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LA

EVANGELIZACIÓN
DE LOS CATÓLICOS
Manual para la misión de La Nueva Evangelización
SCOTT HAHN
LA NUEVA EVANGELIZACIÓN:
UNA MISIÓN PARA TODA LA IGLESIA

 A través de su Iglesia, Dios ha señalado el camino que lleva a él


 El camino hacia la santidad. Comprende participar en la misa y
recibir los sacramentos, hacer el bien a nuestro prójimo, También
comprende evangelizar.
 Catecismo de la Iglesia Católica numeral 1285 Cita la Lumen
Gentium, «auténticos testigos de Cristo» «quedan obligados aún
más, como auténticos testigos de Cristo, a extender y defender la fe
con sus palabras y sus obras».
 Cuando evangelizamos a otros, nos evangelizamos a nosotros
mismos.
EVANGELIZAR A LOS
EVANGELIZADORES

 Es por nuestro propio bien: porque se trata de acciones


esenciales en nuestra búsqueda de la santidad.
 Necesitamos evangelizar. En la Redemptoris Missio, el
Papa Juan Pablo II resumía el razonamiento que se encierra
detrás de esa necesidad, al escribir: «¡La fe se fortalece
dándola!».
 Dejas de hablar de tu fe, o buscas las respuestas. Al tener
que explicar la fe, uno aprende sobre la fe.
 Cuando uno comparte el Evangelio, se centra en el mensaje
cristiano básico, en la esencia de la Buena Nueva: quién es Cristo,
lo que nos ofrece y por qué necesitamos aquello que nos ofrece.
 “Porque os transmití en primer lugar lo mismo que yo recibí: que
Cristo murió por nuestros pecados, según las Escrituras; que fue
sepultado y que resucitó al tercer día, según las Escrituras; y que se
apareció a Cefas, y después a los doce… Porque, como por un
hombre vino la muerte, también por un hombre ha venido la
resurrección de los muertos. Y, así como en Adán todos mueren, así
también en Cristo todos serán vivificados” (1 Co 15, 3-5. 21-23).
LA HISTORIA DE AMOR
MÁS MARAVILLOSA DEL MUNDO

 Vemos la importancia del Evangelio, eso nos infunde nuevos deseos de


compartirlo. Nos hacemos conscientes de que la Buena Nueva es demasiado
maravillosa como para que nos la guardemos para nosotros. Dejamos de
pensar en ella como en algo que estamos obligados a creer y empezamos a
verla como una relación de amor con una Persona, con Jesucristo. 
 Jesucristo no es solo parte de la Buena Nueva: él es la Buena Nueva.
 Los grandes místicos de la Iglesia son hombres y mujeres que se enamoraron
perdidamente de Dios; ese amor no les apartó de la vida sacramental y las
devociones de la Iglesia. Más bien, lo que sucedió fue que ese amor les llevó a
vivir la vida sacramental y las devociones de la Iglesia con más profundidad.
OBRAS SON AMORES
 Si queremos que el testimonio de nuestras palabras llegue, el testimonio
de nuestra vida debe corresponderse con esas palabras. Nuestras
acciones empiezan a ser medidas por el rasero de nuestras palabras.
 Nos obliga a hacer cosas más grandes y nos ayuda a mantener a raya
nuestro genio, nuestra lengua u otros impulsos desordenados.
 Apuntar alto no significa que siempre acertemos en la diana. Pero
acertaremos con mucha más frecuencia que si no apuntamos nunca. Y,
por lo mismo, cuantas más veces apuntemos, más veces acertaremos.
En la vida moral –como en casi todo–, la perfección (o casi) se consigue
con la práctica.
UNA CULTURA NECESITADA

 Al compartir la fe, la fe crece. Al enseñar la fe, la fe se entiende. Y,


mediante el testimonio de la fe, nuestro testimonio se perfecciona.
 Los sacerdotes y los religiosos no pueden llegar donde llegan los
laicos. No pueden llegar a la gente a la que podemos llegar nosotros.
 A eso nos llama la nueva evangelización. Nos llama a transformar no
solo a las personas concretas, sino toda la cultura.
 Eso es lo que hacemos cuando compartimos nuestra fe. Estamos
transformando la cultura cuando presentamos a quienes están
inmersos en ella a la Persona que transformará la esencia misma de
sus vidas.
UNA CULTURA EN CRISIS
 El decreto del Concilio Vaticano II sobre el apostolado de los laicos,
Apostolicam Actuositatem, desarrolla esa idea, explicando que los
laicos, «hechos partícipes del ministerio sacerdotal, profético y real
de Cristo, cumplen su cometido en la misión de todo el pueblo de
Dios…». Continúa diciéndonos exactamente cómo compartimos esa
misión: mediante el «trabajo para la evangelización y santificación
de los hombres, y para la función y el desempeño de los negocios
temporales, llevado a cabo con espíritu evangélico». Por último, nos
dice dónde debe llevarse a cabo esa actividad: «en medio del mundo
y de los negocios temporales», debemos ejercer nuestro apostolado,
«fervientes en el espíritu cristiano… a manera de fermento» (n. 2).
 Nuestra tarea en la nueva evangelización es conducir a los
hombres y mujeres a esas verdades. No obstante, esa tarea
no es solo trabajo de un momento. Lo cual nos pone frente
a otro error muy extendido sobre la nueva evangelización:
el de los que piensan que la evangelización es proclamar el
Evangelio una única vez.
LA NUEVA EVANGELIZACIÓN:
TAREA DE TODA UNA VIDA

 En la encíclica Ecclesia de Eucharistía (sobre la Eucaristía


en relación con la Iglesia). Encontramos: «Así, la Eucaristía
es la fuente y, al mismo tiempo, la cumbre de toda la
evangelización».
 Al igual que muchos católicos, y la mayoría de los
protestantes, solía considerar la evangelización como la
proclamación del Evangelio o conseguir que alguien
creyera en Cristo.
 El cardenal Francis George afirma: «La mayor parte de lo que voy a
decir es, simplemente, una amplia nota a pie de página de una sola
frase. Todos los evangelizadores proclaman quién es Cristo; los
evangelizadores católicos proclaman un Cristo Eucaristía».
 El cardenal Ratzinger, Dirigiéndose a un grupo de catequistas
congregados en Roma, comentó la estructura y contenido de la
nueva evangelización. «La Iglesia siempre evangeliza y no ha
interrumpido nunca el camino de la evangelización», decía.
«Celebra el misterio de la Eucaristía todos los días, administra los
sacramentos, proclama… la Palabra de Dios… Y esta
evangelización da fruto».
EL FINAL DE LA
EVANGELIZACIÓN

 Tal y como lo ven los protestantes evangélicos, el objetivo


de la evangelización es conseguir llevar a alguien a creer en
Cristo, Hay que cultivar, además, una vida de fe: leer la
Biblia, ir a la iglesia, cumplir los mandamientos.
 Pero no es suficiente. Es solo el primer paso del hijo
pródigo en su camino hacia la casa de su padre. El final es
el cielo. Y la forma de llegar a él es mediante la Eucaristía.
UNA EVANGELIZACIÓN
EN TRES PARTES
 Para los primeros cristianos, la evangelización tenía un
significado mucho más amplio que el simple acercamiento
de una persona a la fe. Los cuatro pasos básicos. los veían
como una simple evangelización inicial que llevaba a la
decisión inicial.
 Después del primer paso, que era la conversión, se daba el
segundo paso, el del catecumenado. Ese era el modo de
expresar el compromiso con Cristo como nuevo creyente.
Después de ser evangelizado, uno tenía que ser catequizado.
 El catecumenado podía durar un año entero o incluso más.
En el caso de san Cipriano, duró casi tres años. llega
entonces el momento de ser sacramentalizado. era iniciado
en los misterios más profundos de la fe: los sacramentos.
UNA EVANGELIZACIÓN DE TODA
LA PERSONA
 En su Primera Apología, san Justino mártir resume cuál era el proceso de
instrucción: “Dado que muchos se convencen, y creen que lo que enseñamos y
decimos es verdad, y consideran que son capaces de vivir de ese modo, se les
enseña a rezar y a implorar a Dios, mediante el ayuno, la remisión de sus
pecados. Después son conducidos por nosotros a un lugar en donde hay agua, y
allí son regenerados del mismo modo que nosotros volvimos a nacer como hijos
de Dios”.
 Primero, «muchos se convencen». Ese es el resultado de la proclamación inicial.
Segundo, «y creen que lo que enseñamos y decimos es verdad». Eso viene de la
catequización.
 Tercero y último, «son regenerados del mismo modo que nosotros volvimos a
nacer como hijos de Dios». Eso es la recepción de los sacramentos y el
comienzo de la instrucción en los misterios de la fe.
 Así entendía la Iglesia primitiva la evangelización: como un
proceso que comprendía toda la persona –entendimiento,
cuerpo y voluntad– y que se iba desarrollando, mediante la
coordinación de los tres elementos, durante muchos años.
 La Buena Nueva no se agota con la proclamación de Cristo
como Señor y Salvador. Y tampoco es la recepción del
bautismo, la confirmación y la comunión el final del
camino cristiano. Es, simplemente, un comienzo más
glorioso. Cuanto más se profundiza en ella, mejor es la
Buena Nueva.
UNA EVANGELIZACIÓN DE
DIVINO ENAMORAMIENTO
 Noviazgo, compromiso y matrimonio.
 Como en el noviazgo, el camino cristiano no se acaba con la
evangelización. Empieza ahí. Como en el compromiso,
conocer la fe no es suficiente; uno ansía más: uno ansía una
relación de alianza, familiar. Y, como en el matrimonio, la
recepción de los sacramentos no es el final del camino. Es solo
el principio.
 la Catechesi Tradendae («Sobre la catequesis en nuestro
tiempo»), Juan Pablo II describe la catequesis como «un
momento o un aspecto de la evangelización».
 El Catecismo dice algo parecido: «Toda la vida cristiana
está marcada por el amor esponsal de Cristo y de la Iglesia.
Ya el Bautismo, entrada en el Pueblo de Dios, es un
misterio nupcial. Es, por así decirlo, como el baño de bodas
(cfr. Ef 5, 26-27) que precede al banquete de bodas, la
Eucaristía» (Catecismo de la Iglesia Católica, 1617).
UNA EVANGELIZACIÓN
QUE FORTALECE
 «Id, pues, y haced discípulos a todos los pueblos, bautizándolos en el
nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo; y enseñándoles a guardar
todo cuanto os he mandado» (Mt 28, 19-20).
 El mandato «Id» apunta a la proclamación inicial, el movimiento del
discípulo que se dirige al mundo para proclamar la Buena Nueva.
«Enseñándoles a guardar todo cuanto os he mandado» es la labor
catequética. Y «bautizándolos» señala el elemento sacramental de la nueva
evangelización, la llamada a traer a todos los pueblos de la tierra a la
familia de Dios.
 Este es el motivo por el que la evangelización debe basarse en la
Eucaristía. La Eucaristía nos ayuda a entender que proclamar los cuatro
pasos básicos de que hablamos antes nunca puede ser suficiente.
 Pedro aprendía más sobre Jesús y sobre sí mismo. Aprendió qué podía llegar a
hacer, si confiaba en Dios. Y aprendió que, a pesar de toda su fe, podía
traicionar a Aquel que amaba. Cada sí de Pedro se convertía en una lección de
humildad, una humildad que le permitió al final recibir la fuerza para llevar a
otros a Cristo.
 No hay una llamada. Hay muchas. Y un sí no le convierte a uno en discípulo. La
vida cristiana es un continuo sí. Cuantas más veces decimos sí, más crece
nuestro amor. Y, cuanto mayor es nuestro amor, más vivimos como católicos
evangelizadores que comparten la fe y proclaman el amor de Dios.
 Hay muchos católicos sacramentalizados que tienen que aprender a amar a Dios
de nuevo; e incluso los hay que tienen que aprender a amarle por primera vez. A
eso nos referimos cuando decimos que la nueva evangelización tiene que ver
con la evangelización de los bautizados.
LA RESPUESTA:
MODELOS Y MÉTODOS PARA LA NUEVA EVANGELIZACIÓN
 EL EVANGELIO CATÓLICO: LECCIONES DE LOS PRIMEROS
EVANGELISTAS

 La nueva evangelización no es tan nueva como pensamos, se nos ha


encargado una evangelización que es «nueva en el entusiasmo, nueva en los
métodos y nueva en la expresión». Pero la tarea primordial a la que nos
enfrentamos –proclamar a Cristo y vivir lo que proclamamos– es tan vieja
como la Iglesia.
 Por tanto, en la realización de esta tarea, no estamos completamente solos.
Tenemos guías: aquellos que llevaron por primera vez la Buena Nueva.
 Esos documentos son los Evangelios. Hay un motivo por el que a los
escritores de los cuatro Evangelios los llamamos «los cuatro evangelistas».
porque su proclamación de la vida y enseñanza, muerte y resurrección de
Jesús era el evangelio. Eso es lo que eran: portadores de la Buena Noticia.
LECCIÓN 1:
PROCLAMAR A UNA PERSONA

 Nuestra tarea en la nueva evangelización es, proclamar a una Persona. No una


filosofía. No una teología. Nuestra tarea es proclamar a Jesús. El hombre. Su
vida. Sus palabras. Incluso sus modos de hacer.
 Así lo escribe Benedicto XVI en su exhortación apostólica Verbum Domini:
“Por tanto, exhorto a todos los fieles a reavivar el encuentro personal y
comunitario con Cristo, Verbo de la Vida que se ha hecho visible, y a ser sus
anunciadores… En efecto, participar en la vida de Dios, Trinidad de Amor, es
alegría completa (cfr. 1 Jn 1, 4). Y comunicar la alegría que se produce en el
encuentro con la Persona de Cristo, Palabra de Dios presente en medio de
nosotros, es un don y una tarea imprescindible para la Iglesia… No hay
prioridad más grande que esta: abrir de nuevo al hombre de hoy el acceso a
Dios, al Dios que habla y nos comunica su amor para que tengamos vida
abundante” (cfr. Jn 10, 10)
LECCIÓN 2:
PROCLAMAR CON PALABRAS Y OBRAS

 No obstante, para conseguir eso no son suficientes las palabras. Ni las


acciones. Necesitamos ambas. Mateo nos recuerda a un nivel que el
Evangelio no puede proclamarse solo con palabras, ni tampoco puede
proclamarse únicamente con el testimonio. Ambas cosas deben ir juntas.
Deben ser inseparables.
 Nuestro testimonio personal presenta la fe como un todo vivo. Eso es lo
que el Papa Pablo VI subraya en la Evangelii Nuntiandi, cuando dice: «El
hombre contemporáneo escucha más a gusto a los que dan testimonio que
a los que enseñan…, o, si escucha a los que enseñan, es porque dan
testimonio» (n. 41).
 A otro nivel, al unir ambas cosas –palabras y obras–: la Palabra de Dios
no solo informa. Actúa. Y transforma.
LECCIÓN 3:
PROCLAMAR A LA IGLESIA
 El Evangelio de san Mateo contiene una tercera lección que es importante
para la nueva evangelización: la indispensabilidad de la Iglesia.
 «Sobre esta piedra edificaré mi Iglesia». Este pasaje nos dice que la
Iglesia es una parte esencial de la misión evangélica de Jesús, y que no
solo se le ha dado el poder de predicar el Evangelio y realizar milagros,
sino también una autoridad divina.
 No escuchar a la Iglesia es prácticamente imposible. No escuchar a la
Iglesia es no escuchar a aquellos a quienes el Rey ha puesto como
responsables del Reino, que es lo mismo que no escuchar al Reino. Este
es el motivo por el que no proclamar a la Iglesia es no proclamar la
plenitud del Evangelio católico.
LECCIÓN 4:
PROCLAMAR EL CUMPLIMIENTO
DE LA ALIANZA
 Con la venida de Cristo, la alianza de Dios con Israel no
quedó abolida. Alcanzó su plenitud.
 En la nueva evangelización estamos llamando a una familia
de alianza. Estamos llamando a la filiación divina, al
parentesco divino, a una realidad que nuestros predecesores
en la fe –Abraham, Isaac y Jacob– no podían haber
entendido.
 Eso se da mediante los sacramentos.
SALIR AFUERA:
EL APOSTOLADO DE LOS LAICOS

 Apostolicam Actuositatem, expone el plan de acción previsto para los


bautizados no ordenados, llamando al laicado a una vida de apostolado
en medio del mundo. Nótese el término: apostolado. No ministerio. La
diferencia es significativa. SAL Y LUZ
 ¿Cuál es la diferencia? Ministerio significa, literalmente, «tarea de los
ministros religiosos». Es, fundamentalmente, lo que hace el clero.
 Por otro lado, el apostolado se define como la «tarea de los apóstoles».
Es la tarea de todos aquellos llamados y enviados por Cristo.
 Confundir los dos términos y hablar de «ministerio» del laicado no es
solo un problema semántico. Refleja, más bien, una sutil forma de
clericalismo que socava la misión de los laicos.
 Después del Vaticano II, muchos laicos acabaron creyendo
que vivir la fe significaba encargarse de diversas funciones
en la liturgia de la misa. Se convirtieron en ministros
extraordinarios de la comunión o en lectores, y abogaban
por que se dieran más funciones al laicado en la liturgia de
la Iglesia.
 Al mismo tiempo, muchos sacerdotes hacían justo lo
contrario, pensando que el compromiso con la cultura les
exigía despojarse del atuendo clerical y ceder al laicado su
papel en las funciones litúrgicas.
 «Como no soy mano, no soy del cuerpo», no por eso dejaría de ser del
cuerpo. Y, si dijera el oído: «Como no soy ojo, no soy del cuerpo», no por
eso dejaría de ser del cuerpo. Si todo el cuerpo fuera ojo, ¿dónde estaría
el oído? Si todo fuera oído, ¿dónde estaría el olfato? Ahora bien, Dios
dispuso cada uno de los miembros en el cuerpo como quiso. Si todos
fueran un solo miembro, ¿dónde estaría el cuerpo? Ciertamente muchos
son los miembros, pero uno solo el cuerpo (1 Co 12, 14-20).
 Quienes han recibido el sacramento del orden tienen sus funciones.
Nosotros, los laicos, tenemos las nuestras. Estamos llamados a desarrollar
un apostolado en el mundo, a ir a los muchos campos que se extienden
delante de nosotros y, allí, sembrar y cultivar las semillas de la fe.
AMISTAD
 Según los antiguos griegos, ellos pensaban en el amigo como en un hermano,
alguien con quien se establecía una relación de parentesco mediante el afecto, en vez
de la sangre. También hablaban del amigo como de «otro yo», alguien a quien uno
estaba tan unido que sus alegrías y tristezas se convertían en alegrías y tristezas
propias.
 Los antiguos israelitas tenían una visión parecida. «Un amigo fiel es protección
poderosa», nos dice el libro del Eclesiástico. «Quien lo encuentra halla un tesoro»
(Si 6, 14).
 «El hombre pecador perturba a los amigos y siembra enemistad entre los que están
en paz» (Si 28, 9).
 La amistad, como la familia, es otra forma de vida compartida. Y llevar a cabo la
tarea a que estamos llamados en este campo concreto es compartir nuestra vida en
Cristo con nuestros amigos.
 Puede suponer advertir a nuestros amigos de que van por el mal camino y permitir que
nos adviertan a nosotros, respondiendo de nuestros actos cuando nos comportamos mal.
 Junto a todo eso, supone rezar por ellos, preguntándoles qué necesidades quieren que
encomendemos a Nuestro Señor en la oración y cumpliendo después nuestra promesa
de hacerlo un «Vamos a rezar una oración cortita por eso ahora mismo», en el momento
preciso, suscita, a menudo, reacciones sorprendentes: lágrimas, alegría, paz y
agradecimiento.
 La amistad proporciona un lugar seguro a muchas personas que están indagando sobre
las consecuencias de creer y de llevar una vida de fe. Podemos ofrecer esa seguridad,
apoyo y ánimo, sin olvidar que, independientemente de lo que nosotros hagamos, el
camino de la increencia a la fe puede ser muy largo.
 El cariño y la lealtad son, a menudo, el testimonio más eficaz. Pero no podemos
ocultarles nuestra fe. Nuestra fe forma parte de lo que somos, y, si queremos
EL VECINDARIO
 «Amarás a tu prójimo como a ti mismo» (Mt 19, 19). En parte, esto
requiere que nosotros, como aquellos cristianos romanos de tiempos
pasados, proclamemos la fe mediante el testimonio en las calles donde
vivimos.
 En cuanto a cómo ha de darse ese testimonio, todo empieza con cosas
pequeñas: preocuparnos del mantenimiento de nuestras casas y jardines;
que nuestros vecinos vean que jugamos con nuestros hijos, saludar y
sonreír a los que nos cruzamos cuando sacamos a pasear al perro.
 Todas esas cosas pueden parecer insignificantes o que no tienen nada que
ver con la fe, pero a los ojos de los demás no lo son. Son indicadores de
hasta qué punto nuestras obras se corresponden con lo que decimos. Son
un testimonio del orden, la belleza y la alegría que la fe da a nuestra vida.
 Además de eso, a nosotros corresponde acercarnos a los demás
e ir creando lazos de comunidad entre nuestros vecinos. Eso lo
conseguimos conociendo a nuestros vecinos: presentándonos,
invitando a las familias a tomar algo etc.
 Debemos recordar que lo que atrae a la mayor parte de la gente
a la Iglesia o lo que les impulsa a vivir con mayor coherencia
su fe no es el catolicismo como idea abstracta, sino el
catolicismo como modo de vida: ver la fe encarnada en una
familia o en una comunidad. Eso es lo que inicialmente atrae a
uno o le lleva a cuestionar su vida y sus creencias.
EN EL TRABAJO 

 Para nosotros no debería ser tanto una cuestión de qué hacemos, sino de
cómo lo hacemos. Dicho de otro modo, lo más importante de nuestra vida
profesional no es si somos médicos, abogados o maquinistas industriales.
 Se trata de si somos buenos empleados y buenos amigos en el trabajo,
observando aquello que san Pablo dice en la Carta a los Colosenses:
«Todo cuanto hagáis hacedlo de corazón, como hecho para el Señor y no
para los hombres» (Col 3, 23).
 «Sé moderado en todo lo que hagas» (Si 31, 22). Básicamente, nuestra
vida laboral y nuestra vida de fe deben estar integradas, no deben ser
compartimentos estancos. Así, todos los aspectos de nuestra vida podrán
ser un don de servicio a Dios.
LA PARROQUIA

 Lo mismo que el padre en la familia, el párroco es la cabeza


de la parroquia. Él es, en último extremo, el responsable de
lo que hace la parroquia y de la dirección que lleva. Pero,
sin la ayuda de los parroquianos –sus capacidades y talentos,
sus conocimientos y su tiempo–, sería imposible conseguir
que la parroquia marchara en la dirección correcta.
 Las parroquias más vibrantes, fieles y eficaces se sustentan
sobre la colaboración entre sacerdotes y laicos, siendo el
párroco quien proporciona una orientación sólida y fiel que
propicia una fe madura y activa en la congregación.
 En primer lugar, mediante nuestra participación activa en la
liturgia. Esa participación activa no implica tener que asumir un
papel concreto en el desarrollo de la liturgia.
 No tenemos que repartir la comunión o hacer las lecturas para
participar en la misa. Tenemos que meternos de lleno en la misa y
ofrecer nuestras vidas en el altar en el que Cristo ofrece la suya.
 Tenemos que procurar comprender con mayor profundidad lo que
la misa es y lo que Cristo realiza en ella. Cuanto más lo
entendamos, más hondo nos llegarán sus gracias y, por tanto, más
preparados estaremos para nuestra misión en el mundo.
 «Tenemos dones diferentes conforme a la gracia que se nos ha dado» (Rm 12,
6). Usémoslos, pues: como voluntarios para organizar la despensa de la
parroquia, cantar en el coro de la iglesia, visitar a los enfermos, encargarnos de
la hora santa semanal
 Hagamos lo que hagamos, para que la nueva evangelización triunfe, no
podemos considerar nuestras parroquias gasolineras espirituales: lugares a los
que acudimos una vez a la semana para llenar el depósito de gracia sacramental.
 Nuestras parroquias deben ser nuestros hogares espirituales, nuestras familias
espirituales. Es donde nos alimentamos, sí. Pero también es donde ayudamos a
alimentar a otros. Nuestra contribución, por pequeña que pueda ser, es esencial.
Y, como con tantas otras cosas en la vida, cuanto más damos, más recibimos.
 «La mies es mucha, pero los obreros, pocos» (Mt 9, 37). Esas palabras
eran ciertas hace dos mil años, y son ciertas ahora.
 No hay escasez de hombres y mujeres que necesiten oír lo que Cristo
tiene que decir. No hay escasez de hombres y mujeres que necesiten a
Cristo.
 Hay escasez de católicos dispuestos a vivir su fe con fidelidad radical,
con audacia y de manera atractiva, en los múltiples campos de la
nueva evangelización.
 Cristo, a través de su Iglesia, nos llama a ti y a mí a cambiar eso. Nos
llama a dedicar nuestras vidas a la tarea de sembrar semillas para él.

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