1.- Definir y Diferenciar estos institutos jurídicos.
Caso fortuito-. Existe cuando el suceso que impide el cumplimiento de
una obligación, no era previsible usando de una diligencia normal, pero de haberse podido evitar, se habría evitado. Fuerza mayor-. Es un hecho que no se puede evitar y tampoco se puede prever, tiene gran importancia, en el derecho, a la hora de establecer responsabilidades por los daños. Fuerza Mayor y Caso Fortuito Son causales que eximen de responsabilidad ante el incumplimiento de obligaciones en este caso como en un contrato administrativo minero, son circunstancias invencibles e insalvables. Por ejemplo, llevar un producto a la ciudad de Santa Cruz y ocurre un incendio por la carretera haciendo que arboles bloqueen el acceso, no se será culpable frente al incumplimiento o retraso de esa tarea. Es acertado usar al Doctor Hugo Sandoval Saavedra quien cita que el caso fortuito es un obstáculo de orden interno que impide el cumplimiento de la obligación; es decir, provienen de las circunstancias en que el obligado o agente desenvuelve sus actividades, por ejemplo, cuando a un transportista se le descompone el vehículo. El Doctor Sandoval de igual manera señala que la Fuerza Mayor es un obstáculo de orden externo, de carácter invencible y extraño a la esfera de actividad del deudor o agente, como un terremoto, una guerra, etc. Para la legislación minera, el caso fortuito y la fuerza mayor, tienen las mismas características previstas en una primera parte del artículo 124.
DIFERENCIA-. Si bien ambos conceptos son difusos y en muchos casos la
legislación los confunde, la doctrina coincide en señalar que, si bien en ocasiones se puede obligar a un deudor a cumplir una obligación que incumplió por caso fortuito, no se puede exigir nunca una obligación que se incumplió por fuerza mayor. La Ley dispositiva normalmente exime ambos casos, pero se permite que se pacte en el contrato la responsabilidad en el caso fortuito.
2.- Señalar su aplicación a los contratos administrativos mineros.
ARTICULO 124 DE LA LEY MINERA.
I. No se considerará que existe retraso en el cumplimiento o incumplimiento
de las obligaciones de los titulares de derechos mineros establecidas en la presente Ley, o de los obligados bajo licencias o contratos mineros de cualquier clase, cuando el mismo se deba, o sea el resultado de cualquier causa de fuerza mayor o hecho, o caso fortuito imprevisto o imprevisible, o si fuere previsible que no pudiere resistirse, que se encuentre fuera del control razonable del titular o parte afectada, tales como y entre otros, hechos o actos de la naturaleza o del hombre como inundaciones, temblores de tierra y terremotos; huracanes, derrumbes, deslizamientos y otros desastres naturales; incendios, rayos, epidemias, guerras, actos de enemigo público; levantamiento, conmoción, disturbio o desobediencia civil; acciones de hecho que impidan la realización de las actividades mineras, amenazas o de avasallamientos, bloqueos u ocupaciones ilegales; huelgas, paros, disputas laborales o industriales; accidentes; sabotaje y actos terroristas; retraso o negativa injustificadas de cualquier autoridad pública en el otorgamiento de licencias, contratos, amparos, protección, registros; negativa o resistencia injustificada al inicio o realización de actividades mineras por parte de poblaciones o comunidades locales; inscripciones y similares; cuarentenas y otras restricciones u obligaciones impuestas por autoridades públicas de cualquier Órgano o nivel del Estado; condiciones adversas de los mercados o de los precios internos o internacionales de minerales y metales que afecten la sostenibilidad de la actividad, proyecto o plan por ejecutarse o en curso de ejecución.
II. Los hechos o causas de fuerza mayor o caso fortuito no afectarán el
cumplimiento de obligaciones no alcanzadas por dichos hechos o causas.
III. Las partes o titulares se comunicarán o comunicarán a la AJAM sobre los
hechos y causas, según corresponda.
IV. Cuando cesaren los impedimentos, las obligaciones quedaran
restablecidas.
V. Los plazos parciales determinados de acuerdo con la presente Ley o
establecidos contractualmente para el cumplimiento de obligaciones que hubieran sido afectados, se extenderán por el tiempo que tome el restablecimiento de las condiciones necesarias para continuar las actividades afectadas. Sin embargo, los plazos finales previstos en la presente Ley para licencias y contratos no se modificarán.
VI. Cuando las causas de fuerza mayor o caso fortuito afectaren el
cumplimiento en general por un lapso prolongado que ponga en serio riesgo la continuidad de las actividades u operaciones previstas:
a) Las partes en un contrato de asociación acordarán la resolución
contractual a solicitud de cualesquiera de ellas,
b) El titular de una licencia podrá renunciarla, y
c) Tratándose de contrato administrativo minero el titular de los
derechos contractuales podrá resolver unilateralmente el contrato mediante comunicación a la AJAM.
VII. En todos los anteriores casos no se incurrirá en incumplimiento o
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