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REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

MINISTERIO DE EDUCACIÓN SUPERIOR

FACULTAD DE CIENCIAS JURÍDICAS Y POLÍTICAS

CARRERA: DERECHO

INFORME

Autor: Andrés Bustillo v26369795

Asesor Académico: Daniela Stramignoni


PRINCIPIO DE LEGALIDAD ADMINISTRATIVA

La Constitución precisa el carácter sub legal de la actividad administrativa, en su


artículo 137, cuando establece el principio de la legalidad, con el que se impide
que ésta invada la esfera de regulaciones que la Constitución encarga con
carácter de reserva legal al legislador, tales como la creación de leyes, impuestos,
contribuciones, sanciones o faltas administrativas ni limitar los derechos
constitucionales salvo en los casos previstos en la propia Constitución. Se dice
entonces que estamos en presencia de una administración reglada, es decir,
obligada a cumplir TODO aquello que le impone la Ley, y NADA puede hacer
cuando no tiene base legal. Este criterio definitorio, tiene su contrapartida en el
principio “pro libertatis”, que implicaría que los particulares, pueden realizar todos
aquellos actos que no estén expresamente prohibidos por la Ley.

Este concepto nació como consecuencia de la expresión de la voluntad del pueblo


expuesta por Rousseau y la división de poderes de Montesquieu, con influencia de
la teoría de los derechos naturales desarrollada por Locke, e intenta dilucidar la
relación en que está la administración con el derecho. Positivamente implica la
exigencia, para toda actividad administrativa, de una habilitación legislativa formal,
como consecuencia de la llamada reserva legal o fundada en una norma de
derecho consuetudinario.

Actos sometidos al principio de legalidad: En principio, todos los actos


administrativos están sujetos al principio de la legalidad, sin embargo, la tesis de la
discrecionalidad administrativa admite que las razones de conveniencia y
oportunidad son una forma de morigerar dicho principio. También escapan,
cuando menos del control de legalidad previo los actos que dicta la administración
bajo circunstancias excepcionales.

La primera y fundamental consecuencia del principio de legalidad administrativa


es el sometimiento al control jurisdiccional y la aplicación práctica del principio de
la responsabilidad administrativa.
CLASES DE CONTROLES DEL PRINCIPIO DE LEGALDIAD ADMINISTRATIVA

1. Control Administrativo: Es la función administrativa que consiste en medir


y corregir el desempeño individual y organizacional para asegurar que los
hechos se ajusten a los planes y objetivos de las empresas. Implica medir
el desempeño contra las metas y los planes, muestra donde existen
desviaciones con los estándares y ayuda a corregirlas. El control facilita el
logro de los planes, aunque la planeación debe preceder del control. Los
planes no se logran por si solos, éstos orientan a los gerentes en el uso de
los recursos para cumplir con metas específicas, después se verifican las
actividades para determinar si se ajustan a los planes.

2. Control Jurisdiccional: Los recursos administrativos no son verdaderos


juicios, puesto que se plantean y resuelven ante la propia Administración
sin que en ellos se produzca la controversia básica en todo proceso judicial.
Por ello, la fiscalización administrativa debe complementarse con la
fiscalización jurisdiccional; es decir, además de la vía gubernativa, existe la
vía jurisdiccional. Por una tradición en el uso de la palabra recurso en el
lenguaje administrativo, la vía jurisdiccional contra la Administración es
aludida también con el nombre de recursos jurisdiccionales, que son
verdaderos juicios promovidos por los administrados ante la jurisdicción
ordinaria y contra la Administración. Dentro de estos recursos o vía
jurisdiccional, hay que distinguir, por un lado, el llamado recurso
jurisdiccional ordinario, que es la reclamación judicial interpuesta contra
actos de la Administración cuando ésta actúa como persona jurídica dentro
del marco del Derecho privado. Cuando la reclamación del administrado se
dirige contra actos administrativos en que la Administración actúa como
poder público, debe utilizarse el recurso o vía jurisdiccional denominado
recurso contencioso-administrativo, que es un verdadero juicio.

3. Control Ciudadano: Son mecanismos de participación y control social de


carácter temporal, mediante los cuales los ciudadanos y ciudadanas
ejercen el derecho constitucional de controlar, de manera objetiva e
imparcial, la administración y gestión de lo público. Su propósito es
intervenir a tiempo en caso de encontrar irregularidades en el manejo de la
gestión y administración de lo público, previniendo así actos de corrupción.

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