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TECNICAS DE LITIGACIÓN

ALGUNOS CONSEJOS PARA LA INTERROGACIÓN DE TESTIGOS

Este breve material corresponde a una síntesis de algunos pocos consejos contenidos en
varios textos muy útiles para quien quiera desarrollarlos más:
-Scalia, Antonin y Garner, Bryan, MAKING YOUR CASE. THE ART OF PERSUADING
JUDGES.
-Hegland, Kenney, TRIAL PRACTICE AND SKILLS
-Bergman, Paul, TRIAL ADVOCACY

Los consejos para la interrogación de testigos dependerán fuertemente de la


forma en que el juez recibirá la prueba. Si el juez no presenciará la interrogación,
sino que sólo leerá un acta en que se resumen las respuestas del testigo (como
sucede frecuentemente ante los jueces de letras), tendrá mucha importancia el
asegurarse que las respuestas del testigo queden escritas en forma clara y precisa.
Si el juez, en cambio, presenciará la interrogación (como sucede en los
procedimientos arbitrales y modernos), será mucho más importante la seguridad
del testigo en sus respuestas, su fundamentación, la reacción frente a las preguntas
adversas, etc. En general, en este documento asumimos que el testigo será
interrogado ante el juez.

I. PREPARACIÓN DE LOS TESTIGOS

En cumplimiento de su deber de preparar adecuadamente la defensa de su


cliente y defenderlo con empeño y eficacia, es necesario que usted se entreviste con
los potenciales testigos y prepare el testimonio de quienes serán citados a declarar.

En primer lugar, usted debe saber con entera precisión qué es lo que sabe el
testigo de manera de poder determinar la utilidad y relevancia de su declaración y
sobre qué cuestiones se le puede preguntar.

En segundo lugar, una vez que ha determinado la necesidad de contar con


la declaración de ese testigo, es necesario que usted lo prepare adecuadamente.
Para cualquier persona, la experiencia de declarar en un tribunal ante un juez,
respondiendo preguntas complejas de los abogados de ambas partes, es muy
confusa. Para que el testigo esté tranquilo y sea capaz de entender bien las
preguntas que se le formulan y declarar en forma clara y precisa todo lo que sabe
es necesario algún nivel de preparación. Esta preparación tiene por único objeto
que el testigo entienda el procedimiento al que se le va a someter y exprese en él,
en forma clara, precisa y completa, todo lo que sabe acerca de un hecho. Esta

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preparación no puede jamás tener por objeto adiestrar al testigo para que declare
algo que no le consta o evada las preguntas del abogado contrario. El artículo 95
del Código de Ética del Colegio de Abogados establece a este respecto que “El
abogado litigará de manera leal, velando por que su comportamiento no afecte o ponga en
peligro la imparcialidad del juzgador, ni vulnere las garantías procesales y el respeto debido
a la contraparte. En razón de este deber, está prohibido al abogado: […] f) instruir a
testigos, peritos o al cliente para que declaren falsamente. Lo expresado no obsta a que
pueda entrevistarlos respecto de hechos relativos a una causa en que intervenga […]”.

En consecuencia, es perfectamente legítimo y adecuado, y hasta necesario,


que usted entreviste a los potenciales testigos para tomar debida nota de lo que
ellos saben, les explique de qué se trata el juicio, cuál será el procedimiento bajo el
que se les interrogará y cuáles son los puntos sobre los que se le preguntará.
También es legítimo que usted aconseje al testigo acerca de la forma en que, dado
el contexto, él pueda expresar lo que sabe en forma clara, precisa, directa y
convincente. No puede, bajo ninguna circunstancia, decirle al testigo qué declarar
en el sentido de que declare algo que al testigo no le consta o que sabe que no es
cierto. Un testigo que declara falsamente en juicio comete un delito.1 El abogado
que lo instruye a hacerlo comete, a lo menos, una grave falta ética y perjudica su
propio caso: si el abogado contrario se ha preparado bien y efectúa una buena
contrainterrogación dejará en evidencia que el testigo miente y ello perjudicará
gravemente su propio caso y la confianza que le hubiere podido tener el tribunal.
Presentar testigos que declaran algo que no les consta o que es falso no sólo es
poco ético sino que poco efectivo para la causa.

Usted no sólo debe preparar al testigo para las preguntas que usted
efectuará, sino que también para las preguntas que usted anticipa que la
contraparte le efectuará, de manera que el testigo pueda recordar bien qué es lo
que sabe respecto de ellas y preparar por anticipado una respuesta clara,
convincente y completa.

1 Art. 206 Código Penal: “El testigo, perito o intérprete que ante un tribunal faltare a la verdad en su
declaración, informe o traducción, será castigado con la pena de presidio menor en sus grados mínimo a medio
y multa de seis a veinte unidades tributarias mensuales, si se tratare de proceso civil o por falta, y con presidio
menor en su grado medio a máximo y multa de veinte a treinta unidades tributarias mensuales, si se tratare
de proceso penal por crimen o simple delito.”
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II. INTERROGACIÓN DE LOS PROPIOS TESTIGOS

Cuando se trata de los testigos que usted mismo ha presentado para probar
los hechos que favorecen a su cliente, es posible dar algunos consejos básicos:

1. Preguntas de contexto que le den credibilidad al testigo: es importante


comenzar el interrogatorio con preguntas que permitan al tribunal entender
bien cuál es el rol del testigo en el conflicto, qué relación tiene con el
problema o las partes. Si se presenta como testigo a Carlos Curioso, quien
trabajaba diariamente frente al Supermercado Matilde, se debe comenzar
por permitirle que explique cuál es su historia, cómo llegó a trabajar al
frente, con qué frecuencia veía a Rosa, cuál es el lapso en que coincidieron
ambos trabajando en la misma calle, etc. Ello permitirá al testigo ganar
confianza y relajarse, darle al testigo credibilidad frente al juez y permitirle
a éste posicionarse en el lugar del testigo y anticipar el contenido del
testimonio.

2. Estimule al testigo a contar un “relato”: los relatos, ojalá en orden


cronológico, dan credibilidad al testigo frente al juez, permiten al testigo
llevar un orden lógico que facilita el testimonio y le permiten al abogado
asegurarse que el testigo incluya toda la información necesaria. El rol del
abogado es simplemente el de ir preguntando ¿qué pasó después?, ¿qué
hizo usted entonces? Mientras menos intervenga el abogado más sincero
parecerá el testigo y más creíble será su testimonio.

3. Use un lenguaje simple que el testigo pueda entender: evite el uso de


términos legales que hacen el testimonio difícil de seguir, dificulta al testigo
entender las preguntas y hace poco creíbles las respuestas.

4. Asegúrese que el testigo dé detalles: la credibilidad está muchas veces en los


detalles. No basta que Carlos diga que “Diariamente veía a Roa trabajando en
el Supermercado”. Es bueno preguntarle a Carlos Curioso qué labores
desempeñaba él en su trabajo, por qué es que podía ver qué pasaba en el
Supermercado del frente, dónde, cuándo se topaba con Rosa, con qué
frecuencia, cómo era el Supermercado Matilde, cómo estaban ubicados sus
muebles, qué específicamente hacía Rosa, etc.

No es necesario que el testigo conozca todos los detalles. Un testigo que


recuerda con precisión asombrosa cada detalle de lo que pasó hace 20 años

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pierde credibilidad. No es malo que el testigo admita que hay ciertas cosas
que simplemente no recuerda.

5. Presente al testigo otras pruebas que confirmen su testimonio: Es útil exhibir


al testigo otras pruebas consistentes con su testimonio, por ejemplo, un
documento que el testigo envió años atrás. Ello le permite al testigo avanzar
en el testimonio con seguridad y confianza y le da credibilidad al testigo
frente al juez.

6. Anticipe las preguntas de contrainterrogación y hágalas usted mismo: como


veremos después, el abogado contrario hará preguntas destinadas a afectar
la credibilidad del testigo o cuestionar la verdad de su testimonio. Si hay
información desfavorable que el abogado contrario pueda usar en contra del
testigo (fue condenado antes por hurto, firmó una carta en que desconocía el
trabajo de Rosa, hubo un lapso de tiempo en que no fue a trabajar al frente
del supermercado, etc.), es mucho mejor que usted sea quien le pregunte al
testigo acerca del hecho. De esa manera, gana credibilidad frente al
tribunal, permite al testigo abordar el punto de manera más tranquila,
menos confrontacional y expresando todos los detalles que pongan la
información dentro de un contexto y le “roba” la pregunta a la contraparte,
privándola de una herramienta para cuestionar al testigo.

III. CONTRAINTERROGACIÓN

Usted deberá contrainterrogar al testigo (esto es, hacer preguntas a los


testigos presentados por la contraparte) después de que éstos ya han declarado en
su contra. Usted pude pensar que no tiene sentido hacerlo porque, a esta altura, es
su enemigo y sólo ha declarado cuestiones que perjudican su caso. Sin embargo,
siempre es posible obtener algo positivo de la contrainterrogación, en la medida
que no exagere sus expectativas.

La contrainterrogación debiese tener cuatro objetivos: (i) obtener nueva


información favorable, (ii) limitar el testimonio desfavorable previo, (iii)
desacreditar al testigo y (iv) desacreditar el testimonio desfavorable.

i. obtener nueva información favorable: si usted ha hecho una buena


investigación y maneja bien los hechos, es posible que el testigo conozca
información favorable a su caso, que sea posible obtener. Por ejemplo, si

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usted es el abogado de María Vásquez, usted sabe que, así como Carlos
Curioso conocía bien a Rosa, también conocía a José Ortiz. Puede hacer
preguntas para confirmar que José era un hombre diligente y cuidadoso con
sus negocios y sus bienes, consciente de que las cosas estaban a nombre de
uno u otro, que consultaba abogados frecuentemente para conducir sus
negocios y registrar sus bienes, etc. Ello permitirá a usted luego utilizar esa
información para destruir la tesis de la comunidad. Nunca hay que dejarse
llevar por la animadversión hacia el testigo contrario y evitar obtener de él
información favorable para su caso.

ii. limitar el testimonio desfavorable previo: probablemente el abogado


contrario ha enfatizado lo favorable del testimonio. Es su tarea enfatizar lo
que el testigo “no” ha declarado. Carlos Curioso ha declarado que vio
diariamente a Rosa Olivares llegar al Supermercado. El que no haya dicho
nada respecto a atender la caja o llevar la contabilidad, debiese sugerirle a
usted que no sabe de eso. Usted debiera preguntarle si vio a Rosa
trabajando en la caja o llevando los libros, etc.

iii. desacreditar al testigo: sin parecer abusivo, usted debiese hacer preguntas
que cuestionen la credibilidad del testigo, ya sea porque éste es parcial o
porque no puede realmente dar fe de sus dichos. Por ejemplo, usted podría
hacer preguntas destinadas a enfatizar la gran amistad del testigo con Rosa,
o que, en el otro extremo, sólo veía a Rosa con muy poca frecuencia, etc. Si
se aplica el procedimiento ordinario, muchas de estas preguntas serán
efectuadas como preguntas para tacha. Sin embargo, ante árbitros mixtos o
arbitradores y en procedimientos modernos, no hay preguntas para tacha
sino que éstas forman parte del interrogatorio general.

iv. desacreditar el testimonio desfavorable: usted puede demostrar con sus


preguntas que el testimonio es contradictorio en sí mismo, que el testigo ha
incurrido en contradicciones, o que el testimonio es contradictorio con otras
pruebas sólidas. Por ejemplo, usted puede contrastar el testimonio del
testigo con documentos fehacientes que demuestren que lo que ha dicho el
testigo no se sostiene.

Al perseguir estos cuatro objetivos, es bueno seguir algunos consejos


prácticos:

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a) Ante testigos reticentes y hostiles, formule preguntas asertivas: las
preguntas asertivas impiden que el testigo evada dar una respuesta clara y
precisa. Carlos Curioso puede ser reticente a reconocer que nunca vio a
Rosa atendiendo la caja. Ante eso, preguntarle: “Usted nunca vio a Rosa
trabajando en la caja, correcto?”

b) Nunca haga una pregunta cuya respuesta no conozca: la contrainterrogación


no es un intento por “conseguir algo”. Usted debe planificarla con mucho
cuidado. Cada vez que el testigo responde bien y repele con éxito un ataque
suyo, aumenta la credibilidad del testigo y usted sale perjudicado. Jamás
debe contrainterrogar al testigo sólo porque “hay que hacerlo”. Para cada
pregunta usted debe tener claro cuál es la respuesta verídica, de manera que
pueda confrontar al testigo si éste miente, y tener un plan para hacerlo.

c) Nunca pregunte “¿por que?”: este tipo de preguntas son necesariamente


abiertas, dan el control de la respuesta al testigo y le dan espacio al testigo
para responder lo que él quiera y no la cuestión precisa que requiere que el
testigo aborde.

d) Evite la “pregunta de sobra”: Muchas veces, usted ha hecho un buen trabajo


de contrainterrogación y el testigo ha reconocido, por ejemplo, que nunca
vio desde su puesto de trabajo a Rosa trabajando en el Supermercado. Con
eso basta. Pero, usted, motivado para enfatizar el punto, hace una pregunta
de sobra (“one question too many”): “Y, entonces, ¿cómo puede venir a decirnos
que Rosa trabajaba en la caja?”. Y Carlos Curioso responde: “porque todos los
días al salir del trabajo yo pasaba a hacer mis compras al supermercado.” Ahí
perdió todo lo ganado.

e) ¿Cómo enfrentar respuestas evasivas?: muchas veces un testigo evitará


responder derechamente lo que se le contrainterroga. Incluso hay abogados
que prepararán a los testigos para eludir la pregunta. Frente a ello, es
posible hacer varias cosas:

a. Repetir la pregunta hasta que sea contestada: P: “Nunca vio a Rosa


trabajando en la caja, correcto?” R: “Era muy difícil ver bien desde mi
puesto de trabajo”. P: “Pero nunca vio a Rosa trabajando en la caja,
correcto?”

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b. Enfatizar qué se preguntó y que no se preguntó: P: “Nunca vio a Rosa
trabajando en la caja, correcto?” R: “Esa Rosa era un animal trabajando”. P:
“No le pregunté si trabajaba mucho, sino si usted la vio trabajando en la
caja. La vio?”

c. Evite entrar en una discusión con el testigo: sin importar qué tan
despreciable sea el testigo, evite enojarse, ponerse al mismo nivel y
entrar en una discusión con el testigo. Si usted mantiene el control de
la interrogación dejará en evidencia la debilidad del testigo.

f) Tenga el coraje para “no contrainterrogar”: Evite sentirse en la obligación de


contrainterrogar. En muchas ocasiones, lo mejor será despreciar al testigo
sin siquiera contrainterrogarlo. Así, da una señal al juez de que, es tan poco
fiable e inofensivo, que ni siquiera vale la pena contrainterrogarlo. Si
realmente no siente que ganará algo contrainterrogando al testigo, no lo
haga.

En general, hay muchas películas con grandes escenas de muy buenas


contrainterrogaciones (https://www.youtube.com/watch?v=wtpOtFIEkbs es, sin
duda, un buen ejemplo). Pero esas escenas ocurren muy rara vez. Evite inspirarse
mucho e ir por un gran resultado. Probablemente saldrá derrotado. Las grandes
victorias en una contrainterrogación se obtienen con un metódico de recolección de
pequeños trofeos cosechados humildemente a lo largo de la contrainterrogación.

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