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Régimen del proceso penal 24-8-21

Para resolver los casos uno tiene que tener bien en claro cuáles son los hechos. Los
hechos que fijan el caso no pueden ser discutidos. Como segunda cuestión no se
puede suponer hechos que el caso no introduce. Esto sucede porque es un caso de
laboratorio, en un caso real uno cuestionaría los hechos pero en estos casos no.

Entonces, a partir de los presupuestos facticos que tiene el caso tenemos que dar
respuestas a ambas preguntas.

Nosotros aquí estamos en una situación en la cual hubo un juicio oral, el tribunal
resuelve condenar a una persona a la pena de 10 años de prisión y da un fundamento.
El fundamento por el cual el imputado termina condenado es porque no acredito
debidamente la causa de justificación alegada. Razón por la cual, su comportamiento
debe ser considerado ilegitimo. El defensor lo que va a hacer es impugnar esta
sentencia porque cree que está equivocada y la impugnación lo que hace es referir
que esta cuestión la revise un tribunal superior. En este caso, la cámara de casación
integrada por tres jueces.

Ese recurso de casación tiene ciertos requisitos para ser interpuestos. Tiene un plazo
de 10 días, en ese escrito se van a tener que dar todas las referencias fácticas y
normativas que sostienen nuestra crítica y concretamente se van a tener que
identificar un motivo por el cual el recurso de casación se deduce. Nosotros vamos a
ver que cuando se deduce el recurso los mismos tienen una serie de requisitos
objetivos y subjetivos, de forma y de procedimiento. En este caso, cuando uno
interpone un recurso de casación va a tener que identificar cual era el motivo. Los
motivos básicamente son dos: una errónea interpretación de las normas jurídicas o
una violación de reglas procesales que hacen a la validez del juicio, eso está previsto
en el artículo 256 del CPPN.

Lo que uno tiene que hacer es mostrar en el recurso que la decisión es incorrecta.
Para mostrar que la decisión es incorrecta uno tiene que cuestionar, destruir y
demostrar que el argumento que usa el juez está equivocado. También debemos
plantear cual es el problema constitucional, la colisión constitucional que uno
encuentra.

Este caso generalmente lo uso como para repasar algunos conceptos de la teoría del
delito.

El derecho penal y el derecho procesal penal tienen una relación intima. A tal punto
que en las viejas legislaciones el código penal y el código procesal penal estaban en
un mismo cuerpo. El derecho penal no se realiza de otra manera que no sea a través
del procedimiento penal. Con lo cual, cuando establecemos reglas en el derecho penal
de fondo lo que tenemos que ver es de que manera eso impacta en el proceso y como
el procedimiento se lleva adelante.

El proceso penal tiene más puntos de conexión con el derecho penal que lo que el
proceso penal puede tener con el proceso civil y comercial. Son notables las
diferencias entre el procedimiento penal y el no penal. En el procedimiento no penal
las partes se encuentran en distinta posición de lo que se encuentra el imputado y la
fiscalía. Además, las reglas de acreditación de los hechos son distintas también
porque el proceso penal tiene una característica inminentemente pública. En cambio,
el proceso civil tiene muchas cuestiones que son disponibles por las partes.

Cuando uno tiene que entrar a un proceso penal lo tiene que hacer siempre teniendo
muy en claro cuál es la hipótesis sobre la que está trabajando y cuál es la que quiere
acreditar en el proceso, no incorporo prueba de cualquier cosa. Sino que tengo que
probar un hecho de características delictivas. Un hecho tiene características delictivas
cuando la conducta que yo estoy analizando reviste las condiciones de tipicidad,
antijuridicidad, culpabilidad y punibilidad. Una conducta va a ser delito si yo puedo
acreditar cada una de estas condiciones fuera de toda duda razonable. Así, en ese
caso puedo aplicar una pena que puede ser privativa de la libertad. No puedo llegar al
caso diciendo que se cuestiona la libertad porque en realidad, en el proceso penal
siempre se cuestiona la libertad.

En este caso, lo que tengo que hacer es determinar cuál es el curso que voy a seguir
en la investigación. Cuando uno comienza un caso a veces no está claro. Pero, si
tengo a un muerto la hipótesis a primera vista es que se puede tratar de un homicidio.
Entonces, un acusador busca tratar de acreditar si hubo o no homicidio.

El homicidio del artículo 79 es un homicidio doloso. Es decir, aquel que se desarrolla


de manera voluntaria, intencional. La característica que tiene el derecho penal a través
de la teoría del delito nos permite que este análisis de acreditación de los hechos yo lo
pueda ir descomponiendo en elementos e ir acreditando cada uno de ellos.

Los tipos penales se clasifican en delitos dolosos o delitos culposos. Aquellos que
se cometen con intención y los que se cometen en infracción al deber objetivo de
cuidado. Por otro lado, están los delitos que se cometen desarrollando una acción, que
son los delitos comisivos y por otro lado, los que se cometen porque omito realizar
una acción que el código impone, estos se llaman delitos de omisión. Entonces
tendríamos cuatro clases de tipos penales:

1. Delitos dolosos de comisión


2. Delitos culposos de comisión
3. Delitos dolosos de omisión
4. Delitos culposos de omisión

En el caso tenemos un delito doloso de comisión.

Situados en este análisis que nos permite la teoría del delito nos situamos en el delito
doloso de comisión y ahí vemos que estos tipos penales se dividen en dos elementos:
tipo objetivo y tipo subjetivo. Concretamente, el artículo 79 dice “el que matare a otro”,
esto significa una conducta y un resultado. Además, una vinculación entre esa
conducta y el resultado a través de un nexo. Históricamente se estudio bajo los leyes
de la causalidad o que, de manera más moderna, se conoce como un vinculo jurídico
denominado imputación objetiva.

En el tipo objetivo tengo que acreditar que al que estamos acusando, el


comportamiento exterior que tuvo aparentemente produjo un homicidio –hay que
encontrar un muerto-, y después voy a tener que acreditar que lo que hizo esta
persona es la causa del resultado. Establecido esto lleva la necesidad de hacer una
autopsia para determinar si murió de una circunstancia natural o no. Si tiene un golpe
en la cabeza ver si es producto de algo que haya utilizado el imputado.

Este problema de la causalidad tiene muchas teorías. La más sencilla es la de la


equivalencia de las condiciones o conditio sine qua non, eso significa que voy a
utilizar una formula mental en la cual si hago desaparecer la acción –el golpe- debería
desaparecer el resultado. Si el resultado desaparece, este proceso mental hipotético
es causa del resultado. En términos de imputación objetiva se hace una análisis de
riesgo que uno genera, si realizo un riesgo que esta jurídicamente desaprobado y ese
riesgo se concreta en el resultado entonces hay una imputación objetiva. Estos son los
elementos del tipo objetivo: acción, nexo causal y resultado. Como investigador tengo
la obligación de recoger todas las pruebas que pueda para ver si esto se produjo o no
en la realidad. En el caso lo acredito yendo al bar donde me encuentro al muerto e
indudablemente lo primero que hacen es clausurar el área, ver si pueden recoger
todas las demás evidencias, se van a investigar si hubo personas que vieron el hecho
y se los va a citar como testigos. Así van tratando de reconstruir.

Hay una circunstancia que ya no tiene que ver con el plano objetivo, sino que tiene
que ver con la segunda parte del tipo, la parte del tipo subjetivo.

El tipo subjetivo estudia si la persona desarrollo esa conducta con conocimiento y


voluntad. El dolo es conocimiento y voluntad de realizar los elementos del tipo objetivo.
Indudablemente no es tan sencillo probar el dolo salvo que la persona lo confiese. En
el caso brindado por la cátedra, la persona que está siendo imputada del homicidio
dice “yo lo mate” con lo cual uno tiene allanado de alguna manera ese problema, sino
tendría que comprobarlo con los otros testigos o preguntarle qué es lo que paso en el
caso. Es decir, que desde un punto de vista de acreditación de los hechos, en este
supuesto no tendríamos demasiadas discusiones acerca de que la acción es típica
tanto en términos objetivos como subjetivos. Objetivos porque recogimos las
evidencias que había en el lugar del hecho, tomamos declaración a los testigos y
todos fueron contestes, y además el imputado confeso. Las acreditaciones no
deberían tener mayores complejidades.

A continuación viene saber si la acción típica se desarrollo en forma antijurídica o si


estaba justificada. Acá operan los tipos permisivos o cusas de justificación. En
general los vamos a encontrar en el artículo 34 del código penal. No quiere decir que
todas las causas de justificación estén ahí, las mismas aparecen en todo el
ordenamiento pero en general ahí están las que se suelen utilizar con más frecuencia.
La causa de justificación de este caso sería la legítima defensa. Tenemos que ver si
la misma opera o no porque acá funciona un procedimiento inverso. Es inverso porque
para que haya una acción típica tengo que ver si la acción se adecua a un tipo penal.
En cambio, para que pueda decir que la acción es antijurídica tengo que probar que no
se adecua a una causa de justificación. Es decir, que no se adecua al tipo permisivo.
Según estuvimos viendo, el tipo permisivo de este caso sería legítima defensa.

Las causas de justificación o tipos permisivos tienen la misma estructura. Tienen un


tipo penal objetivo, es decir, las circunstancias que pasan en la realidad y un tipo
subjetivo, es decir lo que el autor tiene como voluntad. En la tipicidad agarro la silla,
se la partió en la cabeza al otro y lo mato. En el elemento subjetivo sabia que lo
mataba y quiso matarlo. En la causa de justificación, legítima defensa, los elementos
objetivos son:

1. Agresión ilegitima. Me defiendo frente a alguien que me ataca.


2. Necesidad racional del medio para impedirla o repelerla. Uso un medio
defensivo que me permita hacer detener la agresión de la que soy víctima.
3. Falta de provocación. No tuve que haber provocado que el otro me ataque.

Estos elementos objetivos son los que tengo que probar.

A nivel del tipo subjetivo tiene que haber también un conocimiento y voluntad de estos
elementos. Supongan que si mato a otro sin saber que esa persona me estaba
atacando entonces en ese caso no tendría cubierto el elemento subjetivo de la causa
de justificación. Si el elemento subjetivo de la causa de justificación no está entonces
la acción no está justificada. En este caso tenemos que ver si nuestro cliente quería
defenderse y sabía que estaba siendo atacado. Por lo que dice el cliente mato en
legítima defensa. Es decir que creyó que estaba siendo agredido, uso el medio para
impedirlo y que el otro no lo matara, y no lo provoco.

Una vez que la acción es típica y jurídica tenemos configurado el ilícito penal. Con
esto no alcanza porque para poder aplicar la pena además tiene que acreditar que la
acción típica y antijurídica puede ser reprochada. Hay dos elementos, uno se llama
imputabilidad y el otro conciencia potencial del ilícito. La imputabilidad es algo que
también está definido en el artículo 34 que dice que la persona tiene que tener al
momento del hecho la capacidad de comprender la criminalidad de sus actos y dirigir
sus acciones conforme a esa comprensión. Tenemos la culpabilidad en sentido
estricto o inimputabilidad. Cuando una persona no está en estas condiciones es
inimputable, y entonces no se le puede aplicar una pena. Una persona técnicamente
es inimputable cuando tiene alterada estas capacidades o cuando existe una situación
de minoridad. Cuando se encuentra una persona por debajo del límite de edad de
imputabilidad que son los 16 años. El segundo elemento de la culpabilidad es la
conciencia potencial de lo ilícito, esto es una cuestión que tiene que ver con la
posibilidad de que la persona cuando actúa sepa lo que lo que está haciendo es un
delito. Esta declarado punible, esa conducta es ilícita. Cuando una persona no tiene
conciencia potencial de lo ilícito, no tuvo esa posibilidad de saber que lo que estaba
haciendo estaba prohibido está técnicamente en lo que se llama un error de
prohibición. Cuando el fiscal avance en su acusación va a tener que probar que esa
persona es técnicamente imputable y además que tenía conciencia potencial del ilícito.
Cuando una persona en un delito doloso tiene alguna falla en el conocimiento, lo que
se da es un error de tipo. Ej., la persona en el caso pensó que le iba a pegar con una
silla de cartón entonces con la silla de cartón uno no mata, había un desconocimiento
de uno de los elementos. El pensó que con eso no iba a matar. Entonces, ese error es
lo que se llama error de tipo.

Hay un último elemento que se llama punibilidad que en este caso no tiene mayores
incidencias pero en otros delitos sí. La punibilidad es una serie de elementos que hay
que verificar al final y que tienen que ver con decisiones que toma el legislador
diciendo que en estos casos cuando la acción es típica, antijurídica y culpable de
todas maneras no voy a aplicar pena. Por ejemplo, hay ciertos delitos que tienen
excusas absolutorias. Un caso de los más comunes es cuando se dan delitos en
contra de la propiedad entre personas que son hermanos y viven juntos o entre
ascendientes y descendientes. Si yo le saco una lapicera a mi hermano entonces eso
sería una acción típica, antijurídica y culpable pero no sería punible.

Después hay otras que se llaman presupuestos objetivos de punibilidad. Por


ejemplo un caso que si hay que tener consideración es si realizo una acción pero que
no alcanza al resultado, hago una tentativa y cuando desarrollo la tentativa desisto. El
desistimiento es una condición que pone la ley para hacer liberado de penas.

En nuestro caso, parece ser que en definitiva pudo acreditar que la acción era típica –
tenia al muerto y la silla, y el imputado dijo que fue el-. Ahora el problema se presenta
con quien debe acreditar la causa de justificación. En realidad cuando uno acredita la
tipicidad la misma tiene un indicio de antijuridicidad. O sea, su puedo acreditar que tu
acción es típica de alguna manera ya estoy insinuando que esa acción también es
antijurídica. Y la antijuridicidad se neutraliza cuando puedo acreditar la causa de
justificación.

¿Quién debe acreditar?

El onus probandi básicamente dice quien tiene la carga de la prueba. En materia penal
la carga de la prueba siempre la tiene el fiscal. Pero cuando decimos esto también
tiene que probar a pensar que hay un indicio de antijurícidad que no se dio la causal
de justificación. Y la respuesta es sí porque si quiere condenar, o si quiere llegar a una
condena tiene que mostrar todas las condiciones que hacen que una conducta sea
punible. Es decir, la tipicidad, la antijuridicidad, la culpabilidad y la punibilidad. Todas
estas cuestiones tienen que ser acreditadas por el fiscal. Este es el curso con el que
hay que ir razonando. Por supuesto que hay ciertas circunstancias que tiene que
probar el imputado que no necesariamente el fiscal debe aprobarla. Porque puede
decir que la mano fue movida por un marciano que quería que yo mate.
Indudablemente no hay una prueba de eso, hay ciertos límites en la tarea. Pero en un
caso de estas características el fiscal para mostrar que no hay causa de justificación
debería verificar si estaba el cuchillo porque si no aparece entonces lo que está
diciendo esta persona no se corresponde con la realidad del caso.

En todos los casos, la prueba siempre está en cabeza del fiscal. Si el imputado
dice que tiene una causa de justificación habrá que probar que no es así.

Lo que el defensor plantea en este recurso de casación es que se ha violado el


principio de inocencia porque se quiere sacar una consecuencia probatoria
imponiendo una carga al imputado que el imputado no tiene. Ese es el problema que
se presenta. No se es un problema de duda, la duda opera de otra manera. Es cuando
por ejemplo, no puedo acreditar si realmente lo mato o no lo mato. Para condenar
debo tener una certeza fuera de toda duda razonable. Es decir no tiene que haber
duda sobre lo que estoy planteando.

En este caso no es un problema de duda, sino es quien tiene que acreditar la causa
de justificación o quien tiene que acreditar que no la hubo. Ese es un problema de
onus probandi.
Pregunta alumno: Si le pego con la silla y un amigo mío lo patea en el piso, ese último
golpe lo mata ¿yo podría alegar legítima defensa?

Bueno ahí hay dos acciones, hay una que es legítima defensa y después el otro que
patea no actúa en legítima defensa. El problema es que hay que determinar que
acción de las dos mata. Este es un problema de causalidad y se resuelve en la parte
probatoria.

En segundo caso que es el de medico inhábil.

Cuando hablamos de medidas cautelares que se aplican en el proceso penal hay


riesgos específicos que deberían ser atenuados o atendidos.

Las medias cautelares pueden ser:

1. Personales: cuando impactan sobre la persona que está siendo juzgada. La


más conocida y aplicada es la prisión preventiva.

2. Reales: cuando afecta sus posibilidades o disponibilidades probatorias. Las


más comunes son cuando es necesario asegurar el pago de futuras
indemnizaciones o reparaciones del perjuicio en esos casos se pone un
embargo sobre el bien. Se busca impedir que ese bien sea transferido a
terceros. O, se impone una inhibición general de bienes, ya no cae sobre una
cosa en particular sino que en la totalidad de los bienes que tengan carácter
registrable.

Propósitos en materia penal para disponer cautelas personales siempre tienen que
estar orientadas a que el proceso pueda evolucionar normalmente. Por eso debe
verificarse si la persona puede entorpecer el curso de la investigación o bien fugarse.
En un caso lo que hace es tratar de que no se pueda averiguar la verdad y en el otro
caso directamente lo que hace es ponerse fuera del alcance de la justicia. La prisión
preventiva es una medida que acompaña el procesamiento. Esto no significa que
solamente se pueda detener a una persona que es procesada. Con carácter previo al
procesamiento también se la puede pero lo que pasa con las detenciones en ese
periodo son mucho más cortas y si una persona se encuentra detenida en el momento
en que es llevada a el juez el mismo tiene la obligación de recibirle la declaración
indagatoria y resolver la situación procesal. Porque si no la resuelve lo tiene que poner
en libertad.

En el caso concreto no está explicitado porque a esta persona se le aplico esta


inhabilitación. En principio no parece ser una medida cautelar sino un adelanto de
pena y como tal, seria inconstitucional. Ahora, plantearon que esa inhabilitación de
alguna manera se conecte con ese proceso. En ese caso, si existiese esa vinculación
entonces la medida sería legítima.

Desde un punto de vista procesal, en el caso tenemos un auto de procesamiento con


esta medida cautelar. Si esto fuera recurrido ante la cámara de apelaciones y la misma
confirma ahí la cuestión queda sellada, salvo que se traten de medidas cautelares que
imponen perjuicios que no pueden ser reparados al final del proceso como por ejemplo
una prisión preventiva. Entonces, en ese caso se admite un recurso de casación y que
permite excepcionalmente que se obtenga una revisión por parte de la cámara de
casación porque se trata de una situación que es asimilable a una sentencia definitiva,
violando la tutela de una garantía constitucional y como vemos el principio de
inocencia. Como vemos, una garantía constitucional no solo puede llegar a una
cámara de casación, sino incluso puede llegar a la corte a través de un recurso
extraordinario.

La comisión bicameral de seguimiento del código dicto una resolución que torna
aplicable en todo el país las reglas que regulan la medidas cautelares que están en el
código procesal penal federal. Ese código tiene una reglamentación mucho más
minuciosa de cómo se aplican estas reglar y prevén una serie de medidas alternativas.
O sea, la discusión no es que te pongo en prisión preventiva o te quedas libre, sino
que existen alternativas a esa prisión preventiva y tienen que ver con la obligación de
permanecer en el domicilio, la posibilidad de llevar tobilleras que permiten controlar a
la persona.

También el código nuevo tiene una reglamentación que es muy interesante y que
establece cuando se dan estos peligros. Por ejemplo, el artículo 221 del CPPF dice
que se deben tener en cuenta las siguientes pautas: arraigo determinado por el
domicilio, residencia habitual, asiento de la familia y las facilidades de abandonar el
país y permanecer oculto, etc.

El articulo siguiente habla del peligro de entorpecimiento.

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