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TAREA: DEL SACRAMENTO DE LA CONFIRMACION, CONCILIOS FLORENCIA, TRENTO Y

EL CATECISMO DE LA IGLESIA CATOLICA.


CATEDRÁTICO: PBRO. ALEJANDRO CONSTANTE.
ALUMNO: SANTOS ALONSO AMTE GARCÍA
CATEDRA: SACRAMENTOLOGIA ESPECIAL
FECHA: 17/08/2022.

LOS CONCILIOS DE UNION CON LOS GRIEGOS 1, En la baja edad media se realizaron dos concilios
de unión con la Iglesia oriental: Lyón 1274 y Ferrara – Florencia 1438-39. CONCILIO DE FERRARA -
FLORENCIA 1438. Fue un concilio “papal”, convocado por el papa Eugenio IV. La delegación griega era grande
y bien representada: además del emperador, el patriarca José, los arzobispos de Éfeso, Nicea y Kiev, más los
representantes de los otros 3 patriarcados. Unos 700. No hubo coacción ni falta de libertad. Globalmente fue el
concilio que los griegos siempre habían propuesto. Se trataron los temas de siempre: filioque, primado, purgatorio,
más materia y forma de la eucaristía. Un poco cada quien lo entendió a su modo. Sin embargo, se daban otras
situaciones. Estaba la presión de las circunstancias políticas. El emperador Juan VIII (1425-48) tomó parte
personalmente. "Pero uno tiene la impresión de que cuanto más duraba el concilio, cuanto más puntualmente iba
descubriendo el emperador las dificultades financieras y las deudas del papa y cuanto mejor podía comprobar,
con gran decepción, el escaso interés de los príncipes seculares, tanto menos convencido estaba del éxito político
de una unión eclesiástica. El segundo sacramento es la confirmación, cuya materia es el crisma, compuesto de
aceite que significa el brillo de la conciencia, y de bálsamo, que significa el buen olor de la buena fama, bendecido
por el obispo. La forma es.: Te signo con el signo de la cruz y confirmo con el crisma de la salud, en el nombre
del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. El ministro ordinario es el obispo. El efecto de este sacramento es que
en él se da el Espíritu Santo para fortalecer, como les fue dado a los Apóstoles el día de Pentecostés, para que el
cristiano confiese valerosamente el nombre de Cristo. Por eso, el confirmando es ungido en la frente, donde está
el asiento de la vergüenza, para que no se avergüence de confesar el nombre de Cristo y señaladamente su cruz que
es escándalo para los judíos y necedad para los gentiles [cf. 1 Cor. 1, 23], según el Apóstol; por eso es señalado
con la señal de la cruz.

CONCILIO TRENTO: Cánones de los Sacramentos en común. CAN. I. Si alguno dijere, que los
Sacramentos de la nueva ley no fueron todos instituidos por Jesucristo nuestro Señor; o que son más o menos que
siete, es a saber: Bautismo, Confirmación, Eucaristía, Penitencia, Extremaunción, Orden y Matrimonio; o también
que alguno de estos siete no es Sacramento con toda verdad, y propiedad; sea excomulgado. CAN. IX. Si alguno
dijere, que, por los tres Sacramentos, Bautismo, Confirmación y Orden, no se imprime carácter en el alma, esto
es, cierta señal espiritual e indeleble, por cuya razón no se pueden reiterar estos Sacramentos; sea excomulgado.
Cánones de la Confirmación. CAN. I. Si alguno dijere, que la Confirmación de los bautizados es ceremonia inútil,
y no por el contrario, verdadero y propio Sacramento; o dijere, que no fue antiguamente más que cierta instrucción
en que los niños próximos a entrar en la adolescencia, exponían ante la Iglesia los fundamentos de su fe; sea
excomulgado. CAN. II. Si alguno dijere, que son injuriosos al Espíritu Santo los que atribuyen alguna virtud al
sagrado crisma de la Confirmación; sea excomulgado. CAN. III. Si alguno dijere, que el ministro ordinario de la
santa Confirmación, es no solo el Obispo sino cualquier mero sacerdote; sea excomulgado. Concilio en el estado

1 Hans-Georg Beck, Manual de historia de la Iglesia, IV, Herder, Barcelona 1986, 209-226.733-65. Hubert Jedin, Breve Storia dei concili, Herder,
Brescia 1986, 79-84.113-121. Y otros libros que no me da la gana citar.
en que se halla, establece y decreta que habiéndose ya definido en las Sesiones pasadas las materias de los siete
Sacramentos de la nueva ley en general, y en particular del Bautismo y Confirmación; se debe ventilar y tratar
del sacramento de la santísima Eucaristía, y además de esto, en lo tocante a la reforma, de los restantes puntos
pertenecientes a la más fácil y cómoda residencia de los Prelados. El concilio de Trento declaró que nada impide
a los regenerados entrar en el cielo; Dz 792. La tradición unánime de la Iglesia asegura que los bautizados que
parten de esta vida antes de recibir imposición de manos del obispo pueden conseguir la salvación eterna. El
concilio de Trento declaró que nada impide a los regenerados entrar en el cielo; Dz 792. La tradición unánime de
la Iglesia asegura que los bautizados que parten de esta vida antes de recibir imposición de manos del obispo
pueden conseguir la salvación eterna. El ministro ordinario de la confirmación es únicamente el obispo (de fe).
El concilio de Trento declaró, contra las tendencias antijerárquicas de las sectas medievales (valdenses, wiclifitas,
husitas) y contra la doctrina y práctica de la Iglesia ortodoxa griega, la cual considera al simple presbítero como
ministro ordinario de la confirmación: «Si quis dixerit, sanctae confirmationis ordinarium ministrum non esse
solum episcopum, sed quemvis simplicem sacerdotem». Realidad histórica exterior al concilio. No hay duda que
el concilio era muy esperado por muchos cristianos. Se consideraba como el único medio de salvación (recordar
tendencias conciliaristas extremas y moderadas), pero a su convocación se oponían varias dificultades de diversa
índole. Lutero lo había invocado varias veces en el 1518 cuando comenzó su proceso en Alemania, y luego en el
1520 cuando vino la bula Exsurge. En la dieta de Nüremberg, 1522, católicos y protestantes coincidían en su
necesidad, pero del bando luterano se ponían como condiciones "libre, universal, cristiano, en tierra germana".
Libre: bajo la dirección del emperador y de los príncipes no del papa; cristiano: compuesto por también por laicos,
y fieles al único criterio de fe, esto es, la Escritura. Decreto sobre la Sagrada Escritura y sobre la Tradición, "el
concilio acoge y venera con igual sentido de respeto y veneración". La revelación está contenida en ambas. Se
dieron también decretos sobre el canon del A. y N. testamento, la autenticidad de la Vulgata en el sentido
dogmático (no filológico, ausencia de errores de traducción), el pecado original, la justificación, los sacramentos
en general, el bautismo y la confirmación.

CATECISMO DE LA IGLESIA CATOLICA: En la encamación del Hijo de Dios se encuentra "el culmen"
del don de Dios y de su auto comunicación (TMA 44). Es el Espíritu Santo quien actualiza en la Iglesia de todos
los tiempos y de todos los lugares, la única revelación traída por Cristo a los hombres comunicándola, de modo
eficaz, a cada uno de ellos (Gn 14,26). Por tanto como objetivo primario se establece también "el reconocimiento
de la presencia y de la acción del Espíritu, que actúa en la Iglesia tanto sacramentalmente, sobre todo por la
confirmación, como a través de los diversos carismas, tareas y ministerios que él ha suscitado para su bien" (TMA,
45). Nos proponemos profundizar en la celebración del sacramento de la Confirmación para ayudar a los
catequistas, agentes de pastoral y confirmados a entrar en la gracia y los efectos de este sacramento, que configura
al bautizado más profundamente con Cristo. Somos conscientes de que el mayor conocimiento de las palabras y
signos de la celebración por la que se actualiza el acontecimiento de Pentecostés, llevará a una más fructuosa
participación en la misma, y por tanto a una configuración mayor con Cristo. De ese modo el Don del Espíritu
Santo será mejor recibido y producirá sus frutos comunicando sus dones. Queremos ayudar a descubrir más la
unidad de todo el proceso de la iniciación cristiana y la conexión de este sacramento con el del Bautismo y
Eucaristía. Lo haremos siguiendo el Ritual de la Confirmación y comentando a modo de catequesis sus contenidos
y ritos, en orden a una mayor profundización en el misterio que se celebra. En resumen se podría decir lo que nos
dice el catecismo de la Iglesia católica. La Confirmación perfecciona la gracia bautismal; es el sacramento que
da el Espíritu Santo para enraizarnos más profundamente en la filiación divina, incorporarnos más firmemente a
Cristo, hacer más sólido nuestro vínculo con la Iglesia, asociarnos todavía más a su misión y ayudarnos a dar
testimonio de la fe cristiana por la palabra acompañada de las obras. La Confirmación, como el Bautismo, imprime
en el alma del cristiano un signo espiritual o carácter indeleble; por eso este sacramento sólo se puede recibir una
vez en la vida. El candidato a la Confirmación que ya ha alcanzado el uso de razón debe profesar la fe, estar en
estado de gracia, tener la intención de recibir el sacramento y estar preparado para asumir su papel de discípulo y
de testigo de Cristo, en la comunidad eclesial y en los asuntos temporales.El rito esencial de la Confirmación es
la unción con el Santo Crisma en la frente del bautizado (y en O riente, también en los otros órganos de los
sentidos), con la imposición de la mano del ministro y las palabras: "Accipe signaculum doni Spiritus Sancti"
("Recibe por esta señal el don del Espíritu Santo"), en el rito romano; "Signaculum doni Spiritus Sancti" ("Sello
del don del Espíritu Santo"), en el rito bizantino.

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