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IRRENUNCIABILIDAD DE LOS DERECHOS

La respuesta nos la da la Corte Suprema de Justicia de la República en la


Casación Laboral No. 10712-2014-Lima.

En dicho pronunciamiento se han establecido ciertas reglas para definir qué


resulta irrenunciable por parte de un trabajador:
1) Los derechos cuyo origen es una ley o norma jurídica estatal, con
prescindencia de su jerarquía, son irrenunciables (Ejemplo: el pago de los
beneficios sociales). La única excepción permitida son los pactos de reducción
de remuneraciones que se realicen conforme a las reglas de la Ley No. 9463.
2) Los derechos cuyo origen sea el convenio colectivo o, de ser el caso, el
laudo arbitral que resuelve la negociación colectiva, son irrenunciables para
cada trabajador actuando individualmente; sólo pueden disponer de ellos la
organización sindical que los negoció.
3) Los derechos cuyo origen sea el contrato individual de trabajo o aquellos que
el empleador otorgue por decisión unilateral, sí pueden ser objeto de renuncia
por el trabajador actuando individualmente.

Es en base a este análisis que debemos entender y aplicar el principio de


irrenunciabilidad, más aún cuando este pronunciamiento ha sido calificado
como doctrina jurisprudencial, por lo que debe irrefutablemente ser aplicada por
los jueces de trabajo.

Casación 8983-2015, Del Santa: Desnaturalización de la tercerización

O por ejemplo, cuando un trabajador no reclama ningún derecho. Por ejemplo,


cuando un trabajador tiene un hijo menor de edad, pero nunca reclamó este
derecho llamado asignanción familiar reconocido en la ley. Nunca reclamó ni
tampoco dijo que tenía hijo. Es más, le preguntaron «¿tienes un hijo?» y él dijo
«no tengo hijos». Acaba el contrato de trabajo y luego reclama la asignación
familiar. «Usted no me ha pagado la asignación familiar». Efectivamente, no le
han pagado, pero es porque él no ejerció un derecho, que es haber señalado al
empleador que tenía hijo. Es más, le preguntaron si tenía un hijo y él dijo que
no tenía. En este caso no cabe la irrenunciabilidad de derechos. Tampoco cabe
cuando hay un despido del trabajador…

UNIVERSALIDAD DE LOS DERECHOS


La universalidad de los derechos humanos es la característica más importante
de la Declaración de 1948, fundamentada en el respeto a la libertad e igualdad
de dignidad de la que gozan todos los seres humanos. Su formulación buscó
dar respuesta a los múltiples crímenes de guerra cometidos durante la
Segunda Guerra Mundial, razón por la que su aprobación garantizó el
reconocimiento global de la existencia de derechos inalienables, irrenunciables,
imprescriptibles e indivisibles, que toda persona, por el solo hecho de ser
humano, tiene derecho a gozar.

Para autores como Peces Barba, los derechos humanos son una importante
aportación de la ilustración en terreno jurídico y político; es decir, tienen su
razón de ser a partir de la revolución gloriosa, la revolución americana y la
Revolución francesa.

El debate en torno a la universalización de los derechos humanos está


enmarcado en el dilema real: unidad en la diversidad o la diversidad que niega
la unidad. El problema radica en esto: o se acentúa la unidad que subsume a la
diversidad, o se acentúa ésta para negar aquélla. Todos los seres humanos
somos iguales, no hay muchas, ni siquiera dos naturalezas humanas, sino una
sola, encarnada en los distintos seres humanos. Con esta última afirmación,
sostenemos que aunque somos diferentes, somos también iguales; con lo cual
afirmamos que los derechos humanos son universales. Reconocer las
diferencias para tratarnos como iguales.

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