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Introducción
Alumna del X ciclo de la Facultad de Derecho de la Universidad de Piura. Miembro del Taller de
Ciencias Penales “José Gonzáles López”- Instituto Fons Iuris de la Universidad de Piura.
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176 ¿Es siempre inválida la prueba ilícita en un proceso penal?
A. Definición legal
El concepto de prueba ilícita se ha ido expandiendo en los últimos años, sin embargo
hasta el día de hoy la definición que se le dé viene ligada a la afectación del contenido
esencial de los derechos fundamentales que ocurre en el momento de su configuración
como tal.
Así, en el nuevo Código procesal penal el legislador hace referencia a este tipo de
prueba en el sentido de que no será admisible aquella prueba que haya sido obtenida tras
la vulneración de un derecho fundamental. Por lo pronto sólo dejaremos enunciado lo
anterior, ya que considero pertinente desarrollar este punto en un capítulo posterior
dedicado al tratamiento legal de la prueba ilícita.
La prueba ilícita podría estar definida por un conjunto de supuestos en donde la prueba
es inadmisible, y generalmente lo es por las irregularidades en su constitución. La
ilicitud de la prueba es un límite extrínseco del derecho constitucional a la prueba; de
esta forma algunos autores hacen referencia a ella como aquella fuente probatoria que
está contaminada por la vulneración de un derecho fundamental o aquella cuyo medio
probatorio ha sido practicado con idéntica infracción de un derecho fundamental.1
Por otra parte, la prueba ilícita -para Asencio Mellado- indica dos realidades: en cuanto
a sus efectos, implica una limitación de los datos que pueden ser susceptibles de
investigación preservando ciertos aspectos que forman parte de la intimidad,
entendiendo que lo íntimo no es equivalente a lo privado u oculto; y, por otra parte, la
denominación de prueba ilícita llevará a la prohibición de utilizar medios
desproporcionados, buscando siempre no vulnerar los derechos fundamentales.2
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obtener una prueba de modo perjudicial para el ejercicio de los derechos fundamentales
de los sujetos implicados; estos derechos protegidos a través de este tipo de prueba son
los derechos recogidos en la Constitución ya que la vulneración de los derechos no
recogidos en la norma suprema devendría en una agresión infraconstitucional, que no es
protegida por el concepto tratado.
Concatenando ideas podríamos decir que la prueba ilícita es aquella prueba que ha sido
obtenida con la violación de algún derecho fundamental, de este modo la prueba que
vulnere un derecho no constitucional probablemente pueda ser cuestionada con otras
categorías procesales, en todo caso deberá verse siempre el caso concreto3. Al hablar de
ilicitud probatoria necesariamente tenemos que unir tanto la actividad probatoria u
obtención de la prueba y el menoscabo de un derecho fundamental sin olvidar que tiene
que darse un nexo de causalidad entre ambos.
Sin embargo si nos quedamos con esta definición podemos tener una gran incógnita:
¿Todas las pruebas que vulneren los derechos fundamentales son ilícitas? Para
responder a la cuestión será necesario recurrir a dos condiciones adicionales que sirven
para delimitar este concepto, éstas son la proporcionalidad de los sacrificios, y la
finalidad de este tipo de prueba; aunque cabe citar una tercera condición que la
jurisprudencia adiciona y que es la extensión de los efectos de la prueba ilícita.
Debemos entonces hacer una breve referencia a estos conceptos antes citados:
3
ASENCIO MELLADO, José María. Prueba ilícita… cit. p. 36.
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Se podrá hablar de pruebas ilícitas propiamente cuando sea el Estado o sus órganos de
investigación los que vulneren los derechos en el curso de un proceso, o incluso de
modo extraprocesal, esto debido a la autolimitación al Estado que se busca con este tipo
de pruebas y, extraordinariamente podrá considerarse prueba ilícita cuando la
vulneración provenga de los particulares de manera extraprocesal4.
¿Pero qué derechos son susceptibles de afectación con la obtención de la prueba ilícita?
En principio5 debe entenderse que se brinda protección a todos los derechos
constitucionalmente protegidos, pero que en este marco cabe una mayor afectación al
derecho a la integridad física, a la libertad personal, a la intimidad, a la propia imagen, a
la inviolabilidad de domicilio, el secreto a las comunicaciones y autodeterminación
informativa en relación al uso de la informática, sin embargo, frente a esta lista de
derechos enunciados muchos autores se han cuestionado acerca de la posición de otros
derechos como la propiedad, el derecho a la salud, entre otros, que a mi parecer por ser
derechos constitucionalmente protegidos no pueden quedar fuera del ámbito de
protección del ordenamiento.
4
En este sentido José María Asencio Mellado considera que esta afectación a los derechos fundamentales
debe provenir del Estado, y más concretamente de los órganos de persecución penal, y sólo
excepcionalmente puede ampliarse el alcance de la prueba ilícita a los casos en los que la afectación
venga de particulares.
5
CASTRO TRIGOSO, Hamilton. La prueba ilícita en el proceso penal peruano, Jurista Editores, 2009, p.
77.
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a) Presunción de Inocencia
Se define la presunción de inocencia como un derecho subjetivo público, autónomo e
irreversible, del que está investida toda persona física acusada de un delito y consistente
en desplazar sobre la persona acusadora la carga cumplida de la prueba de los hechos de
la acusación viniendo obligado el órgano jurisdiccional a declarar la inocencia si tal
prueba no tiene lugar, en este sentido la presunción de inocencia funciona como una
verdad temporal que se admite sin más y que sólo podrá ser desvirtuada mediante
prueba en contrario.
El derecho a la presunción de la inocencia implica la inversión de la carga de la prueba
sobre la parte acusadora y como consecuencia la inocencia como verdad provisional que
ampara a todo acusado de modo que la falta de prueba de su culpabilidad se deberá
emitir una sentencia absolutoria.
Por otro lado, el carácter constitucional de la presunción de inocencia extiende su
vigencia más allá de la sola fase probatoria e, incluso del juicio oral; por lo tanto debido
a que es en todo el proceso en el cual se puede dar la vulneración a los derechos
fundamentales este derecho tendrá vigencia desde la etapa de la investigación hasta el
fin del proceso.
En relación con la prueba ilícita, debemos entender que la mínima actividad probatoria
debe ser producida con todas las garantías procesales y que sea de cargo y que por lo
tanto sólo podrán ser utilizadas en el proceso verdaderas pruebas debiendo dejarse de
lado la utilización de pruebas obtenidas mediante infracción, ni aquella que no se aporta
al juicio y se discute en forma contradictoria.
A pesar de lo expuesto, cabe decir que en un proceso penal no es aplicable propiamente
la carga de la prueba por varias razones, tales como la obligación impuesta al órgano
jurisdiccional de llevar a cabo la investigación y complementación de la actividad
necesaria para el esclarecimiento de los hechos, esta obligación recaída sobre el
Ministerio Público hará que el fiscal sustente objetivamente su teoría del caso al
momento de formular acusación, debido a que si no cuenta con estos medios
probatorios tendrá que sobreseer la causa, sin embargo esto no es tan absoluto como
parece, ya que será el juez quien valorará los hechos alegados por el fiscal y los
sostenidos por la defensa del acusado, con esta idea se definiría la idea de que si bien no
existe una carga de la prueba en sentido formal si existe en sentido material, por la
necesidad que tiene el juez de dar soluciones en situaciones de incertidumbre en el
sentido de que la norma manda en caso de duda absolver al acusado, ya que se
originaría un mayor daño condenar a un inocente que la absolución de un culpable.
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b) Derecho de defensa
La finalidad de este derecho es asegurar la igualdad de las partes, en este sentido
no podrán tomarse en cuenta las pruebas obtenidas con irregularidades procesales, es
decir cuando se produce una indefensión efectiva.
La indefensión probablemente será el último fundamento de todos los derechos
fundamentales, porque cualquier alegación que se haga en defensa de la tutela efectiva
del proceso, con todas las garantías y sin dilaciones indebidas, también en defensa de la
presunción de inocencia, busca, en definitiva, “que el justiciable no se encuentre en
situación de indefensión para legítimamente actuar ante la justicia” 6
Este derecho tiene gran importancia en la admisión de la prueba en el íter procesal, así
únicamente la denegación a la admisión de una prueba pertinente originaría la
indefensión porque se privaría al solicitante de un medio de defensa necesario para
probar sus alegaciones; a partir de la premisa anterior cabría preguntarse cómo puede
circunscribirse el tema de la prueba ilícita, entonces llegaríamos a la conclusión de que
una prueba puede considerarse ilícita en la medida que su obtención haya originado
indefensión en el imputado, pero esta indefensión debido a la afectación de sus derechos
constitucionales y no simplemente porque el no tenga una contraprueba para la prueba
planteada.
Sería cuestionable el sustento de la vulneración a este derecho teniendo en cuenta que
en el proceso penal la ilicitud probatoria tiene lugar, habitualmente, en el procedimiento
preliminar, actuaciones que se desarrollan con la finalidad de obtener fuentes de prueba
que luego podrán ser consideradas dentro del proceso como medios de prueba.
Este procedimiento preliminar podrá tener naturaleza procesal o no, puede tratarse de
una actuación policial en el momento de la las diligencias preliminares propiamente
dicha, o una actuación del Ministerio Público al momento de la Investigación
preparatoria cuando el juez, por ejemplo, por medio de un auto, sin indicios suficientes,
ordena cualquier tipo de registro.
Se trata, casi siempre, de conductas llevadas a cabo en la fase de investigación, ya que
en la mayoría de los casos la vulneración de los derechos se da extraprocesalmente
aunque no se debe olvidar que la lesión puede también darse dentro de un proceso; en
este último caso deberá analizarse bien el caso ya que no necesariamente la afectación
de un derecho fundamental en la etapa probatoria implica la existencia de prueba ilícita
sino que mas bien puede darse el caso de afectación a principios que rigen la actividad
probatoria dentro de un proceso, así se hablaría de la afectación al principio de
contradicción, de inmediación, o de defensa propiamente dicho, todos estos principios
dentro del gran eje llamado: Debido proceso.
6
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Antes de citar los supuestos más importantes conocidos como prueba ilícita debe
dejarse muy claro que el concepto de prueba ilícita es muy distinto al de prueba ilegal.
Así, la prueba ilegal7 estaría comprendida por aquellos supuestos en los que la prueba se
caracteriza por la afectación al principio de legalidad, no podrá admitirse ningún tipo de
prueba que vaya contra la ley, de alguna manera lo que se busca al sancionar es que el
juez está obligado a hacer cumplir las normas referentes al procedimiento probatorio ,
por lo que se deberá denegar toda aquella prueba que suponga infracción de ese
procedimiento, este sería el caso de querer aportar extemporáneamente un documento o
un dictamen pericial privado sin que exista una norma de cobertura que lo permita.
Teniendo claras las diferencias entre estos tipos de prueba, estudiaremos los supuestos
de la prueba ilícita.
a) Intervenciones telefónicas
La intervención telefónica puede definirse como todo acto de investigación, limitativo
de derecho fundamental al secreto de las comunicaciones, por el que el Juez de
Investigación preparatoria, en relación con un hecho punible de especial gravedad en el
curso de un procedimiento penal, decide, mediante resolución motivada, que por la
policía se proceda al registro de llamadas y/o a efectuar la grabación de las
conversaciones telefónicas del imputado durante el tiempo imprescindible para poder
preconstituir la prueba del hecho punible y la participación del autor.
Para entender la configuración de este caso como un supuesto de prueba ilícita debe
tenerse en cuenta que nuestra CP en el artículo 2º inciso 10 establece lo siguiente:
7
En este sentido se pronuncia PICÓ JUNOY, Juan,en su artículo La prueba ilícita en el proceso civil
español dictado en las “XX1 Jornadas iberoamericanas de Derecho Procesal”,Lima 2008.
8
Pueden deducirse del Art. 230 del Nuevo Código Procesal Penal 2004.
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Además, debe entenderse que las intervenciones telefónicas pueden darse de diferente
manera; así puede diferenciarse entre la interceptación y grabación de una
comunicación practicada por un tercero ajena a la misma y aquella grabación efectuada
por uno de los que interviene en la propia comunicación; en el primer caso puede
hablarse de una injerencia en el derecho al secreto de las comunicaciones pero en el
segundo no, mas bien podría darse una vulneración del derecho a la intimidad en el
sentido que pueden interceptarse conversaciones íntimas que al ser divulgadas afectan
dicho derecho del comunicante.
Por otro lado, no puede negarse importancia al fundamental papel que ejerce este tipo
de pruebas en los casos de delitos de criminalidad organizada como el tráfico de drogas,
lavado de activos, contrabando, trata de personas, pornografía infantil, tráfico ilícito de
migrantes, extorsión, robo agravado, etc; además de que su eficacia depende de las
fuertes limitaciones a los derechos señalados anteriormente.
Pero la aplicación de este tipo de pruebas no se reduce a estos delitos, sino que también
va a estar de cierto modo permitido su ejercicio en los casos de corrupción de
funcionarios por lo que - según Asencio Mellado10- los políticos estarán obligados a
tolerar mayores intromisiones en el ámbito de sus derechos que el resto de personas,
pues mayor es su poder, su capacidad de ocultación de las conductas, y su
responsabilidad de responder frente a los ciudadanos; aunque esta es una postura que
algunos doctrinarios rechazan.
b) Prueba de videos
Al igual que el supuesto anterior la prueba de videos está también regulada por
el NCPP en el Titulo III del Libro II, en el artículo 207º y ha sido denominado por el
9
DE URBANO CASTRILLO,Eduardo, TORRES MORATO,Miguel. La prueba ilícito penal-estudio
jurisprudencial. Aranzadi.2000.p.189.
10
ASENCIO MELLADO, José María. Prueba ilícita y…,op.cit.,pp.25 y ss.
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A diferencia de las intervenciones telefónicas que exigen una resolución motivada del
juez para su ejecución, en el caso de la video vigilancia sólo se necesitará esta
autorización judicial cuando este tipo de investigación se realice en el interior de un
inmueble o en lugares cerrados, por lo que se entiende que en lugares abiertos no será
necesaria la autorización judicial.
Por lo que contrario sensu si no se lleva a cabo esta exigencia en estos casos podríamos
situarnos en el supuesto de prueba ilícita; en este caso, la filmación de imágenes
producidas al interior de un lugar están prohibidas y se necesitará una autorización
judicial, sin importar que el equipo técnico se encuentre en el interior o fuera del lugar
de los hechos; a partir de este enunciado cabe señalar la regla de inviolabilidad del
domicilio reconocido en el artículo 2. 9 de la CP, que señala lo siguiente:
11
Art. 207 del Nuevo Código Procesal Penal,2004.
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tal vulneración cuando el que realiza la grabación en video es el destinatario de las actos
y manifestaciones grabadas.
a) Descubrimiento inevitable
Estamos ante la excepción que en los Estados Unidos se conoce como Inevitable
discovery exception. En virtud de esta teoría los jueces admiten y valoran un dato
probatorio que ha sido obtenido ilícitamente a través de una hipótesis sobre la que la
probabilidad de que ese mismo dato de todos modos-inevitablemente-sería obtenido a
través de una actividad regular y lícita12.
Se trata de admitir la validez de la prueba derivada de forma natural de otra
inconstitucional en aquellos casos en los que se considere que, si no hubiese habido tal
vulneración del derecho fundamental, la prueba habría terminado por ser
inevitablemente adquirida de forma independiente durante el curso normal de la
investigación13.
Por ejemplo, en un proceso por evasión tributaria se obtienen las declaraciones juradas
del procesado sin el correspondiente levantamiento del secreto tributario.
12
CASTRO TRIGOSO, Hamilton. La prueba…op.cit.,pp. 90 y ss.
13
Véase DÍAZ CABIALE, José .MARTÍN MORALES, Ricardo. La garantía constitucional de la
inadmisión de la prueba ilícitamente obtenida, ed.civitas .2001.pp88 y ss.
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Esta teoría ha sido muy criticada, debido a que la ilicitud adherida a este tipo de pruebas
no puede ser desechada tan fácilmente, ya que los autores de esta tesis- para algunos
doctrinarios-se basan sólo en hechos hipotéticos que no necesariamente llegarán a
concretarse siempre por diversas circunstancias.
Desde este punto de vista, no siempre el descubrimiento de ciertos delitos será
inevitable, por lo que puede haber una agresión a los derechos fundamentales por el
simple hecho de creer en una construcción hipotética, considerando que puede ser real o
verdadero algo que tal vez está lejos de serlo.
14
GALVEZ MUÑOZ, Luis. La ineficacia de la prueba obtenida con violación de los derechos
fundamentales ,Ed.Aranzadi. pp197
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c) Buena fe
Considerada una de las excepciones más relevantes de la regla de exclusión probatoria;
esta excepción propone la valoración de prueba directa obtenida con vulneración de
derechos fundamentales por considerarse que en su obtención quienes la consiguieron
actuaron en la creencia que lo hacían bajo una cobertura de legitimidad y validez,
convencidos que procedían correctamente, es decir de buena fe.
Es una prueba ilícita directa y ya no indirecta o derivada como el planteamiento de las
excepciones anteriores.
Claro ejemplo de la aplicación de esta excepción, es la actividad de un policía que
realiza un allanamiento con orden judicial que ellos consideran válida pero que en
realidad no lo es. Otro ejemplo, si un juez autoriza la interceptación telefónica de un
ciudadano sin fundamentar su resolución y la interceptación es afectivamente realizada,
dicho medio probatorio - de acuerdo a la presente excepción – debería ser admitido en
el proceso pese a la grave afectación al debido proceso se habría producido.
Los críticos de esta tesis indicarán que un medio probatorio no deja de ser menos lesivo
a los derechos fundamentales del procesado por el hecho que su ilicitud proviene de
actos aparentemente lícitos y por lo tanto considerarán que este tipo de pruebas no
deben ser admitidos en un proceso penal.
15
CASTRO TRIGOSO, Hamilton. La prueba…op.cit.,pp.126-127.
16
CASTRO TRIGOSO, Hamilton. La prueba ilícita.. op.cit., p.116.
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Así como hay autores que consideran a la prueba ilícita como prueba válida, habrán
sujetos que se opongan a ellos, y como ya hemos adelantado cada una de las tesis o
excepciones posibles de aplicar tienen sus detractores.
Además de la oposición a los planteamientos anteriores, han surgido en el panorama
actual dos corrientes de manera casi uniforme en la doctrina; así tenemos: a) la conexión
de antijuridicidad y, b) la teoría del árbol ponzoñoso.
a) Conexión de antijuridicidad
Esta tesis surge en contraposición a las excepciones de buena fe, descubrimiento
inevitable y nexo causal atenuado; en virtud de que si no pueden comprobarse los
requisitos previstos para la procedencia de estas excepciones se considerara la prueba
obtenida como ineficaz.
En esta postura cobra importancia la consideración de la prueba ilícita como
independiente o como prueba refleja de la obtenida con la agresión de derechos
fundamentales, por lo que será muy importante tratar el tema de la conexión entre la
prueba obtenida ilícitamente y la posterior a ella.
La transferencia del carácter ilícito de una prueba obtenida con violación de los
derechos fundamentales a otra posterior, requiere la presencia tanto de una conexión
causal llamada también conexión natural como de una conexión jurídica.
La conexión natural es un requisito necesario pero no suficiente, para extender el efecto
invalidante de la violación de derechos fundamentales, ya que se necesitará la conexión
jurídica de manera obligatoria, de otro modo se entendería contaminada y debería, por
esto, ser ineficaz.
Para poder llegar a la conclusión acerca de la existencia o no de conexión de
antijuridicidad en el caso concreto será preciso 17: 1)Examinar la índole y las
características de la vulneración del Derecho fundamental que en cada caso se trate, así
como el resultado de esta lesión con el fin de determinar si hay algún elemento fáctico
que permita romper la relación de causalidad entre la prueba ilícita y la conectada con
ella, y por lo tanto estimar su eficacia o ineficacia, 2)Debe valorarse la intencionalidad
de la violación originaria, , la existencia de negligencia grave y la importancia objetiva
de dicha violación.
La consecuencia de este procedimiento será: Si se considera que en el caso concreto se
ha producido algún hecho en el que pueda sustentarse de forma más o menos
independiente el resultado probatorio en cuestión; y si además se llega al
convencimiento de que la valoración de la prueba no conlleva a nuevas lesiones del
derecho fundamental vulnerado, debe considerarse que esta prueba es independiente
jurídicamente y por tanto apta para la valoración procesal, pero si no se cumple lo
anterior tendríamos que hablar de una prueba que es ineficaz por ser considerada como
refleja.
17
GALVEZ MUÑOZ,Luis.La ineficacia de… op.cit., pp.183.
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Como crítica a esta teoría se dice que la teoría de los frutos del árbol envenenado
implica excesivos obstáculos para la averiguación de la verdad y el derecho a la prueba;
que puede provocar la anulación de muchos actos de investigación, produciendo una
intolerable desprotección social; además se dice que esta teoría fomenta las actuaciones
fraudulentas por parte del sujeto investigado, quien podría provocar actuaciones ilícitas
con el fin de conseguir su inmunidad; y finalmente que la vía sancionadora penal, civil
o administrativa constituye suficiente vía de defensa de los derechos fundamentales.
Sin embargo, debe considerarse que si bien es cierto esta teoría ha significado la
anulación de muchos actos de investigación, lo más trascendental en un ordenamiento
como el nuestro es la protección a los derechos fundamentales.
Finalmente, podemos observar que hoy por hoy se han consolidado límites18 específicos
a la consideración de invalidez de la prueba refleja, límites del efecto contaminante de
una prueba ilícita a la posterior derivada de ella, tales como el descubrimiento
inevitable, el nexo de causalidad atenuado y la excepción de buena fe; todas estas
figuras con requisitos cada vez más aceptados por la doctrina.
Después de un estudio acerca de las diferentes posturas doctrinarias considero que todo
absolutismo es negativo, me refiero a que no pueden cerrarse las puertas a múltiples
posibilidades referentes a las pruebas consideradas ilícitas.
De este modo, creo que todo derecho fundamental que si bien es cierto es inviolable,
muchas veces es necesario aplicar ciertas limitaciones con el fin de perseguir un fin
social común; por lo tanto considero que en aras de la verdad procesal lo que debe
prevalecer es la valoración de éste tipo de pruebas pero no siempre, sino de modo
excepcional; quiero decir que no puede dejarse de lado el fin último de nuestra CP, el
respeto de la dignidad humana y sus derechos.
Dentro de la ponderación que debe realizar el juez, debe analizar cuál de los dos bienes
en conflicto debe prevalecer. Si el interés de la sociedad en el descubrimiento de la
verdad, la realización del valor justicia, o por el contrario, el derecho de la personalidad
individual.
No puedo dejar de mencionar que el principio de proporcionalidad supone la graduación
de la naturaleza del delito, su gravedad, factibilidad de descubrimiento por otros medios
y valoración, siempre bajo la inspiración de que sólo los delitos graves o de gran
trascendencia social pueden dar lugar a la vulneración de un derecho fundamental, una
interceptación telefónica, por ejemplo.
18
Véase DÍAZ CABIALE,José .MARTÍN MORALES,Ricardo.La garantía constitucional de la
inadmisión de la prueba ilícitamente obtenida,ed.civitas.2001.pp82ss
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A la última premisa podemos agregar, que existe un tratamiento diferenciado para los
diferentes tipos de delito, afirmar que existe la posibilidad de aplicar un Derecho Penal
del Enemigo para quienes forman parte de organizaciones terroristas o realizan
actividades de Narcotráfico o análogas a ellas y, por otra parte, el Derecho Penal Común
que será aplicable a sujetos de peligrosidad común.
Cito esto en la medida que, en el caso de Terroristas el reconocimiento y respeto a sus
derechos fundamentales no va a ser tan exigible como en el caso de cualquier otro
imputado, por lo tanto cabría decirse a mí entender que la admisión y valoración de la
prueba ilícitamente obtenida en estos casos es realmente aceptable.
Finalmente, me parece acertado que no se destierre la posibilidad de admisión de una
prueba ilícita en procesos donde realmente es necesaria para la obtención de la verdad y
protección del bien social.
1)Tratamiento Positivo
Es importante determinar el tratamiento que nuestro ordenamiento le da al tema bajo
estudio, ya que será dentro de éstos parámetros en los que se desenvolverá el juez para
la admisión y valoración de la prueba ilícita.
Constituyen fuente fundamental de regulación, tanto la Constitución Política del Estado
de 1993 como el Nuevo Código Procesal Penal.
a) Regulación en la Constitución
19
Cfr. Constitución Política del Estado Peruano de 1993
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garantías previstas en la ley. Se guarda secreto de los asuntos ajenos al hecho que
motiva su examen.
Los documentos privados obtenidos con la violación de este precepto no tienen efecto
legal.
Los libros, comprobantes y documentos contables y administrativo están sujetos a la
inspección o fiscalización de la autoridad competente, de conformidad con la ley. Las
acciones que al respecto se tomen no pueden incluir su sustracción o incautación, salvo
por orden judicial.
Claro está que la enunciación de éstos derechos está destinada a prohibir la utilización
de pruebas ilícitas como la interceptación de comunicaciones telefónicas o electrónicas,
así como la llamada videovigilancia, temas que ya hemos tratado.
20
Ver todo el artículo en Constitución Política del Perú de 1993.
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21
Según Gálvez Muñoz en La ineficacia de la prueba obtenida con violación de los derechos
fundamentales ,Ed.Aranzadi. p.217
22
Artº 155 del NCPP (inc.1 y 2).-
1.- La actividad probatoria en el proceso penal está regulada por la Constitución, los tratados aprobados y
ratificados por el Perú y por este código.
2.- Las pruebas se admiten a solicitud del Ministerio Público o de los demás sujetos procesales. El juez
decidirá su admisión mediante auto especialmente motivado, y sólo podrán excluir las que no sean
pertinentes y prohibidas por la Ley. Asimismo, podrá limitar los medios de prueba cuando resulten
manifiestamente sobreabundantes o de imposible consecución.
23
Artº 159 del NCPP.-1 “El juez no podrá utilizar, directa o indirectamente, las fuentes o medios de
prueba obtenidos con vulneración del contenido esencial de los derechos fundamentales de la persona.”
24
Acuerdo Plenario de los Vocales Superiores Acta de la Sesión del Pleno-"Problemática en la aplicación
de la norma penal, procesal y penitenciaria, La Prueba ilícita y la prueba prohibida Trujillo,11 de
Diciembre 2004..pp10 y ss.
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Por otro parte, la alusión del legislador a que esta prueba no surtirá efectos comprende
también el momento de la admisión de la prueba, es decir tampoco se hace referencia
expresa a si en el momento de la etapa intermedia se deba tratar este tema.
El tema más controversial, a mi parecer, es el momento de la investigación preparatoria;
la doctrina dice que aquí si se pueden excluir, nada impide esto teniendo en cuenta que
el juez penal es un juez de garantías y que el partir de una prueba ilícita puede llevar al
peligro de obtener otras fuentes de prueba igualmente viciadas.
Finalmente, parece claro que la validez de la prueba ilícita puede ser cuestionada
durante todo el proceso penal actual.
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