Está en la página 1de 72

TERCER CURSO DE FORMACON Y ESPECIALIZACIÓN JUDICIAL EN

ÁREA ORDINARIA
Unidad de Formación y Especialización
Tercer Curso de Formación y Especialización Judicial en Área Ordinaria – Gestión 2023

UNIDAD TEMATICA 1
PROCEDIMIENTO ADMINISTRATIVO

1. NOCIONES BASICAS DEL DERECHO ADMINISTRATIVO


1.1. DEFINICION DEL DERECHO ADMINISTRATIVO
Es necesario para la concreción de los términos a utilizar, partir de
algunos argumentos doctrinales, señalando con precisión qué es el
derecho administrativo y cuáles son sus connotaciones legales, para lo
que se establece que, es la rama del derecho que estudia la
organización, deberes y funciones del Estado y de sus instituciones, en
especial, las atribuciones del poder ejecutivo. Su nombre proviene del
latín ministrare (“manejar los asuntos comunes”).
El derecho administrativo está vinculado a la Administración Pública
como campo de estudio, cuyos nexos teóricos y prácticos lo vinculan
con disciplinas como la sociología, la economía, la psicología, las
ciencias políticas y otras ramas del derecho como el derecho penal,
constitucional e internacional.
En su manejo con el Estado, el derecho administrativo sostiene siempre
un objetivo doble: el de garantizar la eficacia y eficiencia de la
administración pública y los diversos procesos involucrados, pero,
además, la protección de los derechos de los administrados en sus
relaciones precisamente con el Estado.

1.2. ORIGEN. –

Los orígenes del derecho administrativo se remontan a los siglos XVIII y XIX,
con las Revoluciones Liberales que derrocaron al antiguo régimen y
abrieron la puerta del mundo republicano en Occidente.
De este modo, es una rama del derecho relativamente joven, nacida
junto a la declaración de los derechos humanos y la igualdad ante la ley
de los ciudadanos. Es decir que surgió junto al Estado Liberal.
El primer organismo encargado de ejercerlo fue el Consejo de Estado
francés. Estaba encargado de fiscalizar el poder del Estado, ya que en
ese entonces se desconfiaba de los jueces provenientes del Antiguo
Régimen feudal para que sirvieran de contrapeso único al Estado.

1
Unidad de Formación y Especialización
Tercer Curso de Formación y Especialización Judicial en Área Ordinaria – Gestión 2023

1.3. CARACTERISTICAS. –

El derecho administrativo se caracteriza por ser:


COMÚN, porque los principios que emplea, se los aplica de
manera similar en todos los procedimientos que utiliza el Estado al
surgimiento de las contenciones o peticiones de los administrados,
precisamente porque los efectos de las resoluciones
administrativas a ser pronunciadas afectan en términos también
idénticos a todos los administrados y en todas las materias y
recursos donde se maneja el derecho administrativo.
AUTÓNOMO, porque obedece a los principios que hacen a la
especialidad de estas materias.
LOCAL, porque responde a la organización jurídico-política de
cada país.
RÉGIMEN EXORBITANTE, porque el ámbito de acción del Estado
excede al derecho privado, al poseer una compleja gama de
poderes o potestades jurídicas que se traslucen en sus
prerrogativas como poderes irrenunciables, intransferibles o
imprescriptibles, que tiene la administración pública para el
cumplimiento de sus objetivos, razón por la cual, donde exista una
administración pública regirá la aplicación del derecho
administrativo.

1.4. PRINCIPIOS DEL DERECHO ADMINISTRATIVO. –

Existen cuatro principios generales del Derecho Administrativo que, si bien


no son los únicos, empero son los principales, porque, considerando la
aplicación de otros principios del Derecho en general.
Principio de la legalidad objetiva. Establece que todo acto
emanado de un poder público debe darse en perfecta
concordancia con la ley vigente y su jurisdicción, y no caer en las
subjetividades que se encuentren involucradas, es decir, en la
voluntad de las personas.
Principio de la oficialidad. Establece que la iniciación, impulso y
desarrollo de los procesos de tipo judicial y/o administrativo
deberán depender siempre de un órgano del poder público, y no
de la voluntad de los individuos involucrados.
Principio del informalismo en favor del administrado. Establece
que los administrados deberán ser juzgados independientemente

2
Unidad de Formación y Especialización
Tercer Curso de Formación y Especialización Judicial en Área Ordinaria – Gestión 2023

del cumplimiento de ciertos requisitos formales que no resulten


indispensables, para que algunas rigurosidades formales no
entorpezcan la búsqueda de la verdad materia y, por
consiguiente, de una solución justa al caso.
Principio del debido proceso o garantía de la defensa. Establece
que el Estado debe respetar todos los derechos consagrados por
la ley al administrado, sin importar la gravedad de las faltas y
contravenciones en las que se presuma haber incurrido. Esto
implica la concreción en términos materiales de su derecho a una
defensa amplia y de un juicio de ley en condiciones objetivas y no
restrictivas y, de la imposición en su caso de una sanción que sea
proporcional a la gravedad o lesividad de la responsabilidad
incurrida, valorada en términos generales de acciones u
omisiones, entre otros aspectos.

1.5. OTROS PRINCIPIOS DE LA LEY 2341.-

Asimismo, la ley 2341 del procedimiento administrativo boliviano, señala


los principios generales de la actividad administrativa, que los citamos
sólo para comprender que todo proceso administrativo o jurisdiccional,
vinculado al control de legalidad de los actos y/o resoluciones
administrativas, debe regirse por ellos. Estos son:
Principio fundamental: El desempeño de la función pública está
destinado exclusivamente a servir los intereses de la colectividad;
Principio de autotutela: La Administración Pública dicta actos y
resoluciones administrativas que tienen efectos sobre los
administrados, como tal, está facultada a ejecutar según
corresponda y luego de agotada la instancia de control
administrativo pertinente si hubiere, sus propias determinaciones,
sin perjuicio del control de legalidad jurisdiccional posterior;
Principio de sometimiento pleno a la ley: La Administración Pública
regirá sus actos con sometimiento pleno a la ley, asegurando a los
administrados el debido proceso y el ejercicio pleno de su
derecho a la defensa.
Principio de verdad material: La Administración Pública investigará
la verdad material en oposición a la verdad formal que rige el
procedimiento civil;
Principio de buena fe: En la relación de los particulares con la
Administración Pública se presume el principio de buena fe. La

3
Unidad de Formación y Especialización
Tercer Curso de Formación y Especialización Judicial en Área Ordinaria – Gestión 2023

confianza, la cooperación y la lealtad en la actuación de los


servidores públicos y de los ciudadanos, orientarán el
procedimiento administrativo;
Principio de imparcialidad: Las autoridades administrativas
actuarán en defensa del interés general, evitando todo género
de discriminación o diferencia entre los administrados;
Principio de presunción de legalidad: Las actuaciones de la
Administración Pública por estar sometidas plenamente a la Ley,
se presumen legítimas y legales, salvo expresa declaración judicial
en contrario;
Principio de jerarquía normativa: La actividad y la actuación
administrativa y, particularmente la aplicación de toda la
normativa administrativa se regirá por el principio de jerarquía
normativa, empero, con la excepción de que esta normativa no
contravenga la convencionalidad de los derechos humanos, es
decir, sus pactos y convenciones y tampoco su jurisprudencia, al
ser vinculantes en su aplicación por todas las autoridades
administrativas y, con mayor razón por los jueces;
Principio de control de legalidad judicial: El Órgano Judicial,
controla la actividad de la Administración Pública aplicando
rigurosamente el Derecho Internacional de los derechos humanos,
la Constitución Política del Estado y las normas legales aplicables,
pero, además, la jurisprudencia pertinente y aplicable a cada
caso en particular;
Principio de eficiencia y eficacia: Todo procedimiento
administrativo debe lograr su finalidad, evitando dilaciones
indebidas, optimizando el uso de los recursos estatales disponibles;
Principio de economía, simplicidad y celeridad: Los
procedimientos administrativos se desarrollarán con economía,
simplicidad y celeridad, evitando la realización de trámites,
formalismos o diligencias innecesarias;
Principio de informalismo: La inobservancia de exigencias
formales no esenciales por parte del administrado, serán
excusables y no interrumpirá el procedimiento administrativo ni el
proceso jurisdiccional;
Principio de publicidad: La actividad y actuación de la
Administración es pública, salvo la existencia de alguna ley que,
por alguna circunstancia atendible, limite este carácter;

4
Unidad de Formación y Especialización
Tercer Curso de Formación y Especialización Judicial en Área Ordinaria – Gestión 2023

Principio de impulso de oficio: La Administración Pública está


obligada a impulsar de oficio el procedimiento en todos los
trámites en los que medie el interés público;
Principio de gratuidad: Los particulares sólo estarán obligados a
realizar prestaciones personales o patrimoniales en favor de la
Administración Pública, cuando la Ley o la norma jurídica
expresamente lo establezca; y,
Principios de proporcionalidad y razonabilidad: La Administración
Pública actuará con sometimiento a los fines que persigue el
Estado en su estricta dimensión, razón por la que aplicará la ley sin
incurrir en excesos ni abusos que lesionen los derechos de los
administrados.
El principio de representación: Es el que le permite al servidor
público representar una orden de su jefe inmediato superior que
la considere ilegal, siempre por escrito y antes de que la misma se
vaya a cumplir, a fin de liberarse de contingencias y
responsabilidades futuras.

1.6. FUENTES DEL DERECHO ADMINISTRATIVO.

La principal fuente del Derecho Administrativo ahora es sólo la


Constitución Política del Estado, como ocurre con otras ramas del
derecho, porque además de ella está sobre todo el derecho
internacional de los derechos humanos, aplicable por disposición del art.
410 Constitucional, además de las leyes, las disposiciones del órgano
ejecutivo, la normativa administrativa evacuada por las administraciones
públicas, además de la jurisprudencia evacuada por cada una de ellas.
Asimismo, es evidente que el Derecho Administrativo se rige también por
los reglamentos y normativas propias de cada Administración Pública,
considerando la naturaleza de cada una de ellas, además de la
doctrina, los hechos sociales y las costumbres que rigen, suelen también
ser aplicables en sus lugares y poblacionales específicas (derecho
consuetudinario).

1.7. DIFERENCIAS ENTRE PROCEDIMIENTO ADMINISTRATIVO Y EL PROCESO


ORDINARIO

El procedimiento administrativo, como parte adjetiva del derecho


administrativo, estudia las reglas y principios que rigen la intervención de

5
Unidad de Formación y Especialización
Tercer Curso de Formación y Especialización Judicial en Área Ordinaria – Gestión 2023

los administrados en el ejercicio de su derecho a la defensa y de la


garantía a su derecho al debido proceso, además de terceros
interesados y su eventual impugnación de la voluntad administrativa.
Dentro este procedimiento administrativo se advierte la participación y
defensa del administrado que, para el caso puede ser una persona
natural o jurídica y, en ocasiones también otra administración pública,
tratándose de contenciones interadministrativas, según sea el caso a
estudiar. Dicho procedimiento, hasta que se manifieste la última voluntad
administrativa, se rige por un trámite que debe permitir la participación e
intervención activa, no solo de los administrados, sino también de la
propia administración en el ejercicio de sus derechos.
Por ello, la finalidad de un procedimiento administrativo es la emisión de
un acto o de una resolución administrativa final que conceda o
deniegue un derecho solicitado por un administrado e imponga en
último caso, previo procedimiento, sanciones en su contra por una
infracción incurrida, decisiones que, según sea el caso, pueden atentar
el derecho del administrado, quien por lo mismo se reserva su derecho
de impugnación por la vía de lo contencioso administrativo.
En tal sentido, para la emisión de la aludida resolución administrativa
existe un procedimiento que contempla las reglas de forma que en el
marco del debido proceso debe cumplir para que contenga su validez,
pero además en el fondo, en cuanto a la resolución en sí misma se refiere,
al ser necesario que contenga la suficiente motivación y
fundamentación, al momento de conceder o denegar el derecho
solicitado o aplicar la sanción correspondiente.

1.8. ACTO ADMINISTRATIVO. -

Resulta importante aclarar cómo deben ser entendidos los actos


administrativos, para empezar, recordemos la clásica definición de
Zabonini, quien aludiendo al acto administrativo lo precisó como “la
declaración de voluntad, de conocimiento, de deseo o juicio, emanado
por un sujeto de la Administración Pública en ejercicio de una potestad
administrativa”. Es sustancial esta definición, porque de ella se entiende
que el acto administrativo es el último eslabón de la cadena de
legalidad, considerando que todo procedimiento suele concluir en sede
administrativa con un acto o una resolución administrativa final, lo que
significa que en éste discurre la mayor parte de la actividad
administrativa. Continuando, es preciso advertir de la definición

6
Unidad de Formación y Especialización
Tercer Curso de Formación y Especialización Judicial en Área Ordinaria – Gestión 2023

señalada, que el acto administrativo puede provenir de una declaración


de voluntad (licencia); de una declaración de deseo (orden de derribo
de un edificio construido ilegalmente); de una declaración de
conocimiento (acta o certificado de calificaciones de un alumno de un
centro público); y, finalmente, de una declaración de juicio (informe,
resolución de los recursos administrativos).

1.9. RASGOS DEL ACTO ADMINISTRATIVO

Prosiguiendo, es prioritario advertir que el acto administrativo es


esencialmente unilateral, porque no precisa de la mediación de
voluntad del sujeto destinatario para alcanzar su validez. Así, la licencia
es válida desde el momento que la Administración la otorga, no siendo
indispensable para ello la aceptación del destinatario. Igualmente, las
multas lo son desde el instante que se las imponen, mientras los
certificados también lo son desde el momento que se expiden. De lo
expuesto se concluye que los contratos no son actos administrativos.
Al respecto la jurisprudencia sentada por el Tribunal de la Sala de lo
Contencioso Administrativo de El Salvador, en su sentencia de 16.10/80,
señaló lo siguiente: “Es importante aclarar, que el acto administrativo es
considerado como una declaración unipersonal de voluntad o de juicio
dictado por una Administración Pública en ejercicio de potestades
contenidas en la ley respecto a un caso concreto”. A partir de tal
concepto surgen las diversas clasificaciones del acto administrativo,
dentro de las cuales se encuentra la que hace referencia a los actos que
no contienen declaraciones de voluntad, sino solamente de juicio,
comprendiendo en tal categoría los informes, dictámenes y opiniones.
Por consiguiente, las opiniones consultivas emitidas por los entes y
órganos que tienen atribuida tal potestad, también se constituyen en
actos administrativos. Sin embargo, esto no impide la existencia de actos
administrativos unilaterales en todo el procedimiento de contratación,
hasta la adjudicación del contrato, y posteriormente otras en el ejercicio
de sus potestades administrativas derivadas del contrato y ejercitadas
con ocasión de su ejecución. Aunque como excepción, en algunos
casos aislados, el acto administrativo precisa la aceptación del
particular, tal es el caso del otorgamiento de una subvención. No
obstante, como en estos casos la aceptación es una carga impuesta
sobre el administrado para que se habilite su percepción, tal
determinación no contradice el carácter unilateral del acto por el que

7
Unidad de Formación y Especialización
Tercer Curso de Formación y Especialización Judicial en Área Ordinaria – Gestión 2023

se le otorga la subvención, ni afecta la validez del mismo, al ser en


realidad unilateral el acto de otorgamiento que dicta la administración,
a diferencia de aquel que precisa la aceptación de la subvención.
De otro lado, es importante anotar que el acto administrativo se
encuentra regulado por el Derecho Administrativo, aunque en este
punto debemos recordar la aplicación supletoria que, en nuestro país
más que el código adjetivo civil la lleva a cabo la jurisprudencia y la
doctrina que lentamente se va desarrollando, a fin de llenar las lagunas
procesales que suelen presentarse a la hora de resolver los litigios
interpuestos. Además, el acto administrativo es dictado generalmente
por la administración pública, aquella que no siempre pertenece al
órgano ejecutivo, al existir instancias administrativas en los demás
órganos de poder del Estado que, como no podía ser de otra manera,
también se encuentran regidos por el Derecho Administrativo, razón por
la que sus actos igualmente pueden ser impugnados dentro un proceso
contencioso administrativo.

1.10. SU CONTROL DE LEGALIDAD

De lo brevemente explicado se establece que los actos administrativos


pueden ser objeto de un control de legalidad, en la vía contencioso-
administrativa, y que por sus rasgos intrínsecos estos son singulares,
concretos y consuntivos, como se advertirá a continuación. Asimismo, es
importante aclarar que, si bien los reglamentos y los actos administrativos
son productos de un mismo sujeto, para el caso de la administración
pública, empero lo cierto es que son diferentes, motivo o el cual, a fin de
advertir tales distinciones, interesa analizar los criterios que los distinguen
materialmente.

1.11. DEL REGLAMENTO Y LOS CONTRATOS ADMINISTRATIVOS

En principio, conforme al criterio de normatividad, se entiende que los


reglamentos son normas jurídicas, en tanto los actos son el resultado de
su aplicación. De otro lado, el reglamento innova el ordenamiento
jurídico creando normas nuevas, mientras el acto se limita a poner en
marcha lo dispuesto por aquel. Además, el reglamento permanece
vigente en el tiempo, en cambio, el acto tiene efectos agotadores, ya
que una vez aplicado éste pierde su utilidad posterior.

8
Unidad de Formación y Especialización
Tercer Curso de Formación y Especialización Judicial en Área Ordinaria – Gestión 2023

Conforme al criterio de generalidad, se advierte que el reglamento se


dirige a una pluralidad indeterminada de sujetos, mientras el acto
administrativo tiene como destinatario a una persona singular y
concreta. A su vez, los reglamentos establecen disposiciones
impersonales y abstractas, en tanto el acto dispone actuaciones
concretas y de cumplimiento inmediato, con la única excepción de los
denominados actos administrativos generales, dirigidos a una pluralidad
de sujetos, tal es el caso de las convocatorias públicas. Por tal razón, en
realidad, la distinción principal entre el acto y el reglamento no descansa
en el rasgo de generalidad que conlleva este último, porque en realidad
descansa en su carácter normativo, esto es, cuando se advierte que esta
actuación general tiene vocación de permanencia en el tiempo, por lo
que en rigor de verdad se trata de un reglamento, empero, si se agota
con su ejercicio, como es el caso de las convocatorias, será un acto
administrativo.
A su vez, la ilegalidad del reglamento comporta siempre su nulidad de
pleno derecho, en tanto que la regla general de los actos administrativos
es la simple anulabilidad. Otra diferencia radica en la posibilidad de
delegar la potestad que cabe en los actos administrativo, pero no en los
reglamentos. Y, finalmente, actos y reglamentos tienen distintas vías de
impugnación, porque mientras los primeros sí pueden hacerlo en la vía
contencioso - administrativa, el otro no, por encontrarse directamente
vinculado con la garantía al derecho del debido proceso, que es de
orden constitucional.
En cuanto se refiere a las actuaciones materiales o técnicas, son las
prestaciones de carácter material o, si se quiere, la ejecución material de
lo dispuesto por un acto administrativo, que como tal no son actos
administrativos propiamente dichos, por lo que estas actividades
prestacionales no son impugnables en la vía contencioso administrativa.
Tales son los casos, por ejemplo, de una operación quirúrgica efectuada
en un centro de salud del estado, o el transporte de un viajero en un
autobús municipal. De ese modo se entiende que las actividades
materiales y de ejecución se encuentran reguladas por el derecho
administrativo, pero no se constituyen en una declaración formal de
voluntad, de conocimiento, de deseo o de juicio, por tratarse
simplemente de ejecuciones de tales declaraciones, consignadas en
actos administrativos, o bien la sola realización de acciones materiales
por parte de la administración pública.

9
Unidad de Formación y Especialización
Tercer Curso de Formación y Especialización Judicial en Área Ordinaria – Gestión 2023

De lo expuesto se establece que los contratos administrativos no son


actos administrativos, al no gozar de la nota de unilateralidad,
considerando que para su validez el contrato precisa de dos o más
voluntades, la del administrador y del particular, por lo que en tanto éstas
no confluyan no se perfecciona el contrato. Debe saberse, no obstante,
que la administración tiene un concreto mecanismo por expresar su
voluntad, que no es otro que el procedimiento administrativo, el mismo
que entra en aplicación cuando la administración desea a nombre del
estado, suscribir un contrato. Cabe aclarar al respecto que, a lo largo de
este procedimiento, la administración realiza una serie de sucesivas
actuaciones que tienen la naturaleza de actos administrativos, pues
contienen todas las notas conceptuales de éstos, que es lo que se
denomina actos separables. Por ejemplo, la convocatoria de una
contratación o de una licitación pública, por tratarse de una sucesión de
actos que conduce la administración para la selección de un sujeto
concreto, con quien contratará, momento hasta el cual hablamos de
actos separables. Por el contrario, cuando el procedimiento ya ha
concluido y tenemos un documento en el que se recoge el acuerdo
alcanzado entre el particular y la administración, ya hablamos de un
contrato, que como tal no puede ser considerado un acto
administrativo, por consagrar el acuerdo de dos o más voluntades,
careciendo por lo mismo de un rasgo de unilateralidad.
Aunque nuestra legislación no lo diga en forma expresa, la jurisprudencia
sentada por el órgano judicial ha aclarado la diferencia que existe entre
un reglamento, un contrato y un acto administrativo, porque si bien todos
estas actuaciones tienen una naturaleza administrativa, lo cierto es que
en los hechos no todas se constituyen en actos administrativos, razón por
la que nuestra legislación dispuso que en la vía de lo contencioso se
conozcan y resuelvan los asuntos inherentes a los contratos
administrativos incumplidos en todo o en parte por el estado; en tanto,
aquellos actos o resoluciones administrativas finales pronunciadas por la
administración que resulten lesivas a los derechos de los administrados, lo
sean en la vía de lo contencioso administrativo.

10
Unidad de Formación y Especialización
Tercer Curso de Formación y Especialización Judicial en Área Ordinaria – Gestión 2023

2. PROCEDIMIENTO ADMINISTRATIVO

2.1. DEFINICION. -

En un sentido técnico el procedimiento administrativo consiste


fundamentalmente en una pluralidad de actos ligados o coordinados entre
sí de manera que, sin cada acto anterior, ninguno de los posteriores tendría
validez y sin cada acto posterior, ninguno de los anteriores tendría eficacia.
Así entendido el procedimiento, hay que hacer, sin embargo, las siguientes
precisiones:
El término procedimiento no es similar al término «proceso», porque éste
último se refiere a actuaciones judiciales, mientras que aquél es empleado
sólo para actuaciones de la administración pública. Conforme a lo anotado
el procedimiento es «el cauce formal de una serie de actos secuenciales y
concatenados entre sí, para la consecución de un fin, por medio de un acto
definitivo, denominado con mayor rigor técnico, resolución administrativa.
Conforme a lo señalado se entenderá que el procedimiento administrativo
es un presupuesto necesario para acudir ante los Tribunales de Justicia,
solicitando un control de legalidad del mismo, a fin de establecer si éste se
rigió o no por las reglas que hacen al debido proceso y, si al administrado se
le permitido con amplitud ejercitar su derecho a la defensa.

2.2. CLASES DE ADMINISTRADOS – LA PETICION

Regularmente son las personas físicas o naturales que mantienen algún


vínculo con la Administración Pública o se benefician con la presentación
de algún servicio que presta ésta, por cuya razón tramita alguna petición
ante ella. Sin embargo, también puede ser una persona jurídica o una
empresa y, excepcionalmente otra Administración Pública, tratándose el
caso de relaciones interadministrativas.
En sus relaciones con las Administraciones Públicas, los administrados tienen,
entre otros, los siguientes derechos de importancia:
La entrega a su favor, en fotocopias debidamente legalizadas del
legajo del procedimiento administrativo completo y debidamente
organizado del cual es parte. La Autoridad administrativa que lo
conoce así lo dispondrá, sin excusa ni dilación alguna, bajo
alternativa de responsabilidad administrativa. Para el caso de su
rechazo podrá acudir ante el Juez en lo Administrativo para pedir la
orden judicial correspondiente.

11
Unidad de Formación y Especialización
Tercer Curso de Formación y Especialización Judicial en Área Ordinaria – Gestión 2023

Conocer, en cualquier momento, el estado de la tramitación del


procedimiento administrativo en los que sea parte, y obtener copias
de documentos contenidos en ellos.
Identificar a las autoridades y al personal al servicio de las
Administraciones Públicas bajo cuya responsabilidad se tramiten los
procedimientos.
Obtener copia sellada por la recepción de los documentos que
presente dentro el procedimiento.
Demandar por sus acciones u omisiones por las responsabilidades en
las que hubiesen podido incurrir los servidores públicos que actúan en
nombre de alguna Administración Pública.
Pedir se le reconozca el derecho que le confiera la ley a su favor.

2.3. EL PROCEDIMIETO ADMINISTRATIVO SANCIONADOR

El derecho Sancionador busca preservar el cumplimiento de los objetivos


de la Administración Pública, reprimiendo por medios coactivos las
conductas contrarias a ese fin. Esto significa que el poder sancionador le
permite a la Administración imponer sanciones a quienes incurran en la
inobservancia de las acciones u omisiones que le son impuestas por el
ordenamiento normativo. Como tal, el Derecho Administrativo
Sancionador es, ante todo, de índole administrativo disciplinario y se rige
por el principio de legalidad.
Si bien se pensaba en sus orígenes regido por completo a los principios
del Derecho Penal, lo cierto es que, con la irrupción del Derecho
Administrativo, éste ha alcanzado una categoría y especialidad que le
son propias, precisamente en su ámbito sancionador

2.3.1. PRINCIPIOS DEL PROCEDIMIENTO ADMINISTRATIVO SANCIONADOR

Observemos algunos de sus principios:

PRINCIPIO DE LEGALIDAD
Supone que la Administración Pública se encuentra regida por
completo a la aplicación de la ley y el derecho. Esto significa que
cada administración pública debe elaborar su propia normativa
interna, empero sin contrariar no sólo la Constitución Política del
Estado Plurinacional, sino el Derecho Internacional de los
Derechos Humanos. Eso en cuanto a la elaboración de su

12
Unidad de Formación y Especialización
Tercer Curso de Formación y Especialización Judicial en Área Ordinaria – Gestión 2023

normativa, pero también deberá tener cuidado en la aplicación


de la misma, considerando que no pueden las autoridades
administrativas aplicar mecánicamente la normativa interna,
porque antes deberán apercibirse si la misma no transgrede la
constitución o algún tratado o convención sobre derechos
humanos, incluida su jurisprudencia, porque de suceder esto no
solo las resoluciones administrativas que se dicen corren el riesgo
de ser anuladas, sino que además de ser responsabilizados por
violaciones a los derechos humanos.
Como tal, habrá que advertir que la aplicación estricta de la ley
que alude el principio de legalidad ahora es muy amplia, y no se
rige como antes en exclusivo por el principio de jerarquía
normativa.
PRINCIPIO DE TIPICIDAD
Implica la exigencia que, de manera previa a la inconducta
observada, se instituyan las faltas o infracciones en las que pueda
incurrir alguna persona vinculada directa o indirectamente con la
Administración Pública, esto significa que en forma previa también
las sanciones deben encontrarse establecidas.
PRINCIPIO DE RESPONSABILIDAD
Este principio, mal importado del Derecho Penal, suele ser
aplicado erróneamente, sin advertir que en materia administrativa
sus Autoridades carecen de competencia para tramitar procesos
penales, razón por la cual no existe en los procedimientos
administrativos a su cargo culpabilidad alguna sino
responsabilidad en sus actores, tal cual así lo establece la ley 1178
y el DS 23318-A, al referirse a las cuatro responsabilidades que a
este efecto prevé, la administrativa, la civil, la penal y la ejecutiva.
PRINCIPIO DE OFICIOSIDAD
Alude al deber que tienen las Autoridades de la Administración
Pública de dar celeridad a sus trámites sin necesidad de petición
alguna. Al respecto Dromi señalaba: “incumbe a la autoridad
administrativa dirigir el procedimiento y ordenar la práctica de
cuanto sea conveniente para el esclarecimiento y resolución de la
cuestión planteada. El principio de oficialidad es el que domina el
procedimiento administrativo”. El artículo 4-n) de la ley de
procedimiento administrativo prescribe: “La Administración
Pública está obligada a impulsar el procedimiento en todos los
trámites en los que medie el interés público”.

13
Unidad de Formación y Especialización
Tercer Curso de Formación y Especialización Judicial en Área Ordinaria – Gestión 2023

PRINCIPIO DE IMPARCIALIDAD
La administración pública debe actuar con objetividad en sus
decisiones y respetar el derecho de los administrados, aunque sea
contradictorio para algunos que sea la misma administración
quien resuelva las impugnaciones de sus administrados, razón por
la cual, a fin de evitar estas susceptibilidades y excesos, es la vía
de lo contencioso administrativo la llamada a ejercitar un control
de legalidad sobre tales actuaciones.
PRINCIPIO DE INFORMALISMO
El informalismo, sustentada en su similar “pro-actione” busca
eliminar los obstáculos o requisitos formales no esenciales para el
normal desarrollo del procedimiento administrativo.
PRINCIPIO DEL DEBIDO PROCESO
Se refiere al cumplimiento de todos los requisitos que garantizan la
existencia de un proceso justo, llevado a cabo por un juez natural,
en el que se permita el ejercicio pleno del derecho a la defensa,
asimismo que se le permita al administrado su derecho a
resguardar su defensa, vigilar la actividad de las partes y refutar los
fundamentos y pruebas de cargo.
PRINCIPIO DEL "IN DUBIO PRO HOMINE"
Significa que la responsabilidad atribuida a una persona vinculada
con las actuaciones de la administración pública carezca de
dudas respecto a sus acciones u omisiones, en concordancia con
el principio de licitud que rige en favor de los servidores públicos,
por el cual, en tanto no se demuestre lo contrario se entienden sus
actuaciones como lícitas.
PRINCIPIO DE “NON BIS IN IDEM”
Por el cual no es legal la existencia de dos o más procedimientos
no concluidos por un mismo asunto.
PRINCIPIO DE VERDAD MATERIAL
Que le faculta a la autoridad judicial o administrativa, a buscar la
verdad de lo sucedido más allá de las simples formalidades
procedimentales, a fin de contar con algunos elementos
probatorios que le permitan resolver el caso con mayor
fundamento.

14
Unidad de Formación y Especialización
Tercer Curso de Formación y Especialización Judicial en Área Ordinaria – Gestión 2023

2.4. PROCEDIMIENTO DE IMPUGANCION EN SEDE ADMINISTRATIVA

Ya explicamos que el procedimiento administrativo no es más que un


conjunto de actos administrativos correlativos que se encuentran
debidamente encadenados, los mismos que concluyen con un acto que
se expresa en una resolución administrativa definitiva, que pode fin a la
petición efectuada por el administrado. En tal sentido, debemos
entender que no todos los actos administrativos son impugnables
considerando la aplicación del artículo 57 de la Ley 2341, el cual advierte
que los recursos administrativos no proceden contra los actos de
carácter preparatorio o de mero trámite, salvo que se trate de actos que
determinen la imposibilidad de continuar el procedimiento o produzcan
indefensión.

2.4.1. RECURSO DE REVOCATORIO

El art. 58 de la Ley 2341 concordante con los artículos 118 y 119 del
Decreto Supremo 27113, prevén las siguientes reglas que deben ser
cumplidas para que un recurso administrativo se lo tenga por bien
presentado:
Debe ser presentado en el plazo legal previsto por el reglamento
interno de la Administración Pública pertinente.
Presentarlo por escrito ante la misma autoridad que dictó el acto
que impugna, indicando el nombre, número de carnet, domicilio
a efectos de notificación.
Exponer con claridad y puntualidad los fundamentos de hecho y
de derecho que hagan a su pretensión, con cita de las
disposiciones legales aplicables.
Identificar el acto definitivo objeto de impugnación, esto es, con
explicación de los hechos suscitados.
Especificar su pretensión
Indicar el derecho subjetivo o interés legítimo que invocan.
Ofrecer la prueba que estime pertinente o señalar el lugar en
donde ésta se encuentra.
Las pruebas en fotocopias simples contienen valor probatorio a
menos que la parte adversa las observe como faltas o inexistentes,
en cuyo caso podrá la autoridad administrativa o el Juez de la
causa, abrir un incidente a este fin.
Consignar la fecha, lugar y firmar el recurso.

15
Unidad de Formación y Especialización
Tercer Curso de Formación y Especialización Judicial en Área Ordinaria – Gestión 2023

Si el memorial omite alguno de estos requisitos, la autoridad


administrativa podrá requerir al administrado las subsane o acompañe
los documentos extrañados, dentro los cinco (5) días siguientes a su
notificación, bajo alternativa de desestimación del recurso.
Es importante aclarar que en previsión del art. 75.II del DS 27113, la
jurisprudencia tanto del Tribunal Constitucional Plurinacional como del
Tribunal Supremo de Justicia, le permite al administrado acelerar el
planteamiento de sus recursos por correo electrónico o por otro medio
oficial de la entidad, con la obligación de formalizarlos dentro los dos
días siguientes.

2.4.1.1. SUSPENSIÓN DE LOS EFECTOS DEL ACTO ADMINISTRATIVO IMPUGNADO

Si bien rige en materia administrativa el principio de presunción de


legalidad de la resolución administrativa que define la controversia,
conforme prevén los artículos 59 de la Ley 2341 “Ley de Procedimiento
Administrativo” y 120 del Decreto supremo 27113 “Reglamento a la Ley
de Procedimiento Administrativo”. No obstante, la autoridad
administrativa que conozca el recurso de revocatoria puede suspender
la ejecución de este de oficio o a petición de parte, cuando en su criterio
consten fundamentos válidos en la impugnación o cuando exista un
perjuicio evidente que pudiese suscitarse en contra del administrado de
no disponerse la suspensión aludida.
Por ello, el recurso de revocatoria puede suspender la ejecución del acto
administrativo impugnado, cuando exista su petición expresa con los
argumentos que necesariamente deban ser esgrimidos, apreciada
como una medida que cautele los derechos del administrado que
objetivamente pudiesen ser lesionados. Así, el Tribunal Constitucional
Plurinacional, al respecto se ha pronunciado advirtiendo que esto puede
suceder cuando exista alguna disposición legal que así lo disponga, por
el criterio que adopte una autoridad competente y; finalmente, cuando
la ejecución del acto conlleve perjuicios irreparables para el
administrado (V. SC 692/2002-R, de 14 de junio).
Los argumentos que esgrima el administrado deben guardar coherencia
en todas sus instancias, tanto en el procedimiento administrativo como
en la fase de su control de legalidad por parte de la autoridad judicial si
fuera el caso, por ello los argumentos que hagan al fondo de su
pretensión no los puede alterar, porque si bien hasta antes de la
resolución de la resolución de revocatoria le es permitido ampliar su

16
Unidad de Formación y Especialización
Tercer Curso de Formación y Especialización Judicial en Área Ordinaria – Gestión 2023

fundamentación, esto no significa que distorsione sus fundamentos y


peor aún sus peticiones, que de suceder esto su pretensión podría ser
rechazada por falta de congruencia.
Asimismo, es oportuno aclarar que el administrado debe aclarar si su
petición es de fondo o de forma, porque puede solicitar tanto la
anulación del procedimiento llevado a cabo con vicios de nulidad que
hubiesen podido lesionar su derecho a un debido proceso y defensa
respectivamente, y, de otro lado también llevar a cabo su impugnación
en el fondo, es decir, limitándose a observar el resultado de la decisión
administrativa y la valoración de la prueba efectuadas por la autoridad
administrativa.

2.4.1.2. OFRECIMIENTO DE PRUEBA EN EL RECURSO DE REVOCATORIA

La autoridad administrativa puede abrir un término de prueba de oficio


o a pedido de parte de 10 días hábiles en previsión del art. 62 de la Ley
de Procedimiento Administrativo. Si lo hace de oficio identificará los
puntos que las partes deberán demostrar.
La Autoridad Administrativa, en previsión de los 61 de la Ley 2341 y 121 y
122 del Decreto Supremo 27113, resolverá la revocatoria desestimándola
si hubiese sido interpuesta fuera de plazo o incumpliéndose las
formalidades esenciales o si careciere quien interpone el recurso de
legitimación para hacerlo, no estando obligado por lo expuesto a
efectuar fundamentaciones de fondo. También podrá confirmar la
resolución administrativa impugnada, llevando a cabo una deliberación
en el fondo. Asimismo, podrá revocar en todo o en parte la resolución,
efectuando una deliberación de fondo, o si es parcial, aclarando la
parte de la resolución que en su criterio es válida. Por último, podrá anular
el procedimiento administrativo llevado a cabo hasta el vicio más
antiguo, con la debida fundamentación.
La autoridad Administrativa a cargo de la revocatoria resolverá el recurso
en un plazo no mayor a veinte días hábiles, a contarse a partir del día del
planteamiento del recurso ante la administración pública respectiva.

2.4.2. RECURSO JERÁRQUICO

La resolución de revocatoria puede ser impugnada con el recurso


jerárquico que lo resolverá la máxima autoridad ejecutiva de la misma
administración pública, conforme prevé el artículo 66 de la Ley 2341-IV,

17
Unidad de Formación y Especialización
Tercer Curso de Formación y Especialización Judicial en Área Ordinaria – Gestión 2023

por lo que la resolución dictada y confirmada en la revocatoria suele no


sufrir mayores modificaciones, tomando en cuenta que es la propia
administración quien la resuelve internamente.

2.4.2.1. ACERCA DE SU TRÁMITE

Se lo interpone cuando la resolución del recurso de revocatoria le es


contrario al administrado, razón por la que éste plantea su recurso
jerárquico buscando que la autoridad jerárquica lleve a cabo un control
administrativo de las disposiciones inmersas en el caso, según así lo
advierte el artículo 66-I de la Ley 2341 “Ley de Procedimiento
Administrativo”, entendiéndose por lo expuesto que si no es interpuesto
el recurso de revocatoria tampoco es admisible el recurso jerárquico (V.
SC 238/2013 de 5 de julio).

2.4.2.2. ACERCA DE SU PROCEDENCIA

Es claro que el recurso jerárquico procede en todos los casos en los


cuales la normativa interna de la Administración Pública prevea además
el recurso de revocatoria, ya que, para el caso de no darse esta
posibilidad, el administrado directamente puede acudir al control de
legalidad por medio del proceso contencioso administrativo. Al margen
de lo anotado, el recurso jerárquico suele interponérselo:
Cuando el recurso de revocatoria fue resuelto por un ministro
dependiente del órgano Ejecutivo, para que sea el presidente
Constitucional del Estado, quien resuelva el jerárquico, en su
condición de máxima autoridad ejecutiva.
Cuando el recurso de revocatoria fue resuelto por autoridades,
órganos o entidades administrativas dependientes de los ministros
de Estado.
Cuando el recurso de revocatoria fue resuelto por autoridades,
órganos o entidades administrativas dependientes de los
Gobernadores Departamentales o entidades sobre las que ejerce
tuición.
Cuando la misma Administración Pública tenga una autoridad
jerárquicamente superior, debidamente identificada en su
estructura organizacional.

18
Unidad de Formación y Especialización
Tercer Curso de Formación y Especialización Judicial en Área Ordinaria – Gestión 2023

2.4.2.3. EFECTOS DEL RECURSO JERÁRQUICO

El recurso jerárquico suspende la ejecución de la resolución


administrativa impugnada, conforme así lo disponen los artículos 59 de la
Ley 2341 y 120 del Decreto Supremo 27113, que facultan a la autoridad
administrativa suspender de oficio la ejecución del acto administrativo
impugnado.
A manera de ejemplo, el artículo 199 del Código Tributario Boliviano – Ley
2492-, prevé que las resoluciones administrativo-tributarias impugnados
con los recursos de Alzada y Jerárquico, mientras no adquieran firmeza
administrativa no se constituyen en títulos de Ejecución Tributaria.

2.4.2.4. PLAZO Y FORMA DE RESOLVER EL RECURSO JERÁRQUICO

El plazo para interponerlo es de diez días hábiles siguientes a la


notificación con la resolución que resuelve el recurso de revocatoria,
ante la misma autoridad que lo resolvió, con el fin de que esta la remita
ante el superior jerárquico en el plazo de tres días hábiles siguientes. Es
preciso advertir que el artículo 67-I de la Ley 2341 prevé el plazo de
noventa días para resolver el recurso jerárquico.
Conforme disponen los artículos 67 de la Ley 2341 y 124 del Decreto
Supremo 27113, se debe entender las siguientes modalidades de
resolución del recurso jerárquico: Desestimando el recurso de habérselo
planteado fuera de plazo o por un recurrente sin personalidad jurídica
para hacerlo, por incumplimiento de los requisitos esenciales de forma,
habérselo interpuesto contra una resolución no impugnada mediante
recurso de revocatoria; o que la materia del recurso no esté dentro del
ámbito de su competencia.
Confirmando el recurso jerárquico en forma total o parcial y, por lo
mismo, revocando la resolución de revocatorio total o parcialmente.
Revocar el recurso jerárquico y, por lo anotado confirmando la resolución
administrativa recurrida en todas sus partes.
Anulando obrados hasta el vicio más antiguo.

2.4.2.5. OFRECIMIENTO DE PRUEBA

El artículo 62 de la Ley 2341 da la facultad a la autoridad a cargo del


jerárquico de abrir un término de prueba para el caso de advertir la
necesidad de efectuarse ofrecimientos de prueba o fundamentaciones,

19
Unidad de Formación y Especialización
Tercer Curso de Formación y Especialización Judicial en Área Ordinaria – Gestión 2023

por las partes, a cuyo efecto conferirá uno de 10 días. Con el advertido
que, si alguna de las partes pide la apertura de un término de prueba,
esta autoridad concederá su solicitud.

2.4.2.6. AGOTAMIENTO O FALTA DE RECURSOS EN SEDE ADMINISTRATIVA

El artículo 69 de la Ley 2341 “Ley de Procedimiento Administrativo”


advierte el agotamiento de la vía administrativa: 1) Cuando se resuelve
un recurso jerárquico; 2) Cuando no procede ningún recurso en la vía
administrativa; 3) Cuando no hay superior jerárquico y; 4) Cuando hay
resoluciones diferentes a los indicados supra.

2.5. ACTOS NO RECURRIBLES

Son los actos administrativos definitivos que hubiesen adquirido firmeza y


los de mero trámite o de procedimiento. Esto significa que los primeros no
son recurribles, en la medida que dicho acto corte el procedimiento y
no permita ingresar a revisar el fondo de la controversia; y, en el segundo,
solamente se puede recurrir cuando tales actos pudiesen tener alguna
incidencia directa con la ejecución del acto definitivo, es decir, cuando
vaya a influir en la decisión de fondo, pueden ser los casos de algún
informe técnico que pudiese conllevar la determinación en el fondo de
una demolición en materia municipal (V. Arts. 56 y 57 de la Ley 2341).

2.6. LEGISLACIÓN COMPARADA DEL PROCESO CONTENCIOSO


ADMINISTRATIVO

España
Uno de los modelos más relevantes para mencionar en materia contencioso
administrativa es el español, por contener un ordenamiento jurídico
ampliamente desarrollado, de inicio asimilado en su derecho administrativo
al modelo francés, empero luego diferenciado de éste desde el punto de
vista organizativo, sobre todo en lo que atañe a la jurisdicción de esta
materia, al haberla reservado únicamente al órgano Judicial, empero con
la peculiaridad de conferir competencia exclusiva para el conocimiento y
resolución de estos casos a Tribunales especializados del Poder judicial. Otra
de las diferencias importantes visibles actualmente en España, es su
organización político-administrativa dividida en Comunidades Autónomas,
donde los Tribunales especializados en lo contencioso administrativo
cumplen un rol fundamental, dedicado entre otras cosas a consolidar dicha

20
Unidad de Formación y Especialización
Tercer Curso de Formación y Especialización Judicial en Área Ordinaria – Gestión 2023

autonomía, que no excluye a los ayuntamientos, empero siempre llevada a


cabo en el marco del derecho internacional de los derechos humanos. En
España la doctrina administrativa vive un excelente momento y se
encuentra en plena madurez, realidad que también debe influir en el
desarrollo de nuestro derecho administrativo y en la organización de
nuestras administraciones públicas.
En el sistema jurídico español, no obstante que encarga al poder judicial la
solución de las controversias que surjan entre el administrado y la
administración pública, se diferencia de los sistemas judicializados en que
existe una separación funcional entre los tribunales civiles y los
administrativos.
Para el caso específico objeto del tema, España en el artículo 3 inciso b) de
la Ley de la Jurisdicción Contenciosa de 1956 atribuía a ésta el conocimiento
de las cuestiones que suscite la responsabilidad de la Administración Pública.
Esto suponía un sistema unitario en el tratamiento de la responsabilidad de
la Administración por su actividad en general y que se estimaba quebrado
por el artículo 41 de la Ley del Régimen Jurídico de la Administración del
Estado. No obstante, la Ley 30/1992, al remitir la responsabilidad de la
Administración por actos privados al mismo procedimiento que por actos
administrativos, mantuvo este régimen unitario, hasta que la vigente Ley
29/1998 de 13 de julio, reguladora de la Jurisdicción Contencioso-
Administrativa española, en su art. 2 inciso e) fue tajante al considerar la vía
contencioso administrativa como la única competente para conocer sólo
los actos evacuados por la Administración Pública, excluyendo de su
entorno a los actos privados y los sociales, por corresponder los primeros a la
vía civil, considerando que el control de legalidad no puede ser aplicado
dentro el mismo ámbito administrativo, al ser necesario que éste lo sea por
uno ajeno.
Esta última disposición prevé con claridad que el recurso contencioso
administrativo, en las pretensiones que deduzcan los administrados, permite
la impugnación de la actuación de la Administración Pública sujeta al
Derecho Administrativo, proveniente de la potestad General del Estado, es
decir, de las Comunidades Autónomas y las entidades que integran la
Administración Local, además de las entidades de derecho público que
sean dependientes o estén vinculadas al Estado, esto es, a las referidas
Comunidades Autónomas o las Entidades Locales. Asimismo, los actos y
disposiciones administrativas en materia de personal, administración y
gestión patrimonial, sujetos al derecho público, dispuestas por los órganos
competentes del Congreso, del Senado, del Tribunal Constitucional, del

21
Unidad de Formación y Especialización
Tercer Curso de Formación y Especialización Judicial en Área Ordinaria – Gestión 2023

Tribunal de Cuentas, del Defensor del Pueblo, de las Asambleas Legislativas


de las Comunidades Autónomas y de las instituciones autonómicas
análogas al Tribunal de Cuentas y al Defensor del Pueblo, además de los
actos y resoluciones administrativas pronunciadas por el Consejo General
del Poder Judicial, los órganos del Gobierno de los Juzgados y Tribunales, y
las actuaciones administrativas incluida la electoral.
El recurso contencioso administrativo, no procede en las pretensiones
relativas a los contratos administrativos, por no tratarse los mismos de actos
administrativos propiamente dichos, consiguientemente tampoco hace
impugnable los actos de preparación y adjudicación de contratos
administrativos de las Administraciones públicas, y menos los actos
administrativos de control o fiscalización dictados por la Administración
concedente, respecto de los dictados por los concesionarios de los servicios
públicos, en casos de responsabilidad patrimonial de las Administraciones
públicas.
El Procedimiento administrativo, establece las etapas procesales siguientes:
presentación del recurso, emplazamiento al demandado, admisión del
recurso, demanda, medidas cautelares, contestación, alegaciones previas,
pruebas, conclusiones, sentencia, recurso de súplica, recurso ordinario de
apelación, recurso de casación, recurso de casación para la unificación de
doctrina, recurso de casación en interés de la ley, recurso de revisión.
De lo expuesto se establece que la jurisdicción contencioso administrativa
existente en España, contiene sus propios procedimientos y mecanismos de
impugnación que la regulan, con la característica de existir un proceso
contencioso administrativo común para aquellas administraciones públicas
que no tienen uno especial que las rija de manera independiente y única,
pero que en todo caso, lo cierto es que todas se encuentran debidamente
respaldadas por un debido proceso, tanto en sede administrativa como en
la judicial.
Francia. -
La Asamblea de 1970 deja el control de legalidad de los actos de la
administración pública al poder ejecutivo, habiéndose luego esta tarea, a
partir de la Constitución 12 frimario del año VIII – 1799, encomendado al
Consejo de Estado.
Las más importantes reformas al sistema francés lo constituyen las Leyes 87-
1127 de 31 de enero de 1987,88-097 de 02 de septiembre de 1988 y 88-905
de 03 de septiembre de 1988. La primera reforma creó las cortes
administrativas de apelación, acercando el esquema vigente en Francia a
un sistema de organización judicialista, dentro la propia jurisdicción

22
Unidad de Formación y Especialización
Tercer Curso de Formación y Especialización Judicial en Área Ordinaria – Gestión 2023

administrativa. Esto, porque al Consejo de Estado se le atribuyeron


facultades para que: a) juzgue en única instancia los asuntos de
transcendencia nacional; b) se constituya como juez de apelación para
ciertos asuntos; y c) Sea juez de casación con relación a los tribunales
administrativos y las cortes administrativas de apelación. La segunda
reforma, se enderezó hacia el procedimiento administrativo instituyendo
medidas cautelares, como fueron la de refere expertise, por la cual se podía
acordar dentro el procedimiento una serie de medidas útiles de carácter
pericial o dentro el desarrollo de la instrucción, aun sin decisión
administrativa previa; y la refere provisión, que consistía en una forma de
garantizar los daños al acreedor que iniciaba una demanda de fondo o de
hacer frente a la responsabilidad patrimonial del estado y, que contenía
una cláusula abierta, por medio de la cual se faculta al tribunal
administrativo para que aplique las medidas necesarias de urgencia, previa
petición de parte, para resolver el asunto, incluso sin existir una resolución
administrativa previa. Y, finalmente, la tercera reforma, que tuvo como
objetivo la ejecución de sentencia, aunque sin modificar el sistema de
remisión a la autoridad administrativa, creando una instancia aclaratoria a
favor de los ministros en cuya unidad administrativa se hubiese declarado
nulo el acto, para proveer en su ejecución. Sobre estas medidas se afirma
que se altera substancialmente la posición de la jurisdicción contencioso-
administrativa, al tratar de impedirse los frecuentes abusos de la auto tutela
y ofrecer a los ciudadanos, instrumentos prácticos de defensa fuera del
paradigma tradicional del exces de pouvoir.
Parte del enorme prestigio que posee el Consejo de Estado francés se debe
al riguroso proceso de selección de su personal, que se inicia con el examen
único de egreso de la Escuela Nacional de Administración y se da paso a
paso, satisfaciendo los requisitos de ascenso que se establecen en su
escalafón.
Ante el Consejo de Estado se pueden tramitar cuatro tipos de
procedimientos:
I. El contencioso administrativo de anulación u objetivo, que se
dirige a controlar la legalidad de los actos de la administración
tutelando el cumplimiento de las normas jurídicas en los actos de
la administración, que se realiza a través de dos herramientas
jurídicas: A) el recurso por exceso de poder, encaminado a
nulificar los actos o resoluciones viciadas de ilegalidad, en los
supuestos casos de incompetencia, vulneración de las
formalidades del procedimiento y violaciones sustanciales de las

23
Unidad de Formación y Especialización
Tercer Curso de Formación y Especialización Judicial en Área Ordinaria – Gestión 2023

formalidades del procedimiento y violaciones sustanciales a: 1)


una ley o reglamento o por su deficiente interpretación; 2) una
norma general de derecho: 3) la cosa juzgada, y 4)
determinaciones administrativas particulares definitivas. En estos
casos las sentencias del Consejo de Estado tienen efectos erga
omnes. Y, B) el recurso de desvío de poder, por medio del cual se
revisa una resolución generada por la autoridad en uso de
facultades discrecionales, emitida con intención ilegítima.
II. El contencioso de plena jurisdicción, que persigue la protección
de los derechos públicos subjetivos de los administrativos, aquí el
juez puede confirmar, anular o modificar el acto impugnado y las
materias que regula son: 1) los contratos administrativos; 2) las
responsabilidades de la administración y la de sus funcionarios, y
3) litigios de naturaleza pecuniaria. La diferencia, entre el
contencioso administrativo de anulación y el de plena jurisdicción,
consiste en que en el primero el juez se limita a declarar la nulidad
del acto, mientras en el segundo, esto surte de las pretensiones del
demandante, con la consiguiente adopción de las medidas
necesarias.
III. El contencioso de interpretación, que comprende el recurso de
interpretación en reenvió de tribunales judiciales, en el que se
invita a las partes a que se dirijan a un juez administrativo para
solucionar una cuestión litigiosa en materia administrativa como
un acto prejudicial; y el recurso directo de interpretación, en el
cual esto se solicita directamente a un juez administrativos.
IV. El contencioso de represión, para que se apliquen sanciones a los
particulares que no adapten su conducta a las reglas del derecho
administrativo.
El sistema francés, contiene diversos procedimientos en la vía de lo
contencioso administrativa, puesto que el administrado tiene varias fases en
las cuales puede reclamar su derecho, además de mantenerse en paralelo
el correspondiente control de legalidad, pero por parte de la jurisdicción
administrativa.
3.3 Inglaterra
En Inglaterra, se encarga al poder judicial la resolución de los litigios
administrativos, como tal, pertenece al esquema judicialista. La Ley de la
Suprema Corte de Justicia de 1981 establece que la Suprema Corte de
Inglaterra y Gales, se integrara por la Corte de Apelaciones, la Alta Corte de
Justicia y la Corte al Lord canciller. La estructural divisional de la Alta Corte,

24
Unidad de Formación y Especialización
Tercer Curso de Formación y Especialización Judicial en Área Ordinaria – Gestión 2023

dado el carácter jurisprudencial de estos tribunales, les permite en la


práctica conocer todas las materias puestas a su consideración, incluida la
administrativa. En la que aplican el common law y equity, el primero deviene
de la costumbre institucionalizada transformada en ley común, y el otro en
el conjunto de normas elaboradas para completar y revisar al common law
por la Cancillería. En este país, la actividad jurisdiccional se ejerce a través
de los writs u orders, los más comunes son los mandamus, que son ordenes
que se dan a las autoridades para que se realicen una conducta que
omitieron; prohibición, que es una orden que gira a una autoridad para que
cese de ejercer una competencia que no le corresponde y certiorari, que es
una orden que se da a una autoridad para que remita sus actuaciones al
tribunal superior, quien pueda anularlas. Además, en ocasiones se utiliza la
figura de la injunction o el declaratory judgment.
Su procedimiento se divide en tres etapas, la primera es la demanda, que si
se declara fundada da lugar a la emisión de una rule nisi de efectos
suspensivos contra el acto impugnado. En la segunda, viene la fase
contradictoria que es fundamentalmente oral, en la que intervienen el
juzgador y las partes. Y, la tercera, que es la sentencia, en la que, si se
declara fundada la acción del demandante, la rule nisi se transforma en rule
absolute; ya que si es rechaza la acción, la rule nisi deja de proteger al
demandante.
Los tribunales administrativos tienen su origen en la legislación delegada,
coexisten con los tribunales civiles y penales, prestan ayuda a los diversos
ministerios del gobierno, actúan como parte integrante de la administración;
poseen competencia por materia y territorio especificada por el caso
concreto, resuelven controversias entre la administración y los gobernados
aplicando los principios de la justicia natural. Como tal, estos tribunales no
integran un sistema coherente de control especializado o de supervisión
sobre el conjunto de las actividades y resoluciones que pronuncia la
administración pública.
México
De la legislación de México, se establece que en su Ley Federal de
Procedimiento Contencioso Administrativo, de 1 de diciembre de 2005,
modificada en diciembre de 2006, regula los juicios contencioso
administrativos federales que se promuevan ante el Tribunal Federal de
Justicia Fiscal y Administrativa, en contra de las resoluciones administrativas
definitivas que establece la Ley Orgánica del Tribunal Federal de Justicia
Fiscal y Administrativa, y contra los actos administrativos, Decretos y
Acuerdos de carácter general, con sujeción a diversos a los Reglamentos.

25
Unidad de Formación y Especialización
Tercer Curso de Formación y Especialización Judicial en Área Ordinaria – Gestión 2023

El Procedimiento, prevé las etapas propias de un proceso judicial de hecho,


donde las partes habrán de probar sus pretensiones, a saber: demanda,
contestación, medidas cautelares, eventual suspensión de la ejecución del
acto administrativo impugnado, incidentes (de incompetencia, de
acumulación de juicios, de nulidad de notificaciones, de recusación, de
reposición de autos), período procesal probatorio, formulación de alegatos,
sentencia, recurso de reclamación, recurso de revisión.
A su vez, la Ley del Tribunal de lo Contencioso Administrativo del Distrito
Federal mexicano, de 21 de diciembre de 1995, que norma el procedimiento
de los juicios contencioso - administrativos que se promuevan ante dicho
tribunal, establece las etapas propias de un proceso judicial de hecho, a
saber: demanda, contestación, eventual suspensión de la ejecución del
acto impugnado, período procesal probatorio, improcedencia y
sobreseimiento, audiencia de desahogo de pruebas ofrecidas, formulación
de alegatos, sentencia, recurso de reclamación, recurso de revisión.
Bolivia
Nuestro país no dispone de una Ley de la Jurisdicción Contencioso-
Administrativa, para el conocimiento y resolución enmarcada en las reglas
del debido proceso, al ser evidente que el existe está lejos de aquello,
omisión que no ha podido ser resuelta ni subsanada por la Ley 620, vacío
procesal vulnera fundamentalmente el derecho a la defensa del
administrado y, en ocasiones los del propio Estado.
El debido proceso se constituye en un derecho fundamental y humano del
proceso contencioso administrativo, que permite consagrar un juicio justo,
en tanto éste se encuentre constituido por todas las garantías procesales
que se le reconocen. Sin embargo, en nuestro país este proceso se
encuentra en una fase incipiente ante la falta de uno verdadero que, así
sea común, contenga las garantías suficientes para que fundamentalmente
el administrado ejercite a plenitud su derecho de defensa y, de esta manera
materialice el control de legalidad del órgano judicial al administrativo,
revisando a detalle el procedimiento empleado en sede administrativa, a
través de un nuevo proceso actualizado y fortalecido.
Lo aseverado resulta preocupante en la medida que la jurisdicción
contencioso-administrativa, es sin duda alguna, el pilar fundamental de un
Estado Constitucional de Derecho, para el caso, del nuestro, considerando
que de su existencia fortalecida depende la relación armoniosa entre los
ciudadanos con el Estado y, de manera concreta, con sus diversas
administraciones públicas encargadas de prestar también diversos servicios
públicos. Relacionamiento que debería sustentarse en un trato digno, siendo

26
Unidad de Formación y Especialización
Tercer Curso de Formación y Especialización Judicial en Área Ordinaria – Gestión 2023

esencial para ese fin que quienes resulten ser los beneficiarios de estos
servicios, precisamente cuenten con un proceso contencioso administrativo
que se encuentre investido de las garantías suficientes que hacen al debido
proceso, para que ese fin se materialice.

2.7. EL DEBIDO PROCESO EN EL PROCEDIMIENTO CONTENCIOSO ADMINISTRATIVO

2.7.1. LA PRUEBA

La prueba es un punto trascendental para el ejercicio y respeto de las


garantías constitutivas del debido proceso, para ello estudiaremos como
introducción el concepto de prueba: Para (DEMOLOMBE, 1860, pág. 131) “la
palabra prueba, en su acepción general significa la demostración de la
verdad de un hecho”.

En tanto que Azula Camacho manifiesta “…en primer lugar, que la prueba
judicial es un acto, por cuanto proviene de la voluntad de quienes lo
producen; en segundo lugar, de carácter procesal, pues solo obra en el
proceso, donde encuentra su razón de ser y, en tercer lugar, tiene como
finalidad llevarle al juez el conocimiento o certeza de los hechos”. (Azula
Camacho, 2008, pág. 4).

En el acto probatorio, se distingue que existe una parte que propone y un


sujeto contradictor, el que propone es quien solicita la realización de
determinada prueba; y, el contradictor es la parte contraria a quien solicito
la prueba.

Entendida la prueba, asimilamos que este acto de carácter procesal que


busca otorgar convicción al juez, es importante en el ejercicio del debido
proceso, ahora en el ámbito contencioso administrativo encontramos que
después de que se dio contestación a la demanda, el juez ponente deberá
dictar una providencia en la que dispondrá la correspondiente notificación
al actor con la contestación realizada por el demandado, y además
conforme el art. 38 de la L.J.C.A. el juez ordenará en la misma providencia,
la apertura de la causa a prueba por el término de diez días, en caso de que
hayan hechos que deban justificarse, en este término de prueba las partes
procesales tienen la facultad de solicitar la práctica de las diligencias
probatorias que consideren necesarias. Más, en el supuesto de que el litigio
tratare meramente sobre temas de derecho, el juez ordenará la notificación
de las partes, y deberá dictar sentencia en el término de doce días.

27
Unidad de Formación y Especialización
Tercer Curso de Formación y Especialización Judicial en Área Ordinaria – Gestión 2023

Dentro del tema del derecho probatorio encontramos la imperativa carga


de la prueba que es para (Azula Camacho, 2008, pág. 45) “Se denomina
carga procesal por ser un peso que recae sobre las partes y del cual solo a
ellas les interesa liberarse”. Pero sobre ello en la Ley de la Jurisdicción
Contencioso Administrativa no encontramos pronunciamiento; y como regla
general debemos acudir a la norma supletoria que es el Código de
Procedimiento Civil para llenar este vacío legal, y de acuerdo al art. 113
comprendemos que: “Es obligación del actor probar los hechos que ha
propuesto afirmativamente en el juicio, y que ha negado el reo.

El demandado no está obligado a producir pruebas, si su contestación ha


sido simple o absolutamente negativa.

Para María Fernanda Morales Ulloa, el reo deberá probar su negativa, si


contiene afirmación explícita o implícita sobre el hecho, el derecho o la
calidad de la cosa litigada…”.

A pesar de ello, en la práctica el Estado debe probar la legalidad del acto


administrativo que es objeto del recurso.

El artículo 39 de la L.J.C.A. señala: Art. 39.- “Los medios de prueba de que se


podrá hacer uso en este juicio serán los mismos que establece el Código de
Procedimiento Civil, excepto la confesión judicial, que no podrá pedirse al
representante de la Administración; pero en su lugar, la parte contraria
propondrá por escrito las preguntas que quiera hacer, las cuales serán
sometidas en vía de informe, por las autoridades o funcionarios de la
Administración, a quienes conciernan los hechos controvertidos”.

Este artículo indica que se puede usar los medios de prueba señalados en el
Código de Procedimiento Civil que son: instrumentos públicos o privados,
declaraciones de testigos, inspección judicial y dictamen de peritos o de
intérpretes, grabaciones magnetofónicas, las radiografías, las fotografías, las
cintas cinematográficas, los documentos obtenidos por medios técnicos,
electrónicos, informáticos, telemáticos o de nueva tecnología; así como
también los exámenes morfológicos, sanguíneos o de otra naturaleza
técnica o científica; exceptuando la confesión judicial, la que no se podrá
solicitar al representante de la Administración; en tanto que sí se puede
solicitar a las autoridades o funcionarios que vía informe respondan por
escrito las preguntas del actor. La excepción de la confesión judicial se la
hace por proteger la presunción de legalidad de los actos administrativos,
pues la confesión judicial es para (Arellano García, 1981, pág. 172) es: “una

28
Unidad de Formación y Especialización
Tercer Curso de Formación y Especialización Judicial en Área Ordinaria – Gestión 2023

conducta que entraña la aceptación personal de haber sido actor de un


acontecimiento o la admisión de saber algo”.; y sí la autoridad que se
encuentra al frente de la institución demandada, declarara contra la
institución misma estaría comprometiendo los intereses de la administración
pública y contrariando esa presunción que gozan los actos administrativos
de ser conformes a derecho.

Los Medios de prueba se relacionan con los hechos en controversia, ya que


un conflicto nace de cierto hecho y se basa en el mismo, en este caso el
medio de prueba es aquello que ayuda a exteriorizar el hecho originario del
litigio.

Existe otra potestad conferida al Tribunal Contencioso Administrativo, ya que


según la Ley de la jurisdicción Contencioso Administrativa éste podrá
disponer de oficio y antes de dictar sentencia, la práctica de pruebas que
considere pertinentes para llegar a la más acertada decisión en sentencia.

Todo lo antes detallado sobre la etapa probatoria, encontramos que


integran esta fase: la etapa de producción, proposición, ordenación y
práctica de la prueba. La producción constituye en el hecho de que una de
las partes en el juicio contencioso administrativo realiza una serie de
actuaciones con el objetivo de incorporarlas al proceso; la proposición es la
petición que se hace al juez para que se pronuncie sobre aquellos medios
probatorios que es necesario su pronunciamiento para la práctica de ellos;
la ordenación se

María Fernanda Morales Ulloa, efectúa con la autorización del juez para la
práctica de determinada prueba; y, por último, la práctica que es
fundamental para la comprobación de los hechos materia de litigio.

Después de realizado todo el procedimiento para la incorporación, práctica


y posterior valoración de la prueba; el Art. 41 de la L.J.C.A. reza: “Concluido
el término de prueba, el Tribunal dictará sentencia, dentro de doce días. En
el tiempo que recurre desde la conclusión del término de prueba hasta la
expedición de la sentencia, podrán las partes presentar informes en derecho
o solicitar audiencia de estrados, para alegar verbalmente. En los informes
en derecho o en la audiencia en estrados no podrán plantearse cuestiones
extrañas a los asuntos materia de la Litis”.

A petición de parte, después de que haya concluido el término probatorio,


el juez ponente manifestará que se pasen los autos para dictar sentencia. En

29
Unidad de Formación y Especialización
Tercer Curso de Formación y Especialización Judicial en Área Ordinaria – Gestión 2023

el transcurso que el Tribunal se toma para emitir una resolución, las partes
pueden presentar alegatos en derecho o pedir audiencia de estrados.

El tratamiento que daremos a la etapa probatoria del proceso contencioso


administrativo y el instituto del debido proceso, fundamentalmente versa
sobre el respeto a las garantías mínimas que constituyen el instituto antes
mencionado así encontramos que: “El debido proceso apareja el derecho
a la defensa, entendida como la posibilidad de réplica y el empleo de todos
los instrumentos adecuados para formular una contra hipótesis a la
demanda o la acusación, probar y obtener una decisión favorable.” (Villamil
Portilla, 1999).

El debido proceso, en la práctica y valoración de la prueba juega un papel


importante, debido a que constitucionalmente garantiza el hecho de que
toda persona puede presentar pruebas y refutar las que obren en su contra
y a tenor de esto la facultad sancionatoria del juzgador declarando invalida
la prueba obtenida con violación a la constitución y la ley.

La admisibilidad y la pertinencia de la prueba se erigen en una garantía


mínima del debido proceso, pues es admisible cuando la ley lo faculta, en
el caso del procedimiento contencioso administrativo la ley expresamente
manifiesta que no se permite como prueba la confesión judicial.

(Villamil Portilla, 1999) “El debido proceso supone el derecho a probar, pues,
como ya lo vimos, si a la persona se le niega el derecho a probar es como si
le fuera negado el derecho al proceso mismo, la pretensión es la
consecuencia jurídica afirmada por el demandante y sólo surge la
consecuencia jurídica a partir de la prueba de hechos de los que ella
emerge. Tanto vale no tener el derecho como carecer de acceso a la
posibilidad de probarlo. El derecho a probar es de alguna manera, el
derecho al proceso mismo y el acceso a la administración de justicia”.

Esencialmente la institución del debido proceso lleva inmerso el derecho a


probar, en donde el Tribunal Distrital de lo Contencioso Administrativo no
puede negar el derecho a probar de las partes. Este derecho emerge con
el derecho a la proposición de la prueba que tienen las partes.

María Fernanda Morales Ulloa, no se puede constituir el debido proceso si las


partes procesales no pudieran ejercer el derecho a obtener una
manifestación del juez en base al análisis de las pruebas.

30
Unidad de Formación y Especialización
Tercer Curso de Formación y Especialización Judicial en Área Ordinaria – Gestión 2023

El ejercicio del debido proceso en la etapa probatoria implica la correcta


aplicación del derecho a la conservación de la prueba, a la contradicción
de la prueba, al principio de publicidad de la prueba, principio al de
necesidad de la prueba, al principio de igualdad en materia de prueba, al
principio de comunidad de la prueba, al principio de preclusión de la
prueba, al principio de libertad de la prueba, principio de valoración de la
prueba, y al principio carga de la prueba.

(Villamil Portilla, 1999, pág. 90) señala: “Bástenos con decir que el acceso a
la administración de justicia sería un mero enunciado formal si a los sujetos
del proceso se les escamotea el derecho a proponer la prueba, a participar
en su práctica a conocer la de su ocasional antagonista, a controvertir las
que se presente en su contra, a una adecuada valoración y a impugnar la
negativa del juez al decreto de pruebas”.

En virtud de lo mencionado y del art. 76 de la Constitución de la República


tenemos que:

El tribunal contencioso administrativo, garantizará el cumplimiento de


las normas que sobre las pruebas regula la constitución y las leyes. Así
como velará que las partes tengan la facultad de solicitar medidas
conservativas de la prueba, debido a que estás pueden ser
eliminadas o pueden ser deterioradas con el tiempo. Velará porque
se cumplan los momentos de proposición, decreto, práctica y
valoración de la prueba.
Según el numeral 4 del art. en estudio “Las pruebas obtenidas o
actuadas con violación de la Constitución o la ley no tendrán validez
alguna y carecerán de eficacia probatoria”. Como antes
mencionamos existe un principio de libertad de la prueba, pero este
principio encuentra límites, debido a que sólo podrán realizarse las
pruebas permitidas en la Ley de la jurisdicción contencioso
administrativa y el Código de Procedimiento Civil. Aquellos medios
probatorios actuados contrariando la Carta Magna y la ley serán
inadmisibles y carecerán de validez probatoria.
No se privará del derecho a la defensa que tienen las partes dentro
de la etapa probatoria. Una vez presentada la prueba en el proceso
las partes tienen derecho a conocerla para poder ejercer el derecho
a la contradicción, es decir el derecho a la defensa. En ejercicio del
principio de publicidad el juez debe divulgar las pruebas, notificar a

31
Unidad de Formación y Especialización
Tercer Curso de Formación y Especialización Judicial en Área Ordinaria – Gestión 2023

las partes con las pruebas, para el correcto ejercicio del derecho a la
contradicción.
El juez ponente al momento de la apertura del término de prueba,
garantizará que las partes contaran con el tiempo adecuado y con
los medios adecuados para la solicitud y práctica de la prueba,
facilitando la realización de la misma; en el caso del proceso
contencioso administrativo el juez velará por el respeto del término de
diez días que establece la ley para la etapa probatoria.
Los sujetos procesales serán escuchados en el momento oportuno y
en paralelas condiciones. Aquí encontramos el principio de igualdad
de la prueba, por el que las partes deben tener iguales oportunidades
para solicitar y contrariar las pruebas. Se debe ejecutar en simetría los
derechos de las partes en todos los actos probatorios y la posterior
valoración de la prueba por parte del juez debe ser equilibrada.
Conforme el numeral 7, literal d del art. 76 de la Constitución de la
República: “Los procedimientos serán públicos salvo las excepciones
previstas por la ley. Las partes podrán acceder a todos los
documentos y actuaciones del procedimiento”. Este enunciado
hace mención al principio de publicidad de la prueba, por el cual
todas las pruebas deben ser notificadas a las partes, para el ejercicio
de un adecuado control de los sujetos procesales sobre las pruebas
solicitadas y practicadas.
No se puede interrogar a nadie, sin la presencia de un abogado
particular, ni fuera de los recintos autorizados para el efecto. Dentro
de las clases de prueba encontramos la declaración de testigos, en
el caso de que un sujeto procesal solicitare al juez que convoque a
testigos a rendir testimonio, el tribunal tiene la obligación de
interrogarlo en las oficinas del Tribunal o en el lugar autorizado para el
efecto.
En la realización de cualquier clase de prueba, en el caso de que se
requiera deberán, ser asistidos gratuitamente por una traductora o
traductor o intérprete.
Las partes tienen el derecho de presentar ya sea de manera verbal o
escrita las razones o argumentos de los que se creyeran asistidos, y
replicar los argumentos que se hallen en su contra.
Pueden los sujetos procesales presentar pruebas y contradecir las que
se presenten en su contra. Haciendo efectivo ejercicio del principio
de contradicción. Es así como pueden interrogar o contrainterrogar a
los testigos, conocer las pruebas existentes en su contra y a solicitar

32
Unidad de Formación y Especialización
Tercer Curso de Formación y Especialización Judicial en Área Ordinaria – Gestión 2023

pruebas de descargo, oponerse a los hechos apreciados en la


inspección judicial, etc.
Los testigos y peritos están obligados a comparecer ante el Tribunal
Contencioso Administrativo para responder al interrogatorio
respectivo.
Una vez producidas las pruebas e incorporadas al proceso, éstas le
pertenecen a todo el proceso, por esta razón las pruebas pueden
llegar a servir a la parte contraria de quien las pidió.
Las garantías que implican el debido proceso sobrellevan la
aplicación del principio de apreciación de la prueba con apego a
las reglas de la sana crítica.

33
Unidad de Formación y Especialización
Tercer Curso de Formación y Especialización Judicial en Área Ordinaria – Gestión 2023

UNIDAD TEMATICA 2
PROCESO COACTIVO FISCAL
2.1. ¿QUÉ ES EL PROCESO COACTIVO FISCAL?

Es un proceso contencioso- administrativo especializado en control


gubernamental. Esto es así, porque proviene del procedimiento que se lleva
a cabo en sede de la Administración Pública, para el caso en sede de la
Contraloría General del Estado, donde se lleva a cabo un control
gubernamental de las acciones u omisiones por medio de una auditoría
elaborada en el marco del control interno o externo posterior y, donde se
determina la existencia de indicios de responsabilidad civil, administrativa y,
en contadas ocasiones, hasta penal, contra servidores públicos o ex
servidores públicos y terceras personas naturales o jurídicas, en el marco de
previsión de los artículos 29, 31, 34 y 35 de la Ley 1178.

Los servidores y ex servidores públicos, como sabemos pueden ser objeto de


las responsabilidades administrativas, civiles y penales. Las terceras personas
naturales, pueden ser objeto de las responsabilidades civiles y penales. Y,
finalmente, las terceras personas jurídicas, solamente de la responsabilidad
civil.

La explicación del por qué deviene de un proceso contencioso


administrativo especializado en control gubernamental, se explica por el
hecho que en sede la Contraloría General del Estado surge una contención
entre esta Administración Pública con estas personas que se encuentran
involucradas en una auditoría gubernamental. Es decir, una controversia
irresuelta entre ambos, tomando en cuenta que es en dicha instancia donde
se llevada el denominado procedimiento de aclaración previsto por los arts.
39 y 40 del DS 23215, en el cual dichas personas se encuentran habilitadas
para ejercitar a plenitud su derecho a la defesa, desde el momento que son
citadas con la auditoría preliminar.

2.2. INSTRUMENTO CON FUERZA COACTIVA

Se constituyen en instrumentos con fuerza coactiva, a la luz del artículo 3) de


la Ley de Procedimiento Coactivo Fiscal:

a) “Los informes de auditoría emitidos por la Contraloría General de la


República, aprobados por el Contralor General, emergentes del

34
Unidad de Formación y Especialización
Tercer Curso de Formación y Especialización Judicial en Área Ordinaria – Gestión 2023

control financiero administrativo que establezcan cargos de sumas


líquidas y exigibles”.
b) Los informes de auditoría interna, procesos o sumarios administrativos,
organizados de acuerdo de acuerdo a su régimen interno,
igualmente aprobados y que establezcan sumas liquidas y exigibles”.

En el caso del inciso primero, el proceso así instituido tendrá el carácter de


“proceso de oficio”. En los casos del inciso segundo, el proceso será
reconocido como “proceso por demanda”.

2.3. PROCESOS DE OFICIO Y PROCESOS POR DEMANDA

Los instrumentos con fuerza coactiva son de dos tipos, tal cual aclara la
normativa citada. Los primeros están constituidos por las auditorías
gubernamentales que elabora el propio órgano Rector del Control
Gubernamental, para el caso, la Contraloría General del Estado, por medio
de sus informes preliminar y complementario respectivamente. Por esta razón
dichos informes de auditoría gubernamental son denominados de oficio,
porque los elabora la Contraloría conforme a su programación
preestablecida, o en su caso, cuando ésta recibe denuncias de algunos
casos en los que se pudiese advertir un supuesto daño económico para el
Estado.

En el segundo caso, se denominan a demanda, porque es la propia


Administración Pública damnificada la que elabore los informes señalados,
amparados en los artículos 39 y 40 del DS 23215, conociendo algún caso
particular sucedido en su administración, que hubiese requerido un
necesario control gubernamental para aclarar la existencia o no de un
presunto perjuicio financiero a su entidad.

2.4. LEGITIMACIÓN ACTIVA

Tal cual hemos podida apreciar en líneas anterior, el énfasis de la


participación del control gubernamental recae en la aclaración de la
existencia o no de un probable daño económico que afecte los intereses
financieros de una determinada Administración Pública.

Al respecto, también hemos podido advertir la participación de la


Contraloría General del Estado y de la misma Administración Pública
perjudicada, porque no debemos perder de vista que todas las
Administraciones del Estado cuentan en su estructura organizacional con
una unidad administrativa de Auditoría Interna, aquella que si bien

35
Unidad de Formación y Especialización
Tercer Curso de Formación y Especialización Judicial en Área Ordinaria – Gestión 2023

formalmente depende de la Administración donde presta sus funciones,


conforme a ley es parte del órgano Rector del Control Gubernamental,
razón por la cual depende materialmente de la Contraloría General del
Estado, prueba de ellos es que para su validez, todos sus informes de
auditoría llevados a cabo por el procedimiento de aclaración, deben ser
aprobados por la Contraloría y, con mayor rigor por el propio Contralor
General del Estado.

Consecuentemente queda claro que la Contraloría General del Estado es


una administración creada por el Estado para determinar la existencia de
eventuales daños económicos al Estado que pudiese suscitarse a las
Administraciones del Estado causadas por servidores públicos, ex servidores
públicas y terceras personas naturales o jurídicas, a la luz del art. 31 de la Ley
1178 que al respecto prescribe: “La responsabilidad es civil cuando la acción
u omisión del servidor público o de las personas naturales o jurídicas privadas
cause daño al Estado valuable en dinero”.

Por consiguiente, el aludido artículo 31 de la SAFCO pasa a convertirse en la


disposición esencial en la lucha contra la corrupción pública, es decir, en la
disposición legal que le permite al Estado lograr el resarcimiento de sus
recursos financieros, considerando que es con ese fundamento que la
auditoría gubernamental concluye con la existencia de indicios de
responsabilidad en contra de determinada persona. Desde ese punto de
vista se interpreta que la Administración Pública damnificada es aquella que
tiene legitimación activa para demandar en la vía coactiva fiscal el
resarcimiento de sus recursos financieras.

2.5. ACERCA DE LA LIGITIMACIÓN PASIVA

Vienen a ser las personas que involucra la auditoría gubernamental en su


informe preliminar como presuntos involucrados y, que luego, pueden
resultar siendo ya involucrados en el informe complementario en grados de
indicios de responsabilidad civil, es decir quienes presuntamente habrían
causado un perjuicio financiero a la Administración Pública, que pueden
resultar siendo las previstas en el aludido artículo 31 de la ley 1178.

2.6. ¿QUÉ ES LA NOTA DE CARGO?

Para responder a esta pregunta, es preciso recordar previamente que la Ley


de Procedimiento Coactivo Fiscal fue en sus inicios el Decreto Ley 14933 de
29 de septiembre de 1977, dictada en el gobierno dictatorial del Gral. Hugo

36
Unidad de Formación y Especialización
Tercer Curso de Formación y Especialización Judicial en Área Ordinaria – Gestión 2023

Banzer Suarez, en aquella época en la que el proceso coactivo fiscal lo


llevaba a cabo la propia Contraloría General de la República. Esto es, que
era la Contraloría quien elaboraba las auditorias gubernamentales y,
simultáneamente, quien iniciaba y concluía el señalado proceso, usurpando
la jurisdicción y competencia del órgano Judicial que, como sabemos es el
único órgano del estado que puede llevar a cabo un control de legalidad
de los actos y resoluciones de la Administración Pública, en el marco del
principio de legalidad.

Ese fue el origen del proceso coactivo fiscal, porque ante la inerte actuación
del Órgano Legislativo que en tantos años no se preocupó de legislar una
nueva ley ante esta materia, no obstante, la previsión normativa del art. 51
de la Ley 1178 que al efecto previó: “El Tribunal Coactivo Fiscal formará parte
del Poder Judicial. Su organización y el Procedimiento Coactivo Fiscal serán
determinados mediante ley expresa, cuyo proyecto deberá ser presentado
por el Poder Ejecutivo dentro de las treinta primeras sesiones de la próxima
Legislatura Ordinaria”. Y, como quiera que la misma a todas luces resultaba
inconstitucional y, por consiguiente nula de pleno derecho, que forzada por
las circunstancias la señalada ley SAFCO tuvo que elevar a rango de ley el
mencionado Decreto Ley para hacerlo aplicable, al determinar: “Artículo
52º.- Se eleva a rango de Ley el Decreto Ley 14933 de 29 de septiembre de
1977, sólo en lo correspondiente al Procedimiento Coactivo Fiscal, que regirá
en tanto entre en vigencia la ley a que se refiere el artículo anterior, salvo los
casos en apelación que serán conocidos por el Tribunal Fiscal de la Nación”.

Por consiguiente, queda claro que al disponer la Ley SAFCO de 20 de Julio


de 1990, que el tribunal coactivo fiscal ya no iba a pertenecer al Poder
Ejecutivo sino al Judicial, como correspondía suceder desde luego, esas
disposiciones legales del pasado, al haber sido arrastradas del pasado al
presente, siguieron manteniendo sus resabios procesales que han
provocado confusiones y distorsiones absurdas como el hecho de seguir
hablando sin desparpajo alguno de la existencia de “pliego de cargo
ejecutoriado”.

Es preciso por ello, recordar que cuando el proceso coactivo fiscal lo


conducía la propia Contraloría, por tratarse de una administración pública
dependiente del órgano Ejecutivo, sus términos eran administrativos y no
judiciales, al encontrase nutridos de un conjunto de actos y no de decretos
ni resoluciones judiciales, menos de sentencias.

37
Unidad de Formación y Especialización
Tercer Curso de Formación y Especialización Judicial en Área Ordinaria – Gestión 2023

Por tal razón, cuando se refería a una “nota de cargo” lo hacía en


semejanza a lo que se entiende en un proceso judicial como un “auto de
admisión de demanda”. Y, cuando libraba “Pliego de cargo”, en realidad lo
que hacía era pronunciar una sentencia, al estilo de un proceso judicial.
Entonces la pregunta surge: ¿Por qué en el actual proceso coactivo fiscal se
mantienen esos resabios? pese a tener certeza de tratarse de nombres actos
administrativos, y la única respuesta coherente es por la ausencia de
legisladores probos que interpreten las normas según el tiempo de su
nacimiento.

Por esta razón, seguir refiriéndonos hoy a estos actos administrativos dentro
el actual proceso coactivo fiscal resulta una aberración jurídica que debe
ser proscrita a fin manejar un lenguaje jurídico apropiado, con la
advertencia lamentable que algunas disposiciones y hasta la propia
Constitución cayeron en esa trampa al referirse a la existencia de pliegos de
cargo ejecutoriados en lugar de sentencia en materia coactiva fiscal
ejecutoriadas, que sería el término correcto a utilizar.

2.7. TÉRMINO PARA LA PRESENTACIÓN DE DESCARGOS

Sin duda alguna el proceso coactivo fiscal por su naturaleza es muy singular,
porque el plazo para presentar los descargos es variable y tampoco es
común para todos los coactivados, como sucede por lo general en los
demás procesos judiciales.

Al artículo 11 de la Ley de Procedimiento Fiscal, al respecto advierte:

“Tanto en los procesos de oficio como en los procesos por demanda, el juez
coactivo expedirá nota de cargo motivada con la que se notificará
personalmente al demandado concediéndole un plazo de veinte días
prorrogables a treinta para la presentación de los justificativos o descargos”.

El artículo 14 de la Ley de procedimiento coactivo fiscal, señala:

“En los casos de notificación por cedulón o por edictos, el plazo para
la presentación de descargos a que hace referencia el artículo 11
será de 40 días”.

En consecuencia, tal cual se advierte el plazo para la presentación de


descargos, efectuar las aclaraciones y justificaciones son de 20, 30 y 40 días,
según las circunstancias cómo las personas fueron citadas con el auto de

38
Unidad de Formación y Especialización
Tercer Curso de Formación y Especialización Judicial en Área Ordinaria – Gestión 2023

admisión de demanda, denominado anteriormente nota de cargo, de


manera personal, por cédula o por edicto.

2.8. DE LA PRUEBA

La prueba en materia coactiva fiscal es variable, empero por regla general


son de tres tipos, aclaraciones justificaciones y descargos propiamente
dichos, con el advertido inicial que en esta materia las pruebas testificales
tienen poca relevancia por no decir ninguna, a menos que refuercen alguna
escrita, literal o documental.

La aclaración significa por parte del coactivado demostrar la diferencia que


tiene, en su criterio, el sentido de alguna disposición legal, un peritaje o una
doctrina, diferencia que de demostrársela haría cambiar el sentido dado por
la justicia administrativa o de un juez si el asunto ya está en fase de
apelación, o de un vocal si el asunto está en recurso de casación o nulidad.

La justificación, es el reconocimiento de la existencia del daño económico


que responsabiliza al procesado, pero que encuentra alguna justificación
que, finalmente lo libera de responsabilidad. Por ejemplo, la justificación por
medio de un viaje o una enfermedad que demuestran que, en la fecha de
producción del hecho causante del perjuicio financiero, la persona no se
encontraba en el país o se encontraba con baja médica. En otros casos
puede tratarse de la justificación por medio de la representación efectuada
por el procesado, explicando por escrito y con anterioridad a la producción
del hecho que provoca el perjuicio, a su jefe inmediato superior, sería ilegal,
con copia al cuerpo colegiado si lo hubiere o, en su caso, a la propia unidad
de auditoría interna. Aspecto que deberá ser valorado debidamente por el
juez de la materia.

Y, los descargos propiamente dichos que se dejan en libertad al procesado


para producirlos sin restricción alguna, pudiendo considerarse como las más
efectivas los peritajes de auditoría gubernamental, porque no debemos
olvidarnos que en esta materia la auditoría externa o interna posterior,
ofrecidas por la Contraloría General del Estado por la unidad de Auditoría
Interna de la Administración Pública debidamente aprobada, tienen
carácter de prueba preconstituida en previsión del artículo 3 de la LPCF que
al efecto establece: “Constituyen con fuerza coactiva suficiente para
promover la acción coactiva fiscal: 1) Los informes de auditoría emitidos por
la Contraloría (…)”. Hasta las pruebas testificales que, como se apuntó
carecen de relevancia probatoria como acontece en otras materias.

39
Unidad de Formación y Especialización
Tercer Curso de Formación y Especialización Judicial en Área Ordinaria – Gestión 2023

2.9. DE LAS EXCEPCIONES.

El artículo 8) del procedimiento coactivo fiscal, al respecto prevé:

“En el procedimiento coactivo fiscal sólo serán admisibles las


siguientes excepciones:1) Falta de jurisdicción y competencia del juez
coactivo. 2) falta de personería legítima en el demandado o en el
demandante. 3) Litis pendencia. 4) Pago. 5) cosa juzgada. 6)
compensación”.

Aclara el art. 9) de la LPCF, lo siguiente:

“Las excepciones señaladas en el artículo anterior deberán ser


opuestas todas juntas dentro el término fatal de cinco días desde la
citación legal con la nota de cargo. Sin embargo, las excepciones de
pago y cosa juzgada podrán oponerse en cualquier momento hasta
antes de la aprobación del remate”.

Y, el artículo 10 de la citada ley, arguye lo siguiente:

“Las excepciones a que se refieren los incisos 1), 2) y 3) del artículo 8)


tienen carácter de previo y especial pronunciamiento y se resolverán
previo traslado al demandante para que conteste dentro de tres días
fatales desde la notificación. Vencido este plazo el juez pronunciará
resolución en el término de tres días, las demás serán resueltas a
tiempo de dictarse resolución definitiva”.

Tal cual se aprecia, siguiendo el entendimiento general de casi todos los


procesos judiciales, en éste también le está permitido al procesado, en
ejercicio de su derecho a la defensa, oponer a su favor las excepciones
previas y las perentorias.

Hasta los cinco días de citados con el Auto de admisión de demanda (nota
de cargo), se podrán oponer las excepciones previas de: 1) Falta de
jurisdicción y competencia del juez coactivo. 2) falta de personería legítima
en el demandado o en el demandante. 3) Litis pendencia. Y, las que podrán
ser opuestas hasta antes de la aprobación del remate, como perentorias, las
de: 4) Pago. 5) cosa juzgada. 6) compensación.

Las previas, dilatan el proceso para su regularización procesal, razón por la


que no lo extinguen. Así, la de Falta de jurisdicción y competencia del juez
coactivo, se la opone cuando el procesado considera que el juez que

40
Unidad de Formación y Especialización
Tercer Curso de Formación y Especialización Judicial en Área Ordinaria – Gestión 2023

admitió la demanda carece de jurisdicción y competencia para hacerlo,


puede tratarse el caso de un juez en materia civil que hubiese admitido
erróneamente una demanda coactiva fiscal, pese a constar en el
expediente la auditoría especial con informes debidamente aprobados que
recomiendan a la administración pública damnificada el inicio de una
demanda coactiva fiscal con sustento en algunas de las causales previstas
por el art. 77 de la Ley del Sistema de Control fiscal.

Sobre el particular es importante llevar a cabo las siguientes reflexiones:

1. La parte demandante, es decir, la administración pública


damnificada, debe adjuntar el legado de la auditoría gubernamental
debidamente legalizado por la Contraloría, de no hacerlo, antes de
admitir la demanda el Juez de la causa deberá ordenar a la
Contraloría le entregue al demandante una copia de la misma en
forma completa, incluidos sus informes técnicos y legales.
2. El órgano rector del control gubernamental no puede negarse a
entregarlos, aduciendo por ejemplo ser propietarios de los mismos,
porque de otra manera el juez podría verse impedido de realizar un
control de legalidad de los mismos, lo que resulta por supuesto,
contrario de a las facultades de las cuales está investido para ejercitar
su jurisdicción y competencia como prevé la ley.
3. La falta de entrega y conocimiento por parte del juez de esta prueba
preconstituida, vicia de nulidad el proceso coactivo fiscal.
4. El órgano rector del control gubernamental, al momento de aprobar
los informes de auditoría gubernamental, recomienda la vía que la
Administración Pública debe seguir, si es la vía coactiva fiscal o
excepcionalmente si es la vía ordinaria en materia civil, cuando no
existe en contrario prueba preconstituida en favor de la
administración, por lo que ésta debe aún generar prueba a su favor.

2.9.1. EXCEPCIÓN PREVIA DE FALTA DE PERSONERÍA LEGÍTIMA EN EL DEMANDADO O


EN EL DEMANDANTE

Luego, la excepción de falta de personería legítima en el demandado o en


el demandante, que puede acontecer cuando quien funge como
represente de la administración demandante no es su representante legal,
sucediendo lo propio cuando quien representa a la empresa demandada,
también carecería de representación legal para actuar en nombre de ella.

41
Unidad de Formación y Especialización
Tercer Curso de Formación y Especialización Judicial en Área Ordinaria – Gestión 2023

2.9.2. EXCEPCIÓN PREVIA DE LITIS PENDENCIA

Prosiguiendo, la última excepción previa es la de Litis pendencia, que se


sustenta el principio del “non bis in ídem” (no dos veces por la misma causa),
cuando el procesado le advierte al juez de la causa, adjuntando prueba
preconstituida, la existencia de otro proceso coactivo fiscal idéntico y en
curso, por la misma materia, igual razón y contenido.

2.9.3. EXPECIÓN PERENTORIA DE PAGO

Iniciando las excepciones perentorias, la de “Pago”, confiere un interés


singular, porque usualmente se ha venido sosteniendo de manera
equivocada que el proceso coactivo fiscal le serviría al Estado para el cobro
de sus deudas, cuando en el caso no existe ninguna, porque en rigor de
verdad lo único que media es una responsabilidad civil que no es lo mismo,
porque el Estado a las personas que les permite utilizar sus recursos
financieros jamás les presta dinero para esos fines, ya que en realidad lo
único que les exige es que lo manejen con la debida responsabilidad, es
decir, con transparencia y sin ningún elemento que configure una
corrupción que, dicho sea de paso, son los que hacen a la mayoría de estos
procesos.

Por lo expuesto, empecemos señalando que la responsabilidad civil prevista


por el artículo 31 de la ley SAFCO es solidaria y mancomunada, como tal
indivisible entre quienes resulten civilmente responsables, por lo cual el juez
debe exigir el resarcimiento total del daño económico causado al estado
incluidos sus intereses penales conforme prevé el artículo 20 de la LPCF que
al efecto prescribe: “Los juicios coactivos devengarán el interés del 3 % anual
en todos los casos previstos por el artículo 77 de la Ley del Sistema de Control
Fiscal (…)”.

Otra aclaración importante es que el pago total del daño económico


causado al estado pone fin al antecedente de la responsabilidad civil de la
persona enjuiciada en un proceso coactivo fiscal, en tanto no exista
sentencia ejecutoriada (pliego de cargo ejecutoriado). Lo que es evidente
porque tal antecedente deberá mantenerse a los fines de aclarar que la
persona en cuestión llevó a cabo malos manejos administrativo-financieros
durante su gestión, tratándose exclusivamente el caso sólo de servidores o
ex servidores públicos de una determinada administración pública.

42
Unidad de Formación y Especialización
Tercer Curso de Formación y Especialización Judicial en Área Ordinaria – Gestión 2023

2.9.4. EXCEPCIÓN PERENTORIA DE COSA JUZGADA

La excepción perentoria de cosa juzgada es similar a la de litis pendencia,


con la diferencia que en este caso existe otro proceso coactivo fiscal con
idénticas características, puntos de informes de auditoría, conceptos,
montos, causas y personas involucradas. Así expuesta la excepción por el
procesado, en cualquier instancia del proceso y antes de la ejecutoria de la
sentencia adjuntando prueba preconstituida, el juez de la causa,
valorándola y previo traslado al adverso, dictará la resolución respectiva,
declarándola probada o improbada. Para el caso de declarársela probada,
esta pone fin al juicio.

2.9.5. EXCEPCIÓN DE COMPENSACIÓN

Supone la posibilidad de compensar el monto de los perjuicios financieros


causados por el involucrado a la Administración Pública, con otros recursos
que se ofrezcan en compensación.

2.10. IMPUGNACIÓN, RECURSOS DE APELACIÓN Y CASACIÓN.


2.10.1. APELACIÓN

La sentencia dictada por el juez en materia coactiva fiscal puede ser objeto
de apelación, conforme previene el artículo 21 de la LPCF en el efecto
devolutivo ante la Sala Contenciosa y contencioso- administrativa del
Tribunal Departamental de Justicia, tomando en cuenta que dentro lo
contencioso administrativo precisamente se encuentra como parte de ella
lo coactivo fiscal.

Adviértase también que dicha disposición legal preveía que la apelación


debía ser conocida por la Contraloría General de la República en apelación
al pliego de cargo por las razones que ya anotados, es decir, porque con
anterioridad la Contraloría cumplía el papel de auditor fiscal, pero al mismo
tiempo de revisor del control de legalidad, es decir de juez.

Todo eso ya cambio como dijimos, porque además de lo expuesto el artículo


157-A) de lay 1455 de Organización Judicial de 1993, aún vigente, al efecto
previó:

“CAPITULO IX JUZGADOS EN MATERIA ADMINISTRATIVA ARTICULO 157°.-


COMPETENCIA

43
Unidad de Formación y Especialización
Tercer Curso de Formación y Especialización Judicial en Área Ordinaria – Gestión 2023

Los jueces en materia administrativa, coactiva fiscal y tributaria tendrán


competencia para:

A) Obligaciones con el Estado:

1. Conocer y decidir, en primera instancia, de las causas


contenciosa-fiscales que, por obligaciones con el Estado, sus
instituciones y organismos, entidades descentralizadas,
municipalidades y empresas públicas, sean promovidas a
demanda de estas entidades, en base a la nota de cargo
girada por la unidad administrativa correspondiente,
acompañadas del informe circunstanciado de Auditoría
Interna y de los contratos que justifiquen la acción;
2. Ejecutar los pliegos de cargo ejecutoriados que dicten los
jueces coactivos de la Contraloría General de la República
con anterioridad a esta ley y que no fueran objeto de
prescripción de ejecución que establece en cinco años desde
la notificación con el pliego de cargo o de la última actuación;
3. Adoptar las medidas precautorias necesarias;
4. Expedir mandamientos de aprehensión en ejecución de
sentencia;
5. Conocer en los casos previstos por la ley, de los procedimientos
administrativos declarados contenciosos y, en general, todos
aquellos que les están atribuidos por leyes especiales”.

De tal suerte que en la actualidad existen jueces que ejercen jurisdicción y


competencia en materia coactiva fiscal para conocer estas demandas y
llevar a cabo un control de legalidad del procedimiento conducido por la
Contraloría General del Estado y de las auditorías interna aprobadas por el
órgano Rector del Control Gubernamental.

Como tal, la apelación puede ser de fondo o de forma, si es de fondo los


Vocales de las Salas de la materia podrán confirman o revocar la sentencia
y, en consecuencia, también modificar la auditoría gubernamental para el
caso que las personas involucradas sean realmente las que correspondan
serlo, pero además si el monto del daño económico causado al estado es
también el que corresponde en justicia. Asimismo, podrán reducir el monto
del daño a un monto que lo consideren correcto con las debidas
justificaciones. Y, por último, podrán anular la sentencia, para el caso de
existir violaciones al debido proceso, incluso en la auditoría gubernamental.

44
Unidad de Formación y Especialización
Tercer Curso de Formación y Especialización Judicial en Área Ordinaria – Gestión 2023

En todo caso, debe tenerse presente el artículo 22 de la LPCF que al efecto


establece: “La apelación deberá ser interpuesta con fundamentación de
agravios, dentro el término fatal de cinco días computables de momento a
momento desde la notificación”.

Deberá advertirse que, conforme a la jurisprudencia establecida por el


tribunal supremo de justicia, cuando los plazos menores a 10 días, estos se los
debe entender como días hábiles.

2.10.2. CASACIÓN.

Contra el Auto de Vista pronunciado procede el recurso de Casación,


conforme señala el artículo 24 de la LPCF ante la sala contenciosa y
contencioso-administrativa del Tribunal Supremo de justicia, que
conociendo el fondo del asunto podrá resolver el recurso casando el mismo
cuando el inferior no hubiese efectuado una correcta interpretación o
aplicación de la ley, es decir, por errores “in procedendo” o de
procedimiento o por un error “ in judicando” o de juicio.

2.11. EJECUCIÓN DE SENTENCIA

El proceso coactivo fiscal es un proceso híbrido, porque su primera parte


culmina con la sentencia ejecutoriada, es decir, transformando en su caso
los indicios de responsabilidad previstas en la auditoría gubernamental en
una determinación de responsabilidad civil concreta. Si esto es así, recién al
conocerse de manera indubitable que el procesado es quien debe resarcir
recursos financieros al Estado por haberse apropiado o dispuesto
arbitrariamente de sus recursos, se inicia la segunda fase que es el proceso
coactivo fiscal propiamente dicho, de donde resulta que la primera fase, en
los hechos, es sólo un proceso contencioso fiscal.

Por consiguiente, queda claro que conforme previene el art. 27 de la LPCF


este proceso coactivo se regirá por las previsiones contenidas en los artículos
524 y 529 del Código de Procedimiento Civil, embargando y rematando los
bienes del coactivado si fuera necesario.

2.11.1. TERCERÍAS.

Esta prevista la tercería de dominio excluyente apoyada en prueba


preconstituida debidamente registrada en la oficina de Derechos Reales
que acredite el derecho del tercerista, hasta antes de aprobado el remate,
conforme previene el artículo 28 de la LPCF.

45
Unidad de Formación y Especialización
Tercer Curso de Formación y Especialización Judicial en Área Ordinaria – Gestión 2023

2.12. PRESCRIPCIÓN DE LA ACCIÓN COACTIVA FISCAL

Aunque no se encuentra prevista como una excepción de manera formal


por la LPCF, lo cierto es que las disposiciones legales posteriores sí la
previeron, tal es el caso de la Ley SAFCO de 1990 que advirtió:

“Artículo 40º.- Las acciones judiciales y obligaciones emergentes de la


responsabilidad civil establecida en la presente Ley, prescribirán en diez años
computables a partir del día del hecho que da lugar a la acción o desde la
última actuación procesal. El plazo de la prescripción se suspenderá o se
interrumpirá de acuerdo con las causas y en la forma establecidas en el
Código Civil. Para la iniciación de acciones por hechos o actos ocurridos
antes de la vigencia de la presente ley, este término de prescripción se
computará a partir de la fecha de dicha vigencia”.

Posteriormente, fue la propia Constitución Política del Estado de 2009 que al


efecto advirtió:

“Artículo 123. La ley sólo dispone para lo venidero y no tendrá efecto


retroactivo, excepto en materia laboral, cuando lo determine expresamente
a favor de las trabajadoras y de los trabajadores; en materia penal, cuando
beneficie a la imputada o al imputado; en materia de corrupción, para
investigar, procesar y sancionar los delitos cometidos por servidores públicos
contra los intereses del Estado; y en el resto de los casos señalados por la
Constitución.”

“Artículo 324. No prescribirán las deudas por daños económicos causados al


Estado.”

Asimismo, parece oportuno aclara que el artículo 410 Constitucional ahora


respecto a la relevancia que hoy tienen los derechos humanos en nuestro
país, lo siguiente:

“Artículo 410. I. Todas las personas, naturales y jurídicas, así como los órganos
públicos, funciones públicas e instituciones, se encuentran sometidos a la
presente Constitución.

II. La Constitución es la norma suprema del ordenamiento jurídico boliviano


y goza de primacía frente a cualquier otra disposición normativa. El bloque
de constitucionalidad está integrado por los Tratados y Convenios
internacionales en materia de Derechos Humanos y las normas de Derecho
Comunitario, ratificados por el país. La aplicación de las normas jurídicas se

46
Unidad de Formación y Especialización
Tercer Curso de Formación y Especialización Judicial en Área Ordinaria – Gestión 2023

regirá por la siguiente jerarquía, de acuerdo a las competencias de las


entidades territoriales:

1. Constitución Política del Estado.


2. Los tratados internacionales
3. Las leyes nacionales, los estatutos autonómicos, las cartas orgánicas
y el resto de legislación departamental, municipal e indígena
4. Los decretos, reglamentos y demás resoluciones emanadas de los
órganos ejecutivos correspondientes”.

En tal sentido, lo cierto es en consecuencia, que el artículo 40 de la Ley


SAFCO al haber sido declarado inconstitucional por la SCP 0790/2012 de 20
de agosto de 2012, ya no es aplicable por hechos suscitados desde la
videncia de la constitución de 2009.

2.13. ANÁLISIS JURISPRUDENCIAL

En esta materia interesa el análisis jurisprudencia de algunas sentencias


constitucionales que recortaron la eficacia que anteriormente tenía el
proceso coactivo fiscal, con fundamento en la ley de abolición de prisión y
apremio por obligaciones patrimoniales, conocida como ley Blattmann, que
al efecto previó: “No hay prisión por deudas”. El tribunal constitucional
consideró que, al existir solamente deudas entre los procesados en materia
coactiva fiscal con las administraciones públicas demandantes, no podían
mantenerse vigentes tanto el apremio corporal de éstos como el arraigo
personal, razón por la cual declaró inconstitucionalidad de las disposiciones
legales que disponían estas medidas.

Esta determinación del Tribunal Constitucional ha traído consigo un debate


en sentido de la inexistencia de deuda alguna y si de una responsabilidad
civil, considerando que los servidores públicos que perciben los recursos
financieros del Estado lo hacen para disponerlos con responsabilidad y
transparencia, por lo que cualquier disposición arbitraria de ellos se
encuentra ligada a un comportamiento doloso, por lo que la determinación
de inconstitucionalidad no hubiese sido la mejor medida a adoptar,
respecto al apremio y al arraigo respectivamente

47
Unidad de Formación y Especialización
Tercer Curso de Formación y Especialización Judicial en Área Ordinaria – Gestión 2023

UNIDAD TEMATICA 3
PROCEDIMIENTOS TRIBUTARIOS
3.1. LEGISLACIÓN Y DESARROLLO NORMATIVO

El proceso contencioso tributario es, como sabemos una parte esencial del
derecho financiero, considerando que éste cumple dos actividades
importantes, la primera comprende el control normativo de los ingresos del
Estado, donde el derecho tributario desempeña una función destacada; y
el segundo, el control normativo del gasto público, todo esto comprendido
en un conjunto de disposiciones legales que hacen al cumplimiento de estas
dos actividades esenciales que lleva a cabo el Derecho Financiero.

Al respecto, debemos advertir que el Estado como tal requiere de los


recursos financieros suficientes para el cumplimiento de sus fines que, no son
otros que lograr la satisfacción de las necesidades colectivas de la
población.

Los ingresos del estado están conformados, además de las utilidades que
generan nuestras empresas, además de otros recursos, del pago de los
tributos, es decir que, sin el ingreso al Tesoro General de la Nación de los
ingresos generados por cobro de impuestos, al Estado le sería prácticamente
imposible cubrir las necesidades que demanda la población.

En este entendido debemos además aclarar que, desde el punto de vista


organizacional, el Estado se subdivide en múltiples administraciones
públicas, cada una de ellas con roles distintos, por tener también desde el
punto de vista individual una naturaleza diferente. Esto significa que cada
administración pública en particular presta un determinado servicio a la
colectividad. Y, que la suma de todos estos servidos públicos le permite al
ciudadano satisfacer sus necesidades más premiosas, para lo que ha
denominado nuestra constitución el “vivir bien”.

Por esta situación, debemos concluir el cobro de los impuestos y su


consiguiente recaudación, les benefician a todas las administraciones
públicas para que éstas nos presten los servicios que necesitamos para
nuestra subsistencia cotidiana.

De esta manera concluimos señalando que el derecho tributario es parte de


la actividad del derecho financiero ligada al control normativo de los
ingresos. En tal sentido, su desarrollo normativo ha venido al paso de los años

48
Unidad de Formación y Especialización
Tercer Curso de Formación y Especialización Judicial en Área Ordinaria – Gestión 2023

variando en la aplicación de distintas políticas financiero-tributarias, siempre


con la finalidad de capturar la mayor cantidad de los recursos financieros
impositivos posible, pero bajo el control normativo que hacen a las reglas del
debido proceso y el respeto que hacen al derecho de defensa del
contribuyente. Así, observaremos cómo la legislación tributaria siempre
mantuvo la idea de permitirle únicamente al órgano Ejecutivo llevar a cabo
el control normativo de los impuestos por medio de su Administración
Tributaria, para que el contribuyente tenga por única vía de acceso a la
justicia administrativa, poniendo al olvido el principio de legalidad, por el
cual es solamente el órgano judicial quien debe controlar la legalidad de los
actos y resoluciones administrativas, en este caso, las que pronuncie la
Administración Tributaria.

3.2. DERECHO TRIBUTARIO PROCESAL

La ley 2492 de 02 de agosto de 2003, en su disposición final primera


estableció lo siguiente:

“A la vigencia del presente código quedará derogado el literal B) del


artículo 157 de la Ley 1455 de Organización Judicial”.

Y, en su disposición final novena sentenció:

“A partir de la entrada en vigencia del presente código, queda abrogada


la ley 1340 de 28 de mayo de 1992”

Estas dos disposiciones, una de derogación y la otra de abrogación tuvieron


el propósito de cerrar la vía de acceso a la justicia a los contribuyentes por
medio del órgano judicial, es decir, lograr que la única vía posible de
impugnación de las resoluciones pronunciadas por la Administración sea la
administrativa, es decir, la del órgano ejecutivo, con la cual éste por un lado
sería quien determinaría el monto del adeudo tributario al contribuyente por
medio de una resolución administrativa, que en la mayoría de los casos suele
ser una Resolución Determinativa de impuestos; y, por el otro, sería también
el mismo por medio de otra administración pública quien controle la
impugnación que lleve a cabo del sujeto pasivo, que resulte siendo
consecuencia juez y parte.

El Artículo 157-B) de la ley 1455 de Organización Judicial prevé:

“B) Obligaciones tributarias:

49
Unidad de Formación y Especialización
Tercer Curso de Formación y Especialización Judicial en Área Ordinaria – Gestión 2023

1. Conocer y decidir, en primera instancia, de los procesos contencioso-


tributarios por demandas originales en los actos que determinen
tributos y en general, de las relaciones jurídicas emergentes de
aplicación de las leyes tributarias;
2. Conocer y decidir, en primera instancia, de las resoluciones
administrativas dictadas por el órgano recaudador, en las de
repetición que puedan seguir los contribuyentes o responsables para
obtener la restitución de pagos indebidos al fisco, por concepto de
tributos, intereses o multas conforme al Código Tributario;
3. Ejecutar las sentencias pasadas en autoridad de cosa juzgada
pronunciadas en materia contencioso-tributaria, conforme al Código
Tributario;
4. Ejecutar, a solicitud de la Administración de la Renta o de los órganos
administrativos respectivos de derecho público, las notas de cargo
ejecutoriadas por las obligaciones tributarias de procesos
administrativos concluidos, que no hubieran sido pagadas,
disponiendo las sanciones establecidas en el Código Tributario”.

De esta manera con la derogatoria que dispuso el Congreso Nacional, los


sujetos pasivos se quedaron sin juez en materia contencioso-tributaria para
conocer sus impugnaciones relacionadas principalmente a Resolución
Determinativas que las consideraban injustas e ilegales, quedando en la
incertidumbre aquellas que ya estaban en trámite.

Y, con la abrogatoria del Código Tributario Boliviano, la ley 1340, quedaron


sin aplicación tanto la parte sustantiva del mismo como su parte adjetiva, es
decir, el título VI del proceso contencioso-tributario comprendido entre los
artículos 214 al 303 del referido código.

De esta manera los sujetos pasivos se quedaron sin jueves contencioso-


tributarios para conocer sus demandas de esta materia y, simultáneamente,
se quedaron sin un proceso contencioso tributario que establecía la manera
cómo podía conseguir una sentencia justa.

Sin embargo, entre paréntesis, habrá que señalar que no sólo fue este el
único momento de la historia en el cual se intentó privar al contribuyente de
su derecho judicial a la defensa, pues si uno revisa con detenimiento la
aludida ley 1340 de 28 de mayo de 1992, advertiremos que la misma fue
legislada para que también sea conocida y resuelta por el propio órgano
ejecutivo por medio de un Tribunal Fiscal constituido en la ciudad de La Paz.
Así, al respecto, el art. 227 de la Ley 140, prevé:

50
Unidad de Formación y Especialización
Tercer Curso de Formación y Especialización Judicial en Área Ordinaria – Gestión 2023

“la demanda contencioso-tributaria deberá ser presentada


directamente al Tribunal Fiscal en la ciudad de La Paz, dentro los
quince días siguientes al de la notificación con la resolución
administrativa, reconociéndose las siguientes excepciones: 1) para los
contribuyentes o responsables que residen en el interior del país y a
más de 100 Kilómetros del tribunal donde se recurra, tendrán el
término adicional (…)”.

Como se observa, ya la ley 1340 había privado a los contribuyentes de su


derecho a recurrir a la vía judicial por medio del extinto Tribunal Fiscal de la
Nación con sede en la ciudad de La Paz, que conocía las demandas
contencioso-tributarias de todo el país, también como parte del órgano
ejecutivo, por lo que lo que había acontecido con la ley 2492 venía a ser
otro intento más de privar a los contribuyentes de su derecho a la defensa
por medio del órgano judicial.

3.3. PROCEDIMIENTOS TRIBUTARIOS ADMINISTRATIVOS

Cuando nos referidos a los procedimientos tributario-administrativos previstos


en nuestra legislación, nos sumergimos en la actividad que cumple la
administración pública creada por mandato de la ley, denominada
superintendencia tributaria, para controlar la actuación que cumple la
administración tributaria al determinar la existencia de adeudos tributarios a
los contribuyentes, esto es, al control administrativo, ya que no podríamos
denominarla un control de legalidad puesto que esta tarea solamente
podría cumplirla un juez, a la actuación que lleva a cabo esta otra
administración pública que tiene por objeto revisar las impugnaciones
realizadas por los sujetos pasivos por esta vía, vale decir por la vía
administrativa.

Podríamos ratificar en consecuencia que el Artículo 132 de la Ley 2492 de 2


de agosto de 2003, ha creado la Superintendencia Tributaria como parte del
Poder Ejecutivo, bajo la tuición del Ministerio de Hacienda, como órgano
autárquico de derecho público, con autonomía de gestión administrativa,
funcional, técnica y financiera, con jurisdicción y competencia en todo el
territorio nacional.

De esta manera, señalamos que su objeto no es otro que conocer y resolver


los recursos de alzada y jerárquico que se interpongan contra los actos
definitivos de la Administración Tributaria, conforme prevé el artículo 146 de
la referida Ley, al señalar que los procedimientos de los Recursos de Alzada

51
Unidad de Formación y Especialización
Tercer Curso de Formación y Especialización Judicial en Área Ordinaria – Gestión 2023

y Jerárquico se regirán por los plazos, términos, condiciones, requisitos y


forma dispuestos por Decreto Supremo.

De esta manera, la Superintendencia Tributaria, por tratarse de otra


administración pública dependiente del órgano ejecutivo, está constituida,
conforme prevé el artículo 2) del DS Nº 27241, 14 de noviembre de 2003, al
establecer lo siguiente:

“Composición) La Superintendencia Tributaria está compuesta por un


Superintendente Tributario General con sede en la ciudad de La Paz,
cuatro (4) Superintendentes Tributarios Regionales con sede en las
capitales de los Departamentos de Chuquisaca, La Paz, Santa Cruz y
Cochabamba, respectivamente, y cinco (5) Intendentes
Departamentales, cada uno de ellos con asiento en las capitales de
los Departamentos de Pando, Beni, Oruro, Tarija y Potosí”.

De esta manera los Superintendentes cumplen una función de supervisión


administrativa, al encontrarse investidos de las siguientes facultades:

“Artículo 21°.- (Resolución)

Los Superintendentes Tributarios tienen amplia facultad para ordenar


cualesquiera diligencias relacionadas con los puntos controvertidos.

Asimismo, con conocimiento de la otra parte, pueden pedir a


cualquiera de las partes, sus representantes y testigos la exhibición y
presentación de documentos y formularles los cuestionarios que
estimen conveniente, siempre en relación a las cuestiones debatidas,
dentro o no de la Audiencia Pública a que se refiere el Artículo 18 del
presente Decreto Supremo.

Los Superintendentes Tributarios también pueden contratar peritos, a


costa de la institución, cuando la naturaleza del caso así lo amerite.

Durante los primeros veinte (20) días siguientes al vencimiento del


período de prueba, las partes podrán presentar, a su criterio, alegatos
en conclusiones; para ello, podrán revisar inextenso el expediente
únicamente en sede de la Superintendencia Tributaria General o
Regional o de la Intendencia Departamental, según corresponda. Los
alegatos podrán presentarse en forma escrita o en forma verbal bajo
las mismas reglas, en este último caso, establecidas en el Artículo 18
de este Decreto Supremo para el desarrollo de la Audiencia Pública.

52
Unidad de Formación y Especialización
Tercer Curso de Formación y Especialización Judicial en Área Ordinaria – Gestión 2023

Los Superintendentes Tributarios dictarán resolución dentro del plazo


de cuarenta (40) días siguientes a la conclusión del período de
prueba, prorrogables por una sola vez por el mismo término.

Los Superintendentes Tributarios, así como el personal técnico y


administrativo de la Superintendencia Tributaria que dieran a conocer
el contenido del proyecto de resolución a las partes o a terceras
personas antes de su aprobación, serán sancionados conforme a
Ley.”.

En cuanto al contenido de sus resoluciones su artículo 22 señala:

“Las resoluciones se dictarán en forma escrita y contendrán su


fundamentación, lugar y fecha de su emisión, firma del
Superintendente Tributario que la dicta y la decisión expresa, positiva
y precisa de las cuestiones planteadas.

Las resoluciones precedidas por Audiencias Públicas contendrán en


su fundamentación, expresa valoración de los elementos de juicio
producidos en las mismas.

Las resoluciones deberán sustentarse en los hechos, antecedentes y


en el derecho aplicable que justifiquen su dictado; siempre constará
en el expediente el correspondiente informe técnico jurídico, emitido
por el Intendente Tributario respectivo, pudiendo el Superintendente
Tributario basar su resolución en este informe o apartarse
fundamentadamente del mismo”.

Y, respecto a las clases de resolución, el artículo 23 establece las siguientes:

“Revocatorias totales o parciales del acto recurrido. Confirmatorias.


Anulatorias, con reposición hasta el vicio más antiguo. La revocación
parcial del acto recurrido solamente alcanza a los puntos
expresamente revocados, no afectando de modo alguno el resto de
los puntos contenidos en dicho acto”.

3.4. IMPUGNACIÓN ADMINISTRATIVA: ALZADA Y JERÁRQUICO

3.4.1. RECURSO DE ALZADA

El recurso de alzada, conocido en las otras administraciones públicas como


revocatorio, se constituye en la vía que tiene el sujeto pasivo tiene para

53
Unidad de Formación y Especialización
Tercer Curso de Formación y Especialización Judicial en Área Ordinaria – Gestión 2023

impugnar un resolución administrativo-tributaria final pronunciada por la


Administración Tributaria.

Esta resolución administrativo-tributaria final dictada por la Administración


Tributaria puede provenir de las siguientes administraciones especializadas
en esta materia, el Servicio de Impuestos Nacionales, Regional o Graco,
Aduana Nacional y los Gobiernos Autónomos Municipales. La impugnación
que se lleve a cabo será planteada ante las Autoridades Regionales de
Impugnación Tributaria de La Paz, Cochabamba, Santa Cruz o Chuquisaca.

Las resoluciones administrativo-tributarias más relevantes son: las


resoluciones determinativas, las sancionatorias, las que denieguen
exenciones, compensación, repetición o devolución de impuestos, rechazo
a la presentación de Declaraciones Juradas Rectificatorias, rechazo a la
pretensión de planes de facilidades de pago, rechazo a la extinción de la
obligación tributaria por prescripción, pago o condonación, entre otros.

El contribuyente, una vez que es notificado con una resolución


administrativo-tributaria final, tiene derecho a impugnarla, a este efecto
puede recurrir a la vía judicial o, en su defecto a la vía ordinaria. Esto significa
que el control de legalidad de la resolución impugnada y de su
procedimiento administrativo lo puede controlar un juez en materia
contencioso tributaria del órgano Judicial. Pero en su caso, podrá pedir un
control administrativo por parte de otra administración pública creada para
este efecto por el órgano ejecutivo, también en el fondo o en la forma.

Apreciando la impugnación administrativa, el contribuyente tendrá el plazo


de 20 días para impugnar la resolución administrativo-tributaria final,
efectuando la respectiva fundamentación, una explicación de los hechos
suscitados, la impugnación precisa de la resolución que la considera injusta
e ilegal y, por ultimo señalando el conjunto de disposiciones legales
aplicables al caso en cuestión. Cabe aclarar que la interposición del recurso
de alzada suspende la ejecución de la Administración Tributaria.

Este Recurso de Alzada lo interpondrá el contribuyente afectado con dicha


resolución ante las Autoridades Regionales de Impugnación Tributaria, en el
plazo ya mencionado.

3.4.2. RECURSO JERÁRQUICO

Consiste en la impugnación que la realiza el contribuyente contra la


resolución de alzada pronunciada por la Autoridad Regional de

54
Unidad de Formación y Especialización
Tercer Curso de Formación y Especialización Judicial en Área Ordinaria – Gestión 2023

Impugnación Tributaria. Por consiguiente, será este quien advirtiendo que la


resolución de alzada lesiona sus derechos, sería injusta, ilegal o arbitraria al
determinar un adeudo impositivo excesivo, o finalmente nula de pleno
derecho por encontrarse viciada de nulidad por haber afecto las reglas al
debido proceso y su derecho a la defensa.

El contribuyente o a la propia administración tributaria que consideren que


la resolución Alzada lesionaría sus derechos, podrá o podrán interponer el
recurso jerárquico ante la Autoridad que resolvió el Recurso de Alzada, en el
plazo de 20 días de notificados con la Alzada.

Presentado que fuere el Recurso Jerárquico, esta autoridad tendrá el plazo


de 5 días para rechazarlo por haber sido presentado fuerza de plazo,
observarlo por incumplir los requisitos previstos al efecto de presentación del
recurso jerárquico, admitir el recurso si los requisitos están cumplidos.

DE SU PROCEDIMIENTO

La autoridad regional (ARIT), estando cumplidas las formalidades del recurso


jerárquico, remitirá el legajo administrativo-tributario completo, incluida la
resolución de alzada ante la autoridad general tributaria (AGIT), dentro un
plazo máximo de 3 días.

La autoridad jerárquica radicará el trámite en un plazo no mayor a 5 días.


Admitido que fuere el recurso jerárquico, las partes del procedimiento, esto
es, el contribuyente y la Administración Tributaria, estarán facultados a
ratificar las pruebas que ya ofrecieron u ofrecer otras de reciente obtención,
en un plazo no mayor a 10 días siguientes a la fecha de notificación con la
admisión del Recurso.

Vencido este plazo, la Autoridad jerárquica (AGIT), en un tiempo que no


exceda los 40 días pronunciará su resolución, se entiende que las partes
quedan en la posibilidad de resumir sus puntos de vista, sus fundamentos y
sus peticiones antes que la autoridad mencionada dicte la resolución
jerárquica, para que esta pueda revisarlas.

La resolución jerárquica podrá revocar la resolución de alzada, podrá


confirmarla y podrá anularla, incluyendo la posibilidad de anular el mismo
procedimiento administrativo-tributaria hasta su vicio procedimental más
antiguo.

55
Unidad de Formación y Especialización
Tercer Curso de Formación y Especialización Judicial en Área Ordinaria – Gestión 2023

3.5. PROCESOS JURISDICIONALES TRIBUTARIOS

Quedamos en explicaciones anteriores, que las disposiciones finales de la ley


2492, eliminaron al juez de la materia contencioso-tributaria y, privaron a los
contribuyentes de un proceso contencioso tributario para dirigir su demanda
judicial en el marco de las reglas del debido proceso.

Ante esta realidad, es importante dar una lectura al contenido de algunas


sentencias constitucionales emblemáticas que permitieron el retorno del
proceso contencioso tributario que prácticamente había desaparecido de
nuestro ordenamiento jurídico, conjuntamente la jurisdicción y competencia
de los jueces, no solo en materia contencioso tributaria, sino también
coactiva fiscal, por medio de las sentencias constitucionales 076/2004,
09/2004, 018/2004 y 029/2004.

3.5.1. ACERCA DE LA DEMANDA CONTENCIOSO TRIBUTARIA

La demanda contencioso-tributaria se interpone ante el Juez Administrativo,


Coactivo Fiscal y Tributario después de haberse notificado con la resolución
Administrativo-tributaria al sujeto pasivo. El término que tiene el afectado o
interesado para interponer la demanda de 15 días.

REQUISITOS

La demanda contencioso-tributaria deberá contener los siguientes


requisitos, entre otros:

Debe adjuntarse la resolución administrativo tributaria que se


impugna o señalar donde se encuentra ésta; en última instancia, el
juez de la causa deberá ordenar a la Administración Tributaria adjunte
todo el legajo administrativo, incluida la resolución impugnada.

Debe contener una debida fundamentación de hecho y de derecho,


además de una precisa exposición de la normativa aplicable.

OBSERVACIONES

En caso de existir insuficiencia u oscuridad en la demanda, el Juez deberá


prevenirle al actor e la complete o aclare en el plazo improrrogable de 6
días, en caso de incumplimiento la demanda será rechazada y el juez
declarará ejecutoriada la Resolución administrativo tributaria impugnada.

ADMISIÓN DE LA DEMANDA.

56
Unidad de Formación y Especialización
Tercer Curso de Formación y Especialización Judicial en Área Ordinaria – Gestión 2023

La admisión de la demanda contencioso-tributaria por parte del juez de la


materia conlleva la suspensión de la ejecución del acto o resolución
impugnada.

Admitida que fuere la demanda, el Juez que conoce la causa, en su auto


de admisión la correrá en traslado al demandado, para que la conteste
dentro el término de 15 días, afirmando, rechazando o negando su
contenido y pretensión, con la debida fundamentación.

CONTESTACIÓN.

La contestación de la demanda podrá ser de fondo o de forma.

Contendrá los mismos requisitos exigidos para interponer la demanda.

Si el demandado no contesta la demanda dentro los plazos establecidos, el


juez la admitirá de oficio la demanda sin necesidad de declaratoria alguna
de rebeldía.

Los funcionarios legalmente notificados con la demanda y que no la


contestaron dentro el término de ley, estarán sujetos a responsabilidad
personal y exoneración de sus cargos.

OPOSICIÓN DE EXCEPCIONES.

Si la Administración Tributaria opusiere alguna excepción previa, no estará


obligada a contestar la demanda hasta antes que el juez de la causa la
resuelva, quien se encontrará impedido de dictar sentencia en tanto la
resolución que resuelva la excepción previa no adquiera ejecutoria, y se
aclare gozar de competencia para el conocimiento de la causa.

EXCEPCIONES DILATORIAS

Son las de impersonalidad, impersonería, litis pendencia, y obscuridad en la


demanda. Estas excepciones deberán presentarse todas al mismo tiempo y
antes de la contestación de la demanda. Las excepciones dilatorias se
correrán en traslado al demandante, quien tendrá el plazo de 3 días para su
contestarla. Con la contestación o sin ella, el Juez dictará resolución dentro
el término de 48 horas.

APELACIÓN DE LAS EXCEPCIONES.

Contra la resolución que resuelva las excepciones se podrá interponer el


recurso de apelación en el término de 3 días, debiendo concederse este

57
Unidad de Formación y Especialización
Tercer Curso de Formación y Especialización Judicial en Área Ordinaria – Gestión 2023

recurso en el efecto devolutivo. Si la excepción fuere rechazada, el


demandado notificado con ella tendrá el término de 5 días para contestar
la demanda.

EXCEPCIONES PERENTORIAS

Ponen fin al juicio y son las de vencimiento de los plazos señalados, conforme
el Art. 227 de la Ley 1340, la cosa Juzgada, haberse expedido nota de
crédito o reconocimiento de crédito sobre la obligación o materia de la
demanda, haberse acogido el actor al recurso administrativo establecido
en el Art. 174 de la Ley 1340.

TRÁMITE.

Las excepciones perentorias podrán oponerse en cualquier estado del


proceso y en cualquier instancia y serán resueltas conjuntamente con la
sentencia; la excepción de cosa juzgada, cuando sea la única opuesta a la
demanda solicitada por el demandado, será resuelta como de previo y
especial pronunciamiento.

INCIDENTES.

Solamente serán admitidos los incidentes de previo y especial


pronunciamiento, como la acumulación de autos, nulidad de actuaciones
procesales y excusas y recusaciones de Jueces y magistrados.

Así, si existiere uno o más procesos similares, serán acumulados de oficio o a


petición de parte ante el Juez que conozca el juicio más antiguo. No se
permitirá la acumulación después de contestada la demanda,
correspondiendo únicamente la oposición de las excepciones de litis
pendencia o cosa juzgada.

EXCUSAS Y RECUSACIONES.

Son causales de excusa y recusación las siguientes:

Parentesco con el demandante hasta el cuarto grado de consanguinidad y


segundo de afinidad.

Ser dueño, director, socio, gerente o administrador de la empresa o firma


demandante.

Tener interés directo en el proceso o tenerlo sus parientes, hasta el segundo


grado de consanguinidad y primero de afinidad.

58
Unidad de Formación y Especialización
Tercer Curso de Formación y Especialización Judicial en Área Ordinaria – Gestión 2023

Haber intervenido como asesor, perito, testigo, tutor o curador en la emisión


o ejecución de la resolución impugnada.

Amistad estrecha o enemistad manifiesta con alguna de las partes.

Haber prejuzgado sobre el resultado de la causa antes de dictar sentencia.

TRÁMITE.

El Juez o Magistrado que se hallare inmerso en cualquiera de las causales


deberá excusarse de oficio en su primera actuación, en caso de no hacerlo,
la parte interesada podrá recusarlo

DE LA RECUSACIÓN.

El recusado no podrá dictar providencia alguna, siendo nulas sus


actuaciones, sin perjuicio del proceso penal en su contra que podría
instaurarse.

MEDIDAS PRECAUTORIAS.

A solicitud de la autoridad administrativa demandada se podrán dictar las


siguientes medidas precautorias: embargos preventivos, secuestros y otras
medidas de garantía, cuando exista fundado riesgo para la percepción de
los créditos fiscales por concepto de tributos o intereses.

NOTIFICACIONES EN ESTRADOS.

Las actuaciones y sus providencias incluso las sentencias, serán notificadas


en estrados judiciales, salvando el caso de la citación con la demanda.

TÉRMINO PROBATORIO.

Contestada la demanda, el juez someterá la causa a prueba abriendo un


término improrrogable de treinta días.

PRUEBA.

Se admiten todos los medios de prueba con excepción del juramento de


posesiones de la administración pública y la confesión de autoridades. La
prueba testifical será considerada como un simple indicio. El juez tiene
amplias facultades para ordenar cualquier diligencia relacionada con los
puntos controvertidos y pedir la exhibición de documentos y formular las
preguntas que estimare convenientes a las partes.

59
Unidad de Formación y Especialización
Tercer Curso de Formación y Especialización Judicial en Área Ordinaria – Gestión 2023

Vencido el término probatorio, sin necesidad de alegatos, se decretará


"autos, citadas las partes para sentencia" y se formulará el proyecto de esta
dentro de los diez días siguientes.

SENTENCIA.

Vencidos los 10 días el Juez pronunciará sentencia. La sentencia se fundará


en la ley. Su parte resolutiva se referirá a los actos o procedimientos cuya
nulidad se declare o cuya validez se reconozca.

TIPO DE SENTENCIAS.

-Confirmatorias de la resolución administrativo-tributaria.

- Modificatorias de misma resolución.

- Anulatorias, cuando la sentencia declare la nulidad de alguna actuación


procesal hasta el vicio más antiguo.

DESISTIMIENTO

El actor podrá desistir de su demanda en cualquier estado del juicio.

Si la demanda se hubiese iniciado por dos o más interesados, el desistimiento


afectará a quienes lo hubieran formulado.

El desistimiento será formalizado por escrito por el interesado o su


apoderado siempre y cuando cuente con facultad expresa para hacerlo.

Aceptado el desistimiento, el juez declarará por concluido el proceso,


ordenando el archivo de obrados y la ejecutoria del acto administrativo.

El desistimiento formulado en segunda instancia respecto de la apelación


causa la ejecutoria de la sentencia apelada.

APELACIÓN DE LA SENTENCIA

Se interpone ante el mismo Juez que dictó la sentencia, quien concederá el


recurso ante superior en grado, los vocales de la sala contenciosa y
contencioso administrativa del Tribunal departamental de justicia.

La Sentencia y los Autos interlocutorios podrán ser apelados por quienes


tengan personería como parte demandante o demandada, o con un poder
suficiente.

60
Unidad de Formación y Especialización
Tercer Curso de Formación y Especialización Judicial en Área Ordinaria – Gestión 2023

Se la interpondrá en el término de cinco días hábiles y computables desde


la notificación con la Sentencia.

La apelación se presentará ante el mismo Juez que dictó la sentencia, para


su admisión o rechazo dentro las 24 horas siguientes en el efecto suspensivo.

Con el auto de admisión, se citará y emplazará a las partes, para que a los
tres días se apersonen ante el Tribunal de alzada.

Radicará el proceso en segunda instancia para lograr el apersonamiento de


las partes, a los fines de asumir sus derechos. Las partes podrán formular los
agraviones que consideren pertinentes efectuar.

AUTO DE VISTA

El Auto de Vista podrá ser confirmatorio total o parcial, revocatorio y


anulatorio.

RECURSO DE NULIDAD.

La parte que considere nulo por contener vicios procesales podrá plantear
el recurso de nulidad ante el Tribunal Supremo de Justicia en su sala
contenciosa y contencioso-administrativa. Se interpondrá este recurso en el
plazo fatal de 8 días a contar desde la notificación con el Auto de Vista.

El tribunal de apelación podrá rechazar el recurso cuando fuere interpuesto


fuera del término de ley. Para el caso de rechazarse el recurso sólo se podrá
interponer una compulsa conforme a ley.

RESOLUCIÓN.

Los ministros de la sala contenciosa y contencioso-administrativa del Tribunal


Supremo de Justicia podrán declarar Improcedente, Infundado y Anulatorio,
o casando el auto de vista con las formalidades de ley.

Sera improcedente con pago de costas cuando el recurso fuera planteado


extemporáneamente o cuando el recurrente no fuera parte del proceso o
careciere de representación legal. Por falta de fundamentación.

Se declarará infundado el recurso con costas, cuando en criterio del tribunal


no hubiese existido violación expresa y terminante de la ley o leyes acusadas
en el recurso de Nulidad.

61
Unidad de Formación y Especialización
Tercer Curso de Formación y Especialización Judicial en Área Ordinaria – Gestión 2023

El Tribunal de Casación, casará total o parcialmente el Auto de Vista


recurrido por haber encontrado infracción de las leyes acusadas en el
recurso, condenando en responsabilidad y multa al Tribunal Inferior.

Se anulará el proceso por vicios procesales o procedimentales hasta el vicio


más antiguo.

DE LA ACCIÓN DE REPETICIÓN.

Los contribuyentes pueden reclamar la restitución de pagos indebidos al


fisco, tributos, intereses o multas, de la siguiente manera:

Primero deberá constar una resolución administrativa de aceptación o


rechazo de tal petición en sede administrativa, para luego, en caso de
negativa a tal pretensión activar la demanda ante el juez contencioso
tributaria impugnado la resolución de rechazo, conforme a las previsiones
contenidas en el proceso contencioso tributario ya restituido.

EJECUTORIA Y EJECUCIÓN DE LA SENTENCIA

Una vez que se dicta sentencia y hasta adquiera ejecutoria, se devuelven


los antecedentes a la Administración Tributaria para que esta la haga
cumplir en la fase coactiva que estará exclusivamente a cargo de ella,
pidiendo el pago del adeudo por tributos omitidos y demás accesorios
legalmente exigibles, pudiendo el sujeto activo llevar a subasta y remate los
bienes embargados del actor.

3.5.2. ACCIÓN DE REPETICIÓN.

El sujeto pasivo puede solicitar a la Administración Tributaria la restitución de


pagos indebidos efectuados ante ella. Sin embargo, negada que fuere esta
con resolución administrativa expresa, podrá interponer el recurso
contencioso tributario ante el juez de la materia, impugnando la resolución
de rechazo dentro el plazo previsto por ley y con las formalidades que rigen
en la materia.

3.5.3. ACERCA DE LAS SENTENCIAS CONSTITUCIONALES EMPLEMÁTICAS EN MATERIA


TRIBUTARIA

Respecto al proceso contencioso tributario, cabe advertir que la SC


076/2004 de 16 de julio de 2004, fue el resultado de un incidente de
inconstitucionalidad promovido por un juez de la materia, para el caso el
suscrito, que demandó la inconstitucionalidad de la disposición final novena

62
Unidad de Formación y Especialización
Tercer Curso de Formación y Especialización Judicial en Área Ordinaria – Gestión 2023

de la ley 2492 que había derogado todo el proceso contencioso tributario


que preveía la ley 1340.

El argumento se fundó en el artículo 60 de la Ley del Tribunal Constitucional,


por considerarse infringidos los artículos 7-A) y 16-II y IV de la Constitución
Política del Estado, que reconocen, entre otros aspectos, que el derecho de
la persona en juicio es inviolable, y que nadie puede ser condenado a pena
alguna sin antes haber sido oído y juzgado en un proceso legal. Se adujo
que era importante la resolución que asuma el Tribunal Constitucional,
porque de ella dependía que la competencia del juez la reasuma con la
obvia aplicación del proceso contencioso tributario de la ley 1340, ya que la
derogatoria mencionada no hizo otra cosa que materializar el estado de
inseguridad jurídica en el que se debatían los contribuyentes, al carecer
éstos de la garantía judicial al debido proceso que les permitía impugnar los
actos de la administración tributaria y ejercitar a plenitud su derecho a la
defensa.

ACERCA DE LA SETENCIA CONSTITUCIONAL 018/2004 DE 02 DE MARZO.

Se recordó en el incidente promovido que, la Sentencia Constitucional


018/2004 de 02 de marzo de 2004, había declarado inconstitucional la
disposición final primera de la ley 2492, que derogó la literal B) del artículo
157 de la LOJ, que atribuyó competencia a los juzgados en materia
administrativa, coactiva fiscal y tributaria, para conocer demandas propias
de esta materia. Por consiguiente, que resultaba ilógico que, existiendo ya
un juez competente en materia contencioso-tributaria, éste no tenga un
proceso contencioso tributario legalmente establecido para ejercitar su
competencia a plenitud, por consiguiente, que la inconstitucionalidad
dispuesta por la Sentencia Constitucional 18/2004, resultaba aún
insuficiente para resguardar los derechos de los contribuyentes.

ACERCA DE LA SENTENCIA CONSTITUCIONAL 09/2004

La sentencia constitucional 09/2004 de 28 de enero de 2004, declaró la


inconstitucionalidad del artículo 147 de la Ley 2492 que disponía lo siguiente:

“Conforme a la atribución séptima del parágrafo I del artículo 118 de


la Constitución Política del Estado, el proceso contencioso
administrativo contra la resolución que resuelva el recurso jerárquico
será conocido por la corte suprema de justicia, sujetándose el trámite

63
Unidad de Formación y Especialización
Tercer Curso de Formación y Especialización Judicial en Área Ordinaria – Gestión 2023

contenido en el código de procedimiento civil, y se resolverá por las


siguientes causales (…)”.

FINALMENTE, LA SENTENCIA CONSTITUCIONAL 029/2004 DE 31 DE MARZO.

La Sentencia Constitucional 029/2004 declaró inconstitucional el segundo


párrafo de la disposición transitoria primera del DS 27310 de 08 de enero de
2004, por establecer un régimen transitorio contrario a lo previsto por la Ley
2492, de la cual devenía.

ACERCA DEL FALLO DE LA SENTENCIA CONSTITUCIONAL 076/2004

El Tribunal Constitucional reconoce lo siguiente:

“Es indudable que la ratio decidendi de la sentencia constitucional


09/2004 apunta al restablecimiento del proceso contencioso tributario
como medio de impugnación judicial (…), sin excluir la impugnación
en sede administrativa, lo cual ha sido patentizado con la
declaratoria de inconstitucionalidad de a través de la sentencia
constitucional 018/2004 de 02 de marzo, de la disposición final primera
del CTB que establecía la derogatoria de la literal B) del artículo 157
de la LOJ”.

Para luego admitir:

“El restablecimiento de la garantía constitucional al debido proceso,


en su elemento del derecho al juez natural, independiente, imparcial
y competente, así como los valores supremos de la justicia e igualdad
y el derecho a la tutela judicial efectiva del administrado
contribuyente como resultado de las SSCC 009 y 018 /2004, quedaría
trunco sin el instrumento que haga efectiva la tutela de esos derechos
y garantías, cual es precisamente el proceso contencioso-tributario”.

Para concluir luego, no obstante, de estas reflexiones, de manera


contradictoria de la siguiente manera:

“POR TANTO, el Tribunal Constitucional en virtud de la jurisdicción que


ejerce (…) declara la constitucionalidad de la disposición final
novena de la ley 2492 con vigencia temporal de un año, a partir de
la citación con esta sentencia , y exhorta al poder legislativo para que
en dicho plazo subsane el vacío legal inherente a la ausencia de un
proceso contencioso tributario , bajo conminatoria en caso de

64
Unidad de Formación y Especialización
Tercer Curso de Formación y Especialización Judicial en Área Ordinaria – Gestión 2023

incumplimiento de que la indicada disposición legal quedará


expulsada del ordenamiento jurídico nacional, en lo que respecta a
la abrogatoria del proceso contencioso tributario establecido en el
título VI, artículos 214 al 302 del CTB”..

3.6. DEL INSTITUTO DE LA PRESCRIPCION

La Ley No 2492, de 2 de agosto de 2003, Código Tributario Boliviano,


establece la relación jurídica entre las administraciones tributarias y los
administrados, en cuanto al nacimiento y cumplimiento de las obligaciones
tributarias, la parte de los ilícitos tributarios, los procedimientos tributarios y el
uso de los medios de impugnación de los actos administrativos tributarios.

El Art. 59° que se refiere a la prescripción indica que la Administración


Tributaria pierde su facultad de controlar, investigar, comprobar, fiscalizar,
determinar deuda, imponer sanciones administrativas y ejercer su facultad
de ejecución tributaria a los 4 años. El mismo se ampliará a los 7 años cuando
el sujeto pasivo o tercero responsable no cumpliera con la obligación de
inscribirse en los registros pertinentes o se inscribiera en un régimen tributario
que no le corresponda. El término para ejecutar las sanciones por
contravenciones tributarias prescribe a los 2 años. Según modificación al
Código tributario la prescripción de 2012 a junio de 2016, decía: “Las
acciones de la Administración Tributaria prescribirán a los cuatro (4) años en
la gestión 2012, cinco (5) años en la gestión 2013, seis (6) años en la gestión
2014, siete (7) años en la gestión 2015, ocho (8) años en la gestión 2016,
nueve (9) años en la gestión 2017 y diez (10) años a partir de la gestión 2018”

Por ejemplo, si se tiene una deuda que vence el 2012, dentro de 4 años para
adelante prescribe. Si es del 2013, dentro de 5 años; del 2014, dentro de 6
años… y así sucesivamente, hasta 10 años a partir del 2018.

El 30 de junio de 2016 se decreta modificar la Ley N° 2492 “Código Tributario


Boliviano” en el cual se modifican los Artículos 47° Componente de la Deuda
4 Tributaria y el Artículo 59° modificando los Parágrafos I y II, donde indica
que las acciones de la Administración Tributaria prescribirán a los 8 años.

El término de la prescripción se ampliará en 2 años adicionales cuando el


sujeto pasivo o tercero responsable no cumpliera con la obligación de
inscribirse en los registros pertinentes, se inscribiera en un régimen tributario
diferente al que corresponde, incurra en delitos tributarios o realice

65
Unidad de Formación y Especialización
Tercer Curso de Formación y Especialización Judicial en Área Ordinaria – Gestión 2023

operaciones comerciales y/o financieras en países de baja o nula


tributación”

Se modifica también el Artículo 83° sobre Medios de Notificación el cual en


su texto indica que los medios de notificación también puedes ser
electrónicos, personales, por cédula, por edicto, por correspondencia postal
certificada, tácitamente, masiva y en secretaria.

Del análisis de estas 3 modificaciones se puede observar que el tiempo de


prescripción se ha ido modificando y ampliando el plazo desde el inicio de
4 años que entro en vigencia el año 2003 al año 2017 se incrementó en 4
años más desde, ¿pero cómo los Contribuyentes deben entender esta
situación?: Cuando el estado, pasando un tiempo determinado, ya no
puede fiscalizar ni determinar deudas o sanciones tributarias, es como un
castigo por su ineficiencia, si dentro del plazo marcado por ley no se hace el
cobro, ya no tiene derecho al mismo.

“La prescripción tiene como finalidad modular el efecto del paso del
tiempo sobre la inactividad de quien pudiendo ejercer un derecho no
lo hace. Su fundamento radica en la seguridad jurídica, pues las
pretensiones deben ejercitarse en un lapso temporal razonable no
siendo aceptable que cualquier sujeto de derecho quede
indefinidamente a merced de la actuación de otro” “El fundamento
de la prescripción está en la necesidad de dar un plazo determinado
a las situaciones de incertidumbre, de manera que quien presente
una conducta de inacción por el tiempo indicado en la norma
perderá la oportunidad para hacer valer algún derecho”.

La prescripción extingue la deuda tributaria por el transcurso del tiempo. Si


se interrumpe, se iniciará de nuevo el cómputo del plazo de prescripción a
partir de la fecha de la última actuación del obligado al pago o de la
Administración. La prescripción aprovecha por igual al sujeto pasivo y a los
demás responsables de la deuda; pero, interrumpido el plazo de
prescripción para uno, se entiende interrumpido para todos los responsables.
Lo que no prescribe es “su facultad de ejecutar la deuda tributaria”. En otras
palabras, prescribe su derecho a cobrar, pero la deuda sigue existiendo, eso
nunca prescribe. Según lo citado en las sentencias: la prescripción no
extingue la obligación, sino su exigibilidad. Existe prescripción para hacer
valer su derecho como acreedor, aunque la deuda sigue existiendo. Ahora
bien, hasta antes de la primera modificación del 2012 todos entendíamos la
prescripción de la siguiente manera: Si en el año 2000 vencía la deuda

66
Unidad de Formación y Especialización
Tercer Curso de Formación y Especialización Judicial en Área Ordinaria – Gestión 2023

tributaria y el contribuyente no pagaba. Y si en los siguientes 4 años: 2001,


2002, 2003, 2004 la Administración Tributaria no realizaba las gestiones de
cobro, es decir no emitía orden de fiscalización o determinación de deuda,
entonces ésta prescribía.

A partir de la nueva modificación de la prescripción según Ley 812 la


prescripción corre a partir del año 2016 en adelante.

CÓMPUTO DE LOS PLAZOS DE PRESCRIPCIÓN

El término de la prescripción se computará desde el 1 de enero del año


calendario siguiente a aquel en que se produjo el vencimiento del periodo
de pago respectivo.

Por ejemplo:

Prescripción hasta el año 2011, hasta antes de la primera modificación del


2012 se entendía la prescripción de la siguiente manera:

En el año 2000 vencía una deuda y no se pagaba, la Administración


Tributaria tenía los siguientes 4 años (2001, 2002, 2003, 2004), para
cobrar, pero si la Administración no emitía orden de fiscalización o
determinaba la deuda esta prescribía.

Prescripción 2012 a junio 2016, según modificaciones al Código Tributario en


el 2012, dice:

“Las acciones de la Administración Tributaria prescribirán a los cuatro


(4) años en la gestión 2012, cinco (5) años en la gestión 2013, seis (6)
años en la gestión 2014, siete (7) años en la gestión 2015, ocho (8) años
en la gestión 2016, nueve (9) años en la gestión 2017 y diez (10) años
a partir de la gestión 2018”.

Tomemos el caso de una deuda que vence el 2012, dentro de 4 años


para adelante prescribe. Si es del 2013, dentro de 5 años; del 2014,
dentro de 6 años y así sucesivamente, hasta 10 años a partir del 2018,
Para poder aplicar este plazo de prescripción se debía tener en
cuenta cuando empezaba a computarse la deuda, de forma tal que
esté definido correctamente el derecho de la Administración para
determinar la deuda tributaria mediante la oportuna liquidación,
desde el día siguiente a aquel en que finalice el plazo reglamentario
para presentar la correspondiente declaración jurada.

67
Unidad de Formación y Especialización
Tercer Curso de Formación y Especialización Judicial en Área Ordinaria – Gestión 2023

Por tanto, una vez transcurrido el tiempo mencionado anteriormente,


los derechos prescribirían, siempre y cuando no se haya interrumpido
el plazo.

Prescripción 2016 adelante, según modificaciones al Código Tributario, Ley


812, dice:

Las acciones de la Administración Tributaria para controlar, fiscalizar,


etc., prescribirán a los 8 años.

INTERRUPCION

Los motivos por los que puede interrumpirse el plazo de prescripción son: La
notificación al sujeto pasivo con la resolución determinativa, y el
reconocimiento expreso o tácito de la obligación por parte del sujeto pasivo
o tercero responsable.

En este sentido cobra especial importancia cuando se entiende que el sujeto


pasivo tiene conocimiento formal de tales acciones, en cualquier caso,
cuando se entiende recibida una notificación, automáticamente se
produce la interrupción del plazo de prescripción.

Es decir, la prescripción se interrumpe por:

1. La notificación al sujeto pasivo con la Resolución Determinativa


(Luego de la notificación con la vista de cargo y transcurridos 20 días
para la presentación de descargos o el pago correspondiente, se
dicta la resolución determinativa dentro del plazo de 30 días,
computable a partir del vencimiento del término de prueba. Esto
significa el fin de la etapa de determinación y el mismo es un resumen
de todo el proceso administrativo para la determinación del adeudo,
incluyendo la multa, por la conducta del contribuyente).
2. El reconocimiento expreso o tácito de la obligación por parte del
sujeto pasivo o tercero responsable.

SUSPENSION

La prescripción se suspende:

1. Con la notificación de inicio de fiscalización individualizada en el


contribuyente. Esta suspensión se inicia en la fecha de la notificación
respectiva y se extiende por seis meses

68
Unidad de Formación y Especialización
Tercer Curso de Formación y Especialización Judicial en Área Ordinaria – Gestión 2023

2. La interposición de recursos administrativos o procesos judiciales por


parte del contribuyente. La suspensión se inicia con la presentación
de la petición o recurso y se extiende hasta la recepción formal del
expediente por la Administración Tributaria para la ejecución del
respectivo fallo

La prescripción supone una variante de extinción de los derechos y las


acciones a causa del no ejercicio por el sujeto activo de los mismos, durante
el tiempo fijado por la ley. Si un contribuyente debe a la Administración
Tributaria una determinada cantidad de dinero que proviene de un
impuesto que no paga y la Administración Tributaria no ejerce su acción de
fiscalización y permanece en silencio durante el tiempo establecido por ley,
ocurre que, si la demanda se produce pasado ese tiempo, el contribuyente
podrá pagar si lo desea, pero ya no estará obligado a hacerlo. Esto debido
a que la deuda ha prescrito, es decir la Administración Tributaria ha perdido
su facultad de fiscalizar, controlar, comprobar, investigar e imponer
sanciones y para esto se debe señalar que si hay prescripción. La
prescripción de la deuda tributaria conlleva su extinción de oficio, sin
necesidad de que sea determinada por la Administración Tributaria, por
tanto, es importante conocer los plazos de prescripción existentes, las causas
que pueden interrumpir tales plazos, teniendo en cuenta los últimos cambios
de la ley 2492 por la Ley 812.

69
Unidad de Formación y Especialización
Tercer Curso de Formación y Especialización Judicial en Área Ordinaria – Gestión 2023

BIBLIOGRAFIA

1. Ley 1178
2. DS 23318-A
3. CARRETERO PEREZ, Adolfo y CARRETERO SANCHEZ, Adolfo. Derecho
Administrativo Sancionador. Segunda Edición. Madrid, España: Editoriales de
Derecho Reunidas. 1995.
4. DROMI, José. Instituciones del Derecho Administrativo. Buenos Aires,
Argentina:
5. Editorial Astrea. 1983.
6. ESCOLA, Héctor. Compendio de Derecho Administrativo. Buenos Aires,
Argentina:
7. Editorial Desalma. Tomo I. 1984.
8. GARCÍA DE ENTERRÍA, Eduardo y FERNANDEZ, Tomás- Ramón. Curso de
Derecho
9. Administrativo II. Madrid, España: Editorial Civitas S.A., 1977.
10. GONZALEZ CAMACHO, Oscar Eduardo. La Justicia Administrativa Edición.
San José, Costa Rica: Editorial Investigaciones Jurídicas S.A. . 2001.
11. MILANO SANCHEZ, Aldo. Ensayos de Derecho Procesal Administrativo.
Primera Edición. San José. CR.: Editorial Universidad de San José. 1997.
12. NIETO GARCÍA, Alejandro. Derecho Administrativo Sancionador. Segunda
Edición ampliada. Madrid, España: Editorial TECNOS S.A. 1994.
13. REVISTAS
14. Revista IVSTITIA. Año 13. No. 151-152. San José, Costa Rica. 1999. Pág. 20-21
15. SITIOS WEB CONSULTADOS
16. www.ccss.sa.cr
17. DISPOSICIONES LEGALES APLICALES
18. Ley 1178 SAFCO
19. DS 23318-A (Responsabilidad por la función Pública)

70
Unidad de Formación y Especialización
Tercer Curso de Formación y Especialización Judicial en Área Ordinaria – Gestión 2023

20. Ley 2341 de Procedimiento Administrativo


21. Ley 620 Proceso contencioso Administrativo
22. Anterior Código de procedimiento Civil, artículos 775 – 781

71

También podría gustarte