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Finalidad de ptms
PTMS
CONUCO ESCOLAR
Desde el año 2009, se viene implementando en las escuelas de todo el país el Programa Todas las
Manos a la Siembra (PTMS), como estrategia que permite crear las condiciones para la
transformación de una cultura del consumo hacia una cultura productiva, tanto en el campo como
en la ciudad, desde la formación integral de niños, niñas, adolescentes, jóvenes, adultos y adultas,
en las instituciones educativas de todos los niveles y modalidades.
El modelo económico nacional dependiente de la renta petrolera, con abandono del campo y
concentrándose la población en zonas urbanas con consumismo y muy poca producción, LA
ESCUELA DEBE CONTINUAR Y PROFUNDIZAR EN EL CAMINO DE EDUCAR CON OTROS ENFOQUES,
LÓGICAS Y MÉTODOS QUE PERMITAN FORMAR PRODUCIENDO Y PRODUCIR FORMANDO, nuevas
lógicas curriculares que le devuelvan al ser humano su capacidad de producir, crear, dar,
compartir, convivir.
En este sentido, valorando las experiencias del PTMS, EL ACUMULADO TEÓRICO-PRÁCTICO DEL
PROGRAMA y los alcances y logros que ha tenido en la formación integral de nuestros niños, niñas,
adolescentes y jóvenes; durante este año escolar se ha enfatizado en la implementación del
CONUCO ESCOLAR como sistema de producción agrícola INTEGRAL que fortalece la seguridad y la
soberanía alimentaria desde la construcción y consolidación de la CULTURA AGRÍCOLA, retomando
y reivindicando los saberes y haceres ancestrales.
Por esto la importancia de desencadenar una cultura de la siembra permanente tanto en las
escuelas como en las familias y las comunidades urbanas, rurales, indígenas y contingenciar la
formación en un momento histórico que demanda que cada ser humano asuma con conciencia,
conocimiento, compromiso y convicción la necesidad de la producción alimentaria.
No es sembrar por sembrar. Ni hacerlo por moda o por cumplir. Todos y todas debemos
incorporarnos al proceso de siembra de manera bien planificada y organizada para lograr, por una
parte el uso racional y eficiente del agua (la siembra no se riñe con la conciencia en el uso del
agua) y por otra parte, la formación para la siembra en distintos espacios, contextos, tiempos, con
los recursos con que se cuenta y reconociendo la diversidad de tradiciones y conocimientos junto
al acompañamiento pedagógico y técnico, siempre con pertinencia sociocultural.