dos tipos: las costumbres y los principios generales del Derecho.

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Las fuentes del Derecho en este segundo sentido (en sentido FORMAL) son las formas en las que se expresan las
normas que pueden ser tres: la ley, la costumbre y los principios generales del Derecho (art. 1.1 del Código Civil).
Son los modos de expresión o exteriorización de las normas jurídicas, a los cauces previstos por el ordenamiento
jurídico para crear normas jurídicas. Son los distintos medios o modos de manifestarse o exteriorizarse el Derecho,
que dependen de la institución, órgano o entidad del cual emanan o que los dicta.

Existe una norma que no es ni ley, ni costumbre, ni un principio general y que establece derechos y obligaciones para
empresarios y trabajadores: es el Convenio Colectivo.

Los usos jurídicos que no sean meramente interpretativos de una declaración de voluntad tendrán la
consideración de costumbre.

4. Los principios generales del Derecho se aplicarán en defecto de ley o costumbre, sin perjuicio
de su carácter informador del Ordenamiento jurídico.
5. Las normas jurídicas contenidas en los Tratados internacionales no serán de aplicación directa
en España en tanto no hayan pasado a formar parte del Ordenamiento interno mediante su publicación
íntegra en el “Boletín Oficial del Estado”.
6. La jurisprudencia complementará el Ordenamiento jurídico con la doctrina que, de modo
reiterado, establezca el Tribunal Supremo al interpretar y aplicar la ley, la costumbre y los principios
generales del Derecho.
7. Los Jueces y Tribunales tienen el deber inexcusable de resolver en todo caso los asuntos de que
conozcan, ateniéndose al sistema de fuentes establecido”.1

Hasta aquí la teoría de las fuentes tal y como la dejó establecida el CC. Esta teoría, sin embargo, hoy no
puede ser correctamente entendida ni aplicada sin tener en cuenta las alteraciones introducidas por la
CONSTITUCIÓN DE 27 DE DICIEMBRE DE 1978 y LA PERTENENCIA DE ESPAÑA A LA
UNIÓN EUROPEA.

En su estudio nos va a interesar establecer, por lo tanto, su enumeración, su definición y su


ordenación jerárquica (y la aplicación del principio de competecia).

El principio de jerarquía normativa (que viene determinado por la organización política y


administrativa del Estado) es necesario, pues existen diversas fuentes que pueden regular una misma
materia y, por tanto, hay que establecer su primacía y subordinación respectivas. Este principio se
concreta en las siguientes reglas:

a) Carecerán de validez las disposiciones que contradigan otra de rango superior (art. 1.2 del
C.C.).
b) En caso de fuentes del mismo rango prevalece la posterior (lex posterior derogat anterior), y
prevalece la norma especial sobre la general (lex specialis derogat generalis).

Pero no se pueden explicar todas las relaciones entre las distintas fuentes del Derecho con el principio de
jerarquía, sino que es necesario acudir también al principio de competencia. El principio de competencia
o distribución por materias implica la atribución a un órgano u ente concreto de la potestad de regular
determinadas materias o de dictar cierto tipo de normas con exclusión de los demás. Este principio supone

1 Fuentes aclaratorias o indirectas del Derecho. No tienen una eficacia jurídica directa, como la ley, la
costumbre y los principios generales del Derecho. Sirven para aclarar la aplicación de las fuentes primarias.
I. La jurisprudencia: Está formada por las sentencias del Tribunal Supremo (TS). Para que se
considere jurisprudencia, debe haber, al menos dos sentencias en un mismo sentido. Se admite una
jurisprudencia “menor” que se construye a partir de las sentencias de los Tribunales superiores de Justicia
(TSJ). Eficacia: no tiene eficacia directa ni vinculante. Si sobre un tema hay 2 o más sentencias de TS, eso
no obliga a seguir esa doctrina. Indirectamente, si constituye una cierta vinculación porque el ciudadano
puede recurrir esa situación basándose en la jurisprudencia existente. Normalmente ganará el recurso. Nada
impide que el TS o los TSJ varíen su jurisprudencia a la vista de los argumentos expuestos en esa sentencia.
La jurisprudencia es similar al precedente administrativo.
II. La doctrina: No tiene fuerza vinculante pero influye bastante en las sentencias y
resoluciones administrativas. La componen los trabajos e investigaciones que realizan los juristas.

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una protección de las normas frente a las normas de igual o superior nivel, que no pueden modificar ni
derogar aquéllas.

OTRAS IMPORTANTES CUESTIONES A TENER EN CUENTA SON:

- Las fuentes en el espacio: las normas se aplican dentro del territorio.


- Las fuentes en el tiempo:
1. Entrada en vigor: todas las normas requieren su publicación oficial
previa. El CC prevé expresamente que la entrada en vigor se produce 20 días después
de la publicación en Boletín Oficial correspondiente a menos que la ley diga algo en
caso contrario de forma expresa.
2. Retroactividad: se define como una situación en la que una norma se
aplica a hechos producidos antes de su entrada en vigor. Con carácter general, el
principio de seguridad jurídica impide la aplicación retroactiva de las normas. La CE
permite la aplicación retroactiva de las leyes en cuanto éstas sean favorables para el
ciudadano. Con ello sienta el principio de “irretroactividad de normas desfavorables o
restrictivas de derechos.”

2) DEFINICIÓN Y ORDENACIÓN JERÁRQUICA DE LAS FUENTES FORMALES DEL


DERECHO ESPAÑOL.

1. LA CONSTITUCIÓN española de 27 de diciembre de 1978. Es la norma suprema del


ordenamiento jurídico español. Características de la Constitución:
- Supremacía material: la propia Constitución de 1978 declara su supremacía,
pues ordena que los ciudadanos y los poderes públicos quedan sujetos a la Constitución (art.
9.1). Los mandatos y normas constitucionales tienen mayor valor que los de cualesquiera
otras normas jurídicas.
- Supremacía formal: se garantiza de forma ordinaria a través del Tribunal
Constitucional (Título IX CE) y de forma extraordinaria a través de la Reforma
Constitucional (Título X CE).
- Eficacia directa: como fuente del Derecho, pueden invocarse directamente
ante los tribunales los derechos y libertades reconocidas en el Capítulo 2, del Título I , pues
“vinculan a todos los poderes públicos” incluido por tanto el Poder Judicial (art. 53.1).

Límites de la eficacia directa de la Constitución:

- Eficacia indirecta: “Principios Rectores de la Política Social y Económica”


del Capítulo Tercero del Título I, pues su eficacia queda sometida a lo que dispongan las
normas de su desarrollo (art.
53.3 CE)2.

NOTA IMPORTANTE: EL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL

Como toda norma jurídica, la Constitución Española está protegida por los jueces y tribunales de justicia
ordinarios, vinculados por la misma y por el resto del ordenamiento jurídico. Pero además, la Constitución
goza de la protección de un órgano específico: el Tribunal constitucional.
Este órgano, intérprete supremo de la Constitución, está sujeto exclusivamente a esta última y a su propia
Ley Orgánica, pero no al resto del ordenamiento jurídico. Ello le permite asegurar la adecuación de todo
el sistema normativo a los mandatos constitucionales, garantizando su eficacia a través de una serie de
recursos:

2 ”El reconocimiento, el respeto y la protección de los principios reconocidos en el Capítulo tercero,


informará la legislación positiva, la práctica judicial y la actuación de los poderes públicos. Sólo podrán
ser alegados ante la Jurisdicción ordinaria de acuerdo con lo que dispongan las leyes que los
desarrollen”

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1- Recurso de inconstitucionalidad: control objetivo o abstracto sobre la constitucionalidad o no de
una norma, que se hace con independencia de su aplicación a casos específicos. Están
legitimados para interponer este recurso en un plazo de tres meses desde la aprobación de la ley:
el Presidente del Gobierno, el Defensor del Pueblo, 50 senadores, 50 diputados y, en ciertos
casos, los Gobiernos y Parlamentos autonómicos.
2- Cuestión de inconstitucionalidad: recurso directo y concreto que se plantea con motivo de la
aplicación específica de una norma. Puede plantearla exclusivamente el juez, ya sea de oficio o
a instancia de parte.
3- Recurso de amparo: único recurso que puede ser interpuesto por los ciudadanos
directamente ante el TC.

2. LOS TRATADOS INTERNACIONALES: son todo acuerdo regido por el Derecho Internacional
y celebrado por escrito entre España y otro u otros Estados o entre España y una o varias organizaciones u
organismos internacionales.

Según el art. 96 CE: “Los Tratados Internacionales válidamente celebrados, una vez publicados
oficialmente en España, formarán parte del ordenamiento interno. Sus disposiciones sólo podrán ser
derogadas, modificadas o suspendidas en la forma prevista en los propios Tratados o de acuerdo con
las normas generales del Derecho Internacional”.

Pero no todos los Tratados tienen el mismo rango. Sólo tienen jerarquía superior a las Leyes internas (es
decir, tienen carácter prevalente sobre las Leyes internas), todos aquellos que para su celebración o
validez requieran LA PREVIA AUTORIZACIÓN DE LAS CORTES GENERALES. Estos casos son
los siguientes:
a) los de carácter político o militar.
b) los que afecten a la integridad territorial del Estado o a los derechos y deberes
fundamentales establecidos en el Título I.
c) los que impliquen obligaciones financieras para la Hacienda Pública.
d) los que supongan modificación o derogación de alguna ley o exijan medidas legislativas
para su ejecución.
También aquellos en que se atribuya a una organización internacional el ejercicio de competencias
derivadas de la Constitución (art. 93 CE y Tratados de la Unión Europea y su Derecho derivado).

Los demás Tratados, aunque estén publicados en el B.O.E., no tendrán otro valor que el de simples
disposiciones administrativas (reglamentos, principalmente).

NOTA IMPORTANTE: EL DERECHO COMUNITARIO (O DERECHO DE LA UNIÓN


EUROPEA).

El Derecho Comunitario es el ordenamiento jurídico de una organización internacional de carácter


supranacional que se denomina Unión Europea. Su aplicación en España se basa en el art. 93 CE.,
según el cual: “Mediante ley orgánica se podrá autorizar la celebración de tratados por los que se
atribuya a una organización o institución internacional el ejercicio de competencias derivadas de la
Constitución. Corresponde a las Cortes Generales o al Gobierno, según los casos, la garantía del
cumplimiento de estos tratados y de las resoluciones emanadas de los organismos internacionales o
supranacionales titulares de la cesión”.

Rasgos característicos:

1) La estrecha relación que se establece entre el ordenamiento jurídico


comunitario y los diferentes ordenamientos jurídicos nacionales, puesto que el primero se integra
en el sistema jurídico de los Estados miembros.
2) La Unión Europea está dotada de instituciones propias, que ya hemos
estudiado.
3) La Unión Europea se caracteriza por una atribución del ejercicio competencias
soberanas por parte de los Estados miembros, con la consiguiente limitación de competencias de
dichos Estados.

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4) La creación de la Unión Europea supone la creación de un ordenamiento
jurídico propio, que tiene un sistema propio (y bastante completo) de creación del Derecho;
5) La primacía del ordenamiento jurídico comunitario sobre los
ordenamientos jurídicos nacionales, ya que lo necesita para su propia existencia y para
mantener su carácter obligatorio y uniforme en todos los Estados miembros.

EL DERECHO COMUNITARIO ORIGINARIO: LOS TRATADOS DE LA UNIÓ EUROPEA.

Los Tratados fundacionales y sus protocolos y anexos constituyen el Derecho comunitario originario o
primario. Estos Tratados se sitúan en la cima o cúspide de la jerarquía del ordenamiento jurídico
comunitario, con dos consecuencias:
- Se presume su validez y no es posible su impugnación judicial.
- Determina la ilegalidad de los actos de Derecho derivado incompatibles.

El Derecho originario en virtud del Tratado de Lisboa es, básicamente, el siguiente: –


Tratado de la Unión Europea: TUE (40 arts.)
– Tratado de Funcionamiento de la Unión Europea: TFUE (313 arts.)
– Carta de Derechos Fundamentales de la Unión Europea: CDFUE (54 arts)

Es de aplicación, en principio, general a todo el territorio de los Estados miembros, con salvedades para
territorios no europeos de Dinamarca, Francia, Holanda y Reino Unido.
Se prevé la posibilidad de regímenes especiales para regiones insulares o ultraperiféricas (art. 349 TUE):
Canarias.

EL DERECHO COMUNITARIO DERIVADO.

Con esta expresión se hace referencia a los actos normativos adoptados por las Instituciones de la Unión
para la consecución de los objetivos contenidos en los Tratados, al tiempo que desarrollan las
disposiciones de los mismos.

El Reglamento.

El Reglamento tendrá un alcance general. Será obligatorio en todos sus elementos y directamente
aplicable en cada Estado miembro (inserción automática e inmediata en los Derechos internos).
Vincula a los Estados miembros y a sus nacionales en cuanto a todo el contenido del mismo. Su
aplicabilidad directa significa que, desde el momento de su entrada en vigor, el Reglamento se convierte
en Derecho vigente en todos los Estados miembros sin que medie ninguna medida nacional de recepción,
y desde ese momento empieza a producir efectos jurídicos en el ordenamiento interno de los Estados
miembros. Por consiguiente, desde ese momento también puede empezar a conferir derechos e imponer
obligaciones tanto para los Estados miembros como para los particulares.

La Directiva.

La Directiva obligará al Estado miembro destinatario en cuanto al resultado que deba conseguirse,
dejando a las autoridades nacionales la elección de la forma y de los medios. Su objetivo es la
armonización de las legislaciones nacionales.
Éste es el acto más original de los establecidos en los Tratados comunitarios, ya que para su realización
exige la participación de los Estados miembros.

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La Directiva se dirige a los Estados miembros por definición, a los que marca una obligación de resultado,
obligándoles a adaptar su ordenamiento a dicho objetivo mediante la aprobación de normas internas (=
transposición de la Directiva)

La Decisión.

La Decisión será obligatoria en todos sus elementos. Cuando designe destinatarios, sólo será obligatoria
para éstos. Les imponen, autorizan o prohíben medidas de carácter nacionales.

La Decisión se distingue del Reglamento porque puede tener unos destinatarios concretos, y de la
Directiva por ser obligatoria en todos sus elementos y porque no tiene como únicos destinatarios a los
Estados miembros, sino que puede dirigirse indistintamente a los Estados y a los particulares.

Los Dictámenes y las Recomendaciones.

No son vinculantes, aunque pueden tener ciertos efectos jurídicos aunque no similares a los de los actos
obligatorios.
- Recomendaciones: sugieren a los Estados miembros o particulares una pauta de conducta.
- Dictámenes: expresan la opinión de una institución sobre un asunto determinado.

PUBLICACIÓN DE LOS ACTO JURÍDICOS DE LA UNIÓN:


Los actos jurídicos de la Unión Europea se publican en todas las lenguas oficiales de la Unión, en el
Diario Oficial de la misma (DOUE). Entrarán en vigor en la fecha que ellos mismos fijen o, a falta de ella,
a los veinte días de su publicación. Los actos que tengan unos destinatarios concretos también se
notificarán a sus destinatarios. La publicación, y la notificación en su caso, es condición previa de su
obligatoriedad.

3. LA LEY.

La palabra “ley” no tiene un significado unívoco, pero desde el punto de vista jurídico podemos definirla
de dos formas:
- En un sentido amplio, ley (con minúsculas) equivale a Derecho Objetivo,
abarcando la expresión todas las normas del ordenamiento jurídico.
- En sentido estricto como “la norma jurídica publicada oficialmente con tal
carácter, que contiene un mandato normativo de los órganos que constitucionalmente tienen
atribuido el poder legislativo.”(Díez Picazo). De esta definición se desprenden las siguientes
características:

a) La Ley tiene que emanar de los ÓRGANOS que constitucionalmente tienen atribuido el poder
legislativo. Estos órganos reciben el nombre de órganos legislativos y están compuestos por las personas
que los ciudadanos eligen mediante su voto en las elecciones, es decir, sus miembros son representantes
del pueblo.
Por tanto, los órganos legislativos son los que elaboran y aprueban las Leyes.
- Si éstas son de Derecho estatal son elaboradas por órganos legislativos estatales
(las Cortes Generales, que tienen la potestad legislativa del Estado –art.66 Const.);
- si son de Derecho autonómico son elaboradas por órganos autonómicos (las
Asambleas Legislativas de las Comunidades Autónomas) y
- si son de Derecho Europeo serán órganos legislativos europeos quienes las
elaboren (pero el Parlamento Europeo aún tiene potestad legislativa limitada).

b) La Ley ha de ser PUBLICADA OFICIALMENTE CON TAL CARÁCTER.


Según el art. 91 Const., “las leyes aprobadas por las Cortes Generales serán sancionadas en el plazo de
15 días por el Rey, quien las promulgará y ordenará su inmediata publicación”.

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- Sanción regia: (confirmación): residuo histórico actualmente vacío de
contenido de la antigua potestad real de veto de la Ley.
- Promulgación: es un acto solemne por el que el Jefe del Estado atestigua la
existencia de la Ley y ordena a las autoridades que la cumplan y hagan cumplir en todas sus
partes.
- Publicación: acto consistente en hacer público el contenido de la Ley, es la
notificación solemne de la Ley a los ciudadanos y a los tribunales. La promulgación y la
publicación se exteriorizan a la vez mediante la publicación en el Boletín Oficial
correspondiente: si la norma es estatal, se publicará en el Boletín Oficial del Estado (BOE); si
es autonómica, en el boletín de la Comunidad Autónoma que corresponda; y si es comunitaria, en
el Diario Oficial de la Unión Europea (DOUE).
La publicación incluye:
- Una exposición de motivos.
- El texto de la ley.
- Las leyes anteriores que deroga.
- La fecha de entrada en vigor, que casi siempre es la misma fecha de
publicación del boletín.
La publicidad es un requisito para que una norma sea válida. Este requisito es tan importante que
realmente una Ley no existe hasta que no se hace pública. Para que los ciudadanos conozcan las normas
que les afectan, no basta con que éstas sean publicadas en un boletín oficial, sino que hace falta un paso
más: leerlas. Sin embargo, éste no es un requisito para que una norma sea válida.
Para que no existan dudas sobre ello, se dice expresamente que el no conocimiento de la ley no exime de
su cumplimiento.

c) La Ley ha de contener un MANDATO NORMATIVO , imperativo o dispositivo (es decir, en


defecto de pacto).
TIPOS DE LEYES

Es necesario decir que existe, por encima de las demás Leyes, una Ley principal: la Constitución. Es
especialmente importante porque, entre otras cosas, es la Ley que determina las materias que se regulan
mediante los distintos tipos de Leyes.
Estas Leyes pueden ser: Orgánicas, Ordinarias, Estatutos de Autonomía, Leyes de las CCAA, Leyes de
Presupuestos (además de otras más: Leyes Básicas, Leyes de Bases, Leyes Ordinarias de Delegación
Legislativa, Leyes de Desarrollo, Leyes Marco, Leyes de Transferencia o Delegación, Leyes de
Armonización).

1. LEYES ORGÁNICAS. Son Leyes Orgánicas las relativas al desarrollo de los


derechos fundamentales y de las libertades públicas, las que aprueben los Estatutos de
Autonomía y el Régimen electoral central y las demás previstas en la Constitución (Consejo de
Estado, Poder Judicial, Tribunal de Cuentas, Defensor del Pueblo, Tribunal Constitucional, etc.)
(art. 81.1). Por su parte el art. 81.2 exige para que las Leyes Orgánicas puedan ser aprobadas,
modificadas o derogadas, el voto de la mayoría absoluta del Congreso en una votación final
sobre el conjunto del proyecto de Ley.

2. LEYES ORDINARIAS. Las Leyes Ordinarias regulan el resto de materias, es


decir, las no reservadas a Ley Orgánica. Es el tipo normal de Ley aprobada en las Cortes
Generales, en este caso, por mayoría simple (mayoría de los miembros presentes, siempre que
haya quórum, es decir, que asisten la mayoría de los miembros).

3. LAS LEYES AUTONÓMICAS. La Constitución de 1978 configura un


Estado contrapuesto al Estado unitario: junto a las Cortes Generales, las diversas Comunidades
Autónomas cuentan con Parlamentos o Asambleas legislativas que pueden dictar igualmente
leyes formales para su respectivo territorio y dentro de ámbito de sus competencias. , por medio
de sus órganos legislativos, en las materias que son de su competencia y dentro de su respectivo
territorio. Según la mejor doctrina, la relación entre ley estatal y ley autonómica no debe
plantearse desde el prisma de jerarquía entre ambas, sino conforme a las competencias
respectivas asumidas por las CCAA en sus Estatutos de Autonomía, que son leyes estatales de
carácter orgánico.

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También se distingue entre LEYES MARCO, LEYES DE TRANSFERENCIA y LEYES DE
ARMONIZACIÓN, cuya finalidad es armonizar y desenvolver adecuadamente las competencias entre el
Estado y las CCAA.

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LAS DISPOSICIONES DEL GOBIERNO CON FUERZA DE LEY:
DECRETO LEGISLATIVO Y DECRETO LEY.

En el ordenamiento jurídico español existen normas que, a pesar de ser dictadas por órganos que carecen
de potestad para dictar Leyes, se les atribuye rango y fuerza de Ley. Son los Decretos Legislativos y los
Decretos-Leyes.

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DECRETOS LEGISLATIVOS

Tal como los define el art. 85 de la CE, son Decretos Legislativos “las disposiciones del Gobierno que
contengan legislación delegada”. Su regulación aparece en los arts. 82 a 85 de la CE, de la que se
extraen los siguientes requisitos:
1.- La delegación legislativa habrá de otorgarse al Gobierno de forma expresa para materia
concreta y con fijación del plazo para su ejercicio. No podrá entenderse concedida de modo implícito o
por tiempo indeterminado.
2.- La delegación se agota por el uso que de ella haga el Gobierno mediante la publicación de la
norma correspondiente.
3.- No se podrá permitir la subdelegación a autoridades distintas del propio Gobierno.
4.- No cabe la delegación en materias reservadas a Leyes Orgánicas.

Caben dos modalidades:

-Para la formación de textos articulados, deberá otorgarse mediante una Ley de Bases
que delimitará con precisión el objeto y alcance de la delegación legislativa y los principios y
criterios que han de seguirse en su ejercicio. Las Leyes de Bases no podrán en ningún caso:
autorizar la modificación de la propia Ley de Bases ni facultar para dictar normas con carácter
retroactivo.
-Para la formación de textos refundidos, deberá otorgarse mediante una Ley Ordinaria
que determinará el ámbito normativo a que se refiere el contenido de la delegación, especificando
si se circunscribe a la mera formulación de un texto único o si se incluye la de regularizar, aclarar
y armonizar los textos legales que han de ser refundidos.

Si el Gobierno se excede de la autorización de las Cortes, la parte del exceso será considerada reglamento.

DECRETOS-LEYES

Son disposiciones provisionales que se fundamentan en la urgencia de ciertas situaciones y lo


inadecuado del procedimiento legislativo para atenderlas. Así, el art. 86 de la CE establece que “en caso
de extraordinaria y urgente necesidad, el Gobierno podrá dictar disposiciones legislativas provisionales
que tomarán la forma de Decretos-Leyes y que no podrán afectar al ordenamiento de las instituciones
básicas del Estado, a los derechos, deberes y libertades de los ciudadanos regulados en el Título I, al
régimen de las Comunidades Autónomas ni al Derecho electoral general”. (Un supuesto de
extraordinaria y urgente necesidad ha de ser inusual, imprevisible y no susceptible de resolución por otros
procedimientos, incluido el de urgencia legislativa).
Como particularidad de su procedimiento, los Decretos-Leyes deberán ser inmediatamente sometidos a
debate y votación de totalidad al Congreso de los Diputados, convocado al efecto si no estuviere reunido,
en el plazo de los treinta días siguientes a su promulgación. El Congreso habrá de pronunciarse
expresamente dentro de dicho plazo sobre su convalidación o derogación, para lo cual el reglamento
establecerá un procedimiento especial y sumario.
Cabe también la posibilidad de que durante el plazo anterior, las Cortes puedan tramitarlos como
proyectos de Ley por el procedimiento de urgencia.

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4. EL REGLAMENTO.

Un reglamento es toda disposición jurídica de carácter general y abstracto dictada por EL Gobierno y su
Administración pública y con valor subordinado a la Ley. Son disposiciones que provienen directamente
de la Administración, por conceder el ordenamiento jurídico a ésta lo que se llama la potestad
reglamentaria, esto es, la competencia propia para aprobar de modo ordinario normas sometidas a la
Ley.

Los reglamentos se diferencian de los Decretos-leyes y de los Decretos Legislativos en que éstos son
disposiciones del Gobierno con fuerza de ley que se dictan en casos excepcionales o tasados,
respectivamente, y suponen una verdadera sustitución del Poder legislativo ordinario, por lo que su
control de adecuación a la Constitución corresponde al Tribunal Constitucional. En cambio, los
reglamentos están subordinados a la ley (de este modo, se habla de que están sometidos al principio de
legalidad) y el control de su adecuación a la Ley corresponde, en última instancia, a los órganos judiciales
a través de la jurisdicción contencioso-administrativa.

Pueden clasificarse los reglamentos por razón de la autoridad de la que provienen. Así, los reglamentos
pueden ser estatales, de los gobiernos de las Comunidades Autónomas, de las Diputaciones Provinciales
y, ya en el ámbito municipal, de los Alcaldes y de los Ayuntamientos en Pleno. A su vez, los reglamentos
estatales obedecen a la siguiente jerarquía y forma:

- Real Decreto aprobado por el Presidente del Gobierno o Real Decreto


aprobado por el Consejo de Ministros. Las relaciones entre ellos se rigen por el principio de
competencia y no por el de jerarquía.
- Orden del Ministro de Presidencia si recoge acuerdos de las Comisiones
Delegadas del Gobierno que afectan a varios Departamentos ministeriales o se trata de
disposiciones que afectan a varios Departamentos, a propuesta de los Ministros interesados.

- Orden Ministerial, dictadas por el Ministro correspondiente.

5. OTRAS FUENTES DEL DERECHO.

1. El Convenio Colectivo, celebrado por los representantes de los empresarios y


trabajadores para la regulación de las condiciones de trabajo en un determinado sector y que
tiene la plena fuerza vinculante que le otorga directamente la ley, incluso para terceros que no lo
hayan suscrito (art. 37.1 CE).

2. La costumbre. Nos referimos aquí a la costumbre que menciona el art. 1.3 del
Código Civil y que despliega sus efectos en las relaciones privadas. En el ámbito del Derecho
público español, ni la Constitución menciona la costumbre como posible fuente del Derecho, ni
la Ley Orgánica del Tribunal Constitucional prevé el control de normas consuetudinarias. Tan
sólo contemplan, como sistema de prevalencia del Derecho escrito que es, la existencia de
normas jurídicas con rango de ley o reglamentario. Únicamente en el constitucionalismo

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británico la costumbre desempeña una función relevante como fuente. La denominada
«costumbre constitucional» o las convenciones, usos o pactos entre los poderes constitucionales,
como, por ejemplo, la celebración de los debates del estado de la Nación en el Congreso o del
estado de las autonomías en el Senado no son fuentes del Derecho: no crean normas ni hay
innovación del ordenamiento jurídico.

3. Los principios generales del Derecho (art. 1.4 del Código Civil), que se
aplican en defecto de la ley o de la costumbre. Los principios informadores del ordenamiento
jurídico, esto es, los principios a los que remite expresamente una norma con rango
constitucional o legal tienen el mismo valor jurídico que esta norma. Así, por ejemplo, los
principios generales que menciona el art. 9.3 de la Constitución son auténticas normas
constitucionales y pueden incluso determinar la inconstitucionalidad de una ley. Por «principios
generales del Derecho» aplicables en defecto de una norma superior entendemos los principios
que la jurisprudencia y la doctrina científica han ido deduciendo del ordenamiento jurídico y que
no tienen un reconocimiento expreso y directo en éste (por ejemplo, el enriquecimiento ilícito o
injusto en el ordenamiento civil español).

No son fuentes formales del Derecho en sentido estricto (aunque lo complementan) ni la doctrina
científica, ni los Tratados Internacionales no publicados oficialmente, ni tampoco las jurisprudencias del
Tribunal Constitucional (con la excepción de las sentencias del pleno del mismo, que se integran y
equiparan con la propia Constitución que interpreta), del Tribunal de Justicia de la Unión Europea, del
Tribunal Europeo de Derechos Humanos, del Tribunal Supremo y de los Tribunales Superiores de Justicia
de las Comunidades Autónomas. Tampoco son fuentes del Derecho las circulares administrativas, las
resoluciones o actos administrativos, o los contratos.

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