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Colegio educreatividad maternal pio pio

Trabajo de investigación

Estudiante

Diana Fernández Guzmán

Asignatura

Formación humana

Maestro/a

Rosaura Cornelio
La violencia de género ha sido y sigue siendo una de las manifestaciones
más claras de la desigualdad, subordinación y de las relaciones de poder
de los hombres sobre las mujeres. Este tipo de violencia se basa y se
ejerce por la diferencia subjetiva entre los sexos. En pocas palabras, las
mujeres sufren violencia por el mero hecho de ser mujeres, y las víctimas
son mujeres de cualquier estrato social, nivel educativo, cultural o
económico. La violencia de género es aquella que se ejerce sobre las
mujeres por parte de quienes estén o hayan estado ligados a ellas por
relaciones de afectividad (parejas o ex-parejas). El objetivo del agresor es
producir daño y conseguir el control sobre la mujer, por lo que se produce
de manera continuada en el tiempo y sistemática en la forma, como parte
de una misma estrategia.
Se entiende por violencia de género cualquier acto violento o agresión,
basados en una situación de desigualdad en el marco de un sistema de
relaciones de dominación de los hombres sobre las mujeres que tenga o pueda
tener como consecuencia un daño físico, sexual o psicológico, incluidas las
amenazas de tales actos y la coacción o privación arbitraria de la libertad, tanto
si ocurren en el ámbito público como en la vida familiar o personal. (Ley
11/2007, del 27 de julio, gallega para la prevención y el tratamiento integral de
la violencia de género).

El concepto "violencia de género" da nombre a un problema, que incluso hace


poco, formaba parte de la vida personal de las personas; era considerado un
asunto de familia que no debía trascender de puertas para fuera y, por lo tanto, en
el que no se debía intervenir. Entender la violencia como un asunto personal
refuerza a las mujeres a una situación de subordinación respeto del hombre e
implica asumir las relaciones de poder históricamente desiguales entre ambos y a
través de las cuales se legitima al hombre a mantener su status-quo de la
dominación incluso a través de la violencia. Esta percepción contribuye a que las
mujeres no denuncien su situación por miedo, vergüenza o culpabilidad.

La discriminación de las mujeres y la violencia de género (como la


manifestación más brutal de las desigualdades entre hombres y mujeres) es
un problema que traspasa fronteras y que está presente en la mayor parte de
los países del mundo con la particularidad de que las vivencias del maltrato
son enormemente parecidas en todos los lugares y culturas.
Violencia física
Incluye cualquier acto de fuerza contra el cuerpo de la mujer, con resultado o
riesgo de producir lesión física o daño: golpes, quemaduras, pellizcos, tirones
de pelo, picadas, empujones, lanzamiento de objetos, uso de armas, intentos
de estrangulamiento, intentos de asesinato, intentos de provocar abortos...

El maltrato físico es el más evidente y el más fácil de demostrar; aun así, no es


preciso que se requiera atención médica o que tenga efectos visibles en el
cuerpo. Es muy probable que empiece con un simple golpe o bofetada.

Violencia psicológica
Incluye toda conducta, verbal o no verbal, que produzca en la mujer
desvalorización o sufrimiento: insultos (expresiones como: estás loca, eres una
histérica, ignorante, atrasada, fea); menosprecios (expresiones como: no sirves
para nada, no eres capaz de hacer nada bien, mala madre, si no fuera por mí
donde irías?..); intimidaciones / amenazas (expresiones como: te voy a matar,
vete/vete de la casa, te voy a quitar los/las niños/niñas, te voy a hundir..)

Violencia sexual y abusos sexuales


Incluyen cualquier acto de naturaleza sexual forzada por el agresor o no
consentida por la mujer, y que abarcan la imposición, mediante la fuerza o
con intimidación, de relaciones sexuales no consentidas, y el abuso sexual,
con independencia de que el agresor guarde o no relación conjugal, de
pareja, afectiva o de parentesco con la víctima

Violencia económica Incluye la privación intencionada, y no justifi cada


legalmente, de recursos para el bienestar físico o psicológico de la mujer y de
sus hijas e hijos o la discriminación en la disposición de los recursos
compartidos en el ámbito de la pareja. No deja que controle los recursos de la
economía familiar, limita el dinero, entrega cantidades insuficientes para el
mantenimiento de la familia, la culpa de no saber administrar bien el dinero,
impide que trabaje para que no tenga independencia económica..
Existen diversos tipos de causas que originan la violencia de género. Conviene
conocerlas para poder combatir contra ellas.

Entre esas causas están las culturales, muchas sociedades ven a la mujer como
un instrumento, como inferiores. Pero también puede ocurrir que algunas
mujeres influenciadas por una cultura de odio hacia los hombres, ejerzan
violencia contra ellos.

De igual forma los prejuicios culturales hacia gays, lesbianas,


transexuales, entre otros, pueden generar violencia contra ellos.

También están las causas micro-culturales específicas, que son la educación


que se recibe respecto a los géneros, y lo que transmite los medios sociales y
el mensaje que comunican respecto a hombres, mujeres, o personas con una
orientación sexual diferente.

Las causas legales, que tienen que ver con el tratamiento legal que se le da
a la violencia de género.

Si no hay penalización significativa, y si las autoridades no se comprometen


con aplicar justicia al respecto, se propaga más la violencia de género.

De igual forma existen los factores idiosincráticos específicos permanentes,


son causas como antecedentes familiares, la personalidad del maltratador o
maltratadora y su historia.

Algunos patrones conductuales están relacionados a la conducta de otros


familiares, y al criterio respecto a lo que es aceptable y no en cuanto a la
relación con personas de un género distinto.

Por otra parte, también están los factores idiosincráticos específicos


temporales, que tiene que ver con el estrés, miedo y situaciones específicas
que no son permanentes.

Entre esos factores pueden ser adicciones como el alcoholismo, las drogas,
e incluso celos patológicos, entre otros.
Aún con los avances legislativos en el reconocimiento de los
derechos de las mujeres en los últimos años en el ámbito federal
como en lo local, principalmente con publicación de la Ley General
de Acceso a las Mujeres a una Vida Libre de Violencia, se mantiene
la discriminación y violencia en su contra, poniendo en riesgo su
integridad y su vida. Por ello, es imperativo armonizar las
legislaciones estatales acorde con los más altos estándares en la
materia y asegurar su correcta implementación.
Siguen existiendo graves deficiencias en el diseño e
implementación de políticas públicas para asegurar una vida libre
de violencia para las mujeres mexicanas. Las instituciones
administrativas y judiciales que atienden a las mujeres deben de
comprometerse con procesos adecuados, eficaces y libres de
prejuicios, con la voluntad y la capacidad de brindarles protección.
De igual manera, se deben construir los mecanismos de
transparencia y rendición de cuenta adecuados para la evaluación y
seguimiento de las medidas adoptadas.
La situación de violencia estructural contra las mujeres se ha
agudizado, negando a las mujeres el acceso a la justicia y la
protección judicial, así como las garantías de no repetición que
puedan frenar la violencia en su contra y una reparación del daño
con perspectiva de derechos humanos y género, para ellas y sus
familias. Es imperativo que se generen procesos que eviten la
aplicación discrecional de la justicia por quienes la administran y
procuran, fortaleciendo procesos de investigación eficaces e
impidiendo la impunidad. Los delitos y violaciones a los derechos
humanos contra las mujeres deben de ser investigados con
perspectiva de género, de infancia, de diversidad sexual y de
derechos humanos.

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