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Subculturas organizacionales

Las subculturas organizacionales son grupos más pequeños que componen una
organización. Estos grupos comparten creencias o normas como característica común, y
cada tipo de subcultura se alinea con los valores de la cultura dominante de la
organización en diversos grados.

Subculturas enriquecedoras
Una subcultura enriquecedora comparte los valores de la cultura organizacional en
general, pero los sigue con más pasión. Tienen un efecto “sinérgico” en la cultura
corporativa que influye directamente en la aceptación de la misma.

Subculturas ortogonales
Los miembros de subculturas ortogonales abrazan los valores de la cultura dominante,
pero tienen su propio conjunto de valores. Este segundo conjunto de valores es distinto al
de la cultura organizacional más amplia, pero no entra en conflicto con ella. A veces, las
organizaciones que permiten que surjan subculturas pueden volverse más ágiles.

Elementos de identidad
A diferencia de la imagen corporativa, los elementos que componen la identidad
corporativa son controlables por la empresa. Estos son: el logotipo, la gama de colores
utilizados, la tipografía, la guía de diseño y el tono de voz.
El logotipo
Considerado como la piedra angular de la identidad de la marca, el logotipo merece
especial atención a la hora de su construcción. Posiblemente, se trata del elemento visual
que más perdura en el recuerdo de los consumidores.
Los colores
El uso de los colores adecuados en tu logotipo puede contribuir a la felicidad de tus
clientes. Según un estudio de la Universidad de Georgia, algunos colores pueden impactar
positivamente en la felicidad de las personas.
La tipografía
La tipografía es un aspecto relevante en la construcción de la identidad corporativa de la
empresa.
Además de seleccionar adecuadamente las fuentes, es recomendable utilizar un tamaño
legible, evitar combinaciones innecesarias de fuentes y usar mesuradamente las
mayúsculas. Las formas y trazos también son importantes.
El tono de voz
La manera específica en la que tu empresa “habla”, interactúa con clientes y público
general, siempre considerando la situación concreta, es lo que se llama “tono de voz”.
Al igual que el resto de los elementos de la identidad corporativa, el tono de voz debe
estar en correspondencia con los valores de la empresa. Según el tipo de relación que
quieras establecer con tus clientes, debe ser el tono de voz.

Compromiso laboral
El compromiso laboral es un factor que hace que los empleados se involucren tanto con su
trabajo como con los objetivos y los valores de la empresa. Un empleado comprometido
es alguien que siente pasión con su trabajo, y esto lo demostrará realizando un esfuerzo
mayor a la hora de realizar sus tareas.

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