MODELOS SOCIOEDUCATIVOS EN EL ABORDAJE DE JÓVENES INFRACTORES A LA LEY PENAL

MODELOS SOCIOEDUCATIVOS EN EL ABORDAJE DE

JÓVENES INFRACTORES A LA LEY PENAL

AUTORES: LIC. CLAUDIO GHISO

LIC. CLAUDIA DE SIMONE
LIC. MELINA SIDERAKIS

-AÑ0 2019-
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 MODELOS SOCIOEDUCATIVOS EN EL ABORDAJE DE JÓVENES INFRACTORES A LA LEY PENAL

INTRODUCCIÓN adultos y el de los menores de edad se encuentra en las

consecuencias jurídicas aplicables a los infractores. Mientras que el
La problemática que presentan los/las adolescentes
Código Penal y la legislación penal especial arbitra “penas”, la
infractores/as a la ley penal ha sido tema de discusión permanente.
legislación penal de los/las menores de edad únicamente prevé
Con el fin de resolver la misma se han escuchado voces que reclaman
“medidas socioeducativas” adecuadas a los rasgos de personalidad y
una mayor represión y violencia para poner fin al problema de la
necesidades de los infractores, con una finalidad predominante de
“delincuencia juvenil”. Sin embargo, tanto la Convención
prevención especial frente a la retribución y a la prevención general
Internacional de los Derechos del Niño (CDN)1, como el conjunto de
que impregnan también a las penas.
reglas y tratados internacionales2, recomiendan priorizar la
prevención antes que la represión, apelando a adecuados programas Ahora bien, es nuestra intención en éste artículo plasmar el
de asistencia social, económica, educacional y laboral. recorrido realizado durante todos estos años no sólo en nuestro país
sino también, un comparativo con los principios y medidas que han
Asimismo, señalan la importancia de minimizar el uso del
adoptado -entre otros países latinoamericanos- Chile, Perú y
sistema de justicia tradicional de adultos, empleando otros medios de
Uruguay; en relación a las modificaciones a nivel de la modalidad
resolución de conflictos, como así también minimizar la intervención
institucional dentro de los dispositivos penales juveniles.
estatal, ofreciendo alternativas en el ámbito de la familia, de la
escuela o de la comunidad. También reducir al máximo las medidas
de internamiento en régimen cerrado, debiendo quedar estas
ARGENTINA
reservadas exclusivamente para los casos de gravedad excepcional. Y
por último, todos los derechos reconocidos a los adultos deben ser A partir del momento en el que la Convención Internacional de
prioritariamente garantizados y resguardados para el caso de los/las los Derechos del Niño (CDN) fue incorporada en la Constitución
adolescentes infractores/asa la ley penal. En cuanto a ello, una forma Nacional3, resultó indispensable promover un cambio profundo no
de establecer una diferencia sustancial entre el Derecho Penal de los sólo en la necesidad de ajustar la legislación nacional en materia
penal juvenil sino también en la adecuación de los dispositivos
1
Es el tratado internacional de la Asamblea General de Naciones Unidas que penales que alojan y/o asisten a jóvenes infractores/as a la ley penal.
reconoce los derechos humanos básicos de los niños, niñas y adolescentes. Se Es así que en el año 2005, se derogó la Ley Nacional N° 10.903 (Ley de
aprobó el 7 de septiembre de 1990.
2
Nos referimos a las siguientes reglas que se basan en los principios rectores de la
Patronato de Menores) para dar lugar a la Ley Nacional N° 26.061 de
CDN, a saber: las Reglas Mínimas de las Naciones Unidas para la administración de Protección Integral de los Derechos de las Niñas, Niños y
la justicia de menores (Reglas de Beijing); las Reglas de las Naciones Unidas para la
protección de los menores privados de libertad; las Directrices de las Naciones
3
Unidas para la prevención de la delincuencia juvenil (Directrices de Riad), las Reglas Aprobada por la Ley Nro. 23.849 y que tiene jerarquía constitucional por el artículo
Mínimas de las Naciones Unidas sobre las medidas no privativas de la libertad 75, inc. 22. Año 1994.
2

Adolescentes4, basándose en los principios rectores de la CDN como
así también en las diferentes reglas internacionales mencionadas
precedentemente.
Es así que se promovieron nuevas formas de intervención en
el ámbito de las políticas públicas aplicables en nuestro país respecto
a los jóvenes infractores o presuntos infractores a la ley penal
cumpliendo con la normativa nacional e internacional de justicia
restaurativa y resocializadora.
Esta transformación en cuanto a las prácticas institucionales
tuvo como objetivo no sólo tener en cuenta los aspectos preventivos
anteriores al acto transgresor sino también garantizar los mecanismos
posteriores al mismo priorizando el sentido de legalidad5 y
proporcionalidad6 con el fin de evitar la reiterancia7 de hechos
similares, promoviendo para ello, acciones tendientes a la inclusión
social.
Cabe destacar, que para aquellos/as adolescentes que se
encuentran alojados/as bajo la modalidad de privación de libertad8,
según uno de los principios fundamentales que enfatiza la CDN, ésta
privación de la libertad debe ser utilizada como una medida de último
4
Promulgada el 21 de octubre del año 2005.
5
Que establece límites muy precisos y claros al Estado en la intervención sobre los
ciudadanos.
6
Que establece que debe existir cierta correlación entre el hecho imputado y la
sanción aplicable.
7
Dicho término hemos elegido imprimir con el fin de distinguirlo de otro más
utilizado en el sistema penal de adultos (reincidencia).
8
Se trata de establecimientos de régimen cerrado, por lo cual los adolescentes
incluidos en los mismos no pueden salir de la institución sin la autorización del juez
competente.
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recurso y por el menor tiempo posible. Por lo tanto, resulta
sumamente necesario restringir y monitorear ésta medida.
Dentro de este contexto, surgen políticas públicas que
impulsan la construcción de una intervención socioeducativa dirigida a
los/las adolescentes infractores/as o presuntos infractores/as a la ley
penal, cuya finalidad procura por efecto, alejarlos de la transgresión a
la norma penal, promoviendo la capacidad de poder ejercer sus
derechos, respetar los derechos de los otros y por supuesto, asumir
las obligaciones que le posibiliten el diseño y elaboración de un
proyecto de vida “socialmente constructivo”, al decir de la CDN.
No debería descuidarse el hecho de que ésta intervención
socioeducativa debe propiciar la capacidad de los/las adolescentes de
responsabilizarse de las consecuencias de sus actos, finalidad que
emana del mandato de una Justicia Penal Juvenil. Para ello, los
integrantes de los equipos técnicos de los dispositivos penales como
así también los equipos interdisciplinarios pertenecientes a los
juzgados intervinientes, acompañarán al sujeto para que pueda
implicarse subjetivamente con el fin que pueda reconocer y
comprometerse con los efectos de sus actos.
Al respecto, se deberá tener en cuenta no sólo su grupo
familiar o referentes afectivos, sino también el centro de vida de cada
adolescente con el fin de propiciar una adecuada integración
comunitaria.
Es decir que el objetivo de tal intervención, apunta a
desarrollar y fortalecer, desde el inicio, procesos de reinserción social
en jóvenes que han incurrido en una transgresión penal y que se
encuentran cumpliendo una medida impuesta por un juzgado, no sólo
en instituciones privativas de la libertad sino también en dispositivos
3

residenciales de restricción de libertad9 o programas de intervención
en el medio10. En cuanto a éstos últimos adquiere especial relevancia
el acompañamiento territorial de operadores que intervienen en el
medio social de cada adolescente.
La reinserción social se entiende, en este contexto, como un
proceso que tiende a la generación de habilidades sociales, las que
permitirán a los/las jóvenes actuar en consecuencia y
responsablemente desde la perspectiva legal.
A grandes rasgos podemos señalar que la mayoría de los
programas que intervienen en el medio con jóvenes infractores
persiguen -algunos programas más, otros menos- los siguientes
objetivos:
- Fortalecer en los/las jóvenes, habilidades personales que
mejoren su desempeño a nivel socio-familiar
- Promover a los/las jóvenes en la definición de un proyecto de
vida con metas realizables a corto, mediano y largo plazo, que
contemple no sólo las potencialidades con la que cuenta sino
también, las posibilidades reales de concreción.
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Se trata de establecimientos de régimen semi-abierto, donde los adolescentes
residen allí y realizan actividades educativas, recreativas, deportivas y culturales
fuera de la institución.
10
Se trata de dispositivos de acompañamiento e inclusión de adolescentes
infractores cuya intervención es promovida por operadores que trabajan dentro del
medio socio-comunitario de los mismos, mientras la causa penal se encuentra en
trámite y el joven se encuentra conviviendo con su grupo familiar o referente
afectivo..
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- Fortalecer el acompañamiento de los referentes significativos
con el fin de que éstos apoyen todas las iniciativas individuales,
familiares y sociales que el/la adolescente pueda proyectar.
- Promover el inicio o la continuación de sus estudios como así
también la participación en Talleres Formativos y la
restauración y/o generación de vínculos positivos con la
comunidad en su condición de sujetos plenos de derechos pero
también con deberes y obligaciones.
En cuanto al funcionamiento de los dispositivos, sean estos,
ámbitos de alojamiento privativos de la libertad ambulatoria, sean
restrictivos de esa libertad, la CDN establece de manera enfática que
todos los/las adolescentes incluidos en ellos, deben ser tratados de la
misma forma, rescatando al sujeto y promoviendo un trato digno y
condiciones adecuadas de alojamiento, con el principio rector de
brindarle la accesibilidad a todos los derechos y qué sólo y en forma
transitoria el único derecho vulnerado sea la libertad ambulatoria.
Cabe destacar sobre el punto anterior que cuando se inició el
proceso de adecuación de los dispositivos penales juveniles en
nuestro país a partir de la Ley Nacional Nro. 26.061, la intervención
socioeducativa debía contemplar los siguientes aspectos:
 Desde el ingreso de un adolescente a un dispositivo penal, los
equipos técnicos trabajarán la posibilidad del egreso con su
familia o bien con referentes afectivos significativos, con la
finalidad que el alojamiento en una institución (sobre todo en
una privativa de la libertad) sea por el menor tiempo posible.
 Se direccionará a sugerir medidas alternativas a la privación de
libertad, toda vez que la posibilidad de egreso con su familia o
referentes significativos no sea posible en esos momentos,
4

como así también articular con los sistemas de protección de
derechos en atención a los derechos amenazados y/o
vulnerados observados en la situación particular.
 La construcción de ciudadanía juvenil, estableciéndose que el
conjunto de las instituciones comprendidas en el sistema de
responsabilidad penal juvenil, deben abordar a los/las jóvenes
desde esa perspectiva a partir de acciones que garanticen en
dicho universo, el conocimiento de los deberes y derechos
ciudadanos, como así también -en el ejercicio de los mismos -
, el respeto por los derechos de los otros y la valoración de la
vida en sociedad.
 La estimulación del potencial de cada adolescente con el
propósito de que ellos puedan identificar sus propias
habilidades. Para ello, se brindará capacitación educativa y/o
laboral que posibilite a futuro, el empleo de tales recursos en
su vida social.
 La posibilidad de articular con actores e instituciones del
centro de vida de cada joven, con el fin que estos sean
facilitadores para la reintegración comunitaria.
CHILE
En el año 2007, a través de la Ley 20.084, sobre la
responsabilidad penal adolescente, el país vecino comenzó un
proceso de reforma y modernización del sistema de justicia para
menores de edad infractores a la ley penal, incorporando de ésa
forma los preceptos más importantes de la CDN, al igual que hizo en
su momento nuestro país.
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Es así que han incluido el principio socioeducativo, donde no
sólo se trata que el/la adolescente infractor/ra pueda asumir la
responsabilidad de sus actos sino también que reciba una
intervención facilitadora en torno a la responsabilidad con miras a su
integración social. De acuerdo a la experiencia realizada con
adolescentes infractores, han podido desplegar determinados
aspectos que se deben considerar en la intervención y que forman
parte del proceso socioeducativo de los mismos, a saber:
 La responsabilización, entendida como la capacidad de
responder por la vulneración de derechos de terceros. Para
ello, promueven la responsabilidad por el daño cometido,
como así también aceptar la sanción recibida
comprometiéndose a cumplir con las normas.
 La reparación de todas aquellas experiencias emocionales que
han llevado al fracaso del adolescente en lo social,
posibilitando el reconocimiento de logros y valoraciones de
terceros significativos, a la vez que también se visualiza las
habilidades y competencias propias. Cabe destacar, que en los
casos donde existe graves vulneraciones de derechos, ésta
reparación necesitará de una intervención específica y
especializada.
 La posibilidad de estar habilitado tanto en el plano formativo
(educativo y laboral) como así también aquellas acciones
necesarias para generar habilidades sociales, desarrollo
cognitivo, autocontrol emocional y descubrimiento de
motivaciones e intereses nuevos.
 La reinserción social del adolescente, donde se participa a las
instituciones, la familia y la sociedad con el fin que lo
acompañen para lograr la misma.
5

Estos cuatro aspectos son considerados como un todo
sistémico, donde el modelo de intervención apunta a que estén
integrados, que sean multidisciplinarios e intersectoriales.
En cuanto a las medidas y sanciones que puede disponer un
juez en Chile, cuenta al igual que Argentina, con centros de régimen
cerrado (o sea establecimientos residenciales de privación de
libertad), establecimientos semi-cerrados y programas de medio libre,
que intervienen en el medio social del adolescente.
Es dable destacar, que dentro del proceso de transformación
del sistema penal juvenil, también el mencionado país ha trabajado
en pos de priorizar las medidas alternativas a la privación de libertad,
utilizando ésta como último recurso y por el menor tiempo posible.
Siguiendo con ésta línea de pensamiento, claramente para
poder alcanzar los objetivos de responsabilización y de integración
social de los/las adolescentes, se debe apelar a criterios de calidad y
acciones tendientes a considerar al joven como sujeto de derechos,
teniendo éste una participación activa en todo el proceso.
Asimismo y con el fin de poder distinguir las necesidades y
recursos particulares de cada adolescente se deberá apelar a tener un
enfoque diferenciado, pudiendo determinar los distintos niveles de
complejidad de la problemática que presenta.
También hacen hincapié en la necesidad de establecer y
estructurar el tiempo y el espacio con el fin que cada adolescente
pueda realizar un proceso progresivo donde quede reflejado los
logros que va alcanzando.
No es un tema menor, la calidad del recurso humano
responsable de la asistencia de cada adolescente. Esto implica contar
con equipos especializados donde los roles y competencias se
encuentren claramente definidos. Estos equipos deben trabajar en
pos de tener una mirada integral e interdisciplinaria, con el fin de
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construir un enfoque compartido y coherente a la hora de la
intervención con los adolescentes.
El objetivo principal del trabajo con adolescentes
infractores/ras no sólo implica alejarlo/a del accionar transgresor y la
potencial reincidencia sino también posibilitarle una efectiva
integración a la sociedad. Para ello, no se tiene en cuenta solamente
los logros del adolescente sino que deviene fundamental contar con
una sociedad que pueda alojarlo sin discriminarlo y pueda ofrecer
nuevas oportunidades de inclusión.
Dentro de los dispositivos de régimen cerrado se plantean
diversas estrategias que incluyen una rutina diaria, hábitos de
convivencia, prácticas educativas que favorezcan el protagonismo, la
participación, la responsabilización y la autonomía progresiva del
adolescente, teniendo como horizonte la preparación de estos para el
egreso y la reinserción social.
PERÚ
Las medidas socioeducativas para el Derecho peruano es la
consecuencia impuesta a un/a adolescente infractor/a de la norma
penal. Es así que el mismo regula una serie de medidas
socioeducativas a través de la Ley Nro. 27.337 del año 2000, siendo
ésta el Código de los Niños y Adolescentes.
El mismo establece las posibles medidas socioeducativas
pasibles de ser aplicadas a menores de entre 14 a 18 años de edad. El
mencionado código se rige por los preceptos y principios más
importantes de la CDN como así también de las distintas reglas
internacionales. Las mismas son:
6

 Amonestación: ésta medida es considerada como un llamado
a la reflexión directa a los padres con el fin que estos mejoren
las conductas de sus hijos y para los/las adolescentes que han
cometido una infracción penal es una recriminación de su
conducta con el objetivo que se responsabilice de las
consecuencias de sus actos.
 Prestación de servicios a la comunidad: consiste en la
realización de tareas acordes a la aptitud de cada
adolescentes (sin que esto pueda perjudicar su salud, su
escolaridad, etc.) por un período máximo de seis meses.
 Libertad Asistida: consiste en la designación de un tutor
dependiente de los Centros Juveniles del Poder Judicial de
Perú, cuya función apunta a la orientación, supervisión y
promoción del adolescente y su familia por un periodo de
ocho meses.
 Libertad Restringida: apunto a la asistencia y a la participación
diaria y obligatoria del adolescente en el Servicio de
Orientación, debiendo sujetarse al programa dirigido a su
educación y reinserción. Se aplica un máximo de doce meses.
 Internación en establecimiento para tratamiento: se trata de
una medida privativa de la libertad que no podrá exceder los
seis años. Se utiliza de manera excepcional para el caso de
personas menores de edad, teniendo en cuenta las normas
internacionales, debiendo antes evaluar otras medidas de
carácter socioeducativo.
Ahora bien, existe en Perú el Sistema de Reinserción Social del
Adolescente en conflicto con la ley penal, siendo el responsable del
proceso de rehabilitación y reinserción social de los adolescentes
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infractores. Posee un enfoque de atención integral tendiente a
desarrollas las habilidades, potencialidades y valores de cada
adolescente propiciando una participación activa en el proceso
educativo con el fin de la reinserción social.
Posee un modelo de tratamiento en el medio abierto y el
modelo de tratamiento en medio cerrado. En cuanto al primero,
todas las medidas socioeducativas se desarrollan a través de
actividades durante el día, con horarios de atención flexibles, los
cuales se adecuan a las necesidades e intereses de cada adolescente.
Se apunta a promover la construcción de un plan individual, a una
educación basada en valores y habilidades sociales, como así también
a capacitarlos técnicamente con el fin que puedan encontrar
oportunidades laborales y favorezcan su reinserción social.
En cuanto a los segundos, modelo de tratamiento en un medio
cerrado, la intervención se encuentra focalizada en una serie de
acciones graduales que actúan en forma evolutiva en el adolescente
con el fin que alcancen una autonomía para una futura reinserción
social. Consta de 4 programas que va desde el diagnóstico, la
preparación para el cambio (posibilidad que pueda responsabilizarse
de sus actos y que presente voluntad para cambiar), como así
también en tercera instancia el desarrollo personal y social que tiene
como objetivo el fortalecimiento de actitudes positivas y valores que
posibiliten la internalización de las normas de convivencia y por
último, se lo incluye en un sistema semi-abierto donde la autonomía,
la responsabilidad y el diseño de un proyecto de vida son
fundamentales para la reinserción social.
URUGUAY
Un similar proceso de adecuación normativa e
implementación de medidas socioeducativas se ha dado en el país
7

vecino, lo cual podemos situar en dos momentos. Primeramente y al
igual que lo ocurrido en Argentina, en el año 2004 Uruguay legisla y
sanciona su Código de la Niñez y la Adolescencia mediante la Ley N°
17.823, adoptando los principios generales de la Convención
Internacional de los Derechos del Niño en materia de protección
integral y justicia penal juvenil. En lo inherente al tratamiento de
los/las adolescentes infractores/as a la ley penal, parte de los
enunciados previstos en el Art. 40.4 de la CDN que señalan la
correspondencia en el empleo de diversas medidas socioeducativas
no privativas de libertad, programas de orientación, trabajos en
beneficio de la comunidad, obligación de reparar el daño o
satisfacción de la víctima y regímenes de libertad asistida y vigilada.
En un segundo momento, un nuevo modelo de organización de dichas
medidas que propone el Instituto Nacional de Inclusión Social
Adolescente (INISA) en el año 2015 cuya metodología para el
abordaje de jóvenes infractores/as podemos resumir de la siguiente
manera:
La aplicación de medidas no privativas de libertad en la que se
incluye un régimen de vigilancia o libertad vigilada cuya finalidad, de
supervisión procura disminuir los índices de reincidencia colaborando
con la inserción social de los/las jóvenes, de manera tal que se
reduzca la probabilidad de que estos regresen al escenario delictivo.
En el proyecto de reforma y nuevo modelo a aplicar, se considera que
en cada medida que se adopte -de carácter no privativo de la libertad-
deberá determinarse el tipo más adecuado de vigilancia y abordaje
individual tendiente a que los/las adolescentes logren modificar los
comportamientos delictuales. Dicho proceso comprende:
 Asistencia psicológica
 Asistencia social y material
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 Oportunidades para fortalecer los vínculos con la
comunidad.
La libertad Asistida como programa de acompañamiento y
supervisión personal hacia el/la adolescente, colaborando con los
procesos esenciales de su red socio-familiar y comunitaria. Este modo
de intervención – al igual que en otros países de la región – se lo
considera una alternativa efectiva para que el sistema judicial penal
juvenil reduzca la aplicación de medidas de privación de libertad,
priorizando aquella que opere sobre el sentido socioeducativo en el
medio comunitario.
La prestación de servicios a la comunidad - aspecto que
incluye nuestra norma local - consiste en la realización de tareas
gratuitas acordes a la aptitud del/la joven sin que ello interfiera con
otras actividades de importancia como las educativas, promoviendo
un acercamiento de los/las jóvenes infractores/as a la comunidad y
sus necesidades. Desde un enfoque socioeducativo deberíamos decir
que para el logro de los objetivos que persigue este tipo de medida,
se requiere de una estrategia de intervención que contemple entre
otras cosas, un proceso de análisis y construcción de su proyecto de
vida responsable, dimensionar valores personales y ajenos y la
participación de una comunidad para ser recibido sin rótulos,
etiquetas o estigmas.
CONCLUSIONES
Claramente, la Convención de los Derechos de Niños, Niñas y
Adolescentes (CDN) ha impactado profundamente en la concepción
de la infancia, asegurando en persona menor de edad la entidad e
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 MODELOS SOCIOEDUCATIVOS EN EL ABORDAJE DE JÓVENES INFRACTORES A LA LEY PENAL

identidad como sujeto pleno de derechos. Los preceptos y principios sus realidades, sino también de un momento e instancia de apertura
más importantes que surgen de ella, como así también del resto de para revisionar las prácticas institucionales, teniendo en cuenta las
las reglas de alcance internacional, obligaron a los países que han realidades sociales propias de cada país a los efectos de lograr
suscripto a ellas, a materializar y efectivizar el inicio de un proceso intervenciones con los/las adolescentes infractores/as que garanticen
transformador. el logro de los objetivos planteados anteriormente. En ese sentido,
Es en ese sentido que podríamos decir que se ha dado tanto para que el fin socioeducativo impreso a una medida judicial
comienzo a una nueva era en la relación sociedad-infancia; la era de tenga posibilidades de éxito, como para que las experiencias
la infancia y adolescencia ciudadana. Esto supone la debida recepción transitadas por el/la adolescente infractor/a en un dispositivo penal
y comprensión de nuevos paradigmas y la implementación y resulten mayoritariamente promotoras de autonomía,
ejecución de nuevos modelos que se ajusten a ellos, como lo es el responsabilidad y ejercicio de ciudadanía, es necesario arbitrar todos
modelo de la protección integral. Ello deja atrás la Doctrina de la aquellos mecanismos que garanticen el acceso efectivo a todos los
situación irregular y las intervenciones estatales que caracterizaron al derechos.
modelo del patronato, sobre el que recayó la crítica más áspera y
despiadada al señalar que dicho régimen no estaba dirigido al Si bien queda mucho por hacer, no podemos soslayar todos
universo de la infancia y de la adolescencia, sino sólo a una porción los esfuerzos realizados en pos de cumplimentar los compromisos
clasista y diferenciada de ella (los menores) es decir, aquellos contraídos a partir de la suscripción como Estado Parte, a la firma de
niños/as y adolescentes que quedaban por fuera de la familia, de la la Convención Internacional de los Derechos del Niño.
escuela, de la comunidad o bien por el hecho de pertenecer a la
pobreza.
Con relación a ello, hemos recorrido distintos modelos de
intervención socioeducativa observando que en todos se han tomado
en cuenta las consideraciones que realiza la CDN, incorporando en
sus respectivas legislaciones los principios básicos para poder instituir
un Sistema de Responsabilidad Penal Juvenil en el que se garantice
un debido proceso y en el que se direccione a la aplicación de
medidas que acompañen a los/las adolescentes infractores/as a la ley
penal para su pronta reintegración familiar y social.
Por último, deberíamos admitir que todo proceso de
transformación, mucho más relevante y profunda si se trata de niños
y adolescentes, se requiere no sólo de recursos y tiempos acordes a
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