Pueden tener de 4 a 6 integrantes o quizá más. Éstos se encargan de promover e implantar el cambio, mediante propuestas, pruebas piloto y demás, enfocados en la acción y los resultados. Estos equipos se encargan de mejorar un proceso, que se determina con base en el impacto que tiene el proceso en la organización y en el cumplimiento de la expectativa del cliente (o quizá, el costo del proceso en sí). Estos equipos tienen vida determinada: se deshacen cuando se logra la mejora comprometida.
Los equipos consiguen mejores resultados que los individuos.
Siempre se consiguen mejores resultados en equipo que de forma individual y, más aún si se incorporan a los mismos, individuos de elevado desempeño. Los equipos de mejora deben integrarse por los individuos que hacen el trabajo que quiere mejorarse o el que resulta afectado por el cambio. Cuando el cambio se propone por quienes lo implantan y lo aprovechan, es más difícil que lo critiquen.
Pertenencia a los equipos de mejora.
Un equipo de mejora incluye a un líder, directivos, empleados, miembros adecuados del proceso a mejorar y un facilitador. El líder asigna acciones, verifica se pongan en funcionamiento y les da seguimiento. Los integrantes observan los procesos, aportan innovaciones y demás. El facilitador puede ser incluso externo, que ayuda a que el equipo mantenga el ritmo y el rumbo de las reuniones. Se asegura que todos participen. No se espera que el facilitador aporte o intervenga en las respuestas o soluciones que se generen: él facilita el camino para llegar a ello.
La operativa de los equipos de mejora.
Rollo inútil de que las reuniones deben agendarse y llevar un orden, ser tantas como se necesiten, en lugares sin distracciones y con rotafolio o pizarrón. Para todo equipo debiera existir una medida del éxito que logre. Principios de equipo. Todo equipo debe contar con principios o reglas de funcionamiento, acordadas por sus propios miembros. Algunas pueden ser: 1. Todos los miembros del equipo, no importa de qué nivel sean, deben considerarse iguales. 2. Es importante que exista un fuerte sentimiento de confianza para animar a todos los miembros del equipo a participar. 3. Todos los miembros del equipo han de compartir abiertamente sus conocimientos, preocupaciones y expectativas. 4. Los miembros deben escuchar y mostrar respeto a los puntos de vista de los demás. 5. Los miembros deben aceptar los resultados de todas las decisiones. En cualquier caso, las opiniones que muestren un gran desacuerdo con éstas deberán ser anotadas. 6. Toda reunión deberá tener una agenda para ser efectiva. 7. Todas las acciones que se acuerden para hacerse entre reuniones deben ser asignadas, y la hora, la fecha y el lugar de la siguiente reunión deberán establecerse antes del final de cada reunión. 8. Deberá tomarse notas en todas las reuniones. Todos los acuerdos y las asignaciones de las tareas deberán registrarse. 9. Todas las acciones acordadas deberán llevarse a cabo en el tiempo establecido para ellas. 10. Todas las áreas internas (departamentos o divisiones) y externas (clientes y/o proveedores) de importancia para la organización, estarán convenientemente representadas en el equipo.
La facilitación del equipo.
Algunas ideas para facilitar la gestión del equipo son: 1. Los facilitadores están a menudo en un papel de profesor; están ahí para ayudar al grupo a explorar las opciones para la mejora. 2. Los facilitadores deben mantener las reuniones productivas y en movimiento, en equilibrio entre el detalle y la brevedad. 3. El facilitador deberá involucrar a todos los miembros del equipo en la discusión, no dejando que nadie domine sobre el grupo. 4. Reconociendo el esfuerzo de todos los miembros del equipo, el facilitador animará a una mayor participación. 5. Los facilitadores deberían asegurar que las acciones que se desarrollan entre reuniones se distribuyen de forma equitativa entre los miembros del equipo; deben asegurarse de que una sola persona no hace todo el trabajo. 6. Deberían mantener al grupo centrado en los objetivos y no dejar que se salga por la tangente. 7. Deben hacer todo lo posible por mantener el rotafolios claro y legible; cada una de sus hojas es susceptible de convertirse en notas de la reunión. 8. Deben establecer las normas de trabajo al comienzo del proceso, en la primera reunión. 9. Los facilitadores deberían asegurar que alguien toma notas durante las reuniones o que alguien acepta la tarea de pasar las hojas de los rotafolios a apuntes de reunión. 10. Deberían asegurarse de que las notas tomadas en la última reunión se distribuyen a todos los miembros del equipo antes de la siguiente.
Registro de trabajo de equipo.
Hacer agenda y registrar acuerdos en minutas, que debieran contener: Fecha de la reunión. Participantes en la reunión. Objetivo/s de la reunión. Puntos clave de discusión. Acciones para llevar a cabo en la siguiente reunión. Descripción de la acción. Persona que la va a realizar. Fecha en la que la acción deberá estar realizada. Hora, fecha y lugar de la próxima reunión.
Bibliografía Galpin, T. J. (2013). Los equipos. Madrid: Ediciones Díaz de Santos.