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SEMINARIO MAYOR, SAN OSCAR ARNULFO ROMERO ETAPA DE

TEOLOGIA.
Nombre: José Carlos Rivas Moreira
Catedrático: Pbro. José Alejando Constante
El sacramento de la confirmación en los concilios de Florencia, Trento. Y la
confirmación en el Catecismo de la Iglesia Católica.
Concilio de Florencia

En el concilio de Florencia encontramos que el sacramento de la confirmación imprime


carácter: «entre estos sacramentos hay tres, bautismo, confirmación, y orden, que imprimen
carácter en el alma, esto es cierta señal indeleble que distingue de las demás» (Dz 1313).
También menciona el santo crisma como la materia, «compuesto de aceite que significa el
brillo de la conciencia y el bálsamo, que significa el buen olor de la buena fama» (Dz697).
En este sacramento el ministro ordinario es el Obispo. Y aunque el simple sacerdote lo
puede administrar con dispensa del Obispo.

Concilio de Trento

Dirá el concilio de Trento sobre la confirmación: «Si alguno dijere que la confirmación
de los bautizados es ceremonia inútil y no por el contrario, verdadero y propio sacramento;
o dijere, que no fue antiguamente más cierta instrucción en que los niños próximos a entrar
en adolescencia, exponían ante la fe de la Iglesia los fundamentos de su fe, sea anatema»
(Con. Tren. Sesión VI, C. I). continúa diciendo “Si alguno dijere que son injuriosos el
Espíritu Santo los que atribuyen alguna virtud al sagrado crisma de la confirmación sea
excomulgado» (Con. Tren. Sesión VI, C. II).

El concilio de Trento también señala la unción y imposición de las manos. También


resalta el papel del obispo como el ministro del sacramento, dirá este canon «Si alguno
dijere que el ministro ordinario de la confirmación no es el obispo sino el mero sacerdote
sea excomulgado» (Con. Tren. Sesión VI, C. III).

Catecismo de la Iglesia Católica

El catecismo de la Iglesia, dice: con el Bautismo y la eucaristía, el sacramento de la


confirmación constituye el conjunto de los sacramentos de la iniciación cristiana (. En
efecto, a los bautizados, el sacramento de la Confirmación los une más íntimamente a la
Iglesia y los enriquece con una fortaleza especial de Espíritu santo. CEC 1285). Pero si
vemos desde el Antiguo Testamento, como los profetas anunciaron que el Espíritu del
Señor reposaría sobre el Mesías esperado (Cf. Is 11,2). Para realizar su misión salvífica (Lc
4,16-22; Is 61-1). El descenso del Espíritu Santo sobre Jesús fue el signo en el Bautismo
por Juan (CEC 1286)

En los primeros siglos la Confirmación constituye generalmente una única celebración


con el Bautismo. Existen dos posturas del rito en este numeral, por ejemplo: en occidente,
por el deseo se conserva al obispo el conferir la plenitud del bautismo, por lo cual, se
separan ambos ritos y la de oriente ha conservado unidos los dos sacramentos y puede
conferirla el presbítero que bautiza esto solo puede hacerlo con el myron consagrado por un
obispo (Cfr. CEC 1290-1291).

En el rito de este sacramento conviene considerar el signo de la unción y lo que la


unción designa e imprime: el sello espiritual, por tanto, los sacramentos de iniciación solo
se reciben una vez en la vida, (Cfr. 1293). Cristo mismo se declara marcado con el sello de
su Padre (Cf. Jn 6,27). El cristiano también está marcado con el sello. Este sello del Espíritu
Santo, marca la pertenencia total a Cristo. (CEC 1296)

Todo bautizado aun no confirmado, puede y debe recibir el sacramento de la


confirmación, Puesto que Bautismo, Confirmación y eucaristía forman una unidad. (Cfr.
CEC 1306).

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