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INTERROGATORIO Y OBJECIONES
Interrogatorio.
Definición.
El autor Villegas Arango (2008) sostiene sobre el mismo que:
Es el examen realizado a un testigo que se ha solicitado en audiencia preparatoria,
con el fin de que su declaración sirva para el esclarecimiento de los hechos. El
interrogatorio puede ser realizado bien por la fiscalía o bien por la defensa, lo que
debe tenerse en cuenta es cuál de las partes lo solicitó para darle a ella la oportunidad
de interrogar al testigo. Lo más importante en un interrogatorio directo, es tener claro
el objetivo perseguido con la declaración del testigo, de tal forma, que su testimonio
sea claro, entendible y de fácil recordación para el juez.
Preparación.
Dice el artículo 356 del COPP que después de juramentar e interrogar al experto o testigo sobre su
identidad personal y las circunstancias generales para apreciar su informe o declaración, el juez
presidente de juicio le concederá la palabra para que indique lo que sabe acerca del hecho propuesto
como objeto de prueba.
Al finalizar el relato, dice esta norma, se permitirá el interrogatorio directo. Iniciará quien lo propuso,
continuarán las otras partes, en el orden que el Juez presidente considere conveniente, y se procurará
que la defensa interrogue de último. Luego, el tribunal podrá interrogar al experto o al testigo.
todos los interrogatorios están sujetos a los principios de oralidad e inmediación judicial,
directa del juzgador, así como una mayor garantía y fiabilidad en la valoración de este
medio de prueba al poder comprobar el juez de forma directa el grado de credibilidad y
Analizamos a continuación distintos aspectos prácticos del interrogatorio que nos pueden
interrogatorio eficaz:
1. Conocer e informar al testigo. Si citamos a un testigo para que declare en juicio es poque
entendemos que es idóneo para nuestra defensa y que puede probar hechos trascendentes para el
desarrollo del juicio. Ello suponer conocerlo y entrevistarnos previamente con él para poder
valorar si su testimonio es creíble y si se expresa con claridad y coherencia, de lo contrario
conviene que renunciemos a su declaración para evitar que sus respuestas nos perjudiquen al ser
interrogado por el juez o por el abogado contrario.
2. Preparar tanto al cliente como a los testigos. Tengo por costumbre reunirme con ellos antes del
juicio para repasar los hechos y las preguntas que les voy a formular, mostrarles los documentos
relevantes para su defensa, indicarles cómo se va a desarrollar el juicio, ya que algunos es la
primera vez que se enfrentan a un juicio, e intentar tranquilizarles.
3. Seguir un orden cronológico en la organización del interrogatorio que facilite la narración de los
hechos captando la atención del juzgador. Es conveninente tener en sala un guión con las
preguntas que nos permita mantener el hilo del interrogatorio, pero no es aconsejable leerlas
literalmente ya que ello redunda en que el interrogatoro pierda fluidez y eficacia.
4. Utilizar un lenguaje claro, sencillo y conciso que sea entendible por el testigo, sin emplear
tecnicismos que dificulten su comprensión. Las preguntas y las interrogaciones deben ser claras,
sencillas y directas, los letrados debemos destacar lo indispensable e importante de una manera
concisa impulsando la claridad en el lenguaje jurídico y sin que ello suponga pérdida de
elegancia ni de rigor o corrección jurídica.
5. No formular preguntas capciosas, sugestivas o impertinentes: teniendo en cuenta que ya hemos
preparado el interrogatorio con el testigo, no procede realizar preguntas impertinentes, capciosas,
inacabables o gramaticalmente complejas que, en definitiva, restan credibilidad a la declaración
ante el Tribunal. Además nos exponen a las objeciones del juez con la consiguiente ruptura del
ritmo del interrogatorio.
6. Preguntar, no afirmar. Uno de los principales errores en los que podemos incurrir es interrogar
afirmando, los letrados tenemos que formular preguntas y el interrogado es el que tiene que
explicarse negando o afirmando. Lo contrario hace que la declaración pierda valor y credibilidad
ante el juzgador
7. Saber escuchar atentamente, hay que darle la oportunidad al testigo de explicarse: es importante
que estemos pendientes del contenido de las respuestas, incluso podemos tomar notas ya que ello
nos servirá de ayuda para razonar las conclusiones finales. Lo contrario genera la sensación de
que no estamos interesados o que las respuestas están preparadas, lo que redunda en perjuicio de
la defensa que estamos realizando.
8. Respetar a los interrogados, que deben ser tratados con cordialidad durante el interrogatorio para
que éste pueda realizarse con fluidez, evitando enfrentamientos entre abogados y partes o
testigos. También conviene recordar que no debemos tutear a los interrogados.
9. La importancia del lenguaje no verbal nos muestra diferentes habilidades para determinar la
veracidad o falsedad de un testimomio. Es importante que nos fijemos en las maneras, el tono de
voz, los silencios, la rapidez en las respuestas ya que todo ello da pistas a los jueces. También es
conveniente que conozcamos al juez ante el que vamos a celebrar la vista, porque ello nos puede
ayudar al preparar la estrategia de defensa.
10. Finalmente, estar concentrados, descansados y llevar los casos bien estudiados.
Palabras claves.
El interrogatorio es la oportunidad de lograr un testimonio creíble, adaptado a las necesidades que
presenta la defensa o el fiscal, con el fin de que pueda ser de buen recibo por el juez. Es visible en una
serie de preguntas abiertas, entre las que se ubican aquellas cardinales del “qué”, “cómo”, “cuándo”,
por qué”, “dónde”, “nárrenos”, “cuéntenos”, “descríbanos”, “explíquenos”, entre otras, mismas que
garanticen la independencia y autonomía del declarante en sus respuestas, destinadas a corroborar lo
esbozado desde la alegación inicial.
Por lo general se pueden hacer las siguientes preguntas.
1.-Preguntas abiertas o narrativas. Estas son narrativas, pero debe de limitarse las respuestas que
da el testigo, y el que tiene que limitar es el abogado ya que es quien conoce su teoría del caso y
solo dejará de que el testigo o perito proporcione la información que refuerza su teoría del caso.
¿Qué hizo usted el día 16 de agosto del 2016 de 8 a 9 de la noche?
En el libro de (Lorenzo, 2015), señala que “son preguntas por excelencia en un examen directo,
las preguntas abiertas son las que permiten que el testigo declare libremente sobre lo que se
consulta..¿Què..? ¿ Còmo…? ¿ Porquè…? Entre otros inicios de formulación de pregunta, son
clásicos para determinar que una pregunta se ha formulado en forma abierta.
2.-Preguntas cerradas. Son preguntas donde el testigo solo debe de responder con determinadas
palabras, focalizando en un aspecto específico del relato, lo cual es indispensable para que
nuestro testigo tenga credibilidad, por ejemplo ¿Qué color era el carro que conducía Cristina
Hernández Bautista?
3.-Preguntas de seguimiento. Estas preguntas se realizan cuando existe la necesidad de obtener
información más precisa sobre algo y que refuerce nuestra teoría del caso. Por ejemplo, ¿Cuándo
usted refiere que se encontraba bañado que exactamente fue lo que escuchó?
4.-Preguntas introductorias. Se realizan cuando el abogado se ve en la necesidad de cambiar el
tema en el interrogatorio o referirse a otro aspecto en particular que abona a su teoría del caso y
para una mejor comprensión de los hechos narrados por el testigo. Por ejemplo, ¿Ahora me voy a
referir a cerca de su noviazgo con el acusado?
5.-Preguntas de transición. Este tipo de preguntas se utilizan para ubicar tanto al testigo como al
tribunal sobre el relato sobre lo cual está declarando el testigo. Por ejemplo ¿Ahora nos vamos a
centrar el día 15 de agosto a las 9 de la noche? Los autores en este caso le han llamado preguntas
de transición, más bien seria de ubicación ya que de esta forma ubicación al testigo y de aquí
derivan las preguntas para el testigo.
El sistema cognitivo dispone de múltiples estrategias para recuperar con eficacia información de la
memoria. Destacan los procesos de control inhibitorio, que promueven el olvido temporal de
contenidos que compiten por acceder a la conciencia cuando tratamos de recuperar hechos
relacionados. Recordar genera el olvido de la información no deseada. La vida cotidiana también
ofrece ejemplos de estos procesos inhibitorios. Así, al esforzarnos por recuperar el nombre de un
conocido tenemos que suprimir nombres asociados, igual que para acceder a una experiencia
concreta debemos inhibir otras semejantes.
El olvido inducido por la recuperación (véase Anderson, 2003, para una revisión; Gómez-Ariza,
2007; Iglesias-Parro y Arias, 2009) permite recordar con éxito la información que necesitamos, pero
la activación de este proceso adaptativo puede tener consecuencias indeseables en la memoria de
testigos. Así, cuando víctimas y testigos de accidentes, robos o asaltos son repetidamente
interrogados por policías, abogados, jueces o amigos, y cuando piensan o repasan el suceso,
realizan una recuperación parcial de los hechos. La recuperación selectiva favorece el recuerdo,
pero también puede disparar el olvido de información relacionada.
Siguiendo esta lógica, Shaw, Bjork y Handal (1995) y MacLeod (2002) presentaron a los
participantes mediante diapositivas dos bloques de elementos: libros de texto y camisetas presentes
en la escena de un robo (Shaw et al., 1995), los enseres robados en dos casas (MacLeod, 2002;
Experimento 1), o las características físicas de dos personas implicadas en una colecta fraudulenta
(MacLeod, 2002; Experimento 2). Después se les pidió a los participantes que recuperaran a través
de preguntas que simulaban un interrogatorio la mitad de los elementos de uno de los bloques
(p.ej., la mitad de los objetos robados en una casa), sirviendo el otro bloque de línea base. Los
resultados pusieron de manifiesto que interrogar sobre aspectos específicos del suceso o de los
autores modificaba la memoria de los testigos, facilitando el recuerdo de los elementos
recuperados, pero induciendo el olvido de los elementos no practicados del mismo bloque.
Con este objetivo, Migueles y García-Bajos (2007) analizaron dos aspectos relevantes para el
testimonio: las acciones que capturan tanto la secuencia de los hechos como la esencia del suceso,
y la descripción de los autores del delito. Presentaron a los participantes un video realista de un
robo de dos jóvenes a una persona que sacaba dinero de un cajero. Después, la mitad de los
participantes recuperaron la mitad de las acciones del suceso y respondieron a preguntas sobre
esas acciones (Experimento 1), o recuperaron parte de las características físicas de uno de los
autores del delito (Experimento 2). En ambos experimentos, la otra mitad de los participantes no
realizaron práctica de recuperación y sirvieron de grupos control.
La recuperación selectiva de parte de los rasgos de uno de los autores pudo romper su
representación global y produjo olvido de otras características relevantes no practicadas. Por el
contrario, la recuperación parcial de las acciones del robo no generó olvido de las acciones no
practicadas. El suceso tenía organización interna y estaba formado por acciones cohesionadas, por
relaciones causales y espacio-temporales. La activación de esquemas de conocimiento sobre cómo
se produce un robo de este tipo pudo ayudar a acceder de forma rápida, fluida, y sin esfuerzo a las
acciones más representativas del suceso, sin competición entre contenidos, evitando así el olvido
de acciones no practicadas.
Apoyan esta idea los trabajos que han manipulado la tipicidad de los contenidos de sucesos en el
olvido inducido por la recuperación (García-Bajos, Migueles y Anderson, 2009; Migueles y García-
Bajos, 2006). Por ejemplo, García-Bajos et al. (2009) presentaron un vídeo de un atraco a un banco
y clasificaron la tipicidad de los contenidos en base a un estudio normativo previo (véase Luna y
Migueles, 2008, sobre errores ligados a la tipicidad). El suceso contenía acciones típicas
consistentes con nuestro bagaje de conocimientos (p.ej., gritar «esto es un atraco»), y acciones
más específicas coherentes con el suceso, pero de tipicidad baja (p.ej., gritar al guardia de
seguridad que tire la pistola al suelo). Encontraron que practicar acciones típicas no generaba olvido
inducido por la recuperación de ningún tipo de acciones, mientras que la recuperación selectiva de
acciones de tipicidad baja produjo olvido de otros hechos específicos del suceso.
La recuperación parcial puede modificar la memoria de los testigos, favoreciendo y consolidando el
recuerdo de los hechos recuperados, pero puede generar olvido de otros hechos. Sin embargo,
como toda estrategia adaptativa, los procesos inhibitorios sólo se activarán cuando la situación lo
requiera, esto es, fundamentalmente cuando haya competición entre contenidos relacionados.
Cognitivamente sería poco económico emplear recursos para activar procesos que producen olvido
cuando no es necesario o útil, como ocurre si la información está organizada o integrada en un
esquema de conocimiento. Así, al interrogar al testigo de un delito hay que considerar que la
recuperación parcial puede generar olvido de detalles que pueden ser relevantes para resolver un
caso.
Contra-interrogatorio.
Definición.
Como se anticipó, ese testigo citado pasa por ser interrogado por el primer interesado en su testimonio,
pues es quien inicialmente lo ha preparado para conducir debidamente el caso que con anterioridad ha
conocido y por el cual ha sido citado y puesto en interrogatorio en el turno que lo disponga el
interesado. Sin embargo, lo que determina dicha examinación subsiguiente y le da su naturaleza jurídica,
es su carácter contradictorio, como que se trata es de confrontar la información suministrada por el
declarante en el ejercicio directo, con el fin de “refutar, en todo o en parte, lo que el testigo ha
contestado”, a voces del propio estatuto procedimental, vale decir, en desarrollo claro del principio de
contradicción, depurar, anular, minar la credibilidad y/o la información incorporada por el declarante,
aplicándole al decir de algunos doctrinantes, “un test de credibilidad” a lo testimoniado. De ahí le vienen
sus denominaciones de examinación cruzada, contra examinación, o contrainterrogatorio, entre otras.
Pero el reconocimiento de esta naturaleza jurídica, conlleva la aceptación de 20 ciertas consecuencias
lógicas y el establecimiento de específicas técnicas para el efecto. La primera de ellas, por ejemplo, en
acatamiento y respeto del mismo principio de contradicción, brota de aceptar que la contraparte tiene
el derecho de hacer un interrogatorio al testigo con el fin de dar luces al juez acerca de la veracidad de
lo dicho por el testigo. Pero entiéndase bien entonces, que dicho contrainterrogatorio solo puede versar
sobre las preguntas (temas en realidad) que fueron abordados en directo por el testigo. Y en
seguimiento de esa misma propuesta lógica nacida del reconocimiento del derecho a la contradicción,
bien puede añadirse que en relación con los demás interrogatorios, cabe igual afirmación, esto es, que
cada cual de ellos (redirecto, recruzado), deben ceñirse a su inmediato anterior, cuyos temas en cada
cual tratados, le da los límites al siguiente. Por ésta virtud, se garantiza entonces, no solo la
contradicción, sino la posibilidad de ahondar y profundizar en temas puntuales ya abordados, pero en
aras de la refutación. Salirse o desbordar ese marco así trazado, se va a constituir en un motivo exacto
de objeción (oposición).
Sugerencias.
Las preguntas y las interrogaciones deben ser sencillas, claras y directas. Los hechos de cualesquier caso
acontecen en lugares imprevistos, muchas de las veces desconocidos para el juzgador. Para que el
juzgador tome atención y escuche el testimonio, debe hacerse un testimonio ameno e interesante
Ejercicios prácticos.
Objeciones.
¿Cómo hacerlas? y ¿cuándo?
Las partes procesales podrán solicitar en forma inmediata, y casi siempre lo hacen,
dirigiendo la mirada al juez presidente, levantando la mano y claro está, una vez que éste nos
ceda el derecho de palabra, en forma oral hacer la revocación de las decisiones a ese mismo Juez
presidente cuando limiten el interrogatorio, u objetando las preguntas que se formulen. Por
ejemplo, en casos de drogas, son importantes las objeciones concernientes a la cantidad, color,
consistencia, peso, tipo y calidad de las sustancias que se incauten, así como cualquier otra
circunstancia que consideren oportuna las partes, serán decididas inmediatamente por el juez.
La defensa del imputado, como parte en el proceso, tiene el derecho de hacer la inmediata crítica
oral de la prueba. Es decir, de analizarla y sacarle el máximo provecho, destacarla o refutarla con
las objeciones, según lo considere.
La clausura.
Definición.
Intervinientes.
Preparación y presentación.
Argumentación de la defensa.
La réplica.
Seguidamente, de conformidad con el artículo 360 del Código Orgánico Procesal Penal, se le otorga la
palabra al Fiscal, al querellante y al defensor, para que ejerzan el derecho de réplica, pero solamente
para referirse a las conclusiones de la parte contraria que antes no hayan sido discutidas.
Se tratará de impedir los excesos en las exposiciones y que se esgriman argumentos no utilizados
inicialmente. El Juez Presidente impedirá cualquier divagación, repetición o interrupción. En caso de
manifiesto abuso de la palabra, se llamará la atención al orador, y, si éste persiste, podrá limitar el
tiempo del alegato, teniendo en cuenta la naturaleza de los hechos en el examen, las pruebas recibidas y
las cuestiones por resolver.
Si el Tribunal no ha fijado tiempo para las exposiciones, el mismo es libre, pero si el tribunal considera
que se está abusando, podrá restringirlo teniendo sumo cuidado de que la otra parte disponga de la
misma oportunidad y que no vulnere el principio de la igualdad entre las partes. Lo que significa que el
tiempo para todas las partes debe ser igual. Si se hubiere fijado término el presidente deberá indicarle al
expositor cuando éste se venza. En caso de desobediencia, el tribunal podrá imponer la sanción a que
hubiere lugar.
La contrarréplica.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
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penal venezolano. Derecho Penal. Universidad de Carabobo. [Archivo PDF]. Disponible en:
http://servicio.bc.uc.edu.ve/derecho/revista/relcrim13/art1.pdf
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optar al Grado de Especialista en Ciencias Penales Y Criminológicas. Universidad Católica
Andrés Bello. [Archivo PDF]. Disponible en:
http://biblioteca2.ucab.edu.ve/anexos/biblioteca/marc/texto/AAR8885.pdf
Villegas Arango (2008). El Juicio oral en el proceso penal acusatorio. Bogotá: Fiscalía General
de la Nación.
Zdenko, Seligo. (2012). Artículo de opinión: Breves sobre el interrogatorio en el debate del
juicio oral. Blog Personal sobre Derecho Procesal Penal Venezolano. Recuperado el 21 de
noviembre de 2022, de: https://zdenkoseligo.blogspot.com/2012/03/articulo-de-opinion-
breves-sobre-el.html#:~:text=El%20art%C3%ADculo%20165%20eiusdem%2C
%20establece,presidente%20del%20tribunal%20lo%20indique.