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Es decir que, la psicología del consumidor nos permite entender como las personas perciben y
entienden la información proveniente de la publicidad, de otras personas, de entidades
especializadas y de su propia experiencia; todo esto para facilitar su decisión y evaluación de las
marcas para su posterior consumo.
Entender sus conceptos básicos nos lleva a diseñar estrategias enfocadas en el servicio hacia las
personas, así como una comunicación más poderosa con estas y generar una diferencia de la marca
que permita atraer al consumidor.
Introducción al tema
Los inicios de la psicología del consumidor datan de 1901, cuando Walter Dill Scott ofrece una
conferencia en la que analiza las posibilidades de aplicación de la psicología al campo de la
publicidad, desarrollándose el mismo principalmente en Estados Unidos y en la actualidad en varios
países del mundo.
Perspectiva cognitiva: Esta visión incluye dos procesos como la percepción (la información
que llega a nuestro cerebro a través de nuestros sentidos como el olfato, vista, gusto, oído
y tacto, la cual forma una representación o imagen mental del producto o servicio que se
encuentra en su ambiente), por ejemplo las diferencias de empaque y tipografía de algún
producto me indica cuál es su contenido, es decir si veo una botella de vidrio con un líquido
de contenido color caramelo oscuro, con una etiqueta de color rojo y letras blancas que
dicen Coca-Cola ya le dan información a mis sentidos del producto de acuerdo a la
experiencia que tenga con este. La segunda etapa es la formación de significado que tenga
con dicha marca, es decir que es la evaluación o juicio que hago dependiendo de mis
recuerdos, recomendaciones, lugar donde me encuentre y preferencias. Por lo tanto,
teniendo en cuenta el ejemplo anterior, cuando tomo el producto de bebida gaseosa me
remonto a mis experiencias previas (agradable, desagradable, si es para una ocasión
especial, si es dañino o sano para la salud, algún daño medio ambiental, etc.) y decido si lo
compro o no.
El modelo de Schmitt (2012) enfatiza en que las personas logran involucrarse con las marcas de
acuerdo a la función del objeto, la experiencia, las emociones que le provoca y sus gustos
personales, que el consumidor tiene con la marca, así como el significado social. Por lo tanto, lo que
yo percibo de un producto o servicio no solo tiene impacto en el consumidor sino en la
construcción de una idea, símbolo y sentido comunitario.
En este orden de ideas, la motivación en el consumo de productos puede verse influida por las
dinámicas sociales y las marcas pueden convertirse en facilitadores o informadores en una compra
sirviendo como señal que anticipa las consecuencias que podrían darse si se obtiene determinado
bien o servicio.
Referencias
Cevallos A, Baquero C, Lema L, Vera N (2018) PSICOLOGÍA DEL CONSUMIDOR. Ediciones Grupo
Compás 2020 ISBN: 978-9942-33-246-2 Guayaquil-Ecuador. Disponible en:
http://142.93.18.15:8080/jspui/bitstream/123456789/460/1/Guia%20de%20psicolog%C3%ADa
%20del%20consumidor.pdf
Maldonado M y Pérez A (2020). La psicología del consumidor en Colombia: una revisión
bibliométrica de las publicaciones científicas indexadas. Rev. CES Psico, 13(1), 153-165
Sandoval Escobar, Marithza (Ed.) (2017) Psicología del Consumidor: temas escogidos de
investigación / Marithza Sandoval (Ed.). -- Bogotá: Fundación Universitaria Konrad Lorenz.
Disponible en https://blogs.konradlorenz.edu.co/files/procesos_psicologicos_del_consumidor-
final.pdf