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Administración Nacional de Educación Pública

Consejo de Formación en Educación


Instituto de Formación Docente de Pando
Literatura
Segundo Parcial
Profa. Ma. Noel Cardozo
Grupo: 4º C

María Legorburu CI: 4.298.697-5


1) “El Cántaro fresco” de Juana de Ibarbourou

“El cántaro fresco” ofrece una nueva estructura que es la poesía en prosa o también llamada
prosa lírica. Los poemas en prosa tiene particulares características como:
● No presentan rimas, ni reiteraciones, ni métrica como lo hace el verso, pero sí hay un
cuidado rítmico de la organización sintáctica a través de repeticiones de palabras o
expresiones.
● Tienen una visión subjetiva y personal en lo que respecta al tema del texto.
● Brevedad en el texto para promover la intensidad emotiva.
● Hay una diversidad temática, una mezcla de temas y motivos.
● Presencia de la función emotiva del lenguaje, produciendo así en el texto un acento
íntimo y personal.
● Presencia de un lirismo reflexivo, a veces ligado a la primera persona o a la
modalidad descriptiva del paisaje.
Alfonso y García trabajan “El cántaro fresco”, ellos eligen nombrarlo como poema en prosa
porque consideran que la esencia de los textos es la lírica, la esencia es la poesía.
“El cántaro fresco” es un género híbrido, tiene la impresión del sentimiento de la lírica, la
utilización de la prosa que está más asociado a la narrativa.
“El Cántaro Fresco” está compuesto por breves estampas que podían constituir lo que
llamamos poemas en prosa, ya que, si bien no hay versos ni estrofas, todo el ambiente y el
clima creados son de cuño netamente lírico. Algunas pocas veces aparece la punta previsible
de una anécdota, el hilo inicial de una historia que no acaba de tejerse, pues lo que la autora
se determina a reflejar son algunos instantes fugitivos, evocadores o reflexivos (...)”
(Academia Nacional de Letras; Plantilla; Jorge Arbeleche. Pág. 2)
En este libro hay un tema que es transversal: la infancia, se trabaja la infancia a través de la
idealización, el yo lírico constantemente va a recordar la infancia como ese momento de la
vida donde fue feliz, ese momento de esplendor, de felicidad plena, de libertad, como ese
paraíso perdido, idealiza a la infancia para complejizar el presente, que lo muestra muchas
veces como un presente de tristeza o de nostalgia, de encierro que contrasta con los
recuerdos. En muchos poemas aparece el yo lírico como entristecido, encerrado y con ganas
de estar en otro lado, ese otro lado que ayuda incluso a sostener ese presente de agobio, y es
recordar lo feliz que fue cuando era niña. Esto también se une con otra cuestión que también
es característica de “El cántaro fresco” y es que es un libro autobiográfico, es decir, tiene
una impronta de autobiografía muy interesante.
“El cántaro fresco” no son cuentos, son poemas por lo tanto no hay una cuestión cronológica
que es típica de la narrativa pero sí hay claramente elementos autobiográficos. Todos los
poemas en prosa tienen una mínima línea narrativa muy pequeña, por ejemplo en el poema
“La tentación” la línea narrativa sería, ella tiene un hijo que duerme y mientras lo cuida teje
sentada frente a la ventana, este sería el elemento narrativo si bien no hay detalles, no hay
delimitaciones espacio-temporal, no se sabe cuándo ocurre ni en qué momento, por qué su
hijo está enfermo, etc. En el caso del poema “El trigo” la línea narrativa sería el recuerdo
que ella siente al visualizar desde la ventana ese carro lleno de trigo que pasa por la vereda.

El tema a desarrollar en el trabajo es “La infancia” como eje central a través de los poemas
“La tentación” y “El trigo”.
La infancia está planteada como el paraíso perdido, es un tópico literario, es decir, una
infancia que está idealizada y de querer volver atrás en el tiempo.
Tanto en “La tentación” como en “El trigo” se muestra un contraste entre la felicidad
pasada y la desdicha, la insatisfacción de la adultez. Aparece la ventana como el límite del
adentro y el afuera, el límite físico pero también simbólico, es el límite del mundo adulto, de
responsabilidades, de este mundo adulto que nada tiene que ver con las expectativas.
En el poema “La tentación” se puede ver lo planteado anteriormente, se ve un presente de
tristeza melancólico. Dice que añora escaparse y corretear por los caminos y luego aparece el
concepto de la quietud, de lo estático, con los adjetivos “seria”, “quieta”. La perífrasis
verbal: el verbo “tengo” conjugado en presente reforzado por el adverbio “ahora”, da cuenta
de una obligación que siente que tiene “Ahora tengo que….”, asociada al presente.
La ventana,como ya se dijo más arriba, es un elemento simbólico, sería como el límite entre
el lado de la quietud (que es en donde ella se encuentra) y el otro lado de la libertad, el
mundo al que perteneció. También puede ser esa ventana símbolo de su conciencia, lo que
ella se imagina que hay del otro lado, lo que piensa. Se puede pensar simbólicamente que el
encierro es el mundo adulto, como una etapa vivida pero no a pleno como lo fue su infancia.
En este poema lo que pasa afuera de la ventana no se dice, ella se lo imagina.
Por otra parte, el poema muestra el mundo adulto (en este caso de ser madre) con mucho
sentimiento, la responsabilidad de ser madre con mucho sufrimiento.
Está bueno recalcar que los poemas están escritos para transmitir emociones. Muestra que el
yo lírico está sufriendo y de algún modo logra salvar el encierro a través del recuerdo, un
recuerdo que está asociado a la infancia, a la vivencia en la naturaleza.
Además, aparece la descripción del paisaje, una descripción subjetiva que es clave en un
poema, y en estos poemas específicamente la descripción de los paisajes es siempre subjetiva.
Aparecen también imágenes sensoriales olfativas, “olor tan bueno a gramilla, a rocío, a
luna, a sauces”, también aromáticas “racimos blancos sobre espinas blancas”, “ una gran
medalla dorada” con alusión al oro, “ondulante” hace alusión al viento, son además
imágenes que no son estáticas, imágenes de movilidad.
Otra cuestión que distingue la subjetividad es la personificación, se le da características
humanas a los elementos de la naturaleza, el yo lírico en estos poemas constantemente va a
expresar una cuestión de diálogo permanente con la naturaleza “¡Juraría que una voz (...)
desde la alta copa del bambú me ha dicho: - ¿Vamos?”. El tema humano de tenerlos y el
tema animal de cantar están como equiparados, todo eso la tienta a irse, a escaparse de lugar.
Se ve claramente como lo prohibido, el lugar de la naturaleza, ese lugar de plenitud, lo que
une la infancia con la adultez es la vivencia de su ciudad natal, Melo con Montevideo. lugar
donde vivió de adulta. Y ahí aparece un dato biográfico.
En este poema hay un predominio del paisaje natural, si bien menciona el paisaje citadino, se
asocia la vivencia de la infancia con la naturaleza.
En el poema “El trigo” también aparece la imagen de la ventana, el yo lírico está cociendo
frente a la ventana y ve pasar un carro lleno de trigo. Y empieza a rememorar lo que era ella,
hay una especie de autorretrato pero no del yo lírico en el presente como en el poema “La
tentación”, sino de sus características en el tiempo de la infancia y adolescencia. En lo que
respecta al símbolo de la ventana, el tema en el comienzo del poema es casi igual que el del
final en cuanto a su descripción. Este yo lírico no es una madre sino una mujer adulta,
nuevamente aparece esa idea del encierro, el de estar adentro. El carro de trigo es el
disparador de ese recuerdo “(...) acaba de pasar, lento y pesado, un carro lleno de trigo”,
esta es una imagen de estático, a pesar de estar en movimiento predomina lo estático porque
dice el carro va pasando lento y pesado, y en cambio, a medida que empieza a recordar su
pasado empieza a haber imágenes de movimientos. “Y todo mi corazón se va tras ellas, y mis
ojos no se cansan de contemplarlas y mis dedos tamborilean en los vidrios de la ventana
(...)”, ahí se ve como de a poquito se va incorporando el movimiento, es el inicio del
movimiento, en esta última frase “y mis dedos tamborilean en los vidrios de la ventana”, es
como tomar conciencia de ese límite. Se puede decir que se siente viva de nuevo. Ahí el
corazón está metaforizando la vida, el carro que va pasando contrasta con ese renacer.
Hay una repetición de la “y”, es una figura retórica denominada polisíndeton, significa que
está reforzando la ansiedad del yo lírico, esa cuestión de que se le agolpan todas las
emociones y al irlas descubriendo, las va agregando, es similar a la oralidad. El polisíndeton
tiene un valor estilístico que se asocia a la ansiedad de ese sentir, de todo junto a la vez, de
querer expresarlo y de querer salirse de ese lugar, que claramente logra salir a través de los
recuerdos.
“Cuando era niña, ¡ Cuánto me gustaba jugar en las parvas de trigo!” se da el enganche
con el pasado y nuevamente se hace mención al eje central, la infancia.
También aparecen referencias a lo sensorial “ era la época en que el aire es tibio y el viento
tiene olor a margaritas”, imagen del olfato y el tacto.

Bibliografía:
● Juana de Ibarbourou para niños. El cántaro fresco.
● http://www.academiadeletras.gub.uy/innovaportal/file/85231/1/anl_arbeleche_prosa.p
df
● Curso y Manual Poema en prosa.
2) “Perico” de Juan José Morosoli
“El paisaje en la narrativa de Morosoli se integra activamente al hombre que lo habita”.
Para analizar esta afirmación tomé el relato “La geografía”, que aparece como sinónimo de
paisaje y un paisaje además asociado a lo afectivo.
Es importante destacar que la realidad que nos va a mostrar Morosoli es la cuestión social,
de hecho él se define como un escritor social, como un conocedor de la realidad de ciertos
personajes. Es un escritor que pertenece a la corriente artística uruguaya llamada
“Nativismo”, esta corriente artística se enmarca dentro de un movimiento literario
latinoamericano, el “Regionalismo”, donde los escritores de relatos, de novelas, empezaron a
centrarse en preocupaciones de la región, y en sus intervenciones literarias logran expresar las
preocupaciones sociales, económicas y políticas del hombre americano en relación al medio.
“La geografía” es un relato con un narrador interno, es decir que se expresa en primera
persona. (Bases Teóricas del texto literario. Daniel Nahum. Págs 41 - 42) El narrador no es
protagonista, hay muy pocas marcas discursivas en el texto, habla y describe los yuyos y al
yuyero. El narrador es omnisciente, que conoce la materia de la que está narrando. Cuenta
una anécdota que conoce en profundidad.
Es interesante ver que los narradores de Morosoli tienen esa impronta de narrador testigo y a
veces, en algunos relatos, ese narrador testigo se pone a dialogar con los personajes.
En cuanto a la estructura narrativa, no hay estructura narrativa, no hay nudo ni desenlace. Es
un texto narrativo predominantemente descriptivo.
En este relato, aparece para valorizar al negro Félix, al yuyero. Hay como un cierto orgullo
por parte del narrador hacia esa persona que te da a entender que es un gran conocedor de la
tierra.
La palabra “yuyero” tiene varias connotaciones: como gran conocedor de la tierra, hasta se
podría pensar que es un curandero. En el contexto de este relato quien va al curandero es una
persona de bajos recursos, que no puede acceder a otra manera de cuidar su salud.
“Los más diversos yuyos, agrupados en la canasta de un yuyero viejo, te pueden enseñar la
geografía de un terruño: Morosoli lo sabía bien. También te pueden alertar de que hay más
condimentos, además del ketchup y el pepino”. (Sobre la vigencia de “Perico” y otros yuyos
de nuestra geografía literaria).
También, por otro lado, exalta el gran conocimiento de esta persona acerca de los yuyos (sus
características, cuándo ir a buscarlos, etc.), se empieza también a relacionar con
supersticiones y asociado a un conocimiento de los ciclos. Se mezcla la sabiduría popular que
se nutre con el conocimiento de la tierra y le va agregando otros componentes.
Por otro lado echa mano a la personificación.
Hay una preocupación de Morosoli de enfocarse en la integridad del personaje. Él se ocupa
de presentar al personaje desde su integridad. Por eso, como ya mencioné anteriormente,
predomina lo descriptivo, predomina la preocupación de centrar en el pensamiento, en la
manera de ser del personaje.

Bibliografía:
● https://bibliotecapais.ceibal.edu.uy/info/perico-00010124
● Bases teóricas del texto literario. Daniel Nahum.
● https://machadolens.wordpress.com/2011/07/31/sobre-la-vigencia-de-%C2%ABperic
o%C2%BB-y-otros-yuyos-de-nuestra-geografia-literaria/

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