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CONUCO ESCOLAR

INTRODUCCIÓN

Desde el año 2009, se viene implementando en las escuelas de todo el país el Programa
Todas las Manos a la Siembra (PTMS), como estrategia que permite crear las condiciones
para la transformación de una cultura del consumo hacia una cultura productiva, tanto en
el campo como en la ciudad, desde la formación integral de niños, niñas, adolescentes,
jóvenes, adultos y adultas, en las instituciones educativas de todos los niveles y
modalidades.

Se reitera que este programa está basado en la promoción de la agricultura sustentable y


la práctica agroecológica en nuestras instituciones educativas (resoluciones 024 del año
2009 y 351 del año 2010). Existen en el país experiencias de escuelas en las cuales
estudiantes, el personal docente, administrativo y obrero, cocineras y cocineros de la
patria, comunidades y familias han incorporado la siembra como parte del currículo y
práctica permanente en sus escuelas.

Hoy, con una crisis alimentaria mundial que cada día se acentúa producto del régimen de
producción capitalista guiado por la búsqueda de la máxima ganancia, estableciendo el
alimento como negocio y no para la satisfacción de necesidades de toda la población; un
calentamiento global producto de la desmedida producción con alta contaminación que ha
generado a su vez un clima complejo con fuertes y largas sequías y, el modelo económico
nacional dependiente de la renta petrolera, con abandono del campo y concentrándose la
población en zonas urbanas con consumismo y muy poca
producción, LA ESCUELA DEBE CONTINUAR Y PROFUNDIZAR EN EL CAMINO DE
EDUCAR CON OTROS ENFOQUES, LÓGICAS Y MÉTODOS QUE PERMITAN
FORMAR PRODUCIENDO Y PRODUCIR FORMANDO, nuevas lógicas curriculares que
le devuelvan al ser humano su capacidad de producir, crear, dar, compartir, convivir.

En este sentido, valorando las experiencias del PTMS, EL ACUMULADO TEÓRICO-


PRÁCTICO DEL PROGRAMA y los alcances y logros que ha tenido en la formación
integral de nuestros niños, niñas, adolescentes y jóvenes; durante este año escolar se ha
enfatizado en la implementación del CONUCO ESCOLAR como sistema de producción
agrícola INTEGRAL que fortalece la seguridad y la soberanía alimentaria desde la
construcción y consolidación de la CULTURA AGRÍCOLA, retomando y reivindicando los
saberes y haceres ancestrales. Por esto la importancia de desencadenar una cultura de la
siembra permanente tanto en las escuelas como en las familias y las comunidades
urbanas, rurales, indígenas y contingenciar la formación en un momento histórico que
demanda que cada ser humano asuma con conciencia, conocimiento, compromiso y
convicción la necesidad de la producción alimentaria .

No es sembrar por sembrar. Ni hacerlo por moda o por cumplir. Todos y todas debemos
incorporarnos al proceso de  siembra de manera bien planificada y organizada para
lograr, por una parte el uso racional y eficiente del agua (la siembra no se riñe con la
conciencia en el uso del agua) y por otra parte, la formación para la siembra en distintos
espacios, contextos, tiempos, con los recursos con que se cuenta y reconociendo la
diversidad de tradiciones y conocimientos junto al acompañamiento pedagógico y técnico,
siempre con pertinencia sociocultural. Es una invitación a sembrar conciencia, soberanía,
independencia, valores de convivencia y apoyo mutuo. Vamos a llenar nuestras escuelas
y comunidades de conucos (con su visión holística e integral ancestral
indoafrocampesina), sembrar en todo espacio que sea susceptible para sembrarse en él:
canteros, materos, porrones, barbacoas, mesas organopónicas, patios productivos,
parcelas (según los espacios con que se cuenta y las tradiciones propias de nuestra
identidad como pueblo).

Siempre enseñando desde el aprender haciendo y aprender conviviendo, asociado a lo


socialmente útil. Esto implica un proceso que se disfrute, con amor, buena disposición,
entusiasmo, disciplina y constancia para el cuidado, el riego, el proceso de cosecha y de
volver a sembrar, el respeto de los tiempos y del suelo y el amor por la naturaleza y el
encuentro entre seres humanos y con la madre Tierra.

EL CONUCO ESCOLAR Y EL CURRÍCULO

Fundamentado en la concepción de que el currículo es todo lo que se realiza en la


escuela para la formación integral de los niños, las niñas, adolescentes, jóvenes, adultos y
adultas hacia el logro de los fines de la educación, el PTMS y la realización de conucos
escolares no es una actividad complementaria, sino que forma parte del currículo escolar.
Todos y todas debemos poner el mayor esfuerzo para promover, propiciar, fortalecer y
consolidar la siembra como parte de la cultura cotidiana en nuestras escuelas en todos los
niveles y modalidades. No hacerlo por moda ni “potes de humo” que se abandonan con el
tiempo (se hacen operativos de siembra, no se riega, se mueren las plantas, o se cosecha
una sola vez). La cultura productiva es tan importante en la formación ciudadana, que
crea hábito, disciplina, cultura de la planificación y del seguimiento de los procesos, amor
por la tierra, disfrute de la vida, de la naturaleza, promueve el trabajo colectivo, el apoyo
mutuo, la convivencia, el convite, el intercambio de conocimientos, la investigación, por
ejemplo, en el ensemillamiento y recuperación de la semilla nuestra, en la producción de
abono orgánico, en el uso de alternativas de riego, descubrimiento de plantas para
proteger contra insectos dañinos, conciencia de la agroecología para la preservación de la
vida, la alimentación sana, en fín, es un currículo integral.

En el artículo 6, numeral 2, literal c de la Ley Orgánica de Educación (2009), se establece


que el Estado Docente “Regula, supervisa y controla el obligatorio cumplimiento de la
educación en la doctrina de nuestro Libertador Simón Bolívar, el idioma castellano, la
historia y la geografía de Venezuela; y el ambiente en las instituciones y centros
educativos oficiales y privados, hasta la educación media general y media técnica. Así
como la obligatoria inclusión, en todo el Sistema Educativo de la actividad física, artes,
deportes, recreación, cultura, ambiente, agroecología, comunicación y salud”. En este
sentido, Queremos resaltar de manera especial la educación ambiental, la salud y la
agroecología como exigencias en la formación de ciudadanos y ciudadanas en la
República Bolivariana de Venezuela.

Por otro lado, en el artículo 6 numeral 3 literal d de la LOE, se establece como


fundamentales el desarrollo sociocognitivo integral de ciudadanos y ciudadanas,
articulando de forma permanente el aprender a ser, a conocer, a hacer y a convivir, para
desarrollar armónicamente aspectos cognitivos, afectivos, axiológicos y prácticos y
superar la fragmentación, la atomización del saber y la separación entre las actividades
manuales e intelectuales. Cuando hacemos un conuco escolar con la participación de
todos y todas, se vive, se experimentan todos estos procesos. La siembra es una
estrategia por excelencia para el logro de los referentes éticos y procesos fundamentales
que nuestros y nuestras estudiantes deben vivir en nuestras escuelas para transformar
nuestra sociedad. En términos didácticos, una pizarra y un marcador dibujando, por
ejemplo, un pimentón, no sustituye ir al terreno, sembrarlo, regarlo, verlo crecer, cuidarlo,
cosecharlo, tenerlo en las manos, alimentarse con él. Educación y trabajo desde lo teórico
práctico, desde la vivencia y desde la experiencia real. Se aprende desde la práctica un
conocimiento pertinente que no se olvida, no memorístico, no libresco. Los libros, la
canaima educativa se utilizan como apoyo y referencia para estudiar lo que se está
viviendo y no al revés. Por ejemplo, un conuquero sabe que sembrar siempre maíz en el
mismo terreno, lo deja, al terreno, sin nutrientes, ya en la segunda o tercera vez, el maíz
crecerá muy débil (desnutrido). Es por esto que luego de sembrar maíz siembra una
leguminosa (caraota, frijol), ya que esta familia tiene la característica de fijar el nitrógeno
del aire (capta el Nitrógeno molecular gaseoso, produciendo semillas con una gran
cantidad de proteínas). Se nutre la planta y al cosechar, el suelo se enriquece y se fertiliza
de manera natural con los residuos de la planta.

Es un conocimiento real, verdadero y útil que les permite, NO SOLO A ESTUDIANTES


SINO A LOS EDUCADORES Y LAS EDUCADORAS, conectarse con la naturaleza, la
vida, la producción y la satisfacción de sus necesidades de alimentación. Se plantea
además que la siembra se convierte en oportunidad curricular de integración de todas las
áreas de formación, de programas y proyectos educativos integrales comunitarios y de
aprendizajes, donde el proceso curricular se actualiza y se integra en el proceso de la
siembra, dándole sentido a lo que se aprende desde lo conocido y pertinente.

El Desarrollo Predial Agroecológico

En el desarrollo de la agroecología como enfoque, la escuela desarrolla proyectos donde


se concrete el hecho de producir bajo la concepción del desarrollo predial agroecológico.
Planificar y organizar acciones para transformar los problemas de escasez de alimentos y
el deterioro ambiental. Las estrategias y actividades deben dirigirse a tal fin.

Se debe planificar de manera que los contenidos que se aborden tanto en el aula como en
todos los espacios escolares, permitan el aprendizaje de la agroecología, sus
componentes y los valores implícitos en este enfoque.
El Desarrollo Predial Agroecológico es un sistema que se va construyendo
progresivamente y prefigurando lo más parecido posible al equilibrio natural. El sistema
agroecológico es dinámico y en permanente construcción. Se basa en la investigación y
sistematización de los acontecimientos que en el predio ocurren, lo cual permite hacer
ajustes necesarios, correcciones e incorporación de técnicas para mayor cualificación y
mejorar los resultados en términos económicos, ambientales, políticos y sociales de este
espacio productivo, tecnológico, cultural y sustentable.

Se toman en cuenta el contexto, las condiciones climáticas y ambientales, los recursos


disponibles, la necesidad de las familias, además de las estrategias de Manejo
Agroecológico del Suelo, Policultivos, Rotación de Cultivos, Cosecha de Agua, Crianza
Apropiada, Tecnología Socialmente Apropiable y Ambientalmente Apropiada.

En este sentido, el Desarrollo Predial Agroecológico implica un proceso de planificación,


desarrollo, evaluación y sistematización de la agricultura de manera integral en un espacio
concreto con sujetos y contextos específicos, tomando en cuenta la relación integral que
se establece entre el vegetal, el animal, el suelo, el agua, el aire , las personas, las
familias y las comunidades.

Se propone desde el conuco escolar y a través del PTMS:


Recuperar y reconstruir toda la historia agrícola de nuestro país, de nuestros ancestros
desde la visión geohistórica, demarcándose de la concepción rentista, agroindustrial y la
pedagogía como eje de la construcción de estos saberes históricos.

Reconocer y valorar nuestras raíces campesinas, indígenas y afrovenezolanas como


parte de nuestra venezolanidad, así como también los saberes que de ellas se
desprenden y que aun hoy se preservan de generación en generación para hacerlos
práctica cotidiana en los espacios educativos y comunitarios, valorando las formas
ancestrales de producción y autosustentabilidad de las familias de nuestras distintas
regiones: el conuco, los patios productivos, la cría de animales, la siembra de frutales, la
preservación de alimentos, las recetas familiares, la preservación del agua, entre otras.

Asumir la noción de progresividad y escalamiento de la siembra, según cada contexto e


institución. Este proceso Incluye en el plan de siembra los espacios alternativos que han
sido probados en la experiencia del PTMS, pueden ser porrones o mesas organopónicas
o grandes extensiones como las que poseen las escuelas técnicas agropecuarias,
aprovechando todos los espacios, grandes y pequeños.

Generar soberanía cognitiva y alimentaria a partir del estudio de contenidos y prácticas


pedagógicas cotidianas de la agroecología en los espacios escolares y comunitarios como
modo de fomentar y concretar la sustentabilidad de la escuela, los y las estudiantes y las
familias y de construir un nuevo paradigma productivo-ecológico. “ Un pueblo que es
capaz de producir lo que consume es un pueblo libre y soberano ” . Una producción
cercana a la gente, a los y las estudiantes; es desde allí que todo espacio es óptimo para
sembrar y producir alimentos o la crianza apropiada de animales.

Revertir la cultura excluyente, individualista por una escuela colectiva, acompañante y


preocupada por el bien común, lo colectivo y lo comunal. Es importante resaltar que la
escuela no debe oxigenar la competencia (concursos, certámenes, olimpíadas), sino que,
al contrario, debe promover, favorecer y fortalecer la convivencia (compartir las
creaciones humanas, los encuentros, los intercambios).

Una escuela que forme seres útiles y que puedan producir y solucionar sus problemas de
sustento en los ámbitos de la alimentación, artesanía, costumbres, salud, tecnología,
entre otras.

Un ciudadano y una ciudadana con una lectura crítica del mundo que le permita
comprender las razones políticas, económicas y culturales del deterioro ambiental para
que se relacione de una manera respetuosa con el ambiente y se sienta parte de este,
con amor a la naturaleza, a sus semejantes y al planeta.

Una escuela del bien común y del buen vivir. Cambiando los patrones de alimentación,
superando la comida chatarra, la comida impuesta por grandes corporaciones, por una
comida sana, segura, sabrosa y soberana, retomando nuestra gastronomía y cultura
culinaria ancestral. Promover intercambio de recetas, elaboración de recetarios.

Una escuela como centro del quehacer comunitario, que irradie hacia su comunidad la
cultura de la siembra y de la producción, en la concreción de la soberanía alimentaria y
participe en la construcción de una cultura ambiental sustentable. LA SIEMBRA
ESCOLAR DEBE REDUNDAR EN LA SIEMBRA FAMILIAR Y COMUNITARIA.
PLAN DE SIEMBRA

Las experiencias con la micro-planificación en las escuelas PUNTO Y CIRCULO nos


indican el camino que debemos seguir en la actual coyuntura. En los planteles educativos
se viene sembrando hortalizas de hojas, como lechuga, acelgas, espinacas, berro, de raíz
como zanahorias, remolachas, rábanos, cebollas, y de frutos como tomates, pimentón, ají.
Estos rubros aportan nutrientes, fibras y oligoelementos importantes; son sencillas y
rápidas de producir, en pequeños y alternativos espacios. También se ha sembrado y
cosechado rubros y variedades que sirven para condimentar y aderezar los alimentos y
hacerlos más agradables a nuestro paladar como: cilantro, cebollín, ajoporro, orégano,
ajo, romero, pimentón, ají, tomillo, albahaca, perejil, apio españa, yerba buena. En estas
siembras se ha asociado rubros de distintas familias y se han cultivado en formas de
relevo; es decir en distintos tiempos para garantizarlo todo el año y utilizando las mesas
organopónicas, barbacoas o diferentes envases, cestas o cauchos, sacos colgantes, los
techos, todos ellos como alternativas que nos permiten aprovechar al máximo los
pequeños espacios, reciclar y reutilizar la cantidad de envases. Igualmente, se ha
sembrado y cosechado maíz (cariaco, amarillo, blanco, de jojoto, para semilla y seco para
elaborar la masa para las arepas) y leguminosas (quinchoncho, caraotas, frijol, tapiramos,
arvejas, chicharos)

En este momento es fundamental que todas las escuelas de todos los niveles y
modalidades inicien un plan de siembra planificado, priorizando rubros de ciclo corto y
formas de relevo para garantizar en distintos tiempos cosechas todo el año (no sembrar
cualquier cosa y de manera desordenada). Es parte de la formación permanente que
todos y todas en equipos de trabajo aprendamos este sistema de siembra, por supuesto,
tomando en consideración los espacios y recursos con que se cuenta, las técnicas a
utilizar y las potencialidades del contexto. Para ello, ES IMPORTANTE APOYARSE CON
LAS INSTITUCIONES EDUCATIVAS PUNTO Y CÍRCULO (DEL PLAN DE SIEMBRA
500), DE LOS INCES DE LA LOCALIDAD E INTERCAMBIAR EN LOS CONSEJOS DE
DIRECTORES Y DIRECTORAS DE LOS CIRCUITOS EDUCATIVOS.
En la formación contingenciada es necesario hacer énfasis en los contenidos sobre
semilla, abonos orgánicos, cosecha de agua, sistemas artesanales de almacenamiento de
agua, circuitos productivos, manejo de insectos dañinos, procesamiento de alimentos,
gastronomía y recetario, crianza apropiada,. De la misma manera, promover talleres sobre
procesamiento y transformación de alimentos, recetarios y gastronomía popular.

Elaboración de tanques zamoranos y sistema de riego ahorradores. Construcción de


semilleros, reservorios de semilla en las escuelas y las comunidades, manteniendo y
escalando el proceso de recuperación y socialización de las semillas criollas. Esta línea
de trabajo aparece ahora legitimada mucho más con la aprobación de la LEY DE
SEMILLA.

Fomentar proyectos y redes socio-productivas, apoyando el encadenamiento,


secuencia: desde la producción-transformación – distribución, hasta el consumo.
escalando la Definir los rubros a sembrar partiendo de las condiciones concretas, pero
tomando en cuenta las necesidades alimenticias más perentorias. Priorizar el
QUINCHONCHO, por su resistencia a los insectos dañinos y enfermedades, su
adaptación, resilencia a la sequía, su valor proteico y las múltiples cosechas que se
obtienen en su lapso de vida. Ante la crisis alimentaria mundial, el quinchoncho resulta ser
el rubro que más puede aportar a mitigar el hambre, por eso lo hemos colocado como el
RUBRO BANDERA del PTMS.

Siembra en espacios escolares o comunitarios pequeños donde no hay suelo En


muchas escuelas o espacios comunitarios, no hay suelos aptos, por lo que debemos
sembrar utilizando espacios alternativos como:
Canteros, cuñetes, mesas organopónicas, cestas, guacales, envases reusables, tubos
PVC, colgantes, entre otros. En cada espacio alternativo de siembra también se aplica el
principio de la asociación, rotación y el rubro a sembrar debe considerar el tamaño de su
raíz, de manera que la cantidad de sustrato permita el desarrollo de la planta. Los
anteriores envases son muy usados en la agricultura urbana, predominantemente para la
siembra de hortalizas de hojas, de raíz y de frutos como por ejemplo el pimentón, ají,
tomate, zanahoria, remolacha, rabanito, lechuga, acelgas, cilantro, cebollín,ajo porro, apio
España, perejil, espinacas, berro, berenjenas, calabacín, otros.
Igualmente si colocamos 3 o 4 cauchos uno encima del otro, aumentamos la cantidad y
altura del sustrato, aproximadamente un metro, allí podemos sembrar lechosa,
quinchoncho, yuca, ocumo, batata, pepino, parchita, topocho, ñame, entre otros.
Formar Produciendo y Producir Formando.

Cada plantel levanta un inventario de maestros, maestras, profesorado, estudiantes,


obreros, obreras y administrativos, cocineras y cocineros de la patria, que han participado
en las diferentes formaciones del programa Todas las Manos a la Siembra, con el fin de
incorporarse juntos y juntas para la organización del plan de producción del plantel. Así
como el inventario de herramientas, maquinarias e insumos.

Los planteles establecen su desarrollo predial, considerando su contexto urbano y/o rural,
ya que permite definir los métodos, procedimientos y técnicas, como también los espacios
de siembra, su cercanía a cuencas hidrográficas (trabajando la arborización permanente
para la recuperación de cuencas), sistemas de riego artesanal, tomas de aguas, tomas
artesanales, entre otras.

Los planteles contemplan dentro de su plan de siembra cultivos de ciclo corto cebollín,
lechuga, rábano, cilantro, de ciclo medio quinchoncho, frijol, caraota, maíz, berenjena,
tomate, pimentón, ají, pepino, yuca, calabacín entre otros y al mismo tiempo ir
estableciendo los de ciclo largo como guayabas, tamarindo, guanábanas, topocho,
cambures, aguacates, y otros frutales.

El plan de siembra no puede estar separado de lo pedagógico, por el contrario cada


espacio de siembra se convierte en un espacio para la formación permanente según lo
planteado en la propuesta curricular del P.T.M.S. Sembrando Nuestros Alimentos
Sembramos Conciencia, Soberanía e Independencia.

El plan de producción de cada plantel debe formar parte del Proyecto Educativo Integral
Comunitario-PEIC Productivo y a su vez debe nutrirse de cada Proyecto de Aprendizaje-
PA, de acción cooperativa en el Circuito Educativo Productivo (cada 10 planteles
aproximadamente junto a otras instituciones INCES, Talleres Laborales de Educación
Especial, Escuelas Técnicas, Centros de Capacitación y Oficios), intercambian, hacen
cayapas para la siembra o cosechar, trueque de rubros, saberes, experiencias, métodos
de siembra. Docentes, estudiantes, familias y comunidad se juntan para el Vivir Bien.

Los planteles implementan un plan de obtención de semillas de cocinas escolares,


comedores y casas de alimentación, mercados y hogares de nuestros y nuestras
estudiantes, docentes, trabajadores, trabajadoras, así como la creación de un espacio
dentro de la institución como reservorio de semillas a fin de tener siempre disponibilidad
de las mismas.

La investigación y formación permanente tanto del personal docente, administrativo y


obrero, estudiantes, madres cocineras y padres cocineros, familias y comunidades en
general debe contemplar los procesos de ensemillamiento, la cosecha de agua, el abono
orgánico, los rubros, los patrones de alimentación y el proceso social del trabajo.

Sistematizar e impulsar el registro fotográfico y audiovisual de todo el proceso del Plan de


Siembra del plantel, utilizando las Canaimitas, el antes y el después (preparación del
terreno predial, selección y almacenamiento de semillas, crecimiento de plántulas,
recolección de la cosecha, intercambios y trueques).A MANERA DE REFLEXIÓN

Hacemos grandes colas para buscar un paquete de pasta, una mantequilla, azúcar
refinada, aceite o un paquete de harina...
El colesterol alto hasta en niños y niñas, es uno de los grandes males de las grandes
ciudades en el país y en el mundo....
El 80% de la población tiene litiasis vesicular...
El latifundio y la producción a gran escala no solo generan explotación de seres humanos
sino la destrucción de los suelos fértiles y del ambiente en general...
Nuestras escuelas desde la práctica de la siembra agroecológica no solo enseña a
producir sino que implica en cambios en nuestra cultura, nuestra manera de relacionarnos
entre los seres humanos, nuestros patrones de alimentación, en el cuidado de nuestra
salud y del ambiente.

En fin, realmente sería la educación un derecho humano en tanto, más allá de notas y
contenidos neutros, REDUNDA EN EL DERECHO A UNA VIDA SANA Y FELIZ, AL
EQUILIBRIO ECOLÓGICO Y A LA PRESERVACIÓN DE LA ESPECIE HUMANA Y DE LA
MADRE TIERRA.

LA ESCUELA DEBE CONTINUAR Y PROFUNDIZAR EN EL CAMINO DE EDUCAR CON


OTROS ENFOQUES, LÓGICAS Y MÉTODOS QUE PERMITAN FORMAR
PRODUCIENDO Y PRODUCIR FORMANDO

sembrar en todo espacio que sea susceptible para sembrarse en él: canteros, materos,
porrones, barbacoas, mesas organopónicas, patios productivos, parcelas (según los
espacios con que se cuenta y las tradiciones propias de nuestra identidad como pueblo).

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