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Exp. Nro.

369-2004
Sec. Leyva.
Delito Contra el Patrimonio - Estafa.
SUMILLA.- PRESENTA ALEGATO.

SEÑOR JUEZ DEL SEGUNDO JUZGADO PENAL DE LIMA.

JUSTO CAMPIAN ARTEZANO, en la Instrucción


seguida por supuesto delito Contra el
Patrimonio - Estafa, en agravio de Asociación
de Comerciantes del Mariscal Luzuriaga, a
Usted respetuosamente digo:

Señor Juez, habiendo sido puesto el


Expediente a Disposición de las partes por el término de Ley, y
tras haber tomado conocimiento esta parte acerca del Dictamen
Fiscal Nro. 739-05, expedido por la Señora Fiscal de la 2da.
Fiscalía Provincial Penal de Lima, de fecha 02 de junio del 2005,
en el cual resuelve Formular Acusación Penal contra don Justo
Campián Artezano (en Adelante El Defendido) y Otros, y
encontrándose el Proceso en estado de resolver, Cumple esta parte
con presentar por intermedio de mi Abogado Defensor, el Alegato de
Defensa, envestido de la siguiente Argumentación:

PRIMERO: Señor Juez, bien sabido es que con arreglo a lo


prescrito por el Artículo 72° del Código de Procedimientos
Penales, la instrucción tiene por objeto reunir la prueba de la
realización del ilícito penal, de las circunstancias en que éste
se ha perpetrado y de sus móviles, así como de establecer la
distinta participación que hayan tenido los autores y/o cómplices
y por ende su responsabilidad en los daños causados en el caso
concreto.

SEGUNDO: En tal sentido, esta parte considera menester resaltar


Prima Fascie, que aún cuando se advierte con meridiana claridad
que la Acusación escrita formulada por la Señora Representante del

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Ministerio Público adolece de ambigüedad en sus fundamentos y el
nexo causal que atribuye a quien resuelve acusar, intentaremos no
obstante ello establecer lo que estrícto sensu viene a ser materia
de investigación en los presentes autos, de cuyo análisis
exhaustivo puede colegirse inmediatamente la falta de suficiencia
probatoria que embarga a la presente Instrucción, lo que
necesariamente desvirtúa los cargos que injustamente se le han
atribuído al Defendido, ÚNICAMENTE POR EL HECHO DE HABER SIDO
INTEGRANTE DE LA COMISIÓN DE ADJUDICACIÓN FORMADA POR ACUERDO DE
ASAMBLEA GENERAL DE LA COOPERATIVA DE VIVIENDA MARISCAL LUZURIAGA,
y de cuyo acto de venta de terrenos y aprovechamiento de dinero,
se aprecia que El Defendido no ha participado en lo absoluto, como
tampoco lo ha hecho en el accionar ilícito materia de Acusación,
conforme demostramos seguidamente.

TERCERO: En efecto Señor Magistrado, atendiendo a lo señalado en


el Dictamen Acusatorio, tenemos que de autos aparece, que se le
imputa a los acusados, entre ellos el defendido, que en su calidad
de representantes de la Cooperativa de Vivienda Mariscal Luzuriaga
Ltda.. 551 de San Juan de Lurigancho, se habrían procurado un
provecho económico indebido, al inducir y mantener en error a 215
asociados de la Asociación de Comerciantes del Mercado Mariscal
Luzuriaga, ya que en Asamblea General Extraordinaria de fecha 22
de noviembre de 1997, se acordó la adjudicación al mejor postor,
de un terreno de 3,249 metros cuadrados, ubicado en la Manzana I,
posteriormente en forma individual los 215 agraviados suscribieron
un Convenio de Adjudicación con los representantes de la
Cooperativa, por el cual los procesados se comprometieron hacer
entrega de lotes de terreno para puestos y tiendas del futuro
Mercado Modelo Mariscal Luzuriaga a cambio de sumas de dinero que
fluctuaban entre 150 y hasta 300 dólares americanos, procediendo
los agraviados a cancelar el precio convenido por sus lotes, y
pese a los constantes requerimientos de los agraviados, los
representantes de la Cooperativa han incumplido con entregar los
respectivos lotes….”

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CUARTO: Todas estas conclusiones a las que ha arribado la
representante del Ministerio Público son, a nuestro decir
inconsistentes e Infundadas, por lo que procederemos a desvirtuar
una por una tales conclusiones, ya que del análisis lógico –
jurídico que el Órgano Jurisdiccional realice de lo actuado en el
proceso, dependerá su real convicción en la inocencia o
culpabilidad del imputado, por lo que no puede de ningún modo
apreciarse a la ligera las piezas procesales y/o los medios
probatorios obrantes en el expediente, sin efectuar una
interrelación con los hechos que son objeto de probanza y sobre
todo con la responsabilidad individual que corresponda en el caso
de multiplicidad de imputados. En buena cuenta queremos decir, que
la Administración de Justicia en materia penal debe estar muy
lejos de conducirse mecánicamente; para mejor preciar pondremos
por ejemplo un caso diferente en cuanto al hecho delictivo que se
instruye en un proceso penal, en el cual se tiene que el hecho de
que en autos aparezcan indicios de comisión de sustracción de
dinero por el personal administrativo de una empresa, no
necesariamente vincula dicha responsabilidad penal hacia todas la
personas que conforman dicho Órgano Administrativo, ya que existe
la mucho mayor probabilidad – nada inverosímil -, de que el
responsable de tal sustracción fuere el Presidente de dicha
Administración y/o de igual manera con la persona que se
desempeñaría en función de Tesorero, de ser el caso. Todo ello,
atendiendo a las facultades que tendrían ambos personajes en el
acceso al dinero objeto de apropiación. En tal sentido, sabemos
pues que el proceder meramente delictuoso (entiéndase, los actos
constitutivos de la comisión de un delito), sólo pueden ser
cometidos por personas naturales; aún cuando dichas personas
naturales hayan cometido su acto ilícito en ejercicio de su
función como representantes de una personas jurídica; por lo que
en tales linderos de razonabilidad corresponde efectuar un
amplísimo criterio cognoscitivo que nos oriente a individualizar
la responsabilidad que le pudiera corresponder a cada co-
procesado; razones por las cuales en estos casos el Juzgador debe

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ser muy cuidadoso en compulsar las pruebas que obran en autos, con
las demás valoraciones que se desprendan de lo actuado durante la
Instrucción; de allí a que la Ley le confiera la facultad de
actuar las diligencias que el caso requiera para reunir material
probatorio que le forme convicción sobre la culpabilidad de cada
uno de los imputados, a fin de no cumplirse con una nefasta regla
de “castigar a todos por igual” ya que ello atenta contra el
Principio de Justicia que debe primar en todo Proceso Penal.
Máxime cuando la carga de probar la comisión del delito y la
responsabilidad de cada uno de los procesados, recae en el
Ministerio Público y no es al inculpado a quien corresponde probar
su inocencia, ya que la misma es una presunción que sólo puede
desvirtuarse mediante hechos objetivos e irrefutables que no dejen
duda en cuanto a su pertinencia.

QUINTO: En tal sentido Señor Juez, diremos que mediante los


argumentos presentes, únicamente nos limitaremos a defender la
inocencia de don Justo Campián Artezano, sin entrar a debatir el
aspecto general que atañe a la causa individual de los demás
procesados; toda vez que esta diferenciación en el análisis de la
intervención de cada procesado, constituye un factor fundamental
para desvirtuar cualquier vinculación directa que pudiera
establecerse entre el delito materia de Instrucción y la
culpabilidad y/o responsabilidad que le corresponde al Defendido.

SEXTO: Así analizados los autos, vemos que en principio, La


Acusación formulada por la Señora Fiscal Provincial Penal, resulta
sumamente tendenciosa y sin mayor objetividad en sus conclusiones,
dado que estima que se ha acreditado la comisión del delito al no
haberse entregado los lotes de terreno materia de Adjudicación,
tras haber cumplido los adjudicatarios con efectuar el Pago
correspondiente a cada uno de ellos, y que pese a múltiples
requerimientos, no se habría cumplido con la entrega de los lotes,
ocasionando con ello perjuicio a los agraviados. Más aún; vemos
que la Señora Fiscal únicamente se limita a señalar algunas
conjeturas extraídas de los documentos de fojas 151/152,

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apreciando parcialmente algunas instrumentales, como la Diligencia
de Inspección Ocular de fojas 847/849, llegando a la conclusión de
que todos los co-procesados habrían tenido participación plena en
el aprovechamiento de la ventaja económica obtenida a raíz de la
venta de los terrenos; sin apreciar siquiera con mayor objetividad
lo uniformemente señalado por los co-procesados. Esto es, en
cuanto a la responsabilidad que todos coinciden en atribuír al
procesado Teófilo Cárdenas Gonzáles (quien ejerció entonces el
cargo de Presidente de La Comisión De Adjudicación de los Lotes,
formada por Acuerdo de Asamblea de fecha 22 de noviembre de 1997);
y a quien todos señalan uniformemente como el autor de la
apropiación del dinero, conforme lo han señalado, e inclusive fue
objeto de un proceso judicial de Apropiación Ilícita que aún
continúa en trámite, toda vez que dicho Señor no ha negado jamás
el haberse apropiado de tal dinero; por lo que mal hace la Señora
Fiscal en señalar a todos los miembros del Consejo Directivo y/o
de la Comisión de Adjudicación, como co-autores y/o en apoyo del
referido Señor Cárdenas Gonzáles. Más conviene aquí hacer una
necesaria aclaración; ya que si bien en el presente caso no es
materia de Instrucción el Delito de Apropiación Ilícita que dicho
Señor habría cometido; sin embargo, ocurre que en el presente
caso, dicho aspecto ha resultado fundamental para que se les
considere a todos los co-procesados como autores de un Delito de
Estafa que a nuestro criterio no se ha cometido, por las razones
que detallamos a continuación.

SEPTIMO: En efecto Señor Juez; sin perjuicio de lo señalado


precedentemente, debemos señalar que el Delito de Estafa que se
instruye en este Proceso no se ha cometido; toda vez que el
Artículo 196° del Código Penal, concurrentemente con la doctrina,
sugiere que para que se dé el delito de Estafa, deben concurrir
los elementos constitutivos siguientes:
- En primer lugar el dolo, entendido como la mala intención; es
decir el conocimiento de la delictuosidad del acto y a
sabiendas de su antijuridicidad.

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- Utilización de engaño, astucia o ardid para inducir o
mantener en error al agraviado; lo cual implica una
premeditación, un cálculo previo de lo que se quiere lograr.
Este factor es fundamental, ya que sin él, la víctima no
habría efectuado un desprendimiento patrimonial en su
perjuicio.
- Obtener un beneficio económico para sí o para un tercero; es
decir que a consecuencia del acto, el agente haya obtenido un
provecho ilícito en su beneficio o de un tercero.
- El perjuicio a un tercero, que para el caso sería el
agraviado; quien se habría perjudicado al haber entregado su
patrimonio bajo la sombra del engaño o en la creencia de algo
que lo ha inducido o lo mantiene en error.

OCTAVO: Apreciamos seguidamente, que tales elementos no se


encuentran presentes en el caso que nos ocupa, toda vez que para
que los mismos concurran, debería darse lo siguiente:
- En cuanto al dolo, tendría que acreditarse necesariamente que
los miembros de la Comisión de Adjudicación, habrían planeado
desde el principio, es decir desde momentos previos a la
venta de los lotes, obtener un beneficio con ello; lo cual no
se da en el presente caso, ya que conforme lo señala la
Señora Fiscal en su Dictamen Acusatorio, la Adjudicación de
los Lotes se acordó en la Asamblea General Extraordinaria de
fecha 22 de noviembre de 1997, donde incluso se acordó la
Formación de una Comisión de Adjudicación presidida por don
Teófilo Cárdenas Gonzáles. En tal sentido no se advierte la
existencia del dolo en el proceder que se imputa a los
procesados, ya que las Adjudicaciones que realizaron fueron
hechas en cumplimiento de labores de delegación. Es decir,
para que se admita la presencia del dolo, se tendría que
acreditar que los procesados actuaron a sabiendas de la
ilicitud de su acto y con la intención de perjudicar a los
Adjudicatarios; aspecto no probado ni analizado en autos.
- En cuanto a la utilización de engaño, astucia o ardid para
inducir o mantener en error a los agraviados, vemos que

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tampoco se dan dichos elementos, ya que conforme se ha
precisado en el acápite anterior, las Adjudicaciones se
hicieron en cumplimiento de funciones de delegación; es decir
en representación de la Cooperativa de Vivienda Mariscal
Luzuriaga en su calidad de titular del inmueble matriz de los
lotes de terreno. Pues para admitir la existencia de engaño,
astucia o ardid, los procesados tendrían que haber actuado
con falsa representación o usurpando funciones que no les
corresponde, o en todo caso vender algo inexistente o de lo
que no están autorizados; lo cual no se da en el presente

caso, según se ha establecido ya con anterioridad. EN TAL


SENTIDO, VEMOS QUE LOS PRESUNTOS AGRAVIADOS NO
HAN SIDO NI ENGAÑADOS NI MANTENIDOS EN ERROR AL
MOMENTO DE EFECTUAR SU DESPRENDIMIENTO
PATRIMONIAL; es decir al momento de pagar el monto

correspondiente a la Adjudicación de sus lotes; PUES


INCLUSO CUENTAN CON SUS RECIBOS DE PAGO
CORRESPONDIENTES Y TAMBIÉN CON SUS CONSTANCIAS
DE ADJUDICACIÓN CONFORME SE APRECIA DE AUTOS, LO
QUE LES PERMITIRÍA EXIGIR EN UN PROCESO CIVIL,
EL CUMPLIMIENTO DE LA OBLIGACIÓN CONTENIDA EN
TALES DOCUMENTOS. Por lo que mal podría hablarse de un
engaño o error en los agraviados, ya que de no producirse una
posterior entrega física de los lotes objeto de Adjudicación,
se estaría ante un incumplimiento de Obligaciones que como se
ha dicho le compete al ámbito meramente civil que nada
tendría que hacer en un proceso penal, con lo que se estaría
entonces a lo prescrito en el tercer parágrafo del Artículo
5° del Código de Procedimientos Penales.
- En cuanto a la obtención de un provecho ilícito, es decir un
beneficio propio o para un tercero, vemos que al igual que
los demás elementos, éste tampoco se ha acreditado en el caso
de autos, dado que de manera uniforme, los co-procesados han

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señalado que don Teófilo Cárdenas Gonzáles, hizo uso indebido
del dinero recaudado en las Adjudicaciones, e incluso fue
denunciado por Apropiación Ilícita, siendo el caso que el
dinero obtenido por la Transferencia de los Lotes fue
depositado en una Cuenta Bancaria a nombre de este Señor
Teófilo Cárdenas Gonzáles como persona natural, por lo que
habría tenido libre acceso a tales fondos, y como
efectivamente lo hizo disponiendo del dinero para luego
tratar de evadir su responsabilidad sin mayor explicación.
Pues para considerar la concurrencia de este elemento en el
presente caso, debería acreditarse que cada uno de los
Procesados (En particular el Defendido don Justo Campián
Artezano), habría obtenido dicho beneficio económico o que en
todo caso, procuró otorgar en favor de don Teófilo Cárdenas
Gonzáles. Aspecto tampoco probado ni menos analizado en
autos.
- Por último, en lo que respecta al perjuicio que habrían
sufrido los agraviados, vemos que ello tampoco se ha
acreditado, toda vez que según se aprecia de la Diligencia de
Inspección Ocular cuya Acta obra a fojas 847/849, llevada a
cabo con fecha 19 de Octubre del 2004 en el lugar de
ubicación del inmueble matriz que contendría los lotes de
terreno materia de Adjudicación, se observó que el frontis
del terreno tiene un letrero que dice “mercado Modelo
Mariscal Luzuriaga”; además que dicho Lote Matriz está
totalmente cercado con ladrillo y que además existen algunas
divisiones de puestos en construcción de material noble y
asimismo, existen lozas sobre las que se instalarían los
Puestos de Venta en el Mercado, así como la presencia de
algunos de esos puestos y personal que atiende, quienes
serían algunos de los agraviados adjudicatarios de los Lotes
en mención; con lo que se demuestra que los mismos han tomado
posesión del inmueble y de alguna manera están utilizando y/o
usufructuando el bien que han adquirido, lo que acredita que,
en realidad, los agraviados no vienen sufriendo el perjuicio
que se alega; y más aún, ello refleja que los representantes

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de la Cooperativa de Vivienda Mariscal Luzuriaga vienen
obrando de buena fe al no impedir que los agraviados hagan
uso del inmueble pese a existir un Otorgamiento de Garantías
Posesorias a favor de la Cooperativa que les impediría a los
adjudicatarios ejercer la posesión del terreno destinado para
mercado. Pues para considerar la concurrencia de este
elemento, tendría que probarse que los agraviados hasta la
fecha no hacen uso de sus lotes y con ello se estarían
perjudicando económicamente; aspecto desvirtuado en autos,
con la Instrumental de fojas 847/849 y además con la
Declaración del Representante de la Asociación de
Comerciantes agraviada obrante a fojas 366; no existiendo en
consecuencia, el perjuicio exigido para la tipicidad que
exige el Artículo 196° del Código Penal en vigencia.

NOVENO: Por otra parte, y sin perjuicio de lo expuesto, debemos


hacer hincapié en que la Señora Fiscal Provincial atribuye
indiscriminadamente a los co-procesados de don Teófilo Cárdenas
Gonzáles, haberle apoyado y colaborado con él para que obtenga un
beneficio económico propio. Como si los demás integrantes de la
Comisión de Adjudicación y/o del Consejo Directivo, tuvieran algún
interés en que dicho Señor se beneficiara económicamente con el
dinero recaudado por las adjudicaciones. Dicha afirmación no solo
resulta inverosímil sino que no ha sido debidamente demostrada por
el Ministerio Público, con lo cual no ha cumplido con la carga de
la prueba que le impone el Artículo 14° de la Ley Orgánica del
Misterio Público.

DÉCIMO: Por consiguiente, se advierte claramente que El Defendido


no puede ser acusado por un delito que además de no haberse
acreditado, no existe un nexo causal objetivo que vincule el
proceder de don Teófilo Cárdenas Gonzáles (es decir la Apropiación
del Dinero) al Defendido; dado que como se advierte de la uniforme
referencia de los coprocesados, dicho Señor habríase apropiado del
dinero recaudado sin conocimiento de los demás miembros de la
Comisión y menos aún de los representantes de la Cooperativa de

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Vivienda Mariscal Luzuriaga. Por lo que no existe en consecuencia
prueba alguna que vincule al Defendido con el hecho delictivo
instruído, debiendo tenerse presente además, que para condenarse
al imputado no solo debe acreditarse el delito, sino la
responsabilidad del autor al que se le atribuye tal hecho.

UNDÉCIMO: En efecto Señor Juez, DEL ANÁLISIS DE LO SEÑALADO POR LA


SEÑORA FISCAL EN SU DICTAMEN ACUSATORIO, SE DESPRENDE QUE INCLUSO
ATENTA CONTRA LA PRESUNCIÓN DE INOCENCIA DEL IMPUTADO, COMO SI
ÉSTE ESTUVIERA EN LA OBLIGACIÓN DE DEMOSTRAR SU INOCENCIA, CUANDO
SE SABE PERFECTAMENTE QUE LA CARGA DE LA PRUEBA RESPECTO DE LA
RESPONSABILIDAD DEL AUTOR, CORRESPONDE AL MINISTERIO PÚBLICO, CON
ARREGLO A LO DISPUESTO POR EL ARTÍCULO 14° DE SU PROPIA LEY
ORGÁNICA.

DUODÉCIMO: En tal sentido Señor Juez, vemos que contrariamente a


lo señalado por la Señora Representante del Ministerio Público,
COMPULSANDO LAS PRUEBAS ACTUADAS SE TIENE QUE EN REALIDAD NO SE HA
PROBADO NADA DURANTE LA PASADA INSTRUCCIÓN. Siendo preciso indicar
que es durante dicho proceso investigatorio en el ámbito judicial
entendida como la Etapa de la Instrucción, en donde corresponde
actuarse todas las diligencias necesarias para encontrar la verdad
de los hechos, esto es, obtener las pruebas del delito y de la
responsabilidad del imputado, las mismas que compulsadas en
conjunto logren la finalidad a la que hace referencia el Artículo
72º del Código de Procedimientos Penales en la minuciosa tarea de
recopilación de indicios que permitan al juzgador, valorar lo
actuado y persuadirse por entero de la responsabilidad del

encausado para imponerle una Sentencia condenatoria. CASO


CONTRARIO, MANTIENE PLENA VIGENCIA EL PRINCIPIO DE
PRESUNCIÓN DE INOCENCIA SEGÚN EL CUAL NADIE DEBE SER
CONSIDERADO INOCENTE MIENTRAS NO SE DEMUESTRE SU
CULPABILIDAD EN UN PROCESO CON LAS GARANTÍAS DE LEY;
y por lo demás, la Defensa insiste una vez más en que no es al

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imputado a quien corresponde la carga de probar su Inocencia, sino
al Ministerio Público probar que el imputado es responsable del
hecho punible que se le atribuye; por lo que fluye inmediatamente
que en el presente caso no existe prueba alguna que vincule a la
defendida con el hecho ilícito que se le imputa de manera por
demás antojadiza y sin mayor objetividad ni concordancia con lo
actuado y el derecho. Pues, no puede soslayarse que LA PRESUNCIÓN
DE INOCENCIA ES UN DERECHO FUNDAMENTAL DE TODA PERSONA, RECONOCIDO
EXPRESAMENTE COMO TAL POR NUESTRA CARTA MAGNA, Y QUE SOLO PUEDE
DESCONOCERSE CUANDO SE ACREDITA FEHACIENTEMENTE LA CULPABILIDAD
DEL AGENTE. ASPECTO SUSTANCIAL QUE NO SE HA CUMPLIDO NI POR ASOMO
EN EL PRESENTE CASO, CORRESPONDIENDO POR ENDE A ESTE ILUSTRE
ÓRGANO JURISDICCIONAL, CON LAS FACULTADES DE SU INVESTIDURA Y CON
EL CRITERIO DE CONCIENCIA QUE LA LEY LE AUTORIZA APLICAR AD-HOC,
DISPONER EL SOBRESEIMIENTO DEFINITIVO DE LA PRESENTE CAUSA Y/O
ABSOLVER A LA DEFENDIDA DE LOS CARGOS IMPUTADOS. Pues lo contrario
no solo significaría condenar sin pruebas, lo que de por sí es
inaceptable en materia procesal penal, sino que además comportaría
un grave atentado contra el acotado Principio de Presunción de
Inocencia del encausado, no admisible bajo ningún término por su
naturaleza jurídica de rango constitucional.

Por lo expuesto:

A Usted Señor Juez, sírvase tener presente


lo aquí alegado al momento de resolver, y oportunamente con su
excelentísimo criterio, disponer el Sobreseimiento Definitivo de
la causa en lo que respecta a don Justo Campián Artezano,
Absolviendo de ser el caso al defendido de los cargos injustamente
imputados al no haberse probado indubitablemente ni la comisión
del delito ni la responsabilidad del autor, conforme a ley.

PRIMER OTROSÍ DIGO: Que previamente a expedirse Sentencia,


solicito se conceda el uso de la Palabra a mi Abogado Defensor
(Dr. Luis Alberto Fernández Rentería, con C.A.C.N. N° 0643), por

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espacio de cinco minutos en la fecha que se sirva designar su
Despacho para tal efecto.

Lima, 19 de agosto del 2005.

JUSTO CAMPIÁN ARTEZANO

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