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La colonia
• Durante la Colonia había existido un pacto de
reciprocidad entre el Estado y las
comunidades indígenas, por el cual las
autoridades españolas reconocían las
propiedades comunitarias de los indígenas a
cambio de que estos pagaran un tributo. Con
la fundación de Bolivia esta modalidad
continuó hasta la década de 1850
• A mediados del siglo XIX la población de Bolivia
continuaba siendo no solo mayoritariamente
indígena sino que además el 90% era rural y de
fuerte raíz cultural quechua-aymara, con una
estructura social y productiva propia, lo que nos da
una idea de la importancia de la cuestión agraria.
Durante el siglo XIX prevalecieron dos concepciones
en relación al tema:
• 1. los que respetaban el ordenamiento
colonial reconociendo la existencia de la
comunidad como un sistema mayoritario y
legítimo de tenencia de la tierra, y
• 2. los que al amparo de las ideas liberales
buscaban la desestructuración de la
comunidad para instaurar
la“moderna”“hacienda latifundista.
SIMÓN BOLIVAR
• Decretos de Simón Bolívar (1824-1825) Estos
decretos no mejoraron la situación de las
comunidades, pues el nuevo Estado Republicano se
dio a la tarea de expropiar las tierras de las
comunidades para convertirlas en haciendas e
instituir el famoso “tributo indigenal” para la
manutención de los funcionarios y los gastos de los
Estados oligárquicos.
• Simón Bolívar, imbuido en la ideología liberal
importada por él desde Francia, sintió la necesidad
de legislar en torno a la situación de las masas
indígenas. A esa inspiración obedecen los cuatro
radicales Decretos emitidos por Simón Bolívar en las
ciudades peruanas de Trujillo y Cusco en 1824 y
1825, antes de la declaración formal de la
independencia de las provincias altoperuanas. Él
dispuso que esos decretos fueran de aplicación
obligatoria en la república que acababa de crearse.
Estos Cuatro Decretos tenían la finalidad de que la
venta de tierras y las otras formas de ingresos
sirvieran para solventar los gastos de las batallas de
Junín y Ayacucho.
• Además Bolívar deseaba transformar la economía
agrario-campesina por un sistema de propiedad
individual y de trabajo asalariado. Un intento que
fracasó puesto que quienes terminaron
adjudicándose las tierras de comunidad fueron las
élites criollas y mestizas de origen urbano. Y estos
mantuvieron el régimen de servidumbre sobre la
tierra y las poblaciones originarias. En otras
palabras, los intentos de Bolívar no generaron
ninguna revolución agraria, ni asalariados, sino
pongos y nuevos hacendados.
• Pero en realidad la Asamblea Constituyente de 1826
decidió postergar la aplicación de los polémicos
cuatro Decretos de Bolívar y expropió las tierras
comunales. El texto del este nuevo Decreto
Constitucional decía lo siguiente: “La Asamblea
Nacional Constituyente de Bolivia Decreta: »
• Artículo 1. Las tierras poseídas por la raza indigenal
y conocidas hasta hoy con el nombre de Tierras de
comunidad, se declaran propiedad del Estado. »
• Artículo 3. Dichas tierras serán vendidas en pública
subasta con las formalidades prescritas para la
venta de los bienes fiscales con el objeto de cubrir
con su producto, la deuda interna y gastos de para
el servicio de cada Ciudad, Villa y Cantón a juicio del
Ejecutivo. Las demás serán puestas en
arrendamiento por cinco años, sea en poder de
particulares, sea en el de los mismos indios, sus
antiguos poseedores.
Andrés de Santa Cruz
• Durante el gobierno del mariscal Andrés de Santa
Cruz (1829 - 1839) se realizó la Asamblea General
Constituyente de 1831, que ratificó el Decreto de
Trujillo de Simón Bolívar reconociendo el derecho
de propiedad del Estado sobre las tierras que
ocupaban en la época del gobierno español. El
Mariscal consideró que la única fuente importante
de ingresos para el Tesoro Nacional era el “tributo
indígena”, que a partir de entonces pasó a
denominarse “contribución indígena”.
• Si analizamos estas medidas comprendemos que
no hubo demasiados cambios con la llegada de la
época republicana manteniéndose las estructuras
colonialistas dentro de un Estado Republicano y
de una clase minoritaria dominante e
improductiva Además la burocracia estatal con su
carácter parasitario vivía del excedente o la renta
generada por las comunidades, lo que implicaba
una pesada carga a sus economías comunitarias.
José Ballivián
• En el año 1842 el presidente José Ballivián
dictó la "Ley de enfiteusis”, que desconocía la
propiedad comunal y confería a las
comunidades o ayllus ya no la propiedad, sino
el simple usufructo de la tierra. Pues la
enfiteusis significa el otorgamiento perpetuo
(o por largo tiempo) del dominio útil de un
inmueble, mediante el pago anual de un
determinado monto.
• Esta Ley declaraba que las tierras de los comunarios
eran propiedad del Estado, y los originarios eran
simples “enfiteutas” (poseedores de la tierra en
usufructo y tributarios por los productos agrícolas
que obtenían de ella), o sea que no tenían una real
posesión ni derecho de propiedad sobre ella, tan
solo tenían “acceso a la tierra” y debían de pagar
por ello una contribución al Estado. Pero en
contraposición a lo anterior, la Ley de enfiteusis
anulaba el tributo indígena, que era el que
prácticamente sostenía al Estado, por lo cual esta
Ley fue rápidamente derogada
José María Achá
• Durante la presidencia de José María Achá (1861-
1864) se revivieron los decretos bolivarianos,
ofreciendo la repartición individual de las tierras
baldías o sobrantes, Pero no tomaron en cuenta que
dentro de la estructura comunal precisamente estas
eran las tierras del colectivo común.
• O sea que los terrenos que quedaran libres se
podían vender en subasta pública (para poder pagar
los sueldos a los empleados públicos). Así, cada
originario comunario quedó reducido a la propiedad
de una ridícula extensión de dos o cuatro “topos de
tierra”.
Melgarejo
• El primer paso hacia el nuevo orden agrario se dio
en el gobierno de Melgarejo. Y tuvo su origen en
1864 cuando José Vicente Dorado, publicó que era
necesario quitarle la tierra a los indígenas
basándose en la idea que estos eran indolentes,
ignorantes y carentes de conocimientos técnicos,
por lo cual mantendrían estancada la agricultura; y
que en cambio los”blancos” progresistas
mecanizarían el campo y lo harían más productivo.
Según Dorado, los indígenas pasarían de ser
propietarios pobres a colonos ricos y acomodados.
Era muy evidente que estas ideas lo que buscaban
era instalar en Bolivia un Estado feudalista.
• Dos años después, en marzo de 1866, Mariano
Melgarejo decretó la obligación para los indígenas de
gestionar sus títulos de propiedad. Para ello debían
pagar entre 25 y 100 bolivianos, por lo que les d o un
plazo de 60 días. Después de ese plazo las tierras
entraron en subasta pública, aprovechándose de ello
tanto viejos como nuevos hacendados. Dos años
después, en 1868, el Gobierno declaró de propiedad
estatal a todas las tierras comunales.
• Estas medidas de Melgarejo provocaron fuertes
levantamientos indígenas encabezados por el
opositor Casimiro Corral y el líder indio Luciano Villca
con un saldo de varios comunarios muertos.
• Agustín Morales
• El gobierno del presidente Agustín Morales
Hernández, aprobó una ley en Julio de 1871
desconociendo las medidas de Melgarejo y
estableciendo la devolución de todas las tierras de
comunidad, a pesar de los reclamos de los
hacendados que ya habían comprado las tierras en
el período anterior. Ese proceso quedó
interrumpido con leyes posteriores pero la tensión
continuaría en los gobiernos siguientes,
enfrentando dos visiones opuestas sobre el
problema agrario.
• "Todas las medidas llevadas a cabo por Melgarejo,
especialmente a partir del Decreto Supremo de 20
de marzo de 1866, representan verdaderamente un
proceso de expropiación de tierras comunales el
cual comenzó con las medidas de la casta criolla
desde el mismo inicio de la República. Por lo que se
puede resumir dicho proceso en dos puntos
principales: la ocupación de las tierras de los ayllus y
la subordinación de la mano de obra indígena de
manera gratuita hacia las haciendas. Melgarejo es
pues quien propició la venta de tierras de 356
comunidades en todo el país, perteneciendo 321 al
departamento de La Paz, en su mayoría al altiplano”.
• En la posición de defender el derecho indígena
estuvieron los gobiernos de Agustín Morales,
relativamente Adolfo Ballivián e Hilarión Daza. En la
posición opuesta, la de propiciar el latifundio,
encontramos a Mariano Melgarejo, Tomás Frías y
todos los gobiernos conservadores y liberales sin
excepción.
Tomás Frías
• Tomás Frías promulga en octubre de 1874 la ley que
se conoce como “Ley de Exvinculación”. La cual se
basaba en el concepto de la propiedad individual
(pues reconocía la propiedad personal de los
indígenas sobre su tierra), pero rompía la estructura
comunal. El término exvinculación expresaba la
intención de fracturar la esencia misma de la
relación ancestral del indígena con la tierra.
• Cada nativo trabajaba una“sayaña” (parcela
individual de tierra) dentro de un“ayllu” (conjunto
de tierras de varios comunarios no necesariamente
colindantes entre sí) en una unidad como propiedad
comunitaria indivisible. La ley de exvinculación
respondía a una visión ideológica y
"modernizadora” que no comprendió la realidad
histórica y cultural del Tahuantinsuyo, por un lado
porque la suponía retardataria y por otro por los
intereses de expansión de los latifundistas.
• Frias no aplicó la ley, la cual entró en vigencia
después de un duro debate en la convención de
1880 que la puso en vigencia prácticamente sin
modificaciones el Y de octubre de 1880. La
“revisita" iniciada un año después (una práctica
heredada de la época colonial) se dedicó a
convalidar la decisión. Los visitadores (funcionarios
del Gobierno) mensuraron la tierra, titularon
propiedades e iniciaron un proceso que marcaría el
futuro: un mercado libre de compra y venta de
tierras que, medio siglo después, habría
desarticulado a las comunidades reduciéndolas a
menos de un 25 % de su extensión original.
• Este sistemático proceso amplió drásticamente la
cantidad de colonos semi esclavizados por el
“pongueaje” con pago de salarios de súper
explotación, a quienes anteriormente eran
comunarios libres. El propósito de ampliar el
latifundio para alcanzar una modernización del
agro, no mejoró las relaciones de trabajo ni la
productividad. Como consecuencia este período
(comprendido entre 1880 y 1899) produjo
permanentes levantamientos en contra de la
revisita, hasta la gran rebelión de Zárate Willca que
coincidió con la Revolución Federal.