Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Octavo Ciclo
OBJETIVOS
General
Específicos
Conocer el cómo se repartieron las tierras en la época colonial entre los españoles.
Los indios eran agricultores y cultivaban principalmente el maíz, que era su alimento
básico, además del cacao y el algodón. No tenían animales para la labranza de la
tierra. Los españoles introdujeron el ganado, el trigo, la cebada, la avena, el café, la
caña de azúcar, la naranja, la cebolla, el ajo y le enseñaron el cultivo de esos
productos a los indígenas (Diccionario General de Guatemala, 1983).
La Reforma Liberal -de 1871 a 1885- aportó nuevas ideas y una legislación armónica
basada en la Constitución de Guatemala. También adjudicó tierras a los particulares,
gratuitamente. El 9 de febrero de 1894 se emite la segunda Ley Agraria, con
reformas, reglamentos para mediciones y adjudicaciones. Si bien la reforma
incorpora al indígena al Ejército de Guatemala, sus continuadores idean
las habilitaciones, sistema que mantiene al indio en deuda perpétua como mozo de
finca, hasta la promulgación de la tercera Ley Agraria que recopila toda la legislación
precedente en sus principales aspectos -de 1931 a 1936-. Esta última libera al
indígena de las habilitaciones al suprimirlas, aunque crea el impuesto de vialidad con
que se les obliga sin paga a prestar servicio para el mantenimiento de caminos
accesibles en toda la República de Guatemala (Diccionario General de Guatemala,
1983).
El Unionismo -1920 a 1921- libró al indígena del castigo oriental del cepo, usado en
las cárceles de las fincas (Diccionario General de Guatemala, 1983).
Los aportes de la Revolución de Octubre de 1944 fueron enormes para el país. Se
creó una Colonia Agraria, para empezar. Desde los tiempos de la colonia ha existido
el problema de la tierra. El 17 de junio de 1952 se emite el Decreto 900 -reformado
por decretos 903 y 991-, que contiene la Ley de Reforma Agraria. Ésta causó
hondas preocupaciones a los latinfundistas y soñadas esperanzas a los campesinos
(Diccionario General de Guatemala, 1983).
Los colonos seguían sufriendo la explotación, pues las tierras que poseían eran
malas y muchas veces perdían la cosecha quedando endeudados con el dueño de
la tierra, así que las sublevaciones siguieron, ya no solo de esclavos, sino también
de colonos, campesinos pobres y artesanos.
La Iglesia, como aliada de los reyes y señores feudales, tuvo muchos privilegios en
esa época. Recibió grandes extensiones de tierra que fueron aumentando cada vez
más hasta convertirse en el señor feudal más poderoso y con mayor influencia
política. La iglesia le exigía y obligaba a los campesinos y siervos el pago del
diezmo, es decir, uno de cada diez productos que cosechaban, para entregarlo a la
iglesia como tributo especial. Pero no solo explotaba a los campesinos, sino también
los reprimía mediante una institución llamada Inquisición, con la que persiguió,
apresó y mandó a quemar en la hoguera a los que se rebelaban contra las ideas de
la Iglesia. Muchos científicos, pensadores y artistas fueron víctimas de la saña y el
odio de la iglesia, pues daban a conocer que el mundo no era producto del designio
de un Dios, sino del trabajo del hombre, y que sólo éste podía transformarlo al
dominar la ciencia.
3) LA ENCOMIENDA COLONIAL
"La mano de obra constituyó el mayor problema de las Indias", sostiene Manuel
Lucena Salmoral. En el transcurso de la era colonial los españoles sometieron a sus
súbditos americanos a distintas formas de trabajo. Al mismo tiempo, la esclavitud fue
una fuerza laboral muy importante durante este período.
Por lo tanto, la encomienda no implicaba la propiedad sobre los nativos; era una
concesión no heredable. Al quedar vacante (sin poseedor) ésta volvía al monarca,
quien podía retener a los indígenas bajo administración real o entregarlos a otro
encomendero.
Especialmente desde finales del siglo XVI, estos sistemas laborales predominaron
en gran parte de la América española. Mientras en las haciendas laboraban peones,
jornaleros y capataces, en las minas obreros libres ofrecían sus servicios. En las
ciudades, por su parte, se constituyó una mano de obra libre calificada, compuesta
por plateros, carpinteros, carreteros y gremios de artesanos en general.
Durante toda la época colonial los españoles ocuparon la posición social más alta.
Su número aumentó en los siglos siguientes, con la llegada de inmigrantes, hombres
y mujeres, y por el nacimiento de los hijos de éstos, a los que se les dio el nombre
de criollos o españoles criollos. Nunca llegaron a ser muy numerosos, pero
constituían la clase privilegiada que gobernaba el país. A ese sector pertenecían los
gobernantes y altos funcionarios, los miembros del Ayuntamiento, el clero, los ricos
comerciantes y agricultores, de clase ilustrada, los descendientes de los
conquistadores y de los primeros colonizadores. Había también españoles que no
formaban parte de la nobleza local. Eran los pequeños agricultores, empleados de
menor categoría y artesanos, entre otros (Diccionario Histórico Biográfico, 2004).
Los criollos, entre los que hubo familias que se enriquecieron en las Indias, tenían
frecuentes choques con los españoles nuevos, o sea, aquellos que llegaban de
España a ocupar altos cargos en el gobierno. Tales roces se producían aún entre
frailes y sacerdotes, por lo que las órdenes religiosas llegaron a un acuerdo de
alterabilidad para ocupar los cargos importantes (Diccionario Histórico Biográfico,
2004).
Más allá de los planteamientos académicos estaban los intereses económicos de los
conquistadores, quienes necesitaban mano de obra barata para sus empresas
agrícolas y mineras. Por eso, en los primeros años de la de la época colonial, los
indios fueron esclavizados en su condición de prisioneros de guerra, o por compra o
rescate, cuando se trataba de indios que ya eran esclavos de otros indios, puesto
que la esclavitud existió también la sociedad prehispánica (Diccionario Histórico
Biográfico, 2004).
La corona española sostenía que los indios eran súbditos libres del Rey, pero esta
disposición sólo se comenzó a cumplir después de 1542, cuando se emitieron las
Leyes Nuevas u Ordenanzas de Barcelona (Diccionario Histórico Biográfico, 2004).
Alrededor del pueblo estaban las tierras comunales o ejidos, de extensión variable,
según el número de habitantes. Cada pueblo tuvo sus propias autoridades indígenas
y sus curas doctrineros. Los nuevos pueblos sirvieron para que los españoles
controlaran a los indígenas, pero éstos los aprovecharon también para preservar
muchas de sus costumbres y sus idiomas. Algunas de las modificaciones derivadas
de sus relaciones con la cultura española y mestiza, se conservan hasta nuestros
días (Diccionario Histórico Biográfico, 2004).
Los primeros esclavos de raza negra arribaron con los españoles y vivieron en una
situación de esclavitud, salvo en aquellos casos en los que conseguían su libertad.
Los precursores llegaron desde 1524, con los conquistadores. Eran pocos, pero su
número aumento en los años siguientes. Pedro de Alvarado, al conquistar
Guatemala, llevó al país una buena cantidad de negros artesanos, carpinteros,
herreros y calafateros, para construir barcos en el pacífico (Diccionario Histórico
Biográfico, 2004).
En 1543, Alonso de Maldonado trajo unos 150 esclavos negros, destinados éstos a
trabajos vinculados con el comercio. Poco después, López de Cerrato ordenó la
liberación de los esclavos indios y autorizó la venida de otra buena cantidad de
esclavos negros. Así aumentó éste segmento, que llegó a conformar al tercer
elemento étnico de la población de la colonia (Diccionario Histórico Biográfico,
2004).
Las relaciones maritales entre personas de los distintos grupos étnicos originaron
una clase compleja de mestizos: español e indio, español y negro, indio y negro,
mestizo y mestizo. Al principio, éstos se diferenciaban con nombres como mulato,
mestizo o zambo, entre otros. Así se pretendía identificar el tipo racial de una
persona. Pero esto se tornó imposible a medida que el mestizaje fue más complejo,
por lo que al final se llamó a todos gente ordinaria o casta (Diccionario Histórico
Biográfico, 2004).
Con los años, la mezcla entre los tipos étnicos diluyó las diferencias físicas y se
terminó denominando ladino a todos los que no eran indios o españoles. Ladino es
una palabra con la cual se designó, en un principio, al indio españolizado
culturalmente (Diccionario Histórico Biográfico, 2004).
CONCLUSIONES