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De Clérambault

Psicosis basadas en La concepción que exponemos reintegra las 3º) Se defienden más completamente cuanto más
el automatismo psicosis llamadas sistemáticas dentro de los mar- lento es el ataque a rechazar.
primer artículo: 1925 (*) cos de la patología general. Tiene la ventaja, en la
práctica, de suministrarnos un plan simple y crite- De este modo, a una edad avanzada, sólo las
rios seguros para el interrogatorio de los enfermos. células nerviosas más elevadas serán susceptibles
de ser afectadas; entre estas células superiores el
II. ORIGEN DE LAS impacto sufrido no será destructivo sino que per-
RESUMEN ALUCINACIONES
vertirá la función.
La escala de las edades nos muestra afecciones
1º) Las Psicosis Crónicas de Persecución, más comprensivo que el término alucinación, El contenido ideativo de las alucinaciones diferentes en el eje neuronal para cada período de
llamadas Sistemáticas Progresivas, no deben ser es- como se verá en seguida. ideoverbales tiende siempre a hacernos olvidar, la existencia. Período fetal y primera infancia: afec-
tudiadas aisladamente, sino junto con las Psicosis De acuerdo a nuestro criterio, este síndrome es el que lo único que importa científicamente es su ciones medulares y cerebrales masivas (parálisis e
Alucinatorias Crónicas de Hipocondría, de Posesión y elemento inicial, fundamental, generador de las mecanismo. Deben ser encaradas sólo en bloque y idiotez); primera y segunda infancia: afecciones
de Influencia. psicosis alucinatorias crónicas, llamadas psicosis asimiladas, en naturaleza, a las alucinaciones psíquicas menos profundas (imbecilidad, atraso); a
sistematizadas y progresivas. La idea dominante sensitivas de todo tipo, y a las alucinaciones mo-
2º) Su fuente no se encuentra en la ideación ni partir de los doce años, afecciones motrices casi
tampoco en la afectividad: reconocen un origen de la psicosis no es su generadora, aunque la Psi- trices, constituyendo estos tres grupos un triple suprimidas; de doce a dieciocho años, afecciones
histológico. Los elementos considerados hasta ahora cología común parezca indicarlo y la Psiquiatría clá- automatismo de origen unívoco. de la inteligencia y del carácter, todavía globales
como esenciales (temas ideativos, tonalidad afecti- sica lo confirme. El núcleo de dichas psicosis está Tal triple automatismo es una secuela tardía pero no totalmente uniformes (predominio de la
va, grado de sistematización) son accesorios. Lo pri- en el automatismo, siendo la ideación secundaria. de infección o de intoxicación. Incluso puede aprosexia y de las perversiones); a partir de la pu-
En esta concepción, la fórmula clásica de las sospecharse traumatismo en algunos casos; pero
mordial es el elemento alucinatorio. bertad: formas confusionales crónicas y demencia
psicosis se invierte. retengamos solamente las dos primeras causas.
3º) Las Psicosis Alucinatorias Crónicas llamadas precoz, sobre todo en la forma demencial; pasados
De este modo, el delirio de persecución aluci- El proceso alucinatorio crónico es una secuela
Sistemáticas, sea cual fuere su género, son resulta- los veinte años: demencias precoces paranoides,
natorio no deriva de la idea de persecución, la lejana de infecciones agudas olvidadas o que pa-
do de procesos mecánicos extraconscientes, y no tanto más paranoides cuanto más avanzada sea la
idea de persecución no crea las alucinaciones: son saron incluso desapercibidas: difteria, fiebre tifoi-
productos de la conciencia. Dichos procesos son edad del sujeto; a los cuarenta años: psicosis aluci-
las alucinaciones las que crean las ideas de perse- dea, encefalitis epidémica, gripe, trastornos
secuelas de lesiones infecciosas, tóxicas, traumá- natorias, llamadas sistemáticas, con conservación
cución. Veremos incluso que no bastan por sí so- puerperales, sífilis que hayan evolucionado sin P.G. y
ticas o esclerosantes, sólo que son las más tardías, total o subtotal de la integridad intelectual y afecti-
las para suscitar el carácter persecutorio; allí don- sin focos. Puede ser también el resultado de una
las más sutiles y las más sistematizadas de todas va. Así, de dos hermanos afectados a edades dife-
de tal carácter está claramente desarrollado, es intoxicación crónica exógena (alcohol, café) o endó-
las secuelas neurológicas. rentes, uno hará hacia los veinticinco años una de-
porque preexistía el automatismo bajo la forma ya gena (trastornos endócrinos, especialmente mencia paranoide, el otro hará hacia los treinta y
4º) De este modo estas Psicosis se reintegran a la sea de paranoia, ya sea de psicosis interpretativa, basedowismo, menopausia natural o quirúrgica). La cinco años una psicosis llamada sistemática. Las
neurología. una psicosis de persecución completa, es decir con revisión estadística de los casos muestra tales ante- alucinaciones y los temas ideativos serán sensible-
trastornos sensoriales por una parte y trastornos cedentes en una proporción tan elevada, que apare-
profundos de la afectividad, por otra parte. Es una mente los mismos en uno y en otro, pero el prime-
cen como causa mayor del proceso, sin contar las ro, a consecuencia de alteraciones globales se con-
I. CONSTRUCCIÓN DE LAS PSICOSIS simbiosis de dos procesos diferentes. condiciones constitucionales más que como predis- vierte en seguida en un pilar de asilo, mientras que
ALUCINATORIAS LLAMADAS Pero en la mayoría de los casos tal simbiosis no
SISTEMÁTICAS
ponentes, al menos en la mayoría de los casos. el segundo sigue siendo capaz de un rendimiento
existe: la mayor parte de los perseguidos aluci- El proceso alucinatorio sería así una secuela tardía y
nados son falsos perseguidos. Por otro lado, vere- social, durante mucho tiempo.
El término automatismo mental es susceptible sutil, resultado de electividades insidiosas y sistemá- Los impactos nerviosos de una misma infección
mos que los primeros trastornos experimentados ticas. Intentaremos explicar tales características.
de aceptaciones más o menos vastas: provi- en el terreno ideoverbal (especialmente eco del van restringiéndose con la edad. La encefalitis epi-
soriamente, y a falta de algo mejor, lo emplea- El ataque sufrido por las células es sutil y sistemático, démica que en la infancia produce demencia y per-
pensamiento) son de tenor neutro y pueden per- porque son golpeadas a una edad avanzada y
mos en un sentido extremadamente restringido, sistir mucho tiempo, en ocasiones incluso indefi- versiones, el acercarse la adolescencia produce so-
para designar cierto síndrome clínico que contie- después de un largo período preparatorio. Las con- bre todo perversiones; hacia los veinte años, produ-
nidamente, sin modificar el carácter del enfermo y diciones de la defensa de las células nerviosas
ne fenómenos automáticos de tres órdenes: mo- sin el agregado de delirio (alucinosis pura). ce confusiones alucinatorias crónicas con tendencia
tor, sensitivo e ideoverbal. Este síndrome englo- pueden ser resumidas de este modo: paranoide; a edades avanzadas, no parece producir
Enseguida aportaremos algunos complementos
ba a todos los tipos de alucinación conocidos; a este esquema. 1º) Las células más inferiores del eje neuronal comúnmente más que la aprosexia y la astenia. Las
sin embargo, el término automatismo verbal es son las que se defienden mejor; repercusiones cerebrales de la fiebre tifoidea en ge-
neral sólo son globales por debajo de los quince
2º) Las células nerviosas, bajas o elevadas, se
años. A partir de los veinticinco años, las demen-
defienden mejor cuanto más edad tiene el
cias precoces pierden su forma demencial para
organismo;
revestir modalidades delirantes, con persistencias tratase de este factor, tendríamos una por la debilidad mental o la insenescencia (fre- objetiva, que se definen por comparación con
afectivas y mentales más extendidas cuanto más tar- preponderancia considerable de alteraciones supra- cuentemente son mujeres viejas), pero sin que picaduras, corrientes o corpúsculos pulverulentos.
día es la psicosis. De tal suerte, el síntoma demencia rrolándicas y serán raras las alteraciones del ni el debilitamiento intelectual ni las alteraciones La explicación de tales sensaciones por medio
se hace dudoso en numerosos casos y, entre de- diencéfalo. Justamente, el diencéfalo podría bien seniles del carácter sean tales como para que, en de influencias exteriores se observa en estado
mencia paranoide por una parte y psicosis sistemáti- ser una de las sedes más importantes de nuestro ausencia de alucinación, puedan engendrar un experimental, por así decirlo, en psicosis tóxicas
ca por la otra, se extiende una serie ininterrumpida triple automatismo. La vulnerabilidad puede de- delirio. La intensidad, lo imprevisto, la constancia y agudas (cocainismo y cloralismo).
de formas intermedias, serie tan graduada y rica que pender de causas estructurales contingentes la extrañeza de la sensación son las que incitan a La idea de persecución puede surgir también de
se puede decir que los casos extremos, diferentes (queremos decir, sin relación con la función) como estos sujetos débiles o seniles a tender hacia la trastornos sensitivos monocordes de sede interna.
por su tenor, son idénticos por su naturaleza. relaciones de vecindad, minusvalía por emigración explicación exógena. Nunca hemos visto que la En la enferma del trastorno olfativo ya citada, existía
La lentitud del ataque es también un factor de o rechazo en el curso de la organogénesis, vascu- interpretación hipocondríaca se aplicara al trastor- un trastorno sensitivo visceral: disnea paroxística ligada
sutileza de la lesión; además, favorece el juego de lo larización especial: un simple acodamiento vascu- no olfativo aislado, sino solamente la interpreta- a un enfisema, con congestión de las dos bases y
que podemos llamar electividades solidarias. De este lar podría bastar como causa excitante. Un dispo- ción persecutoria. Si este dato fuera constante, alteración cardíaca. Ella atribuía sus sofocaciones a
modo, el período de latencia entre la infección y le sitivo así parece haber explicado el punto de ataque merecería ser comentado. gases que le enviaba una vecina, que detectaba a
psicosis, con la edad, e independientemente de la sistemático de la ataxia. El futuro precisará sin En uno de nuestros casos el trastorno olfativo través de su olfato: reacciones protectoras inge-
edad, es un factor de reparto sistemático; en resu- ninguna duda estas causas excitantes y nos hará parecía estar regido por una lesión periférica nuas, resignación. Ninguna otra alucinación.
men, de sistematización en el sentido neurológico conocer otras, pero ya mismo podemos decir que (cancroide de la aleta nasal, irritación probable
del olfativo por intermedio del trigémino y de la II) Generalmente, los trastornos cenestésicos son
de la palabra. Cuando una misma infección –por la alucinación crónica está dependiente de la múltiples y polimorfos. Frecuentemente, son pro-
ideación como lo es la hemorragia cerebral. mucosa). La interpretación, por lo tanto, recaía
ejemplo, la infección puerperal– afecta cerebralmente vocados por una lesión visceral auténtica,
sobre trastornos en cierto modo reales que, en cier-
a varios sujetos de la misma edad, los sujetos con localizada o difusa. Se prestan muy especialmente a
tos aspectos, no merecían el nombre de alucina-
daño cerebral inmediato harán, en caso de cronicidad, la interpretación porque son innumerables,
ción; pero sea cual fuere la sede del trastorno neu-
trastornos masivos: confusión, demencia afectiva y III. EL DELIRIO, REACCIÓN SECUNDARIA variados, indecibles, angustiantes por sí mismos,
rológico basal, siempre es en el punto de llegada
alucinaciones groseras. La demencia será menos glo- frecuentemente enigmáticos en todos los casos.
a la conciencia que lo psíquico se apodera de él,
bal si los trastornos comienzan tardíamente o La idea delirante es la reacción de un intelecto y siendo por lo tanto los mismos los fenómenos a- a) Si antes de los trastornos cenestésicos intensos,
proceden con remisiones. En el caso de comienzo una afectividad, conservados sanos tanto el uno fectivos e intelectuales. Veremos, por otra parte, el sujeto ya estaba predispuesto a la hipocondría, su
tardío o de remisión, los trastornos sensoriales serán como la otra (salvo reservas conciliables con nuestra que frecuentemente, ante la presencia de tal pare- delirio está trazado por anticipado. Se inclinará
en sí menos groseros, lo que ya explicaremos. En teoría), a los trastornos del automatismo, surgidos ja de idea más sensación, es imposible juzgar si también a la hipocondría si presenta las
resumen, en un género de casos se establece una espontáneamente y que sorprenden al enfermo, en hay delirio interpretativo sobre sensaciones reales siguientes diátesis: neurastenia, morosidad
confusión demencial; en otro, una confusión la mayor parte de los casos, en pleno período de basales, o delirio alucinatorio propiamente dicho. Las congénita, tendencia obsesiva fundamental,
paranoide. Así, una rapidez de invocación y masividad neutralidad afectiva y de quietud intelectual. Vamos causas de ello son que, neurológicamente, existen tendencia interpretativa hasta entonces difusa.
van a la par. Esta relación directa que observamos a probarlo partiendo de los automatismos más numerosos estadios entre periferia y centro y, psí- Estas modalidades, cuyas definiciones
entre latencia y sutileza de las afecciones en el simples: el sensitivo y el motor. Nuestra quicamente, muchos grados en la interpretatividad. diferenciales lamentamos no poder dar aquí,
conjunto de las psicosis, volveremos a encontrarla demostración se aplicará por sí misma ulteriormente Y por último, que las dosis respectivas de los dos producirán todas el siguiente resultado: intros-
en el detalle de los automatismos, correspondiendo a al automatismo mental propiamente dicho. factores son indefinidamente variables. pección subcontinua, interpretación subansiosa. La
las psicosis más insidiosas los fenómenos más tenues Veremos, por otra parte, que la reacción Este ejemplo de alucinación monocorde nos extrañeza de las explicaciones corresponde
(especialmente el eco del pensamiento). psíquica queda en gran medida subordinada, en muestra exactamente que la relación entre auto- a la extrañeza de las sensaciones. Esta extrañeza de
Las causas de sistematización antes enunciadas la tonalidad afectiva y en el tenor ideativo, a las matismo e ideas es la misma, ya se trate de auto- las sensaciones es un estimulante muy especial para
(reglas de la edad y de la latencia) no nos parecen cualidades de la sensación original. matismos sensitivos de orden sensorial, cenestési- la imaginación, y pone en juego todas las latencias
actuar sólo en las zonas elevadas del encéfalo y en co o emotivo, de un automatismo motor, o del supersticiosas, pues basta un poco de inquietud para
las funciones superiores, sino también a lo largo de 1) Dentro del automatismo sensitivo incluimos automatismo mental propiamente dicho, cuyas conmover los escepticismos más firmes en aparien-
todo el eje neuronal y en las funciones más simples. todos los modos de sensibilidad. En general, formas serán precisadas ulteriormente. En todos cia. La ingenuidad de las explicaciones adoptadas,
Las formas neurológicas más sistemáticas se varios modos de sensibilidad son afectados los casos el delirio no será más que una reacción no siempre está rigurosamente relacionada con el
observan en la edad adulta, para una misma forma, simultáneamente. Sin embargo, se encuentran casi obligatoria del psiquismo conservado intacto grado de inteligencia o de cultura del delirante. Que
los casos más jóvenes son también los menos regu- automatismos monocordes. (salvo complicaciones muy especiales) a trastor- las doctrinas del momento y la actualidad misma
lares (Parkinson, esclerosis en placas, etc.). Las ex- A veces trastornos exclusivamente olfativos nos neurológicos de orden inferior y de caracterís- influyen sobre el repertorio de las ideas explicativas
cepciones varias que se nos pueden oponer no nos sirven de base a delirios de persecución en sujetos ticas subjetivamente insólitas artificiales. es un hecho de los más conocidos.
parece que puedan invalidar la regla. primitivamente desprovistos de toda hostilidad (no El prurito ligado a las dermatosis puede pro- El hipocondríaco simple alegará una
Pero la vulnerabilidad de una célula es función de paranoicos, diríamos), incluso benévolos, en los vocar la idea de persecución, lo mismo ocurre, a enfermedad inverosímil o por lo menos inexistente;
algo más que su valor jerárquico. Si sólo se que puede ser que la interpretación sea facilitada fortiori, con las sensaciones bizarras, sin causalidad a veces también alegará, como presente, una lesión
futura, cuyo germen, solamente, determina en él para el hipocondríaco es sólo una mala suerte, de una misma causa histológica, pero insistir de negación corporal, la pérdida de la visión
una repercusión vagosimpática enorme. El será, para el perseguido, la obra de un traidor; los en este punto nos llevaría a hablar de las modifi- mental, etcétera.
hipocondríaco simple (o sea, sin persecución ni malestares internos serán causados por una caciones adquiridas del humor y del carácter, I) Las alucinaciones de sede más central, o al me-
posesión propiamente dichas) puede invocar influencia eléctrica, etc. De esta manera, transi- lo que complicaría prematuramente el esque- nos las más próximas al centro, deben ser las
trastornos fantasmagóricos (ranas, serpientes); los ciones continuas enlazan los delirios de hipo- ma (automatismo y carácter propicio a nuestra más complejas en sí, y muy a menudo estar
casos de creencia de una transformación total del condría, de posesión y de persecución. Estas tran- demostración). asociadas.
organismo son raros, complejos y ambiguos. siciones se observan en el orden sensitivo, en el En las alucinaciones ligeramente eufóricas, con La solidaridad del triple automatismo sin
orden afectivo y en el orden ideativo. En efecto, la frecuencia el sujeto sufre los fenómenos (espe- duda se explica por identidades estructurales
b) Menos inquieto pero más constructivo que el elección o el rechazo de uno u otro de los tres cialmente los de orden mental) sin buscar una que constituyen causas excitantes comunes.
hipocondríaco es el poseído. Cree llevar modos de explicación, o su mezcla, dependen: explicación. Las sufre con un leve asombro, sin Identidades que, por sí mismas, se deberían a la
dentro de sí mismo seres inteligentes (zorros, 1º, de las modalidades Intrínsecas de le sensa- que le inquieten en absoluto los dudas sobre su equivalencia de las funciones y a la igualdad de
diablos, etcétera). ción inicial; 2º, del carácter previo del sujeto; 3º, de realidad; a veces cree en una tentativa inocente de los niveles. Pero la identidad de estructura, más
Algunas veces, el poseído puede no ser ni sus ideas y de las ideas ambientales. procurarle una locura artificial. Se producen todas o menos completa, que engendra una
hipocondríaco ni perseguido. Una mujer de cua- las combinaciones ideativas por conciliación entre receptividad común, puede recentrarse, como
renta y cinco años aloja en su abdomen un perso- III) Las alucinaciones visuales muy rara vez se las dos tesis de realidad o de falsedad de los fenó- fortuitamente, en neuronas (o equivalentes de la
naje al que siente bajar, subir, mover el útero, cam- dan aisladamente. Aisladas o asociadas a otras menos. En general, el sujeto termina por ceder a neurona) muy diferentes por la función y el
biar de volumen, que le da placeres sensuales y alucinaciones, difieren de ellas en que la noción de las explicaciones, todas fantásticas, que se ofre- grado. La receptividad común puede estar ba-
que le habla con amor. Es un médico del que ha su irrealidad forma parte de su apercepción. Son cen y que se le imponen; no se puede trazar una sada en motivos indiscernibles: existe para tal
sido paciente (posesión con erotomanía y erotis- intrínsecamente neutras, la ansiedad las disipa, un demarcación entre credulidad y delirio. reactivo y no existe para tal otro; tal tóxico hace
mo). Acosa entonces con persecuciones amorosas estado de euforia las favorece; es por esa razón
IV) La constructividad delirante tiene por causas: una selección que otros no hacen; cada tóxico
al médico cuyo doble tiene en el vientre. Interna- que prosperan en los delirios místicos, no derivan
primero, la forma afectiva del sujeto (pesimismo, tiene su mapa especial de impregnación his-
da, es operada pocos meses después por un cán- consecutivamente de ellos, sino que se les asocian
optimismo, hostilidad; en segundo lugar, su forma tológica; las reacciones solidarias de dos puntos
cer de útero, manifiestamente punto de partida de por congruencia; su relación con el tono psíquico es
intelectual (tendencia interpretativa o imaginativa, dados pueden provenir de semejanzas para nada
todo el síndrome. Deben destacarse las caracte- el mismo que existe en las psicosis agudas entre el
con frecuencia las dos juntas); y en tercer lugar, la lógicas; la misma llave puede abrir dos cerradu-
rísticas positivamente agradables de las sensacio- estado neutro o eufórico y las visiones liliputienses.
concordancia entre la tonalidad alucinatoria, por ras diferentes y no es forzoso que todas las puertas
nes patológicas premonitorias del neoplasma. La La alucinosis, es decir, la producción crónica en
una parte, y las disposiciones afectivas e de un piso tengan la misma llave. De este
relación de las alucinaciones ideoverbales (en este un sujeto de alucinaciones de uno o varios modo, en las psicosis agudas, las mismas sensa-
intelectuales, por otra.
caso alucinatorias psicomotrices) con los trastor- sentidos, nos da el prototipo exacto de la base
Es evidente que una alucinación dada hará prosperar ciones puntiformes son provocadas, con muy
nos sensitivos será comentada luego. de las psicosis alucinatorias crónicas llamadas sis- débiles diferencias, por la cocaína y el cloral, y
el orden de ideas con el que concuerde y al que
La posesión interna de naturaleza agradable temáticas progresivas. Todo sistema de ideas, existen –lo que es notable– tanto en el terreno
llame, por sus modalidades intrínsecas. Además, la
puede ser completada por la interpretación místi- especialmente toda novela de persecución, está del tacto como en el terreno de la visión.
intensidad de la alucinación contribuirá a la intensidad
ca, con o sin erotismo. ausente de ellas. Es el pedestal que espera a la Después de la identidad lógica, después de la
del delirio. Por otra parte, una tendencia a tal
Sensaciones kinestésicas de todo género (gestos estatua. La alucinosis se acompaña de un estado identidad fortuita, la simple contigüidad entre
género de interpretación subyace a la forma del
involuntarios, levitación, etc.) pueden dar lugar e afectivo neutro o incluso ligeramente eufórico, y dos tractos dados puede explicar su solidaridad
psiquismo: hipocondría, paranoia. La paranoia, por
un sentimiento de posesión, pero esta vez de no puede ser de otro modo, pues si apareciera mórbida, en caso de trastorno vascular o de otro
ejemplo, favorece la interpretación exógena de las
posesión externa. Lo mismo ocurre con sen- un estado afectivo penoso o positivamente eufó- voces mentales, ayuda a objetivarlas, aun cuando tipo, por un mecanismo análogo al que explica
saciones emocionales sin causa, espontáneas, no rico, resaltaría de ello una construcción ideativa. sus características sensoriales son incompletas, en los síndromes neurológicos alternos.
previstas por el enfermo y no reconocidas por él Aquí tampoco se trata de una relación de con- definitiva ayuda a personificar a sus autores. De este modo, la asociación de las alucina-
como propias. Estas parestesias delicadas se ven secuencia, ni siquiera indirecta, ni de una rela- En resumen, la naturaleza y la riqueza de la ciones, al igual que su nacimiento, se explica
sobre todo en los delirios muy justamente llamados ción de causa común, sino de una relación de construcción delirante son función de tres órdenes de por causas orgánicas y no por la ideogénesis.
de influencia, forma sutil de la posesión exterior. congruencia: un género de relación muy frecuente causas: modalidades alucinatorias, modalidades psí-
en psicología. Sin embargo, la relación de causa II) ¿En qué estrato del neuroeje residen las neuro-
quicas y congruencias entre distintas modalidades.
c) La tendencia a la explicación exógena, ya visi- común entre automatismo mental y euforia debe nas (o, en lugar de las neuronas, los sistemas)
ble en la idea misma de posesión, puede ser admitida en numerosos casos, sobre todo los afectadas por el automatismo? ¿Zona rolándica y
IV. SEDE DE LAS SENSACIONES
acentuarse y desarrollarse como idea de persecu- observables en mujeres viejas, en los que se cons- PARÁSITAS zonas corticales del mismo orden? ¿O zonas corti-
ción; los sapos y los gusanos pueden no haber sido tatan influencias suaves, voces amistosas, temas cales funcionalmente superiores? ¿Zonas
ingeridos por azar sino introducidos durante el sueño Las alucinaciones deben asentarse entre las subcorticales, núcleos grises del diencéfalo? Ac-
muy ligeramente orgullosos y sin delirio. La ex-
por un brujo. La noción de malevolencia completa la zonas más elevadas, donde reside la represen- tualmente, ninguna región parece que deba ser
citación y el automatismo son entonces función
exogenia. El envenenamiento, que tación del yo y cuya inhibición engendra la idea excluida. Alucinaciones psicomotrices verbales en
los P.G. han tenido claramente por origen una motivos exactamente inversos: unos conside- enfermos no dudan de la realidad de sus suplicios, en la recepción.
lesión del pie de F.3; afectados el mismo tiempo rándola surgida de la percepción, y los otros de sin embargo actúan como si dudasen. V) Nuestra hipótesis supone la existencia de una
de trismus, presentaban una lesión del bajo de la la imaginación, admitiendo todos que, ya sea en La suposición de que el elemento dolor pueda kinestesia intracerebral, o, mejor dicho,
frontal ascendente. Por otra parte, hay trastornos un trayecto ascendente o en uno descendente, estar ausente de la sensación dolorosa misma, intraneural, que le permitiría al subconsciente
sensitivos que pueden residir en las capas ópticas ésta lograba ocupar íntegramente los dos parece un sinsentido. Sin embargo, dicho fenóme- percibir, topográficamente, el estadio en que
y trastornos motores residentes en el cuerpo términos opuestos de la sensación y todo el no ha sido notado muchas veces en el eterismo y reside une conmoción aislada, o primitiva, dentro
estriado. El hecho de que la electrización espacio comprendido entre ellos. en otras intoxicaciones: existen dolores percibi- de un circuito compuesto de células y de tractos
rolándica en trepanados haya podido producir la La noción de los relés que sobrevive a la teoría dos y sin embargo no asimilados. Tal disociación fisiológicamente solidarios. El hecho de que una
ilusión de movimientos voluntarios, parece colocar de la neurona, nos suministra una solución mixta e incompletud muy bien podría realizarse, por lo célula intermedia fuese primariamente
en un lugar distinto al plano rolándico los o, para decirlo mejor, intermedia. La conmoción menos en cierto grado, en nuestros enfermos. conmocionada daría lugar a una sensación inusi-
movimientos alucinatorios, que, justamente, artificial primitiva puede residir en uno de los Por otra parte, la emoción ansiosa sólo existe tada: lo mismo ocurriría, y a fortiori, con el he-
aparecen como involuntarios: pero quizás la relés interpuestos entre la periferia y el centro, o en estado reducido, como acompañamiento de los cho de que una conmoción primitiva recaiga
electrización sobrepasaba la célula rolándica. Por en uno de los recorridos situados entre los relés. dolores alucinatorios; la inquietud de fondo de sobre un tracto en lugar de recaer sobre una
otra parte, los P.G. antedichos sentían como El primum patiens, en la alucinación, con mayor nuestros enfermos lo prueba. Algunos enfermos célula. La puesta en juego prematura o aislada, o
impuestos los movimientos verbales y el trismus. frecuencia, no sería ni central ni periférico, sino presentan alucinaciones de orden afectivo, bajo la invertida, de tal o cual punto intermedio en-
Quizás nuestras localizaciones topográficas son intermedio; y por otra parte, en general, muy forma de emociones espontáneas y no reconoci- gendraría una impresión de artificiosidad: im-
groseras, demasiado groseras para el género de próximo al centro. das como personales, pero éstos no son más que presión espontánea que completarían los jui-
función, como lo eran antaño, y por la misma Los matices diferenciales que existen fenómenos paroxísticos. cios. Este mecanismo nos parece general: lo
causa, las localizaciones psíquicas de los frenólogos, subjetivamente entre alucinación y sensación De este modo, en la mayor parte de las sensa- volveremos a encontrar como sustrato de la
con trastornos de transmisión, cuya edición normal, resultan de sumas, de lagunas y de ciones alucinatorias de los crónicos, existe un carác- alucinación psíquica.
alteraría la síntesis final, mientras que fallas y mezclas testificadas tanto por las locuciones ter particular de incompletud. Esta incompletud pa-
desvíos en la serie de las transmisiones extravagantes como por las hipótesis absur- VI) Es singular que los dolores de los tabéticos, que
rece ser la traducción de una puesta en juego no
trastornarían la anexión al yo. son extraños, dan lugar raramente a construcciones
das del alucinado. integral ni regularmente seriada de elementos recep-
delirantes; pero su intensidad, por una parte, y su
III) ¿Suministra el análisis clínico inducciones a favor Las sensaciones alucinatorias son generalmente tivos conexos. En una especie de carrillón dispuesto
acompañamiento emocional, por otra, los tornan
de una diferencia entre la percepción normal y la menos agudas, menos precisas y menos doloro- en gama ascendente, ya sea que la puesta en juego
propicios a la hipocondría legítima y racional mu-
percepción ilusoria? Apuntaría en favor de esta sas. El alucinado se queja de un sufrimiento que tenga como punto de partida un elemento interme-
cho más que a la hipocondría delirante, y mucho
hipótesis el hecho de que en la percepción ilusoria no localiza claramente y que, después de pasar, dio y se propague de izquierda a derecha, ya sea
más aún que al delirio de persecución (aunque se
ni el número ni el orden de los elementos puestos deja totalmente sano e intacto el lugar perjudica- que se propague solamente de un lado, de todas
hayan producido ejemplos de tales delirios).
en juego serían los normales. do. De ahí la idea de reparación de órganos o de maneras, la sensación de la gama perfecta será per-
Del mismo modo, hay en los cancerosos
Las sensaciones alucinatorias, incluso muy resistencia sobrenatural. Por otra parte, la reper- turbada. En la objetivación imperfecta, serán percibi- dolores agudos que raramente dan origen a
simples, aparecen en el mayor número de los cusión emotiva de los suplicios que dicen sufrir es das lagunas, a la vez que el orden de acción de los delirios, mientras que parestesias prodrómicas
casos como extrañas y como extranjeras: ex- mediocre: la prueba está en el buen estado de relés usuales será reconocido como pervertido. soportables dan origen a enormes delirios.
trañeza intrínseca y extranjería casi inmediata- salud global y también en el confort moral de nues- Algunos intoxicados agudos parecen objetivar Puede destacarse que las parestesias tabéticas, en
mente supuesta. Son extrañas, dicho de otro tros alucinados asilares, salud y confort que arrui- totalmente las sensaciones visuales, pero sus neu- cuanto a la sede, son relativamente periféricas, y
modo, insólitas, inefables e indecibles, de apa- narían en algunos momentos una odontalgia, una ronas periféricas pueden ser tocadas directamente que las sensaciones mórbidas incitan tanto más a
riencia totalmente artificial. migraña o una ciática. La prueba también está en por el tóxico y, por otro lado, su discernimiento se la interpretación cuanto más centrales son, sin
Las sensaciones internas de los perseguidos no se la poca energía de sus rencores (teniendo en cuenta ve disminuido por prevención afectiva (ansiedad) duda porque los caracteres de inefabilidad e
la gravedad de sus afrentas); son muchos los alu- incompletud van creciendo de la periferia al
parecen enteramente a las sensaciones normales; o un poco de obnubilación.
centro.
las de los hipocondríacos, aunque también cinados que acusan al médico asilar de torturarlos Se puede plantear, a propósito de los delirios
IV) El carácter de extranjería se liga íntimamente a
complejas, son, el parecer, de una calidad más por la noche y que, sin embargo, lo reciben bien tabéticos, la misma pregunta que a propósito de
la extrañeza. Este carácter de extranjería puede ser
verosímil, y es por ello que, por una parte, la durante el día. La intensidad de los odios en algu- ciertos delirios de sustrato periférico.
inmediato, es decir, puede formar parte de la
interpretación exógena no se le agrega y, por otra, nos de los alucinados y su tendencia a las reaccio- ¿Se los debe considerar como interpretativos so-
misma sensación; tal es el caso de las visiones que
que su repercusión sobre la vitalidad del sujeto es nes se explican por complicaciones de fondo, o lamente, o son alucinatorios? ¿Se llamará inter-
se presentan ordinariamente como irreales y luego
más grave. episódicas (paranoia, ansiedad o excitación). pretativa a la porción del delirio en los trastornos
se interpretan como provocadas por influencia.
La identidad total de la alucinación con la La objetivación de las sensaciones alucinatorias sensitivos y alucinatoria a la basada en los trastor-
Numerosos trastornos motores y verbales se
percepción real ha sido admitida en otro tiempo parece menor que la de las sensaciones normales, nos sensoriales? Para los trastornos sensitivos
presentan de entrada como impuestos, evidentemente
por dos escuelas antagonistas, y por dos para todos los trastornos, excepto los auditivos,
porque les falta la graduación usual en la emisión o
que deben ser tratados aparte. A menudo los
mismos, ¿se sabe siempre en qué nivel se delirante pero en sí misma fisiológica, se com- tiene lugar allí donde las tendencias aferentes descripta; en efecto, puede nacer en un psiquismo
detiene la lesión ascendente? pleta así con un automatismo ideativo, patoló- preexistían y en proporción a dichas ten- no sólo paranoico o interpretativo, sino también
En todos los casos, ya se trate de interpretaciones gico en todos los puntos. dencias. Un delirio de persecución rico y afectado de mitomanía, de perversidades
sobre datos sensitivos banales o sobre datos animado presupone una paranoia indepen- pasionales (querulencia, erotomanía, celotipia) se
II) Para no apartar por más tiempo el término injertan a título subsidiario sobre la psicosis
sensitivos raros, o bien sobre datos sensoriales, el diente o un delirio interpretativo ya en curso. La
precioso de automatismo de sus distintos sen- fundamental, mientras que, en tantos alienados,
trabajo intelectual es el mismo. Sólo hay una psicosis de Magnan, en la que se hallan reunidas viven en estado autónomo. La psicosis es,
tidos generales, nos hemos esforzado por en-
diferencia en el grado de aptitud interpretativa la alucinación, la interpretación y la hostilidad, entonces, una simbiosis más compleja, pero
contrar un nombre especial para el síndrome
puesta en juego: espontánea, activa e innata en en un máximo de realización, resulta así ser una fácilmente descomponible en sus partes. Sigue
descripto más arriba. Los nombres de automa-
un caso; provocada, creada, impuesta en el otro; tismo basal y de pequeño automatismo no nos simbiosis. siendo una unidad clínica, pero desde un punto de
este último caso es el de los delirios alucinatorios El carácter paranoico es, en principio, congénito. vista estrictamente patogénico, es un síndrome de
parecen suficientes. Otros, propuestos luego por
propiamente dichos. Sin embargo, a veces es adquirido y puede ser síndromes.
colegas partidarios de nuestra teoría, nos Nuestra concepción ayuda a comprender la
relacionado entonces con la misma infección
V. AUTOM ATISMO IDE ATIVO E
parecen igualmente rechazables. Proponemos variedad de los casos clínicos. Mostraremos
lejana que es la fuente de los automatismos.
IDEOVERBAL provisoriamente la locución “Síndrome de Pasi- además que es una ayuda para el examen de
También un delirio interpretativo propiamente
vidad”. Esta locución tendría por lo menos la todo caso clínico.
Esta porción de nuestro programa será objeto de dicho puede tener la misma fuente. Por último,
ventaja de designar los fenómenos en su mo-
un segundo artículo. los síndromes de pasividad, pueden estar
mento cercano a su comienzo, a saber, el mo- IV) El origen puramente mecánico y la elaboración
acompañados de euforia simple o de euforia con
I) Mostraremos que los trastornos ideativos, ideover- mento de su emergencia en la conciencia. El igualmente mecánica que atribuimos a las
mentismo, de una verdadera excitación a la vez
bales y sensoriales, tomados en bloque o exami- término de automatismo los toma aún antes, pero es psicosis alucinatorias progresivas llamadas sis-
discreta y crónica; excitación eufórica que
nados en detalle, tienen un origen mecánico y un demasiado comprensivo, y sería bueno reservarlo temáticas, nos parece que también pueden ser
subsiste aún en casos de ideas de persecución o
desarrollo mecánico, que se presentan a la para determinismos más vagos o más vastos. Todos atribuibles a los delirios interpretativos puros e
de posesión muy activas. Estos estados adquiridos
conciencia como elementos espontáneos, autó- los otros términos que nos sean propuestos no incluso a los delirios dogmáticos. Pero el
son independientes del síndrome y sin embargo
nomos y parasitarios, que sirven de base a una serían aceptables, a nuestro parecer, a menos que desarrollo de esta concepción no podrá siquiera ser
están emparentados con él por comunidad de
cogitación reaccional y racional, exactamente igual que designen el proceso en acción y sorprendido en abordado en el artículo siguiente, reservado a la
origen.
los fenómenos sensitivos o motores; y que la estado naciente, y no sus aspectos tardíos, ni menos ideación de las psicosis alucinatorias.
La misma psicosis de Magnan puede presentarse
disposición sistemática de las ideas –curiosa desde la aún sus resultados. todavía de una forma más compleja que la
perspectiva de lo pintoresco, importante desde la El término de pasividad tiene además la ventaja
perspectiva social– desde la perspectiva patogénica de aplicarse también a la ideación segunda que
es un fenómeno de último orden. llamamos neoplásica, puesto que, en cuanto al
Pero hay más. Buena parte de la ideación no está sujeto, es sufrida.
construida por la reflexión del sujeto, sino que se El síndrome de pasividad es un conjunto de (*) traducción de la versión francesa:
elabora mecánicamente en el subconsciente, fenómenos totalmente orgánicos: la psicosis que De Clérambault, G. G., “Psychoses a base
revelándose a la conciencia sólo por sus resultados resulta de ellos es de naturaleza mecánica tanto en d'automatisme”, 1925, Oeuvres Psychiatriques,
últimos, dispuestos y organizados, a menudo de el punto de partida como en el desarrollo. La Paris, Frénésie, 1987, pp. 528-544.
naturaleza imprevista y de calidad importuna. personalidad psicológica primaria, los procesos
Reina entonces junto al sujeto, simultáneamente psicológicos propiamente dichos no aparecen allí
con una ideación autónoma y coherente, además sino subsidiariamente. El ideogenismo es expulsado
progresiva, que se podría llamar neoplásica. de todas las funciones fundamentales, sólo
En este estadio, la ideación delirante del sujeto sobrevive en los detalles.
puede escindirse teóricamente, en dos partes: III) El síndrome de pasividad, en su comienzo,
una personal, reactiva y no mórbida, la otra sorprende al sujeto en un estado afectivo neutro.
parasitaria y a menudo antagonista. La primera es Los mismos trastornos iniciales, en un gran
una reacción a diversos automatismos. La segunda número de casos, son neutros: parestesias, en el
es íntegramente automática. orden psíquico, eco del pensamiento y enun-
Entre estas dos personalidades tienen lugar ciación de los actos en el orden mental. En ese
intercambios continuos, efectivos e ideativos. último orden el tenor inicial neutro es de re-
El triple automatismo señalado al principio, sobre gla. El desarrollo rápido e intenso de las ideas
el que ha desarrollado una ideación
hipocondríacas, místicas o de persecución sólo

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