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Rodríguez Castillo Christian Oliver

Grupo: 304
Estudios sociales e históricos III
Prof.: Rubén Trejo Muñoz

Atenco

Si bien los hechos ocurridos en San Salvador Atenco durante los primeros días de
Mayo de 2006, es un acto represivo de gran importancia en la actualidad de
nuestro país, tanto el gobierno encabezado por Vicente Fox, como las fuerzas
policiacas del Estado de México y Federales, y medios de comunicación: Televisa
y Tv Azteca ocultaron y/o manipularon la información de este hecho a la sociedad
mexicana, lacerando más a la población y ocultando el verdadero motivo por el
cual los pobladores de dicha entidad forjaron una resistencia que se desato en
tragedia.

Primeramente me gustaría ubicar en un contexto geográfico al Municipio de


Atenco que en Náhuatl significa: En la orilla del agua, es uno de los 125
municipios, localizado en la zona oriente del Valle de México. Cercano a otras
cabeceras municipales como Ecatepec, Texcoco y Nezahualcóyotl, es una de las
áreas con menor desarrollo económico de la región. Tiene una extensión de 94.67
km² y su territorio es prácticamente plano, excepto por los cerros Tepetzingo y
Huatepec, al estar situado en la antigua cuenca del Lago de Texcoco. Los ríos que
cruzan su territorio son el San Juan, Xalapango y Papalotlaque, que se encuentran
su mayoría contaminados y sin corrientes importantes. El clima del municipio es
semiseco y en su mayoría templado.

San Salvador Atenco salta a la luz por el movimiento de resistencia civil de sus
habitantes en oposición a la construcción en su territorio del nuevo aeropuerto de
la Ciudad de México. Esto se dio a conocer con la llegada de Vicente Fox a la
presidencia de la República en el 2000, cuando se abrió la discusión sobre la
necesidad de la construcción de un nuevo aeropuerto para la Ciudad de México
bajo el argumento de que el aeropuerto actual no contaba con la capacidad
suficiente para satisfacer la creciente demanda de pasajeros y usuarios. El 22 de
octubre del 2001 el gobierno federal decidió que la construcción sería en la zona
del Valle de México y para ello se expropiaron más de 5000 hectáreas de los
municipios de Texcoco, Chimalhuacán y Atenco; este último el más afectado,
provocando el inicio de un conflicto entre el Gobierno Federal y los afectados por
el proyecto que recibirían la injusta cantidad de 7.50 pesos por metro cuadrado de
sus tierras.

A partir de ese momento, numerosos habitantes de dicho municipio se opusieron


a la construcción del nuevo aeropuerto, argumentando la falta de consulta a los
pobladores, además de la amenaza de la extinción de sus formas de vida, cultura,
tradición, historia y; sobre todo, lo más valioso que habían heredado de sus
abuelos: la tierra. Ante el anuncio y la inminente expropiación de sus terrenos, los
opositores decidieron organizarse formando el Frente de Pueblos en Defensa de
la Tierra (FPDT).

El conflicto comienza cuando el gobierno emite amenazas a los pobladores,


tratando de privatizar su tierra, que da preferencia al mercado y no el uso colectivo
del campo, así en un contexto de fuerte represión a los movimientos sociales
como estrategia del Estado para responder a las demandas, movilizaciones de
organizaciones, pueblos y comunidades. Tras varios meses de lucha y
movilizaciones que contaron con un masivo apoyo de varios sectores de la
sociedad civil mexicana, después del asesinato de uno de sus integrantes -
Enrique Espinosa Juárez- y de una fuerte discusión en la opinión pública, en
agosto de 2002 el gobierno federal tuvo que retirar el decreto expropiatorio,
logrando así un triunfo del movimiento campesino y de pobladores de Atenco y
otras comunidades. Sin embargo, el 3 y 4 de mayo de 2006, un operativo policiaco
ordenado por el gobierno federal, del estado de México, y del gobierno municipal
de Texcoco, con más de 4,500 efectivos contra integrantes del Frente de Pueblos
en Defensa de la tierra que apoyaban la defensa al derecho al trabajo de floristas
locales en Texcoco, provocó uno de los actos represivos más violentos en la
historia de México.

En mayo de 2006, debido a incidentes entre comerciantes ambulantes (floristas),


militantes zapatistas, autoridades locales y militantes de los partidos de estas,
entre otros, la Policía Federal Preventiva intervino e instaló un cerco policíaco-
militar a la población. En total, el número de detenidos y heridos a causa de los
actos de represión del 3 y 4 de mayo alcanzó las 290 personas. Para el
contralmirante y ex director del CISEN (Centro de Investigación y Seguridad
Nacional) Wilfrido Robledo Madrid, el operativo resultó “limpio”; curiosamente
Wilfrido renunció en el 2007, después de que el gobernador Enrique Peña Nieto
emitiera un discurso donde dijo que se “castigaría” a los responsables del caso
Atenco.

Luego de 4 días de este hecho tan lamentable, se dieron a conocer varias


denuncias de violación a mujeres detenidas, entre ellas reporteras extranjeras que
fueron deportadas inmediatamente a su país de origen; aunque algunas de estas
denuncias luego fueron cambiadas a las de acoso sexual. Además el caso de dos
jóvenes muertos, Javier Cortés (14 años, por un impacto de bala de parte de un
policía, donde los medios dijeron que fue por un cohetón aventado por los
comerciantes) y Alexis Benhumea (20 años, por un impacto en el cráneo de una
bomba de gas lacrimógeno). Son algunos ejemplos de lo difícil que fue el
enfrentamiento e incluso los medios desinformaron a la población con tal de no
difundir la cruda violencia con la cual los pobladores fueron sometidos.

Los sucesos represivos de Texcoco y San Salvador Atenco en mayo de 2006, han
tenido enormes repercusiones en materia de derechos humanos y un importante
disgusto a la represión contra el Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra e
integrantes de la otra campaña. Cabe resaltar que 26 de 47 mujeres detenidas en
los hechos, han denunciado ser víctimas de violencia sexual, física o verbal por
parte de los policías que las custodiaban, algunos de ellos ahora exonerados, por
lo que 11 de ellas han decidido acudir a la Comisión Interamericana de derechos
Humanos, buscando justicia ante el Estado mexicano. Sin embargo, el caso de las
mujeres; así como el resto de violaciones a los derechos humanos sigue hasta hoy
impune. A pesar de no contar con pruebas y de que el proceso ha estado lleno de
irregularidades y de violaciones a los derechos humanos de los detenidos, en la
actualidad 10 de las personas acusadas por el delito de secuestro equiparado han
sido sentenciadas a 31 años, 11 meses y 15 días de cárcel. Sus nombres son:
Oscar Hdez. Pacheco, Alejandro Pilón Zacate, Julio Espinosa Ramírez, Juan
Carlos Estrada Cruces, Jorge Ordóñez Romero, Adán Ordóñez Romero, Narciso
Arellano Hernández, Inés Rodolfo Cuellar Rivera y Eduardo Morales Reyes.
Muchos de ellos son transeúntes o vecinos, detenidos en medio de la confusión y
los operativos de redada de los cuerpos represivos.

A pesar de la enorme gravedad de esta condena, existen tres casos más que son
urgentes de denunciar y apoyar. El caso de Ignacio Del Valle, dirigente del Frente
de Pueblos en Defensa de la Tierra, condenado a 67 años y medio de prisión y a
quien recientemente se le han sumado 45 años más, haciendo una suma de 112
años de prisión, lo que equivale a cadena perpetua. Héctor Galindo y Felipe
Álvarez, a su vez, mantienen también una condena de 67 años y medio de injusta
prisión. Estos tres casos están rodeados por la dureza, irregularidad, ilegalidad de
sus procesos y condenas, por ser personajes importantes del movimiento que
impidió la construcción del aeropuerto en Texcoco, y quienes habían mantenido
activamente su participación. Es además claro, que el sistema judicial del Estado
de México ha alargado estas condenas como medida represiva al movimiento de
Atenco. Son importantes los malos tratos, abusos y hostigamiento contra estas
tres personas presas en el Penal de máxima seguridad del Altiplano.

Ante esta serie de actos de brutalidad, varias organizaciones defensoras de los


derechos humanos, tales como Amnistía Internacional, el Centro de Derechos
Humanos Miguel Agustín Pro Juárez y la Comisión Civil Internacional de
Observación de los Derechos Humanos (CIODH) tomaron la palabra para
denunciar la actuación de las autoridades mexicanas. Otras más, como la
Organización de la Naciones Unidas (ONU), la Comisión Nacional de Derechos
Humanos y posteriormente la Suprema Corte de Justicia de la Nación, también
denunciaron los atropellos a las garantías individuales y a los derechos humanos
que se habían cometido en el poblado de San Salvador Atenco.

Finalmente vivimos en un México donde la mayoría de la población se ve


reprimida ya se por un grupo de unos cuantos o del mismo gobierno en busca de
interese muy particulares, en donde la sociedad es una testigo de una gran
desolación nacional. Para todos los involucrados en Atenco no falta decir que es
ultrajante el modo en que las autoridades subyugaron la libre expresión y libre
defensa del patrimonio de cada una de las familias que residían en San Salvador
Atenco, que dentro de los hechos de disturbio y golpes hay un sinfín de denuncias
por altas vejaciones por parte de los policías involucrados esa tarde, pues las de
mayor sufrimiento fueron las mujeres que participaron en la resistencia, siendo
estas confinadas a ultrajes, acoso y violación. Resta decir que es un capítulo más
en las grandes tragedias de nuestro país, que llevarán ese gripo acallado por los
medios y la sangre de sus hermanos en los puños de los que siguen viendo este
país como aquel en el que “no pasa nada”.
Bibliografía

López, Sebastián. La Otra: Los Sauces, Sicartsa, Atenco… falta lo que falta.
La Jornada Morelos, La Voladora Radio XHECA y Centro de
Documentación sobre Zapatismo, 2006.

La Jornada, 6 de mayo de 2006. Consultado el 1 de septiembre de 2009.


Recomendación 038/2006 CNDH, 16 de octubre de 2006

http://www2.scjn.gob.mx/consultas/Comunicados/Comunicado.asp?
Pagina=listado.asp&Numero=1460

http://www.atencolibertadyjusticia.com

http://www.jornada.unam.mx/2006/05/09/007n1pol.php

Documentos de la CNDH:

http://www.cndh.org.mx/recomen/2006/038.htm

http://amnistia.org.mx/contenido/2008/05/02/carta-al-lic-eduardo-medina-
mora-icaza-procurador-general-de-la-republica/

http://centroprodh.org.mx/Publicaciones/Informes/info_pdf/2006/Atenco-
%20Estado%20de%20derecho%20a%20la%20medida.pdf

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