Está en la página 1de 4

UNIDAD N°1

EL DERECHO COMERCIAL Y EMPRESARIAL

ORIGENES Y EVOLUCION DEL DERECHO COMERCIAL Y EMPRESARIAL A NIVEL INTERNACIONAL


EN LAS DISTINTAS ETAPAS HISTORICAS, SU CONTEXTO SOCIOECONOMICO, SU LEGISLACION Y
JURISDICCION, SUS CARACTERES: EDAD ANTIGUA, EDAD MEDIA, EDAD MODERNA Y EDAD
CONTEMPORANEA.

El Derecho Comercial como disciplina autónoma no ha existido siempre, sino que, por el contrario,
su aparición se produce en un momento histórico determinado, nace como rama del derecho
privado al lado del Derecho Civil, por circunstancias y exigencias históricas. Esto es, para satisfacer
necesidades concretas de la realidad económica.

En cuanto a la evolución histórica del Derecho Comercial, existe coincidencia en la doctrina


respecto de la existencia de cuatro grandes etapas:

1. Una primera etapa donde la concepción del Derecho mercantil es predominantemente


subjetiva, concibiéndolo como el derecho de los comerciantes en el ejercicio de su
actividad profesional, la cual abarca desde el medioevo hasta la Revolución Francesa.
2. Una segunda etapa predominantemente objetiva de la materia, en la cual el Derecho
Mercantil es concebido como la disciplina de los actos de comercio, que comienza con la
Revolución Francesa (más precisamente con la sanción del Código Francés de 1807) hasta
fines del siglo XIX y comienzos del siglo XX.
3. Una tercera etapa que marca un retorno a la concepción predominantemente subjetiva
del Derecho Mercantil, concibiéndolo como el derecho de la empresa, comenzando desde
principios del siglo XX y manteniéndose hasta fines del siglo XX y principios de XXI.
4. Una cuarta etapa que marca el retorno a una concepción predominantemente objetiva,
que concibe al Derecho Comercial como el Derecho de la Actividad Económica, que es el
que rige en nuestros días.

Edad Antigua: no existía un derecho mercantil como tal, pero esto no quiere decir que no se hayan
realizado transacciones comerciales. De hecho, se registran disposiciones aisladas referidas a
determinados negocios y operaciones, como por ejemplo el Código de Hammurabi (1750 a. C.),
que contenía disposiciones referidas a préstamos con interés, contrato de depósito y comisión.

En Grecia y Roma la actividad comercial fue activa, pero carecía de regulación propia. En Roma
había solo disposiciones fragmentarias que regulaban transacciones comerciales.

Edad Media: el mercader pasa a ocupar un rol significativo ya que incrementa su riqueza y por lo
tanto su poder. El crecimiento de la actividad comercial y la inexistencia de normas mercantiles
llevo a los mercaderes y artesanos a agruparse en gremios o corporaciones integradas por
comerciantes de una misma actividad que se identificaban según la ciudad a la que pertenecían y
tenían sus propias autoridades y estatutos. Surgen dos figuras de carácter mercantil:

 El mercado: espacio físico en el que se reunían comerciantes diariamente y se celebraban


compraventa de productos.
 La feria: lugar universal y anual de intercambios. Su aparición hizo necesario que los
negocios celebrados en ella y los conflictos que de ella surgían, sean resueltos con
celeridad. Esto llevo a que las corporaciones dictaran normas jurídicas que le dieran
agilidad al tráfico comercial. Así comienza a surgir el derecho Comercial como rama
autónoma, integrado por los estatutos de las corporaciones que tenían carácter
consuetudinario. Las controversias se resolvían aplicando ese derecho reconocido como
obligatorio, a través de los propios comerciantes que actuaban como árbitros.

Junto a aquellas normas se crearon también tribunales especiales destinados a aplicarlas, y así
surge la jurisdicción consular: las corporaciones estaban facultadas para resolver sus propias
controversias, función atribuida a sus jefes, los cónsules.

Nace la lex mercatoria (ley del comercio): los comerciantes recurrían a las ferias y esas prácticas
eran reguladas por ella. Los estatutos de las corporaciones comienzan a introducir sus
disposiciones. Solo se aplicaban a los comerciantes matriculados y por controversias relativas al
ejercicio de la profesión.

Edad Moderna: los viajes, exploraciones y descubrimientos, y los grandes inventos llevan a
consolidar el Derecho Comercial. Se fundan monarquías poderosas. El Derecho Comercial pasa a
formar parte del Derecho Estatal de los Estados monárquicos, pero la disciplina sigue siento
autónoma: no es absorbida por el derecho común. Se produce la objetivación del derecho
comercial: muchos no comerciantes practican uno o más actos de los realizados por mercaderes,
pero sin intención profesional, y así surge el concepto de acto de comercio: si el acto era
comercial, se aplicaba el Derecho Comercial independientemente del carácter de los sujetos que
intervenían.

Edad contemporánea: las normas de cada Estado comienzan a sistematizarse y comienzan a


aparecer los códigos. El primero fue el Código de Comercio Francés (Código de Napoleón de 1807)
que sirvió de modelo a los demás países; enumera una serie de actos que quedarán sujetos a las
normas y a la jurisdicción mercantil, sean realizados o no por comerciantes. Surge la Teoría de los
Actos de Comercio y se perfecciona la objetivación del derecho comercial.

LA UNIFICACION A NIVEL INTERNACIONAL.

Las legislaciones mercantiles latinoamericanas, a imitación del modelo francés, trataron de centrar
su campo de aplicación al acto de comercio, aplicándose no solo a quienes adquirieran la calidad
de comerciantes por el ejercicio profesional y habitual de dichos actos, sino también a quienes, sin
ostentar tal calidad, ejecutaran actos considerados por la ley como mercantiles, y se vincularan
con los comerciantes. Así se llegó a contar con un doble régimen en materia de obligaciones y
contratos, cuya justificación es discutida, ya que se tratan de manera diferente a las mismas
instituciones y además es difícil saber sobre qué bases establecer las fronteras entre las
codificaciones civiles y comerciales.

Lo cierto es que no existe un consenso universal respecto de que los Derechos Civil y Comercial
deban unificarse totalmente, sino que las iniciativas unificadoras han tendido a unificaciones
parciales en determinadas áreas, en especial de las obligaciones y los contratos. Son algunos
ejemplos Holanda (1992) y Polonia (1934).

Otros países han consagrado códigos únicos en lo civil y comercial, como por ejemplo Italia (1942)
y Brasil (2002).

En el sistema anglosajón rige desde el siglo XVIII la unificación del Derecho Civil y Comercial con
dos características particulares: las reglas comerciales predominan por sobre las civiles y subsisten
normas especiales para ciertas figuras mercantiles.

En lo que respecta a la República Argentina, la ley 26.994 sanciono en el año 2015 un nuevo
Código Civil y Comercial de la Nación, concentrando en un único cuerpo codificado las normas
centrales y básicas de los derechos Civil y Comercial, aunque manteniendo un conjunto de leyes
especiales.

EL DERECHO COMERCIAL Y EMPRESARIAL. DEFINICIONES DOCTRINARIAS. CARACTERES.

Corriente subjetiva: el Derecho Comercial es un derecho creado para una clase especial y
profesional de individuos: los comerciantes.

Concepción objetiva: es la llamada “concepción de los actos de comercio”, ha predominado en


general a partir de la sanción del Código de Comercio Francés de 1807. Considera al Derecho
Comercial como “aquel que rige las relaciones jurídicas de aquellos que realizan actos de
comercio, sean o no comerciantes”.

Doctrina de los actos en masa: nace en Alemania como reacción al objetivismo. Esta doctrina
considera que el Derecho Civil regula los actos aislados, y el derecho Comercial “los actos masivos
realizados en forma repetida y homogénea”, excluye de la comercialidad a todos aquellos actos
que no cumplen las tres condiciones citadas: masivos, repetidos, homogéneos.

Teoría de la empresa: nace en Europa. Sostiene que para definir al Derecho Comercial hay que
acudir a la Economía. Lo concibe como el derecho de las empresas, la unión de los factores de
producción (capital, bienes materiales e inmateriales destinados a la economía).

Teoría de las relaciones económicas: para esta teoría el Derecho Comercial es el ordenamiento
jurídico de todas las relaciones económicas, desde la producción hasta el consumo, en las que está
incluido el acto comercial. El Derecho Comercial debe ir más allá del acto de comercio,
proponiendo para tal fin la unificación de los Códigos Civil y Comercial.

Teoría de la categoría histórica: sostiene que el Derecho Comercial no es una categoría dogmática
del Derecho Privado que se constituye como tal por su propia naturaleza y por su método de
investigación, sino que su existencia, permanencia y evolución se encuentra señalada por la
historia, por los hechos históricos.

Teoría delimitativa y reguladora: es una concepción objetiva que señala que el acto de comercio es
todo supuesto de hecho que la ley califica de mercantil, aunque no lo sea.
UNIDAD DE DERECHO, MOVIMIENTOS DEL DERECHO. AUNTONOMIA: CONCEPTO Y CLASES.

Fontanarrosa afirma que toda la vida jurídica de un país está regida por el derecho, que constituye
un ordenamiento único y total. A cada sector de la vida le corresponde un sector de ordenamiento
jurídico que toma diversos nombres según la materia que ha de regular.

Según Fontanarrosa, una rama del derecho es autónoma cuando tiene autonomía legislativa,
didáctica y científica:

Autonomía didáctica: cuando esa rama es estudiada en forma independiente y con su propio
programa en facultades. Cuando el estudio de una rama del derecho pueda o deba constituir
materia especial de investigación y de enseñanza.

Autonomía legislativa: cuando una rama tiene su propia regulación jurídica, con normas que
integran un conjunto orgánico con independencia formal.

Autonomía científica: cuando una rama tiene sus propios principios que constituyen una
construcción científica cerrada. Ninguna rama es completamente cerrada. Si el juez no posee una
solución va a realizar la analogía y buscarla en otra rama. Cuando posee un conjunto de normas
regidas por principios que le son propios.

La autonomía del derecho comercial es producto de la historia, nace con la necesidad que las
circunstancias históricas imponen. Actualmente se observa la existencia de un proceso de
unificación del Derecho Civil y Comercial, facilitado por el fraccionamiento de la legislación en una
serie de cuerpos legales aplicables a determinadas instituciones.

La autonomía del Derecho Comercial surge del art. 75 inc. 12 de la C. N.: “Corresponde al
Congreso: dictar los códigos Civil, Comercial, Penal, (…), en cuerpos unificados o separados…”.

También podría gustarte