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MORAL Y ETICA
FORENSE
Si alguien se atreve a estar por encima del abogado litigante, es precisamente su habilidad,
la que debe mantener siempre para utilizarla en la repregunta, que a cada instante se presenta
-como si fuese el arma más efectiva de su mortífero arsenal-, en el lugar que se encuentra.
Llegar a ser un experto de esta lid, es realmente en la práctica, una pericia: alcanzable para
muchos e imposible para otros.
El interrogatorio solo se da en la audiencia, claro que no, pero a partir de esa acción,
respondemos a esa inquietud ardua, que no deja de ser importante en el primer orden. Y este,
en su evolución, se pregunta arduamente, ¿Que es el interrogatorio? A esta vivaz pregunta,
no siempre se está en condiciones de poderle responder. Sin embargo, intentando llegar a dar
respuesta, se dice, que el interrogatorio, es el ataque frontal de alguien contra otro distinto,
para asegurar -aunque sea relativo- el triunfo de la verdad en aras de alcanzar la anhelada
justicia de todos los administrados.
EI interrogatorio que realice el abogado defensor -estipulado en el Art. 247 del CPP, y Art.
284 de CPP- es exclusivo del talento que cada uno se reserva de manera relativa, hasta cuando
tenga la ocasión de exteriorizarlo. ¿Qué debe incluirse en un buen interrogatorio?
Obviamente, una serie de elementos, que no son nuevos, pero si tienden a ser complejos. Lee
Bailey (1996:57) nos precisa, entre otros, los siguientes: control, momento oportuno, actitud
y conclusión.
➢ EI CONTROL: Se realiza directamente al interrogado, para que este, respecto a una
pregunta formulada, no trate de eludir las respuestas; siendo muy común este caso,
cuando utilizan descripciones largas, para confundir al interrogador.
EI uso de la sintaxis debe ser puntual, esto es, que las preguntas formuladas tienen que ser
claras e inequívocas, formuladas por oraciones simples, de tal manera que no pudiesen ser
legalmente objetados por la otra parte.
Las preguntas formuladas, deben estar orientadas siempre, dentro y hacia un contexto lógico.
Quizá -por descuido-, pueden estar desordenadas, pero esto tiende a desaparecer, cuando el
objetivo final es obtener respuestas de las más verosímiles posibles. Asimismo, en esta línea
de acción interrogativa, no está permitido, bajo ninguna circunstancia, formular interrogantes
que tiendan a ridiculizar al respondiente.
PRIMERA REGLA
SEGUNDA REGLA
No hacer la pregunta, sino se conoce bien la orientación. Es decir, usted debe saber en primer
orden, de qué tipo de testigo se trata: parentesco, enemistad, amistad, oportunista, convidado
de piedra, amigo de la parte contraria. EI abogado defensor no debe hacer una pregunta,
cuando realmente no sabe orientar su accionar psicológico del testigo: las apariencias
engañan.
TERCERA REGLA
Es poco recomendable utilizar las preguntas, qué, cuándo, dónde, por qué y cómo. Debido, a
que la respuesta tiende a ser -aunque no siempre, descriptiva, además que ofrece al testigo la
oportunidad de hablar con propiedad, orientado a escapar del control de los sujetos
procesales, fundamentalmente del abogado defensor.
En la mayoría de los casos -si no es en todos- el abogado defensor busca que el testigo,
responda a su necesidad e inquietud, para que lee favorezca a su causa. Si está en lo correcto
aplaude, de lo contrario Io rechaza. Pues, a medida que usted le interrogue de manera
correcta, simultáneamente lo está orientando a que se encamine a precisar el compendio del
evento, desde el ámbito de la objetividad. Siempre es bueno tener las palabras que pudiese
mencionar el testigo, ya que no siempre les son favorables.
El proceso por homicidio ya estuvo avanzado, pero este era temporal, en razón de que,
pudiese presentar uno o más testigos claves, que tienden a alternar el proceso, con absoluta
o relativa sorpresa para el público que sigue de cerca el proceso. Rosendo asesinó a
Magdalena. Un testigo afirmo, que antes del asesinato, a él se le acerco Rosendo, diciéndole
que iba matar a su consorte. Dijo que jamás olvidaría el día, porque coincidía con el Día del
Periodista.
Obviamente, como el proceso estuvo avanzado, la aparición de supuestas evidencias,
pusieron en jaque a las autoridades juzgadoras y acusadores. Es decir, se produjo el
contrainterrogatorio. El abogado defensor del occiso, puso toda su atención a tan delicado
problema, el de la conversación donde amenaza de matar. Una y otra insistió al testigo,
haberse equivocado de fecha, que no coincidía con la información que él poseía. El testigo
insistió, en que difícilmente podría equivocarse, y mantuvo su posición. El abogado -como
es de su oficio-, siguió insistiendo en que podría tratarse de un error de fecha. La Vocalía
Colegiada, al no obtener otra alternativa, ¡sostuvo con gallardía ¡Basta de continuar con el
interrogatorio!
El abogado audaz e inteligente, con un documento en la mano se acercó al testigo y con voz
enérgica sostuvo. Sea usted sincero, hable la verdad, ya que el Día del Periodista, Rosendo
estuvo fuera de esta ciudad, esto lo compruebo con este documento (y lo enseña), acto
seguido, el juzgador, al observar apabullado al testigo, se entera del documento, disponiendo
inmediatamente anular el testimonio decepcionado, no solo en forma extemporánea, sino
también y sobre todo, orientada con una conducta cargada de mentiras, que compromete
ampliamente al sistema judicial y a la defensa de la legalidad. En este sonado caso, el triunfo
es del abogado defensor, que supo aceptar el contrainterrogatorio, precisamente para lograr
demostrar la inocencia de su patrocinado y poder solicitar -como realmente corresponde su
absolución. Se teje varias hipótesis, otras se limitarán a ser simplemente conjeturas. Por regla
general señala el procesalista Martin W Littleton, los abogados tienden a encarar la tarea de
repreguntar a los peritos de tres formas:
No preparan las repreguntas. Las improvisan, tratando de ser más listos que el perito. Es por
consiguiente una táctica suicida.
MORAL Y ETICA FORENSE (RODRIGO, 2011)
La estructura de la ley, así como sus componentes que de ella se derivan: artículos, acápites,
incisos, versículos, etc. no es suficiente que el abogado deba conocer. En el proceso de su
estudio, también se ocupó del espíritu de la ley, obteniendo halagadores resultados, pero que
tampoco son suficientes. EI quid del asunto está en que el legislador, antes de iniciar en la
ardua tarea de legislar, debe disponer de un alto espíritu humanitario, y haber adquirido
conciencia de la realidad socio cultural. Estos dos requisitos son indispensables e
imprescindibles para el desarrollo de la moral y la ética. EI ser humano, al no estar imbuido
en estos principios y valores filosóficos, dejara mucho que desear en sus actitudes personales
y profesionales.
Los teólogos señalan, que el creador es el pensador más completo, capaz de superar
al ser humano. Su idea para con la comunidad es sublime y halagadora cuando el
actúa dentro de los cánones de la bondad y el bien. Es aterrador, cuando alguien actúa
con apresuramiento, y sin control, orientado indebidamente por el mal, que solo
conduce a la perturbación de la moral y la ética. No es bueno dejarse conducir por las
pasiones, que el orador forense lo adquiere de por sí, o la aprehende del legislador.
En ningún caso es meritoria esta acción. Lo adquirido y lo nato siempre conducirá al
actor a una borrascosa travesía.
❖ FENELÓN se explica: "Platón advierte que el gran defecto de los retóricos está en
querer ejercer el arte de la persuasión, antes de haber aprendido con el estudio de la
Filosofía". Aconseja, diciendo: "El orador empiece por su estudio del hombre en
general, que después se aplique a conocer el carácter particular de las personas a
quienes ha de hablar; y que no cese en este estudio hasta llegar a saber con perfección,
lo que es el hombre, cual es el fin de sus operaciones, cuáles son sus verdaderos
intereses, cuáles son sus pasiones y los excesos a que pueden arrastrarle". El hombre
o los hombres que se debe de conocer, están precisamente al frente del orador forense,
haciendo gala de su presencia física. Ellos requieren del orador, que este los convenza
con sus conocimientos filosóficos, y no solo los conmueva con sus habilidades
legales, que se encuentran en los códigos.