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MENDOZA ÁLVAREZ MIGUEL

ÁNGEL
DR. RAÚL CAMILO JOSÉ
CARRANCÁ Y RIVAS

CAUSALISMO

H. FACULTAD DE DERECHO
UNIVERSIDAD NACIONAL
AUTONOMA DE MÉXICO
CAUSALISMO
MIGUEL ÁNGEL MENDOZA ÁLVAREZ

SUMARIO: I. CAUSALISMO II. SUBDIVISIONES DEL CAUSALISMO


III. CAUSALIDAD ADECUADA Y EQUIVALENCIA DE CONDICIONES IV. CASO

I. CAUSALISMO

El causalismo adquiere su nombre por basarse en el binomio de la causa-efecto,


que son una escuela causalista que fundó su existencia en la necesidad de ubicar
al delito tan solo con la simple comisión del mismo, para esta escuela importa la
materialidad del acto que está representada por el elemento objetivo del tipo sin
importar el ánimo, pensamiento, fin o destino de la acción que cometiese el
delincuente. Así la escuela causalista establece la responsabilidad penal de una
persona basándose primordialmente en el acto o acción humana y el efecto que
produce ante el mundo material; en otra palabras, el sistema causalista se
caracteriza por su sencillez de ubicar la culpabilidad, ya que para atribuir la
responsabilidad a la persona solo se requiere la comprobación de la causa,
tomándose al efecto como su consecuencia directa, razón por la cual, una persona
siempre será culpable cuando se acredite su acción como causa del resultado.

II. SUBDIVISIONES DEL CAUSALISMO

Para continuar con la distribución de la teoría de la causalidad, debemos


reconocer que se divide fundamentalmente en dos grandes corrientes: la de la
equivalencia de las condiciones, y la de la causalidad adecuada.

III. EQUIVALENCIA DE LAS CONDICIONES Y CAUSALIDAD ADECUADA

La teoría de la equivalencia de las condiciones, correctamente situada en su plano


propio, no tiene la función de señalar una causa eficiente única ni de decidir
responsabilidades penales; no tiene por qué considerar “sentimientos de justicia”
ni necesita estar templada por “correctivos” o “frenos”. Ella es una tesis lógica que
explica la interrelación entre diversos sucesos físicos y que el Derecho Penal
aprovecha cuando quiere señalar el límite máximo hasta donde puede admitirse
vinculación entre un movimiento o actitud corporales del hombre y cualquier
cambio en el mundo exterior, que parezca haber sido influido por aquéllos, y hasta
donde puede ser necesario un ulterior examen jurídico penal. Esta teoría se
expresa someramente de la siguiente manera: antes que una cualquiera de las
condiciones se asocie a las demás, resultan todas ineficaces y la condición no se
produce; pero al unirse a as otras causa la causalidad de ellas, y por lo tanto, debe
establecerse que cada una es una causa de toda la consecuencia (Von Buri);
existe relación causal entre el movimiento corporal y el resultado cuando este no
hubiera tenido lugar sin aquél, es decir, cuando no se pueda suponer suprimido el
movimiento corporal sin que deba dejar de producirse el resultado ocurrido
(conditio sine qua non; sublata causa tollitur effectus) todas las condiciones del
resultado son, por consiguiente, del mismo valor (Liszt).

Acerca de la equivalencia de las condiciones, la crítica demoledora de Thyren han


podido distinguir entre condiciones de las condiciones decisivas y no decisivas,
positivas, negativas o indiferentes en abstracto; solo son causa, según él, las
decisivas y positivas. Pero esto es tanto como desconocer la equivalencia misma.

Mientras que la teoría de la causalidad adecuada, ha ido evolucionando hasta


llegar a la idea que propone: para la existencia de la causalidad, es necesario que
el agente haya determinado o producido el resultado con una conducta
proporcionada y adecuada. El problema de esta percepción es que no tiene en
cuenta las acciones o efectos extraordinarios de la acción misma. El juez será el
encargado de realizar un juicio de probabilidad, debiendo situarse en el momento
de la acción.

Además la teoría de la causalidad, adecuada formula objetivo-subjetiva: una


acción es causa adecuada de un resultado, cuando este era objetivamente
previsible. El juicio de previsibilidad objetiva se lleva a cabo colocándose el juez en
el lugar del sujeto en el momento del comienzo de la acción, y teniendo en cuenta
las circunstancias del caso concreto cognoscibles por una persona inteligente,
más las conocidas por el autor y la experiencia común de la época sobre los nexos
causales.

IV. CASO

Pensemos en un caso:

El C. Spota acude, por cuestiones de trabajo, a la colonia Doctores, durante el


camino es abordado por dos delincuentes que pretendieron despojarlo de sus
pertenencias, al mostrar resistencia, el ciudadano recibe cuatro impactos de bala
en el abdomen, lo que le ocasiona una lesión severa pero no mortal. Los vecinos
aledaños al lugar, llaman a la policía quienes detienen a los dos sujetos, y a una
ambulancia: el cuerpo de paramédicos acude al lugar de la acción cometida, y
traslada al paciente al Hospital General de la Villa; los médicos diagnosticaron en
estado delicado al paciente, y proceden al trato de las heridas para salvaguardar
su vida. El día de la intervención quirúrgica, el Dr. Hess quien era encargado del
trato a las heridas, acude en un estado notable de ebriedad, ya que la noche
anterior, con razón absoluta, se dio lugar a una reunión donde él ingirió altos
grados de alcohol, luego, en el momento de la intervención, llevo a cabo una serie
de procedimientos incoherentes e inexactos en la zona del abdomen donde se
presentaban las lesiones de bala, que le causaron más tarde ese día la muerte al
C. Spota.

Se somete a juicio a ambos sujetos mencionados en el caso, entonces ¿quién


debe reconocerse como responsable? Bueno, según el artículo 303 del Código
Penal Federal en su fracción I, que considera los requisitos para imputar sanción
al delito de homicidio, dice:

I.- Que la muerte se deba a las alteraciones causadas por la lesión en el órgano u órganos
interesados, alguna de sus consecuencias inmediatas o alguna complicación determinada
inevitablemente por la misma lesión y que no pudo combatirse, ya sea por ser incurable, ya por no
tenerse al alcance los recursos necesarios
Además de lo dicho en el artículo 304 y sus tres fracciones:

Artículo 304.- Siempre que se verifiquen las tres circunstancias del artículo anterior, se tendrá
como mortal una lesión, aunque se pruebe: I.- Que se habría evitado la muerte con auxilios
oportunos; II.- Que la lesión no habría sido mortal en otra persona, y III.- Que fue a causa de la
constitución física de la víctima, o de las circunstancias en que recibió la lesión.

Y por último, verificando las excepciones del artículo 305 que estipula:

Artículo 305.- No se tendrá como mortal una lesión, aunque muera el que la recibió: cuando la
muerte sea resultado de una causa anterior a la lesión y sobre la cual ésta no haya influido, o
cuando la lesión se hubiere agravado por causas posteriores, como la aplicación de medicamentos
positivamente nocivos, operaciones quirúrgicas desgraciadas, excesos o imprudencias del
paciente o de los que lo rodearon.

Luego entonces podemos inferir que, en este caso, la muerte del C. Spota fueron
causa de las lesiones ocasiones por el Dr. Hess, quien tuvo la oportunidad de
evitar las lesiones, y aún, bajo uso de razón cometió el acto de embriagarse y
acudir a la intervención quirúrgica en dicho estado, motivo por el cual realizo
erróneamente los procedimiento y ocasiono lesiones mortales en la zona
especifica del paciente. Por tanto, inferimos que el Dr. Hess es el sujeto que
cometió el delito de homicidio.

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