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I. HISTORIA Y EVOLUCION
El tiempo transcurrido entre el Siglo XI y XII, periodo que históricamente se conoce como la edad
media, y particularmente de la etapa Alta de dicho periodo, es el momento histórico que da luz al
derecho comercial o mercantil. Las necesidades de una nueva economía -ahora urbana- van
modelando una forma de posicionamiento social basada, en gran medida, en el uso de bienes
suntuosos, que mientras más exclusivos otorgaban mayor distinción.
Antes a la Edad Media existían normas que regulaban al comercio, pero no como un sistema sino
más bien de forma aislada. Surge entonces el ius mercatorum con características muy especificas
necesarias de desarrollar:
El Derecho mercantil de los siglos XVI a XVII, inicia un doble proceso de objetivación y de
estatalización. La objetivación significa que el ordenamiento jurídico comercial ya no se aplica en
función al sujeto sino a las relaciones del tráfico comercial, es decir al “acto comercial”, mientras que
la estatalización implica que el Estado reivindica para sí el monopolio de la función legislativa, y
judicial , dejando así a un lado el derecho usual y consuetudinario. En este periodo cobran particular
significación dos grandes Ordenanzas francesas de Luis XIV, la del Comercio terrestre de 1673 y la de
la Marina de 1681, ambas con un acento estatal muy acusado y con gran influencia en la Codificación
mercantil del siglo XIX.
Es en el siglo XIX ya la tendencia es definitiva, y se consolida la facultad monopólica del Estado para
la función legislativa, por lo que frente a las Ordenanzas de los siglos pasados surge la idea de la
Codificación, que responde al ideal de transformar la razón en Ley escrita, un derecho positivo. La
primera codificación de la materia se produce con el Código de Comercio francés de 1807, que tendrá
una influencia decisiva en las posteriores codificaciones mercantiles de otros países europeos y
americanos. En el caso boliviano podríamos aseverar sin riesgo que este fue el Código que inspiro a la
codificación española (1829), que su vez fue la fuente del primer Código Mercantil Boliviano del año
1.834
El Derecho Comercial según el autor Manuel Brosseta Pont, es la rama del derecho privado especial
que tiene por objetivo regular al empresario, al estatuto jurídico de ese empresario, las relaciones
entre los empresarios y la peculiar actividad que está desarrollada en el mercado.
Por empresario se entiende aquella persona, natural o jurídica, que ejercita en nombre propio a una
activad empresarial; y por actividad empresarial un modo especial de desarrollar, dentro del mercado,
una actividad económica cualificada. Más adelante volveremos con mayor precisión a estos
conceptos.
Es importante dejar establecida la separación del Derecho Comercial del Derecho Civil, pese a que
ambos regulan las relaciones privadas de los particulares. Fue en el siglo XIX que existía una tendencia
unificadora del Derecho Privado en la que las regulaciones para la actividad comercial provenían del
Código Civil, el derecho privado boliviano se inscribe en los denominados sistemas dualistas,
caracterizados por la división interna del Derecho Privado. Esta separación es muy importante pues
también en nuestro criterio existe una diferencia entre estas dos instituciones y ramas del derecho,
para establecer la distinción se acude a dos sistemas: el sistema subjetivo que establece las distinción
en atención a que el contrato se realice o no por un comerciante o empresario en el ejercicio de la
profesión mercantil; y el sistema objetivo o de los “actos de comercio” que atiende a la naturaleza del
acto o contrato, con independencia de la condición de comerciantes o empresarios de quienes
intervengan en él. Podemos inferir que el Derecho boliviano vigente se adscribe a los sistemas
objetivos.
Son precisamente las exigencias de esa actividad las que justificaron la aparición de este Derecho
especial en un determinado momento histórico, y las que explican que aun hoy subsista.
Mientras que el Derecho civil se ocupa de las personas sin ulterior calificación de los actos jurídicos
que realizan en el desarrollo de su vida particular, el Derecho mercantil se ocupa de una clase especial
de sujetos, los empresarios, y de la actividad profesional ejercitada por ellos.
En el sistema de prelación de fuentes del Derecho comercial el vértice superior está ocupado por la
ley comercial (Código de Comercio y leyes en materia comercial especiales). Sin embargo, es
menester en este punto referirnos al Art. 410 de la CPE, que establece el orden de prelación normativo
en nuestro país, refiriéndose en párr. II. al bloque de constitucionalidad conformado por tratados
internacionales en materia de derechos humanos, y a las normas de derecho comunitario. En efecto
al ser Bolivia miembro de la Comunidad Andina de Naciones, las normas que emanan de esta
organización de carácter internacional, son incorporadas al sistema legal nacional, incluso con un
orden de prelación superior al de la Ley, por lo que se puede concluir que su aplicación, en la materia
comercial que estudiamos, es preferente.
3.2 LOS USOS Y COSTUMBRES COMERCIALES
Los usos comerciales son normas de Derecho objetivo que nacen dentro de las relaciones
contractuales comerciales y se crean por la observancia de dichas normas de forma repetida y
uniforme de los sujetos comerciales (empresarios, comerciantes, mercaderes, etc.). Son considerados
fuente del derecho comercial bien para suplir la ausencia de normativa legal, o para colmar los vacíos
normativos que se presenten en las relaciones contractuales mercantiles, o bien, sencillamente, para
resolver dudas que surjan en la interpretación de lo convenido.
El uso es entonces, la costumbre mercantil, que se origina por la práctica reiterada individual de los
empresarios, por lo que se puede concluir que la fuerza normativa de la costumbre como fuente del
derecho, solo se consigue cuando se practica de modo uniforme, general y duradero o constante, y
cuando a la vez existe la convicción de su obligatoriedad o la intención de continuar un precedente
cuando menos.
En cuanto a las clases de usos de comercio por la materia que regulan, pueden ser comunes a todo
género de actividad o especiales, y por razón del espacio cabe hablar de usos internacionales, usos
nacionales y usos regionales o locales. Pero la clasificación más importante – aunque equivoca – es
aquella que distingue entre usos normativos y usos interpretativos, reservando la primera
denominación a los usos nacidos para suplir las lagunas de la ley, y la segunda aquellos otros usos
que ayudan simplemente a la interpretación de los contratos, “supliendo en estos la omisión de
cláusulas que de ordinario suelen establecer”. Mas a nuestro modo de ver, todos los usos de comercio
son normativos: por un lado, cuando la ley mercantil exige que los contratos mercantiles se ejecuten
y cumplan de buena fe, sin tergiversar con interpretaciones arbitrarias el sentido recto, propio y usual
de las palabras dichas o escritas, viene a confirmar que los usos interpretativos son también fuente
de Derecho; y, de otro lado, al establecer que para resolver las dudas que se puedan originar en la
interpretación de los contratos mercantiles se esté a los usos se llega a la misma conclusión (función
interpretativa de la norma)
Aunque cualquier cuestionamiento sobre la importancia actual del derecho comercial parezca
retórica, es importante aclarar que no han faltado voces que debaten sobre la necesidad de una
regulación especifica en materia comercial, cuando el derecho civil regula ya las relaciones entre
particulares. Esta perspectiva por supuesto, carece de todo fundamento lógico, pues si bien el derecho
civil es la piedra fundamental del derecho privado, el derecho comercial tiene por objeto la regulación
de una materia (incluida sujetos) claramente diferente de los actos civiles. Así por ejemplo el contrato
de compra y venta en materia civil, tiene una regulación muy diferente a la del mismo contrato pero
comercial; mientras el derecho civil regula actos aislados, el derecho comercial regula justamente
actos masivos. La venta de un automóvil por ejemplo, será regulada de forma diferente para un
ciudadano común que decida cambiar de modelo, que para una concesionaria que probablemente
tenga una venta promedio de diez vehículos al mes.
CAPITULO II. ELEMENTOS DEL DERECHO COMERCIAL
I. LA EMPRESA
El abordaje del estudio de la empresa no corresponde a una sola disciplina pues en la empresa
concurren diferentes elementos, como por ejemplo su administración, y dentro de ésta la
financiera, o la de recursos humanos, convergen también relaciones legales de otra índole, por
ejemplo la laboral, la tributaria, y cada vez más la medioambiental. Es pues la empresa un
fenómeno de suma importancia pues es el elemento fundamental de la economía moderna, a
través de la cual se realizan los actos comerciales en serie.
Se debe tomar en cuenta la aclaración realizada en el primer párrafo de este acápite en el cual se
aclara el carácter polidimensional de la empresa, incluso desde la óptica legal, pues su tratamiento
y conceptualización jurídica dependerá de la rama del derecho desde la cual se la aborde, así la
empresa es para el derecho Laboral, una comunidad de trabajo o de actividades laborales que
generan obligaciones reciprocas tanto al empleador (empresario) como al trabajador; para el
derecho comercial o mercantil, la empresa será la actividad económica del empresario, organizada
y profesionalmente dirigida al mercado; mientras que para el Derecho de la economía, simple
organización productiva. Debido a lo explicado el concepto jurídico de empresa debe coincidir
necesariamente con el concepto económico, es decir, que la economía y el derecho con el termino
empresa deben referirse al mismo fenómeno de la realidad social; que existe, por tanto, unas
disciplinas jurídicas y, finalmente que de este concepto o fenómeno unitario a cada disciplina
jurídica corresponde regular un aspecto, parte, elemento o interés distinto.
Mientras el concepto jurídico de empresa presupone una descripción de lo que esta es en la realidad
económica sometida a tratamiento o a regulación, la tarea de determinar su naturaleza jurídica
explica que, partiendo de aquella realidad y concepto, se analiza el régimen jurídico la empresa para
examinar si puede adscribirse a una de las categorías jurídicas elaboradas por la ciencia del Derecho
a la disciplina jurídica que, según su naturaleza, le corresponde persona jurídica, patrimonio
separado, universitos iuris o facti, etc.
El Art. 449 del Código de Comercio respecto a los elementos de la empresa los clasifica de la
siguiente forma:
Los elementos personales (trabajo), materiales e inmateriales (capital real) que la integran están
estrechamente unidos por la organización y por la finalidad económica que persigue el conjunto de
todos sus elementos. Entre todos ellos existe una interdependencia funcional, cuando la empresa
está bien organizada.
En la empresa existen cosas materiales muebles o inmuebles (v. gr.: edificios), cuyo régimen
corresponde al Derecho Civil. En ella existen ciertos derechos de propiedad industrial como las
patentes, modelos de utilidad, marcas y secretos industriales no patentables, protegidos por el
Derecho Mercantil. Y de ella forman parte, finalmente ciertas relaciones jurídicas de origen y
naturaleza contractual que permiten al empresario la disponibilidad de elementos esenciales para
la empresa. Este es el caso, por ejemplo, del arrendamiento de los locales de negocio y de las
licencias de explotación de patentes de inversión, sin las cuales la empresa, en muchos casos, no
podría existir.
Pero la empresa no es conjunto inerte o inorgánico de todos estos elementos. Es, por el contrario,
una unidad funcional y organizada en funcionamiento dotada de vida propia, merced a la labor de
creación del empresario y de sus auxiliares. Es, fundamentalmente, organización productiva de
todos aquellos elementos. Esta organización (denominada por la doctrina italiana avivamiento) es
la que explica que de la relación de la empresa es funcionamiento con el mercado surjan dos
concretas situaciones de hecho: la clientela y las expectativas de ganancias o de lucro que pueden
obtenerse si la empresa mantiene su posición en el mercado frente a sus competidores.
El Art. 4 del C.Com. sí define al comerciante indicando que: “es la persona habitualmente dedicada
a realizar cualquier actividad comercial con fines de lucro. La calidad de comerciante se la adquiere
aún en el caso de que la actividad comercial sea ejercida mediante mandatario, intermediario o
interpósita persona”.
Podríamos concluir entonces que todas las personas naturales con capacidad para contratarse y
obligarse pueden ejercer el comercio, incluso los menores de edad, debidamente emancipados o
habilitados, los esposos entre sí, así como la mujer casada (aunque la aclaración del art. 17 resulte
inoficiosa y anacrónica). Ahora bien, si la regla es que todas las personas pueden ejercer el
comercio, existen también excepciones regladas, así el art. 19 cita los casos de personas impedidas
y/o prohibidas para el ejercicio del comercio:
En los hechos y por la práctica comercial en nuestro país, el comerciante individual adquiere la
calidad de empresario unipersonal, mientras que cuando se trata de una pluralidad de comerciantes
organizados como una persona jurídica, ésta necesariamente deberá estar constituida como una
sociedad comercial: un contrato en virtud del cual dos o más personas se obligan a efectuar aportes
para aplicarlos al logro de un fin común y repartirse entre si los beneficios o soportar juntos las
perdidas. (Art. 125 C. Com.) Concluimos entonces que existen dos formas de ejercer el comercio:
El Código francés, de 1807, toma como punto de partida el acto especulativo de carácter
objetivo, que significa que el acto de comercio no está determinado por la habitualidad de la
persona en el comercio (criterio subjetivo) sino en que el acto al estar supeditado a la
consecución de un lucro o beneficio, determina su naturaleza jurídica comercial.
Contraria a esta posición, se encuentra la legislación alemana, basada en su Código de 1897,
que aplica un sistema subjetivo; que parte de la figura del comerciante y no así de las características
del acto en sí mismo. La legislación positiva ha optado por seguir la tendencia objetiva y
subjetiva de los actos de comercio, en este sentido, los actos de comercios son aquellos realizados
por las personas habitualmente dedicas a la realización de operaciones comerciales, pero también
se ha desarrollado una clasificación legal de los actos de comercio. Esta posición también es
adoptada por el Código de Comercio de Bolivia, en su artículos 4 y 6, aunque dentro de las
exigencias administrativas legales para el reconocimiento de la calidad de comerciante exige que
la persona esté inscrita en el registro comercio. Por lo citado los actos u operaciones de comercio,
señalados en el Art. 6 del Código de Comercio, son:
1) La compra de mercaderías o bienes muebles destinados a su venta en el mismo estado o
después de alguna transformación, y la subsecuente enajenación de ellos así como su
permuta.
2) La adquisición o alquiler de maquinarias en general o implementos para alquilarlos o
subalquilar los y el alquiler o subalquiler de los mismos.
3) La compra venta de una empresa mercantil o establecimiento comercial o la enajenación
de acciones cuotas o partes de interés del fondo social.
4) La recepción de dinero en préstamo o mutuo con garantía o sin ella, para proporcionarlo
en préstamo a interés y los préstamos subsiguientes, así como dar habitualmente
préstamos de dinero a interés.
5) La compra o permuta de títulos-valores públicos o privados, con el ánimo de negociarlos y
el giro, otorgamiento, aceptación o negociación de los mismos.
6) Las operaciones de bolsa, de rematadores, el corretaje, las comisiones y la representación
o agencias de firmas nacionales o extrajeras.
7) Las fianzas, avales y otras garantías otorgadas en actos y operaciones mercantiles.
8) La actividad empresarial de las entidades que medien habitualmente entre la oferta y la
demanda pública de recursos financieros, así como las operaciones y servicios de
intermediación de las mismas y del cambio de moneda.
9) La actividad empresarial de entidades de seguros a prima o mutuos, sobre daños
patrimoniales y personas.
10) La actividad industrial dedicada a la fabricación de bienes mediante la transformación de
materias primas, adquiridas o de propia producción.
11) La actividad empresarial de transporte de personas o cosas a título oneroso, cualquiera sea
la vía o medio utilizado; así como la del ramo de comunicaciones.
12) La actividad empresarial de depósito de mercaderías y bienes, así como de suministros.
13) La actividad empresarial de hoteles, pensiones, residenciales, restaurantes, bares, cafés,
espectáculos públicos y otros establecimientos semejantes.
14) La actividad empresarial de publicación de periódicos, editoriales, tipografías, multicopias,
librerías, informaciones, y propagandas.
15) La actividad empresarial de sanatorios, clínicas, farmacias y otras similares, incluyendo las
funerarias.
16) La actividad empresarial de construcciones y edificaciones en general comprendiendo las
dedicadas a montajes, instalaciones y otros.
17) La actividad empresarial dedicada a la industria extractiva, (minería, hidrocarburos), así
como el aprovechamiento y explotación de recursos naturales renovables y no renovables.
18) La actividad empresarial de promoción de negocios o de su administración.
19) Las empresas privadas de educación y enseñanza organizadas con fines de lucro.
20) Las actividades bancarias.
21) Los demás actos y contratos regulados por este Código.
Esta clasificación de los actos comerciales resulta a simple vista incompleta, aunque la explicación
es clara y entendible, no es justificable. El actual Código de Comercio tiene más de cuarenta años
de vigencia, por lo que muchos actos comerciales quizás ya no existan, y otros que hoy centran la
actividad económica no figuran en el listado. Sin desmedro de la falencia expuesta, es menester
indicar que incluso si nos propondríamos actualizar la citada lista al día de hoy, es muy probable
que en algunos meses la misma quede incompleta, pues seguramente en poco tiempo habrán
surgido nuevos productos, servicios o formas de comercializar, por ello las diferentes legislaciones
en materia comercial prefieren definir al comerciante desde un criterio subjetivo y no a partir del
acto comercial.
El acto comercial será por lo tanto cualquier actividad ejercida por el comerciante o empresario,
que cuyo propósito sea la generación de bienes o de servicios, para su comercialización y tenga
como finalidad la obtención de lucro o ganancia.
Nuestro actual código de comercio lista en el art. 8 los actos que no son considerados como
comerciales:
Estableciendo una suerte de punto intermedio el código establece que si el acto es comercial para
una de las partes, se rige también por las disposiciones de este Código. (Art. 9 Cód. Com.),
ampliando la ratio de aplicación del código de comercio, a través de esta disposición, incluso a los
consumidores.
V. OBLIGACIONES COMERCIALES
Desde el momento en el que el comerciante se incorpora como tal (léase empresa unipersonal o
sociedad comercial), esta supeditado al cumplimiento de ciertas obligaciones. El Art. 25 del Cód.
Com. Establece como obligaciones de todo comerciante:
1) El régimen que rija las relaciones de los cónyuges y, en su caso, la liquidación de la sociedad
conyugal por divorcio o separación de bienes, cuando el marido y la mujer, o alguno de
ellos, sean comerciantes;
2) Las emancipaciones o las habilitaciones que, conforme a Ley, se otorguen a los menores
para ejercer el comercio; (Art. 26, 1590 Código de Comercio).
3) Las resoluciones o sentencias que impongan a los comerciantes la prohibición del ejercicio
del comercio; la interdicción contra comerciantes pronunciada judicialmente; los
convenios preventivos; la declaración de quiebra y el nombramiento de liquidadores o
síndicos; la posesión de cargos públicos que inhabilite el ejercicio del comercio y, en
general, las incapacidades e inhabilitaciones previstas por Ley;
4) Los contratos de constitución de sociedades mercantiles, sus modificaciones y prórrogas,
así́ como la disolución, transformación o fusión de las mismas;
5) Todo acto en virtud del cual se confiera, modifique, sustituya o revoque la facultad de
administración general o especial de bienes o negocios del comerciante;
6) 6) La apertura de establecimiento de comercio y de sucursales o agencias y los actos que
modifiquen o afecten la propiedad de los mismos o de su administración;
7) Los gravámenes y demandas civiles relacionados con derechos cuya mutación está sujeta
a registro comercial; (Art. 1546, 45, 46, 52 Código de Comercio.)
8) La aprobación, adiciones y reformas estatutarias y en su caso, las reglamentaciones;
9) La designación de representantes legales y liquidadores y su remoción en el caso de
liquidación de sociedades;
10) Las fianzas de los directores, administradores, síndicos y todos los obligados a prestarlas,
así́ como su cancelación, y (Arts. 908, 918, 904 C. Comercio).
11) Los demás actos y documentos previstos por Ley.
El comerciante está en la obligación de informar al Registro de Comercio cualquier cambio o
mutación relativa a su actividad comercial y a la pérdida de su calidad de comerciante, para tomarse
nota de ello en el Registro citado. Lo mismo se hará́ con respecto a sucursales, agencias y
establecimientos de comercio y demás actos y documentos sujetos a registro. (Art. 45 Código de
Comercio).
A partir de la precisión precedente podemos concluir que la contabilidad persigue dos finalidades:
1) Interna: El registro y control de las operaciones económicas, permite a los titulares de la
empresa, así como a los administradores, tener un panorama preciso del estado o situación
de los negocios. Este conocimiento es imprescindible para la toma de decisiones a corto,
mediano y largo plazo.
La normativa legal exige a los comerciantes llevar libros contables que serán encuadernados y
foliados, a un Notario de Fe Publica para que, antes de su utilización, incluya un acta sobre la
aplicación que se le dará́, con indicación del nombre de la empresa, los siguientes libros contables
son obligatorios para el giro de cualquier comerciante: Diario, Mayor y de Inventario y Balances
todos deben estar debidamente llenados por contadores legalmente habilitados, quienes harán el
registro de los asientos contables en idioma castellano, expresando sus valores en moneda
nacional.
Esto libros no necesariamente serán los únicos pues otras leyes podrían establecer la
obligatoriedad de otros libros contables además de los indicados, pudiendo -por otra parte- los
comerciantes llevar otros libros y registros que estime convenientes para lograr mayor orden y
claridad, obtener información y ejercer control, a estos libros se les dará el denominativo de
auxiliares. Asimismo, y dadas las características de la contabilidad en nuestros días y del auxilio
tecnológico que se brinda para esta actividad, el código de comercio establece que serán también
validos los asientos y anotaciones que se efectúen por cualquier medio mecánico o electrónico
sobre hojas removibles o tarjetas que, posteriormente, deberán ser encuadernadas
correlativamente para formar los libros obligatorios que serán legalizados, siempre que faciliten el
conocimiento de las operaciones y sirvan de prueba clara, completa y fidedigna. La autorización
para el e empleo de estos medios mecanismos o electrónicos, será́ otorgada por el Registro de
Comercio, a pedido del interesado.
Respecto al cuidado que se debe observar en los libros de contabilidad para que estos puedan ser
instrumentos de validez probatoria eficaz, el Art. 42. Del Cod. Com. establece las siguientes
prohibiciones en los libros de contabilidad: 1) Alterar el orden progresivo de fechas de las
operaciones; 2) Dejar espacios en blanco; 3) Hacer interlineaciones o superposiciones; 4) Efectuar
raspaduras, tachaduras o enmiendas en todo o parte de los asientos; y 5) Arrancar hojas, alterar el
orden de foliación o mutilar las hojas de los libros.
Como hemos descrito en la el acápite referido a la contabilidad, los documentos relacionados con
el giro y actividad empresarial son muy importantes, pues constituyen información útil para el
comerciante y en algunos casos prueba de respaldo sobre ciertas transacciones u operaciones que
coyunturalmente deban ser demostradas o justificadas.
El periodo de conservación de los documentos citados es de por lo menos cinco años, computables
desde el cierre de aquellos o desde la fecha del último asiento, documento o comprobante. Este
periodo aplica también en caso de cese de las actividades comerciales y en caso de muerte del
comerciante la obligación recae sobre sus herederos, en caso de disolución de la sociedad, serán
los liquidadores los obligados a cumplir la obligación. Si bien el Código establece un plazo de 5 años,
el periodo podría ser mayor en caso de disposiciones especiales.
Transcurrido el término de 5 años referido anteriormente los documentos podrán ser destruidos,
previo el cumplimiento de las normas legales.
5.4.1 CONFIDENCIALIDAD
Los documentos comerciales -no todos, pero una gran mayoría- guardan información muy sensible
e importante que podría ser muy mal utilizada por ejemplo en casos de competencia desleal. Por
este motivo la ley (Cod. Com.) establece casos muy concretos para que los empresarios deban
exhibir sus documentos. Así el Art. 56 (PROHIBICION DE PESQUISAS) dispone: “Queda prohibido
hacer pesquisas de oficio en los libros y registros de contabilidad, salvo cuando se realicen por
disposición de autoridad judicial” y posteriormente indica el código que Las autoridades judiciales
o administrativas sólo pueden ordenar de oficio el examen de libros, correspondencia y
documentos de los comerciantes, en los siguientes casos:
Las disposiciones legales descritas en este acápite no suponen ni deben suponer una restricción al
derecho de inspección que confiere la Ley a los socios sobre libros, correspondencia y documentos
de las sociedades comerciales, ni el que corresponda a quienes cumplan funciones de control,
sindicatura o auditoría en las mismas.
El Cód. Com. determina que los actos de competencia desleal, se sancionarán de acuerdo con lo
previsto en el Código Penal, y procede a describir los actos de competencia desleal cuando el
comerciante:
1) Viole las disposiciones que protegen el nombre comercial, marcas de fábricas, patentes
de invención, avisos, muestras, secretos y otras de igual naturaleza;
2) Se sirva de nombres supuestos, deforme los conocidos u adopte signos distintivos que se
confundan con los productos, actividades o propaganda de otros competidores; (Art. 192
C. de Comercio).
3) Utilice medios o sistemas tendientes a desacreditar los productos o servicios de un
competidor o los altere con el propósito de engañar;
4) Utilice una denominación de origen o imite y aproveche las cualidades de los productos
ajenos en beneficio propio;
5) Emplee ponderaciones o exageraciones cuyo uso pueda inducir a errores en el público;
6) Soborne a los empleados de otra empresa para que ahuyenten a la clientela o ejerza
maquinaciones para privar de los técnicos y empleados de confianza de sus competidores;
7) Utilice medios o sistemas dolosos destinados a desorganizar el mercado comercial;
8) Efectué cualquier otro procedimiento en detrimento de otros empresarios, que sea
contrario a la ley y costumbres mercantiles.
En caso de que cualquier empresa o comerciantes se vea perjudicada por la comisión de cualquiera
de estos actos, podrán acudir al juez competente, en la vía sumaria, para que ordene:
El factor, salvo autorización expresa de el o los titulares, no puede realizar los siguientes actos:
6.2 DEPENDIENTES
6.3 CORREDORES
Corredor es la persona natural o jurídica establecida por cuenta propia que media entre la oferta y
la demanda para obtener el acercamiento de ambas, para la concreción directa del contrato por los
interesados, sin tener relación de dependencia o de representación con las partes. (Arts. 96).
Los corredores están sometidos a las siguientes reglas y obligaciones para el desarrollo de sus
actitudes:
- Sólo pueden usar la denominación de corredor las personas habilitadas por el órgano
administrativo competente
- Además de las condiciones exigidas por este Código para los comerciantes, el corredor
tendrá́ un especial conocimiento del mercado y estará́ capacitado para apreciar y
cerciorarse de la realidad y certeza del negocio en cuestión.
- Los corredores tienen derecho a la comisión convenida. A falta de estipulación, se
aplicará la comisión usual y, en su defecto, la que se fije por peritos. Salvo estipulación
en contrario, los contratantes contribuirán en partes iguales al pago de la comisión del
corredor.
- Deben previamente comprobar la identidad y capacidad de los contratantes y proponer
los negocios con claridad y exactitud, absteniéndose de hacer ofertas falsas o
imprecisas.
- Deberán conservar las muestras de las mercadurías vendidas que hayan servido de base
a la negociación, mientras no las reciba a satisfacción el comprador;
- Guardar secreto de las negociaciones que se le encarguen, salvo orden judicial,
- No debe comerciar por cuenta propia y ser mandatario, factor, dependiente o agente
de un comerciante; como tampoco puede hacerse cargo de cobranzas y pagos por
cuenta ajena o cumplir o exigir el cumplimiento de obligaciones a cargo de los
contratantes;
- Esta prohibido de garantizar los contratos en los cuales intervenga; de formar sociedad,
salvo la de ser titular de acciones de sociedades, sin poder ser director o administrador
de ellas; comprar para si mismo las mercaderías, bienes o valores que se negocien por
su conducto;
- Deberán llevar un "Libro de Registro", en el que anotarán por orden de fechas y
numeración correlativa todos y cada uno de los negocios en que intervienen.
6.4 MARTILLEROS
Conforme lo establece el Art. 110 del C. Com. martillero o rematador es la persona natural o jurídica
que se dedica habitualmente a vender en subasta pública, al mejor postor, bienes de toda especie
que con tal objeto le son encomendados. Se trata entonces de un medio de comercialización que
puede coadyuvar a la venta de productos y también servicios de las empresas, ejercida por una
persona o institución que cumpla con los siguientes requisitos:
Para que el remate cumpla con el debido procedimiento, se deberán observan algunos requisitos:
en primer lugar las personas que entreguen bienes o productos al rematador para subastarlos,
deben acreditar el derecho de disposición de los mismos, sin este requisito el rematador no puede
recibirlos ni venderlos. Iniciado el acto de remate en el día y hora señalados, y previo los anuncios
efectuados con la anticipación debida, el rematador anunciará el estado y característica de los
bienes objeto del remate y de viva voz y en forma inteligible, invitará al público a hacer posturas.
Realizadas las posturas se adjudicará el bien al mejor postor debiendo pagarse el monto ofertado
al contado y el rematador extender el comprobante respectivo. Dentro de los tres días de verificado
el remate, el rematador rendirá́ cuentas, y, dentro de los cinco días siguientes del remate, pagará
al titular el saldo líquido de la subasta, debiendo descontar previamente su comisión la que -en
caso de no haber sido pactada previamente- no excederá́ del diez por ciento del valor de la venta e
incluirá́ gastos de publicidad, almacenaje y otros similares.
CAPITULO III: TEORIA GENERAL DE LAS SOCIEDADES COMERCIALES
La formación de grupos es una característica que ha marcado la historia y evolución no sólo de los
humanos sino en general, de los seres vivos. Nos unimos y agrupamos desde siempre porque
sabemos que ésta es la única forma de poder sobrevivir. Esta predisposición innata podría tener su
origen biológico en la búsqueda de la perpetuación misma de la especia, pues a excepción de
contadas especies, para reproducirnos necesitamos del concurso del otro.
En el caso de los seres humanos, prima además de esta tendencia biológica, aspectos de orden
psicológico, social y antropológico. Tendemos a agruparnos no sólo en función de nuestras
necesidades, sino también motivados por nuestros intereses, por lo que nos asociamos con distintas
finalidades: Políticas, Culturales, Económicas, Religiosas, citando solo algunas. Señala Garrigues que
el fenómeno asociativo es uno de los caracteres de nuestro tiempo. Se asocian o agrupan las persona
físicas para alcanzar fines culturales, ideas, políticos o económicos; se asocian las personas físicas y
jurídicas para perseguir fines económicos (grupo de sociedades); y, finalmente, también lo hacen los
Estados para alcanzar fines económicos y políticos de orden superior (mercado común).
Ante esta realidad el Derecho se ve obligado a procurar las formulas y las instituciones que permita
la satisfacción de todas las exigencias y las necesidades que surgen de estos fenómenos asociativos.
La doctrina, y en el caso boliviano el propio código civil (Titulo I, Art. 1) clasifica a las personas en
individuales, también denominadas como físicas o biológicas y colectivas también denominadas
como jurídicas (Titulo II, Art. 52). Mientras las primeras tienen su origen en un proceso biológico que
se concreta con el nacimiento, las segundas tienen su origen en una ficción de la ley, pues su
existencia no es física, sino más bien, un reconocimiento jurídico. Son las personas colectivas las que
revisten importancia en el estudio de las sociedades comerciales, pues si bien no todas las personas
colectivas son sociedades comerciales, todas las sociedades comerciales si lo son. Tomaremos
entonces como definición de las personas colectivas o jurídicas, a dos o más personas se asocian o
agrupan con una misma finalidad y un interés común, organizándose en una de las formas legales
previstas, para tal objetivo,
Cuando nos referimos a una de las formas legales previstas, estamos invocando la clasificación o
tipología de las personas colectivas. La legislación boliviana, en el C. Civil (Art. 52) reconocen los
siguientes tipos de personas colectivas:
1) El Estado boliviano, la Iglesia Católica, los Municipios, las Universidades y demás entidades
públicas con personalidad jurídica reconocida por la Constitución Política y las leyes.
3) Las sociedades civiles y mercantiles que se regulan por las disposiciones respectivas del
Código presente y por las del Código de Comercio y leyes correspondientes.
El Estado
Derecho Gobiernos, Departamentales, Municipales, etc.
Público Universidades, etc.
Personas
Jurídicas
Asociaciones
Derecho
Privado Fundaciones
Sociedades Civiles
Sociedades Sociedades Cooperativas
Sociedades Comerciales
Resulta imprescindible delimitar los diferentes conceptos legales de las formas legales asociativas
contempladas en la legislación boliviana. La asociación es una agrupación de personas que deciden
unirse para alcanzar un fin ideal o extraeconómico, generalmente gremial, profesional, cultural o
religioso. La fundación supone la conformación de un grupo de personas que administran la
afectación de un patrimonio destinado el mismo y los ingresos por la administración a fines benéficos
no lucrativos. Cita Ascarelli (..) que lo que diferencia a la cooperativa de la sociedad comercial es,
fundamentalmente, la ausencia del ánimo de lucro. La tarea más compleja se presenta en el intento
de diferenciar las sociedades civiles de las comerciales, debido a que nuestra escueta legislación,
sobre la temática, no aporta muchos elementos distintivos. En los Arts. 750 y 751 el C. Civil estable
inicialmente que por el contrato de sociedad dos o más personas convienen en poner en común la
propiedad el uso o el disfrute de cosas o su propia industria o trabajo para ejercer una actividad
económica, con el objeto de distribuirse los resultados, Sin diferenciar si esta noción es aplicable
tanto a las sociedades civiles como a las comerciales, estableciendo solamente que las sociedades
pueden ser civiles o comerciales, siendo estas ultimas las comprendidas en el Código de Comercio.
Las sociedades cuya finalidad es el ejercicio de una actividad en forma diversa a aquellas, se regulan
como sociedades civiles, salvando las que por ley tengan otro régimen. (Arts. 52-III, 750, 878 del
Código Civil).
Toda vez de que se trata de una persona colectiva, su existencia y el reconocimiento de sus derechos
y obligaciones, esta sujeto a la realización de un tramite de reconocimiento. Así el Art. 133 del C. Com
establece que las sociedades adquirirán personalidad jurídica, esto es calidad de sujetos de derecho
con el alcance establecido en éste Título, desde el momento de su inscripción en el Registro de
Comercio, sin necesidad de otro requisito.
Son considerados como socios de la empresa, las personas (naturales o jurídicas) que teniendo
capacidad para ejercer el comercio, cumplan con los aportes comprometidos y suscriban el
documento constitutivo de la sociedad, o se incorporen a ella de forma posterior con las mismas
formalidades. El socio es co-titular de la sociedad comercial, pues no puede -conforme a nuestra
legislación vigente- existir una sociedad comercial con menos de dos personas (tres en el caso de la
sociedad anónima). A Diferencia de nuestro caso, otras legislaciones, como la colombiana, admiten
sociedades comerciales unipersonales, como la Sociedad Anónima Simplificada (SAS).
El contrato de constitución de la sociedad comercial determina la fecha del inicio de los derechos y
obligaciones contractuales de los socios, con relación a la sociedad, en ese mismo entendido quien
ingresara en calidad de nuevo socio, responderá, según el tipo de sociedad, de todas las obligaciones
sociales contraídas incluso antes de su admisión.
1. Sociedad colectiva;
2. Sociedad en comandita simple;
3. Sociedad de responsabilidad limitada;
4. Sociedad anónima;
5. Sociedad en comandita por acciones, y
6. Asociación accidental o de cuentas en participación.
El 26 de diciembre de 2013, se promulgó en Bolivia la Ley 466 de Empresas Públicas, que modifica el
citado Art. 126, introduciendo 4 nuevos tipos societarios:
Los socios en el momento de optar por la constitución de una sociedad comercial, necesariamente
deberán escoger entre una de las listadas precedentemente, bajo sanción de nulidad en caso de
incumplimiento (Art 137 del C. Com).
Además de los requisitos señalados, es menester citar que existen otros trámites y requisitos de
carácter legal y administrativo, como el registro de contribuyentes en el Servicio de Impuestos
Nacionales, el registro en el Ministerio de Trabajo para la Obtención del Registro Obligatorio del
Empleador (ROE), la Licencia de Funcionamiento ante el Gobierno Municipal, etc. Pese a no ser una
obligación legal, las empresas inician desde muy temprano con el registro de sus signos distintivos
ante el SENAPI.
Se evidencia en este caso la importancia del registro de comercio, pues este es el único mecanismo
para verificar la existencia legal de una sociedad comercial. El procedimiento para verificar si una
sociedad existe de forma legal o al contrario se refuta como irregular o de hecho, esta descrito en el
Art. 136 del C. Com. que otorga a cualquier persona (tercero interesado) con legítimo interés, a acudir
ante el Juez en la vía sumaria, solicitando la comprobación de la existencia regular de la sociedad.
Ante esta solicitud el juez dispondrá que el Registro de Comercio certifique la matriculación o no de
la citada sociedad, y en caso de evidenciar que no se encuentra registrada, el juez ordenará la
liquidación de la sociedad y designará a los liquidadores. (Arts. 27, 33, 44,134 C. Comercio). Todo
interesado y aun los socios no culpables de la irregularidad, podrán demandar daños y perjuicios a los
culpables y a los que obren como representantes o mandatarios de la sociedad, cualquier socio puede
pedir la disolución y separación de la sociedad.
Los efectos legales de las sociedades irregulares o de hecho son los siguientes:
Conforme se ha citado previamente la sociedad comercial es definida como un contrato (art. 125
C.Com), y como tal esta sujeta a las características y requisitos de validez de cualquier contrato.
- Consentimiento: El contrato debe ser suscrito voluntariamente por las partes sin presión,
dolo o violencia que anule su consentimiento el Art. 138. Señala al respecto que los vicios del
consentimiento, que afecten al vinculo con la sociedad de uno de los socios, en la constitución
de la empresa deberán ser declarados judicialmente.
El efecto de la declaración judicial sobre la existencia de vicios que anulen el consentimiento
podrá tener dos consecuencias: a) la anulación del contrato sólo con relación a ese socio; b)
si la participación de dicho socio es esencial al objeto del contrato social, se procederá́ a la
disolución y liquidación de la sociedad.
- Objeto: Toda sociedad comercial deberá ser constituida con un objeto claro y determinado.
Debemos entender por objeto en una sociedad comercial el giro o la actividad comercial que
realizará la empresa.
- Licitud: La sociedad que tenga objeto ilícito es nula, ningún socio puede invocar la existencia
de la sociedad para reclamar la restitución de sus aportes, la división de las ganancias o
sustraerse de las pérdidas, ni aún para demandar a terceros. Los terceros de buena fe pueden
alegar contra los socios la existencia de la sociedad, sin que éstos puedan oponer la nulidad.
El Art. 141. Del C. Com. establece que son nulas las estipulaciones en las que hubiera pactado:
1. Que un socio no será́ excluido de la sociedad aún cuando hubiera justa causa para
ello;
2. Que al socio o socios capitalistas se devolverán sus aportaciones con un premio
preestablecido o con sus frutos o con una cantidad adicional, haya o no ganancias;
3. Garantizar al socio la integridad de sus aportes o ganancias eventuales;
4. Que la totalidad de las ganancias o de las prestaciones a la sociedad pertenezcan al
socio o socios sobrevivientes;
5. Que algunos socios no soportarán las pérdidas, o que otros estarán solamente a las
ganancias o que éstos serán privados de los beneficios.
6. El establecimiento, para la adquisición de la parte de un socio por otro, de un precio
que se aparte exageradamente de su valor real al tiempo, de su negociación.
El contenido del contrato de constitución de las sociedades comerciales debe contener, conforme al
art. 127 del C.Com. sin desmedro de los establecidos especialmente para cada tipo de sociedad,
mínimamente lo siguiente:
Si bien la regla general es que todas las personas (con excepción de los casos previstos en el Art. 19
del C. Com., expuesto en el tema 2) pueden ejercer el comercio, sin limitación, existen también
algunos casos de excepciones normados. Este es el caso de los esposos casados entre sí y de los
menores de edad que hereden un determinado derecho de titularidad o participación societaria. En
el primer caso la normativa legal (art. 144) establece que los esposos entre sí y con terceros, sólo
podrán participar en sociedades por acciones o de responsabilidad limitada, debiendo transformar
cualquier tipo societario a los permitidos, bajo pena de anulación del contrato constitutivo, en el caso
de menores de edad (Art. 145) que hereden o constituyan una sociedad comercial solo podrán
participar en sociedades por acciones o de responsabilidad limitada, cuya aprobación la dará el juez
competente.
En el caso de que una sociedad quiera participar como socia en otra empresa, el Art. 146 establece
cuando se trata de sociedades anónimas y en comandita por acciones, éstas sólo podrán participar
en otras sociedades comerciales, siempre y cuando sean por acciones o de responsabilidad limitada.
El capital social es el conjunto o total de los aportes económicos realizados por los socios, si bien
comúnmente los socios realizan aportes de dinero, también es posible que aporten en otras
modalidades (vgr. equipos, inmuebles, etc.). El capital social será́ fijado de manera precisa en el
documento constitutivo, pero podrá́ aumentarse o disminuirse conforme a las cláusulas establecidas
en dicho documento, la determinación de aumentar o en su caso, reducir el capital deberá inscribirse
en el Registro de Comercio previa publicación por tres veces consecutivas.
En todos los casos en los que el aporte no sea en dinero y se trate de aportes en especie, se deberá
valuar los mismos en la forma prevista en el contrato constitutivo con indicación de los antecedentes
justificativos de la valuación, todas las personas que intervengan en la valoración de los bienes en
especie responderán solidariamente de la correcta valuación.
Un aporte muy común es el de bienes (muebles o inmuebles) a la sociedad. El requisito para que este
tipo de aporte proceda es que dichos bienes deben ser determinados, susceptibles de valoración
económica, que los socios los acepten por su valor de forma expresa y dejando constancia de su
aceptación en el acta respectiva; y finalmente sean entregados, trasladados en dominio e inscritos a
nombre de la sociedad. En el caso de bienes que se encuentren gravados, estos solo podrán ser
aportados a la sociedad por el monto disponible restando el valor de gravamen (vbgr. Una casa
avaluada en Bs. 100.000.- con un gravamen vigente de Bs. 60.000.- sólo podrá ser objeto de aporte a
una sociedad comercial por el saldo disponible de Bs. 40.000.-), según lo establece el Art. 151 del
C.Com.
En el caso de intangibles, la legislación nacional señala que también son aportables los derechos de
bienes susceptibles de ser aportados, no sujetos a litigio y debidamente documentados. En este
sentido se pueden hacer aportes de un derecho de autor o de propiedad industrial como por ejemplo
aportar una marca registrada, lo mismo de un establecimiento de comercio, también se podrían
aportar créditos contra terceros (derecho de cobro) por cesión o endoso del crédito, asimismo se
podrá realizar aportes de títulos valores hasta el valor de su cotización, de igual manera es permitido
el aporte de uso y goce de un bien pero este aporte (uso y goce de bien), al igual que el aporte a la
sociedad de trabajo o industria (prestación de trabajo personal o de industria de una persona para ser
socio), no es permitido en las sociedades anónimas ni de responsabilidad limitada (Arts. 155 y 156
C.Com.)
La prescripción legal de cada tipo societario señala de forma expresa en que momento y condiciones
debe realizarse el aporte por parte de los socios, por lo tanto su cumplimiento es obligatorio. En el
supuesto de que un socio, por cualquier motivo, no entrega su aporte en las condiciones y plazos
convenidos, incurre en mora y la sociedad puede: a) proceder a demandar el cobro de lo adeudo en
la vía ejecutiva, contra los bienes del socio deudor, o b) declararlo separado de la sociedad, sin otro
requisito, debiendo el socio moroso en cualquiera de los dos casos resarcir los daños e intereses
causados a la sociedad.
Otro aspecto que se también se encuentra regulado es el uso indebido del dinero o patrimonio de la
sociedad. El Art. 160 señala que el socio que use en su provecho o en el de terceros los fondos o
efectos de la sociedad, está obligado a ceder en favor de la misma todas las ganancias resultantes,
siendo las pérdidas o daños de su exclusiva responsabilidad.
La sentencia que condene a la sociedad al cumplimiento de alguna obligación podrá́ ser ejecutada
subsidiariamente contra los socios con responsabilidad ilimitada que hubieran sido demandados
conjuntamente con ella, según el tipo de sociedad.
En las sociedades colectiva y comandita simple los acreedores de un socio pueden cobrarse los
adeudos de éste con el importe de sus utilidades, su cuota de liquidación no pudiendo obligar a la
venta de la parte de su interés. Si la obligación no queda pagada la en la forma antes prevista, el
contrato social no puede ser prorrogado y no corren los términos de prescripción para los derechos
del acreedor.
En las Sociedades por acciones y de responsabilidad limitada se puede embargar y hacer vender las
acciones o cuotas de propiedad del accionista o socio deudor, con sujeción a las disposiciones
aplicables.
Como habíamos indicado previamente las personas jurídicas son una ficción de la Ley, por lo tanto
no pueden actuar por sí mismas, sino a través de sus representantes legales. La representación legal
es una delegación de facultades que realizan los socios a uno (o varios) de ellos, o a un tercero, para
que actúe a nombre y en representación de la sociedad comercial. Si bien no es una obligación legal,
es muy común que la representación legal de las sociedades comerciales sea delegada a su
administrador (llámese gerente, director ejecutivo, etc.), y en el caso de las sociedades anónimas al
presidente del directorio. Los socios o accionistas que a la vez ejerzan funciones de directores,
administradores o síndicos de la sociedad, pueden, ser remunerados con una suma fija o un
porcentaje de las utilidades del ejercicio, no podrán tener remuneración los socios que por el tipo de
sociedad, asuman esas funciones como una obligación en la que su labor integra el aporte social.
Esta delegación de facultades debe constar de forma expresa en un poder notariado debidamente
inscrito en el registro de comercio, constando expresamente el nombre del representante legal, y
debe ser lo más precisa y concreta posible pues todos los actos que realice el administrador o
representante de la sociedad, que se encuentren dentro del giro o actividad de la empresa, generan
obligaciones para ésta última. De la misma manera, y con la misma formalidad se debe proceder con
el registro de la cesación del representante legal, para efectos legales.
Si bien el administrador o representante legal (socio o no) resulta ser una persona de extrema
confianza, por la delegación que se le hace para que realice actos nombre de la sociedad, la
experiencia ha demostrado que éstos no siempre actúan en interés de la sociedad, y muchas veces
de forma voluntaria o involuntaria, le generan perjuicios. Debido a esta posibilidad el Código de
Comercio (Art. 164) indica expresamente que los administradores y los representantes de la sociedad
deben actuar con diligencia, prudencia, y lealtad, bajo pena de responder solidaria e ilimitadamente
por los daños y perjuicios que resulten de su acción u omisión.
- Las facultades legales que les son otorgadas mediante poder notariado no los liberan de las
responsabilidades internas por infracción a las restricciones contractuales.
- Responden, respecto de terceros, solidaria e ilimitadamente por los actos dolosos realizados
a nombre de la sociedad.
- Responden también a la sociedad comercial por los daños y perjuicios ocasionados cuando
no observen los principios de diligencia prudencia y lealtad.
- Los directores, administradores y síndicos que infrinjan las normas que regulan la
administración y vigilancia de las sociedades, son responsables de los daños y perjuicios
ocasionados a la sociedad y serán separados, provisional o definitivamente, de sus funciones,
de acuerdo a lo establecido por el contrato social o las disposiciones de la ley, según el tipo
de sociedad.
2.11 Utilidades
La finalidad de toda sociedad comercial es el lucro, es decir que después del ejercicio los ingresos
económicos sean mayores a los egresos o gastos, sin embargo esta característica no deja de ser un
fin u objetivo, que muchas veces no se concreta. Las sociedades comerciales se caracterizan porque
todas “buscan” ganancias o utilidades, pero todas necesariamente las obtienen.
El balance a anual de la empresa contendrá en detalle los ingresos y egresos registrados durante la
gestión determinando si el ejercicio económico ha sido positivo (utilidades) o negativo (perdidas). En
caso de que el resultado sea positivo y existan utilidades, estas deberán ser distribuidas entre los
socios (salvo pacto en contrario) de forma proporcional al porcentaje de participación que tengan en
la empresa, observando previamente las siguientes reglas:
- La distribución de utilidades sólo puede hacerse cuando las mismas sean efectivas y líquidas.
Siendo nula cualquier estipulación en contrario.
- La sociedad como los acreedores pueden repetir por la distribución de utilidades hecha en
contravención de lo dispuesto previamente, contra las personas beneficiadas, o exigir, su
reembolso a los administradores que lo hubieran autorizado, siendo unos y otros
solidariamente responsables de dicha distribución.
- En las sociedades anónimas y de responsabilidad limitada, con carácter previo a la
distribución de utilidades, se debe constituir una reserva del cinco por ciento como mínimo,
de las utilidades efectivas y líquidas obtenidas, hasta alcanzar la mitad del capital pagado.
- No pueden distribuirse utilidades mientras existan pérdidas no cubiertas de ejercicios
anteriores.
CAPITULO IV. SOCIEDAD COLECTIVA Y COMANDITARIAS (SIMPLE y POR ACCIONES)
I. Sociedad Colectiva
1.1 Historia
Según la opinión de los estudiosos este tipo societario pertenece a la edad media, y es, en su origen
una sociedad constituida por los herederos del comerciante fallecido para la continuación de su
actividad mercantil. La intención era de que las personas que la constituían (vinculadas muchas
veces por lazos de sangre), aporten todos su propio esfuerzo para la realización del objeto y fin de
la empresa, respondiendo todos de forma ilimitada y solidaria con todos sus bienes para el
cumplimiento de las deudas sociales. Podríamos decir que su origen es familiar, pues la intención
del padre (comerciante) era que al fallecer, la empresa sea continuada de forma tal que todos los
socios (hermanos por ejemplo) asuman igual responsabilidad, compromiso y esfuerzo en la
dirección de la sociedad comercial.
Con el devenir del tiempo esta forma societaria dejo de ser estrictamente familiar y se utilizó por
personas ajenas entre sí, que si bien no tenían ningún vinculo sanguíneo estaban unidas por
vínculos de amistad y reciproca confianza, permaneciendo inalteradas las ideas de comunidad de
trabajo y de responsabilidad ilimitada que caracterizaban la sociedad en su origen. Es por este
antecedente que una de las principales características de la sociedad colectiva desde su origen
hasta la fecha, es el “intuito personae”.
El elemento central de la definición y caracterización de este tipo societario es sin lugar a dudas la
colectividad de los socios. Debemos entender por este término la relación cercana (valoración de
características personales) de los socios, y emergente de esta relación la convergencia de derechos
y deberes distintos de los que corresponden individualmente a cada uno de ellos, es decir que cada
uno de los socios -en la sociedad colectiva- no actúa a nombre propio o individual, sino de forma
comunitaria por todos los otros. En conclusión, y dado nuestro derecho positivo puede definirse la
sociedad colectiva como la sociedad organizada sobre una base personalista, para el ejercicio en
nombre colectivo de una actividad económica, de cuyas consecuencias responden
subsidiariamente frente a terceros todos los socios, de forma personal, solidaria e ilimitada. El Art.
173 del C. Com. señala sobre las características de esta sociedad: “En la sociedad Colectiva todos
los socios responden de las obligaciones sociales en forma solidaria e ilimitada”
A partir de la definición de esta sociedad, la doctrina identifica 3 características distintivas:
Sin duda la característica esencial de este tipo societario es que en ella todos los socios responden
de forma solidaria e ilimitada frente a todas las obligaciones sociales. Es decir, que los socios en
caso necesario no responden hasta el limite del monto que hayan aportado al capital social, sino
que podrían incluso pagar las deudas sociales con su propio patrimonio (ajeno a la sociedad).
Esta característica implica que sin importar el monto que hubieran aportado los socios, cualquiera
de ellos (solidaridad) podría responder de forma individual por una obligación vencida de la
sociedad, y más aún, el acreedor podría cobrar su deuda incluso con los bienes personales de los
socios, pese a que dichos bienes no hubieran sido aportados a la sociedad bajo ningún título
(responsabilidad ilimitada).
Esta nota características tiene tres dimensiones: a) Por una parte implica la facultad que tiene cada
uno y todos los socios de concurrir a la dirección y manejo de los asuntos sociales, así como a su
fiscalización. Esta facultad puede limitarse en el documento constitutivo de la sociedad, pero nunca
hasta el punto de desvincular al socio de toda intervención. También se la denomina como una
sociedad de trabajo ya que b) por su propia estructura, los socios podrían realizar sus aportes a la
sociedad en industria o trabajo, y finalmente c) es una sociedad en la que generalmente los socios
-debido quizás a la responsabilidad solidaria e ilimitada que asumen- participan activamente de la
gestión y control de la sociedad.
Para su regular constitución, el contrato de sociedad colectiva requiere ser otorgado en escritura
pública, la cual debe ser inscrita en el Registro de Comercio, si falta cualquiera de estos requisitos,
la sociedad es irregular por defecto de constitución y esta privada de personalidad jurídica.
Independientemente de los requisitos formales que deben concurrir en el otorgamiento de la
escritura de constitución, la misma debe contener las siguientes estipulaciones:
1.3.1 Socios
No existe en nuestro Código de Comercio un número mínimo ni máximo de socios, por lo que
debemos asumir que tratándose de una persona jurídica, el mínimo son dos personas, y a falta de
normativa expresa el máximo de socios es ilimitado.
En esta sociedad todos los socios, se comprometen a participar, en la proporción que establezcan
a través de sus aportes, todos tendrán los mismos derechos y obligaciones, cualquiera de ellos
podrá hacerse cargo de al administración de la empresa, o delegar dicha administración a un
tercero. En ambos casos los socios no administradores pueden supervigilar los actos de los
administradores y examinar la contabilidad, libros y documentos de la sociedad en cualquier
tiempo.
Al tratarse de una sociedad personalista, la admisión de nuevos socios es excepcional y requiera del
consenso de todos los socios. También por este mismo motivo el Art. 183 del Cod. Com. de forma
expresa señala que los socios no pueden, por sí mismos, ni por interpósita persona dedicarse a
negocios que tengan igual o similar objeto social que el de la sociedad colectiva o realizar cualquier
otro acto competitivo, salvo la existencia de consentimiento expreso de todos los demás socios.
1.3.3 Administración
El administrador, socio o no, puede ser removido en cualquier tiempo, sin necesidad de invocación
de causa, por decisión de mayoría, salvo pacto en contrario. Si en el contrato se exige justa causa,
el administrador mantendrá́ su cargo hasta que el caso se resuelva judicialmente, salvo separación
provisional ordenada por el juez competente.
Cualquier socio podrá pedir la remoción de los administradores probando justa causa: a) la
realización de actos dolosos o culposos en contra de los intereses comunes, b) la incapacidad o el
incumplimiento de obligaciones y c) el impedimento o la prohibición para ejercer el comercio.
El Código de Comercio no refiere a la forma legal de reunión de los socios, por lo que en la práctica
esta instancia de reunión y decisión de los asuntos societarios se denomina “Asamblea de Socios”,
por la analogía con la Sociedad de Responsabilidad Limitada que también es una sociedad intuito
personae. Lastimosamente tampoco hay una indicación expresa sobre la periodicidad de estas
asambleas, la forma de convocatoria o el quorum legal, por lo que entendemos que el pacto sobre
estos temas deberá establecerse en el documento constitutivo de la sociedad.
El código si establece en el Art. 182 que las resoluciones (decisiones) se adoptarán por mayoría
absoluta de votos respecto al capital, salvo que se fije en el contrato un régimen distinto.
Sociedad Comandita
Simple
Sociedad Comanditarios Sociedad Gestores o Colectivos
Aunque esta sociedad tiene un origen autónomo e independiente, en varias legislaciones se regula
como una subespecie de la sociedad colectiva, de la cual se diferencia por la existencia de dos clases
de socios:
A esta distinción de los socios se refiere el artículo 184 del código de comercio: “La sociedad en
comandita simple está constituida por uno o mas socios comanditarios que sólo responden con el
capital que se obligan a aportar, y por uno o más socios gestores o colectivos que responden por las
obligaciones sociales en forma solidaria e ilimitada, hagan o no aportes al capital social”. La nota
característica de la sociedad colectiva se encuentra definida por la coexistencia de estas dos clases
de socios (colectivos y comanditarios). Su especial estructura es un instrumento singularmente
adecuado para la asociación del capital y del trabajo.
El profesor GARRIGUES la define como “la sociedad personalista dedicada en nombre colectivo y
con responsabilidad limitada para unos socios e ilimitada para otros a la explotación de una
industria mercantil”
Como bien habíamos indicado se puede identificar el nombre de la sociedad comercial a través de
una denominación (nombre de fantasía) o de la razón social (nombres o abreviaciones de nombres
de los socios), en el caso de la sociedad comandita simple ambos son permitidos, debiendo
observar los siguientes requisitos: en el supuesto de que la sociedad lleve una razón social ésta
estará formada con los nombres patronímicos de uno o mas socios gestores o colectivos, siendo
prohibida la inclusión de los nombres de los socios comanditarios, agregándose tanto en la
denominación como en la razón social: "sociedad en comandita simple" o sus abreviaturas: "S en C.
S" ó "S. C. S.".
De esta división podemos inferir que los socios gestores o colectivos podrían no realizar aportes
en dinero o bienes, y en ese caso debemos suponer -ya que el código no lo establece de forma
expresa- que los socios gestores o colectivos podrían realizar aportes en trabajo o industria,
reforzando esta suposición el hecho de que el Art. 156 sobre el aporte en trabajo o industria,
solo lo prohíbe expresamente en la S.A y la SRL.
Cualquier sea el tipo de aporte, la regulación de este tipo societario establece que los socios
comanditarios limitan su responsabilidad al monto de sus aportes, mientras los gestores o
colectivos responden de forma solidaria e ilimitada frente a las obligaciones societarias.
Asambleas y Resoluciones
Al igual que en la sociedad colectiva, el código de comercio no hace mención a las asambleas
de socios, su convocatoria, ni quorum u otra información al respecto, por lo que se aplicará
sobre este tema lo acordado en el documento constitutivo.
Respecto a las decisiones o resoluciones de la asamblea de socios, el código indica que toda
modificación del documento constitutivo, requiere el consentimiento de todos los socios, por
lo que debemos entender que la transferencia total o parcial de los derechos de participación
societaria, o la inclusión de un nuevo socio, requieren del voto afirmativo de todos los socios,
para las otras resoluciones se aplicará la regla dispuesta para la sociedad colectiva, es decir
mayoría absoluta respecto al capital
Ante la ausencia de normativa expresa, rige para la distribución de utilidades y las perdidas de
la sociedad los principios antes examinados en relación de la sociedad colectiva.
El elemento distintivo de esta sociedad respecto a la comandita simple, es que el capital social
aportado por los socios comanditarios estará representado por acciones. Las acciones son títulos
valores de participación, cuya emisión y trafico esta regulado por normativa especifica para los
títulos valores.
2.3 Denominación
Al igual que en la sociedad comandita simple la comandita por acciones puede optar por una
denominación (nombre de fantasía) o de la razón social (nombres o abreviaciones de nombres de
los socios). En el supuesto de que la sociedad lleve una razón social ésta estará formada con los
nombres patronímicos de uno o mas socios gestores o colectivos, agregándose tanto en la
denominación como en la razón social: "sociedad en comandita acciones" o su abreviatura: "S.C.A".
La infracción de lo dispuesto previamente hará que se considere a la sociedad comandita simple
como sociedad colectiva.
Decisiones y resoluciones
La instancia máxima de decisión en la Sociedad Comandita por Acciones es la Junta (Art. 361) que
se conforma con la participación de ambas clases de socios. El Código de Comercio no establece de
forma expresa los tipos de juntas por ejemplo prescritos para la sociedad anónima, sin embargo, la
lectura del Art. 363 respecto a la disposición que indica que la consideración sobre la cesión de los
derechos de participación societaria del socio gestor, deberá ser tratada en junta extraordinaria de
socios, nos permite inferir que al igual que en la sociedad anónima, se deben desarrollar juntas
ordinarias y extraordinarias.
Para efecto de computo de la participación de los socios votos y quorum la parte de intereses de
los socios gestores se considera dividida en fracción del mismo valor de las acciones, las fracciones
que no alcancen a una acción serán desestimadas.
En el caso de que la sociedad hubiera optado por nombrar como administrador a uno de los socios,
el socio administrador podrá participar de las juntas con derecho a voz y a voto, excepto en los
siguientes casos:
La participación a través del voto, del socio administrador en estos temas será sujeta de nulidad.
Sociedad de Capitales
De los preceptos que la regulan en el Código de comercio parece ser, a diferencia de la comanditaria
simple, más una sociedad capitalista que personalista, por el papel predominante que en ella
adoptan los socios comanditarios, y el capital social y por el predominio jurídico que sobre estas
sociedades asume el antecedente de las sociedades anónimas.
CAPITULO V. SOCIEDAD DE RESPONSABILIDAD LIMITADA (SRL)
I. Antecedentes
Se caracteriza por que la cifra de su capital es teóricamente menor que la de la sociedad anónima,
y a diferencia de ésta no se encuentra representado en acciones, sino en cuotas de capital, se
constituye entre sujetos determinados en atención a sus circunstancias personales y la tramitación
para su constitución, así como su régimen jurídico es ágil y sencillo. Mientras la S.A. es una forma
de sociedad esencialmente idónea para recolectar y organizar grandes masas de capital, creando
grandes empresas, en la que no se toman en cuenta las circunstancias personales de los socios, la
sociedad de responsabilidad limitada es un tipo social que se reserva para las empresas de pequeña
y mediana entidad, constituidas entre personas determinadas, que no pueden transmitir
libremente su condición de socio y en la que mediante una reglamentación ágil y simple se realiza
una actividad económica con responsabilidad limitada para sus socios.
Conforme el Art. 195 del C. Com se establece que la sociedad de responsabilidad limitada en el tipo
societaria en el cual los socios responden sólo hasta el monto de sus aportes. La suma de todos los
aportes (Capital Social), constituyen el fondo común y están representadas en cuotas de capital.
De las declaraciones contenidas en los artículos 196 y siguientes del C. Com. se pueden las notas
que distinguen a este tipo societario:
a) Con relación al capital social.
Esta representado en cuotas de capital (no se puede representar en acciones),
todas de igual valor de 100 Bs. o múltiplos de 100 Bs.
El capital, integrado por las aportaciones de los socios, debe ser determinado en la
escritura de constitución, no se puede aportar en trabajo o industria, más si en
especie, pero en cualquier caso deben ser pagados en el momento de la
constitución.
Es ilimitado en su cuantía puesto que no existe un monto mínimo o máximo
establecido por la ley, sin embargo, los socios pueden pactar en un mínimo.
Debe estar íntegramente suscrito y pagado desde el momento constitutivo.
El capital social es susceptible de aumento o disminución
b) Con relación a los socios.
Es una sociedad personalista o “intuito personae” por lo que los socios en el
momento de optar por este tipo societario toman en consideración características
de tipo personal de los socios.
Desde la fundación y en lo sucesivo han de ser, como mínimo, dos socios y un
máximo de veinticinco, los que constituyen la sociedad. Operará la disolución de
pleno derecho de la sociedad cuando todas las cuotas de capital se concentren en
un solo socio.
Estos (los socios) no responden personalmente de las deudas sociales, y la sociedad
no puede imponerles obligaciones distintas de las que expresamente hayan
asumido en la escritura de constitución.
Uno de los debates más importantes a la luz de la naturaleza jurídica de la SRL es si ésta es una
sociedad de carácter personalista o capitalista. La doctrina la ha considerado tradicionalmente
como una sociedad personalista en la que se había injertado la responsabilidad limitada de sus
socios, sin embargo, la doctrina y jurisprudencia actual en algunas legislaciones como la Española,
la identifican como una sociedad de capitales o intuito res. El debate planteado no es ésta una
cuestión puramente académica ni simplemente teórica, como no suele serlo casi nunca la de la
naturaleza jurídica de las instituciones, sino un problema pletórico de consecuencias prácticas,
ciertamente, en nuestro sistema puede adscribirse la SRL clara e íntegramente en la categoría de
personalista o intuito personae, porque posee notas, rasgos y aspectos exclusivos de este tipo de
sociedades: 1) número limitado de socios, 2) prohibición de libre disposición para la cesión de
cuotas de capital, 3) derecho preferente de los socios para adquirir la alícuota parte del socio
cedente, 4) posibilidad de disolución y liquidación en caso de que los socios no estén de acuerdo
con la transferencia entre vivos o a herederos, etc.
Dada la importancia económica de este tipo de sociedad y la clara predilección de los empresarios
en nuestro país para constituirla , la tramitación de la constitución de la SRL no es compleja.
V. Órganos de la Sociedad
Como sociedad dotada de personalidad jurídica, la SRL posee órganos encargado se de crear,
emitir y ejecutar su voluntad. Tanto su vida interna como su actividad externa o de relación con
terceros, se desarrolla mediante órganos escuetamente descritos en la Ley, que cita dos como los
órganos fundamentales: un órgano máximo, deliberante y soberano, en el que participan todos los
socios, encargados de crear y emitir, por el régimen de las mayorías, la voluntad que ha de regir la
vida de la sociedad que se denomina ASAMBLEA DE SOCIOS; y un órgano de administración, al
que corresponde, en subordinación al anterior, ejecutar la voluntad social, así como la gestión y la
representación de la sociedad en el trafico económico, normalmente esta representado por un
gerente y en casos excepcionales por un Directorio.
El órgano puede ser unipersonal o pluripersonal. Cuando el órgano este integrado por varias
personas recibe el nombre de Directorio y, la escritura podrá conferir a cada una de ellas facultades
solidarias, mancomunadas o atribuir la gestación y presentación a la colectividad y no a sus
miembros individualmente. En el caso de la administración individual la persona a cargo podría
constituirse como gerente o administrador. A diferencia de la Sociedad Anónima en la SRL no es
obligatorio la constitución de un directorio, sin embargo el propio Código admite la posibilidad de
hacerlo. En caso de que voluntariamente los socios opten por una administración fuera colegiada,
a cargo de un directorio o consejo de administración, se aplicarán las normas que sobre directorio
se establece para la sociedad anónima.
En caso de optar por una administración individual, estará a cargo de uno o más gerentes o
administradores, sean socios o no; designados por tiempo fijo o indeterminado, desempeñaran su
cargo desde el momento en el que se acepten y su nombramiento sea inscrito en el Registro de
Comercio.
La creación del órgano de control permanente no significa la pérdida del derecho al control
individual por parte de los socios.
La asamblea de socios es la reunión formal de todos los socios, conforme a las reglas de
convocatoria y quorum establecidas en el código, es asimismo la instancia máxima de decisión en
la sociedad, se reunirá con carácter ordinario por lo menos una vez al año una vez al año, en el
domicilio y época fijada en la escritura social, dentro de los tres meses de cerrado el ejercicio
económico de la sociedad. Con las siguientes facultades (Art. 204):
Tipos de asambleas
De acuerdo a lo establecido en el Art. 206 y 207 del C.Com las asambleas serán convocadas por los
gerentes o administradores (el directorio o consejo de administración si se hubiera optado por
constituirlo) y, en el supuesto de que el o los administradores no procedan a efectuar la
convocatoria, la misma puede ser efectuado por los socios que representen más de la cuarta parte
(25%) del capital social.
Resoluciones
Todos los socios podrán participar en las asambleas y tambien en las deliberaciones y decisiones
que se tomen en esta instancia, en caso de no poder participar personalmente podrá delegar su
participación mediante poder notariato a un tercero. Los socios tendrán derecho a un voto por cada
cuota de capital que tengan suscritas y adquiridas en la sociedad.
Las siguientes decisiones requeriran de votos de socios que representen por lo menos dos tercios
(66.66%) del capital social:
Las demás resoluciones serán aprobadas por el voto de socios que constituyen más de la mitad
del capital social.
Cualquiera que sea el título de la transmisión ( inter vivos o mortis causa ), la Ley exige para su
eficacia la concurrencia de dos requisitos: la transmisión de las participaciones se ha de formalizar
en documento público y, además, deberá inscribirse en el Registro de Comercio. Sin cumplir este
requisito no podrá el nuevo socio pretender el ejercicio de los derechos que le correspondan en la
sociedad. A tal fin, y como se indicó precedentemente la sociedad llevara un libro registro de socios,
en el que se inscribirán sus circunstancias personales, las participaciones sociales que cada uno de
ellos posea y las variaciones que se produzcan.
CAPITULO VI. SOCIEDAD ANONIMA (S.A.)
La sociedad anónima se presenta como un modelo de sociedad diseñado para atender las
exigencias organizativas y funcionales de las grandes empresas. Sin embargo, esta característica
no es excluyente pues en la realidad ha demostrado ser un tipo societario de gran polivalencia, que
se adapta a las sociedades de pocos socios o de reducido capital.
Si bien nuestro código de comercio no define de esta sociedad, sí nos proporciona sus
características (Art. 217): En la sociedad anónima el capital está representado por acciones. La
responsabilidad de los socios queda limitada al monto de las acciones que hayan suscrito, a partir
de esta descripción de podemos desarrollar sus características de la siguiente manera:
INTUITO RES o SOCIEDAD DE CAPITALES. La S.A. es antes que nada una sociedad de
capitales (intuito res), en la que en principio no interesan las condiciones personales de los
accionistas (por este motivo nuestra legislación la denomina anónima. Justamente para
restar el protagonismo del individuo y sus caracteristicas personales),sino al contratio, lo
importante son las aportaciones que hagan a la sociedad, en función de las cuales se
determina su grado de participación. Así en nuestra legislación la sociedad anónima deberá
tener un mínimo de 3 socios, pero el máximo es ilimitado.
CAPITAL REPRESENTADO EN ACCIONES. La sociedad anónima -denominada en otras
legislaciones sociedad por acciones- es también una sociedad en la que el capital se divide
en acciones, que son titulos valores de participación y como tales son pro principio y
definición libremente transmisibles.
Aquí radica, la principal nota distintiva de esta sociedad en relación con la sociedad de
responsabilidad limitada, en la que las participaciones no pueden representarse por medio
de valores ni denominarse acciones.
El régimen legal de la sociedad anónima se encuentra descrito desde el Art. 217 al 355 del Código
de Comercio, y es evidentemente, el tipo societario mas detalladamente descrito en el texto legal.
Pero además, para abarcar en su integridad el marco jurídico de la sociedad anónima, debe tenerse
presente que, junto a la normativa expresa del C. Com., existen muchas otras disposiciones
normativas que se ocupan específicamente de tipos concretos de sociedades anónimas para
someterlos, por la índole específica de su actividad o por operar en mercado intensamente
reglamentados, a determinadas especialidades de régimen jurídico (sociedades de seguros,
bancos, etc.). También las sociedades anónimas que cotizan en bolsa quedan sometidas a un
régimen jurídico adicional, derivado básicamente de la normal sobre los mercados de valores.
El documento constitutivo de la S.A., al igual que en los otros tipos societarios, deberá realizarse
mediante instrumento público. Uno de los requisitos que diferencia a esta sociedad es que
necesariamente deberá llevar una denominación que haga referencia al objeto principal de su giro,
seguida de: "Sociedad Anónima", o su abreviatura "S. A.", otra caracteristica diferenciadora es que
la S.A. puede constitutirse de 2 formas:
La S.A es el único tipo societario que expresamente requiere más de dos socios para su
constitución, así tambien es la única que permite a los socios suscribir acciones sin pagar la totalidad
de su valor, estableciendo mínimamente un pago inicial del 25% del valor de cada acción, y
otorgando a los socios un plazo para el pago del saldo. Una vez vencido el plazo de pago del saldo
y si éste no fuera cubierto, el accionista incurre en mora (situación que conlleva la suspención
automática de sus derechos como accionista) y la sociedad procederá a exigir, ejecutivamente, el
cumplimiento del pago, la venta de las acciones o utilizará algún otro medio previsto en la escritura
social o en los estatutos. Si despues de 30 días desde la fecha para el pago del saldo no se inicia la
acción ejecutiva o no hubiera sido posible vender las acciones, se producirá la suspensión de los
derechos del accionista moroso. La sociedad procederá entonces a la reducción del capital social y
devolverá al suscriptor, el saldo remanente, previa deducción de los gastos, o bien reducirá en la
parte correspondiente a la cantidad no pagada, caso en el cual se entregaran acciones totalmente
liberadas sólo por la cuantía a que alcancen sus pagos. Serán a cuenta del suscriptor moroso las
costas del juicio, los gastos de remate o realización y los intereses moratorios, e inclusive los daños
y perjuicios.
Como se indicó anteriormente, si alguno – o ninguno- de los citados requisitos para la constitución
por acto único puede ser cumplido, entonces se deberá proceder con la suscripción pública de
acciones.
Para la suscripción pública de acciones las personas interesadas en constituir la sociedad, fungiran
por sí mismos o a trvés de terceros como promotores de la misma. Es decir se encargaran de
promocionarla hasta lograr constituirla. Inicialmente deberan formular un “programa de
fundación” que es un documento debidamente aprobado por la instancia reguladora y que contiene
la información básica de las caracteristicas que tendría la Sociedad Anónima si logra constiruirse.
Por ejemplo deberá contener los datos e información de los promotores, las clases de acciones que
tendrá la sociedad y su valor, el proyecto de los estatutos, y muy importante el plazo de la
suscripción pública que no puede exceder los 6 meses.
Suscrito el capital social requerido en el programa, se convocará a la junta general constitutiva que
se celebrará con la presencia de por lo menos la mitad más una de las acciones suscritas, donde
cada suscriptor tendrá derecho a un voto por cada accion suscrita (siempre que haya pagado el
anticipo que le corresponde). Las decisiones en la Junta General Constitutiva se adoptarán por la
mayoría de los suscriptores presentes que representen no menos de la tercera parte del capital
suscrito con derecho a voto, y se decirirá entre otros temas: la verificación y aprobarán los aportes,
los estutatos, la designación de directores, administradores y síndicos, el plazo para el pago del
saldo de las acciones suscritas.
Son considerados como fundadores de una sociedad anónima: 1) las personas que otorguen la
escritura de constitución de la sociedad cuando se efectúe en acto único, y 2) en la formación por
suscripción pública, los que firmen el programa. Los fundadores responden ilimitada y
solidariamente por las obligaciones contraidas para la constitución y formación de la sociedad,
inclusive de los gastos y comisiones del Banco fiduciario, aún en el caso de haber fracasado el
programa.
Los promotores y los fundadores no pueden recibir ningún beneficio que disminuya el capital social,
la retribución que se conceda a los promotores y fundadores de las utilidades anuales, no excederá
en ningún caso del diez por ciento, ni podrá extenderse por más de diez años, a partir de la
constitución de la sociedad. Esta retribución no podrá cubrirse sino después de pagado a los
accionistas un dividendo mínimo del cinco por ciento sobre el valor pagado de sus acciones.
Como se ha indicado, en la Sociedad Anónima es permitido que los socios sólo cancelen el 25%
del valor de cada acción en el momento de la constitución de la sociedad, pudiendo por lo tanto
pagar el resto del valos nominal posteriormente. Una vez pagado el total del valor el accionista
asumirá la totalidad y plenitud de derechos derivados de la acción.
Cuando en el contrato de suscripción o en los estatutos conste el plazo en que deben efectuarse los
pagos y los montos de éstos y no fueran cubiertos en dicho plazo, el accionista incurre en mora con
los siguientes efectos:
Las sociedades anónimas deben llevar un registro de acciones con las formalidades de los libros de
contabilidad, los mismos que serán de libre consulta para los accionistas, considerando como
dueño o titular de las acciones nominativas a quien aparezca inscrito como tal en el título y en el
registro de las acciones. La negativa injustificada para inscribir a un accionista en el registro, obliga
a la sociedad y a sus directores o administradores a responder solidariamente por los daños y
perjuicios ocasionados.
a) ordinarias
b) preferidas.
Las acciones ordinarias son las comunes a todo tipo de sociedad anónima, y se sobreentenderá que
todas son comunes, si no se identifican acciones preferidas de forma expresa. Mientras las acciones
oridinarias otorgan a los socios el derecho a un voto en las juntas generales (ordinarias o
extraordinarias), las acciones preferidas tienen derecho a voz, pero no a voto en las juntas
ordinarias, sino exclusivamente en las extraordinarias.
Las acciones preferidas son redimibles y pueden transformarse en ordinarias, en las condiciones y
plazos establecidos a tiempo de su emisión, no excederán de la mitad del capital suscrito, y como
su nombre lo indica, ofrecen a los socios que las adquieran beneficios adicionales a las ordinarias:
a) A las acciones preferidas se les asignará dividendos, antes de fijar dividendos a las acciones
ordinarias. Si en una gestión no se tenga liquidez (dinero) para pagar los dividendos
comprometidos, los dividendos se pagarán en la siguiente gestión, primero a las acciones
preferidas y luego a las ordinarias.
b) En los estatutos puede pactarse que a las acciones preferidas se les fije un dividendo
superior al de las acciones ordinarias.
c) En la liquidación de la sociedad las acciones preferidas se reembolsarán antes que las
ordinarias.
d) Las acciones preferidas con dividendo no repartidos por más de tres ejercicios, aunque no
sean consecutivos, adquirirán el derecho de voto y los demás derechos de las acciones
ordinarias, hasta que desaparezca el adeudo referido.
e) Los accionistas poseedores de acciones preferidas tienen los derechos que éste Código
confiere a las minorías para oponerse a las resoluciones de las juntas generales, en aquello
que les afecte.
IV. El accionista
Además de las citadas precedentemente el accionista tendrá derecho a pedir que en la junta
general, reunida para considerar el balance, se delibere sobre la distribución de las utilidades
consignadas en dicho documento, al liquidarse una sociedad los accionistas recibirán su cuota parte
del patrimonio, en proporción al valor pagado de sus acciones.
Si bien el propio código de comercio estabelce que cada accionista tendrá derecho a un voto por
cada acción que tenga en la sociedad, tambien pueden establecerse en los estatutos restricciones
al derecho a voto, pero sólo de las acciones preferidas, siendo nula toda disposición estatutaria que
restrinja la libertad del voto de los accionistas, salvo lo establecido para las acciones preferidas
conforme al art. 275 del C.Com.
Aún con la posibilidad de limitar el voto de las acciones preferidas descrito en el parrafo anterior,
tal limitación no podrá aplicarse por ninguna razoón en las juntas extraordinarias que tengan por
finalidad:
Todas las sociedades anónimas han de constituirse con una cifra de capital determinada, que en
principio puede ser fijada libremente por los socios y que ha de recogerse necesariamente en los
estatutos de la sociedad. El capital social, que como veremos representa la suma de los valores
nominales de las acciones.
V. Organo de Gobierno
Cumplidas con las formalidades previas para su realización la junta general de accionistas es el
máximo organismo que representa la voluntad social, por lo que sus resoluciones son obligatorias
para todos los accionistas, aun para ausentes y disidentes, se reunirá en el domicilio social y será
presidida por el presidente del directorio
La junta general ordinaria Se reunirá con carácter obligatorio, por lo menos una vez al año, para
considerar y resolver los siguientes asuntos:
En estas juntas se considerarán todos los asuntos que no sean de competencia de las juntas
ordinarias y, privativamente, los siguientes:
5.2 Convocatoria
La convocatoria a las juntas se serán efectuadas por el directorio o síndicos en los casos
legalmente previstos, dicha convocatoria se efectuará mediante avisos publicados en un diario de
circulacióin nacional con las siguiente indicación:
- Tipo de Junta
- Lugar, hora de la reunión
- Orden del día que no podrá contener expresiones en términos generales
- Los requisitos que deberán cumplirse para participar en ella, como ser: los accionistas de
títulos nominativos deberán estar debidamente registrados en el libro de la sociedad. Los
accionistas con títulos al portador deberán depositarlos en la sociedad con tres días de
anticipación por lo menos, o entregar un certificado acreditando que están depositados
en una institución bancaria
Las pubblicaciones deberán efectuarse durante tres días discontinuos, debiendo el último
realizarse cuando menos cinco días y no más de treinta, antes de la reunión.
- Para juntas ordinarias se requiere la presencia de socios que representen más de la mitad
de las acciones con derecho a voto.
- Para las extraordinarias, será necesaria la representación de las dos terceras partes, salvo
que los estatutos fijen un número más elevado para formar el quórum.
Las resoluciones en las juntas ordinarias se tomarán por la mayoría absoluta de los votos presentes
que no se hallen impedidos de emitirse en relación al asunto sometido a decisión. En las
extraordinarias, se tomarán las resoluciones por mayoría absoluta de los votos presentes no
impedidos
Las votaciones serán secretas cuando así lo solicite por lo menos el diez por ciento de las acciones
presentadas en junta.
Cualquier resolución de la junta que viole las disposiciones del Código o los estatutos, puede ser
impugnada de nulidad por los directores, administradores síndicos o por cualquier accionista que
no hubiese participado en ella, o que habiendo asistido, hubiera hecho constar su disidencia y, en
general, cuando la resolución sea contraria al orden público.
La accioón será sumaria y deberaá dirigirse contra la sociedad, dentro de los sesenta días
siguientes a la reunión o de su publicación, con los documentos que amparen la demanda. Si la
demanda se declara probada la resoluciíon será nula y sin efecto alguno.
5.4 Actas
Las deliberaciones y decisiones de las Juntas deberán estar plasmadas en actas debidamente
suscritas para tal efecto y asentadas en el libro de "Actas" firmadas a más tardar dentro de los cinco
días siguientes a la celebración de la junta por quien la presidió, el secretario y dos representantes
de los accionistas elegidos con tal objeto.
VI. Administración
1) Los impedidos y prohibidos para ejercer el comercio, conforme dispone el artículo 19.
2) Los que tengan conflicto de intereses, asuntos litigiosos o deudas en mora con la
sociedad;
3) En un mismo directorio, los que tengan entre sí parentesco hasta el cuarto grado de
consanguinidad o segundo de afinidad, inclusive;
4) Los síndicos o personas que ejerzan funciones de fiscalización en la misma
5) Los funcionarios públicos de competencia y jurisdicción en asuntos que se relacionen
con el objeto de la sociedad, hasta dos años después del cese de sus funciones;
6) Los sentenciados por delitos cometidos en la constitución, funcionamiento y
liquidación de sociedades o por otro delito común, hasta cinco años después de haber
cumplido la condena impuesta. (Art. 329 Código de Comercio).
Para garantizar las responsabilidades emergentes del desempeño de sus cargos, los directores,
antes de ingresar al ejercicio de sus funciones, prestarán la fianza señalada por los estatutos. Las
resoluciones del directorio se adoptarán en reuniones convocadas y realizadas en la forma prevista
en los estatutos, debiendo labrarse las actas con las formalidades prescritas
Los miembros del directorio elegirán al presidente por mayoría absoluta de votos, salvo que los
estatutos dispongan un número mayor, quien invistirá la representación legal de la sociedad. Los
estatutos pueden prever la representación conjunta con uno o más directores o gerentes.
Los directores están obligados a permanecer en el desempeño de sus funciones hasta que los de
nueva elección asuman sus cargos, a no ser que por incapacidad, impedimento o prohibición legal
tengan que cesar en sus funciones. La renuncia del cargo de director debe ser presentada al
directorio, el cual podrá aceptara siempre que no afecte al normal funcionamiento de la
administración, o rechazarla hasta que la próxima junta general se pronuncie al respecto. Entre
tanto, el director permanecerá en funciones con las responsabilidades inherentes.
6.1.1 Responsabailidad
Los directores son responsables, solidaria e ilimitadamente, frente a la sociedad, los accionistas y
terceros, en los siguientes casos:
La acción de responsabilidad de la sociedad contra los directores y síndicos será incoada con la
aprobación previa de la junta general, la cual nombrará al o los encargados de llevarla adelante.
La acción contra los gerentes se entablará previa resolución del directorio.
Los accionistas minoristas tienen derecho a designar síndicos en la forma señalada por el artículo
316. No obstante, en caso de ser dos los síndicos, uno de ellos será elegido necesariamente por los
accionistas minoritarios. Se elegirá, asimismo, igual número de suplentes.
2) Asistir con voz, pero sin voto, a las reuniones del directorio y, en su caso, del comité ejecutivo y
concurrir necesariamente a las juntas generales de accionistas, a todas las cuales debe ser citado;
4) Verificar la constitución de fianza para el ejercicio del cargo de director, informando a la Junta
general sobre irregularidades, sin perjuicio de adoptar las medidas para corregirlas.
7) Hacer incluir en la orden del día de cualquier junta los asuntos que estime necesarios;
8) Exigir el cumplimiento de las leyes, reglamentos y resoluciones de la junta general por parte de
los órganos sociales, conocer los informes de auditoría y, en su caso concretar la realización de
auditorías externas, previa autorización de la junta general;
10) Atender las denuncias que presenten por escrito los accionistas e informar a la junta sobre las
investigaciones que al respecto realice, juntamente con sus conclusiones y sugerencias, y
En caso de vacancia temporal o definitiva o por impedimento o prohibición legal del titular el
sindico será reemplazado por el suplente, de producirse 1a misma situación con e1suplente, el
directorio, bajo su responsabilidad, convocará de inmediato, a junta general o de la clase que
corresponda, en su caso, a fin de efectuar las designaciones correspondientes para completar el
periodo.