Está en la página 1de 1

Jesús M. Fadul G.

2015-0001
El Alegato de Apertura

En el juicio de fondo, da su iniciación con los alegatos de apertura a juicio y se finaliza


con los alegatos finales. En ese orden, abordaremos el presente ensayo sobre El Alegato
De Apertura, así como lo desarrolla, el libro de Litigación Penal Juicio Oral y Prueba,
escrito por los juristas Andrés Baytelman A. y Mauricio Duce J.

Por consiguiente, la obra antes mencionada nos explica los pasos necesarios y la
estructura adecuada de cómo dar inicio a un alegato de apertura. Por ende, parte de que
necesitamos explicar al tribunal de qué manera se debe mirar las evidencia aportada al
juicio. Es por esta razón, que se debe de iniciar manifestando al tribunal qué es lo que
están a punto de ver en el juicio; para luego mostrar de qué manera se ha cumplido lo
expresado con anterioridad.

En ese mismo tenor, los autores de la presente obra, expresa que el alegato de apertura
es una actividad fundamental del litigante, pues constituye la oportunidad para presentar
su teoría del caso ante el tribunal. Siendo esto, la vía para que los jueces tomen por
primera vez contacto con los hechos y antecedentes que fundamentan el caso de la
parte. Por este motivo, es que los alegatos de apertura permiten crear en los jueces una
primera impresión acerca del caso, lo que será crucial para el desarrollo del juicio.

Es en ese sentido, que el alegato de apertura organiza la información y el relato para los
jueces. Debido a que se necesita primero ubicar al juez en contexto, para que sepa como
relacionar las pruebas aportadas con los hechos manifestado. Por consiguiente, en esta
etapa del proceso no se puede dejar a la mera improvisación del abogado o a sus
especiales destrezas histriónicas. Un buen litigante es quien prepara rigurosamente cada
uno de los momentos en que le corresponde intervenir, de manera de presentar una
teoría del caso coherente y creíble.

A tales fines, el alegato de apertura debe seguir una estructura limpia, organizada, breve
y concisa, para poder mantener la atención del tribunal. Es debido a esto, que el
abogado debe evitar ciertas acciones que reste a la presentación de sus pretensiones,
entre ellos podemos mencionar: emitir juicio político, de valor o emocional, ser muy
argumentativo (exagerar las pruebas), imponer opinión personales, abusar de la retorico,
entre otras actitudes que pudiesen llegar afectar la valoración del alegato de apertura.

Evitando las acciones antes mencionada y cuidando los detalles, teniendo en cuenta las
debilidades del caso, se puede anticipar y prepara una mejor moción de apertura. En ese
orden, como se puede observar, los alegatos de apertura, se trata de una actividad
relativamente simple y con objetivos muy específicos y claros. No existe un modelo
único y válido para estructurar un alegato de apertura, pues de ello dependerá de las
características del caso y de las fortalezas y debilidades que presente.

También podría gustarte