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INTRODUCCIÓN AL ESTUDIO

DE DERECHO AGRARIO

ALUMNO
GUEVARA ABARCA AMAURY DANIEL

INSTITUCIÓN, MATERIA Y GRUPO


CENTRO UNIVERSITARIO DE TONALÁ – DERECHO AGRARIO – 8. º C

DOCENTE
SANDRA SOFÍA HERNÁ NDEZ REYES

22/08/2022
Guevara Abarca Amaury Daniel

INTRODUCCIÓN AL ESTUDIO DE DERECHO AGRARIO

Concepto

Para entender lo que es el derecho agrario podemos remitirnos a la división de los conceptos
que lo componen. Por una parte, el derecho es entendido como un sistema de
ordenamientos que permiten regular a la sociedad y resolver los conflictos que de esta
emanen. Por otro lado, lo agrario está ligado a la agricultura, es decir, todos aquellos
trabajos relacionados con el tratamiento del suelo, la plantación y la transformación del
medio ambiente con el fin de satisfacer las necesidades del ser humano. En síntesis, el
derecho agrario es el sistema normativo que se encarga de regular las diversas cuestiones
vinculadas con la propiedad y organización territorial rústica, así como con las explotaciones
rurales, a la vez que proporciona las herramientas adecuadas para dirimir conflictos
derivados de estas.

Importancia

Con la basta riqueza biológica y territorial que existe en México, el campo agrario resulta ser
una de los más importantes puesto que está consagrado como un sector fundamental para la
economía del país. Al implicar actividades económicas clave como lo son la producción
alimentaria y de bienes primarios de consumo, el derecho agrario resulta ser indispensable
para la correcta regularización de tales menesteres; a su vez, el derecho agrario se convierte
en la rama jurídica con mayor capacidad de encaminar a la sociedad hacia un uso racional
de los recursos naturales renovables, lo cual a día de hoy es una necesidad primaria para la
economía de cualquier nación.

Autonomía

La observación y estudio de la historia de México, así como de la doctrina jurídica, nos


permiten advertir las diversas características que dotan de autonomía al derecho agrario.
Esta rama del derecho tiene en su haber principios propios, normas y relaciones jurídicas
particulares que son el resultado de un proceso de evolución sistemática cuyo inicio nos lleva
a la época prehispánica. Para Vivanco Antonio, la autonomía jurídica se encuentra en la
existencia de principios jurídicos particulares que conforman un sistema cerrado de normas,
así como la naturaleza de las normas, que en el caso del derecho agrario estas tienden a
propugnar por el factor rural y humano en el ámbito rural.

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Organización agraria de los aztecas

El imperio de los aztecas se dividía en diferentes clases sociales que permitían una mejor
organización y desempeño de cada una de las funciones necesarias para su sociedad.
Contaban con un regente supremo así como con un órgano judicial encargado de resolver
los conflictos entre los individuos. La tierra se encontraba dividida en sectores, y según la
clase a la que pertenecieras, sería el tipo de tenencia de tierra que tendrías. Los campesinos
junto a los comerciantes formaban gran parte del pueblo azteca; a estos les correspondía el
calpulli, el cual era un pequeño terreno suficiente para cubrir las necesidades de una familia.
Por otra parte, se encontraban las clases guerrera, sacerdotal y noble, a estos les
correspondían la milchimalli, pillalli y teotlalpam y tlatocalli, respectivamente. Los nobles eran
quienes tenían la propiedad de los terrenos en tenencia de los campesinos, mientras que el
órgano encargado de distribuir los mismos era el consejo del calputlalli. El nombre de la
forma de tenencia dependía del sector favorecido:

 Pillalli: posesiones antiguas de los principales (o pipiltzin), heredadas o concedidas


por el rey a modo de recompensa por servicios a su favor.
 Teotlalpam: destinado a sufragar los gastos del culto religioso.
 Milchimalli: destinado a suministrar víveres al ejército en tiempos de guerra.
 Altepetlalli: destinado a sufragar los gastos del pueblo, se dividía entre el número de
barrios, cada uno con parcela independiente.
 Calpulli: destinado a sufragar los gastos del pueblo, su propiedad era comunal y los
miembros solo gozaban del usufructo.
Organización agraria de los mayas
En el caso de la sociedad maya, se contaba con un regente supremo, denominado Ahau,
quien era propietario de grandes extensiones de tierra cultivada por esclavos. La clase
sacerdotal no poseía terrenos ni esclavos, su función agraria era predecir el tiempo para
orientar las siembras y clases de cultivos. La clase noble era la más privilegiada después del
Ahau, estos tenían sus solares y hogares en Mayapán. Los vasallos y tributarios componían
el resto de la sociedad y la mayor parte de la misma; ellos se encargaban de la explotación
de pastos y salinas a lo cual cada familia recibía una parcela de alrededor de 47 metros
cuadrados para su uso. Los esclavos se encontraban en el fondo de la jerarquía social, se
los tenía en calidad de cosas y suplían al ganado vacuno y caballar carente para los mayas.
Su forma de labrar las tierras se adaptaba a las condiciones ambientales, lo cual los hacía
cambiar constantemente de lugar.

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Dominio español

Con la llegada de la colonización española, el uso y dominio de las tierras pasó a estar en
favor de la Corona de Castilla, legitimándose a través de la Iglesia. La propiedad inmueble se
clasificaba de la siguiente manera:

 Mercedes reales: tierras de colonizadores y conquistadores basadas en sus méritos.


 Caballería: Medida de tierra entregada a un soldado de caballería.
 Peonía: Medida de tierra entregada a un soldado de infantería.
 Suertes: Solares de labranza dadas a los colonos mediante merced o capitulación
(contrato entre la corona y los particulares para realizar empresas, estas podían ser
de descubrimiento, explotación o colonización y el pago era cierta cantidad de tierra).
 Compraventa: tierras avasalladas vendidas a particulares.
Los medios de obtención de tierras eran; la confirmación, un tipo de reconocimiento del rey;
Usucapión; y Composición, figura que dotaba de nuevos títulos ante un exceso de tierras
introducidas y/o usurpadas. En cuanto a la propiedad colectiva, se clasificaba en las
siguientes figuras:

 Reducciones: pueblos de adoctrinamiento indígena.


 Fundo legal: conformado por terrenos disponibles para el asentamiento del pueblo.
 Ejidos: tierras de aprovechamiento común a la salida del pueblo.
 Dehesa: lugar para pasteo en donde no se podía labrar ni plantar.
 Tierras de repartimiento: tierras en usufructo para familias con obligación de utilizarlas
y, de quedar vacantes, se repartían entre quienes las solicitaran.
 Propios: terrenos destinados a cubrir los gastos públicos a españoles e indígenas.
Época de la independencia

En los tiempos del México recién independiente, se hicieron una serie de cambios que
pretendían equilibrar y mejorar la tenencia de tierra y los problemas de población que se
derivaron. No obstante, aún después de 1821 se conservaban ciertas figuras como lo eran
las de acaparamiento de tierras; los latifundios mantenidos por españoles y su
descendencia; y una propiedad eclesiástica en aumento, perjudicando la economía nacional.
Todo esto generó una falta de movilidad y producción en tierras rústicas, impidiendo que los
impuestos llegaran a las arcas del nuevo gobierno. Los asentamientos se concentraban en
gran medida en el centro del país y la población rural estaba repartida en haciendas,
ranchos, minerales, pueblos de indios y misiones. De todas estas, la hacienda era la unidad
más importante dada su extensión, actividad económica y población. Ante tales
problemáticas se emprendieron una serie de modificaciones legales para tratar de

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resolverlas, pero su éxito fue nulo. La legislación sobre colonización buscó resolver el
problema de despoblamiento territorial e impulsar así una población más proporcional que
diera aumento a la actividad económica. Para el 11 de marzo de 1842, Antonio López de
Santa Anna expidió un decreto cuyo fondo encontramos vigente en el numeral 27 de la
CPEUM: “jamás puede adquirirse propiedad en los límites con otras naciones por extranjeros
sin expresa licencia del Gobierno Supremo de la República”. Se dio la anexión de Texas a
Estados Unidos y la posterior guerra de dicho país con México, ante lo cual, Valentín Gómez
Farías expidió una ley que autorizaba al gobierno a proporcionarse hasta 15 millones de
pesos por medio de hipotecas o ventas en subasta pública de bienes amortizados. Para
1856, el diputado Ponciano Arriaga pidió que se expidiera una ley agraria que incluyera el
derecho a la propiedad perfeccionado por medio del trabajo, la acción de límites a la
propiedad y la dotación a pueblos o rancherías por medio de la expropiación de las tierras
para que fuesen repartidas en solares a censo enfitéutico. Enfiteusis = Cesión perpetua o por
largo tiempo del dominio útil de un inmueble por el pago de una pensión anual al que hace la cesión.

Época de la reforma

Después de la intervención estadounidense en México y la pérdida territorial más importante


del país, el descontento social era cada vez mayor, lo cual condujo a una serie de cambios
en la política nacional que desembocaría en una guerra civil entre el bando conservador y el
liberal, siendo ésta ultimo quien triunfaría. Serían los mandatos de Juan Álvarez, Ignacio
Comonfort y Benito Juárez los que derivarían en la creación de las Leyes de Reforma, las
cuales fueron sumamente controversiales para la sociedad mexicana de la época al instaurar
una nación mayormente secularizada, por lo cual se dio una importante limitación y despojo
de las propiedades a la institución eclesiástica.

Época del liberalismo

Esta época estuvo caracterizada por una serie de planes por parte del Congreso
Constituyente en beneficio de los campesinos y de la situación rural de entonces. La ley
Juárez, la Ley Lerdo y, finalmente, la Constitución de 1857, fueron algunos de los
ordenamientos más importantes que se promulgaron en aquel entonces. Se propugnaba por
el perfeccionamiento del derecho de propiedad a través del trabajo y la producción de tal
propiedad, por otra parte, se dispuso que las fincas rústicas y urbanas que fuesen poseídas
o administradas como propiedad por corporaciones civiles o eclesiásticas, se adjudicaran en
propiedad a los que las tuviesen arrendadas. Aunque cabe mencionar que, si bien se

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suprimió la amortización y el clero dejó de tener personalidad jurídica como terratenientes,


también se propició el aumento en el latifundismo al haber una carencia de coordinación de
fraccionamiento y fijación de límites en las propiedades rústicas. Cuando la Constitución de
1857 se hubo promulgado, la repartición de tierras fue omitida en el texto constitucional a
pesar de los esfuerzos anteriores por impulsar la legislación en materia agraria. Esto dio
como resultado que las comunidades indígenas se consideraran corporaciones civiles y no
pudiesen adquirir ni poseer bienes raíces; por tanto, los particulares se vieron beneficiados
por sobre los dueños comunales, agravando la situación agraria.

Planes revolucionarios

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En el año de 1856, El presidente Comonfort y su ministro de Hacienda, Miguel Lerdo de

BIBLIOGRAFÍA
Tejada, expidieron la Ley de Desmortización o Ley
Lerdo la cual originó el despojo de tierras
colectivas. Se promulgaron leyes
consecutivamente que pretendían reforzar los planteamientos de años pasados, como la Ley
de nacionalización de bienes eclesiásticos y las leyes y decretos sobre colonización de
terrenos baldíos. Sobre esta última, se realizaría otra que la supliría, y fue la Ley sobre la
Ocupación y Enajenación de Terrenos Baldíos en 1894 lo cual dio paso a la concentración
ilimitada de tierras y a una serie de grandes injusticias para millones de mexicanos. Fue
entonces que en 1910, Madero se levantó en armas tras las elecciones presidenciales de
ese año, comenzando así la Revolución Mexicana con el Plan de San Luis. Este plan
pretendía reivindicar los derechos de los mexicanos más desamparados por la ley,
especialmente el sector rústico al aludir a la restitución de las tierras. No obstante, en la
práctica, tales postulados no fueron cumplidos, por lo que la situación de injusticia en el rubro
agrario no dejó de estar más latente que nunca. Sería entonces que en 1911, Andrés Molina
Enríquez lanza el Plan de Texcoco, en el cual se expresaba la inconformidad con las
omisiones de Madero y pretendía, una vez más, propugnar a favor del sector agrario. Para
1911, Zapata proclama el Plan de Ayala, desconociendo a Madero como presidente y
procurando su derrocamiento, Zapata fue uno de los líderes de la época de la revolución que
más propugnaba en favor de los campesinos y la justa repartición de las tierras. Estando en
el mandato, Carranza finalmente comenzó a hacer decretos en favor de las exigencias de
Zapata, con lo cual el reparto de tierras a los pueblos y demás reformas sociales fueron
impulsadas más que nunca.

• GÓMEZ DE SILVA CANO, Jorge J. El Derecho Agrario Mexicano y la Constitución de


1917. (2016). De Instituto de Investigaciones Jurídicas de la Universidad Nacional Autónoma
de México. Sitio web: https://archivos.juridicas.unam.mx/www/bjv/libros/9/4452/19.pdf

• PÉREZ PORTO, Julián y GARDEY, Ana. (2009). Definición de derecho agrario. 2022, de
Definicion.de Sitio web: https://definicion.de/derecho-agrario/

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• GÓNZALES NAVARRO, Gerardo N. Derecho Agrario. (2013) México: Editorial Oxford.

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