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UNIVERSIDAD DE GUAYAQUIL

FACULTAD DE CIENCIAS MEDICAS


MEDICINA

CÁTEDRA: NEFROLOGIA

DR. ASQUI CUEVA IVONNE

GRUPO 2

TEMA:
NEFROPATIA HIPERTENSIVA

ESTUDIANTE:

FRIAS BAÑO DENNIS PAUL

CICLO II 2022-2023
CONCEPTO
La nefroesclerosis arteriolar hipertensiva es el daño renal progresivo causado
por una presión arterial elevada (hipertensión) de larga duración mal controlada.
La Nefroesclerosis Hipertensiva es la alteración renal producto de la HTA crónica, que
por factores genéticos y otros no bien determinados, no siempre depende del adecuado
control de la presión arterial (PA). La HTA y la diabetes son las causas principales de
ERC.
 La persona puede desarrollar síntomas de enfermedad renal crónica,
como pérdida de apetito, náuseas, vómitos, prurito y confusión.

 También puede presentar síntomas relacionados con el daño a otros


órganos causado por la hipertensión.

 El médico establece el diagnóstico basándose en los antecedentes de


hipertensión, además de los resultados de la ecografía y de los análisis de
sangre.

 El tratamiento consiste en un control estricto de la presión arterial.

PATOLOGIA

Como resultado de la hipertensión arterial, se acumulan en los riñones un


material hialino (amorfo y homogéneo), especialmente en las paredes de las
pequeñas arterias y arteriolas, haciendo que sus paredes se vuelvan más gruesas
y la luz del vaso más angosta: arteriolosclerosis hialina. La
consecuente isquemia produce atrofia tubular en el riñón, fibrosis intersticial,
alteraciones glomerulares (algunas leves, otras escleróticas) y fibrosis
periglomerular.
Por lo general el daño, tanto al parénquima renal como a su vasculatura, es
paulatino, evolutivo y sintomáticamente silencioso.5 En estados avanzados, las
lesiones producen insuficiencia renal.

FISIOPATOLOGIA

 En la Nefroesclerosis Hipertensiva se comprometen todos los niveles del sistema


renal: vascular, glomerular y tubulointersticial.

 La nefroesclerosis arteriolar hipertensiva se produce cuando la hipertensión de


larga duración (crónica) daña el tejido renal, incluyendo los pequeños vasos
sanguíneos, los glomérulos, los túbulos renales y los tejidos intersticiales.
Como resultado, se desarrolla una enfermedad renal crónica progresiva.
La hipertensión crónica también puede dañar el corazón, y provocar un fallo
cardíaco. La hipertensión también aumenta el riesgo de infarto de miocardio y
de accidente cerebrovascular.

 La nefroesclerosis hipertensiva progresa hacia una enfermedad renal en etapa


terminal (enfermedad renal crónica grave) solo en un pequeño porcentaje de
los casos. Sin embargo, como la hipertensión crónica y la nefroesclerosis son
frecuentes, la nefroesclerosis hipertensiva es una de las causas más frecuentes
de enfermedad renal en etapa terminal.

 Los factores de riesgo son: edad avanzada, hipertensión entre moderada y


grave mal controlada y otros trastornos renales (por ejemplo, la nefropatía
diabética). Las personas de ascendencia africana presentan un riesgo mayor,
pero no está claro si el riesgo se incrementa debido a que la hipertensión
arterial alta mal controlada es más frecuente entre estas personas o bien porque
son más susceptibles desde el punto de vista genético al daño real causado por
la hipertensión.

CLINICA
Los pacientes con Nefroesclerosis Hipertensiva variedad Benigna refieren una larga
historia de HTA, un deterioro lento y progresivo de la función renal y una proteinuria
leve a moderada. La proteinuria usualmente es menor de 1 gramo al día, pero en
algunos casos puede haber excreción mayor de 10 gramos al día, en especial en
pacientes con enfermedad renovascular asociada o con hiperfiltración glomerular.
La hiperuricemia es frecuente y refleja la reducción del flujo sanguíneo inducido por la
enfermedad vascular. El examen de orina muestra poca celularidad y cilindros. En un
porcentaje reducido de personas las manifestaciones clínicas pueden tomar un curso
acelerado, conduciendo a un daño renal severo en corto tiempo (días a semanas); esta
entidad se conoce como Nefroesclerosis Maligna y su principal manifestación
histológica es la necrosis fibrinoide de las paredes arteriales de los capilares
glomerulares, lo cual supone un pésimo pronóstico a corto plazo. En este caso el
paciente se presenta con HTA severa (> 180/120 mm Hg), hemorragias retinales,
exudados o papiledema y una elevación acelerada de azoados con hematuria y
proteinuria.
SINTOMAS
Se pueden desarrollar síntomas de enfermedad renal crónica, como pérdida de apetito,
náuseas, vómitos, prurito, somnolencia o confusión, pérdida de peso, así como un
sabor desagradable en la boca.

DIAGNOSTICO
 Análisis de sangre de rutina
 Otras pruebas para detectar lesiones en otros órganos y otras causas de
daño renal

El diagnóstico se puede sospechar cuando los análisis de sangre rutinarios indican el


deterioro de la funcionalidad renal en una persona con presión arterial alta
(hipertensión). Los médicos establecen el diagnóstico cuando la exploración física o
los resultados de las pruebas muestran evidencia de daño orgánico causado por la
presión arterial alta. Este daño puede consistir en alteraciones en la retina observadas
con un oftalmoscopio o en una evidencia de anomalías cardíacas detectadas con
una electrocardiografía (ECG) o una ecocardiografía.
Deben realizarse análisis de orina para detectar otros trastornos que puedan causar la
enfermedad renal.

Se debe hacer una ecografía para excluir otras causas de daño renal. La ecografía


puede mostrar que el tamaño renal se reduce. La biopsia renal se hace sólo si el
diagnóstico no está claro.

TRATAMIENTO
El tratamiento consiste en el control estricto de la presión arterial. La mayoría de las
personas deben tomar una combinación de medicamentos, incluyendo un antagonista
de los receptores de la angiotensina II (ARA-II) o un inhibidor de la enzima
convertidora de angiotensina (IECA) y, posiblemente, antagonistas del calcio,
diuréticos tiacídicos o betabloqueantes. La pérdida de peso, el ejercicio y la restricción
de la ingesta de agua y sal también ayudan a controlar la presión arterial.
La enfermedad renal crónica se debe controlar mediante la restricción de la ingesta de
líquidos y sal y en algunas ocasiones mediante diálisis.
El pronóstico depende por lo general de lo bien que se controle la presión arterial y
del grado de daño renal. Por lo general, el daño renal progresa lentamente. Después de
5 a 10 años, sólo entre el 1 y el 2% de las personas desarrollan disfunción renal
significativa.

PREVENCIÓN
Al ser la elevada presión arterial la causa de estas y otras enfermedades, el control
temprano y constante de sus valores alarga la aparición de trastornos limitantes y de alto
riesgo para la vida del individuo. El tratamiento adecuado de la hipertensión, el
monitoreo rutinario de la presión arterial y el cambio de hábitos de vida y dietéticos son
las medidas preventivas más eficaces.

BIBLIOGRAFIA

 Manuales, M. S. D. (2022, agosto 21). Los riñones.

 Villegas Gutiérrez, I., & Sánchez Lozada, A. (s/f). NEFROESCLEROSIS

HIPERTENSIVA. Asocolnef.com. Recuperado el 29 de agosto de 2022,

de http://asocolnef.com/wp-content/uploads/2018/02/Cap

%C3%ADtulo-%E2%80%93-Nefroesclerosis-Hipertensiva.pdf
 Wikipedia contributors. (s/f). Nefropatía hipertensiva. Wikipedia, The

Free Encyclopedia. https://es.wikipedia.org/w/index.php?title=Nefropat

%C3%ADa_hipertensiva&oldid=117958446

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