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¿Qué es la imagen corporativa?

Se define la imagen corporativa como el concepto global que las personas


tienen de las actividades y productos de una empresa en particular. 

La imagen corporativa está compuesta por distintos elementos asociados con la


percepción. Elementos visuales como el logotipo y los colores predominantes
suscitan la activación de este concepto global en la mente de los clientes.

Para posicionarte en el mercado, necesitas clientes que posean una visión positiva
de tu negocio. Según Forbes, el 92% de la gente confía más en las
recomendaciones de otras personas, que en las de las propias marcas.

Tu negocio necesita impresionar de manera positiva a otros grupos de interés.


Colaboradores, inversionistas, distribuidores, agencias reguladoras y ONGs no
pueden ser obviados. Debes lograrlo sin perder la coherencia. 

Una organización coherente es aquella que proyecta y vive una sólida relación


entre sus valores compartidos y el comportamiento de cada uno de sus miembros.
En una empresa coherente todos se sienten escuchados y atendidos.  

Variables para la gestión de la imagen empresarial 

Debido a su complejidad, la imagen corporativa debe ser gestionada con sumo


cuidado. Y es que, una vez afectada la imagen de la empresa, el proceso para su
recuperación es costoso e incierto.

Existen tres variables que deben ser consideradas para una exitosa gestión de la
imagen empresarial: la comunicación corporativa , la retroalimentación
o feedback y la identidad corporativa.

La comunicación corporativa puede ser interna o externa. Integra los


contenidos, fuentes y canales de información a través de los cuales se transmite la
imagen de la marca tanto a los clientes como a los empleados y asociados. 
El feedback es vital para la construcción de una excelente imagen empresarial.
Por ejemplo, en México, el 64% de los clientes consulta en la red la opinión de
otros compradores, antes de decidirse a adquirir un producto.

La identidad corporativa está integrada por la “personalidad”  de la empresa,


aquello que la distingue de otras en su relación con el cliente y con el público en
general. Es la realidad objetiva de tu empresa. 

La imagen corporativa y la identidad corporativa están estrechamente


relacionadas. La principal diferencia estriba en que la imagen es una percepción y
la identidad engloba el aspecto físico de la marca.

La imagen corporativa es lo que el público piensa de tu empresa. La integran


elementos no controlables por la organización: la representación visual
subjetiva, las impresiones, las emociones, las valoraciones y la reputación.

Por su parte, la identidad corporativa es la forma en que tu empresa quiere ser


percibida. A continuación, más detalles sobre el concepto de identidad
corporativa. 

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Identidad corporativa: ¿Qué es y cómo construirla?

Identidad corporativa: definición e importancia

Podemos definir la identidad corporativa como el conjunto de elementos


visuales y auditivos mediante los cuales se transmite la personalidad y
los valores compartidos de una marca.

Varios son los aspectos que resaltan la importancia que tiene la identidad
corporativa para la empresa. Entre ellos podemos destacar:

1. Contribuye al mejoramiento de la imagen corporativa: A pesar de su


carácter subjetivo, la imagen corporativa se beneficia de una excelente
identidad corporativa. Entre otros aspectos, el consumidor también
reacciona ante lo que ve y escucha desde la marca. Una identidad
corporativa bien diseñada provocará reacciones agradables y mejorará
la experiencia del cliente. Según un estudio de Dimension Data, el 84% de
las empresas que trabajan para mejorar la experiencia del cliente, reportan
un aumento en sus ingresos.  
2. Contribuye a alcanzar la lealtad de los clientes: La identidad corporativa
es la cara que identifica a tu empresa en las relaciones con el cliente. Si
esta presentación es coherente con los valores de la marca y la calidad de
tu producto, podrás alcanzar o consolidar, según sea el caso, la tan
preciada lealtad del cliente. Un cliente leal gasta un 33% más que uno
nuevo.
3. Te permite diferenciarte de la competencia: Una identidad corporativa
coherente y atractiva te distingue de tus competidores. Esto significa que
tus clientes reconocerán con facilidad tu producto y será más probable que
lo recuerden ante cualquier decisión de compra que deban tomar. Una
marca con una personalidad fuerte, cuya identidad esté asociada  a valores
universales, se destaca en el mercado y tiene posibilidades de ganar y
conservar más clientes.
4. Fortalece el sentido de pertenencia de los empleados: Un empleado
que recibe una remuneración adecuada, tiene condiciones de trabajo
idóneas y se siente reconocido en su entorno laboral; es un colaborador
que se identifica y enorgullece de la empresa en que trabaja. Cada vez es
más común encontrar comunidades virtuales en las que las personas
expresan su opinión sobre una compañía. No solamente tus clientes
externos opinan en estos foros. La opinión de tus empleados en estas
comunidades tiene un impacto significativo en la imagen corporativa. Si
consigues que ellos expresen con orgullo y satisfacción la identidad
corporativa de la empresa en estos y otros escenarios, ciertamente tu
empresa marcará la diferencia. Sin contar que los empleados
comprometidos pueden contribuir a elevar las ventas hasta en un 370%,
según un estudio de Watch&Act

Elementos de identidad corporativa: ejemplos.


A diferencia de la imagen corporativa, los elementos que componen la identidad
corporativa son controlables por la empresa. Estos son: el logotipo, la gama
de colores utilizados, la tipografía, la guía de diseño y el tono de voz. 

Con excepción del tono de voz, los elementos mencionados son elementos
visuales. Estos elementos se integran bajo la denominación de identidad visual
corporativa. Entendamos mejor cada uno de ellos:

El logotipo 

Considerado como la piedra angular de la identidad de la marca, el logotipo


merece especial atención a la hora de su construcción. Posiblemente, se trata del
elemento visual que más perdura en el recuerdo de los consumidores. 

Un experimento con mil personas realizado por la compañía de venta de


vehículos Van Monster en el Reino Unido, demostró que un 93% de la muestra
recordaba algún detalle de los logotipos de las marcas Audi y BMW. 

Para perdurar en la mente de tus clientes, tu logotipo debe tener la capacidad de


trascender en el tiempo. Ha de  ser atractivo sin dejar de ser sencillo. Es uno de
los casos donde menos es más. 

Un  logotipo asertivo debe conseguir  transmitir claramente la personalidad y los


valores compartidos de tu empresa. Un ejemplo de logotipo es el de de Nubank,
fintech que ha alcanzado la cifra de 30 millones de clientes solamente en Brasil. 

El diseño del logotipo de Nubank presenta líneas finas y conectadas,  que


expresan sencillez, fluidez y transparencia. Se puede leer al revés,  un indicador
de lo fácil que es para el cliente realizar operaciones con la fintech.

Es un logo que revela el carácter humano, transparente y descomplicado de la


organización. Estas cualidades se transmiten a través de un  lenguaje objetivo y
directo, que es la forma en la cual Nubank comparte las informaciones con sus
clientes.

Los colores
El uso de los colores adecuados en tu logotipo puede contribuir a la felicidad de
tus clientes. Según un estudio de la Universidad de Georgia, algunos colores
pueden impactar positivamente en la felicidad de las personas.

Ahora bien, antes de elegir los colores que utilizarás para construir tu identidad
visual corporativa es necesario conocer su significado. El dominio de esta
información constituye un excelente punto de partida.

El significado de los colores ha sido ampliamente estudiado desde la psicología y


el marketing. No es lo mismo un color primario que uno secundario o terciario,
conceptos sobre los cuales hay que reflexionar antes de tomar cualquier decisión. 

Es importante tomar en cuenta cómo se combinan los colores entre ellos y con el
fondo. Un ejemplo a considerar es el logotipo de Trivago, que combina
armónicamente tres colores en un fondo blanco. 

La tipografía

La tipografía es un aspecto relevante en la construcción de la identidad corporativa


de tu empresa. Si quieres transmitir lujo y sofisticación, no utilizarás el mismo tipo
de letra que para transmitir popularidad.

Para usos más tradicionales, se recomiendan letras como Book Antigua o Times


New Roman. Por su parte, es adecuado usar Arial o Helvética si tu intención es
transmitir alegría y modernidad.

Además de seleccionar adecuadamente las fuentes, es recomendable utilizar un


tamaño legible, evitar combinaciones innecesarias de fuentes y usar
mesuradamente las mayúsculas. Las formas y trazos también son importantes.

El logotipo de Slack, modificado en 2019, presenta una interesante combinación


de colores con un sobrio estilo de fuente. Se corresponde con el perfil de la marca,
enfocada en contribuir al desarrollo del trabajo en equipo.

El tono de voz
Aunque la identidad visual corporativa es muy importante, la forma en que la
marca se comunica con el cliente va más allá de lo visual. También se percibe
desde lo auditivo. 

La manera específica en la que tu empresa “habla”, interactúa con clientes y 


público general, siempre considerando la situación concreta, es lo que
llamamos “tono de voz”. 

Al igual que el resto de los elementos de la identidad corporativa, el tono de voz


debe estar en correspondencia con los valores de la empresa. Según el tipo de
relación que quieras establecer con tus clientes, debe ser el tono de voz.

Elegir entre las formas de tratamiento formal e informal, o entre un lenguaje


técnico o humorístico, tendrá  un impacto en el tono de voz de tu empresa. Apple,
por ejemplo, utiliza un tono de voz  íntimo, impregnado de calidez.

Cuando  un cliente escucha la voz de Apple diciendo “Innova, inspira, sueña”,


puede interpretar que la organización confía en él, en sus capacidades para
superarse y distinguirse. Esto ayuda a consolidar su empatía con la marca.

¿Cómo construir el manual de identidad corporativa?

La guía de diseño, también conocida como manual de identidad corporativa, es


una herramienta que integra las líneas de diseño que vas a utilizar para definir tu
identidad visual corporativa

En el manual aparecen minuciosamente descritos los elementos visuales que


conforman la identidad corporativa de tu empresa. Es una guía de apoyo que
incluye las características y los usos de cada uno de los elementos.

Esta guía debe ser compartida con los diseñadores encargados de posicionar tu
marca tanto en sitios online como en espacios offline. De esta forma podrán
contribuir a elevar la consistencia de tu marca.

¿Qué se recomienda incluir en el manual de identidad corporativa?


 La declaración de los valores que rigen la identidad de marca,
acompañada de una breve explicación de cada uno de los valores
compartidos por la empresa.
 El Logotipo. Debe acompañarse con la explicación de la construcción, las
proporciones, variantes y usos posibles.
 Los colores corporativos. Acompañados por muestras técnicas,
claramente ilustrativas. 
 Tipos de tipografía. Detalle de  las fuentes, tamaños, caracteres
alfabéticos/numéricos y posibles combinaciones.
 Usos no permitidos. Por último, debe explicarse claramente con ejemplos
ilustrativos aquellos usos en los que no se acepta de ninguna manera la
utilización de los elementos visuales que identifican a tu empresa.

La identidad corporativa trasciende la identidad visual y converge con aspectos tan


complejos y profundos como la imagen y la comunicación corporativa. En la
gestión de estos procesos, puedes contar con Zendesk.

Zendesk es una una compañía que desarrolla programas de soporte, ventas e


interacción con el cliente, diseñados para fomentar una mejor relación con el
usuario.

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