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Insuficiencia renal crónica

    
Es la pérdida lenta de la función de los riñones con el tiempo. El principal trabajo
de estos órganos es eliminar los desechos y el exceso de agua del cuerpo.

Causas: Las causas más comunes de ERC son la nefropatía


diabética, hipertensión arterial, y glomerulonefritis. Juntas, causan
aproximadamente el 75% de todos los casos en adultos. Ciertas áreas geográficas
tienen una alta incidencia de nefropatía de HIV.
En la práctica clínica, la mayoría de las nefropatías progresan lentamente hacia la
pérdida definitiva de la función renal. Históricamente, las enfermedades del riñón
han sido clasificadas según la parte de la anatomía renal que está implicada:

 Vascular, incluye enfermedades de los grandes vasos sanguíneos,


como estenosis de la arteria renal bilateral, y enfermedades de los vasos
sanguíneos pequeños, como nefropatía isquémica, síndrome urémico
hemolítico y vasculitis
 Glomerular, abarcando a un grupo diverso y subclasificado en:
 Enfermedad glomerular primaria, como glomeruloesclerosis focal y
segmentaria y nefropatía por IgA
 Enfermedad glomerular secundaria, como nefropatía diabética y nefritis
lupus
 Túbulo intersticial, incluyendo enfermedad poli quística renal, nefritis túbulo
intersticial crónica inducida por drogas o toxinas, y nefropatía de reflujo
 Obstructiva, por ejemplo con piedras del riñón bilaterales y enfermedades de
la próstata.

La enfermedad renal crónica (ERC) empeora lentamente durante meses o años.


Es posible que no note ningún síntoma durante algún tiempo. La pérdida de la
función puede ser tan lenta que usted no presentará síntomas hasta que los
riñones casi hayan dejado de trabajar.

La etapa final de la ERC se denomina enfermedad renal terminal (ERT). En esta


etapa, los riñones ya no tienen la capacidad de eliminar suficientes desechos y el
exceso de líquido del cuerpo. En ese momento, usted necesitaría diálisis o
un trasplante de riñón.
La diabetes y la hipertensión arterial son las 2 causas más comunes y son
responsables de la mayoría de los casos.
Muchas otras enfermedades y afecciones pueden dañar los riñones, por ejemplo:

 Trastornos auto inmunitarios (como lupus eritematoso sistémico y esclerodermia)


 Defectos de nacimiento (anomalías congénitas) de los riñones (como
la poliquistosis renal)
 Ciertos productos químicos tóxicos

 Lesión al riñón

 Infección y cálculos renales


 Problemas con las arterias que irrigan los riñones

 Algunos medicamentos como calmantes del dolor (analgésicos) y fármacos para el


cáncer

 Flujo retrógrado de orina hacia los riñones (nefropatía por reflujo)


 Otras enfermedades del riñón

La ERC lleva a una acumulación de líquido y productos de desecho en el cuerpo.


Este padecimiento afecta a la mayoría de las funciones y de los sistemas
corporales, incluso:

 Hipertensión arterial

 Hemogramas bajos

 Vitamina D y salud de los huesos

Síntomas: Los síntomas de un deterioro de la función renal son inespecíficos y


pueden incluir una sensación de malestar general y una reducción del apetito. A
menudo, la enfermedad renal crónica se diagnostica como resultado del estudio
en personas en las que se sabe que están en riesgo de problemas renales, tales
como aquellos con presión arterial alta o diabetes y aquellos con parientes con
enfermedad renal crónica. La insuficiencia renal crónica también puede ser
identificada cuando conduce a una de sus reconocidas complicaciones, como las
enfermedades cardiovasculares, anemia o pericarditis.
Los síntomas pueden incluir:

 Inapetencia

 Sensación de malestar general y fatiga


 Dolores de cabeza
 Picazón (prurito) y resequedad de la piel
 Náuseas
 Pérdida de peso sin proponérselo
Los síntomas que se pueden presentar cuando la función renal ha empeorado
incluyen:
 Piel anormalmente oscura o clara
 Dolor de huesos

 Somnolencia o problemas para concentrarse o pensar


 Entumecimiento o hinchazón en las manos y los pies
 Fasciculaciones musculares o calambres
 Mal aliento
 Susceptibilidad a hematomas o sangre en las heces
 Sed excesiva
 Hipo frecuente

 Problemas con la actividad sexual

 Detención de los períodos menstruales (amenorrea)

 Dificultad para respirar

 Problemas de sueño

 Vómitos, con frecuencia en la mañana

Cuadro clínico: Los pacientes de ERC sufren de aterosclerosis acelerada y


tienen incidencia más alta de enfermedades cardiovasculares, con un pronóstico
más pobre. Inicialmente no tiene síntomas específicos y solamente puede ser
detectada como un aumento en la creatinina del plasma sanguíneo. A medida que
la función del riñón disminuye:

 La presión arterial está incrementada debido a la sobrecarga de líquidos y a la


producción de hormonas vasoactivas que conducen a la hipertensión y a
una insuficiencia cardíaca congestiva
 La urea se acumula, conduciendo a la azoemia y en última instancia a
la uremia (los síntomas van desde el letargo a la pericarditis y a
la encefalopatía)
 El potasio se acumula en la sangre (lo que se conoce como hiperpotasemia),
con síntomas que van desde malestar general a arritmias cardiacas fatales
 Se disminuye la síntesis de eritropoyetina (conduciendo a la anemia y
causando fatiga)
 Sobrecarga de volumen de líquido, los síntomas van desde edema suave
al edema agudo de pulmón peligroso para la vida
 La hiperfosfatemia, debido a la retención de fosfato que conlleva a
la hipocalcemia (asociado además con la deficiencia de vitamina D3) y
al hiperparatiroidismo secundario, que conduce a la osteoporosis renal, osteítis
fibrosa y a la calcificación vascular
 La acidosis metabólica, debido a la generación disminuida de bicarbonato por
el riñón, conduce a respiración incómoda y después al empeoramiento de la
salud de los huesos
En las etapas iniciales de la ERC, cuando las manifestaciones clínicas y
resultados de laboratorio son mínimas o inexistentes, el diagnóstico puede ser
sugerido por la asociación de manifestaciones inespecíficos por parte del paciente,
tales como fatiga, anorexia, pérdida de peso, picazón, náuseas o hemólisis, la
hipertensión, poliuria, nicturia, hematuria o edema. Los principales síntomas son:
nicturia, poliuria u oliguria, edema, hipertensión arterial, debilidad, fatiga, anorexia,
náuseas, vómito, insomnio, calambres, picazón, palidez
cutánea, xerosis, miopatía proximal, dismenorrea y/o amenorrea, atrofia testicular, 
impotencia, déficit cognitivos o de atención,
confusión, somnolencia, obnubilación y coma.

Pruebas y exámenes
La mayoría de las personas presentará hipertensión arterial durante todas las
etapas de la ERC. Al hacer un examen, su proveedor de atención médica también
podría oír ruidos cardíacos o pulmonares anormales en su pecho. En un examen
del sistema nervioso, usted podría mostrar signos de daño a nervios.

Un análisis de orina puede revelar proteína u otros cambios. Estos cambios


pueden surgir de 6 a 10 meses antes de que aparezcan los síntomas.
Los exámenes para verificar qué tan bien están funcionando los riñones incluyen:

 Depuración de creatinina
 Niveles de creatinina
 Nitrógeno ureico en la sangre (BUN, por sus siglas en inglés)
La ERC cambia los resultados de muchos otros exámenes. Usted deberá
realizarse los siguientes estudios incluso cada 2 a 3 meses cuando la enfermedad
renal empeore:
 Albúmina
 Calcio
 Colesterol

 Conteo sanguíneo completo (CSC)


 Electrólitos
 Magnesio
 Fósforo
 Potasio
 Sodio
Prevención: Para mantener la salud de los riñones y evitar la aparición de
insuficiencia renal es importante seguir una dieta equilibrada, beber diariamente
entre 1,5 y 2 litros de agua, reducir el consumo de alcohol, y realizar ejercicio con
regularidad.
En muchos casos es posible detectar y tratar a tiempo una insuficiencia renal. Se
logra con campañas de educación y divulgación sanitaria, así como mediante
revisiones médicas periódicas. También es importante el control y seguimiento de
ciertos procesos, como la diabetes, la tensión arterial alta, el embarazo, etc., así
como que la medicación y las pautas dietéticas las determinen médicos
especialistas.

Muchas veces, antes de que aparezcan los síntomas de una insuficiencia renal, ya
está establecida la enfermedad base que la causa.
Es posible, de una forma genérica, tomar una serie de medidas preventivas
actuando sobre las diversas causas que provocan la insuficiencia renal.

Enfermedades hereditarias

Es necesario efectuar un estudio genético y un buen asesoramiento en


planificación familiar, ya que la única prevención que se puede aplicar consiste en
evitar tener descendencia.

Enfermedades inflamatorias del riñón

Tratamiento eficaz de procesos infecciosos que puedan producir glomerulonefritis


(endocarditis bacteriana, amigdalitis estreptocócica...) .

Diabetes

Seguir fielmente el tratamiento prescrito

Evitar un descenso brusco de azúcar en sangre (hipoglucemia) 

Seguir una dieta específica, establecida por el médico 

Tensión arterial

Evitar o reducir la ingesta de alcohol 

Disminuir la ingesta de sal

Controlar el sobrepeso 

En pacientes hipertensos, no abandonar nunca la medicación indicada y cumplir


con las dosis y pautas prescritas

Tomarse la tensión arterial con regularidad

Infecciones urinarias 

En muchas ocasiones las infecciones urinarias pasan inadvertidas por la ausencia


de síntomas específicos.

En el sexo femenino aparecen con más frecuencia en niñas, en adolescentes


coincidiendo con el comienzo de la menstruación y relaciones sexuales y durante
el embarazo

En caso de embarazo se producen una serie de mecanismos que afectan el buen


funcionamiento de la micción, por lo que es importante que el ginecólogo
establezca un control al respecto

En el varón la frecuencia aumenta si se presentan problemas prostáticos

En los niños hay que efectuar una serie de medidas higiénicas: en los varones,
mediante una correcta limpieza del glande y, en las niñas, efectuando el lavado de
la zona urogenital de delante hacia atrás, nunca al revés, para evitar la infección a
causa de bacterias de la flora rectal

Mantener una correcta higiene durante la menstruación. Tras la relación sexual es


conveniente efectuar lavados asépticos de los genitales

En casos de relaciones con parejas no habituales o de higiene dudosa, hay que


usar preservativo

Si la infección urinaria está establecida, hay que tomar líquidos en abundancia,


extremar las medidas higiénicas, evitar el estreñimiento y seguir fielmente la
medicación prescrita.

Tratamiento: El control de la presión arterial retrasará un mayor daño al riñón.

 Los inhibidores de la enzima convertidora de angiotensina (IECA) o los


bloqueadores de los receptores de angiotensina (BRA) se emplean con
mayor frecuencia.

 El objetivo es mantener la presión arterial en o por debajo de 130/80 mm


Hg.
Hacer cambios al estilo de vida como los siguientes puede ayudar a proteger los
riñones y prevenir cardiopatía y ataque cerebral (accidente cerebrovascular):

 NO fume.

 Consuma comidas con un contenido bajo de grasa y colesterol.

 Haga ejercicio regularmente (hable con su médico o enfermera antes de


empezar).

 Tome medicamentos para bajar el colesterol, si es necesario.

 Mantenga controlado el nivel de azúcar en la sangre.

 Evite ingerir demasiada sal o potasio.

Siempre hable con el especialista en riñones antes de tomar cualquier


medicamento de venta libre. Esto incluye vitaminas, hierbas y suplementos.
Asegúrese de que todos los proveedores de atención que usted visita sepan que
padece ERC.

Otros tratamientos pueden incluir:

 Medicamentos llamados fijadores de fosfato para ayudar a evitar los


niveles altos de fósforo.

 Hierro extra en la alimentación, comprimidos de hierro, hierro a través de


una vena (hierro intravenoso) inyecciones especiales de un medicamento
llamado eritropoyetina y transfusiones de sangre para tratar la anemia.

 Calcio y vitamina D extra (siempre hable con el proveedor de atención


antes de tomarlos).

Su proveedor de atención puede solicitarle que siga una dieta para la


ERC especial.

 Limitar los líquidos

 Comer menos proteína

 Restringir la sal, el potasio, el fósforo y otros electrólitos

 Obtener suficientes calorías para prevenir la pérdida de peso

Todas las personas con ERC deben mantener al día las siguientes vacunas:

 Vacuna contra la hepatitis A


 Vacuna contra la hepatitis B

 Vacuna antigripal

 Vacuna contra la neumonía (PPV, por sus siglas en inglés)

UNIVERSID
AD DE
OCCIDENTE
Técnico universitario en Enfermería
Lcda.: Irma Cotón

Yosselin Nohemí Mendoza López

Carnet: 1702051054

Técnicas hospitalarias básicas

Insuficiencia Renal Crónica

18 de abril 2017

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