2.1. Biografía. (1875-1939) Antonio Machado nació en Sevilla, un año después que su hermano Manuel, en 1875. Con su familia se establece en Madrid en 1883 y acude a la Institución Libre de Enseñanza, como su hermano. Con él viaja a París y conoce a Rubén Darío en 1902. En 1907 se traslada a Soria como catedrático de francés; allí conoce a la jovencísima Leonor Izquierdo, y se casa con ella en 1909. Leonor muere, después de una larga enfermedad, en 1912. Antonio Machado, profundamente entristecido, deja Soria y se va ese mismo año a Baeza y después a Segovia, en 1919. En Segovia y en Madrid, que primero visita frecuentemente y adonde se traslada en 1931, su vida literaria es muy activa: tertulias, conferencias, colaboraciones en revistas. En 1927 es elegido miembro de la Real Academia Española. El poeta no fue insensible a los sucesos de 1898, pero no reaccionó inmediatamente, como lo hicieron los otros autores de esta Generación. Por el contrario, el proceso de Antonio Machado es inverso: inicialmente se mueve en el mundo de los modernistas; después coincide en muchos aspectos con las inquietudes y preocupaciones de los noventayochistas. Pero, mientras que éstos se inclinan hacia posturas moderadas e idealistas, él evoluciona cada vez más hacia la izquierda política, distanciándose de sus compañeros de la Generación del 98. Cuando estalla la Guerra Civil española, en 1936, fiel a sus ideales y a su militancia republicana, sale primero de Madrid y finalmente de España en 1939. Se instala con su anciana madre en un pueblecito francés, Collioure, donde muere el 22 de febrero de 1939.
2.2. Trayectoria poética
La obra de este autor es un magnífico ejemplo de cómo Modernismo y 98 muchas veces se solapan y superponen, ya que en su producción se distinguen tres etapas. La primera se identifica con su periodo modernista. La segunda corresponde al periodo de los poemas castellanos, de la preocupación por España, donde se observa un acercamiento con los autores del Grupo del 98. En la tercera predominan las preocupaciones filosóficas y folclóricas. 1. Hasta 1907 transcurren su infancia en Sevilla y su juventud en Madrid. Es su etapa de formación, que culmina con su estancia en París, donde conoce el Simbolismo y a Rubén Darío. Es su arranque modernista, que cristaliza en su primera obra, Soledades, publicada primero en 1903, y después en 1907, con algunos poemas suprimidos y otros añadidos, y con el nombre de Soledades. Galerías. Otros poemas. A pesar de una tendencia a la sobriedad expresiva que se observa -sobre todo- en los poemas de la segunda edición, es mucho lo que 2
hay de Modernismo en estos comienzos machadianos. Se trata, eso sí, de un
Modernismo intimista, con esa veta romántica que recuerda a Bécquer o a Rosalía de Castro. Escribe tratando de apresar los sentimientos universales: el tiempo, la muerte, Dios. Es decir, el problema del destino del hombre, de la condición humana. Pero hay también nostálgicos recuerdos de la infancia, finísimas evocaciones de paisaje, un amor más soñado que vivido... Motivos temáticos tan característicos de Machado como la tarde, el agua, la noria, las “galerías”, etc. constituyen símbolos de realidades profundas, de obsesiones íntimas (el agua, por ejemplo, es símbolo de vida cuando brota, símbolo de la fugacidad cuando corre -como los ríos de Jorge Manrique-, símbolo de la muerte cuando está quieta o cuando es el mar). Su versificación es la propia del modernismo: versos dodecasílabos y alejandrinos. Sin embargo, ya se observa el gusto por formas más sencillas, como la silva.
2. Hasta 1919 se desarrolla su vida como profesor de instituto en Soria y en
Baeza. Son los años en los que conoce a Leonor y se casa con ella. Su presencia, primero, y su muerte, después, marcarán su vida y su poesía. También es decisivo su encuentro con Castilla, concretamente con Soria, sus paisajes y sus gentes. En 1912 publica Campos de Castilla, un libro mucho menos simbólico y mucho más directo. Dos son los temas principales: la decadencia de España y el carácter de sus habitantes. Esta preocupación patriótica sugiere poemas sobre el pasado, presente y futuro español (“Del pasado efímero” “El mañana efímero”) y se observa en ellos una crítica descarnada del pasado y el presente de España. Esta crítica adopta una visión histórica y progresista animada por la fe en otra España. El paisaje se recoge de una forma absolutamente objetiva en algunos poemas, sin embargo se aprecia también cierta subjetividad con la que Machado proyecta sus sentimientos, su visión lírica, pero a la vez crítica, de Castilla/España, para lo que acentúa lo recio y austero y lo que sugiere soledad, fugacidad o muerte (“Orillas del Duero”, “Campos de Soria”). Estilísticamente se trata de un poemario. En 1917, Machado hace una primera edición de Poesías completas, y en ella Campos de Castilla aparece con nuevos poemas, escritos después de la muerte de Leonor y ya desde Baeza y Madrid. Los Proverbios y cantares, poemas muy breves y de carácter sentencioso y las Parábolas, del mismo carácter, en las que se trata el problema del “otro”. Son, unas veces, chispazos líricos; otras, filosóficos. Siete poemas dedicados a la muerte de Leonor. (“A José María Palacio”). “La tierra de Alvar González”, largo romance sobre la maldad humana. Es una historia fraticida que gira en torno a la codicia y envidia por la propiedad de 3
la tierra, producto de la dureza y miseria de aquellas tierras.
El libro se completa con una serie de “Elogios”: “A Don Francisco Giner de los Ríos”, o los dedicados a Rubén Darío, Unamuno o Juan Ramón.
3. A partir de 1919, primero en Segovia y después en Madrid, tuvo una gran
actividad literaria como crítico, conferenciante, etc. Es también la etapa en la que colabora con su hermano Manuel en varias obras de teatro. Pero poéticamente es una etapa de menor riqueza y producción. Dentro de su tercera etapa nos encontramos con Nuevas Canciones (1924), un libro breve y heterogéneo, en el que algunos poemas recuerdan a Campos de Castilla; en otros aparece el campo andaluz, a veces con adornos mitológicos. Encontramos también composiciones intimistas y poesías de circunstancias. Lo más representativo son los nuevos Proverbios y cantares en los que prima lo conceptual, ya que las inquietudes filosóficas pasan a ocupar un primer plano. Por último, podemos hablar de la producción poética en los últimos años de su vida, que es escasa. Caben destacar las Canciones a Guiomar, testimonio de su nuevo y tardío amor. Sin embargo, por esos años triunfan ya los movimientos de Vanguardia, que rechazan al poeta andaluz por considerarlo un fruto caduco del viejo arte burgués. También son importantes sus Poesías de guerra, en los que Machado adopta el papel de poeta cívico y bélico en la Guerra Civil (“El crimen fue en Granada”, desgarradora elegía a Federico García Lorca). Para acabar, señalaremos que Machado escribió en prosa Juan de Mairena En ella expuso sus problemas filosóficos, estéticos y políticos.