Está en la página 1de 6

COLEGIO DE BACHILLERES DEL ESTADO DE VERACRUZ

DERECHO II

INVESTIGACIÓN DE LOS ANTECEDENTES DE LOS DERECHOS HUMANOS

ALUMNO: BRANDO JOSUE DOMINGUEZ RODRIGUEZ

DOCENTE: KARINA ISABEL REYNA CARMONA

GRUPO: 609

Los derechos humanos en México son el conjunto de derechos


fundamentales de los ciudadanos mexicanos, garantizados en
diversos ordenamientos jurídicos del país, como la Constitución
Política de los Estados Unidos Mexicanos y disposiciones en la
materia en las 32 entidades federativas del país.
Desde el punto de vista de la defensa de los derechos de los
ciudadanos, podríamos decir que los antecedentes más lejanos de la
Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) se encuentran
en el siglo XIX, con la promulgación de la Ley de Procuraduría de
Pobres de 1847 que promovió don Ponciano Arriaga en el estado de
San Luis Potosí.

Pero es hasta la segunda mitad del siglo XX, y como consecuencia de


una enfática demanda social en el ámbito nacional y de las
transformaciones en la esfera internacional, que comienzan a surgir
diversos órganos públicos que tienen como finalidad proteger los
derechos de los gobernados frente al poder público.
Así, en 1975 se creó la Procuraduría Federal del Consumidor,
teniendo como finalidad la defensa de los derechos de los individuos,
pero no necesariamente frente al poder público.
Asimismo, el 3 de enero de 1979 se instituyó la Dirección para la
Defensa de los Derechos Humanos en el estado de Nuevo León, por
instrucciones de su entonces Gobernador, doctor Pedro G. Zorrilla.
Posteriormente, en 1983, el ayuntamiento de la ciudad de Colima
fundó la Procuraduría de Vecinos, que dio pauta al establecimiento de
dicha figura en la Ley Orgánica Municipal de Colima del 8 de
diciembre de 1984, siendo optativa su creación para los municipios de
dicha entidad.

Los derechos humanos habían alcanzado un elemental desarrollo


hasta 1948, que fue el año en el cual se adoptaron la Declaración
Universal de los Derechos Humanos y la Declaración Americana de
los Derechos y Deberes del Hombre.
En la Declaración Universal se comienzan a desarrollar
pormenorizadamente los derechos humanos y se establecen
referentes de cómo deben ser interpretados.
A pesar que el valor jurídico de una declaración es la de ser un ideal
común, la Declaración Universal es considerada norma de
observancia obligatoria a partir de la Primera Conferencia Mundial de
Derechos Humanos realizada en Teherán en 1968, aunque algunos
autores le dan el rango de costumbre internacional o bien se ha dicho
que forman parte de los llamados Principios Generales del Derecho.
Del escueto resumen expuesto se puede afirmar que los derechos
humanos comenzaron su fase de consolidación en el Derecho
Constitucional, cuando se cristalizó la vigencia sociológica y
nomológica de los mismos, así éstos obtuvieron su necesaria
especificidad.
Sin embargo, puede advertirse que estos derechos pasaron por otra
fase de consolidación, la internacional, acaecida con el fin de la
Segunda Guerra Mundial, cuando los mismos fueron contemplados,
en forma específica, en la Declaración Universal de Derechos
Humanos y otras declaraciones posteriores (o incluso anteriores). A
partir de entonces, los derechos humanos, efectivamente,
comenzaron a tener positividad nacional e internacional, sin que
existan hoy mayores cuestionamientos sobre su legitimación.

Con la adopción de la Declaración Universal, los derechos humanos


comienzan a tener un matiz universalista, ya que fue ahí donde se
empieza a propugnar la universalidad de los referidos derechos.
Esa generalización no quedó en el plano discursivo solamente, sino
comenzó a materializarse, pues los derechos humanos contemplados
en la Declaración comenzaron a ser efectivamente abordados en
muchos instrumentos internacionales.
Cuando los derechos humanos son presentados por separado, para
fines didácticos, tal como lo hace la teoría de las generaciones, se
acepta la validez o utilidad de la teoría, sin embargo, cuando se le
presenta como fundamento para establecer jerarquizaciones de
derechos, no se puede estar a favor de la misma, puesto que no hay
sustentación valedera para pensar que un derecho humano pueda ser
considerado más importante que otro.

EJEMPLOS DE AMPAROS
Dependiendo del acto que se reclame (acto reclamado) de alguna
autoridad (autoridad responsable), la vía para combatirlo será a través
de un amparo directo o indirecto, en este documento nos vamos a
referir solo al amparo directo.

Para que el amparo directo proceda, es decir, para que tú lo puedas


usar, se tiene que promover contra: a) sentencias definitivas, son
aquellas que ya han agotado todos los recursos posibles como la
apelación o la revisión, b) laudos, se llama así a las sentencias en
materia laboral, o c) resoluciones que pongan fin al juicio, siendo
aquellas que sin decidir en lo principal lo da por concluido.

Esto es, los actos materia del juicio deben ser definitivos, es decir, no
deben ser impugnables a través de otro medio de defensa o, lo que es
lo mismo, que no sean susceptibles de ser modificados o revocados si
no es por medio del juicio de amparo.

Ejemplos
Primer ejemplo. Cuando presentaste una demanda laboral, y después
de todo el procedimiento la Junta Federal o Local (dependiendo de la
empresa demandada) emite un laudo, y en este se vulneraron tus
derechos humanos reconocidos en la Constitución Federal o en algún
tratado internacional, ya sea porque la Junta (autoridad responsable)
dejó de valorar alguna prueba, no la admitió o calculó incorrectamente
una indemnización, entre otras, tienes la oportunidad de presentar una
demanda de amparo directo, mismo que se presentará ante la misma
Junta, con el objeto de que un Tribunal Colegiado conceda el amparo
y ordene a la Junta emita un nuevo laudo donde admita determinada
prueba o calcule correctamente alguna indemnización, entre otros.

Segundo ejemplo. Cuando en un asunto del orden familiar, la sala


responsable para afirmar que existe un probable riesgo para una
menor por parte de su madre, y que por ello no puede detentar la
guarda y custodia de la menor, se apoya principalmente en la
afirmación de que la quejosa consume cannabis, lo cual sustenta con
el resultado positivo de un dictamen pericial en toxicología, no así en
los dictámenes de cannabis en orina y sangre donde dio negativo, y
determina no conceder la guarda y custodia a la madre. El amparo
directo podría servir para que el Tribunal Colegiado determine que ese
único dictamen de la prueba toxicológica que se le realizó a la quejosa
en el cabello, y en el que resultó positivo al consumo de cannabis, no
puede ser considerado como un medio probatorio eficaz o
contundente, que permita determinar la guarda y custodia de la menor;
puesto que sus resultados no son idóneos ni generan convicción de
que con ello se ponga en riesgo a la menor; en consecuencia, la
madre no pueda obtener la guarda y custodia de ésta, máxime que
resulto negativo en orina así como en sangre, lo cual revela que no es
consumidora habitual o recurrente.

Tercer ejemplo. Beneficios preliberacionales. En un proceso penal,


cuando se decide por el procedimiento abreviado para resolver el
asunto, la negativa de los beneficios preliberacionales es materia de
análisis en juicio de amparo directo. Pues no involucra el
cuestionamiento de la responsabilidad, la comisión del delito y las
sanciones aceptadas por el imputado, pues los beneficios de
preliberación cumplen con la finalidad de actualizar el derecho
fundamental de reinserción social del sentenciado, previsto en el
artículo 18 de la Constitución Federal, relacionado con la ejecución de
la pena, que no puede vincularse con la consecuencia jurídica
trascendental de la aceptación total del imputado de la acusación que
se tramitó y resolvió en un procedimiento abreviado. Por tanto, la
negativa de conceder algún beneficio preliberacional a la persona
sentenciada bajo el procedimiento abreviado como forma de
terminación anticipada del proceso penal acusatorio.

También podría gustarte