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Nombre: María de los Ángeles

Estrella Peña

Carrera: Psicología

Materia: Psicofisiología

Modalidad: Escolarizada

Docente: Magdalena López Pérez

Tema: Hambre y sed (podcast)


Introducción:
Hola con gusto de saludarlos. Mi nombre es María de los Ángeles Estrella Peña.
Estudio en la universidad de Colegio de Estudios Hispanoamericanos (COLESH),
la licenciatura de Psicología, el tema que veremos hoy es bases biológicas de la
conducta: hambre y sed que es de la materia de psicofisiología, dicha materia la
imparte la docente Magdalena López Pérez.
El hambre es una sensación física incómoda o dolorosa, causada por un consumo
insuficiente de energía alimentaria. Se vuelve crónica cuando la persona no
consume una cantidad suficiente de calorías (energía alimentaria) de forma
regular para llevar una vida normal, activa y saludable.
La sed es el ansia por beber líquidos, causado por el instinto básico de humanos o
animales para beber. Es un mecanismo esencial de regulación del contenido de
agua en el cuerpo y uno de los primeros síntomas de deshidratación.
Desarrollo:
El hambre los objetivos principales de la alimentación son la provisión de energía
para la realización de las funciones vitales y la reparación del desgaste, así como
la ayuda al crecimiento. Se han propuesto dos hipótesis para la explicación a corto
y a largo plazo de la regulación de la alimentación: La hipótesis glucostática que
es se basa en que la señal para el hambre es la disminución de glucosa (o
glucagón, que es la hormona del páncreas) en sangre, o lo que es lo mismo, el
aumento de insulina, pues la insulina y el glucagón son contrarias y la hipótesis
lipostática que propone que existen señales fisiológicas, entre las que está la
insulina, que se detectan por el cerebro y afectan al apetito y a la ingesta de
comida para mantener el peso corporal, y son proporcionales a la cantidad de
grasa almacenada. Los procesos básicos de hambre son: el vago (actúa como
una súper autopista que conecta el sistema digestivo con el cerebro), el estómago
(cuando tu estómago lleva vacío más de dos horas, se empieza a contraer para
empujar la comida que queda hacia el intestino delgado), el tracto gastrointestinal,
el páncreas (empieza a secretar insulina), la sangre (los nutrientes clave en tu
sangre -incluyendo glucosa, aminoácidos y ácidos grasos- están a sus niveles
más bajos cuando tienes hambre), el cerebro.
Consecuencias del hambre: Falta de concentración, mareos y fatiga, diabetes,
gastritis, sobrepeso y daño neuronal pueden ser las consecuencias de ayunar de
manera constante y por periodos prolongados.
La sed cuando empezamos a deshidratarnos o concentramos sales minerales,
comenzamos a sentir sed. Esta “ansia” por beber líquidos es un mecanismo de
alerta, es la forma en la que el cerebro nos avisa que debemos revisar el nivel de
agua de nuestro cuerpo. En la ingesta de bebida también se da un punto de ajuste
o equilibrio. Su función es evitar la reducción del volumen intracelular
(deshidratación), y la reducción del volumen intravascular (hipovolemia). Ambas
reducciones pueden deberse tanto a las variaciones de agua como de sodio; por
ello se han propuesto dos mecanismos de corrección relacionados con ellos: la
sed volémica (o sed hipovolémica o volumétrica, cuando disminuye el volumen
intravascular; conlleva pérdida de agua y de sodio e implica apetito de sal) y la sed
osmótica (aumenta la concentración de líquido intersticial, y sale agua de las
células para restaurar el equilibrio).
Consecuencias de la deshidratación:
 Los más comúnmente asociados son problemas neurológicos y renales.
 También migrañas, mareos y visión borrosa, sobre todo si estamos bajo
estrés.
 Malestar, sequedad en la boca y bajada del rendimiento físico. También
pueden aparecer calambres y bajar la capacidad de concentración y
cálculo.
 Fallas en la termorregulación y otros problemas multiorgánicos.
Conclusión:
El comer balanceado nos sirve para mantener el adecuado funcionamiento del
sistema inmune, prevenir infecciones y para mantener sanas la piel, los ojos y la
visión, las vellosidades del intestino y los pulmones. Ayudan al organismo a utilizar
la energía aportada por los macronutrientes.
Beber agua nos ayuda a regular la temperatura de tu cuerpo, especialmente
durante el ejercicio, cuando empiezas a sudar . El agua ayuda a que la sangre
transporte oxígeno, y el nivel de energía aumenta cuando el cuerpo está bien
hidratado. Una hidratación adecuada ayuda a mantener lubricadas las
articulaciones y los músculos.

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