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LA AGONÍA Y EL ÉXTASIS

PELICULA

Título:
 
La agonía y el éxtasis
Autor:
 
Irving Stone

Sinopsis
la película recrea el proceso de la decoración
de la Capilla Sixtina, que por encargo del
Papa Julio II, realiza Miguel Ángel
Buonarroti, quien no recibe el proyecto con
mucho agrado, pues él se consideraba escultor
y no pintor. La acción transcurre en pleno
renacimiento italiano, principios del siglo XVI
(Cinquecento).

Resumen
Trata sobre un señor llamado Miguel Ángel, que es
pintor y que está pintando en la capilla
Sixtina, pero el papa no está muy contento
con él. Miguel Ángel no tiene muchos
amigos. Una noche había quedado con
su mujer, pero no fue a donde habían
quedado porque según él no había ido
porque estuvo trabajando. El papa está
muy enfadado porque Miguel Ángel
lleva dos años para pintar la capilla
Sixtina, y a todos los que pinta los pinta
desnudos, y el papa no cree que eso sea
lo más apropiado para una iglesia, y
quieren borrarlo todo, entonces Miguel
Ángel les dice que las pintas desnudas porque
según lo que dice la biblia todos aparecen desnudos. Los curas
no amenazan con buscarse a otro pintor si no lo acaba pronto, y Miguel Ángel decide
quedarse toda esa noche a terminarlo.
De repente Miguel Ángel empieza a ver doble, se
agarra a una cuerda y cae al suelo. Los
compañeros que estaban trabajando con él se lo llevaron a casa, allí llamaron a unos
médicos para que lo curase, y deciden hacerle una sangría, pero la mujer le dice que ahora
en Florencia ya no se hacen sangrías. Los hombres que trabajaban con él y la mujer piensan
que pudo ser a casa de que no comía ni bebía hacía varios días. Creen que Miguel Ángel no
podrá terminar la obra y entonces llaman a otro pintor para que la termine, y cuando el
papa la ve terminada le encanta.
Miguel Ángel quiere terminar su obra cuanto antes cuando de repente el papa entra en su
casa y le pide disculpas por todo lo que ha dicho de él, Miguel Ángel le da las gracias, y el
papa le dice que ya no se tiene que preocupar por su obra porque ya la ha terminado otro
pintor, pero Miguel Ángel quiere terminar su techo y el papa le dice que no, porque ya se
encargó de llamar a Rafael, un amigo de Miguel Ángel para que lo termine él, y Miguel
Ángel se enfada, y el papa se va. Miguel Ángel vuelva a la capilla Sixtina a pintar y el papa
lo ve, pero no le dice nada.

Análisis:
Toda la película está planteada como un choque frontal entre dos grandes individualidades,
dos grandes egos que se necesitan, se odian y se aman a un mismo tiempo. En buena
medida, El tormento y el éxtasis supone un auténtico duelo interpretativo entre las dos
estrellas protagonistas, Charlton Heston (Miguel Ángel) y Rex Harrison (Julio II). En
realidad, la película comienza con un formato documental, en concreto, con una toma aérea
de Roma, de San Pedro del Vaticano; a continuación, una voz en off relata la vida y
enumera las obras más importantes de Miguel Ángel, especialmente de escultura. Y es que,
no en vano, la película plantea cómo un escultor fue capaz de realizar una de las creaciones
pictóricas más importantes de la Humanidad a pesar de sus reticencias iniciales y de los
enfrentamientos que tuvo con Julio II. Otros personajes históricos que encontramos en la
película son el arquitecto Bramante (Harry Andrews), el pintor Rafael de Sanzio (Tomás
Milián) y Giovanni de Médici (Adolfo Celi).

Miguel Ángel se encontraba trabajando en el proyecto de la tumba de Julio II cuando


recibió el encargo de pintar la bóveda de la Capilla Sixtina. Eso ocurrió entre abril y marzo
de 1508. Al principio, se negó, pero luego asumió el proyecto como una cuestión de vida o
muerte, de estricta necesidad y supervivencia artística. En cuanto a la tumba del Papa Julio
II, solo pudo completar una de las cuarenta esculturas programadas, la de Moisés, de
manera que el proyecto inicial quedó truncado. Ahora bien, en lo que respecta a la Capilla
Sixtina, fue un trabajo duro y solitario al que el florentino dedicó cuatro años de su vida.
Tal como aparece en El tormento y el éxtasis, Miguel Ángel transformó por completo el
proyecto inicial del Papa (una representación de los Doce Apóstoles) en una obra mucho
más rica y compleja, que representaba nueve escenas del Génesis. El Juicio Final lo pintó
en un segundo momento, cuando Julio II ya había fallecido.

En la película aparece una representación muy fidedigna de la técnica del fresco, que
requiere algunos conocimientos que Miguel Ángel tuvo que adquirir sobre la marcha, ya
que es necesario realizar toda la escena en una misma jornada, cuando la cal aún está
fresca, lo que provoca una alteración de los colores cuando se seca la pintura. Aunque no
funcionó demasiado bien en taquilla, El tormento y el éxtasis es una película muy
interesante, y acaso no haya recibido toda la atención que merece. En mi caso, se trata de
una película muy querida por cuestiones estrictamente personales, pero, vista de nuevo al
cabo de los años, creo que plantea de una forma muy brillante el problema de la creación,
de la necesidad artística, además de suponer una de las mejores aproximaciones al concepto
de genio que se haya visto nunca en el cine.

Es, en realidad, una gran superproducción, ya que la Capilla Sixtina fue recreada en los
estudios de Dino de Laurentiis en Roma, pero Carol Reed no renuncia en ningún momento
a plantear los demonios personales de la creación artística, ya que, a la hora de pintar la
Capilla Sixtina, Miguel Ángel ha de enfrentarse a todos, pero, sobre todo, a sí mismo, ya
que debe buscar una idea, una inspiración, una chispa que encienda el proceso creativo,
algo que no consigue en Roma, sino en Carrara, cuando ha estado extrayendo ese mármol
al que se llamaba “piedra de luz” y se refugia en las montañas, donde tiene una epifanía o
revelación que marca un punto de inflexión en la película.

Al cabo, todo aquel que se dedica a la creación artística, se llame Miguel Ángel o Ed
Wood, lo hace por una cuestión de necesidad, ya que la actividad creadora es una lucha
constante, un proceso inevitable que condiciona totalmente la vida del artista, que, en el
proceso, va asumiendo una serie de renuncias personales, profesionales e incluso vitales; se
deja la piel en su obra, en definitiva. Aunque El tormento y el éxtasis es una película
bastante clásica, refleja perfectamente lo que supone el proceso creativo, resumido en la
agonía y el éxtasis del título original.

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