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UNIDAD 1

ANTECEDENTES

• Codificación Civil:

Con el Triunfo de las Ideas Políticas de la Rev. Francesa y el Cód. Napoleónico, no se contempla
a la agricultura como materia especial, sino que sus normas se dictan con carácter general sin
atender a la condición de agricultor, industrial, o profesional liberal de sus destinatarios.

Esta codificación civil que se extendió en Europa y América debía provocar lo que se ha
llamado un proceso de desagrarización, sobre todo como consecuencia de la regulación
principalmente dada al dominio y a los contratos, caracterizados, como se ha dicho, por su
falta absoluta de consideración del principio productivista y social.

El Código de Vélez, ante la inexistencia de normas especiales para la propiedad rústica


contribuía a la división de la tierra, ya sea por actos entre vivos o por aplicación del régimen
hereditario, posibilitando la atomización del derecho de propiedad, puesto que la tierra
constituía el ejemplo típico de las cosas divisibles, es decir susceptibles de ser divididas en
tantas porciones reales 3 como lo quisiera la voluntad del propietario, ya que cada una de.
ellas forman un todo homogéneo y análogo, tanto a las otras partes como a la cosa misma en
el concepto del art. 2326 del Cód. Civil (antes de la reforma de la ley 17.711).

Lo mismo ocurría en materia de contratos al limitarse a reglar el contrato de locación de cosas


como única figura nominada, que a juicio del codificador (según opinión vertida en la nota del
art. 2503) serviría de intermediario suficiente entre los propietarios y los cultivadores oradores
de ganado." Pronto se vio que tal profecía no iba a poder cumplirse, pues el posterior
desarrollo agrario y social demostró el sinnúmero de problemas de orden técnico, económico y
social que el régimen civil produciría. sobre todo, por la vigencia amplia del principio pacta
sunt servanda consagrado en el art. 1197 del Código.

S/ Ballrín Marcial la guerra de 1914-1918 supone una línea divisoria entre dos épocas y que
desde el punto de vista de la evolución agraria este acontecimiento histórico abre un periodo
tan trascendental de reformas agrarias, resultando justa la afirmación de que “Solo después de
la Gran Guerra es cuando comienza propiamente a hablarse de Derecho Agrario”. El derecho
agrario como lo concebimos actualmente, el planteamiento de sus problemas más relevantes,
sólo adquieren fisonomía propia en tanto y en cuanto las causas que habían originado su
subordinación al derecho civil comienzan a desaparecer, y ello ocurre, según ya se ha visto,
como resultado de profundas re formas que se perciben al terminar la guerra mundial y como
con Secuencia de ellas

• Constitucionalismo social: Surge la idea de la Función Social de la Propiedad, lo que


implica reconocer que continúa siendo un derecho subjetivo, aunque sin los caracteres clásicos
de ser absoluto y eventualmente perpetuo.

El principio adquirió vigencia universal quedando definitiva mente institucionalizado en las


constituciones dictadas después de la Segunda Guerra Mundial, como la italiana de 1948, en
cuanto estipula que con el fin de conseguir "el razonable rendimiento del suelo y de
"establecer equitativas relaciones sociales, la fey impondrá obligaciones y vínculos a la
propiedad de la tierra privada. fijando limites a su extensión, según la región y la zona agraria,
promoverá e impondrá las mejoras de la tierra, la transformación del latifundio y la
reconstrucción de la unidad productiva; ayudará a la pequeña y a la mediana propiedad"
La concepción clásica del dominio aparece pues reemplazada por otra con señalado aspecto
social, conviniendo insistir -como lo señala Messineo-que ello no quita que la propiedad
individual siga siendo reconocida y protegida pues continúa siendo poder exclusivo y pleno del
propietario, y sea como tal la pilastra del ordenamiento económico y jurídico de aquel poder.

Como lo ha señalado Bella los países americanos y europeos comienzan a sancionar una nueva
legislación que ejecuta los principios constitucionales inspirados en el concepto de función
social. tendientes a resolver el problema de la tierra con la finalidad de obtener la máxima
utilización del suelo agrario y su fraccionamiento entre una cantidad cada vez mayor de
agricultores, entre una cantidad cada vez mayor de agricultores, y, de este modo, con arreglo
al derecho positivo elaborado con posterioridad a la Pri Sera Guerra Mundial, la propiedad que
tiene por objeto la tierra destinada a la explotación agropecuaria, no puede ser definida ya con
referencia a las normas del Código Civil, sin tener en cuenta complejo de leyes inspiradas
ahora en la función productiva del suelo agrario que impone límites a la disponibilidad y goce
de la tierra.

Con arreglo a los nuevos principios se dicta en numerosos países una legislación que deriva de
las normas constitucionales y que recibe el nombre genérico de leyes de reforma agraria, pero
importa Señalar que aun en países en que la reforma constitucional no se realizó, de todos
modos, esos principios se abrieron paso inconteniblemente en la legislación que debió
sancionarse para resolver los problemas que plantearon las nuevas condiciones económicas y
sociales posteriores a la guerra mundial, que responden a apremiantes Circunstancias, y que,
como ha señalado el maestro italiano, configuran un verdadero estatuto de la propiedad
agraria en la que domina su función productiva, que al imponer nuevas limitaciones a la
disponibilidad y al goce de la tierra se separan cada vez más de los principios contenidos en el
Código Civil, inspirados contrariamente en una concepción individualista del derecho de
propiedad y sin con sideración de este factor que to impregna de un contenido distinto.

Lo primero que debe advertirse respecto del constitucionalismo social es que, como dice
Vanossi, él no repudia, sino que, por el contrario, mantiene en vigencia los postulados básicos
del constitucionalismo liberal tradicional; libertad, representación, separación de los poderes y
legalidad, a diferencia de lo que ocurre con el constitucionalismo marxista que parte del
rechazo del principio de la separación de los poderes, la ilimitación del poder y su
concentración. además de no admitir el pluralismo político que lo lleva a la fórmula del
unipartidismo.

El moderno constitucionalismo social es una consecuencia de varias corrientes que, como dice
Vanossi, alineadas en una concepción democrática del Estado, vuelcan los aportes filosoficos y
políticos del neoliberalismo, de la socialdemocracia y de la doctrina social-católica, y el paso de
un constitucionalismo clásico a otro social se evidencia en una doble transformación: en el
tránsito del Estado abstencionista al Estado intervencionista, en la complementación de
derechos individuales con el surgimiento de derechos sociales.

Aun en aquellos países como el nuestro en que no hubo una renovación de la constitución, la
influencia de los principios del constitucionalismo social se hizo sentir y éstos se abrieron paso,
como puede observarse con nitidez es la primera ley de colonización (12.630) dictada en el año
1940 y cuyo art. 1 establecía que "la propiedad de la tierra queda sujeta a las limitaciones y
restricciones que se de terminan en esta ley de acuerdo al interés colectivo" la Suprema Corte
de Justicia de la Nación había afirmado que si bien la CN del 83 no ha determinado an orden
económico, a la manera como ha estatuido las garantías individuales, ello no quita que el
Estado pueda desarrollar su acción cuando lo requieran las exigencias de la vida
contemporánea", y más concretamente en abril de 1922, es decir hace setenta y cinco años,
en el leading case Ercolano c/Lanteri de Renshaw habia sentado el principio de que ni el
derecho de usar disponer de la propiedad, ni ningún otro derecho reconocido por la
Constitución. reviste el carácter de absoluto. Un derecho ilimitado sería una concepción
antisocial. La reglamentación o limitación del ejercicio de los derechos individuales es una
necesidad derivada de la convivencia social. Reglamentar un derecho es limitarlo, es hacerlo
compatible con el derecho de los demás dentro de la comunidad y con los intereses superiores
de esta última hay restricciones a la propiedad y a las actividades individuales cuya
legitimación no puede discutiese en principio, sino en su extensión y posteriormente sostuvo
"que no hay inviolabilidad de la propiedad que prevalezca contra una urgencia de bienestar
general.

Señala Ballarín Marcial que la Segunda Guerra Mundial tendrá, igual que la Primera, gran
influencia en la evolución jurídica posterior, y surgirán constituciones nuevas en países como
Alemania. Francia e Italia, sin contar las del mundo socialista, en las que se ratifica la
concepción de la propiedad como algo que debe cumplir una función social, y, sobre todo,
triunfará definitivamente la idea de la empresa y de la explotación agraria como base del
ordena miento jurídico de la tierra.

El problema ecológico y el peligro para la integridad de los recursos naturales ha originado en


estos últimos años una creciente preocupación que no deja de interesar a los juristas agrarios
toda vez que la tierra aparece en primer lugar en el inventario de los re cursos naturales
perteneciendo a la categoría, por cierto discutida, de recursos naturales renovables, aunque
debe advertirse que nuestra materia no tiene una competencia exclusiva en este aspecto,
según lo apunta Carrozza: como veremos en el apartado siguiente, los re cursos llamados con
poca precisión como renovables sufren o pueden sufrir un progresivo empobrecimiento y su
subsistencia depende de que sean administrados racionalmente,

De todos modos, la importancia del problema ha motivado la preocupación de los juristas que
se han ocupado del tema, y en las constituciones más recientes se proponen algunas
soluciones. Entre ellas debemos. mencionar la Constitución soviética (1977) que establecía la
obligación de utilizar eficazmente la tierra, tratarla con solicitud y elevar su fertilidad; los
ciudadanos están obligados a utilizar de un modo racional las parcelas concedidas.

Se enrola en esta tendencia el derecho público provincial argentino en las más recientes
reformas.

• Intervención Estatal del Estado en la Economía Agraria:

Influyo poderosamente en el desarrollo de la legislación especial, y se inicia se inicia durante la


Primera Guerra Mundial por la crisis que ella produce en la economía de los países
productores y se mantiene luego en los años posteriores como una actitud definitiva del
Estado moderno que la regula o planifica, con mayor o menor intensidad, según los distintos
países y las diferentes épocas, pero puede decirse que nadie escapa a este control; el Estado
abandona su indiferencia frente a los problemas económicos que afectan la producción
comercialización e industrialización de los productos agrarios

El límite de la intervención estatal ha de hallarse en los derechos y garantías que la


Constitución consagra.
S/ Villegas La Constitución, dice el autor citado, condiciona el goce de los derechos
enumerados en el art. 14 -entre éstos, el de comerciar-a las leyes que reglamentan su ejercicio
y, según nuestro ordena miento constitucional, corresponde al Gobierno federal reglar el
comercio internacional e interprovincial (art. 75, inc. 13, después de la reforma de 1994).

Entre las causas que han motivado el abandono de la abstención estatal y la consiguiente
intervención en la economía agrícola se cita la natural evolución del sistema capitalista,
proclive a la concentración de empresas, que desemboca en actividades monopolistas,
alterando el mercado, que de este modo obliga al Estado a restablecer el equilibrio del
mercado y la libre competencia.

A este factor, que es común a las demás actividades económicas, se agregan principalmente
las situaciones de crisis en la producción agraria que han obligado a la adopción de medidas
para protegerla.

La actividad agraria, en efecto, se caracteriza por un doble riesgo, el relativo al mercado, y el


particularísimo referente al ambiente en que la producción se desarrolla, sujeta a los
incontrolables elementos de la naturaleza, a los imprevisibles acontecimientos naturales, a la
subordinación natural del acto productivo, en suma, al ambiente externo.

Las actividades monopolistas han obligado en nuestro país al dictado de normas de control o
policía del comercio, tanto de la Carne como de los granos y otros productos agrarios. La
segunda de las causas mencionadas ha motivado la intervención estatal bajo distintos aspectos
que se verán oportunamente, pero en forma fundamental a la regulación del mercado
agropecuario ya sea actuando sobre los precios sobre la oferta o sobre la demanda.

La regulación de la producción agropecuaria, fenómeno relativamente reciente, ha originado


un notable desarrollo de la legislación, mediante la sanción de leyes de carácter público,
ampliándose cada vez más en esta dirección las normas jurídicas agrarias.

Las razones que quedan sucintamente reseñadas, esto es, la adopción de un criterio nuevo
para calificar al derecho de propiedad cuando tiene por objeto la tierra destinada a la
explotación, y la intervención del Estado en la economía agraria, fundamentalmente mediante
el control del comercio y la industria de productos agro pecuarios, se tradujeron, como resulta
obvio, en un complejo date! yes especiales dictadas en todos los países del mundo en los que
la producción agraria tiene relevancia y que han nacido con el propósito de adaptar o
acomodar la legislación común a las necesidades agropecuarias.

• El Problema de la Autonomía. Escuela Jca Formal y Escuela Técnica Económica:

Es en las páginas de la Rivista di Diritto Agratio" (Clave antecedente del derecho agrario asi
como la fundación del Instituto de Derecho Agrario y Comparado) principalmente entre los
años 1928-1930 donde se registra la elevada discusión doctrinaria que transcurre en Italia,
tendiente a la indagación de la naturaleza del derecho agrario y su autonomía, en la que
intervinieron los juristas más importantes de ese país, no sólo agraristas, sino principalmente
civilistas, mercantilistas y administrativistas, en la que, como se verá, pronto se advierten dos
posiciones o tendencias opuestas Dice Luna Serrano que la génesis doctrinal del derecho
agrario se pro duce, principalmente, como consecuencia de la atención prestada por los
juristas a los problemas sociales agrarios que sobrevienen luego de la Primera Guerra Mundial,
que generó un movimiento de reformas-agrarias y que la preocupación científica por estos
problemas tuvo mayor repercusión en Italia cuya legislación civil, fuertemente influida in
francesa, demostró pronto su incapacidad para resol por ver los diversos problemas agrarios, y
en donde comenzó a prepararse una reforma del derecho privado que cristalizaría en 1942 con
la sanción del nuevo Código.

La doctrina ha hecho notar que resulta inconveniente empleo de este término pues autonomía
significa bastarse a sí mismo y es indudable que ninguna rama del derecha puede tener tal
tensión: el prestigioso comercialista rosarino Fontanarrosa recordaba que el derecho se
presenta como una sola e inmensa institución que sólo la limitación de las fuerzas humanas
obliga a fraccionar para su estudio en una serie de ramas singulares. Por tal razón. Carrozza ha
afirmado que autonomía no puede, más que entenderse en un sentido Relativo, y esta
relatividad depende también del hecho de que existen estados, de dependencia del derecho
agrario respecto de otras ramas del derecho, como ocurre con el derecho va el derecho
comercial y, aun, con el derecho del trabajo. La relatividad estribaría tal vez, dice el maestro
italiano, en la imposibilidad de concebir una total independencia del derecho agrario del
derecho civil, tomando a éste como término de comparación, como usualmente ocurre con los
autores que se alinean en una posición negatoria, por el peso de la tradición que ve el derecho
agrario como algo muy cercano al derecho civil fundiario, pero agrega que razones análogas
podrían encontrarse con respecto al derecho comercial, sobre todo en relación con la noción
de empresa.

Esta cuestión de la autonomía es estudiada tradicionalmente a través de distintos aspectos o


fases de ella, a saber, autonomía didáctica, legislativa y científica, a la que más recientemente
parece agregarse la autonomía jurisdiccional, aunque no todas tengan misma importancia
modernamente y, en general, como podremos ver la-doctrina agrarista parece preferir en
nuestros días darle un enfoque distinto, de mayor moderación en sus alcances, sin dejar de re
conocerse la gran gravitación e influencia que han tenido en la doctrina, las posiciones de las
dos escuelas que se han ocupado de este tradicional tema.

En cuanto a la Escuela Negatoria, decía su principal defensor Arcangeli que había una falta de
principios peculiares que justifiquen algo tan grave como la descomposición de la unidad del
derecho privado, aunque con distintos puntos de vista. Ha sostenido dicho autor que mucho se
ha declarado acerca de la importancia del derecho agrario y la necesidad de una enseñanza
especial, o la de dictar un código agrario, pero no es la enseñanza particular, o un Código, lo
que puede resolver el problema de la autonomía, ya que una rama del derecho tiene
propiamente autonomía doctrinaria posee principios generales comunes a toda aquella rama
del derecho y propios solamente de ella, porque si faltaran dichos principios generales faltaría
la unidad de la materia, y existiría solamente una acumulación de instituciones carentes de un
vínculo sustancial.

Refutando la opinión de Bolla que funda la autonomía en la existencia de una hacienda del
agricultor cuya organización necesita un reglamento propio, sostiene que cualquier actividad,
agrícola o no requiere una hacienda, grande o chica, pero siempre resta saber si las normas
particulares que regirían ésta hacienda no se encuentran bajo la influencia de principios
generales directivos de las dos grandes ramas del derecho. Iguales posturas adoptaron los
italianos Scialoja y Vitta, y entre nosotros la sostuvo Sánchez Sorondo, al informar su proyecto
de Código Rural para Buenos Aires cuando expresaba que los intereses rurales no se distinguen
de los civiles y deben estar ambos regidos por la misma ley.

Sostenia Bolla que el cambio-de-la-estructura política, económica y social que produjo la gran
guerra trajo como consecuencia inevitable una modificación sustancial en la técnica de la
explotación agraria, y que el desarrollo histórico de la agricultura moderna está caracterizado
por el doble fenómeno que los economistas denominan intensificación y "racionalización de la
producción agraria; el primero se inicia en el siglo xx, produciéndose, una nueva orientación en
la economía cual por la implantación de técnicas que revolucionan los métodos antiguos de
explotación, y luego de la finalización de la Primera Guerra Mundial, y como consecuencia de
ésta, se inicia el proceso de racionalización de la agricultura, abriéndose por esta vía
espectaculares perspectivas para la producción y distribución de los fines de la tierra. Ambos
procesos originan juicio de Bolla, una nueva organización de la actividad agrícola, que a su vez
ejerce una influencia profunda sobre todos los actores económicos, sociales y políticos
atinentes a la industria rural.

Afirma Bolla que las instituciones de derecho privado vinculadas a agricultura y basadas en el
derecho de propiedad sienten la influencia de principios que ponen cada vez más en evidencia
la insuficiencia de la ley civil para regular la materia agraria. Agrega que. el derecho de
propiedad que tiene por objeto la tierra, asume siempre mayor contenido cuando se adecua a
las necesidades sociales de la agricultura y a las finalidades técnicas de la producción agraria. El
poder juridico del que posee la tierra se convierte en un deber juridico,

La propiedad rural un tipo de propiedad que el derecho debe regular en armonía con la forma
de la actividad que el hombre desarrolla sobre ella. La propiedad de la tierra ya no puede ser
definida remitiéndose a las normas del Codigo Civil sin tener en cuenta el complejo de leyes
inspiradas en la función productiva del, suelo agrario que impone límites a la disponibilidad y al
goce de la tierra.

Expresa el maestro italiano que si se estudia el complejo de normas que disciplinan la actividad
agraria, es fácil destacar estos caracteres que explican la diferenciación con las del derecho
común es circunscripta la esfera de aplicación de las leyes: es particular el espiritu de las
personas y de la industria y es el fin de las leyes: y es autónoma la fuente original del
ordenamiento jurídico de la agricultura.

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