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¿Cuáles son los principios

básicos de la dinámica de grupo


Principios básicos de la acción de grupo

1. Ambiente: el grupo debe actuar dentro de un ambiente favorable, cómodo,


propicio para el tipo de actividad que ha de desarrollarse. El ambiente físico influye
sobre la “atmósfera “ del grupo, y por lo tanto debe ser dispuesto de modo que
distribuya a la participación, la espontaneidad y la cooperación de todos los
miembros.

2. Reducción de la intimidad: las relaciones interpersonales deben ser amables,


cordiales, francas, de aprecio y colaboración. El actuar en un grupo puede
producir sentimientos de temor, inhibición, hostilidad, timidez, que se engloban en
el concepto de intimidación. La reducción de las tensiones favorece el trabajo y la
producción de los grupos. Los miembros deben conocerse lo mejor posible, ser
tolerantes y comprensivos. Cuando se está cómodo y tranquilo, a gusto con los
demás, la tarea resulta más provechosa y gratificadora, y el solo hecho de estar
juntos es valioso.

3. Liderazgo distribuido: todo grupo requiere una conducción (liderazgo) que


facilite la tarea y favorezca el logro de sus objetivos; pero esa conducción ha de
ser distribuida en todo el grupo con el fin de que todos los miembros tengan
oportunidad de desarrollar las correspondientes capacidades. Por otra parte, el
liderazgo distribuido favorece la acción y la capacidad del grupo.

4. Formulación del objetivo: deben establecerse y definirse con la mayor claridad


los objetivos del grupo. Pero esto debe hacerse con la participación de todos los
miembros, pues de tal modo se incrementa la conciencia colectiva, el sentido del
nosotros indispensable para el buen funcionamiento del grupo.
5. Flexibilidad: los objetivos establecidos deben ser cumplidos de acuerdo con los
métodos y procedimientos que se hayan elegido. Pero si nuevas necesidades o
circunstancias aconsejan una modificación de los mismos, debe existir en el grupo
una actitud de flexibilidad que facilite la adaptación constante a los nuevos
requerimientos.

6. Consenso: el grupo debe establecer un tipo de comunicación libre y


espontánea, que evite los antagonismos, la polarización, los bandos; y que haga
posible, en cambio, llegar a decisiones o resoluciones mediante el acuerdo mutuo
entre todos los miembros ( consenso).

7. Comprensión del proceso: el grupo debe aprender a distinguir entre el


contenido de su actividad y la actividad en sí misma, entre “lo que se dice” y la
forma “como se dice”. El desarrollo de la actividad en sí misma, la forma como se
actúa, las actitudes y reacciones de los miembros, los tipos de interacción y de
participación, constituyen el proceso de grupo.

8. Evaluación continua: el grupo necesita saber en todo momento si los objetivos y


actividades responden a las conveniencias e intereses de los miembros. Para ello
se requiere una evaluación o examen continuo que indague hasta qué punto el
grupo se halla satisfecho y las tareas han sido cumplidas. Esto permite introducir
cambios de acuerdo con el principio de flexibilidad antes expuesto. El propio grupo
elegirá las técnicas que considere más apropiadas para realizar esta evaluación

Bruce W. Tuckman fue uno de los primeros psicólogos en estudiar y definir la dinámica de
grupos. En 1965, Tuckman reconoció y definió las etapas de desarrollo del grupo.
También sugirió que los grupos deben experimentar cinco etapas de desarrollo para
alcanzar la máxima eficacia. Estas etapas de desarrollo también ayudan a comprender
otros principios básicos que entran en juego en la dinámica de grupo.

Uso de las técnicas de dinámica de grupos

Lastécnicasnoseusanpara:

• fomentar el compañerismo,

• jugar con ellas,


• dar oportunidades para hablar y especular

• llenar el tiempo,

• hacer las sesiones más amenas,

• emplearlas sin adaptarlas al contexto o situación,

• emplearlas sin tener experiencia previa.

Lastécnicasseusanpara:

• dar seriedad a la situación grupal y profundizar en la misma,

• hacer mención de la estructura del grupo,

• afrontar el estancamiento en la dinámica grupal,

• gestionar conflictos

-desarrollar la vida grupal,

• fomentar las competencias personales y grupales.

TECNICA DE LA DINAMICA DE GRUPO Y USO EN EL AULA

2. ACEPTACIÓN DE LA IMPORTANCIA DEL GRUPO, de su carácter protector y


nutritivo-educativo al compartirse en él necesidades y experiencias.

3. AUTOCONOCIMIENTO. Percepción del propio comportamiento y el de los


demás.

4. COMUNICACIÓN AUTÉNTICA ENTRE LOS MIEMBROS DEL GRUPO como


consecuencia de la aceptación de la importancia del grupo y del
autoconocimiento.

5. PARTICIPACIÓN. MOTIVACIÓN PARA CONTRIBUIR AL BIENESTAR DEL


GRUPO. Ésta se consigue gracias al sentimiento de pertenencia y la aceptación de
la importancia del grupo, la expresión de sentimientos y necesidades y escucha de
los de los demás contribuye al bienestar del grupo. Cada miembro aporta su
riqueza.

6. DIVISIÓN DE TAREAS. Cada uno es consciente de lo que aporta al grupo y de lo


que recibe de él

TOMA DE DECISIÓN

La toma de decisiones es el proceso mediante el cual se realiza una elección entre


diferentes opciones o formas posibles para resolver diferentes situaciones en la vida en
diferentes contextos: empresarial, laboral, económico, familiar, personal, social, etc.(utilizando
metodologías cuantitativas que brinda la administración). La toma de decisiones consiste,
básicamente, en elegir una opción entre las disponibles, a los efectos de resolver un problema
actual o potencial (aun cuando no se evidencie un conflicto latente

ETAPAS DE LA TOMA DE DESICIONES

1. Identifica qué quieres conseguir al tomar una determinada


decisión. Ejemplo: reducir el tiempo total del proyecto.
Herramientas de gestión como Sinnaps, te podrán orientar en lo
que realmente necesitas cambiar de tu proyecto. Esta aplicación
online en concreto está basada en técnicas del Valor Ganador o
Earned Value Management (EVM).
2. Busca información sobre todas las posibles alternativas y
sobre lo que necesitarás para llevar a cabo cada opción. Asimismo,
cada decisión trae consigo unas consecuencias. Ponlas también
sobre la mesa para pasar al siguiente paso. Ejemplo: al recortar el
tiempo de nuestro proyecto, estaremos modificando una serie de
actividades y recursos implicados en él. Si para terminar en dos
meses ha de sacrificarse la actividad A, o si necesitamos costear
una maquinaria específica para reducir la duración de la tarea B, o
incluso si debemos contratar a más colaboradores.
3. Valora las distintas preferencias. En esta etapa daremos
prioridad de lo que hayamos obtenido en la anterior fase. Para ello,
existen sistemas que nos ayudarán a priorizar, una tarea que desde
luego no es nada fácil. Recomendamos este artículo sobre cómo
priorizar en la asignación de recursos, a través del método analítico
jerárquico (AHP). Ejemplo: hemos considerado que prevalece más
terminar en el plazo requerido que uno de los requerimientos del
cliente, o que un ligero aumento del presupuesto de nuestro
proyecto.
4. Analiza las posibles consecuencias. Establecidos las
prioridades, es hora de ponerlas a prueba. Ejemplo: ¿cuánto nos
supondrá el coste exacto de contratar a un nuevo colaborador en el
total del proyecto? ¿Cuál será nuestro retorno de la inversión?
5. ¿Merece la pena? Con las respuestas encima de la mesa, decide
por la alternativa seleccionada. Momento cumbre, en donde la
lógica tiene un protagonismo pleno. Aquí será clave nuestra
capacidad de visionar las consecuencias y su implementación en el
proyecto. Debemos extraernos y pensar con la máxima objetividad,
sin dejarnos ningún agente, dato o información al margen.
Estaremos gestionando el riesgo del proyecto. Hay herramientas
potentes que nos pueden ayudar en la etapa cumbre de la toma de
decisiones. Sinnaps, por ejemplo, ofrece un servicio basado en
simulaciones. Una vez editado el cambio y antes de implementarlo
en el proyecto, podremos ver cómo afectará realmente si lo
aplicamos.
6. Es hora de implementar la decisión tomada. No menos
importante que las demás etapas. Y es que muchos de los
proyectos fallan cuando tratamos de transformar en acciones las
decisiones tomadas. ¿La razón? Tan simple como que no llegamos a
aplicar lo decidido. Por eso, es fundamental saber pasar a la acción.
De nada sirve decidir si no vamos a actuar.
7. Última etapa que bien podría ser la primera en el ciclo de la toma
de decisiones:aprender de los resultados reales de la
decisión. Ponerlos en una lista, aprehenderlos y saber cuándo y
cómo debemos aplicarlos en las decisiones venideras.

Para terminar, recuerda al dar el paso de hacer o no hacer no siempre


será un camino claro y lleno de seguridades. En toda decisión hay
siempre unas gotas de incertidumbre, si lo viésemos todo claro,
significaría que llegamos tarde para actuar.

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