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Denuncias por violencia de género

Es importante partir del tema sobre el que nos basaremos para desarrollar dicha investigación el
cual es “violencia”. ¿Qué es la violencia? según el portal DEFINICIÓN, la violencia es la
cualidad de violento o la acción y efecto de violentar o violentarse. Lo violento, por su parte, es
aquello que está fuera de su natural estado, situación o modo; que se ejecuta con fuerza, ímpetu o
brusquedad; o qué se hace contra el gusto o la voluntad de uno mismo. Esta investigación será
específicamente de la “violencia de género”. La violencia de género es la que se ejerce por su
condición de ser mujer, y es mayormente ejercida por el género masculino.
La violencia de género es una violación a los derechos humanos y es un grave problema
de salud pública, pues es un problema que afecta tanto la integridad y dignidad de la mujer, así
como su capacidad al restringir su pleno desarrollo físico, emocional, sexual y reproductivo.
Actualmente, vivimos en una época en la que prácticamente la violencia se ha
normalizado, pues a pesar de haber recorrido tantos años la discriminación y de que haya existido
maltrato hacia el género femenino, no se ve que las autoridades puedan ponerle fin. El
incremento de violencia contra la mujer en el país este año es considerable. En México 7 de cada
10 mujeres han sufrido violencia gracias ha que han crecido dentro de un espacio hostil y con
grandes obstáculos que no les permiten informarse, crecer, desarrollarse, vivir libremente y,
mucho menos, ejercer sus propios derechos.
De los 46.5 millones de mujeres de 15 años o más, 30.7 millones han tenido al menos un
incidente de violencia, 43.9% de ellas han sido agredidas por hombres, dividiendo el 49% en
violencia emocional, el 41.2% en violencia sexual, el 34% en violencia física y el 29% violencia
económica, patrimonial o discriminación, según la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las
Relaciones en los Hogares (ENDIREH, 2016). La grave situación de violencia que experimenta
la mujer en México es evidente.
En tanto, “cifras del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública
publicadas en enero de 2018 se registra un aumento en el número de presuntas víctimas mujeres
de homicidio doloso de 2015 a 2017 y en enero de 2018 se registraron
272 asesinatos de mujeres”, lo que significa que “en el primer mes del año se registraron en
promedio casi nueve asesinatos de mujeres al día”.

De acuerdo a las estadísticas del IJCF desde el 6 de diciembre del 2018 al 2 de enero se han
realizado 27 autopsias a mujeres de diferentes edades. Para acercarse a la dimensión cuantitativa
pero no cualitativa de los feminicidios en Jalisco se tiene el documento Información sobre
violencia contra las mujeres (incidencia delictiva y llamadas de emergencia 911), elaborado por
el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública. La estadística indica que
los feminicidios cometidos en 2018 significaron 0.04 por ciento de 1.8 millones de delitos del
país. Precisa que los feminicidios van en ascenso desde 2015, con 407, para llegar el año pasado
a 834, de los que 26 se cometieron en Jalisco.
La discriminación y la violencia contra la mujer es un problema que se manifiesta principalmente
en relaciones de pareja, que antes era considerado como un problema personal que no debía
transcender fuera de la relación, y en el que no se debía intervenir. Esto significaba mantener a la
mujer en una situación de subordinación en la que debían respeto y sumisión al hombre. Es la
manifestación más notoria e inhumana entre hombres y mujeres, y un problema que ha estado
presente desde hace siglos y aún no se ha podido erradicar, al contrario, parece que cada vez se
intensifica.
Debe saberse que la acción de ejercer violencia es aprendida no es innata, pues existen
diversos factores de los que depende una persona para ser violenta. Entre ellos podemos destacar
el bajo nivel de instrucción, el maltrato infantil, la violencia en la familia y el uso nocivo de
alcohol. Esta percepción contribuye a que las mujeres teman denunciar, sientan vergüenza o
culpa.
La violencia tiene como objetivo bajar la autoestima de la mujer con el fin de que el
agresor obtenga poder y control sobre ella. Esta percepción contribuye a que las mujeres teman
denunciar, sientan vergüenza o culpa. Existen muchas formas de violencia contra la mujer, por
mencionar las más presentadas tenemos:
• Violencia física: Incluye cualquier acto de fuerza contra el cuerpo de la mujer, con resultado
o riesgo de producir lesión física o daño: golpes, quemaduras, pellizcos, tirones de pelo,
picadas, empujones, lanzamiento de objetos, uso de armas, intentos de estrangulamiento,
intentos de asesinato, intentos de provocar abortos, etc. El maltrato físico es el más evidente y
el más fácil de demostrar; aun así, no es preciso que se requiera atención médica o que tenga
efectos visibles en el cuerpo. Es muy probable que empiece con un simple golpe o bofetada.
• Violencia psicológica: Incluye toda conducta, verbal o no verbal, que produzca en la mujer
desvalorización o sufrimiento: insultos, menosprecios, intimidaciones, amenazas, abuso de
autoridad, falta de respeto, exigir obediencia, castigar con el silencio e incomunicación,
culpabilizar a la mujer de todo lo que ocurre en la casa de modo que al final ella piensa que es
la culpable de todas las situaciones de tensión;,
mostrar celos. El maltrato psíquico es el más difícil de detectar, dado que sus manifestaciones
pueden adquirir gran sutileza; no obstante, su persistencia en el tiempo deteriora gravemente la
estabilidad emocional, destruyendo la autoestima y la personalidad de la mujer.
• Violencia sexual y abusos sexuales: Incluyen cualquier acto de naturaleza sexual
forzada por el agresor o no consentida por la mujer, y que abarcan la imposición, mediante la
fuerza o intimidación, de relaciones sexuales no consentidas, y el abuso sexual, con
independencia de que el agresor guarde o no relación conyugal, de pareja, afectiva o de
parentesco con la víctima.
Acoso sexual: Incluye aquellas conductas consistentes en la solicitud de favores de naturaleza
sexual, para sí o para una tercera persona, en las que el sujeto activo se vale de una situación de
superioridad laboral, docente o análoga, con el anuncio expreso o tácito a la mujer de causarle un
mal relacionado con las expectativas que la víctima tenga en el ámbito de dicha relación, o bajo
la promesa de una recompensa o de un premio en el ámbito de ésta.
• Violencia económica: Incluye la privación intencionada, y no justificada legalmente, de
recursos para el bienestar físico o psicológico de la mujer y de sus hijas e hijos o la
discriminación en la disposición de los recursos compartidos en el ámbito de la convivencia de
pareja. El agresor considera que la mujer es incompetente y que no administra bien o gasta el
dinero en cosas innecesarias, por lo que no puede tomar decisiones sobre el destino del gasto.
Esto significa vulnerar los derechos y la dignidad de la mujer, siendo el principal obstáculo la
impunidad que no les permite acceder a la justicia. Según el INEGI (2018), hay un preocupante
crecimiento en el porcentaje de mujeres que acude a recibir atención médica debido a la violencia
familiar. El total de las mujeres que acuden a servicios médicos por lesiones, en el 2012 83.2%
reportó haber sufrido un daño por accidente; en el 2013 el 80.6%; en el 2014 el 77.2%; en el
2015 el 73.5%; en el 2016 el
72.1 %, en el 2017 el 69.1% y en el 2018 el 63%. Los datos muestran que la violencia contra las
mujeres no ha disminuido, lo que resulta preocupante y alarmante.

Ya que se tiene claro lo que es la violencia contra la mujer y los tipos y circunstancias bajo los
que se presenta dicho problema, es importante analizarlo a partir de los ejes socioculturales,
políticos y económicos. Esto tomando en cuenta dos tiempos, el momento de causa y el momento
de efecto.

Es a partir de nuestro personal análisis que encontramos la violencia contra la mujer como
un problema sociocultural debido a que la violencia es un problema aprendido o transmitido por
generaciones, muy pocas veces es presentado como producto de una psicopatía o un trastorno.
Que el hombre siga siendo considerado como superior y que el machismo se haya prácticamente
normalizado ha conllevado a que el hombre presente ciertas conductas discriminatorias hacia la
mujer que atentan contra su dignidad.

El imponer respeto hacia el hombre por el hecho de ser hombre, genera sumisión en el
género femenino. La violencia de género es una práctica aprendida, consciente y orientada que no
ha sido más que de una sociedad mal estructurada que ha tenido como base la desigualdad. Esto
ha conllevado a que la violencia se naturalice
perdiendo así los valores culturales y morales que resguardan a la mujer, de esta manera se ha
creado una visión o estereotipo de la mujer en la sociedad que ha obstaculizado su pleno
desarrollo.

También ha afectado de manera significativa el acceso a la justicia, pues analizando esta


problemática desde un eje político, la severa crisis de violencia que vive México es por el cambio
o transformación política que está viviendo el Estado, pues se han deteriorado los mecanismos de
control de la violencia: las formas tradicionales de reducción de la violencia ya no funcionan.
Además de que aunque el Estado esté obligado a garantizar la reducción de la violencia con base
en la aplicación de la ley y la utilización de la fuerza apegados ambos a un ordenamiento jurídico,
el acceso a la justicia por parte de las víctimas es limitado, pues no se sanciona a los agresores de
tal manera que se siembre temor en ellos para que no vuelvan a cometer este tipo de actos. Esto
no ha hecho más que permitir que México presente el índice más alto de violencia en 21 años (El
País, 2018). Hace falta que las autoridades dejen de ser pasivos y se atrevan a implementar mano
dura; sanciones eficaces que contribuyan a eliminar este problema o, por lo menos, a disminuirlo.

Justificación

Hemos decidido realizar esta investigación debido a los últimos acontecimientos ocurridos en el
Estado de Jalisco, que van desde la violencia de género hasta terminar en feminicidios. Nos
parece sumamente alarmante el hecho de que México sea considerado como “un paraíso para los
violadores”, ya que los actos atroces que cometen los agresores quedan impunes.
Nos hemos interesado en conocer más a fondo dónde se encuentra localizado el problema central
que ocasiona la falta de acceso a la justicia e impunidad a estos actos. Hemos encontrado que la
justificación de las autoridades se encuentra en no considerar
culpable al agresor si éste no tiene por objetivo la obtención de placer o de llegar al coito, el juez
considera que no hay abuso.
Se denuncian al año unos 600 mil casos de abuso sexual; el 90% de ellos se realiza contra
mujeres y la mitad de ellas son menores de 15 años. Se estima que el 94% de los abusos no se
denuncia, lo que significa que las cifras son muchísimo más grandes. De acuerdo con la
Organización Mundial de la Salud (OMS, 2017), aproximadamente una de cada tres mujeres en
el mundo ha sido víctima de violencia sexual y/o física por parte de su pareja o por algún tercero.
Consideramos que es importante hacer énfasis en las fallas que presenta nuestro sistema
de atención a víctimas de violencia por parte de las diferentes dependencias del Estado.
Violencia de género como problema principal en México, del cual derivan algunos
subtemas, por ejemplo: violencia sexual, violencia doméstica, y feminicidios (en este caso será el
último en el cual nos basaremos).
La violencia es un tema que se ha normalizado en México; escuchamos y vemos noticias todos
los días, que reflejan el gran número de casos que existen de esta situación, y lamentablemente ya
no se le toma la importancia correspondiente.
El tema nos toca hasta que nos pasa a nosotros, o tenemos familiares y/o amigos cercanos
que sufren de estas situaciones, es ahí cuando realmente nos damos cuenta que es una situación
real y una problemática muy grave.
Las cifras de feminicidios han aumentando en una cantidad alarmante durante estos
últimos años, por ello creemos que es un tema al cual debemos de prestarle bastante atención.
Viabilidad

Consideramos que tenemos los medios necesarios para realizar esta investigación y contribuir a la
erradicación de este problema o por lo menos ayudar a disminuirlo de una manera directa
mediante este trabajo, pues proporcionaremos la información necesaria
para informar a las mujeres e impartiremos medidas tanto preventivas como legales para
exigir justicia.

Paradigma de la investigación

Consideramos que nuestro proyecto de investigación pertenece al paradigma “transformativo”, ya


que tiene una orientación a dinámicas de poder y justicia; es colaborativo, pues se necesita de
la aportación de testimonios de personas para su buen desarrollo; y es orientado al cambio, ya
que pretende contribuir a erradicar o por lo menos disminuir la violencia de género
principalmente en el Estado de Jalisco. También podría pertenecer al paradigma “pragmatismo”,
pues muestra las consecuencias de la violencia de género, como es el caso extremo del
feminicidio; está centrado en la problemática de que la violencia de género sigue aumentando y
las denuncias por abusos disminuyendo, así como pretende generar soluciones a este problema; y
está orientado a la práctica y la ejecución, pues necesitamos del aporte de varias mujeres que
hayan sufrido violencia para así poder ayudarlas a través de nuestra investigación.

Tipo de diseño

Método seleccionado (mixto)

Preguntas de investigación

¿Cómo es que la violencia de género haya aumentado en los últimos años y las denuncias
por abusos hayan disminuido?

¿Es posible que el no denunciar los abusos por violencia de género sea una de las causas
por las que han llegado a presentarse tantos feminicidios en los últimos años?
¿A qué se enfrentan las mujeres antes, durante y después del proceso de denuncia?

¿Cómo es la situación que viven las mujeres cuando son violentadas para sentirse tan
agredidas que son incapaces de denunciar?

¿Qué es lo que incentiva a las mujeres a denunciar?

¿Cómo es la situación que viven las mujeres durante el proceso de denuncia?

¿Cómo es posible fomentar las denuncias por abusos en las mujeres?

Hipótesis

Objetivos específicos

• Lograr que las mujeres que son violentadas se sientan acompañadas en el proceso de la
denuncia, hacerles saber que la denuncia es la mejor opción que pueden tomar para salir
de la violencia ya que en el momento que deciden hacer la denuncia toman una gran
decisión, lo hacen por su familia y por su salud ya que se considera a las víctimas de la
violencia de género son sobrevivientes de la misma violencia por la que pasaron tanto
tiempo.

• Conocer si se lleva a cabo el debido proceso en las denuncias.

• Determinar qué es lo que impide que las mujeres denuncien a su agresor cuando son
violentadas.

• Plantear una hipótesis de por qué la violencia de género se ha convertido en uno de los
mayores problemas que enfrenta México, y cómo se explica que las estadísticas de
violencia de género hayan aumentado en los últimos años en el Estado de Jalisco.
Objetivo general

Describir el proceso de denuncia y conocer la situación que viven las mujeres desde que
son violentadas, cuando deciden denunciar y durante todo el proceso de la denuncia.

Fuentes y técnicas para la recolección de datos

La técnica de recolección de datos, será por medio de entrevistas realizadas a expertos en el tema,
personas que están involucradas de alguna manera con la violencia de género, con personas que
simplemente tengan interés en el tema, además contaremos con algunos testimonios relatados por
mujeres que hubieran sufrido de esta violencia, que nos puedan contar un poco de su experiencia;
como vivieron el antes, el durante y el después y así poder profundizar en cómo realmente es
vivir este tipo de violencia, saber por qué no denuncian o no piden ayuda.

Contaremos también con una encuesta en línea que podrá ser contestada por cualquier
persona (estudiantes, trabajadores, maestros, etc.), ya que la difundiremos por medio de redes
sociales, por grupos de WhatsApp, con nuestros amigos más cercanos, una encuesta que
contará con una serie de preguntas, para conocer un poco de lo que la gente piensa o sabe
acerca del tema; saber qué porcentaje de personas sabe cómo realizar una denuncia, si
conocen
los factores para detectar un indicio de violencia hacia la mujer, si saben cómo frenar una
situación que se ponga violenta, entre otras cosas.

Análisis e interpretación preliminar de resultados

Conclusiones

Lista de

referencias Anexos

1. Proceso de denuncia

¿Qué es una orden de protección?

Una orden de protección es un documento que te da una autoridad cuando estás en riesgo
de ser agredida por tu pareja. Consiste en una medida urgente para que tu pareja no te
hostigue, moleste, amenace o agreda.

¿Para que te sirve la orden de protección?

Para prevenir o impedir que tu pareja te continúe violentando.

¿En qué consiste la orden de protección?

Su finalidad es que estés protegida y segura de que no serás agredida nuevamente.

Las medidas de la orden de protección dependen de la valoración del riesgo* que haga
la autoridad a la que acudes.

Por ejemplo:

Se le puede impedir a tu pareja que se acerque a ti, a tu casa o a tu trabajo; que no moleste
a ninguna persona de tu familia; que entregue las armas que tenga en su posesión; que
abandone la casa o que entregue tus documentos de
identidad y los de tus hijos e hijas (tu credencial del INE, tu acta de nacimiento, el acta de
nacimiento de tus hijos e hijas)

Se le puede instruir a la policía que vigile tu casa haciendo rondines o que te haga
llamadas para verificar que te encuentres bien.

*La valoración del riesgo depende de tu testimonio, las lesiones que presentes y otras
evidencias. Para valorar el riesgo te pueden hacer entrevistas y una revisión médica.

¿Quién te puede dar una orden de protección?

Las autoridades competentes varían dependiendo de la entidad federativa en la que vivas,


pero en todas las y los agentes del Ministerio Público, que se encuentran en las oficinas
de una Fiscalía o Centro de Justicia Familiar, te pueden dar una orden de protección
cuando acudes a denunciar que has sido violentada por tu pareja.

*En algunas entidades federativas puedes ser un síndico o síndico municipal, la policía
municipal, entre otras autoridades.

Si tienes una orden de protección ¿qué debes hacer?

La autoridad que emite la orden de protección debe entregarte un oficio que la describe.

Revisa que el oficio tenga:

fecha, hora y lugar.

Tu nombre completo: nombres y apellidos. Tu

domicilio correcto.

El número de días por el que vas a tener orden de protección.


PREGUNTA cuál es la autoridad que va a notificar a la policía y al agresor.

ACUDE a la policía para verificar que sepa de tu orden de protección.

SOLICITA un teléfono al que puedas comunicarte si el agresor incumple la orden (recibes


amenazas, se acerca a tu domicilio o a tus familiares, se acerca a tu lugar de trabajo o
donde estudias, te persigue).

VERIFICA que el agresor sea notificado de la orden de protección: pregúntale a la policía


o al Ministerio Público si le notificaron al agresor.

CUÉNTALE a tu red de apoyo (familiares, amistades, vecinas) que tienes una orden de
protección.

OBSERVA si las autoridades hacen lo que dice la orden de protección que deben hacer.

Por ejemplo, rondines y/o llamadas telefónicas para asegurar que estás bien.

TEN PRESENTE la fecha exacta en que se vence la orden de protección. Si necesitas


ampliarla, vuelve a las oficinas en que te dieron la primera orden de protección antes de
su vencimientos.

RECUERDA QUE ES RESPONSABILIDAD DE LAS AUTORIDADES DARTE


TODA LA INFORMACIÓN QUE NECESITES DE MANERA CLARA: HAZ TODAS
LAS PREGUNTAS QUE NECESITES HACER CUANDO TE ENTREGUEN LA
ORDEN DE PROTECCIÓN.

2. Testimonios

Dentro de nuestra investigación queremos resaltar dos testimonios que creemos son
importantes destacar, ya que la lucha de la violencia de género son víctimas que lograron
sobrevivir dentro de un campo donde solo pocas víctimas logran salir vivas de éste.
El primer caso es de una joven que durante su noviazgo sufrió de la violencia de género por
parte de su pareja:

“Viví un noviazgo violento. Al principio se generó una situación muy fea de desconfianza.
Llegamos hasta sacarnos los celulares para vigilar con quién, cómo y dónde estábamos. Al
principio fue de su parte, después de la mía porque era también la manera que había
encontrado de controlar a mi novio. Él lo hacía conmigo pero yo también lo hacía con él", contó
a El Tribuno María (nombre ficticio), una joven mujer que fue víctima de violencia dentro del
noviazgo.

"En los discursos que él me manejaba, me decía que era porque me amaba, que sólo me quería
a su lado, hasta que eso se volvió intolerable e inmanejable. Discutíamos por todo y siempre
estaba culpándome y a eso lo llegué a creer mucho. Después de un tiempo y cuando decidí
dejarlo, comenzó la violencia física. Como suele suceder en estos casos, después de todas las
agresiones llegaba la etapa de arrepentimiento: 'Nunca más lo haré, me muero si no estoy
contigo'. Palabras que me convencían. Creía que era 'el hombre de mi vida', por la forma en
cómo me amaba. Todo resultó una gran mentira, porque me manipulaba todo el tiempo, hasta
cuando estaba en clases, estudiando para rendir, con compañeros, cualquier excusa era buena",
relató María.

Hoy, su vida es otra, y el cambio llegó de la mano de la decisión de romper el círculo de


violencia.

"Comencé a hacer terapia, porque tenía una sensación de angustia, miedo y tristeza todo el
tiempo. Además de una autoestima anulada completamente. Cuando empecé a entender el
porqué de mi depresión, el porqué de mi tristeza, fui empoderándome y fortaleciéndome,
decidí hablar con él. Ese día, ya estaba manipulándome con que si lo dejaba se moría, y todo lo
demás, entonces nos sentamos y hablamos. Le dije que me estaba haciendo daño, que eso no
era amor, y que él tenía que ir a un psicólogo porque lo que estaba haciendo tampoco le hacía
bien a él. No entendió. Me persiguió casi dos semanas, puse denuncia y me dieron una cautelar
de prohibición de acercamiento. Al mes y medio se fue de la provincia, y siguió amenazando
por
mensajes, llamadas, cambié mi número y no supe más de él", contó la mujer que actualmente
trata de que otras no experimenten lo mismo.

Testimonio de Carmen, una mujer casada que vivió violencia intrafamiliar y en cuanto apenas
pudo salir viva:

Cuando su hija pequeña tenía 4 años y el mayor 12 se fue a vivir con otro hombre. Estuvo 11
años con él. A lo largo de ese tiempo llegó a abandonarle hasta siete veces por cuestiones de
violencia de género. Sin embargo, no logró romper lazos definitivamente y seguir adelante hasta
hace 5 años. Hoy, lejos de todo aquello, a Carmen le gusta recordar que: "No somos víctimas,
sino supervivientes".

Comento: “Cuando empecé con él teníamos una relación normal. Es cierto que era un poco
celoso, pero poco a poco el celo fue in creciendo hasta llegar al 'no te pongas esa falda o ese
top', y fue cerrando progresivamente nuestro círculo de amigos"

Carmen es consciente de que tardó demasiado tiempo en salir definitivamente, pero explica
que "hay una dependencia emocional enorme". Además, "inconscientemente te culpabilizas y
poco a poco llega el miedo". Se refiere, por un lado, al miedo a lo que él será capaz de hacer si le
abandona, pero no sólo a ese: "Desde dentro tenemos miedo a que no nos crean, a que no nos
entiendan". Cada mujer tiene su punto de inflexión en un lugar diferente. Para Carmen, fue
Lucía: "Mi hija tuvo varias depresiones e inicios de anorexia... Y esa fue la gota que colmó el
vaso. Un día, tras una pelea, cogí unas bolsas de basura con algo de ropa y me fui con ella". Una
niña que, a pesar de haber pasado su infancia en convivencia con los malos tratos, hoy es toda
una mujer.

A los 2 años reconoce: “Me empecé a dar cuenta de lo que estaba pasando en el momento en el
que simplemente quería estar en cualquier sitio menos en mi casa". Hasta el punto en que sus
estancias en los campamentos de verano se convirtieron en el momento más feliz del año.
"Socialmente no sabía desenvolverme porque siempre estaba encerrada en casa".
Si bien las cosas han mejorado desde entonces, sigue yendo a terapia y confiesa: "He sufrido
más desde que salí de allí, porque he empezado a razonarlo todo y a ser plenamente consciente
de lo que sufrí". Pese a todo lo vivido, mantiene desde hace años una relación de pareja sana,
estable y asegura: "En cuanto veo algo que no me gusta, lo digo. Desde luego, tengo muy claro
que a mí no me va a pasar".

Dentro de ambos testimonios se destacan los siguientes puntos:

1. Al principio de la relación en el momento que se empieza a dar la violencia por parte de la


pareja las víctimas se sienten vulnerables hacia ella y prefieren no hacer nada por no
separarse de ella.

2. En el momento que se pone más intenso el asunto las víctimas comienzan a sentir miedo y
o vergüenza al no saber si las demás personas les creerán cuando lo importante es que las
víctimas puedan salir vivas de esta violencia.

3. En el momento que se dan cuenta el nivel de violencia por el que están pasando
simplemente necesitan una salida o bien alguien que los ayude a salir de esa misma
relación tóxica.

4. Dentro de las parejas, quien ejerce la violencia amenaza con quitarle la vida a la víctima o
bien quitarse la vida si no se quedan con ellos.

5. En el momento que salen de la misma relación se dan cuenta por todo lo que pasaron y se
preguntan cómo es que viviendo toda esa violencia no salían de ese lugar.

6. Las personas que salen de estas relaciones se tienen que seguir tratando terapéuticamente
psicológicamente ya que se generó un daño muy grave dentro de ellos y necesitan sanar
desde dentro.
7. Las personas que salen de estas relaciones siguen viviendo con miedo de que su
siguiente pareja sea igual a la anterior y por eso están rodeadas de inseguridades.

3. Preguntas a realizar

• ¿Han sufrido algún tipo de violencia?

• ¿Conoces todos los tipos de violencia?

• ¿Te consideras una persona que ejerce violencia?

• MOSTRAMOS EL VIOLENTOMETRO

• ¿Te parece nuevo todo lo que viene ahí?

• De acuerdo al violento metro ¿Has sufrido algún tipo de violencia?

• Si has sufrido algún tipo de violencia ¿has acudido a las autoridades?

4. Posible encuesta

https://docs.google.com/forms/d/18lMbwBjUhAX_RGAgptWygC3O3QZJjJNGWOS3iPV
4yNQ/edit
5. Entrevista semi-estructurada.

● ¿Podría darnos una definición de violencia de género?

● ¿Cuántos son los casos aproximadamente que se registran de violencia de género, en el


último semestre/año?

● ¿Ha sido usted víctima de violencia de género? Y si su respuesta es afirmativa,


¿Cómo pudo salir de esta situación?

● ¿Cómo puede frenar una persona que es víctima, su situación constante de


violencia?

● ¿Qué podría convencer a una víctima de denunciar a su agresor?

● ¿Qué podríamos hacer para que los incidentes de casos de violencia de género bajen su
porcentaje?

6. Personas a entrevistar

Alejandra Maritza López, abogada litigante.


Estudios profesionales: Licenciatura en
Derecho.
Egresada: Instituto Vocacional Enrique Días de León.
Alma Berenice Navarro Garcia.

Bibliografía

- Anónimo. (2015). Duro testimonio de maltrato y manipulación | Violencia de género.


2019, de El Tribuno Sitio web:
https://www.eltribuno.com/salta/nota/2015-6-8-0-0-0-duro-testimonio-de-maltrato- y-
manipulacion-violencia-de-genero

- Cristina González. (2017). Testimonios de mujeres supervivientes de violencia de género.


2019, de Enfemenino Sitio web:
https://www.enfemenino.com/feminismo-derechos-igualdad/testimonios-de-las-vic timas-
de-la-violencia-de-genero-s1999572.html

Gloria Leticia Díaz, (jul. 2018). “La violencia feminicida incrementó durante 2018 en México,
advierte la CNDH”. Proceso.com.mex. Recuperado el día 24 de noviembre de 2018 de
proceso.com.mx
DEFINICION.DE, ( s.f.). “Violencia”. DEFINICION.DE. Recuperado el día 24 de noviembre de
2018 de definicion.de

Alicia Estévez Toranzo, (s.f.). “¿Qué es la violencia de género?”. Mujeres en Galicia.


Recuperado el día 24 de noviembre de 2018 de igualdade.xunta.gal

Mario Luis Fuentes, (nov. 2018). “México social: la violencia contra las mujeres”.
EXCELSIOR. Recuperado el día 24 de noviembre de 2018 de excélsior.com.mx

El País, (agosto, 2018). “México registra el nivel más alto de violencia en 21 años”. El País.
Recuperado el día 27 de noviembre de 2018 de elpais.com

Alberto Concha, (s.f.). "Impacto social y económico de la violencia en las Américas". Red de
Revistas Científicas de América Latina y el Caribe, España y Portugal. Recuperado el día
27 de noviembre de 2018 de redalyc.org

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