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Como veremos más adelante, en cada caso variará la estrategia que habremos de
utilizar para elaborar nuestro marco teórico.
Adecuación de la teoría
Una teoría adecuada será aquella capaz de describir, explicar y/o predecir el fenómeno
a que hace referencia. Describir implica varias cuestiones: definir al fenómeno, sus
características y componentes, así como definir las condiciones en que se presenta y
las distintas maneras en que puede manifestarse.
Explicar tiene dos significados importantes. En el primero, significa incrementar el
conocimiento sobre las causas de un fenómeno. En el segundo, se hace referencia a la
“prueba empírica” relativa a las proposiciones de las teorías. Si las proposiciones se
encuentran apoyadas por los resultados, la teoría subyacente debe supuestamente
explicar parte de los datos. Pero si las proposiciones no están confirmadas (verificadas)
en la realidad, la teoría no se considera como una explicación efectiva ( Ferman y
Levin, 1979).
La predicción está asociada con este segundo significado de la explicación que
depende de la evidencia empírica de las proposiciones de la teoría. Si las proposiciones
de una teoría poseen un considerable apoyo empírico, es decir, han demostrado que
ocurren una y otra vez tal y como lo explica la teoría, es de esperarse que en lo
sucesivo vuelvan a manifestarse del mismo modo, tal y como lo predice la teoría. Aquí
una regla general es que cuanta más evidencia empírica apoye a la teoría, mejor podrá
ésta describir, explicar y predecir el fenómeno estudiado.
Vigencia de la teoría
La vigencia se refiere a la actualidad de los principios y postulados que componen una
teoría. Una teoría vigente, es decir actual, puede ser una teoría cuya producción haya
sido reciente (teoría emergente); o una cuya aparición se ubique muchos años,
décadas e incluso siglos atrás, pero que por su carácter fundacional todavía se
mantenga como un paradigma válido (teoría clásica). Lo fundamental para definir la
vigencia de una teoría es su legitimidad dentro de la comunidad de ciencia.
Consistencia Lógica de la Teoría
Una teoría lógicamente consistente es aquella cuyas proposiciones integrantes están
interrelacionadas entre sí, son mutuamente excluyentes y no caen en contradicciones
internas.
Capacidad de generalización de la teoría
Una teoría posee mayor capacidad de generalización cuanto mayor cantidad de
fenómenos explique y mayor número de aplicaciones admita.
Capacidad heurística de la teoría
Una teoría tiene mayor capacidad heurística cuanto mayor es su capacidad de generar
nuevas interrogantes y descubrimientos. Las teorías que originan o motivan en mayor
medida la búsqueda de nuevos conocimientos son las que permiten que un campo de
la ciencia evolucione.
Claridad y simplicidad de la teoría
La claridad y simplicidad de una teoría no es un requisito sino una cualidad deseable
en ella. Sin lugar a dudas, aquellas teorías que pueden explicar uno o más fenómenos
en unas cuantas proposiciones, sin dejar de explicar ningún aspecto de los mismos,
son más útiles que las que necesitan un gran número de proposiciones para ello.
Desde luego, sencillez no significa superficialidad.
Concepciones e intereses del investigador
Este es el llamado criterio subjetivo, que tiene que ver con la concepción que el
investigador tiene del mundo y de las cosas, con sus marcos de referencia y las
posiciones desde las cuales observa los hechos. También tiene que ver con sus
percepciones, valoraciones e intereses. En la práctica investigativa real, el criterio
subjetivo pesa mucho a la hora de optar por una u otra teoría o perspectiva teórica.
1.3 Adopción de una Teoría o Perspectiva Teórica
Como se mencionó hacia el final del punto relativo a la revisión de teorías, la estrategia
para construir nuestro marco teórico dependerá de lo que nos revele la revisión de la
literatura y otros documentos. Veamos qué decisiones se puede tomar en cada caso.
A. Frente a la existencia de una teoría desarrollada
Si nos encontramos con que hay una teoría capaz de describir, explicar y/o predecir el
objeto de investigación de manera lógica y consistente, y que cubre algunos más o
todos los criterios de evaluación de una teoría que hemos explicado, la mejor
estrategia sería tomar dicha teoría como la estructura misma del marco teórico.
Cuando al revisar la literatura nos encontramos con que existen varias teorías
aplicables a la explicación de las variables que componen nuestro problema de
investigación, podemos elegir una y basarnos en ella para construir el marco teórico; o
bien tomar partes y segmentos de algunas o todas las teorías disponibles para tal
efecto.
En la primera situación elegimos la teoría que se evalúe como la más adecuada, de
acuerdo a los criterios expuestos en el punto de evaluación de teorías. En la segunda
situación tomaríamos de las teorías solamente aquello que se relaciona con nuestras
variables y el sentido del problema de investigación propuesto.
Frente a una situación como ésta, R. Hernández Sampieri (1996) propone lo siguiente:
... es conveniente que antes de construir el marco teórico, se haga un bosquejo de
cómo armarlo, teniendo cuidado de no caer en contradicciones lógicas (hay veces que
diversas teorías rivalizan en uno o más aspectos de manera total; si aceptamos lo que
dice una teoría tememos rechazar lo que postulan las demás). Cuando las teorías se
excluyen unas a otras en las proposiciones más importantes (centrales), debemos
elegir una sola. Pero si únicamente difieren en aspecto secundarios, tomamos las
proposiciones centrales que son más o menos comunes a todas ellas y elegimos las
partes de cada teoría que sean de interés y las acoplamos entre sí, cuando sea posible.
Si es así seleccionamos las proposiciones primarias y secundarias de la teoría que
cuenta con más evidencia empírica y se aplica mejor al problema de investigación.
Y prosigue:
Lo más común es tomar una teoría como base y extraer elementos de otras teorías
que nos sean de utilidad para construir el marco teórico. En ocasiones se usan varias
teorías porque el fenómeno de estudio es complejo y está constituido de diversas
conductas, y cada teoría ve al fenómeno desde una perspectiva diferente y ofrece
conocimiento sobre él.
Ejemplo:
Marco Teórico
I. Antecedentes
Marco Teórico
I. Antecedentes
RESUMEN
El marco teórico se integra con las teorías, perspectivas teóricas, resultados de otras
investigaciones y antecedentes en general, que se refieran al problema de investigación
propuesto.