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Jesús M.

Fadul García
2015-0001
PRINCIPIOS BÁSICOS DEL INTERROGATORIO DIRECTO

El interrogatorio es una herramienta que se utiliza en una fase donde se somete a una
persona, para hacerle una series de preguntas, que hasta cierto punto se cuestiona lo que
esta expresa. En ese orden, Bailey expresa que se denomina interrogatorio a aquel
ataque frontal que asegura el triunfo de la verdad y la justicia.  Algunas personas
dicen que es el arma más devastadora que haya inventado el hombre, incluyendo las
nucleares1.

En ese orden, el interrogatorio directo dentro de un proceso litigioso, es el primer


interrogatorio que se le hace al testigo en el juicio oral por la parte que lo presenta. Este
se manifiesta con las formulaciones de preguntas que cuyas respuestas dicha por el
testigo, se propone probar sus alegaciones. El propósito de esto es convencer y
persuadir al juzgador de la veracidad de las mismas, con el fin de que prevalezcan por
sobre las del adversario.

En la mayoría de las ocasiones, las partes disponen de varios testigos para probar sus
alegaciones. El orden en que éstos sean presentados debe ser estudiado cuidadosamente.
Si son varios los testigos, se debe seleccionar para el principio el más impactante, es
decir, aquel testigo que pueda ofrecer al juzgador un panorama general que concuerde
con su teoría del caso.

Dentro de nuestro ordenamiento jurídico, podemos encontrar el interrogatorio en


el artículo 326 del Código Procesal Penal, en el cual reza lo siguiente:

El interrogatorio directo será realizado por la parte que propone al testigo


o perito, quien será acreditado a través de preguntas relativas a sus datos
generales y sus vínculos con las partes.

Excepcionalmente, la identidad o algunos datos de un testigo puede ser


reservada, en interés de proteger su seguridad o la de sus familiares.

Acto seguido, la parte a cargo del interrogatorio directo procederá a


formular preguntas a los fines de obtener la información que éstos hayan
podido captar a través de sus sentidos.

Concluido el interrogatorio directo, se procederá a realizar el


contrainterrogatorio o contraexamen a cargo de la parte adversa, quien
tendrá la oportunidad de contradecir a los testigos o peritos presentados en
el examen directo.

Las partes podrán presentar objeciones a las preguntas, respuestas o modo


de acreditación de la prueba de la parte adversa, las que serán resueltas
por el presidente del tribunal.

1
BAILEY, F. Lee Cómo se ganan los juicios. El Abogado Litigante. Editorial Limusa. México. 1995. p.
155.
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Durante los interrogatorios no serán permitidas las preguntas sugestivas,
capciosas, o impertinentes. En el caso del contrainterrogatorio estarán
permitidas las preguntas sugestivas y capciosas.

Las partes pueden presentar oposición en audiencia a las decisiones que


limiten el interrogatorio2.

Existen ciertos principios elementales y, como ya lo han señalado algunos autores como
Héctor Quiñones Vargas, estos se deben tener en cuenta al momento de realizar un
interrogatorio directo. Dichos principios son los siguientes3:

Confianza y seguridad: Para convencer al juzgador con nuestras alegaciones es


necesario en primer lugar estar convencidos nosotros mismos de nuestras propias
alegaciones o por lo menos parecer que lo estamos. Al realizar el interrogatorio directo
a su testigo debe hacerse demostrando confianza y seguridad en lo que está haciendo.

Organización: En el interrogatorio directo es fundamental la organización que se haga


del relato. Para decidir cómo organizarlo lo primero que hay que hacer es preguntarse
de qué forma será más comprensible e impactante para el juzgador.

Descriptivo, sencillo e interesante: Los relatos de los testigos, hay que hacer lo posible
para que capte la atención del juzgador. Lo primero que se debe hacer es ubicar al
oyente en el tiempo y en el lugar en que ocurrieron los hechos que se juzgan haciendo
una descripción lo más completa posible del mismo. Las preguntas deben ser sencillas y
comprensibles por cualquier persona. Lo  suficientemente claras para que no sea
necesario ser un profesional para poder entenderlas. No se deben hacer preguntas
extensas, compuestas ni complicadas. Deben ser preguntas cortas, directas y dirigidas a
cubrir los temas específicos propuestos. Se debe hacer la menor cantidad de preguntas
posibles, las imprescindibles, claro está, siempre que cubra con ellas todos los temas
anticipados, planificados y estudiados. Al hacer el interrogatorio no debe presumirse
que el oyente está entendiendo lo que usted como abogado o fiscal desea que se
entienda. Siempre que exista la posibilidad de que el juzgador no entienda el concepto
de lo que se está expresando, el significado de alguna palabra utilizada por el testigo, o
que ésta pueda causar confusión, debe aclararse el concepto o el significado de la
misma. Aún por más sencilla y común que pueda parecer. Por último, debe asegurarse
que el testimonio sea presentado como suelen ocurrir las cosas en la vida diaria.
Recordemos que las personas adquieren el sentido de las cosas del modo en que éstas
suelen desarrollarse. El juzgador evaluará las versiones de los hechos aportados por los
testigos haciendo una comparación con sus propias experiencias. Es por ello que hay
que conocer las experiencias y la forma de pensar de los jueces que juzgarán su causa.

2
República Dominicana. Ley 76-02, de 27 de septiembre, Código Procesal Penal de la República
Dominicana. Art.326
3
QUIÑONES VARGAS, Héctor. Las Técnicas de Litigación Oral en el Proceso Penal Salvadoreño.
Primera edición, San salvador – El Salvador, 2003, p. 147.
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Ritmo y velocidad: Debe ser de forma fluida, tipo conversación: pregunta-
respuesta; ameno e interesante para el oyente; sin lapsos entre una pregunta y otra. Pero
que tampoco sea tan rápido que no pueda ser entendido por el juzgador. En los puntos
importantes, impactantes y neurálgicos del testimonio puede tomarse más tiempo que el
acostumbrado, para darle tiempo al juzgador para que asimile la respuesta ofrecida.

Prohibición de preguntas sugestivas: Debe evitarse la formulación de preguntas


sugestivas a los testigos en el interrogatorio directo. Las preguntas sugestivas son
aquellas que además de buscar una respuesta incluyen ésta en la propia pregunta.

Acreditar y humanizar al testigo: Acreditar al testigo no es otra cosa que decirle al


juzgador: quién es el testigo. Es lo primero que debe hacerse al comenzar el
interrogatorio directo. Qué tipo de persona es, a qué se dedica, cuál es su núcleo
familiar, etc. Estos rasgos, además de acreditarlo, lo humanizan.

Escuchar la respuesta del testigo: Hay que estar muy atento a la respuesta que se
brinde a la pregunta, pues puede suceder que adelante de una respuesta sea necesario
realizar preguntas adicionales relacionadas con lo que el testigo respondió.

Guía de preguntas:
Al prepararse un interrogatorio directo no se debe cometer el error de hacer una lista
enumerada con las preguntas que le formulará a su testigo. Esto resulta ser un error por
varias razones.

Debilidades del caso: el testigo debe estar preparado para dar una respuesta
razonablemente aceptable en relación con el tema perjudicial, con la cual se minimice el
efecto negativo que pudiera causar dicha información en el resultado del caso. Lo
anterior, debe haber sido discutido y analizado con su testigo en la etapa de la
preparación de éste para que esté preparado para la respuesta y no le cause sorpresa.

Gestos y modulación de voz: Una de las formas de lograrlo es haciendo algún tipo de
gesticulación cuando formule las preguntas. También es recomendable modular el tono
de voz. En ocasiones en voz alta y fuerte, en otras, susurrando casi al oído.

Apariencia, presencia y estilo: La apariencia del testigo, así como la del interrogador,
es de suma importancia. Lamentablemente, los seres humanos nos impresionamos y nos
dejamos llevar por la apariencia de las personas. Está comprobado que, por lo general,
el juzgador se inclinará a desconfiar de aquellos testigos que se personen desaliñados. Si
eso es así, tiene que tomarlo en cuenta al tratar de convencer a alguna persona de sus
alegaciones.

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