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Introducción.

I. El Proceso Constituyente

Antecedentes históricos políticos.

La constituyente de 1999 si bien debe su inicio decisivo a la elección del


teniente coronel (r) Hugo Chávez Frías como Presidente de la República, sus
antecedentes se remonta a los acontecimientos ocurridos en nuestro país los días 27 y 28
de febrero del año 1989, conocido desde entonces como el “Caracazo”, este hecho
remeció la conciencia de la clase política al obligarla a interrogarse sobre las causas de
tan perturbadora explosión social, inédita en toda la historia democrática de nuestro
país. Esa interrogación no se centró en ese fenómeno, pues abarcó un descarnado debate
en torno al agotamiento del sistema político y su creciente incapacidad de dar respuestas
satisfactorias a las expectativas y demandas de la sociedad venezolana.

Es así como encontramos entre los factores más discutidos: la corrupción,


estimulada por la impunidad y la ineficacia de los controles para combatirla; igualmente
el llamado “pacto de punto fijo” o la partidocracia, identificada con la excesiva
presencia de los partidos no sólo en la vida política, sino en los intersticios de la
sociedad, impidiendo el sano desarrollo de una sociedad civil con legítimas pretensiones
de autonomía.

Otro factor constantemente presente lo constituía, desde el punto de vista


institucional, la incapacidad de establecer un Poder Judicial autónomo e independiente
que garantizara la efectividad del Estado de derecho; por último, no por ello menos
importante, el agrandamiento de la brecha entre ricos y pobres, la maldad de un sistema
que reproducía la pobreza y la marginalidad, tanto que algunos lo llegaron a denominar
como neomalthusiana.
Resulta claro que 1989 entonces es un año de inflexión, donde comienza a
discutirse incluso la posibilidad de revisar el texto fundamental de la República, a fin de
airear el sistema político, gracias a la modificación de algunos artículos
constitucionales. Es así como el Congreso Nacional designa el 6 de junio de 1989 una
comisión bicameral con el propósito de concretar algunas enmiendas a la Constitución,
trabajo que fue sosegado y para algunos hasta parsimonioso, ocasionando que los
problemas no dejaran de crecer y que llevaron a la larga a la decisión de abandonar el
procedimiento de enmienda y asumir el de reforma general de la Constitución.
De este modo, para fines del año 1991 la Comisión Bicameral tenía
prácticamente estructurada la agenda de la reforma, que incluía temáticas tan relevantes
como los derechos humanos, la incorporación dentro del Poder Ejecutivo de la figura
del Primer Ministro, aunque sin modificar la naturaleza presidencialista de nuestro
sistema de gobierno, el Defensor del Pueblo, el referéndum popular, las leyes orgánicas,
la rama judicial y un punto muy importante dentro de este análisis: la Asamblea
Nacional Constituyente (de ahora en adelante ANC). A partir de este año1991 comienza
efectivamente en el país el debate constituyente, que no cesará hasta la elección de la
ANC el año 1999.
En lo esencial, ocurrieron otros acontecimientos que constituyeron focos
permanentes de atención en Venezuela, como por ejemplo: el 4 de febrero, un grupo de
rebeldes identificados como Movimiento Bolivariano Revolucionario 200 (MBR-200),
habían planteado en un manifiesto hecho público el 24 de junio de 1992, la revocación
del mandato de los poderes públicos, gracias a la convocatoria de un referéndum que
devolviera al pueblo su soberanía y autorizara a su vez la convocatoria de una ANC. En
resumidas cuentas, el debate constituyente giraba el año 1992 en torno a tres posiciones
claramente deslindadas entre sí. Ellas eran:
En primer lugar, a la asumida por la Comisión Bicameral sostenía la
conveniencia de reformar la Constitución de acuerdo con el procedimiento establecido
en el artículo 246 de la Constitución de 1961, donde se incluyera como institución
futura de revisión constitucional la ANC.
En segundo lugar, los representantes más conspicuos fueron el Frente Patriótico
y el MBR-200. Argüía la conveniencia de devolver al pueblo el ejercicio de la soberanía
con la convocatoria de una Constituyente originaria y radical que desplazara la clase
dirigente y erigiera las bases de un nuevo sistema político.
En último lugar se debe mencionar el aporte de un grupo de constitucionalistas
liderados por Allan Brewer Carías y de sectores de la sociedad civil (el prestigioso
Centro Gumilla de los jesuitas y el Centro al Servicio de la Acción Popular, Cesap),
que, junto al gobernador del Estado Zulia, Oswaldo Álvarez Paz, propusieron una
reforma puntual de la Constitución con el único cometido de contemplar y al unísono
convocar la ANC.
Sin embargo, ninguna de las propuestas de revisión constitucional prosperó el
año 1992. Se han destacado diversos elementos de explicación de su fracaso, entre
otros: la amplitud y complejidad de la agenda temática; la ausencia de consenso
político; el desinterés de una ciudadanía excluida de la participación y, por ende,
ausente del debate. De esta manera los escarceos para motivarla fueron cosméticos los
años 1994 y 1995, pese a la reiterada proclama parlamentaria de llevar a feliz término la
obra dejada inconclusa el año 1992 y la circunstancia de que el más representativo de
sus impulsores ocupaba ahora, por segunda vez en su carrera política, la presidencia de
la República. Es finalmente en 1999 cuando todo este proceso ve la luz.
En atención a lo planteado se puede expresar como opinión personal, el cómo
nació la idea de la constituyente en Venezuela en el año 1999, después de una serie de
acontecimientos, políticos, económicos y sociales, que se reflejaban en el descontento
de la población venezolana, dio pie a que este proceso, que comenzó en el año 1989
terminará por generar la conformación de la ANC, encargada de crear la nueva
constitución de la república, los grandes problemas de corrupción, el deterioro del poder
adquisitivo, la falta de justicia y los cambios partidistas que beneficiaban en un período
a unos y en otro periodo presidencial a otros, agotó la paciencia de los venezolanos,
ocasionando un estallido social, que dejó a la población con añoranza de un cambio
estructural, de la aplicación de mano dura a la corrupción y una aplicación ciega de
Justicia.
En el mismo orden de idea, el proceso constituyente, no representaba un camino
fácil y existían muchos detractores y actores políticos acostumbrados al sistema punto
fijista que reinaba en el país, también de intereses de dueños de medios de
comunicación, que defendían su parcelas de poder, sin embargo a pesar de todo y
gracias al discurso de inclusión, de participación ciudadana y “el poder es del pueblo”,
se logró establecer el proceso constituyente, que lamentablemente hoy en día pareciera
que no hemos aprendido nada de nuestra historia y todos los años invertidos en
construir una nueva nación se ha diluido en el tiempo.

II. Comprender las diferencias entre la CRV-1961 y la CRBV-1999

III. Impactos al ciudadano en lo político, económico, social y cultural.

Dentro del espacio analizado, se expresa que el pueblo venezolano ha demostrado a través
de su historia que está dispuesto a convertir en realidad el proyecto de país contenido en la
Constitución de nuestra República, es a nosotros a quienes corresponde consolidar la
construcción definitiva de un país desarrollado, con un sistema sólido en todos los espacios de
la sociedad. (Citar a alguien)

El proceso constituyente y la creación de la nueva Constitución, tuvo un gran impacto en


los ciudadanos, afectándolo en todas las áreas de su vida de manera significativa, a
continuación, se analiza, como fue el impacto en cuanto a: lo político, lo económico, lo social y
lo cultural.

En lo político: se hace énfasis en que del proceso constituyente se derivó el concepto de


“Democracia Participativa y Protagónica”, que pone en manifiesto la opción que es el pueblo
quien decide hacia donde desea dirigir el país y la Constitución dispone la forma de gobierno y
todo lo necesario para organizar el estado y la convivencia en la sociedad. De una manera
teórica, este planteamiento suena ideal, sin embargo en la práctica, cuando las decisiones
políticas difieren de los intereses gubernamentales, entonces, el poder ya no reside en el
pueblo y se busca la manera de entorpecer las decisiones tomadas por el soberano, sin
importar si violan o no, la constitución que tanto dicen defender, la constituyente dejó como
resultado un nuevo hibrido político, que se cree dueño del marco constitucional, solo ellos
pueden interpretar el marco jurídico y utilizarlo siempre a su favor.

Si bien es cierto que la carta magna debe garantizar un sistema de gobierno, democrático,
participativo, alternativo, responsable, pluralista y descentralizado que permita libertad de
expresión, la participación ciudadana, de forma libre y sin presiones, nuestra reciente historia
demuestra firmemente todo lo contrario, reafirmando lo expresado anteriormente.

Formato Documento Electrónico(APA)

Rincón de Maldonado, Miriam, & Fernández G, María Alejandra. (2006). La


democracia venezolana vista desde la relación triangular: fuerza, poder y
derecho. Frónesis, 13(2), 68-108. Recuperado en 23 de marzo de 2022, de
http://ve.scielo.org/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1315-
62682006000200004&lng=es&tlng=es.

En lo económico: dados los múltiples debates en la ANC y aprobada la


constitución de 1999, se dio paso a una apertura petrolera, donde el estado
venezolano asumió el control de nuestra principal fuente de ingresos, la industria
petrolera y con el slogan de “PDVSA ahora es de Todos”, se materializó
definitivamente un nuevo sistema donde el gobierno nacional, pasa a administrar
los recursos financieros como su banco personal, en necesario mencionar que los
precios del petróleo y las nuevas políticas económicas ayudaron a crear una
burbuja de falso bienestar en el que en apariencia la brecha social se redujo, pero
las grandes riquezas solo han servido para llenar descaradamente los bolsillos
rojos de la revolución y crear la nueva burguesía revolucionaria, olvidando todas
las promesas que realizaron, en los tiempos de las vacas gordas no se logro
alcanzar la anhelada siembra del petróleo, lo que significa que en cuanto a este
aspecto todo el proceso histórico de la constituyente se transformo en una falsa,
además que dejaron muy lejos el discurso de desarrollo endógeno.

Conclusiones.

a. El gobierno de la República se define como participativo (ya no representativo), pero


en diversos momentos la CRBV se vuelve a referir a representación. b. La CRBV está
"salpicada" de participación, pero ésta tiene varios peligros de ser tutelada: • Paso de
derecho a deber • Más participación en gestión que en toma de decisiones: Hay gran
variedad de espacios, pero los niveles de incidencia varían (consulta, ejecución, control,
diseño) • Vaguedad de algunos términos puede someter la oportunidad de la
participación a discrecionalidad de autoridades.

Referencias.

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