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I.

EL CONTRAINTERROGATORIO

1. Definición:

Es una faceta de la práctica de la prueba testimonial en la cual la parte


afectada con el interrogatorio directo tiene la oportunidad de
controvertirlo directamente, examinándolo desde el punto de vista de
sus intereses.

La primera cara de la verdad sería el interrogatorio directo, de modo


que la otra cara, o completud de la verdad, sería el
contrainterrogatorio.

2. Importancia:

El contrainterrogatorio deviene necesario para descubrir la verdad. Muy


pocos testigos muestran una actitud desprovista de parcialidad, lo cual
perjudica la búsqueda de la verdad. Los procesos de rememoración
suelen ser sumamente complejos. Entre el hecho y su rememoración,
suelen surgir muchos fragmentos de información que el testigo va
incorporando y luego, regularmente, los vierte como si fueran fruto de
sus percepciones.

Por lo anterior, se trata de un mecanismo a través del cual el litigante


demuestra la parcialidad, el prejuicio o el interés de un testigo de la
contraparte, en condiciones que puede debilitar o erradicar
definitivamente la tesis o teoría contraria.
La importancia, por tanto, surge desde dos puntos de vista: Desde la
administración de justicia, por cuanto se trata de un test que decanta la
credibilidad y el verdadero alcance y contenido del testimonio. Desde
la parte interesada, representa la materialización de la garantía mínima
que se tiene frente a testigos adversos, lo que a su turno entraña una
manifestación concreta del derecho fundamental de la defensa.

3. Imagen mítica del contrainterrogatorio.

Aun cuando el contra interrogatorio suele ocurrir en las circunstancias


más cotidianas, es claro que en esas condiciones no suele usársele de
manera técnica o correcta. La visión tradicional y poco realista de este
mecanismo, o sea la cinematográfica e impactante, en donde el
litigante destruye al testigo luego de un despliegue audaz, es la causa
frecuente de frustraciones y aprehensiones para quienes esperan
demasiado de la técnica.

La utilidad de este instrumento es mucho más modesta y menos


espectacular de lo que se suele imaginar. La realidad enseña que en
suficiente con reducir el impacto negativo de la declaración vertida en
el interrogatorio directo y que luego, si se puede, es afortunado limitar
la declaración adversa a sus justas proporciones, o que las cosas no
ocurrieron exactamente como el testigo las expuso.

Lo sensato es tratar de lograr insumos que sean útiles a nuestra tesis o


teoría, de modo que luego, en la alegación final, podamos no
solamente usar esos insumos sino tejerlos dentro de ese todo que es la
estrategia defensiva.
II. LA PREGUNTA SUGESTIVA EN EL
CONTRAINTERROGATORIO

1. Qué es una pregunta sugestiva?

Dentro de la doctrina se considera unánimemente que las preguntas


sugestivas son el formato por excelencia durante las repreguntas, pues
la posibilidad de hacer esa clase de preguntas hace parte del núcleo
esencial del derecho fundamental del contrainterrogatorio.

La pregunta sugestiva, como ya tuvieron oportunidad de verlo, es


aquella que sugiere al testigo la respuesta deseada por el interrogador.
En rigor no se trata de una pregunta, pues en esencia se trata de la
declaración del interrogador formulada de tal forma que se exige al
testigo que convenga o discrepe de la misma. Son enunciados fácticos
seguidos por un signo de interrogación.

2. Licitud de la pregunta sugestiva durante el


contrainterrogatorio.

El foro inglés ha establecido dos reglas clásicas en materia de prueba


de testigos. La primera, dice que usted no debe orientar o sugerir
respuestas a su propio testigo. La segunda, dice que usted puede
orientar o sugerir respuestas al testigo adverso.

Lo anterior se debe a que en la fase del examen directo, es al testigo a


quien corresponde rendir declaración sobre lo que sabe, de forma
espontánea y obviamente sin ningún tipo de insinuación. Naturalmente
que al juez le interesa no solamente oír lo que el testigo tiene para
relatar, sino también cómo el testigo relata la historia con sus propias
palabras.

Contrariamente, el enfoque del contrainterrogatorio es totalmente


distinto. Se trata de una faceta donde se materializa el derecho
constitucional de contradicción por la parte afectada durante el
interrogatorio directo. Es el espacio donde se pulsará o someterá a
prueba la declaración de cara a su veracidad y credibilidad, como un
test lo de declarado previa y espontáneamente por el testigo.

En el contrainterrogatorio, la fuerza de la sugestión para imponer el


propio convencimiento se reduce notablemente dada la posición
asumida libremente por el testigo durante el interrogatorio directo. Y la
confrontación se logra con preguntas que contienen o insinúan
elementos de la teoría del caso del interrogador, esto es, mediante
preguntas sugestivas.

3. Cómo se construyen las preguntas sugestivas?

Las preguntas sugestivas exigen una técnica para su construcción. Ya


habíamos visto que las preguntas sugestivas no son tanto preguntas
sino enunciados fácticos seguidos de una interrogación, de modo que
lo mejor es tratarla como lo que son, como enunciados.

A) Lo primero que hay que hacer es extraer el material que


compondrá la sustancia de las preguntas sugestivas:

- Seleccionar los hechos conocidos por el testigo adverso que


sean favorables o den apoyo a nuestra teoría de contra
interrogadores. Es decir, en la selección va lo que limite el
alcance del interrogatorio directo o lo que pueda atacar al
testigo o a su testimonio.
- Esos hechos seleccionados deben ser debidamente separados.
- Cada hecho debe constituir materia de una sola pregunta, que
se conocen como preguntas de un solo punto. El fondo de
esto es que no se provoquen respuestas que generen
incertidumbre, sino respuestas semejantes de un solo punto,
normalmente un si o un no, acuerdo o discrepancia. Esto
genera control y evita la ocasión para que el testigo explique y
debilite el cometido de la pregunta.

Ejemplo:El ex empleado demanda al empleador sobre la base de que


lo presionó para presentar la carta de renuncia. El abogado del
empleador repregunta al ex empleado:

P: Usted aceptó renunciar, cierto?

Esta repregunta, en la que seguramente el testigo no se limitará a un si


o a un no, la cuestión de hecho, la firma de la carta de renuncia, se
entrelaza con la cuestión legal, la voluntariedad de la renuncia, puede
generar que el testigo conteste y en seguida explique, diciendo que sí
renunció pero lo hizo porque…

Por ello es preferible que la pregunta se limite a un hecho objetivo


carente de valoraciones que no deje, en justicia, margen para
explicaciones:

P: Usted firmó esta carta de renuncia, cierto?

No obstante, el testigo puede contestar y explicar pero lo cierto es que,


en justicia, por como está formulada la pregunta, no admite
explicaciones y ello, en cierto modo, lo va dejando en una condición
que tiende a favorecer el contrainterrogatorio, pues sugiere una
especie de sesgo, interés o tendenciosidad:
P: Usted firmó esta carta de renuncia, cierto?

R: Yo firmé pero presionado

P: Usted firmó esta carta de renuncia, cierto?

R: Me obligaron a firmarla

P: No le pregunto si lo presionaron o no, por favor conteste mi


pregunta: ¿firmó usted esta carta de renuncia?

R: Sí.

B) Lo segundo y último que hay que hacer, una vez seleccionada la


información que alimentará las preguntas sugestivas, es construir
éstas reduciendo los hechos a preguntas, conforme a las
siguientes vías:

- Se declara el hecho seleccionado y se agregan expresiones


que crean una pregunta: No es cierto?, correcto?, verdad?, si
o no?
- Se expresa el hecho seleccionado en un tono de voz que
sugiere una pregunta. Se usa para continuar una línea que
acaba de ser establecida.
- Se selecciona el hecho que alimenta la pregunta y se le
anteponen expresiones que lo convierten en una pregunta,
como: No es un hecho que…No es cierto que…Supo usted
que…Sabe usted que…

Resta decir que en esta construcción es importante el tono de voz,


pues un tono inadecuado, inseguro, dudoso, puede abrir un espacio
verbal o psicológico para que el testigo se extienda en una respuesta.
Lo mejor es el tono firme, precisamente que indique al testigo que se
espera una respuesta breve y concisa.

Del mismo modo, es bueno tener en cuenta que las repreguntas son
una oportunidad de ir presentando parte del alegato final en forma
de preguntas sugestivas, pues los temas que uno usa como blancos
en las repreguntas son los mismos que uno deberá subrayar durante
el alegato de clausura.

III. LOS OBJETIVOS DEL CONTRAINTERROGATORIO

El contrainterrogatorio debe tener unos motivos claros y previamente


definidos, pues de lo contrario es mejor no contrainterrogar. La razón
de esta premisa, es que cuando el litigante no tiene claros los fines de
esta especial técnica, lo que puede ocurrir es que termine
introduciendo nuevamente el interrogatorio directo al debate, con lo
cual simple y llanamente fortalecerá el testimonio adverso y ello no es
dable para un litigante.

En caso de que el examen del interrogatorio directo lleve a la


conclusión de que no es favorable incursionar en el
contrainterrogatorio, lo mejor es tomar la decisión consciente, técnica y
estratégica de no contrainterrogar. Esto en la práctica equivale a lo que
se conoce como el contrainterrogatorio silencioso: En esta opción
puede tratarse de no contrainterrogar o hacerlo parcialmente,
tangencialmente, según convenga.

1. Obtener testimonio favorable.


No es común que estemos ante el hecho de que podamos obtener
testimonio favorable de un testimonio contrario, pero a veces ocurre. Y
puede ocurrir, por ejemplo, que el testigo contrario reconozca algún
punto o puntos de nuestra teoría. En estos eventos, lo que aconseja la
técnica es que debemos resaltar dichos aspectos o bien estimular al
testigo a que explique tales proposiciones fácticas benévolas.

En tales condiciones, tratándose de aspectos de cierta neutralidad, lo


aconsejable es, en beneficio de la persuasión, no usar preguntas
sugestivas y permitir que el testigo explique.

Entonces, se trata de formular algunas preguntas sencillas antes de


proceder a un contrainterrogatorio en esta dirección, como ¿puede
sernos útil algunos apartes del interrogatorio directo? Puede el
testigo corroborar nuestra teoría del caso o algunos de sus
insumos?Qué tendría que admitir el testigo?Qué debería admitir el
testigo? Estos últimos, bajo el presupuesto de declaraciones previas,
de las de otros testigos adversos o bien el sentido común, la lógica,
probabilidades o declaraciones propuestas por nosotros.

1.1.En cuanto al testimonio adverso considerado en sí mismo.

1.1.1.Enfatizar el testimonio favorable que proviene del testigo


adverso.

La idea es seleccionar el material favorable y repetirlo en los mismos


términos expuestos por el testigo en el examen directo, de suerte que
el testigo pueda convenir en que ha hecho esa clase de afirmaciones.
Por esa razón, debe tenerse especial cuidado en que sea material
favorable y luego en que se trata de las expresiones usadas por el
testigo, pues de lo contrario puede ocurrir que surja una objeción
válida o, también, que el testigo replique y nos golpee con sus
respuestas, cerrándose a cualquier concesión futura bajo en entendido
de que estamos tratando de hacerle decir lo que no ha dicho.

1.1.2.Emplear inferencias naturales a partir del examen directo del


testigo adverso, creando una nueva y favorable evidencia.

Al contrario del anterior evento, se trata no de usar los términos y


expresiones de la declaración del testigo, sino que se concreta sobre el
total efecto que puede surgir de las palabras del testigo. No se puede
perder el norte del acápite en el que estamos, pues se trata es de
obtener testimonio favorable y no, por ejemplo, de destruir al testigo.

Como siempre, debe procederse con cautela. Cuando llevamos al


testigo a inferencias naturales de lo afirmado en su interrogatorio
directo, simple y llanamente lo estamos moviendo a terrenos no
abordados dentro del interrogatorio, en condiciones que se puede
perder control o el testigo puede aprovechar para explicar y
neutralizarnos.

Se trata, entonces, de hacer un examen juicioso y ponderado para


determinar si es o no prudente acometer esta clase de
contrainterrogatorio. La idea es, a partir de las afirmaciones favorables
de un testigo adverso, tejer un argumento de verosimilitud de forma
que nos sirva luego como apoyo a nuestra teoría.

Se trata de presentar con el contrainterrogatorio las naturales


inferencias que fluyen del material básico declarado en el examen
directo, lo que sentará las bases fácticas para posteriormente presentar
las conclusiones probatorias correspondientes.
Ejemplo: Puede pensarse en el caso del vigilante que presenció e
identificó a alguien luego de prestar un turno de unas 12 horas, en los
últimos momentos del turno. Con un testigo adverso en tales
condiciones, podemos asumirlo bajo contrainterrogatorio para tejer
inferencias naturales que en últimas lleven al testigo a reconocer que
al momento de la percepción estaba cansado y tenía algo de sueño.

1.1.3.Obtener concesiones sobre materias no comprendidas en el


examen directo.

Al margen del tema relacionado con el alcance del


contrainterrogatorio, de lo que trata este aspecto es de tratar de
elaborar un material nuevo en la repregunta que confirma nuestra tesis.

Como siempre la técnica supone el estudio cuidadoso del testigo, su


declaración y el caso en general. Lo que generalmente puede ocurrir es
que el testigo adverso no atestó sobre algunos aspectos que
eventualmente pueden favorecernos, al extremo que al llevarlo a esos
terrenos dicho testigo adverso se puede convertir en un aliado
poderoso.

Ejemplo: el mismo caso del vigilante. Dicho vigilante ostentaba una


avanzada edad y el abogado investigó y estableció que próximo a los
hechos, dicho vigilante había sido tratado oftalmológicamente y se le
había dictaminado cataratas.

1.2 En cuanto al testimonio adverso en relación con otros


testimonios.
La idea es que a través del contrainterrogatorio podamos, si es del
caso, mostrar la relación del testigo adverso con otros testigos, de
forma tal que favorezca la teoría del caso del contra interrogador. Esto
suele suceder, fundamentalmente, en dos perspectivas:

1.2.1.Aprovechar el testimonio adverso para corroborar los


testigos que favorecen nuestra teoría.

Es posible que en algunos aspectos fácticos, el testigo adverso pueda


corroborarnos algunos insumos que propondrán los propios testigos
del contra interrogador, en condiciones que, al final, cuando
elaboremos nuestros alegatos de clausura, podamos sostener al
juzgador que incluso los testigos presentados por la contraparte
sustentaron los supuestos fácticos en los que se funda nuestra teoría o
nuestro caso.

1.2.2. Aprovechar el testimonio adverso para crear discordancias


con otros testigos adversos.

Es una meta contraria a aquélla que busca relacionar los testigos que
nos favorecen, en condiciones que al final podamos tejer, en el alegato
de clausura, un argumento conforme al cual diremos al Juez que ni si
quiera los testigos de la contra parte se ponen de acuerdo en lo que
dicen, pues mientras unos dicen una cosa los otros lo niegan y así
sucesivamente.

Es, en resumen, obtener el testimonio de un testigo contrario que entra


en conflicto con la declaración aportada por otro testigo contrario.
Ahora, la plena expresión de la discordancia se puede dejar para el
escenario del alegato de clausura.
1.2.3. Hacer surgir concordancias fatalmente sospechosas entre los
testigos adversos.

Hay ciertos testigos y situaciones que están muy bien ensayados o muy
bien preparados. Las repreguntas exitosas muestran a los jurados la
presentación o el ensayo.

Para lograr lo anterior pude ser útil repreguntar a cada testigo


exactamente del mismo modo acerca de ciertos detalles. Si el ensayo
existió es probable que cada testigo responda exactamente con la
misma respuesta, o con una respuesta sospechosamente parecida. De
lo que se trata, al final, es de mostrar al juez que los testigos no
recuerdan lo que sucedió y que ofrecen una repetición exacta del
testimonio como consecuencia de un acuerdo previo, situación que,
lógicamente, incidirá en su credibilidad.

2. Limitar el efecto negativo del testimonio adverso

Lo que se quiere es mostrar al juzgador que lo que dijo el


testigoadversono es tan grave como parece, tratando de limitar,
evitar o desviar el daño causado por el testigo en el examen directo.

Los autores coinciden en que este puede ser el efecto confrontativo


más útil y realista que puede lograr el contra interrogador en la
práctica, pues se trata tan solo de corregir los énfasis o debilitar los
fundamentos del testimonio directo.

La limitación del efecto negativo del examen directo puede lograrse


por dos vías:
2.1 Destacando los defectos que sobre el conocimiento total del
caso tiene el testigo. Es decir, evidenciando lo que no sabe.

2.1.1. Omisiones en general.

Este evento suele ocurrir cuando el testigo, en su examen directo, alude


poseer un cierto conocimiento acerca de unos hechos y, no obstante,
ese conocimiento resulta incompleto.

Entonces, lo que debemos hacer es usar las preguntas sugestivas para


aislar aquellos hechos sobre los que el testigo no declaró, subrayando
los defectos del testigo en cuanto a su conocimiento de los hechos, en
condiciones que esas falencias puedan resultar edificantes para nuestra
teoría del caso.

Ejemplo: El sujeto que es sorprendido por la autoridad en la vía


pública, sosteniendo una bolsa que finalmente resulta contener una
lata de cerveza con pólvora negra y metralla, en momentos que
acabada de ocurrir un atentado terrorista en las proximidades. Al ser
interrogado el ciudadano capturado, explicó que mientras caminaba
observó la bolsa en el suelo y la recogió por curiosidad, momento en el
que llegó la policía. Resultado: Se enfatiza una hipótesis no demostrada
y obviamente, se limita el testimonio directo.

2.1.2. Omisiones especiales.

En esta variante el contra interrogador se ocupa de aquellos aspectos


concretos que el testigo pudo y debió adelantar para mejorar su
conocimiento, dada la posición especial del testigo por sus
conocimientos o deberes funcionales. Es una técnica útil con peritos o
funcionarios públicos en general.

Se trata de que quien repregunta se informe previamente sobre ciertas


materias o áreas implicadas en el conocimiento y/o especialidad del
testigo, en condiciones que podamos establecer cuáles son los deberes
del testigo con respecto al mejor conocimiento que pudo tener del
tema al que alude su declaración.

Esta técnica suele ser muy exitosa con los peritos. Si un perito declara
que llegó a la conclusiónX por medio de la prueba Y, es probable que
el contra interrogador no tenga éxito si se concentra en atacar la
esencia del testimonio, o sea la idoneidad de la prueba Y y su correcta
aplicación al caso por parte del experto.

Puede ser más provechoso averiguar si existen otra clase de pruebas


(omisiones), distintas de Y, utilizables en esta área del conocimiento
para llegar a la conclusión X. De esta forma el contra interrogatorio
puede adoptar el siguiente formato:

P: Para obtener X se podría realizar también la prueba A, no es así?

P: Y la prueba A es tan confiable como la prueba Y, no es verdad?

P: La prueba B también es, a juicio de la comunidad científica, una


prueba igualmente válida y confiable para obtener X, no es verdad?

P: Y no sucede lo mismo con la prueba C?

P: Ahora bien, desde el punto de vista científico, cuanto más pruebas


uno realiza con el mismo resultado, más seguro está de su conclusión,
no es así?

2.2. Técnica de la desviación del eje del examen directo.

También se conoce como la técnica de destacar la inmaterialidad, la


irrealidad de la declaración del testigo de la contra parte, es decir, que
el contenido testifical no es material o relevante para decidir el asunto.
En esta técnica se conceden ciertas o evidencias o posiciones adversas
presentes en el interrogatorio directo, pero se les lleva o yuxtapone a
un nuevo eje argumental o punto de referencia para evitar el daño
frontal originario.

Antes que confrontar, lo que se busca es desplazar el punto de apoyo


de la declaración para llevarlo a un área donde no se afecta la teoría
del caso de quien contra interroga. Ejemplo: Piénsese en el agente
policial que declara haber capturado a una persona en el mismo
momento que conducía un vehículo hurtado. La defensa formula la
teoría de que esta persona no conocía dicho antecedente y que, antes
por el contrario, había sido contratada por un tercero para conducir el
vehículo…

3. Destruir o desacreditar.

Fundamentalmente, la confrontación del testimonio puede darse


desacreditando al testigo, dadas su escasa inteligencia, confusión o
mendacidad; o bien desacreditando el relato, dada su contradicción
interna o su contradicción con hechos externos.

Una y otra situación exigen una técnica distinta y obviamente un


esfuerzo diferente. El error involuntario o confusión, que debe ser
demostrado por el litigante en su contrainterrogatorio, representa una
situación muy distinta a la del perjurio consciente, que también debe
ser demostrado por el litigante en su contrainterrogatorio.

Es costumbre en nuestro medio judicial, no solo por los litigantes sino


por los propios operadores de justicia dentro de los sistemas
procesales y probatorios que se han venido modificando, que la crítica
del testimonio se haga sobre la base de la especulación probatoria, en
donde no han faltado las frases de cajón que se ajustan a cualquier
clase de valoración…

IV. LAS REGLAS DEL CONTRAINTERROGATORIO

Es claro que el contrainterrogatorio está sujeto a unas reglas basadas


en la experiencia que se pueden demostrar de forma empírica, y que
por tanto es sano conocer el saber tradicional que las fundamenta.

No obstante, se considera que cada testigo es una nueva experiencia y


que cada proceso es un universo, por lo que cada contrainterrogatorio
será único e irrepetible.

Por ello, durante el decurso de las repreguntas no se deben desechar el


buen juicio y el sentido común en favor de una adhesión mecánica a
las reglas del contrainterrogatorio. De cara a esta técnica, la rigidez está
asociada a la muerte y, correlativamente, la flexibilidad está asociada a
la vida.

1. No solicite explicaciones.

Ya habíamos visto que el control del testigo se mantiene a través de la


pregunta cerrada, en donde éste simplemente conviene o disiente de
nuestras proposiciones o enunciados.

Al requerir explicaciones necesariamente vamos a utilizar una pregunta


abierta, del tipo qué, cuándo, dónde, porqué, cómo o simplemente
explique…En el momento que se ofrece una pregunta abierta al
testigo adverso, desplazamos el control al testigo mismo, pues éste
queda en libertad de contestar lo que a bien le plazca y ello difumina
la esencia del contrainterrogatorio.

Excepciones: Cuando estamos razonablemente seguros de lo que


contestará el testigo y ello no perjudicará en absoluto nuestro caso, o
incluso nos dará insumos o dejará al testigo en fuera de lugar.
Ocurre cuando el testigo se contradice con prueba más creíble, cuando
se torna inverosímil o cuando abre una brecha por la que podemos
penetrar…Otra excepción ocurre cuando necesitamos indagar por los
fundamentos suficientes que justifican la opinión o conclusión de un
testigo, antes de atacar esos fundamentos. Otra pueden ser razones
de estilo y persuasión en temas no críticos, evitando el abuso de las
preguntas sugestivas…

2. No pregunte si no conoce la probable respuesta.

En términos generales se entiende que no se deben hacer preguntas a


ciegas. Es como adelantar un vehículo en una curva pronunciada…No
es el momento para descubrir hechos nuevos o para ser curioso.

Naturalmente que no se trata de conocer la exacta respuesta que dará


el testigo, sino de conocer la probable y razonable respuesta a la
pregunta formulada, en términos que haya algo de seguridad y control
como garantía de la técnica.

La lógica, el sentido común, reglas de la experiencia, las demás pruebas


y la investigación extra procesal son algunas de las variables que nos
pueden ayudar en aproximar una probable respuesta. Sobre estas
bases, la idea es plantearnos qué tiene y qué debe admitir el testigo.
Excepción: Solo en casos de decantada experiencia en la técnica, se
acepta el hecho de que el litigante salga de pesca y contrainterrogue a
ciegas, guidado solo por su sentido común y habilidad.

3. No repita el interrogatorio directo.

La idea es que si permitimos repetir el interrogatorio directo, estamos


dando la oportunidad de que el testigo haga un énfasis en su relato y
ello puede redundar en mayor credibilidad.

Por ello, si no contamos con áreas precisas para contrainterrogatorio y


unos objetivos claros, es mejor no contrainterrogar. La única excepción
a esta puntual regla, serían aquéllos casos ya vistos donde sea
prudente un breve contrainterrogatorio aparente.

Excepciones a dicha regla general: i) Se puede romper la regla,


cuando contamos con una mejor evidencia, el propio relato previo del
testigo u otra prueba que refutará las afirmaciones del examen directo,
de suerte que surja conveniente que el testigo vuelva a exponer el
relato para luego demolerlo. ii) Otra situación puede ser el caso del
testigo claramente perjuro, pues en esos eventos puede ser
conveniente que se repita el examen directo para destacar aspectos
claves de la preparación o la simple memorización…

4. No discuta con el testigo.

La idea o fijación de querer o necesitar discutir con un testigo, parece


tener sus orígenes en la imagen mítica del contrainterrogatorio, según
la cual el litigante debe demoler al testigo. Por ello se crea la idea
equivocada del litigante debe abordar el rol con tono acusador y con el
dedo señalando al testigo, pues esto normalmente conduce al fracaso
del contra interrogador.

No debe olvidarse que uno no debe imponerse al testigo o que deben


ganarse puntos en el curso de las repreguntas. Los puntos se ganan es
en la argumentación final, una vez tejamos y exhibamos todas nuestras
conquistas fácticas dentro del contrainterrogatorio.

5. Concéntrese en el testigo y sus respuestas.

La idea es no sumergirnos en nuestras notas preocupándonos de la


próxima repregunta, mientras el testigo está contestando la última
repregunta. Si no estamos escuchando con atención las respuestas,
perderemos los matices y graduaciones en el testimonio.

Hay que escuchar las respuestas, incluso durante el interrogatorio.,


pues allí pueden surgir las claves del ulterior contrainterrogatorio. En
ese universo que es el testigo, pueden surgir matices o lenguajes no
verbales que nos revelen las claves que debemos seguir.

Si preguntamos mecánicamente, puede surgir la paradoja de que no


escuchemos que las respuestas contienen el testimonio favorable que
buscamos y que pese a ello sigamos sin ninguna necesidad. Incluso,
puede ocurrir que no escuchemos el testimonio dañino que debería ser
afrontado durante el contrainterrogatorio.

También puede ocurrir que al no escuchar y asumir la respuesta


mecánicamente, no advirtamos que el testigo realmente no nos ha
contestado y dejemos eso de lado, en contra vía de una debida técnica
que aconseja evitar las escapatorias y a no renunciar.

6. Desarrolle un sentido estratégico y de oportunidad.


La técnica aconseja que el testigo adverso no debe ser advertido acerca
de hacia donde se dirige el contra interrogador. En este sentido, por
ejemplo, el tono de voz puede resultar muy revelador. El testigo puede
intuitivamente percibir un aire o tono victoriosos.

Lo más aconsejable es tratar al testigo, en la medida de lo posible, con


cortesía y amabilidad e ir recaudando los insumos fácticos que se
requieran, en condiciones que el testigo se torne menos suspicaz y más
relajado.

Una vez hemos obtenido los supuestos fácticos que nos hemos
propuesto, dentro de esa atmósfera adecuada y desprevenida, ojalá
cuando ya el testigo esté cercado por sus propias respuestas, ya es
conveniente que cambiemos el tono y la actitud y entremos a golpear
al testigo, sin exagerar y siempre sabiendo que la dimensión final de
ello debe quedar para la alegación final.

7. Sea breve.

Cuando termina el interrogatorio directo, lo normal es que el juzgador


centre su atención en el capítulo siguiente que es el
contrainterrogatorio, pues se espera una confrontación interesante e ir
desvelando la teoría del contra interrogador.

Por ello ese momento debe ser aprovechado con lo fundamental y no


empañarlo yendo a detalles innecesarios. Debe aprovecharse la
atención renovada del juzgador en esta etapa, formulando preguntas
agudas, interesantes y que vayan a los puntos en discusión, enfocando
la sustancia del ataque.

8. Mantenga el ritmo.
La idea es no dar tiempo al testigo para que fabrique respuestas y para
ello es útil mantener un ritmo de cierta velocidad y energía. Sobre esto
subyace la idea universal de que la memoria es más rápida que la
imaginación.

Para lograr el ritmo sugerido se debe utilizar un lenguaje simple y


formular preguntas cortas. Las preguntas cortas simplemente permiten
al testigo convenir o disentir, y pintan un cuadro comprensible para el
juez.

Las preguntas adornadas, la elaborada sintaxis o las preguntas


compuestas, no tienen lugar en el contrainterrogatorio. Con razón se
dice que la simplicidad es la marca del contra interrogador efectivo.

Cuando el testigo conteste una repregunta, el contra interrogador


deberá formular la otra y así sucesivamente. Lo ideal es que el abogado
debe estar preparado con la pregunta dos cuando formula la pregunta
número uno.

9. Comience y termine con los puntos más fuertes.

El punto subyacente de la técnica es que el juzgador está más atento al


comienzo y al final de la diligencia. Del mismo modo, que no es
conveniente terminar en condiciones que el testigo responda con
eficacia la última pregunta, pues incluso si uno infligió algún daño al
testigo en las repreguntas, quedará en el aire ese último momento
negativo para el contra interrogador.

V. PREPARACION DEL CONTRAINTERROGATORIO


La necesaria e impostergable preparación del contrainterrogatorio, se
advierte con mucha facilidad al comparar la técnica que correspondería
a nuestra contra parte, es decir, a la del interrogatorio directo.

Mientras el interrogador comienza conociendo la substancia del


testimonio, el contra interrogador a menudo deberá prever lo que el
testigo responderá en el examen directo.

Quien interroga usualmente pedirá al testigo que narre la historia de


los hechos, mientras el contra interrogador buscará generalmente
destacar su concepto o teoría sobre el caso.

El que interroga hará preguntas a un testigo amigo, quien


eventualmente solo requerirá que se le preste una ayuda para
estimular sus recuerdos. El contra interrogador se ve enfrentado a un
testigo hostil que busca obstaculizarlo en cada momento, y a quien,
además, no ha tenido la oportunidad de preparar o escuchar en varias
oportunidades, como sí ocurre con el interrogador.

Todos esos obstáculos del contra interrogador, solo pueden superarse


a través de una clara y ardua preparación. La eficacia del contra
interrogador, en suma, será directamente proporcional a la diligencia y
dedicación en la preparación.

1. El contra interrogador.

Es claro que el contra interrogador debe sumar ciertas condiciones y


habilidades mentales. Algunos abogados las tienen y otros las
consiguen en la práctica. La cualidad básica pareciera ser la confianza
en sí mismo.

Durante el contra interrogatorio trabajan simultáneamente una serie de


habilidades:
a) Control: Respecto al testigo, a la dirección del contra
interrogatorio y al ritmo del mismo.
b) Velocidad: Debe desarrollarse a un ritmo vertiginoso, para que la
preparación de la respuesta no altere la verdad.
c) Memoria: El contra interrogador debe conservar una cantidad
considerable de datos, luego recordarlos y aplicarlos en el
momento oportuno, ojalá sin consultar notas en pos de
velocidad.
d) Sintaxis: La idea es formular preguntas cortas, claras e
inequívocas, pues de esa forma se facilita el control y la
velocidad.
e) Lógica: Un pensamiento lógico es favorable y debe soportar
todo el proceso de repreguntas.
f) Momento oportuno: Se requiere sentido común, alerta y
sensibilidad para advertir las oportunidades inesperadas que
surgen y saber leerlo en el ambiente.
g) Actitud: Se requiere tacto para saber el trato que se le debe
brindar al testigo, el tono de voz apropiado y la actitud,
combativa o generosa, correspondiente.
h) Conclusión: Hay que terminar cuando hay que terminar. Nada
puede arruinar tanto un contra interrogatorio, que extenderlo
más de lo debido.

2. Dentro del contexto de la preparación del caso.

Se trata entonces de preparar el contra interrogatorio de la mano


con la construcción de nuestra teoría del caso y, correlativamente,
con la elaboración de la teoría de la contra parte.
Del modo que ya tuvieron oportunidad de examinarlo, la teoría del
caso supone subsumir los hechos del caso, o teoría fáctica, dentro del
derecho aplicable, teoría jurídica, según los elementos de
convicción recopilados, que sería la teoría probatoria. Todo esto
debe permitir construir una historia con significado legal relevante.

Lo anterior se logra presentando proposiciones fácticas para cada


uno de los elementos de la teoría jurídica. Las proposiciones
fácticas permiten establecer cuáles son los hechos precisos que se
deben probar y cuáles las pruebas de que debemos disponer.

En consecuencia, la prueba testimonial se prepara y estructura a


partir de las proposiciones fácticas propias y las de la contra parte.

Además, es evidente que la preparación supone no sola la revisión


completa y acuciosa del caso sino, también, una investigación
integral de todo lo que esté ligado al asunto.

2.1. En relación con la evidencia.

De forma enunciativa, hay que disponer y revisar la totalidad del


expediente. Nombres y direcciones de todos los testigos. Documentos
provenientes de todos los testigos. Notas, diarios, reportajes,
memorandos o escritos de todos los testigos. Fotografías, videocintas u
otros documentos.

2.2. En relación con el testigo de la contra parte.

Es preciso contar con los siguientes elementos: Respaldo de la


declaración. Ocupación. Registro de empleos u hoja de vida. Estatus
familiar. Historia clínica. Eventuales adicciones. Características físicas.
Antecedentes penales o de policía. Interés en el caso. Relaciones con
otros testigos o con la contra parte.
2.3. En relación con posibles declaraciones previas del testigo
adverso.

En caso de que existan, es importante contar con declaraciones previas


del testigo, sean formales o informales sobre los mismos hechos, pues
ello nos puede permitir impugnar su credibilidad en caso de que
sobrevengan contradicciones, además de permitir prever lo que el
testigo dirá y comparar las manifestaciones con las que verterá en
audiencia.

2.4. En relación con las referencias científicas.

Este aspecto alude a la preparación del contra interrogatorio de


expertos. El abogado debe tener la capacidad y el deseo de estudiar y
dominar temas enteramente ajenos a la Ley: Balística, psiquiatría o la
ciencia o técnica que en un momento dado pueda ayudarle a la hora
de contrainterrogar testigos expertos…

2.5. Entrevistas con el representado, los testigos adversos o los


testigos de descargos.

Es mejor optar por tratar de entrevistar a cualquiera de los sujetos


antedichos, sean el representado, los testigos de cargo o adversos o los
testigos de descargo. Esto supone la idea de que, de ante mano,
sepamos exactamente qué saben cada uno de esos sujetos y de ese
modo podemos construir mejor no solamente los esquemas de
interrogatorio sino de contra interrogatorio.
3. La preparación durante el interrogatorio o examen directo.

Se entiende que el contra interrogador debe estudiar cuidadosamente


al testigo desde comienza a declarar hasta cuando termina, no
solamente sobre la sustancia de lo que dice sino sobre las actitudes y
maneras que surjan en la atestación.

No hay que distraerse anotando todo lo que el testigo diga en el


examen directo o interrogatorio, pues sencillamente no se alcanza y,
además, anotando se pierden esas percepciones directas que son
importantes para ajustar el contra interrogatorio. Las repreguntas solo
tendrán relación con el qué y el cómo de lo que se dice por el testigo
en el correspondiente juicio.

4. Elementos para la preparación de las repreguntas.

Este punto no se incluye en el Taller. Es para personas un poco más


adelantadas.

5. La hoja de contrainterrogatorio del testigo o matriz.

Lo mismo que el anterior numeral.


ESTE RESUMEN FUE EXTRACTADO POR Rafael Martínez
Bohórquez del texto de ALEJANDRO DECASTRO, para tener una
base teórica y conceptual para armar un taller sobre
Contrainterrogatorio.

El siguiente es un material que puede resultar interesante para quienes


están estudiando el contra interrogatorio.

El Contrainterrogatorio y el Código de Procedimiento Penal del


Ecuador (2000); Algunos Pensamientos

Charles A. Caruso, Director Ejecutivo

Justicia Penal, Ecuador

Fundamentalmente hay dos clases de contrainterrogatorio: el


constructivo y el destructivo. El constructivo es aquel que provoca un
testimonio acertado y útil. Tal testimonio corrobora el testimonio de
otros testigos, o bien apoya puntos específicos provechosos para el
caso del interrogador. En cambio, en el contrainterrogatorio destructivo
la meta del interrogador es destruir o desvirtuar la credibilidad del
testigo.[1] En este documento analizaremos particularmente el
contrainterrogatorio constructivo. Tal vez el primer paso y el más
importante en la comprensión del contrainterrogatorio y su uso, sea
entender cuáles son sus propósitos y cuáles no son sus propósitos.

Primero, ¿cuáles no son sus propósitos? El contrainterrogatorio: 1) no


es un método para descubrir la verdad, 2) no es una herramienta para
avergonzar o acosar a un testigo, 3) no es una oportunidad para
presumir habilidades del abogado o, peor aún, para poner al
descubierto la falta de tales habilidades.
¿Cuáles son algunos de los propósitos del contrainterrogatorio? Es un
método: 1) para obtener el testimonio de manera tal que se coarte al
testigo la posibilidad de cambiar, más tarde, el relato de los hechos; 2)
para exponer las inconsistencias entre su testimonio actual y uno
anterior, por ende para desacreditar su testimonio íntegro; 3) lo más
importante es una oportunidad que tiene el abogado para conseguir
un testimonio que le permita demostrar algunos puntos claves de su
caso. Por supuesto, estos no son los únicos usos del contra-
interrogatorio, pero en mi criterio son algunos de los más importantes.

Mucho se ha escrito sobre el tema del contrainterrogatorio y las


técnicas más efectivas de este procedimiento. Si bien no creo que
existan métodos de contrainterrogatorio infalibles, opino que vale la
pena discutir los más habituales.

I-La preparación

Si tuviera la oportunidad de señalar el paso más importante de un


contrainterrogatorio eficaz, sin duda señalaría la preparación. La
preparación tiene características diferentes, de acuerdo a las clases de
testigos. Por ejemplo, la preparación para contrainterrogar a un testigo
lego-no experto- es sustancialmente distinta a la requerida para
contrainterrogar a un perito.

Para que se pueda contrainterrogar eficazmente a un testigo profano


es imprescindible que el abogado lea y sepa por completo el contenido
del expediente. En otras palabras, lo más importante es que el
interrogador conozca el expediente, por completo, y
consecuentemente posea una teoría del caso que le permita anticipar
los argumentos de la defensa[2] y el testimonio que la parte contraria
va a ofrecer para apoyar su caso.

Esto supone que el fiscal leyó y estudió completamente la denuncia,[3]


la acusación particular,[4] las pruebas testimoniales urgentes[5] y,
cuando existan, las versiones o declaraciones de sospechosos,
imputados, ofendidos y de terceros, “sobre los hechos y
circunstancias, materia de la investigación o de la instrucción.”[6] En
añadidura, se asume que el interrogador habrá leído y repasado toda la
evidencia documental y material que tiene que ver con el caso, antes
de planear su contrainterrogatorio.[7]

Al prepararse para contrainterrogar al experto, uno tiene que añadir un


paso: repasar toda la evidencia mentada anteriormente, haciendo
énfasis en los informes de todos los peritos.[8] El interrogador tendrá
que familiarizarse en general con el tema sobre el que el perito va a
testificar. Esto requerirá que el interrogador lea tanto como sea posible
sobre el tema. Cabe recalcar que es imprescindible que él lea cualquier
artículo, obra o material que el perito haya escrito sobre el tema de
interés. A veces un perito ha testificado en otros casos similares. En tal
circunstancia, es importante obtener una copia de un testimonio
anterior, para comparar sus opiniones y conclusiones.

Cuando el abogado haya acumulado toda la información disponible,


relacionada con el testimonio de los testigos legos y peritos, debe
plasmarlos en una ‘matriz’, para organizar esta información y
ponerla en un orden que le permita usarla de una manera eficiente.
Discutiremos la matriz más tarde; antes de usar el material que hemos
recogido es necesario precisar lo que realmente deseamos hacer con
esta información.

II-Los objetivos del contrainterrogatorio

Anteriormente mencioné que un abogado, en este caso, un fiscal, tiene


que conocer su caso completamente antes de planear su
contrainterrogatorio. La razón es sencilla: no se puede usar información
antes de que se sepa lo que se quiere probar, y adicionalmente: no se
puede decidir qué es lo que se va a probar[9] hasta que conozca el
caso por completo.

Una vez que el abogado estudió completamente su caso y decidió los


puntos que quiere recalcar, puede comenzar la planificación de su
contrainterrogatorio. En este paso lo más importante es limitar el
contrainterrogatorio a unas cuantas áreas especificas, esenciales para
desarrollar determinados puntos. Un buen contrainterrogatorio
siempre tiene dos características destacadas: 1) tiene objetivos muy
específicos y 2) el interrogador plantea sus puntos eficientemente y
con rapidez. Un gran contrainterrogatorio tiene una característica
adicional: el testigo no reconoce el daño que el fiscal le ha causado
hasta que ya es demasiado tarde.

Por ende, cuando prepare un contrainterrogatorio recuerde:

● el interrogador tiene que saber los hechos del caso mejor que el
testigo
● los objetivos de su contrainterrogatorio tienen que ser claros y bien
definidos (para el interrogador)
● el contrainterrogatorio tiene que tener un objetivo o unos objetivos
específicos
● el contrainterrogatorio debe limitarse a no más de dos o tres puntos
claves

No se puede llevar a cabo un buen contrainterrogatorio sin que el


abogado conozca su meta y sepa cómo alcanzarla

III – La construcción y el ritmo del contrainterrogatorio

La más destacable característica personal de un buen interrogador es la


paciencia.[10] Hago esta afirmación porque creo que un buen
contrainterrogatorio se desarrolla a través de una serie de preguntas
ordenadas, organizadas y planteadas cuidadosamente, de tal manera
que se garantice que:

● no quede duda de que el testigo entendió las preguntas


● no quede duda respecto de las respuestas del testigo
● no exista para el testigo la posibilidad de cambiar o enmendar su
testimonio en el futuro y, lo más importante,
● que las respuestas del testigo ayuden al interrogador a probar los dos
o tres puntos claves que el interrogador se ha propuesto probar.

Este tipo de contrainterrogatorio se desarrolla paso a paso en un ritmo


lento y regular. Para que se pueda llevar a cabo un contrainterrogatorio
de calidad, el interrogador, antes de la diligencia o juicio, debe elaborar
un esquema (una matriz) de los puntos que desea probar y de las áreas
que desea explorar. Una vez que ha escogido estos puntos y las áreas
de interés, debe mantener una actitud muy concentrada hasta que
pueda obtener las respuestas que quiere. No debe dejar que el testigo
vacile o de respuestas irresolutas. Si un testigo hostil insiste en
responder constantemente que “no puede recordar” o “no sabe”,
el interrogador debe continuar con su interrogación hasta que este
tipo de respuesta aparezca risible, ridícula; así el fiscal destruye la
credibilidad del testigo.

Cuando el interrogador logra sus objetivos recibe las respuestas que


quiere; caso contrario, si advierte que no va ha lograr sus objetivos
debe callarse y sentarse. Recuerden: el objeto del contrainterrogatorio
es obtener respuestas, no es avergonzar al testigo o peor aún dar pie a
que el interrogador se avergüence de sí mismo.

IV-La forma de la pregunta[11]

La regla más antigua del contrainterrogatorio es que el interrogador


debe usar preguntas sugestivas.[12] Las preguntas propuestas de esta
manera dan al fiscal dos ventajas: 1) permiten que el fiscal interrogador
‘testifique’ y 2) dejan que él pueda controlar la naturaleza de las
respuestas del testigo. Por ejemplo, durante un interrogatorio directo
un abogado plantea la siguiente pregunta:

- ¿A qué hora llegó a casa del occiso?

La pregunta, puesta en esta forma, permite al testigo dar una larga


explicación de sus actividades en tal fecha antes de dar la respuesta
solicitada. En este escenario el fiscal interrogador no puede interponer
su versión de los hechos, ni puede controlar la naturaleza de la
respuesta.

En cambio, durante el contrainterrogatorio[13] el fiscal interrogador, en


países del sistema judicial consuetudinario (CommonLaw), está
facultado legalmente[14] para hacer preguntas sugestivas[15]. En tal
caso la pregunta mencionada anteriormente puede tomar la siguiente
forma:

- ¿Usted llegó a su casa exactamente a las siete con cuarenta minutos,


de esa noche, sí o no?

- Sí

- ¿Estaba usted en su casa antes de salir hacia la casa del occiso?

- Sí

- Su casa queda a diez minutos, en carro, de la casa del occiso.


¿Verdad?

- Sí

- ¿Esa noche usted se trasladó en su carro directamente a la casa del


occiso?

- Sí

- ¿Es cierto, cómo ha dicho en su versión, ante el fiscal durante la


instrucción, que salió de su casa a las siete con cincuenta de la noche?

- Sí

- ¿Entonces llegó a casa del occiso a eso de las ocho de la noche?

- Sí

Aunque este escenario pudiera parecer inocuo, lo verdaderamente


importante es que otra prueba indica que el testigo guardó un arma en
su casa (acta de allanamiento); además la declaración de un vecino
indica la hora en la que el testigo estaba en casa esa noche.

La versión del testigo durante la instrucción permitirá conocer algunos


de los movimientos del testigo esa noche y el informe de un perito
indicara la distancia entre la casa del testigo y la casa del occiso. El
tribunal podría deducir que la única razón que el testigo tuvo para
regresar a casa por un período de sólo diez minutos fue recoger su
arma antes de dirigirse a casa del occiso.

En este caso, el fiscal ha acotado las respuestas del testigo y a su vez ha


demostrado a la corte: 1) la hora en que el testigo salió de su casa; 2) el
hecho de que el testigo fue directo de su casa a la casa del occiso; 3) la
hora en que el testigo llegó a casa del occiso y 4) el hecho de que el
testigo permaneció sólo diez minutos en su casa hasta salir a la casa
del difunto. La más importante característica de este
contrainterrogatorio es que el testigo no puede cambiar (con
credibilidad) su versión en el futuro.

Cuando uno está contrainterrogando un testigo experto, o perito, el


empleo de preguntas sugestivas tiene una importancia especial porque
en la mayoría de los casos los peritos han testificado antes y ellos
generalmente se han preparado para presentar una narración
específica, larga y complicada, que creen va a mejorar la presentación
de sus casos. Por ende, en el caso de los testigos peritos es muy
importante que el interrogador:

● sepa con precisión el/los punto/s específico/s que quiere destacar;


● sepa la respuesta/s a sus pregunta/s;
● haga la/s pregunta/s de una a manera sugestiva;
● impida al testigo dar una respuesta narrativa.

De nuevo, la preparación es la más importante herramienta del


interrogador. Generalmente el interrogador va a tener, antes del juicio,
una copia del informe que el testigo ha preparado para los propósitos
del caso. Es sumamente importante revisar debidamente este informe y
preparar la contrainterrogación explotando la información que está
contenida en tal informe. Ejemplos de algunos cuantos puntos que
pueden ser desarrollados son:

● las debilidades del testigo en su experiencia o formación, que


permitiría que el interrogador pudiera impugnar la calidad del
testimonio del perito;
● los errores que existen en la investigación hecha por el perito;
● las inconsistencias que existen entre el testimonio y el informe del
testigo;
● los supuestos erróneos que el testigo ha empleado para formar su
última conclusión;
● las conclusiones erróneas a que ha llegado el testigo al formular su
última conclusión.

Todo esto puede ser desarrollado con eficiencia y sin peligro de que el
testigo vaya ‘narrar’ en vez de contestar.[16]

Ahora bien, es importante que el fiscal interrogador recuerde también


que no debe reñir con el testigo durante el contrainterrogatorio. El
propósito de esta parte del juicio oral es que el fiscal interrogador
pueda establecer hechos que pueden ser usados en su alegato.
Cuando el fiscal interrogador obtiene la respuesta que quería, debe
sentarse y esperar el alegato para destacarla y utilizarla.

V-No haga una pregunta cuya respuesta no conoce!

(Nunca!, Jamás!, Nunca!)

Éste es un principio fundamental del contrainterrogatorio. Recuerde: el


contra interrogatorio no es una herramienta con la cual el fiscal (o el
interrogador) va a descubrir la verdad; la instrucción ya se la ha dado.
Al contrario, el contrainterrogatorio es la herramienta con la cual el
fiscal ( o el interrogador) desarrolla los puntos necesarios para
“demostrar la verdad” al tribunal…[17] Por ende, si el fiscal
(interrogador) no sabe previamente la respuesta a una pregunta,
¿cómo va a establecer con esta clase de preguntas un hecho o aspecto
necesario para probar su caso?

Al hacer preguntas cuyas respuestas no sabe, el fiscal (interrogador)


deja que el testigo dé respuestas sin valor alguno para su caso y, peor
aún, cuando el testigo es hostil, éste puede dar respuestas perjudiciales
para el caso del fiscal (interrogador). Por lo tanto, antes de hacer una
pregunta, el fiscal (interrogador) debe:
● entender por qué está haciendo la pregunta, y
● saber la respuesta a la pregunta[18]

El complemento obvio al principio anterior es:

● si un abogado no tiene en mente puntos que quisiera desarrollar, no


debería hacer ningún contrainterrogatorio.

VI-Retírese cuando vaya ganando.

Muchos contrainterrogatorios han sido estropeados porque el


interrogador no sabe cuando parar. Las reglas son muy sencillas:
cuando ha conseguido su objetivo- cállese y siéntese; cuando se de
cuenta que no va a lograr su objetivo- cállese y siéntese. No tiene
sentido continuar cuando:

● ha logrado su objetivo,
● o es obvio que no va a lograr su objetivo

VII-Tiene que tener un profundo conocimiento del Código de


Procedimiento Penal y de las reglas de la prueba y su valoración.
[19]

El buen contrainterrogatorio no es un asunto de estilo ni es una


oportunidad para fanfarronear; es una combinación de trabajo duro,
preparación agotadora y un profundo conocimiento del derecho,
especialmente las reglas del procedimiento penal y las reglas de la
prueba. No tiene sentido alguno interrogar a un testigo si el
interrogador no conoce el derecho sustantivo o los elementos del
delito acusado, el procedimiento apropiado para sustanciar el caso, o
las reglas de prueba.

Para conocer las reglas, uno tiene que leerlas. No es suficiente leerlas
una vez y confiar el hecho. El fiscal (interogador)debe repasar
constantemente por lo menos el Código de Procedimiento Penal y las
reglas de la prueba. Tiene que mantenerse al día con los cambios de la
ley sustantiva al igual que de la ley procesal. Se puede mantener
actualizado en las leyes, leyendo los artículos profesionales escritos por
abogados y profesores. De una manera u otra el fiscal necesita conocer
la ley para hacer un buen contrainterrogatorio.

VIII – Nunca haga una pregunta que no necesite hacer.

No tiene sentido hacer una pregunta si el interrogador ya tiene la


respuesta (el punto ha sido probado) o la pregunta va a tener una
respuesta inútil. Por ejemplo, si el interrogador supiera (y este punto ya
ha sido probado) que un arma fue encontrada en casa ¿por qué
preguntaría al testigo si había un arma en la casa? Si el interrogador
quiere probar el conocimiento del testigo sobre el arma, puede probar
esto a través de evidencia pericial (huellas) o circunstancial (la
ubicación del arma en casa, testimonio de otros testigos). Recuerden, el
interrogador quiere controlar la naturaleza del testimonio y no se
puede hacer esto con preguntas que no tienen sentido.

IX-Planificar el contrainterrogatorio;

conceptualícelo, precíselo y organícelo.

Un método muy efectivo y que se usa a menudo es utilizar una matriz


para organizar el contrainterrogatorio de cada testigo.[20] La matriz, en
definitiva, es un formulario diseñado para organizar por escrito la
estrategia del fiscal (interrogador) para su contrainterrogatorio. El
propósito de la matriz es ayudar al interrogador a conceptualizar,
precisar, organizar y planificar el contra interrogatorio para cada
testigo.[21] Por supuesto, este método de organizar el
contrainterrogatorio tiene que ser flexible y por lo tanto hay muchas
maneras de usarlo, dependiendo del fiscal.[22]

Conceptualícelo – En el primer paso de este método, el fiscal


(interrogador) tiene que repasar, y si es necesario, revisar, su teoría del
caso.[23] Por lo tanto el fiscal (interrogador) tiene que preguntarse a sí
mismo “¿Cómo puede este testigo aportar a mi teoría del caso? ¿Qué
voy a preguntar a este testigo para apoyar esta teoría?” y “¿Qué
testimonio necesito de este testigo para que ayude a mi caso; para
apoyar mi teoría de este caso? y ¿Qué preguntas necesito hacer a este
testigo para extraer este testimonio?”

Para responder a estas preguntas el fiscal (interrogador) tiene que


revisar el caso íntegro y pensar en el caso en conjunto. Una pregunta
bien importante que el fiscal tiene que hacerse es “¿Qué elementos
de los delitos acusados en el llamamiento a juicio no han sido
probados y “¿El testimonio de este testigo puede ayudarme probar
alguno de estos elementos?”

Al responder a estas preguntas el fiscal puede determinar 1) qué


evidencia requerirá para probar los elementos de los delitos acusados y
2) si un testigo en particular puede aportar tal evidencia

Precíselo – Al determinar sus necesidades en materia de evidencia, el


fiscal tiene que anticipar o prever en qué áreas del testimonio de un
testigo quiere concentrarse. Aunque todavía no haya escuchado el
testimonio de un testigo, el fiscal puede predecir lo que el testigo va a
testificar a partir de sus declaraciones anteriores, el testimonio de otros
testigos, la prueba material y la prueba documental.

Al identificar las áreas de interés específico el fiscal debe escribir una


serie de preguntas diseñadas para extraer la información que falta. Las
preguntas deben ser específicas y claras. En las preguntas no deben
haber ambigüedades que le den al testigo la oportunidades para incluir
ambigüedades en sus respuestas.

Organícelo – Al seleccionar sus preguntas el fiscal debe organizar el


orden de las preguntas. Ahora bien, el fiscal debe recordar que a veces
el testigo responderá de una manera inesperada. En este caso el fiscal
tiene que ser flexible y estar preparado para proceder con el resto de
su contrainterrogatorio sin inmutarse y sin perder el ritmo de
preguntas.

Por eso el fiscal debe organizar sus pensamientos en lo que se refiere


al contrainterrogatorio, de la siguiente forma:
● 1. señalar el delito acusado y enlistar los elementos de tal delito, los
cuales necesariamente debe probar para condenar el acusado
● 2. analizar la evidencia ya admitida en el juicio para identificar los
elementos que, hasta ahora, no han sido probados
● 3. repasar el expediente como hemos recomendado en notas 4-9 y
sección I, arriba, y hacer una lista de todas las referencias
relacionadas con el testigo, por ejemplo, declaraciones anteriores,
declaraciones anteriores de otros testigos que mencionan al testigo,
prueba documental que se relaciona con el testigo, pruebas
materiales que se relacionan con el testigo, etc.
● 4. identificar en esta materia las referencias a todos los puntos que
pueden ayudarle a probar los elementos que todavía no han sido
probados, mediante el testigo
● 5. identificar las áreas de interes que va a cubrir en su
contrainterrogación

La matriz puede ayudar al fiscal (interrogador) en sus esfuerzos para


plantear su contra- interrogatorio. Ya sea que se use la matriz o algo
diferente, el contrainterrogatorio debería ser planteado por escrito.
Cuando se use la matriz, aun las preguntas que aparecen lo más
inocentes pueden ser organizadas y usadas de una manera muy
efectiva. El fiscal debe elaborar una matriz por cada testigo a quien va a
contrainterrogar.[24]

X – No sea esclavo de su borrador de contrainterrogatorio.[25]

Créalo o no, un error común y corriente que el interrogador comete


durante el contra- interrogatorio es que él no está haciendo caso a la
respuesta del testigo. A veces el interrogador está concentrando en su
borrador, preparándose para hacer su próxima pregunta y por eso, no
escucha la respuesta del testigo a la pregunta actual. Aunque el
borrador sea importante, nunca lo siga al pie de la letra. Se enterará de
que a veces el testigo responderá a la pregunta de una manera
diferente a la esperada. En este caso va a ser necesario cambiar su
planteamiento; va a ser necesario desviarse un poco de las preguntas
que se han preparado. Entonces es necesario ser flexible y estar atento
y listo para ajustarse a una nueva circunstancia.
XI-Evítese el uso del interrogativo ‘por qué?’ para comenzar una
pregunta durante el contrainterrogatorio.

Cuando un interrogador comienza una pregunta con el interrogativo


‘por qué’ en la mayoría de los casos está sugiriendo que el
interrogador no tiene ninguna idea de la respuesta que va a recibir ya
sea porque sencillamente no tiene información suficiente para saberlo
o porque la forma de la pregunta permite que el testigo pueda
responder con una larga explicación que contiene hechos irrelevantes o
peor, respuestas perjudiciales a su caso. Recuerden, por favor, que una
de las razones para utilizar las preguntas sugestivas es dejar que el
interrogador pueda controlar la respuesta a la pregunta. La pregunta
que empieza con ‘por que’ no permite que el interrogador haga tal
tipo de pregunta y por ende una pregunta en esta forma muchas veces
es inútil y, peor aún, peligrosa.[26]

Conclusión

Vale la pena recordar algunas sugerencias para cuando usted tenga


que prepararse para contra interrogar a un testigo.

● 1. Tiene que conocer el expediente de rabo a cabo, es decir, tiene que


prepararse, prepararse, …
● 2. El contra interrogatorio no es una herramienta para descubrir la
verdad. Es una herramienta para demostrar la verdad.
● 3. Desarrolle el contrainterrogatorio con deliberación y paciencia.
● 4. Use preguntas sugestivas (cuando el sistema lo permita).
● 5. Nunca haga una pregunta de la cual no sabe la respuesta.
● 6. Retírese cuando vaya ganando.
● 7. Tiene que conocer el derecho procesal y sustantivo.
● 8. No haga una pregunta innecesaria.
● 9. Tiene que planificar-esto es conceptualizar, precisar y organizar- su
contra- interrogación.
● 10. Sea flexible

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