Está en la página 1de 56

PRESENTACIÓN

El feminicidio, es la expresión más brutal en la escalada de violencia en contra de


la mujer, que pone al desnudo el menosprecio masculino por el más sagrado
derecho que tiene esta como ser humano, el derecho a la vida.

El feminicidio se define como el genocidio contra las mujeres y esto sucede


cuando las condiciones históricas generan prácticas sociales que permiten
atentados contra la integridad, la salud, las libertades y la vida de las mujeres.

La violencia contra la mujer representa una violación a los derechos humanos y


también la privación de sus sentimientos esto constituye uno de los principales
obstáculos para lograr una sociedad igualitaria y plenamente democrática. Por tal
motivo, la oacnudh ha asumido el firme compromiso de promover la protección y la
defensa de los derechos humanos de las mujeres y de contribuir a la erradicación
de esta problemática, la cual representa la forma más grave y extrema de
discriminación contra las mujeres tanto de sexo como de sentimientos.

A nuestros padres y familiares que siempre están preocupándose para ser cada
día mejores brindándonos su confianza, cariño, amor y también en los emocional y
económico y así lograr nuestros objetivos.

Con todo nuestro cariño a nuestro querido Profesor Lenin Walter Cárdenas Angulo
que durante este tiempo nos ha brindado un apoyo mutuo e incondicional
brindándonos una educación de calidad orientándonos, así como también
brindándonos confianza para seguir adelante como futuras profesionales.

Esta monografía la dedicamos a Dios, porque nos ha permitido seguir adelante


guiándonos en los momentos difíciles al transcurso de nuestra vida.

1
DEDICATORIA

Esta monografía la dedicamos a Dios,


porque nos ha permitido seguir adelante
guiándonos en los momentos difíciles al
transcurso de nuestra vida.

Con todo nuestro cariño a nuestro querido


Profesor Dr. ANSELMO DIAZ SILVA que
durante este tiempo nos ha brindado un
apoyo mutuo e incondicional
brindándonos una educación de calidad
orientándonos, así como también
brindándonos confianza para seguir
adelante como futuras profesionales.

A nuestro quería amigo y compañero


universitario Fernando Gracia Moscoso,
quien se adelantó en el largo camino de
la eternidad y desde ahí nos inspira a
superarnos cada día más y más y que no
dice que para alcanzar nuestros sueños
no hay edad.

A nuestros padres y familiares que siempre


están preocupándose para ser cada día
mejores brindándonos su confianza,
cariño, amor y también en los emocional y
económico y así lograr nuestros objetivos.

2
INTRODUCCIÓN.

El presente proyecto de investigación sobre: “EL FEMINICIDIO Y LA VIOLENCIA


CONTRA LA MUJER EN EL PERÚ, ENTRE LOS AÑOS 2009 – 2014”, El objetivo
general de la presente investigación fue: Analizar si realmente el estado Peruano
cumple con Prevenir, Sancionar y erradicar la violencia en contra de las mujeres.

El informe contiene como capítulo I el problema de Investigación, la descripción de


la situación problemática, el planteamiento del problema, la justificación de la
investigación (dentro de este se analizara la justificación práctica, teórica y
metodológica) y las limitaciones de la investigación.

El capítulo II hace alusión a lo que es el objetivo general y objetivos específicos.

El capítulo III muestra el marco teórico, dentro del cual se establece los
antecedentes investigativos (internacionales, nacionales y locales), bases teóricas,
la conceptualización y contexto teórico del feminicidio, modalidad del feminicidio,
situación de la persona agresora, situación de la familia de la víctima,
responsabilidad del estado peruano, violencia contra la mujer, tipos de violencia y
definición de las bases teóricas donde se toma en cuenta el código penal.

En el capítulo IV se exponen las hipótesis y variables así como los indicadores de


la investigación.

El capítulo V comprende la metodología de la investigación dentro del cual se


encuentra el diseño de la investigación, tipo de investigación, nivel de
investigación, la población y muestra, métodos y técnicas así como la matriz de
consistencia.

Finalmente tenemos la tabulación de resultados producto de las encuestas


aplicadas y el análisis de información según las estadísticas obtenidas sobre el
feminicidio en el lapso de estos años donde se analiza su evolución y la
participación del Estado Peruano frente a esta problemática.

3
CAPITULO I

PROBLEMA DE INVESTIGACIÓN.

1.1. Descripción de la situación problemática.

La violencia contra las mujeres es la mayor atrocidad cometida contra los


derechos humanos en nuestros tiempos. Desde que nacen hasta que mueren,
tanto en tiempo de paz como en la guerra, las mujeres se enfrentan a la
discriminación y la violencia del Estado, la comunidad y la familia. Cada año,
millones de niñas y mujeres sufren violaciones y abusos sexuales a manos de
familiares, hombres ajenos a la familia, agentes de seguridad o combatientes
armados. Algunas formas de violencia, como los embarazos y los abortos
forzados, son específicas de las mujeres. Otras, como la violencia en el ámbito
familiar conocida también como violencia doméstica, tienen entre sus víctimas a
un número desproporcionado de mujeres. Durante los conflictos armados, la
violencia contra las mujeres suele usarse como arma de guerra para
deshumanizarlas o para perseguir a la comunidad a la que pertenecen.

La violencia contra las mujeres no es exclusiva de ningún sistema político o


económico; se da en todas las sociedades del mundo y sin distinción de posición
económica, raza o cultura. Las estructuras de poder de la sociedad que la
perpetúan se caracterizan por su profundo arraigo y su intransigencia. En todo el
mundo, la violencia o las amenazas de violencia impiden a las mujeres ejercitar
sus derechos humanos y disfrutar de ellos.
4
Cuando la violencia contra la mujer ya se torna descontrolada trae como
consecuencia el feminicidio el cual es un crimen que afecta únicamente a la vida
de las mujeres de todo el mundo; nuevo término que está buscando un lugar en el
discurso de la criminalística y busca a su vez visualizar una situación de violencia
sistemática y silenciada por la indiferencia y falta de conciencia social.

El feminicidio, es una categoría que debe abordarse como una modalidad de


violencia directa hacia las mujeres, como una alternativa a la neutralidad del
término homicidio visibilizando un trasfondo no reconocido: la misoginia en la
muerte diaria de mujeres. Es un problema social, político, cultural y es un
problema de Estado, hoy en día aparecen frecuentes noticias en los diferentes
medios de comunicación y han tomado la atención de diversas instituciones de
defensa de los derechos de las mujeres en nuestro país. En el Perú, los estudios
sobre el concepto de feminicidio fueron iniciados por las organizaciones
feministas. Actualmente en el país se cuenta con estadísticas oficiales, que
evidencian la magnitud del problema.

En el feminicidio concurren en tiempo y espacio, daños contra mujeres realizados


por conocidos y desconocidos, por violentos, violadores y asesinos individuales y
grupales, ocasionales o profesionales, que conducen a la muerte cruel de algunas
de las víctimas. No todos los crímenes son concertados o realizados por asesinos
seriales: los hay seriales e individuales, algunos son cometidos por conocidos:
parejas, parientes, novios, esposos, acompañantes, familiares, visitas, colegas y
compañeros de trabajo; también son perpetrados por desconocidos y anónimos.
Sin embargo, todos tienen en común que las mujeres son usables, prescindibles,
maltratables y desechables. Y, desde luego, todos coinciden en su infinita crueldad
y son, de hecho, crímenes de odio contra las mujeres.

Nuestro país no es ajeno a los casos de feminicidio. En este sentido, estos últimos
años, se han reportado muchos casos de crímenes contra mujeres. Es decir, un
promedio mensual de ocho mujeres asesinadas. Ello evidencia que el feminicidio
se torna como un problema extremo e irreparable de violencia directa hacia las
mujeres, de igual manera como un problema social, económico, político, cultural y
5
también del Estado. El feminicidio se está posicionando como una categoría de
análisis que conduce a evidenciar la especificidad de los asesinatos a las mujeres
por razones de género. Dichos crímenes responden a un clima social de
discriminación y violencia contra la mujer, que se sostiene en una sociedad que
aún tolera el lenguaje violento hacia todo lo femenino y una cultura donde
históricamente se desarrollan prácticas sociales que atentan contra la libertad, la
salud, la integridad y finalmente contra la vida de las mujeres.

El feminicidio en el Perú se caracteriza por presentar un antecedente de violencia


familiar o violencia entre la pareja. Muchas de ellas acudieron en busca de apoyo
a diferentes instituciones del Estado, pero no recibieron respuesta adecuada,
rápida y eficaz a pesar de tener las potestades para actuar. Esto nos confirma que
el Estado aún no es capaz de proteger apropiadamente a las mujeres, ya que el
sistema judicial no responde con eficacia a sus demandas, exponiéndolas a las
represalias de sus agresores quienes luego provocan su muerte. Ello evidencia
también que el hogar identificado por muchas mujeres como seguro en realidad
no lo es, dado que éste es uno de los principales espacios donde las mujeres son
victimadas por sus agresores. Si bien el Estado peruano ha desarrollado normas y
estrategias para garantizar la atención y protección a las víctimas, éstas a su vez
presentan serias deficiencias y vacíos. En tal sentido, se debe hacer un análisis
para saber si el Estado está tratando los casos de feminicidio como materia
específica, para hacerlo visible y lograr sanciones efectivas para los agresores.

1.2. Formulación o planteamiento del problema.

1.2.1 Problema General.

¿Es eficaz las medidas que toman el Estado y la Sociedad civil frente a los casos
de feminicidio y la violencia de género en el Perú durante el 2009 - 2014?

1.2.1 Problemas específicos.

6
1. ¿Es eficaz la intervención del Estado frente a los casos de feminicidio y la
violencia de género en el Perú?

2. ¿Es eficaz la intervención de la Sociedad Civil frente a los casos de feminicidio


y la violencia de género en el Perú?

3. ¿Cuáles son las medidas que toman el Estado y la Sociedad civil frente a los
casos de feminicidio y la violencia de género en el Perú?

4. ¿Por qué es importante tener un registro estadístico amplio y que concretice


tanto cuantitativamente como cualitativamente los casos de feminicidio en el
Perú?

5. ¿Qué papel toma el entorno familiar frente a los casos de feminicidio y la


violencia de género en el Perú?

1.3. Justificación de la investigación.

Creemos que para el estudio del problema debemos tener en cuenta, las medidas
que adopta el Estado y la sociedad civil frente a este grave problema, y las causas
que ha traído al aumento de casos de violencia de género y feminicidios en el
Perú.

1.3.1 Justificación Práctica.

El crecimiento de casos de feminicidio y la violencia de género, hace sentir que se


debe tomar conciencia sobre este asunto. Ya que el feminicidio muestra el real
contexto de violencia y discriminación hacia la mujer; de este modo se convierte
en uno de los principales problemas sociales que tenemos que enfrentar, pues es
evidente que nuestra sociedad toleran la violencia basada en la discriminación de
género, aludiendo que las mujeres son usables, prescindibles, maltratables y
desechables. Es por ese motivo que se debe tomar medidas sobre estos casos
para evitar más violencia y muerte contra las mujeres.

1.3.2 Justificación Teórica.

El tema de investigación es relevante teóricamente desde una óptica estrictamente


procesal y más concretamente desde el punto de vista cual es la eficacia que tiene
este tema de investigación como el feminicidio y la violencia de género en el Perú
La idea de una actividad guiada por reglas o principios, doctrina y comparaciones
que podría permitir que el comportamiento sea correcto dotado de valores.

7
1.3.3 Justificación Metodológica.

Para lograr los objetivos de estudio, se acude al empleo de técnicas de


investigación como la observación, la encuesta, sus procedimientos y material de
consulta. Con ello se pretende conocer el grado de identificación que tiene el tema
de investigación, su motivación, procesos de control, etc. Así que los resultados de
la investigación se apoyan en técnicas de investigación, instrumentos y
cuestionario de investigación validas en el medio.

1.4. Limitaciones de la investigación.

A falta de la poca experiencia en el campo de la investigación jurídica, podemos


caer en error al momento de realizar la investigación, limita el uso correcto de las
teorías, categorías e hipótesis comprobadas, al igual que la utilización de técnicas
adecuadas al tema o hecho de investigación.

8
CAPÍTULO II

OBJETIVOS

2.1. Objetivo general.

Analizar las medidas tomadas por el Estado y la Sociedad Civil frente a los
casos de feminicidio y violencia de género en el Perú durante el 2009 - 2014.

2.2. Objetivos específicos.

1. Determinar la situación actual de la taza de feminicidios y violencia de


género.
2. Identificar la eficacia de las medidas adoptadas por el Estado y la Sociedad
Civil frente a los casos de feminicidio y violencia de género en el Perú.
3. Describir analizar y explicar las medidas preventivas que debe impartir las
autoridades locales y nacionales para aminorar los casos de feminicido y
violencia de género.
4. Demostrar la importancia de tener un registro estadístico amplio y que
concretice tanto cuantitativamente como cualitativamente los casos de
feminicidio en el Perú.
5. Identificar el papel que toma el entorno familiar frente a los casos de
feminicidio y la violencia contra la mujer.

CAPÍTULO III

9
MARCO TEORICO

3.1. Antecedentes investigativos.

3.1.1. Antecedentes internacionales.

Se ha encontrado una tesis de la Universidad Nacional de Santander (Colombia)


Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la Carrera De Derecho. Titulada:

"EL FEMINICIDIO Y LA VIOLENCIA DE GENERO EN LA PROVINCIA DE


OCAÑA, NORTE DE SANTANDER, ENTRE LOS AÑOS 2004 -2011: ANÁLISIS
SOCIAL DE LA COMUNIDAD Y LA NORMATIVIDAD IMPERANTE EN
COLOMBIA", realizada por Pacheco Arevalo, Beatriz Eugenia cuyas conclusiones
de la tesis es la siguiente:

"Después de llevar a cabo los análisis que se pretendían con este estudio, y
manejando como premisa principal si se le brinda a las mujeres
sobrevivientes de Feminicidio y víctimas de violencia en general las garantías
necesarias para acceder a la justicia sin el temor de ser violentadas de nuevo por
sus agresores. Evidenciamos que los esfuerzos que se han hecho en busca de
proteger los derechos de la mujer, no han sido suficientes para lograr acabar con
esta situación. Es sistema Penal Colombiano ha hecho varios cambios a lo largo
de la historia concluyendo el especial protección a las mujeres por su situación de
vulnerabilidad, el sentido de no querellable de la violencia intrafamiliar, que se ha
visto afectado por unas leyes, como lo fue la ley de Seguridad Ciudadana, pero de
nuevo se toma de oficio y no desistible con la ley 1542 de 2012. Se han
presentado avances tales como entenderse agotado el requisito de la conciliación
con el agresor con el simple hecho de que la mujer manifieste no querer conciliar
con la persona, aparte desconocido por muchos funcionarios, pero igualmente
incluidos en la legislación. Las medidas de seguridad en busca de protección, y la
carga probatoria por parte de la Fiscalía en delitos como la violencia verbal y
psicológica, quitándose a la mujer la necesidad de tener que probar los hechos
para que se den por ciertos.

10
Encontramos la importancia y avance que se han presentado a partir de las
diferentes expediciones de leyes que buscan la protección de la mujer en
Colombia, y la protección que se pretende dar a las mujeres víctimas del conflicto
armado, quienes han tenido que soportar una serie de violaciones de derechos
humanos y crímenes y actos de lesa humanidad. Planteamos el estudio de
OFICIO de la violencia contra las mujeres como un avance, al indicar que muchas
mujeres no denuncian a los agresores por miedo a que se les cause más daño, o
machas veces porque son amenazadas por ellos mismos, que si denuncian, se
tendrán que atener a las consecuencias, y por tanto se presencia el silencio en
estos casos. Pero teniendo un estudio de oficio, solo con indicios de violencia se
puede empezar a investigar, o porque los hombres sean atrapados en flagrancia
cometiendo el delito, o por denuncia de terceros, que son testigos de la situación y
piden se inicie investigación. Por tanto al investigarse de oficio, se da un paso
importante en la real protección de los derechos de las mujeres, y la garantía de
protección que debe brindar el estado.

Finalmente, a pesar de las políticas que ha tratado de tomar el Estado Colombiano


en busca de la erradicación de las formas de violencia en la mujer, no ha sido
suficiente pues vamos los múltiples caos que se siguen presentando y quedando
en la impunidad, haciendo que tan solo se cumpla una parte de las
recomendaciones que se han dado por parte de la Corte Latinoamericana de
Derechos Humanos con respecto a los casos que se han dado a conocer ante si
instancia, o a las recomendaciones anuales que se presentan por las comisiones"

El feminicidio en Latinoamérica.- En la mayoría de los países no existen


estadísticas sobre violencia machista, así que es difícil saber la evolución de este
drama social. Lo que sí han dejado claro las investigaciones de organizaciones
sociales es que las cifras son abrumadoras: una mujer asesinada cada 31 horas
en Argentina, 15 cada día en Brasil, 2.000 al año en México. Como también son
terribles la brutalidad de muchos casos: golpeada hasta la muerte, acuchillada,
degollada, troceada, torturada o violada; y el hecho de que las parejas, ex parejas
y familiares de las víctimas sean los culpables en la mayoría de los casos. Las

11
latinoamericanas han impuesto el término “feminicidio” para subrayar que se mata
a las mujeres sólo por el hecho de serlo; son crímenes en que hombres las matan
simplemente porque se creen superiores y con el derecho de decidir sobre sus
vidas. Ofrecemos aquí una panorámica de la situación del feminicidio en algunos
países de América Latina y las medidas que los Estados están tomando para
erradicarla.

a) Argentina.- Al grito de “Ni Una Menos”, la consiga que se viralizó en las


redes sociales, cientos de miles de personas se movilizaron el 3 de junio
pasado en ciudades de todo el país -y de los vecinos, como Chile y
Uruguay- para exigir el fin de la violencia machista. La convocatoria se
fraguó tras la muerte de Chiara, una adolescente embarazada que apareció
enterrada en el patio de la casa de su novio. Las mujeres argentinas han
dicho basta. Un grupo de periodistas convocó la marcha y realizó un listado
de víctimas de la violencia machista: en 48 horas documentaron 600
muertes, muchas de ellas olvidadas por el Estado, sobre todo en el caso de
prostitutas y transexuales.

Su principal reclamo es que el Estado cumpla su parte: que investigue,


documente, sancione, encarcele; las leyes, denuncian los colectivos
feministas, existen, pero no se cumplen o no lo hacen con la prontitud y
diligencia que se requiere: 300 mujeres al año mueren en Argntina por
violencia machista. El documento leído en la marcha Ni Una Menos incluyó
la implementación del Plan Nacional de Acción para la Prevención
Asistencia y erradicación de la violencia contra las mujeres que está en la
Ley 26.485 de protección integral a las mujeres víctimas de violencia.
”Pedimos que se cumpla integralmente, que haya monitoreo y presupuesto
para todo lo que se hace”, expresaron las manifestantes.

Ante todo, los grupos feministas que convocaron Ni Una Menos saben que,
como señala la periodista y activista Claudia Acuña, “lo importante
comienza el día siguiente a la marcha”, y supone reflexionar sobre los
modos en que se reproduce la violencia patriarcal en todas las esferas de la

12
vida. Como expresó la diputada porteña Gabriela Alegre, el hecho de que
las leyes no hayan puesto coto a la violencia machista prueba que “no
alcanza con la legislación ni con penalizar, sino que hay que afrontar un
cambio cultural y apuntar a la educación”.

b) Brasil.- El pasado marzo, la mandataria, Dilma Rousseff, firmó un proyecto


de ley que tipifica el feminicidio y que, entre otras cosas, impedirá que los
hombres declarados culpables de un asesinato machista puedan ser
liberados a través del pago de una fianza. Pese a los avances legales, la
situación para las mujeres en Brasil sigue siendo crítica: 15 mujeres mueren
cada día sólo por ser mujeres, según expresó la propia presidenta.
Rousseff subrayó además que la violencia machista atraviesa todas las
clases sociales.

En 2006, se sancionó la Ley Maria da Penha, que aumentaba el rigor de las


penas por agresiones machistas en el ambiente doméstico o familiar. El
nombre de la ley homenajeó a Maria da Penha Maia Fernandes, convertida
en emblema de la lucha contra la violencia machista después de que su
marido intentara asesinarla en dos ocasiones; uno de esos intentos la dejó
en silla de ruedas. Él fue condenado a ocho años de cárcel, pero terminó
cumpliendo apenas dos. Fue en aquel momento que los legisladores se
decidieron a sancionar una ley histórica, pues creaba un marco jurídico para
la prevención y punición de la violencia machista. Ese marco jurídico ha
avanzado con la tipificación del feminicidio.

Los colectivos de mujeres saben, sin embargo, que la batalla contra la


violencia patriarcal debe darse en lugares variopintos y cotidianos: por
ejemplo, en los últimos meses han ganado visibilidad los diversos tipos de
abuso y acoso sexual al que las mujeres se ven sometidas en el transporte
público. Una encuesta elaborada por la ONG Action Aid en cuatro estados
del país reveló que el 44% de las mujeres afirman haber sufrido acoso
sexual en el metro o el autobús.

13
c) México.- Las pocas estadísticas existentes contabilizan en torno a 2.000
feminicidios al año en el país. El Observatorio Ciudadano Nacional sobre
Feminicidio de México documentó 3.892 casos de mujeres asesinadas
entre 2012 y 2013; de ellos, sólo 613 fueron investigados como
feminicidios, puesto que en México el feminicidio no está tipificado en la
esfera nacional y, en los diferentes estados, a menudo se define con tipos
penales muy difíciles de acreditar. Por ejemplo, en el estado de México (no
confundir con la República mexicana) se tipificó el feminicidio en 2012, con
penas que llegan a la prisión vitalicia. Se considera un crimen como
violencia de género cuando esté asociado a la subordinación,
discriminación o explotación; cuando la víctima tuviese una relación
sentimental o de confianza con el victimario; o cuando el agresor hubiese
ejecutado conductas sexuales crueles o degradantes.

En la práctica, no es tan fácil delimitar qué es “cruel” o “degradante”, más si,


como denuncian los colectivos feministas, la mayoría de los jueces
pertenecen a una cultura patriarcal. En el caso de México, al contrario de
otros países, existen más casos de feminicidios perpetrados por hombres
que no conocían a sus víctimas, pero no por ello deja de tratarse de
feminicidios, esto es, se escoge a la víctima por su sexo. Lo ilustra el caso
tristemente célebre de Ciudad Juárez: más de 700 mujeres han muerto en
los últimos veinte años por la violencia machista. Se trata, la mayoría de las
veces, de jóvenes entre 15 y 25 años que, antes de ser asesinadas, son
torturadas y violadas.

d) Uruguay.- En lo que va de año se han contabilizado 20 feminicidios, en un


país de 3,2 millones de habitantes: en términos relativos, cuatro veces más
que en Chile, como apunta Mariela Mazzotti, directora del Instituto Nacional
de Mujeres (Inmujeres). El país registra una media de 68 denuncias diarias
por violencia doméstica, según datos del Ministerio del Interior. Los
colectivos feministas reclaman, entre otras cosas, que la legislación
reconozca la figura del feminicidio, y que se deje de tipificar la violencia

14
sexual como un “atentado violento al pudor”. La desprotección jurídica de
las mujeres podría acabar si se aprueba el proyecto de ley que está
preparando el Gobierno uruguayo, que tipificaría el delito del feminicidio.

En Uruguay como en el resto de los países latinoamericanos, uno de los


principales reclamos al Estado es la elaboración de estadísticas de
violencia machista. La falta de cifras oficiales dejan en el aire una pregunta:
¿han aumentado los feminicidios o lo que se ha incrementado es su
visibilidad?

3.1.2. Antecedentes nacionales.

El Feminicidio, caracterizado por ser un crimen de género, es realizado por


agresores cuya intención es dominar, ejercer control y negar la autoafirmación de
las mujeres como sujetas de derechos, a través del uso de la violencia. En el Perú,
los estudios sobre el tema fueron iniciados por las organizaciones feministas, las
conclusiones y datos de los mismos, fueron presentados de forma periódica a las
autoridades contribuyendo con ello a poner el tema en la agenda pública. Es en el
año 2009, que se empiezan a adoptar las primeras políticas públicas para
evidenciar y prevenir el feminicidio en el Perú.

Actualmente en el país se cuenta con estadísticas oficiales, que evidencian la


magnitud del problema. Según el Ministerio Público, entre el 2009 y 2010, se
registraron 283 Feminicidios; y entre enero y julio del 2011, se perpetraron 48.
Cerca del 70% de estos crímenes corresponden a feminicidio íntimo. Así mismo, el
Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables (MIMP), informa de forma
periódica los casos que se presentan y los resultados pueden observarse en el
siguiente cuadro:

15
16
III.1.3.- Antecedentes locales.

Madeleine Lazo Huarhua tenía apenas 20 años de edad cuando fue cruelmente
asesinada. Su cuerpo fue hallado semidesnudo y con signos de haber sido
torturado la mañana del 26 de febrero último. La noche anterior, la estudiante de
Derecho de la Universidad Andina del Cusco había asistido a una fiesta para
celebrar el cumpleaños de su enamorado Anthony Gabriel Unda Alarcón, de 23
años. Esa noche la pareja habría salido de la fiesta discutiendo. Lo que pasó de
ahí en adelante es materia de investigación.

El cuerpo inerte de la joven yacía en una canaleta de la Avenida de la Cultura a la


altura del distrito de San Sebastián. Para el Ministerio Público, Anthony es el
verdugo de Madeleine. Por eso pidió prisión preventiva para él y el Juzgado
admitió el pedido. Actualmente, Anthony purga condena en el penal de Quencoro
de Varones.

Este es solo un caso, el más trágico, de feminicidio o crimen contra una mujer en
Cusco. El Registro Nacional de Feminicidio, elaborado por el Ministerio de la Mujer
revela que en el 2011 se registraron 93 feminicidios y 66 tentativas a nivel
nacional. El 3% corresponde a la región Cusco; es decir, tres mujeres asesinadas
el año 2011. En el 2012 la cifra se ha duplicado, pues hay seis casos de
feminicidio en la región. Esta cifra solo representa el 20%, porque el 20% son
casos denominados invisibles, según la ONG Flora Tristán. Empero, ¿dónde se
encuentra el origen de los crímenes de mujeres? En la violencia familiar,
psicológica y sexual, opina Katya Zamalloa, responsable de la ONG Flora Tristán.
Los Centros de Emergencia de Mujer (CEM) de la región atendieron durante el
2011 un total de 3 mil 246 casos de violencia familiar o sexual . En lo que va del
año hay cerca de dos mil.

Esos datos se corroboran con los obtenidos por la Encuesta Demográfica y de


Salud Familiar (ENDES). En este estudio sale a relucir que en Cusco el 51.2% de
mujeres ha sufrido alguna forma de violencia física o sexual y el 75.6% padeció

17
situaciones de control o dominación. Eso demuestra la prevalencia de la violencia
y el inminente riesgo que ello implica para la vida y la salud de las mujeres.

Hasta hace poco el feminicidio era reconocido como el último escalón de una
cadena de violencia. Afortunadamente, hoy es un delito que se sanciona con
drasticidad.

Flora Tristán hizo un consolidado de los datos acerca de la violencia contra la


mujer. Destaca que las mujeres son víctimas de violencia física y sexual por parte
de sus esposos o compañeros. En general se trata de empujones, golpes,
patadas, ataques o amenazas con cuchillos, pistolas u otras armas. Además, son
obligadas a tener relaciones sexuales sin su consentimiento. Esto tiene alta
incidencia en mujeres entre 40 y 44 (43.6%) y de 45 a 49 años de edad (41.0%).
Afecta también a las divorciadas, separadas o viudas (58.1%), con educación
secundaria (42.6%). Otra forma de violencia física declarada por las mujeres es
que sus parejas suelen agredirlas abofeteándolas o retorciéndoles el brazo
(25.6%).

Cusco es una de las regiones que registra una de las más altas tasas de
incidencia de casos de feminicidio. Durante el periodo 2009 - 2014 se reportaron
32 asesinatos de mujeres y otros 34 casos de este ilícito, pero en grado de
tentativa. Según el reporte del Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables,
de enero a octubre del presente año, se registraron 3 casos de feminicidio y 7
tentativas. Asimismo, se denunciaron 3,759 casos de violencia familiar y sexual en
los Centros de Emergencia Mujer (CEM) de la Ciudad Imperial. Para reducir la
incidencia de casos, la ministra de la Mujer, Marcela Huaita Alegre, ayer en Cusco
lanzó la campaña nacional contra el feminicidio denominada “No te calles”. La
finalidad de este evento es que las víctimas y testigos denuncien estos casos,
para con ello frenar la violencia contra las mujeres que se da en el país.

“La idea es que no exista más silencio. Éste mata. Por eso la campaña se ha
denominado 'No te calles'. Si tú eres testigo de una situación de violencia, no
calles nunca más y denuncia el hecho", dijo Huaita Alegre. La ministra resaltó que

18
se ha regulado y tipificado penalmente el delito de feminicidio, que es la forma
más grave de violencia contra la mujer y que es sancionado hasta con cadena
perpetua. “En la actualidad se cuenta con una legislación para sancionar los casos
de feminicidio. También se ha normado diferentes formas de violencia, el
hostigamiento sexual en el trabajo, el asedio sexual callejero, la violencia sexual
que se ejerce contra las mujeres y niños”, resaltó. Mencionó que para disminuir
los casos de feminicidio, el Ministerio de la Mujer implementó Centros de
Emergencia Mujer (CEM), donde se brinda asistencia legal y social a las víctimas.
En la región Cusco se implementó a 17 CEM y se logró cubrir el 100% de
atenciones requeridas en las 13 provincias. “El feminicidio es el eslabón final de
una cadena de violencia que se ejerce contra las mujeres. El compromiso del
presidente Ollanta Humala fue tener un centro de emergencia en cada provincia
del país y se ha cumplido la meta”, afirmó la ministra. Durante el lanzamiento de la
campaña, Huaita Alegre sostuvo que el Perú está liderando la lucha contra la
violencia hacia la mujer. En una convención internacional realizada en Lima se ha
acordado plantear un proyecto de ley integral para prevenir, sancionar y erradicar
la muerte violenta de mujeres por razones de género. Finalmente, informó que en
los ultimos meses se ha trabajado con el Poder Judicial, Ministerio Público y la
Policía para desarrollar un protocolo de acción interinstitucional que les permita
reconocer el riesgo grave frente a situaciones de violencia en que se encuentra
una mujer y así disminuir las cifras alarmantes de feminicidios en el país.

3.2. Bases teóricas.

3.2.1. Conceptualización y contexto teórico del feminicidio.

Si bien la expresión feminicidio en Latinoamérica nace a partir de los violentos


asesinatos y desapariciones de mujeres que comienzan a ser denunciados desde
1993 en Ciudad Juárez, México, ya se venía gestando un escenario propicio para
la reflexión de esta problemática. En efecto, la incorporación del término femicide
1como nueva apreciación de análisis en los Estados Unidos en la década del

1 Woman Killing. New York. 1992. Fue desarrollado a principios de los noventa como una categoría teórica y política —para

19
noventa, tuvo una amplia difusión hacia otros países en los años siguientes,
encajando de manera favorable en el debate internacional que entonces se
desarrollaba sobre los derechos de las mujeres en el ámbito del derecho
internacional de los derechos humanos. (Toledo, 2009).

Según el análisis realizado por Segato (2006), las autoras del concepto inicial del
femicidio/feminicidio no sólo lograron integrar esta categoría en las discusiones
teóricas y políticas sobre la violencia contra la mujer, sino que intentaron con ello
—desenmascarar el patriarcado como una institución que se sustenta en el control
del cuerpo y la capacidad punitiva sobre las mujeres, y mostrar la dimensión
política de todos los asesinatos de mujeres que resultan de ese control... IB2

La investigadora agrega que —dentro de la teoría del feminicidio, el impulso de


odio con relación a la mujer se explicó como consecuencia de la infracción
femenina a las dos leyes del patriarcado: la norma del control o posesión sobre el
cuerpo femenino y la norma de la superioridad masculina3; es decir, en tanto la
mujer ejerce autonomía en el uso de su cuerpo o en la medida en que accede a
posiciones de autoridad o poder económico o político tradicionalmente ocupadas
por hombres, desafiando el delicado equilibrio asimétrico, desencadena
reacciones de odio contra ella, por lo que, según este enfoque, los crímenes del
patriarcado o feminicidios son, claramente, crímenes de poder.

La mayor parte de los estudios, e investigaciones realizados en diversos países


sobre el feminicidio han centrado su atención, exclusivamente, en aquellos
asesinatos contra mujeres cometidos en el plano íntimo o de pareja; no obstante,
entre la clasificación

Se entiende por feminicidio íntimo el asesinato cometido por un hombre con quien
la víctima tenía o tuvo una relación íntima, familiar, de convivencia o afín a esta.

denominar así los asesinatos de mujeres cometidos por razones de género o por el hecho de ser mujeres . En Toledo, P.
Tipificación del femicidio/feminicidio: Otra vía hacia el abandono de la neutralidad de género en el derecho penal frente a la
violencia contra las mujeres. Santiago de Chile, (s.f.), p. 3.

2
Segato, R. (2006).Qué es un feminicidio. Notas para un debate emergente,, p. 3

3 Ibídem, p. 4

20
En el caso del feminicidio no íntimo, el homicida no tenía ninguna relación íntima,
familiar, de convivencia o afín con la víctima. Frecuentemente, este tipo de
feminicidio involucra el ataque sexual de la víctima, por ello es denominado por
algunos estudios como femicidio sexual. Finalmente, el feminicidio por conexión se
refiere a los asesinatos de mujeres cometidos —en la línea de fuego I de un
hombre tratando de matar a otra mujer.

Este es el caso de mujeres parientes, niñas u otras mujeres que trataron de


intervenir en el ataque, pero que fueron víctimas de la acción del agresor.
(Carcedo y Sagot, 2002; e Instituto Interamericano de Derechos Humanos, 2008,
en Toledo, 2009).

En este sentido, las autoras ya citadas, así como otras, es el caso de Ana Leticia
Aguilar4, han coincidido en señalar que la construcción de los términos femicidio o
feminicidio obedece a la necesidad de diferenciar estos crímenes del concepto de
homicidio, acto que refiere los asesinatos que se cometen contra cualquier
persona.

Es decir, mientras se considera que homicidio es un término neutral, el feminicidio


logra evidenciar las características que subyacen a estos crímenes, donde las
mujeres que, de alguna manera, cuestionan las relaciones de poder que las
mantienen subordinadas a la dominación masculina, terminan siendo asesinadas.
(Defensoría del Pueblo, 2010)

En consecuencia, el concepto de feminicidio se ha utilizado para referir y, sobre


todo, hacer públicamente visibles los asesinatos de mujeres por el hecho de ser
tales en un contexto social y cultural que las ubica en posiciones, roles o funciones
subordinadas, escenario que favorece y las expone a múltiples formas de
violencia.

El alumbramiento del término feminicidio surge del concepto de genericidio,


utilizado por primera vez por la antropóloga norteamericana Mary Anne Warren en

4 Aguilar (s.f). Femicidio...la pena capital por ser mujer. En Defensoría del Pueblo (2010). Feminicidio en
el Perú: Estudio de expedientes judiciales, p. 37.

21
su obra pionera Gendercide: The Implications of Sex Selection (Genericidio: las
implicaciones de la selección por sexos), publicado en una fecha tan reciente
como 1985, y en la que la autora establece que, estadísticamente, las mujeres en
edad reproductiva tienen mayores probabilidades de ser mutiladas o asesinadas
por hombres que de fallecer por enfermedades, incluidos el cáncer y las
enfermedades infectocontagiosas, accidentes de tránsito y laborales y guerras
todas juntas sumadas. Esto provoca que, demográficamente, habiten el planeta
aproximadamente 200 millones menos de mujeres de las que deberían existir de
acuerdo a la tasa de natalidad y expectativa de vida promedio que detentan, ya
que, según estadísticas de la ONU, casi 3 millones de mujeres perecen cada año
como consecuencia de la violencia de género, entre cuyas manifestaciones más
típicas se encuentran:

• Aborto de los fetos de niñas basado en una selección deliberada.

• Infanticidio en los países en los que se prefiere a niños varones.

• Falta de comida y atención médica, que se desvía hacia los miembros


masculinos de la familia.

• Los llamados “asesinatos de honor” y las muertes de dote.

• Tráfico de mujeres.

• Violencia doméstica.

El término feminicidio propiamente dicho deriva de la castellanización del término


feminicide, que comenzó a utilizarse en el mundo angloparlante para describir las
muertes producto de la violencia de género contra las mujeres, luego de la
discusión que generó la obra de Warren, y fue utilizado por primera vez por la
antropóloga mexicana Marcela Lagarde, para describir el sistemático asesinato de
niñas y mujeres en Ciudad Juárez (Estado de Chihuahua) y Ciudad de Guatemala,
ya a principios de la década de 1990. Marcela Lagarde dice que el feminicidio es
“el genocidio contra mujeres y sucede cuando las condiciones históricas generan
prácticas sociales que permiten atentados contra la integridad, el desarrollo, la

22
salud, las libertades y la vida de las mujeres. El feminicidio se conforma por el
ambiente ideológico y social de machismo y misoginia, de violencia normalizada
contra las mujeres, por ausencias legales y de políticas de gobierno, lo que genera
una convivencia insegura para las mujeres, pone en riesgo la vida y favorece el
conjunto de crímenes que exigimos esclarecer.

3.2.2.- Concepto de feminicidio.

Esta acción, a la que denominamos “Feminicidio”, tiene una dimensión meramente


de poder jerárquico , patriarcal y potencialmente genocida por el hecho de que la
posición masculina sólo puede ser alcanzada y reproducirse como tal, ejerciendo
una o más dimensiones de formas de dominio entrelazadas: sexual, intelectual,
económica, política y bélica. El concepto de feminicidio, fue acuñando por J.
Radfort y D. Rusell en 1992, para definir aquellos crímenes que son perpetrados
contra las mujeres debido a las características misóginas en la cultura patriarcal.
Desde su comienzo, el concepto de feminicidio estuvo asociado estrechamente al
de misoginia que era la aversión u odio a la mujeres. En efecto, es su
manifestación extrema. Para Radford y Russell feticidio es una forma de violencia
sexual, se entiende como el uso del sexo por parte de los hombres para expresar
su deseo de poder, dominio y control, dando por sentado que la violencia sexual
se ejerce desde los hombres contra las mujeres y que su expresión máxima es el
asesinato de la mujer, con el cual se produce una estrategia de mantenimiento del
control patriarcal a costa de la vida de las mujeres. El concepto de feminicidio por
M. Lagar del cual para esta autora “... es una ínfima parte visible de la violencia
contra niñas y mujeres, sucede como culminación de una situación caracterizada
por la violación reiterada y sistemática de los derechos humanos de las
mujeres....” (Lagarde, 2005). Lagarde coincide con Russell y Radford en señalar
que esta opresión de la mujer es una manifestación sistemática del patriarcado. Al
introducir el concepto de feminicidio dentro del ámbito de los derechos humanos,
esta autora enfatiza el aspecto de la exclusión social y la impunidad. Por otro lado,
el feminicidio pasa a formar parte del discurso jurídico y de las políticas sociales,
que implican lo público y lo privado. Esto es, al producirse el feminicidio se está

23
cometiendo un delito más complejo que el mero asesinato, el cual inclúyela
exclusión social de la mujer en los ámbitos sexual, económico y político. Por ello
es necesario incorporar la propuesta de Carcedo y Sagot (2002)5, de reconocer la
relación de pareja, familiar y el ataque sexual como contextos de femicidio en
todas las sociedades a lo largo de la historia: “cada cultura y momento histórico
crean sus propios contextos de feminicidio”

Perspectiva que Celia Amoros ha desarrollado durante muchos años. Ella


considera que estos espacios, principalmente el de la pareja y la familia, aunque
formen parte de la intimidad o de lo privado, son espacios productores de violencia
feminicida, la cual se oculta detrás del rostro de la violencia familiar. Los conflictos
en muchos de estos “dulces hogares” y “familias felices” son reiteradamente
atribuidos a las mujeres, sea `porque ellas “provocan a los hombres”, son
“celosas” o por cualquier asignación de este tipo, que degrade la imagen y el
comportamiento femenino. Sabemos que estos conflictos entre las parejas y las
familias suelen ser dirimidos de forma violenta contra las mujeres, claro que con
sus matices, dependiendo del contexto cultural que se trate. Las amenazas,
agresiones, humillaciones, maltrato y golpes, entre otras formas violentas de
relación sexo-género instauradas por el patriarcado, están legitimadas y son la
norma para resolver los conflictos derivados de este sistema de relaciones. Estas
formas violentas de relación basadas en el sufrimiento humano y la muerte
violenta encubren el rostro de la misoginia y destructividad inculcada en los
hombres para mantener su poderío. Y finalmente, la construcción del término
feminicidio responde a la necesidad de diferenciar estos crímenes del concepto de
homicidio, el cual corresponde a los asesinatos que se cometen contra cualquier
persona. Es decir, mientras se considera que homicidio es un término neutral, el
feminicidio logra evidenciar las características que subyacen a estos crímenes,
donde las mujeres que, de alguna manera, cuestionan las relaciones de poder que
las mantienen subordinadas a la dominación masculina, terminan siendo
asesinadas.

5 Amorós Celia (1989) "Violencia contra las mujeres y pactos patriarcales", en Carmen Maqueira, y CristinaSánchez
(comps.), Violencia y sociedad patriarcal. Madrid, Ed. Pablo Iglesias, pp. 39-54

24
3.2.3.- Situación actual del feminicidio en el Perú y obligaciones del Estado.

Las denuncias e investigaciones sobre la violencia contra las mujeres en diversos


países del mundo han puesto en evidencia los diferentes tipos de agresión que en
el curso de las últimas décadas se han podido distinguir.

El Perú no es ajeno a esta realidad, los datos que se exponen seguidamente


corresponden al documento presentado en agosto de 2010 por el Ministerio de la
Mujer y Desarrollo Social6, que pone en evidencia lo siguiente:

• De acuerdo con la Encuesta Demográfica y de Salud Familiar (Endes)


correspondiente al periodo 2009, el 38,8% de las mujeres en edad fértil
alguna vez unidas en pareja han sido víctimas de violencia física por parte
de su esposo o cónyuge.

• El 21,9% de las mujeres alguna vez unidas en pareja fueron golpeadas con
puño o algún objeto contundente por parte de su esposo o cónyuge. El
15,4% argumenta haber sido pateada o arrastrada también por el cónyuge.

• El 3,6% manifiesta que las trataron de estrangular o quemar.

• El 1,5% de las mujeres señala que fueron atacadas con cuchillo o algún
otro tipo de arma por parte del cónyuge, mientras que el 2,3% sufrieron
amenazas de acuchillamiento, disparo de bala o algún otro tipo de agresión
grave.

• En cuanto a violencia sexual se refiere, el 8% de las mujeres fueron


obligadas a tener relaciones sexuales en contra de su voluntad en algún
momento de su vida conyugal.

• Como resultado de la violencia física, el 64,9% de las mujeres agredidas


resultaron con moretones y dolores, mientras que el 13,9% sufrieron
heridas o lesiones, huesos o dientes rotos o quemaduras.

6 Ministerio de la Mujer y Desarrollo Social - Mimdes. Programa Nacional contra la Violencia Familiar y Sexual.
(2010). El poder de los datos: Registro de feminicidio para enfrentar la violencia hacia la mujer en el Perú. p.
21

25
La violencia contra la mujer por razones de género representa un conflicto
estructural que afecta a todas las capas sociales en diversas partes del mundo;
además, los propios patrones culturales, religiosos y/o políticos se han encargado
de reforzarla y perpetuarla a lo largo de la historia.

Sobre los homicidios a mujeres, reconocidos como feminicidios, el citado informe


del Mimdes expone las siguientes cifras:

• En el año 2009 se registró un total de 139 casos de feminicidio a nivel


nacional.

• En tanto, de enero a julio de 2010 estos casos sumaron 66. Lima es la


región que presenta el mayor número de casos de feminicidio: 48 durante el
2009, lo que representa el 36,5% del total nacional.

• Los distritos del cono norte, este y sur son los de mayor incidencia, siendo
Comas y San Juan de Lurigancho los que presentan más casos.

• En el 49,8%o de los casos de feminicidio el agresor era la pareja actual de


la víctima, correspondiéndole el 14% al cónyuge, el 26% al conviviente, el
3%> a la pareja sexual y el 6% al enamorado o novio.

3.2.4.- Homicidios de mujeres en el Perú.

En base a la información recopilada en diarios de circulación local y nacional, se


creó una base de datos que nos permitiera visibilizar la evolución del feminicidio
en el Perú durante los últimos años Desde la teoría feminista se ha venido
construyendo los términos feminicidio/ femicidio7; los cuales aún se encuentran en
construcción y debate. Lo que se busca es superar el concepto de “homicidio”,
nombrando a los crímenes que atentan únicamente contra la vida de las mujeres,
y responden a condiciones permanentes de discriminación.

7 Tiene sus primeros antecedentes en el “Genericidio” creado por Mary Anne Warren en 1985 en
su libro: “Gendercide: The Implications of Sex Selección”. Luego, en el año de 1992 se acuña el
termino “Femicide” desde la teoría feminista por Diana Russel y Jill Radford en el texto: “Femicide:
The politics of the women killing”. Es a partir de aquí que empieza a nombrarse los asesinatos de
mujeres en condiciones de discriminación y violencia de género como Feminicidios/femicidio.

26
La correcta traducción del término “femicide” utilizada por Diana Russel y Jill
Bradford es “Femicidio” y nombra los crímenes de mujeres en condiciones
especiales de discriminación dejando de lado la acción u omisión del Estado. Sin
embargo, nuestro enfoque sitúa al Estado como un actor importante en el
problema. Por ello, considerando que el término Feminicidio contiene mayor carga
política, se ha optado por utilizar el mismo, describiéndolo como una nueva
categoría de estudio que pretende evidenciar el continuum de violencia que viven
las mujeres en las diferentes esferas de su vida, así como las causas sociales,
políticas y culturales que lo permiten. El feminicidio sería la expresión máxima de
la vigencia del patriarcado y la evidencia de un aparato estatal que no cumple con
sus compromisos para erradicar la violencia contra las mujeres.

a) Cifras Nacionales sobre Feminicidios.

Según el estudio realizado por el CMP Flora Tristan y Demus, durante el periodo
comprendido entre Enero del 2014 y Julio del 2015, han muerto por lo menos 403
mujeres. De ello se desprende que cada mes, más de 9 mujeres mueren víctimas
de la discriminación y la violencia basada en su género8.

b) Edad promedio de las víctimas.

El feminicidio puede presentarse en mujeres de diferentes edades. No obstante,


un dato a resaltar es que el 55% de victimas tenía entre 16 y 35 años al momento
de ser asesinada. Este rango de edad coincide con la edad reproductiva de la
mujer, así como con el periodo de vida en el que, con mayor frecuencia, se
empiezan a entablar, negociar y desarrollar relaciones afectivo – emocionales con
una pareja. Por otro lado, cerca del 14% de víctimas se encuentra en el rango de 0
a 15 años. Aunque no son la mayoría; bajo estas circunstancias su homicidio se

8Fuente: Base de datos sobre Feminicidios en el Perú. CMP Flora Tristan –Demus, 2007.
Elaboración propia.

27
relaciona con el rechazo por parte del padre, o con la utilización de la menor como
herramienta de venganza sobre la mujer9.

c) Relación entre la víctima y el agresor.

En los casos identificados, el 82% de agresores fueron personas conocidas y


cercanas al entorno social y afectivo de la víctima.

El 40% de las mujeres, fueron asesinadas por sus esposos, convivientes, o


parejas sentimentales como enamorados y novios; mientras que el 14% fue
víctima de un familiar, principalmente de su padre o hermanos. Esto quiere decir
que el 54% de mujeres fueron murieron víctimas del contexto de violencia familiar
o violencia de pareja.

Asimismo, el 10% de mujeres fueron víctimas de su ex pareja o ex esposo, siendo


el detonante principal del asesinato, la negativa a reiniciar la relación.

Por otro lado, en el 18% de casos, los homicidas eran parte de los entornos
laborales y amicales de las víctimas. Cabe resaltar que algunas de estas muertes
podrían llegar a relacionarse con el acoso sexual en los centros laborales y
educativos, conducta muy arraigada en nuestra sociedad10.

d) Ámbitos de la agresión.

Los enfoques tradicionales han construido los espacios familiares como lugares de
protección para las mujeres; sin embargo en contextos de violencia y
discriminación estos suelen convertirse en los más hostiles. Las cifras revelan que
en el 44% de casos las mujeres fueron asesinadas en sus propios hogares. No
obstante, el 36% de los crímenes ocurrieron en una zona desolada, o en la vía
pública. Frente a esta realidad, es necesario resaltar la importancia de involucrar
la violencia contra las mujeres como un eje fundamental en las políticas de
seguridad ciudadana.

9Base de datos sobre Feminicidios en el Perú. CMP Flora Tristan –Demus, 2007
10Según datos del CMP Flora Tristan, más del 60% de mujeres trabajadoras ha sufrido alguna vez
algún tipo de
chantaje sexual en sus centros laborales. Disponible en: Acoso Sexual: Una realidad silenciada.

28
Las otras cifras reportan, que el 6% de mujeres asesinadas fueron agredidas en el
domicilio de su agresor, hasta donde llegaron bajo engaños o algún tipo de
coacción. Con relación al acoso en los centros laborales, se resalta que 4% de
víctimas fueron asesinadas en su ambiente de trabajo. El 5% fueron asesinadas
en un hotel, lo que puede revelar una relación de connotación sexual, ya sea
voluntaria o forzada, entre la pareja. Finalmente un porcentaje del 4%
correspondiente a otros espacios; entre los cuales se han identificado: centros
educativos, fiestas o discotecas.11

e) Móviles del femicidio.

• En el 3 8% de los casos se atribuye como móvil del feminicidio o tentativa a


los celos, o cuando se presume que la víctima ha sido infiel. La expectativa
de fidelidad sentimental por parte de las personas agresoras se mantiene
aun cuando son ex parejas. La decisión de separarse constituye otro móvil
importante del asesinato.

• El 9,9% murieron o fueron atacadas cuando decidieron separarse de la


persona agresora.

• La violencia ocurre también en contextos en los que no ha existido ninguna


relación sentimental, pero sí una fijación de la parte agresora por entablarla;
por tal razón, el 6,4%) muere por haberse negado a ser pareja.

f) Modalidad del feminicidio.

• La modalidad más frecuente para atentar contra la vida de las mujeres en el


contexto de feminicidio es el acuchillamiento (34%), seguida por la de
golpes diversos (26%) y asfixia (26%). Los disparos de bala (15%) también
representan una cifra significativa.

g) Armas y medios utilizadas por los agresores y asesinar a la víctima.

11 Base de datos sobre Feminicidios en el Perú. CMP Flora Tristan –Demus, 2007

29
Según la información recabada, usualmente antes de morir, las víctimas
son golpeadas, drogadas, amenazadas e incluso torturadas7.De esta
manera, sus capacidades de defensa terminan siendo anuladas.

De acuerdo a la base de datos elaborada, en el 46.6% de casos las mujeres


fueron salvajemente golpeadas y asesinadas. En 25% de casos las víctimas
fueron engañadas o amenazas por los agresores y en 4% de los mismos,
las mujeres fueron drogadas. Otros medios, entre ellos el secuestro y el
envenenamiento, fueron utilizados para la realización de aproximadamente
9 % de asesinatos. Adicionalmente, muchas mujeres fueron tomadas por
sorpresa y asesinadas de manera intempestiva, ello generalmente en los
casos en los que se hizo uso de un arma de fuego.

En cuanto a las armas, objetos o medios utilizados por los asesinos, se


reportó que el 18.2% de las mujeres fueron asesinadas mediante el uso de
armas de fuego12, mientras que el 33.2% de agresores utilizó armas corto
punzantes u objetos contundentes con los cuales golpeó a la víctima hasta
causarle la muerte. Los objetos domésticos más utilizados en este tipo de
actos son cuchillo de cocina, el hacha, el martillo y/o palos.

Por otro lado, el 33% de victimas murió a causa de estrangulamiento o


asfixia; siendo los objetos más utilizados por los asesinos, prendas de vestir
como correas, corbatas, chompas, entre otros.

h) Situación de la persona agresora.

• El 39,9% de los agresores se encuentra detenido

• La fuga para evadir la justicia y el suicidio suelen ser elementos comunes


en estos crímenes. Así, el 23,2% de las personas agresoras están

12 Amnistía Internacional, Oxfam Internacional y la Red Internacional de Acción sobre las Armas
Pequeñas, en su Informe “El Efecto de las armas en la vida de las Mujeres” señala; que cuanto
mayor sea la presencia de armas el riesgo de muerte será mayor para las mujeres. En dos niveles:
un arma es un elemento simbólico de poder que resta posibilidades de que la víctima escape o
muestre resistencia; y además elimina las posibilidades de intervención de otro en defensa de la
agraviada; en segundo lugar, el poder destructivo de una bala resta posibilidades de recuperación
o de sobrevivencia.

30
prófugas. El 7,9% se han suicidado. Sólo el 1,5% han sido sentenciados (3
sentencias en un año).

i) Situación de la familia de la víctima.

• Por lo menos el 51% de las víctimas de feminicidio tenían, como mínimo, un


hijo. El 72% de las victimas sobrevivientes son madres.

A consecuencia del feminicidio quedaron 129 niños huérfanos en el país


durante el 2015. De otro lado, el Observatorio de Género en la Comisión
Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), de la Organización de
Naciones Unidas, entre otros mecanismos a favor de la igualdad y no
discriminación de género, brinda información sobre la prevalencia de las
muertes de mujeres en algunos países de América Latina y el Caribe. En
dicha información se identifica al Perú como el país en el que se ha
reportado un mayor número de mujeres asesinadas por sus parejas o ex
parejas íntimas en la región durante el año 2009. (Defensoría del Pueblo,
2010).

A continuación se transcribe algunas afirmaciones de los agresores luego


del crimen13.

• “era prostituta pero no le quise disparar”

• Yo la amaba, casualmente por eso no quería separarme. Anoche yo quería


volver a vivir con ella. Le dije que teníamos hijos jóvenes, pero ella decía
no"

• La maté porque se lo merecía, ella me traicionó...ella se hizo pareja de un


oficial de la policía”

• “Ella pagó con su vida y se lo merecía por resistirse”

• “Iba a tener un hijo de otro”

13Afirmaciones de los agresores en el momento de su detención, las cuales fueron extraídas de las
notas de prensa que reportaron los casos

31
• Yo la amaba pero a ella no le importó, sólo quería dejarme. Por eso horas
antes preparé una jeringa con insecticida para inyectárselo en el cuello”

• “le reclamé sus engaños y comenzamos a discutir. No sé qué pasó


después, fue como si el diablo se me metiera al cuerpo. Estoy arrepentido”

• “La enamorada de mi hermano me buscó y me dijo que mi esposa sostenía


un romance con él, encima me dijo que mi última hija en realidad no era mi
hija sino de mi hermano. Yo no pude soportar la traición por eso la maté”

• “Ella jugó con mis sentimientos, por eso cogí el arma y la maté. Estoy
arrepentido”

3.2.4.- Responsabilidad del Estado Peruano.

En el ámbito específico de los derechos de la mujer a una vida sin violencia se han
celebrado los siguientes acuerdos: (i) Convención para la Eliminación de Todas
las formas de Discriminación contra la Mujer (Cedaw); y (ii) Convención
Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra la Mujer,
Convención de Belém do Para. Este último constituye el único documento
vinculante que reconoce de manera expresa que la violencia contra la mujer
puede causar su muerte.

En dicho contexto, el Estado peruano como Estado parte de tales acuerdos se


encuentra sujeto a procurar el cumplimiento de los mismos. Entre las obligaciones
asumidas en la Convención de Belém do Para se distinguen las siguientes:

• Actuar con la debida diligencia.

• Adoptar medidas legislativas apropiadas.

• Establecer procedimientos legales justos y legales.

• Establecer mecanismos para la reparación de daños.

• Abstenerse de ejercer violencia.

32
En consecuencia, el Estado peruano tiene la responsabilidad de afrontar la
violencia contra la mujer, no sólo en correspondencia con los compromisos
suscritos internacionalmente, sino, sobre todo, por ser esta una problemática
social de consideración en nuestro país, y como tal — independientemente de la
celebración de acuerdos vinculantes— requiere de efectiva atención.

En esta orientación, el Estado peruano ha venido realizando acciones destinadas


a afrontar la violencia contra la familia y la mujer como política integral; sin
embargo, recién en los últimos años se empiezan a cristalizar algunas medidas
que reconocen y hacen visible una realidad que conlleva la expresión extrema de
la violencia contra la mujer.

Así, el Plan Nacional de Violencia contra la Mujer (2009-2015) establece como


meta para el 2009 la implementación de un registro de feminicidio; no obstante,
han sido dos los registros oficiales elaborados. Un primer Registro diferenciado de
homicidio de mujeres14, creado por el Ministerio Público en febrero de 2009; y un
segundo a cargo del Ministerio de la Mujer y Desarrollo Social, denominado
Registro de Víctimas de Feminicidio15.

Ambos documentos constituyen una base de información cualitativa y cuantitativa


de considerable valor sobre la violencia contra la mujer en el país, los cuales,
además, se convierten en instrumentos influyentes para la toma de decisiones
sobre la materia.

3.2.5. Violencia contra la mujer en la Región de Cusco

De acuerdo al reporte del Centro de Emergencia Mujer (CEM), en la región Cusco


el 90% de la violencia es contra las mujeres, mientras que el 10% es hacia el
varón. El CEM detalla además que de enero a la actualidad ha recibido un total de
743 casos, de los cuales 672 es contra las mujeres y 71 casos contra el sexo
masculino. Sobre el tipo de violencia atendido señala que 372 personas sufrieron
violencia psicológica y 348 violencia física. En tanto que 23 personas sufrieron

14 Resolución de la Fiscalía de la Nación N.° 216-2009-MP-FN


15 Resolución Ministerial N.° 110-2009-MINDES.

33
violencia sexual. El informe del Centro de Emergencia Mujer refiere además que
300 mujeres sufrieron violencia por parte de sus convivientes y 76 por sus ex
convivientes.

En la región de Cusco se reportó 3 mil 759 de violencia familiar y sexual y se


detectó que sólo el 27% de mujeres que viven situaciones de violencia hacen la
denuncia.

Asimismo en el Perú se contabiliza, hasta octubre de este año, 8 mujeres víctimas


de feminicidio y 16 tentativas. El 83% de las víctimas de feminicidio tenía o tuvo
una relación con su asesino y el 79% tenía al menos un hijo con él.

Cabe resaltar que cualquier persona puede hacer una denuncia sobre violencia;
asimismo se pide la utilización de la cámaras Gesell, para evitar revictimizar a las
agraviadas, debido a que en la actualizad las mujeres víctimas de violencia son
interrogadas una y otra vez.

3.3.- Bases legales.

La violencia contra la mujer es un problema que afecta a todo el mundo, y ello no


es de ahora, sino que siempre ha estado presente y muchas veces esta ha sido de
forma pública sin embargo ha sido reducida al ámbito privado o doméstico. Con el
avance y desarrollo del Derecho Internacional de los Derechos Humanos, y la
participación activa que han tenido los movimientos de mujeres así como de los
organismos internacionales se ha reconocido que la violencia contra la mujer es
una grave vulneración contra sus derechos humanos.

Dentro de este proceso, la Convención de Belém do Pará es uno de los


mecanismos legales más importante en materia de violencia contra la mujer ya
que reconoce expresamente el problema, así como impone obligaciones a los
estados partes.

En el artículo 7 de la Convención de Belém do Pará señala lo siguiente: “Los


estados Partes condenan todas las formas de violencia contra la mujer y
convienen en adoptar, por todos los medios apropiados y sin dilaciones, políticas

34
orientadas a prevenir, sancionar y erradicar dicha violencia (…)” y en su inciso c)
prescribe lo siguiente: “ incluir en su legislación interna normas penales, civiles y
administrativas, así como las de otra naturaleza que sean necesarias para
prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra la mujer y adoptar las medidas
administrativas que sea del caso.”

Asimismo es importante señalar que en la Recomendación N° 5 de MESECVI del


año 2008, se recomienda a los Estados: “Eliminar toda norma sobre el problema
de violencia contra las mujeres que sea genéricamente neutra. (…)” En este
contexto, de avance y desarrollo se encuentra el femicide, que en esencia trata
sobre lo violencia extrema contra las mujeres. Sin embargo dicho término al ser
castellanizada presenta una doble acepción que es femicidio y feminicidio, que a
simple vista pareciera contener lo mismo pero ello no es así.

En este artículo, hablaremos sobre las posturas encontradas sobre la


incorporación del delito de feminicidio, cómo nace dicho término, cuáles son las
definiciones de uno y otro término, el proceso de incorporación en Latinoamérica y
el caso peruano, a propósito de su regulación en el artículo 108-b y
determinaremos a qué acepción se acogió el legislador peruano al dictar la norma,
o si por el contrario, ha tomado las definiciones de una y de otra y como una
suerte de lex tertia generó una tercera.

3.3.1.- Femicidio, feminicidio: antecedentes y definiciones.

Pese a los cuestionamientos que tiene la regulación del delito de feminicidio, cabe
preguntarse cuál es la definición de este, si es igual o diferente del término
feminicidio y sobre todo cuál es la definición que recoge el código penal peruano
en su artículo 108-B. En primer lugar hay que señalar que el término feminicidio,
palabra castellanizada, proviene del neologismo femicide, el cual nació en el
ámbito académico anglosajón.

35
El término femicide apareció por primera vez en la literatura en A Satirical View of
London (Inglaterra, 1801) para denominar el asesinato de una mujer, como bien lo
señala Diana Russell16 .

En 1974 fue utilizado por la escritora americana Carol Orlok, para años más tarde,
en 1976, ser desarrollado por Diana Russel ante el Tribunal Internacional sobre
crímenes contra las mujeres, realizado en Bruselas.

El término femicide (femicidio) ha sido desarrollado, principalmente, desde


aproximaciones sociológicas y antropológicas. La primera persona que utilizó la
categoría femicide directamente relacionada a la violencia de género fue Diana
Russell expuesta ante el Tribunal Internacional de Crímenes contra mujeres. A
partir de ello su contenido y alcance ha variado. En 1990 en la revista Ms, a través
de un artículo intitulado Speaking the Unspeakable, que publicaron Diana Russel y
Jane Caputi dieron a conocer el término femicide, que lo califican como “es el
asesinato de mujeres realizado por hombres motivado por odio, desprecio, placer
o un sentido de propiedad de las mujeres”. En 1992 Diana Russell y Jill Radford
sintetizaron el término femicide como el “asesinato de mujeres cometido por
hombres”. La teoría del feminicidio, de la que forma parte el feminicidio, emergen
del bagaje teórico feminista. Sus representantes más significativas son Diana
Russell y Jill Radford, además de las investigaciones que realizaron Jane Caputi,
Deborah, Cameron y otras más que fueron recogidas en el libro Femicide: The
politics of woman killing en la que se recoge importantes datos y análisis detallado
de casos de feminicidio en diversos países como la India, Estados Unidos y
Canadá. En dicho libro también se recoge las cacerías de brujas en los siglos XVI
y XVII en Inglaterra, hasta nuestros días. La teoría señalada esboza los crímenes
cometidos contra niñas y mujeres en el seno del patriarcado y lo considera el
extremo de dominación de género contra las mujeres. También lo denominan

16 Russell, Diana E.H. (2005). “Definición de feminicidio y conceptos relacionados”, Feminicidio,


justicia y derecho, México, Comisión Especial para conocer y dar seguimiento a las investigaciones
relacionadas con los Feminicidios en la República Mexicana y a la Procuración de Justicia
Vinculada

36
como genocidio, otras como terrorismo de género. En esta teoría también se
incluyen subclasificaciones como feminicidio serial, feminicidio lésbico, etc.

Años más tarde la antropóloga Marcela Lagarde y De Los Ríos desarrollaría el


término femicide, que como bien explica su traducción es femicidio, sin embargo la
antropóloga lo traduce como feminicidio y así se ha difundido a lo largo de
América Latina y ha generado un amplio debate sobre el concepto. La antropóloga
Lagarde indica lo siguiente: “en castellano femicidio es una voz análoga a
homicidio y sólo significa homicidio de mujeres. Por eso, para diferenciarlo,
prefería la voz feminicidio y denominar así al conjunto de violaciones a los
derechos humanos de las mujeres que contienen los crímenes y las
desapariciones de mujeres y que, estos fuesen identificados como crímenes de
lesa humanidad”17 .

Marcela Lagarde, señala que el feminicidio es el genocidio contra mujeres y


sucede cuando las condiciones históricas generan prácticas sociales que permiten

atentados violentos contra la integridad, la salud, las libertades y la vida de niñas y


mujeres. Asimismo indica una serie de factores que inciden para el desarrollo del
feminicidio como son el silencio social, la idea de que hay problemas más
urgentes y la vergüenza y el enojo que no conminan a transformar las cosas sino a
disminuir el hecho y demostrar que no son tantas “las muertas” o aquí no ocurre lo
mismo que en Juárez, la India o Guatemala; la omisión, la negligencia y la
colusión parcial o total de autoridades encargadas de prevenir y erradicar estos
crímenes.

Sin embargo, lo más interesante de la teoría sobre feminicidio que hace la


antropóloga es que señala que el Estado es parte estructural del problema por su
signo patriarcal y por su preservación de dicho orden, en otras palabras sería un
crimen de Estado.

Lagarde De Los Ríos, Marcela. “Antropología, Feminismo y Política: Violencia Feminicida y


17

Derechos Humanos de las Mujeres.”

37
La antropóloga Marcela Lagarde y De Los Ríos, quien fuera diputada en México
(2003-2006), desarrolla el concepto de feminicidio en un contexto en el que se
cometieron homicidios de niñas y mujeres en Ciudad Juárez y en la que se
evidencia la violación de los derechos humanos de las mujeres, hecho que no solo
se dio en Juárez sino en gran parte del país de México, y que el Estado poco o
nado hizo para solucionar este problema.

El femicidio o feminicidio para los grupos de feministas representa un “continuum


de terror anti-femenino”, el mismo que incluye un sin número de abusos verbales y
físicos, como son los siguientes: violación, tortura, esclavitud sexual
(particularmente por prostitución), abuso sexual infantil incestuoso o extra familiar,
golpizas físicas y emocionales, acoso sexual (por teléfono, en las calles, en la
oficina, y en el aula), mutilación genital (clitoridectomías, escisión, infibulaciones),
operaciones ginecológicas innecesarias (histeroctomías), heterosexualidad
forzada, esterilización forzada, maternidad forzada (por la criminalización de la
contracepción y del aborto), psicocirugía, negación de comidas para mujeres en
algunas culturas, cirugía plástica y otras mutilaciones en nombre del
embellecimiento, siempre que estas formas de violencia hacia la mujer resultan en
muerte, se convierten en feminicidios18

3.3.2.- El proceso de incorporación del término femicidio en Latinoamérica.

El término femicide si bien es un neologismo nacido en el ámbito anglosajón, su


desarrollo se ha dado principalmente en Latinoamérica. Dicho término ha sido
abordado desde las ramas de la antropología y sociología por feministas como
Diana Russel, Jane Caputi o Marcela Lagarde para más tarde irradiar a
organismos internacionales como la Corte Interamericana de Derechos Humanos.
El problema surge cuando la teorización funciona en los ámbitos antropológicos o
sociológicos y la materialización en el derecho no tiene el impacto que se espera
en la lucha contra la violencia hacia la mujer. Pese a ello, la controversia gira
también sobre su acepción gramatical al momento de castellanizar la palabra

18 Garita Vilchez, Ana. (2012). “La regulación del delito de femicidio/feminicidio en América Latina y
el Caribe”. Panamá: Únete para poner fin a la violencia contra las mujeres.

38
femicide, de un lado femicidio y del otro feminicidio. Evidentemente ambos
términos no son iguales, ya que el primero se centra sobre el homicidio de mujeres
por razones de género, mientras que el segundo es mucho más complejo. Se
teoriza sobre, según Marcela Lagarde19 “al conjunto de violaciones a los derechos
humanos de las mujeres que contienen los crímenes y las desapariciones
forzadas de mujeres y que estos fuesen identificados como crímenes de lesa
humanidad. (…); para que se dé el feminicidio concurren, de manera criminal, el
silencio, la omisión, la negligencia y la colusión parcial o total de las autoridades
encargadas de prevenir y erradicar estos crímenes”. A pesar del contenido
ambivalente20 que involucra cada uno de ellos, en Latinoamérica, se ha esparcido
de manera muy diversa, o algunos, ajustándolo a su realidad. Salvo raras
excepciones, las regulaciones legales no se refieren a la responsabilidad del
Estado en caso de investigaciones defectuosas, ni contemplan la responsabilidad
de los funcionarios que favorecen la desidia o negligencia de las administraciones
públicas en la persecución de estos crímenes.

Países como Chile, Costa Rica, Guatemala y Nicaragua lo han denominado


femicidio mientras que países como El Salvador, México y Perú lo llaman
Feminicidio. Otra característica dentro del proceso de incorporación a sus
respectivos dispositivos legales de carácter penal es que o se había insertado
dentro de otras figuras penales como el parricidio, o sencillamente aparecía la
descripción pero de forma simbólica, demostrando que no se quería abandonar las
tradicionales normas genéricas a específicas. Es importante señalar también que
cuando se ha incorporado el femicidio o feminicidio a la legislación de los
respectivos países, en muchos de ellos, se les ha reducido exclusivamente al de
índole intrafamiliar, olvidando que existen otros tipos de feminicidio como son los
de no íntimo, por conexión o cometidos por el propio estado.

19Lagarde y De Los Ríos, Marcela. “Antropología, feminismo y política: Violencia feminicida y


derechos humanos de las mujeres”. En “Retos teóricos y nuevas prácticas”. pp.209-238.
20 Toledo Vásquez, Patsilí. (2014). “Femicidio/Feminicidio”. Buenos Aires-Argentina: Ediciones

Didot.

39
3.3.3.- El caso peruano.

Después de la última modificación de la ley 29819, se promulgó la ley 30068 con


fecha 18 de julio de 2013 en la que se prescribe lo siguiente: Artículo 108°-B.-
Feminicidio Será reprimido con pena privativa de libertad no menor de quince años
el que mata a una mujer por su condición de tal, en cualquiera de los siguientes
contextos: 1. Violencia familiar; 2. Coacción, hostigamiento o acoso sexual; 3.
Abuso de poder, confianza o de cualquier otra posición o relación que le confiera
autoridad al agente; 4. Cualquier forma de discriminación contra la mujer,
independientemente de que exista o haya existido una relación conyugal o de
convivencia con el agente. La pena privativa de libertad será no menor de
veinticinco años, cuando concurra cualquiera de las siguientes circunstancias
agravantes:

1. Si la víctima era menor de edad;

2. Si la víctima se encontraba en estado de gestación;

3. Si la víctima se encontraba bajo cuidado o responsabilidad del agente;

4. Si la víctima fue sometida previamente a violación sexual o actos de mutilación;

5. Si al momento de cometerse el delito, la víctima padeciera cualquier tipo de


discapacidad;

6. Si la víctima fue sometida para fines de trata de personas;

7. Cuando hubiera concurrido cualquiera de las circunstancias agravantes


establecidas en el artículo 108. La pena será de cadena perpetua cuando
concurran dos o más circunstancias. Como se aprecia en la citada norma, la
mayoría de sus incisos hace alusión a un feminicidio de tipo íntimo, no se habla
por ejemplo de la responsabilidad del estado, por la falta de diligencia en la
investigación o por la omisión, la negligencia y la colusión parcial o total de
autoridades encargadas de prevenir y erradicar estos hechos de violencia contra
la mujer. La crítica que se puede hacer a la citada norma es que al señalar “el que

40
mata a una mujer por su condición de tal”, surge la interrogante ¿qué quiere decir
el legislador con ello? ¿se refiere al aspecto biológico o al aspecto de género? Por
ello cuando se está ante el delito el operador jurídico no puede determinar con
exactitud si es feminicidio, homicidio, homicidio calificado o parricidio, la línea es
muy delgada. Por tanto, el artículo 108-B regulado en el código penal peruano, no
se acoge en estricto al femicidio o feminicidio, esbozado por las teóricas Diana
Russell o Marcela Lagarde o lo señalado por la Corte Interamericana de Derechos
Humanos.

3.4.- Definición de términos básicos.

 Delito.- El acto típicamente antijurídico culpable sometido a veces a


condiciones objetivas de penalidad, imputable a un hombre y sometido a
una sanción penal.
 Conducta.- Inodalidad que tiene una persona para comportarse en
diversos ámbitos de su vida. Esto quiere decir que el término puede
emplearse como sinónimo de comportamiento, ya que se refiere a las
acciones que desarrolla un sujeto frente a los estímulos que recibe y a los
vínculos que establece con su entorno.
 Violencia.- Uso de la fuerza para conseguir un fin, especialmente para
dominar a alguien o imponer algo.
 Feminicidio.- Asesinato de mujeres por razón de su sexo, lo que trae
aparejado un agravante al delito de homicidio simple.
 Mujer.- Vinculado a persona del sexo femenino que ya ha llegado a la
pubertad o a la edad adulta.
 Discriminación.- Trato diferente y perjudicial que se da a una persona por
motivos de raza, sexo, ideas políticas, religión, etc.
 Maltrato.- Comportamiento violento que causa daño físico o moral.
 Igualdad.- las personas tienen los mismos derechos y las mismas
oportunidades en un determinado aspecto o a nivel general. Ta igualdad de
sexo o igualdad de género hace referencia a estandarizar las oportunidades

41
existentes de modo tal que puedan repartirse de manera justa entre
hombres y mujeres.
 Garantía.- Una garantía es un negocio jurídico mediante el cual se
pretende dotar de una mayor seguridad al cumplimiento de una obligación o
pago de una deuda. Las garantías son muy importantes para los
consumidores.

42
CAPÍTULO IV

HIPOTESIS Y VARIABLES.

4.1.- HIPÓTESIS.

a) Hipótesis general.

Tanto la violencia contra la mujer y el femenicidio ha aumentado en estos últimos


años, por los motivos de bajo nivel económico, celos y machismo, el estado el que
está obligado a poner las medidas necesarias para la protección de los derechos
de todas estas mujeres, el estado está incumpliendo con esa obligación al no
esclarecer los crímenes y no darles la prioridad necesaria.

b) Hipótesis específicas.

1. En la medida que se establecen una mayor cantidad de políticas, leyes,


mecanismos, procesos e instancias que permitan prevenir, sancionar y
erradicar la violencia contra las mujeres, mayor posibilidad tendrá el Estado
Peruano de proteger los Derechos fundamentales de estas Mujeres e incidir
directamente en la reducción de los feminicidios.

2. Por el contexto económico muchas mujeres trabajan para mantener el


hogar. Esta independencia económica unida a los cambios culturales y
otros factores, genera un desajuste estructural que puede ocasionar
conflicto entre ambas partes, materializándose en violencia contra la mujer.

3. No todos hombres que han experimentado celos, infidelidad o abandono


por parte de sus parejas femeninas terminan asesinándolas, pero al parecer
los hombres que han cometido feminicidio han sufrido de celos, infidelidad o
abandono por parte de ellas.

4. Perder el sustento económico de su familia reprime a la mujer y la obliga a


aguantar el maltrato.

43
5. Son las mujeres dependientes de sus parejas, quienes sufren más de
maltrato y violencia física y psicológica por parte de sus parejas y a raíz de
esto no hacen las denuncias correspondientes por temor a que sus hijos
crezcan sin la figura paterna que representa su pareja.

4.2.- VARIABLES E INDICADORES.

4.2.1.- Variable dependiente e independiente.

a) Variable Independiente:

• El feminicidio y la violencia contra la mujer.

Indicadores:

• El feminicidio: estipulado en la ley.

• Violencia contra la mujer: considerado también como violencia doméstica, y


como violencia familiar.

b) Variable Dependiente:

• El rol que cumple el estado.

Indicadores:

• Conducta del estado frente al problema.

• Medios por el cual el estado actúa frente al problema.

44
CAPÍTULO V

METODOLOGIA DE INVESTIGACIÓN

5.1.-TIPO DE INVESTIGACIÓN.

Los tipos de investigación utilizados en el presente trabajo serán los siguientes:

• Investigación cuantitativa.- A través de ello queremos logra que el problema


de investigación se pueda analizar las variables de forma numérica para
estudiarlas y contribuir a la solución del problema, dicha información podemos
obtenerlas mediante las comisarias policiales y las estadísticas; para probar las
hipótesis a través de la medición mecánica y analítica.

• Investigación cualitativa.- Lo que nos permitirá determinar la cantidad de


casos de feminicidio y violencia contra la mujer en el Perú; para probar la
hipótesis sin medición y así poder realizar un cuadro estadístico.

5.2.- DISEÑO DE INVESTIGACIÓN.

Para el desarrollo del presente trabajo de investigación, el utilizado fue el


descriptivo porque nos permite obtener la información acerca del estado actual de
un fenómeno, hecho o situación, describiendo sus características específicas. Así
como también fue correlacional porque determino el grado de relación que existe
entre las variables, considerando el antecedente de violencia y la actitud violenta
contra las mujeres, y de corte transversal porque se estudian las variables
simultáneamente en un determinado momento.

Diseño experimental.

En la variable independiente y dependiente.

En donde se podrán manipular de manera deliberada las variables para analizar


las causas y efectos del Feminicidio y la Violencia contra la mujer en el Perú.

45
5.3.- NIVEL DE INVESTIGACIÓN.

El nivel de investigación que se logró alcanzar con la realización del presente


Trabajo de Investigación es el nivel Pre teorético, por cuanto quedará demostrado
que se dio un crecimiento en los casos de feminicidio y la violencia de género en
el Perú.

5.4.- POBLACIÓN Y MUESTRA.

a) Población

La población para el presente trabajo viene a constituir todos los ciudadanos del
Perú, siendo una población infinita es decir de número desconocido.

b) Muestra

Ante la imposibilidad de estudiar el conjunto en su totalidad, se seleccionara un


subconjunto el cual se denominara muestra, lo cual consiste en seleccionar una
parte proporcional y representativa de una población que se desea estudiar, de tal
manera que los resultados de la parte puedan ser aplicados al total. Para
determinar el tamaño muestral se usó la fórmula de población infinita:

n = Muestra

Z = Nivel de confianza (1.96)

p = Aciertos (0.5)

q = No aciertos (0.5)

46
E = Error (10% = 0.1)

De donde se obtiene que el tamaño muestral es:

n = 96

La unidad de análisis fue constituido por las personas residentes en la provincia de


cusco.

5.6.- TÉCNICAS DE INVESTIGACIÓN.

Son las diversas técnicas que se empleara en el presente proyecto con respecto al
Feminicidio y la Violencia contra la mujer:

• Observación.- la que nos permitirá guiarnos en desarrollo del mismo.

• Entrevista.- se podrá entrevistar a mujeres quienes sufrieron en algún


momento maltrato o violencia, así como jóvenes, adolescentes y padres que
tomaron conocimiento sobre este tema.

• Encuesta.- La encuesta es una técnica destinada a obtener datos de varias


personas cuyas opiniones impersonales interesan al investigador. Los cuales se
elaboraron por los autores a partir de estudios previos, siendo las preguntas
realizadas, las preguntas de tipo cerradas, con algunas excepciones donde se
incrementaba una respuesta abierta dependiendo a la respuesta seleccionada
por el encuestado.

5.7.- Análisis de datos.

El procesamiento de la información se realizó inicialmente a través de una matriz


de análisis cualitativa. El empleo de esta matriz facilitó el análisis descriptivo y el
esbozo de conclusiones preliminares para cada variable de análisis, los cuales
fueron representados mediante gráficos estadísticos.}

5.8.- MATRIZ DE CONSISTENCIA.

47
48
CAPÍTULO VI

ASPECTOS ADMINISTRATIVOS

6.1. CRONOGRAMA.

ABRIL MAYO JUNIO JULIO


TIEMPO

ETAPA

FORMULACIÓN Y X
PLANTEAMIENTO DEL
PROBLEMA

RECOPILACIÓN DE X
INFORMACIÓN

ANÁLISIS Y X X
TRATAMIENTO DE
INFORMACIÓN

REALIZACIÓN DEL X
MARCO TEÓRICO

APLICACIÓN DE X
ENCUESTAS

TABULACIÓN DE LOS X
DATOS DE LAS
ENCUESTAS

49
6.2. RECURSOS HUMANOS

- Asesoría metodológica a cargo del Dr. Anselmo Díaz Silva.

- Digitación a cargo de los estudiantes autores de la presente tesis.

- Srta. Lizeth Hiosae Peralta Salas encargada de la traducción del Resumen


de la tesis.

6.3. RECURSOS MATERIALES

- Material de escritorio.

- Material bibliográfico.

- Internet.

- Computadora e impresora.

- Otros.

6.4. PRESUPUESTO Y FINANCIAMIENTO

N° CONCEPTO MONTO (S/.)

1 Asesor de tesis. 2500.00

2 Traducción 50.00

3 Material de escritorio 250.00

4 Material Bibliográfico 200.00

5 Internet 60.00

6 Computadora e Impresora 100.00

7 Otros 40.00

50
TOTAL 3200.00

ANÁLISIS DE RESULTADOS.

51
BIBLIOGRAFIA

52
ANEXOS.

ENCUESTA – FEMINICIDIO.

1.- ¿Conoce a personas que hayan atentado contra la vida de las mujeres?

a) Si conozco.
b) No a nadie.
c) Quizás, pero no recuerdo.
d) Otros…………………………………………………
2.- ¿Cuál crees que sea la causa para que ocurra el feminicidio en nuestra
sociedad?

a) El alcoholismo.
b) La drogadicción.
c) la falta de trabajo.
d) Otros…………………………………………………
3.- ¿En qué edad creen que hay mayor posibilidad para que una mujer sufra un
feminicidio?

a) De 18 a 20
b) De 21 a 30
c) De 31 a 40
d) De 41 a más
4.- Si conocieras un caso de violencia contra la mujer. ¿Denunciarías el hecho?

Sí ( ) No ( )

¿Por qué?..................................................................................................................

5.- ¿Crees que el estado debe dar penas más severas para sancionar el
feminicidio?

Sí ( ) No ( )

¿Por qué?...................................................................................................................

6.- ¿Qué tan grave considera el problema de feminicidio?

53
a) Muy grave.
b) Leve.
c) Mínimo.

54
INDICE.

PRESENTACIÓN
INTRODUCCIÓN
CAPITULO I
PROBLEMA DE INVESTIGACIÓN.
1.1.- Descripción de la situación problemática.
1.2.- Formulación o planteamiento del problema.
1.2.1.-Problema general.
1.2.3.- Problemas específicos.
1.3.- Justificación de la investigación.
1.3.1.- Justificación práctica.
1.3.2.-Justificación teórica.
1.3.3.- Justificación metodológica.
1.4.- Limitaciones de la investigación.

CAPITULO II
OBJETIVOS
2.2.- Objetivo General
2.2.- Objetivos específicos.

CAPITULO III
MARCO TEORICO.
3.1.- Antecedentes investigativos.
3.1.1.- Antecedentes internacionales
3.1.2.- Antecedentes nacionales.
3.1.3.- Antecedentes locales.
3.2.- Bases teóricas.
3.3.- Bases legales.
3.4.- Definición de términos básicos.

55
CAPITULO IV
HIPOTESIS Y VARIABLES.
4.1.- Hipótesis.
4.1.1.- Hipótesis general.
4.1.2.- Hipótesis específica.
4.2.- Variables e indicadores.

CAPITULO V
METODOLOGIA DE INVESTIGACIÓN.
5.1.- Diseño de la investigación.
5.2.- Tipo de investigación.
5.3.- nivel de investigación.
5.4.- Población y muestra.
5.5.- Métodos.
5.6.- Técnicas.
5.7.- Matriz de consistencia.

CAÍTULO VI
ASPECTOS ADMINISTRATIVOS.
6.1.- Cronograma de actividades.
6.2.- Recursos humanos.
6.3.- Recursos materiales (Bienes y servicios).
6.4.- Presupuesto y financiamiento.

CAPITULO VII
RESULTADOS.

Bibliografía

Anexos

56

También podría gustarte