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Violencia es todo acto, acción u omisión que produzca daño o sufrimiento físico, sexual,

psicológico, verbal, o económico a una persona; puede ocurrir en público o en privado. Las
situaciones violentas ocurren cada vez que una persona impone su poder sobre otra
vulnerando sus derechos. 

Estas agresiones son ejercidas contra cualquier persona o grupo de personas sobre la base
de su sexo o género. Las violencias impactan de manera negativa en su identidad y
bienestar social, físico, psicológico o económico. Es importante tener en cuenta que las
diferentes formas de violencia pueden iniciar con manifestaciones muy sutiles que van
aumentando con la posibilidad de producir daños físicos o emocionales irreparables, e
incluso, la muerte.

En Profamilia contamos con un modelo de servicio y atención integral para la recuperación


de la salud física, emocional y social de las víctimas de cualquier forma de violencia, en
especial de violencia sexual, y otros tipos de violencia producidas por las relaciones con
desigualdad de género.  

Nuestro modelo diferencial incluye: atención prioritaria, diagnóstico clínico y paraclínico


de acuerdo al tipo de violencia sexual; atención psicológica, prevención y tratamientos de
infecciones de transmisión sexual - ITS; anticoncepción de emergencia y asesoría en aborto
seguro. Así como planeación, seguimiento y remisión a otros servicios requeridos y
derivación a la ruta de atención en protección y justicia.

Resumen Si bien las violaciones de los derechos humanos afectan tanto a los hombres
como las mujeres, su impacto varía de acuerdo con el sexo de la víctima. Los estudios sobre
la materia permiten afirmar que toda agresión perpetrada contra una mujer tiene alguna
característica que permite identificarla como violencia de género. Esto significa que está
directamente vinculada a la desigual distribución del poder y a las relaciones asimétricas
que se establecen entre varones y mujeres en nuestra sociedad, que perpetúan la desvalo-
rización de lo femenino y su subordinación a lo masculino. Lo que diferencia a este tipo de
violencia de otras formas de agresión y coerción es que el factor de riesgo o de
vulnerabilidad es el solo hecho de ser mujer. La violencia de género puede adoptar diversas
formas, lo que permite clasificar el delito, de acuerdo con la relación en que ésta se
enmarca y el ejercicio de poder que supone, en las siguientes categorías: violación sexual e
incesto, asedio sexual en el trabajo y en las instituciones de educación, violencia sexual
contra mujeres detenidas o presas, actos de violencia contra las mujeres desarraigadas,
tráfico de mujeres y violencia doméstica. En el presente documento se estudia en detalle
esta última forma, sin dejar de mencionar y describir las otras, puesto que en los últimos
años ha dado origen a nuevas e importantes instituciones y enmiendas de las legislaciones,
y en torno a ella se han articulado acciones colectivas de las mujeres. La falta de datos
estadísticos que podrían revelar la verdadera magnitud del fenómeno en América Latina y
el Caribe es un obstáculo que dificulta la mejor compren-sión de la problemática de la
violencia de género. Aunque su incidencia es mucho más alta que lo consignado en los
registros oficiales, los estudios del tema permiten inferir su carácter epidemiológico. La
mayor parte de los datos presentados en este estudio provienen de investigaciones y
documentos de organizaciones no gubernamentales y de organismos internacionales que
han hecho investigaciones en esta área en los últimos años. Las propuestas que se plantean
se basan en el carácter irreductible de los derechos de las mujeres, en la obligación del
Estado de protegerlos y garantizarlos, y en la convic-ción de que el respeto de los derechos
humanos también es una condición esencial para el desarrollo de nuestros países y el pleno
ejercicio de los derechos ciudadanos de toda la población. Se plantea, asimismo, la
necesidad de analizar el tema de los derechos humanos y de la violencia de género desde
una perspectiva que ofrezca posibilidades de cambios culturales estructurales que conlleven
el respeto de los derechos de las mujeres y cuestionen la inevitabilidad de la violencia en
las relaciones de género.

El término ‘violencia de género’ hace referencia a cualquier acto con el que se busque
dañar a una persona por su género. La violencia de género nace de normas perjudiciales,
abuso de poder y desigualdades de género.

La violencia de género constituye una grave violación a los derechos humanos; al mismo
tiempo, se trata de un problema de salud y protección que pone en riesgo la vida. Se estima
que una de cada tres mujeres sufrirá violencia física o sexual en el transcurso de su vida. En
situaciones de crisis y desplazamiento, aumentan las posibilidades de que las mujeres y las
niñas sufran violencia de género.

Sin embargo, la violencia de género puede prevenirse. En ese sentido, ACNUR tiene el
compromiso de promover los derechos humanos y la igualdad de género; de igual forma,
hará lo posible por impedir que las personas refugiadas y otras poblaciones de interés
sufran violencia de género.

¿Qué tipo de violencias de género existen?

La violencia de género puede ser de tipo sexual, físico, psicológico y económico, y puede
darse tanto en el espacio público como en la esfera privada. Las amenazas, la coerción y la
manipulación son también formas de violencia de género. La violencia de género puede
tomar muchas formas: violencia de pareja, violencia sexual, matrimonio infantil, mutilación
genital femenina y los supuestos ‘crímenes de honor’.

Las consecuencias de la violencia de género son devastadoras y las repercusiones para


quienes logran sobrevivir pueden ser permanentes. De hecho, la violencia de género puede
provocar la muerte de una persona.

¿Qué está haciendo ACNUR para erradicar la violencia de género?

Para ACNUR, son prioridades institucionales y vitales, en todos los ámbitos, la mitigación
de riesgos y los programas en la materia (es decir, la prevención y la atención a casos de
violencia de género). ACNUR colabora con socios, gobiernos y comunidades para atender
la violencia de género y para implementar programas de calidad para prevenir, mitigar y
dar respuesta a los casos.

Nuestro propósito principal es salvaguardar los derechos y el bienestar de las personas


refugiadas y desplazadas. Por ello, ACNUR apoya a los Estados para garantizar que las
poblaciones de interés no sufran violencia de género.
En relación con la violencia de género, en todas nuestras operaciones, priorizamos dos
objetivos que se refuerzan mutuamente:

 Reducir el riesgo de que las poblaciones de interés sufran violencia de género


 Garantizar que quienes hayan sobrevivido a la violencia de género tengan acceso
adecuado y oportuno a servicios de calidad que les permitan satisfacer sus
necesidades

La violencia de género afecta desproporcionadamente a las mujeres y a las niñas. De hecho,


en contextos de desplazamiento, aumenta el riesgo de que sufran este tipo de violencia.
Tenemos el compromiso de fortalecer continuamente los programas y la coordinación para
proteger a mujeres y niñas de la violencia de género. Abogamos por la obtención de
recursos adecuados para ampliar la implementación de programas especializados de calidad
para mujeres y niñas.

Además, mediante programas que responden a necesidades específicas, trabajamos con


hombres y con personas de la disidencia sexual que sobrevivieron a ataques sexuales.

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