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Materia: Práctica integral ll

Tema: Bulimia y Anorexia

Integrantes: María Paula Gómez Treviño

Ruth Paola Frausto Castro

Docente: Mónica Hernández Flores

Fecha:
Índice

Introducción…………………………………………………………………. 1-2 pág.

Fisiología……………………………………………………………………. 3-4 pág.

Fisiopatología………………………………………………………………. 5-7 pág.

Dietoterapia………………………………………………………………… 8-10 pág.

Caso clínico………………………………………………………………… 11-14 pág.

Conclusión…………………………………………………………………... 15 pág.

Bibliografía…………………………………………………………………... 16 pág.
1

Introducción

Como punto de partida la anorexia nerviosa y la bulimia nerviosa son cada día más
frecuentes en la juventud actual y afectan de una manera más importante a las jóvenes.
Son trastornos que comportan anomalías graves en el comportamiento de la ingesta
nutricional, aunque el origen se explicaría por una alteración psicológica (insatisfacción
personal elevada, miedo a crecer, auto exigencia, ideas distorsionadas sobre el peso).
Tienen una estrecha relación con la cuestión de los trastornos de la conducta alimentaria
(TCA) y su evolución a lo largo de la historia, generalmente la anorexia suele ser asociada
al mundo occidental, a la mujer y su asimilación de la delgadez como concepto ideal de
belleza, que cobró fuerza en el siglo XIX y culminó en el XX hasta el día de hoy, cada
sociedad, cultura y religión con sus conductas alimentarias. La anorexia es una
enfermedad con largo recorrido histórico, será catalogada como una patología mental,
específicamente, un desorden. Por ello mismo, las pacientes de anorexia serán expuestas
a tratamientos propios de la psiquiatría. No podemos olvidar que anorexia es un vocablo
de origen griego que significa “falta de apetito”. El propio Hipócrates, considerado el padre
de la medicina, hacía referencia, en su obra Aforismos, a determinados cuerpos impuros
que detestaban cualquier tipo de alimento y se negaban a probar bocado alguno. En
cambio, la bulimia es un trastorno menos conocido desde el punto de vista histórico, tal
vez por la menor relevancia personal de sus afectadas y también porque su ocultación ha
sido siempre más fácil. Las primeras referencias médicas fue en 1708 en la civilización
romana se utilizaba el vómito y otras formas de purga como forma de vaciar el contenido
gástrico para continuar la ingesta masiva y descontrolada de alimentos. Su generalidad, la
anorexia y la bulimia son trastornos de la conducta alimentaria de origen mental, que se
caracterizan por una actitud de preocupación excesiva con la comida, esto hace que las
personas cambien sus hábitos relacionados con la alimentación y su comportamiento, con
el objetivo de perder peso, llevándoles en ocasiones a situaciones graves de desnutrición.
En el caso de la anorexia nerviosa se podría definir como una pérdida de peso excesiva
por un ayuno autoimpuesto, ésta pérdida de peso está originada por el propio enfermo a
través de la evitación de consumo de “alimentos que engordan”. Estas personas si sufren
la enfermedad antes de la pubertad, pueden no experimentar la ganancia de peso propia
del periodo de crecimiento. (Pena Tosso Melanie, 2008)
2

A todo esto hay que añadir una distorsión de la imagen corporal que consiste en
una psicopatología específica caracterizada por el miedo ante la gordura o la flacidez de
las formas corporales, de modo que la persona se impone a sí misma el permanecer por
debajo de un límite máximo de peso corporal. Si el inicio de la enfermedad es anterior a la
pubertad, se retrasa la secuencia de la manifestaciones de la pubertad, o incluso ésta se
detiene (cesa el crecimiento; en las mujeres no se desarrollan las mamas y hay
amenorrea primaria; en los varones persisten los genitales infantiles). Si se produce una
recuperación, la pubertad suele completarse, pero la menarquia (comienzo de la
menstruación) es tardía. Por otro lado, la bulimia nerviosa es una preocupación continua
por la comida, con deseos
irresistibles de comer, de modo que el enfermo termina por sucumbir a ellos,
presentándose episodios de polifagia (comer en exceso, atracones) durante los cuales
consume grandes cantidades de comida en períodos cortos de tiempo. La persona
presenta un miedo morboso a engordar, y se fija de forma estricta un nivel de peso muy
inferior al que tenía antes de la enfermedad, o al de su peso óptimo o sano. Con
frecuencia, pero no siempre, existen antecedentes previos de anorexia nerviosa con un
intervalo entre ambos trastornos de varios meses o años. (Fernández Hernández Ana
María, 2015)

Como datos estadísticos, durante la pandemia, la estadística de trastornos alimenticios en


México tuvo una preocupante evolución, pues debido al confinamiento, muchas personas
desarrollaron este tipo de problemas y las consecuencias se agravaron para quienes ya
las padecían, poniendo en riesgo la vida y salud de miles de mexicanos. El TCA afecta a
un gran número de personas, de las que un 90-95% son mujeres, su prevalencia parece
estar aumentando y puede oscilar entre el 1 y 4% de las adolescentes y mujeres jóvenes
con predominio de las estudiantes de raza blanca y de clase social media y alta. Las
edades más afectadas están entre 12 y 25 años en los estudios mejor documentados
siendo los momentos de mayor riesgo de los 14 a los 18 años dentro de este rango de
edades. El inicio de la anorexia y la bulimia coincide con la adolescencia en un 80% de los
casos, la prevalencia media es de 1/100.000 en población general y de 1 por 200 en
adolescentes de raza blanca. Sólo un 3 al 10% de los/as pacientes con anorexia son
varones (en la bulimia del 2 al 20%). El cuadro clínico clásico de la anorexia nerviosa es
el de una adolescente entre 12 y 20 años que presenta la triada sintomática de
adelgazamiento, anorexia y amenorrea. (Lynn Reyes-Rodríguez, 2016)
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Fisiología

Cómo concepto, la fisiología es la ciencia que estudia las funciones de los seres vivos y
su regulación, incluyendo la homeostasis (mantenimiento de las características físicas y
químicas del medio interno) y la adaptación. En la parte fisiológica de la anorexia y la
bulimia mantienen ciertas complicaciones, en el caso de la anorexia nerviosa tiene un
ciclo de auto-inanición el cuerpo es negado de los nutrimentos esenciales que necesita
para un funcionamiento adecuado. Por lo tanto, el cuerpo es forzado a disminuir todos sus
procesos para conservar energía, resultando en consecuencias médicas muy serias. Los
órganos principalmente afectados son el corazón, el cerebro y los riñones. (sáncHez
Quintana, 2008)

El corazón, está situado en el tórax por detrás del esternón y delante del esófago, la aorta
y la columna vertebral. A ambos lados de él están los pulmones. El corazón descansa
sobre el diafragma, músculo que separa las cavidades torácica y abdominal. Se encuentra
dentro de una bolsa denominada pericardio. La bolsa pericárdica tiene dos hojas: una
interna sobre la superficie cardíaca y otra externa que está fijada a los grandes vasos que
salen del corazón. Entre ambas hojas existe una escasa cantidad de líquido para evitar su
roce cuando late, se encarga de bombear sangre al cuerpo. La sangre suministra oxígeno
y nutrimentos a todo el cuerpo y elimina el dióxido de carbono y los elementos residuales.
A medida que la sangre viaja por el cuerpo, el oxígeno se consume y la sangre se
convierte en desoxigenada. Una de sus complicaciones más serias son las
cardiovasculares ya que se ha encontrado que la mayoría de pacientes con anorexia
hospitalizados presentan frecuencias cardíacas bajas. Los daños al musculo del corazón
(miocardio) pueden ocurrir como resultado de la desnutrición o vómitos repetidos que
pueden poner en riesgo la vida del paciente. Las afecciones más frecuentes en pacientes
con anorexia son las Arritmias (una frecuencia cardiaca rápida, lenta o irregular),
Bradicardia que son frecuencias cardiacas lentas e Hipotensión (baja presión arterial).

En el caso del cerebro, es el órgano más complejo de nuestro cuerpo y está implicado en
todas las funciones y tareas que llevamos a cabo cada día y que nos permiten continuar
con vida. Las funciones del cerebro son razonar, regular la temperatura corporal, la
circulación sanguínea, la respiración y la digestión.
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Una investigación del Instituto de Neurobiología de la Universidad Nacional Autónoma de


México (UNAM) indica que cuando hay una restricción calórica, las células gliales
incrementan su densidad y se vuelven reactivas, eso aumenta la producción de unas
células pro-inflamatorias llamadas citosinas. Estas últimas actúan en el cerebro y
provocan que la persona no quiera ingerir alimento.

En los riñones, su función es eliminar los desechos y el exceso de líquidos del cuerpo.
Los riñones también eliminan el ácido que producen las células del cuerpo y mantienen un
equilibrio saludable de agua, sales y minerales (como sodio, calcio, fósforo y potasio) en
la sangre. Sin este equilibrio, es posible que los nervios, los músculos y otros tejidos en el
cuerpo no funciones normalmente. La deshidratación con frecuencia asociada con la
anorexia resulta en orina altamente concentrada. La poliuria (producción aumentada de
orina) también se puede desarrollar en pacientes con anorexia cuando disminuye la
capacidad de los riñones para concentrar la orina.

En el caso de la bulimia nerviosa, los ciclos recurrentes de atracones y purgaciones de la


bulimia pueden afectar todo el sistema digestivo y llevar a un desbalance químico y
electrolítico en el cuerpo que puede afectar las funciones del corazón, el hígado y el tracto
digestivo. Como lo habíamos mencionado anteriormente el corazón se encarga de
bombear y oxigenar la sangre a todo nuestro organismo. Los pacientes con bulimia
pueden presentar complicaciones cardiacas debido a la desnutrición, la falta de
nutrimientos que estos presentan y desequilibrios de electrolitos que pueden conducir a
latidos irregulares del corazón y, posiblemente, insuficiencia cardiaca y muerte. Éste se
produce por causa de la deshidratación y la pérdida de potasio y sodio del cuerpo como
resultado de la purga. El hígado, es el órgano de mayor tamaño dentro del cuerpo.
Secreta la bilis, que permite transportar desechos y descomponer grasas en el intestino
delgado durante la digestión. Fabrica ciertas proteínas para el plasma sanguíneo.
Produce colesterol y proteínas especiales que permiten enviar grasas por todo el cuerpo.
Equilibra y fabrica glucosa a medida que el cuerpo necesita. Y en el caso del tracto
digestivo, es un conjunto de órganos que tienen como misión fundamental la digestión y
absorción de nutrimentos. Para lograrlo, es necesario que se sucedan una serie de
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fenómenos a lo largo de las diferentes partes que lo constituyen. Debemos distinguir entre
el tubo digestivo en sí mismo y las llamadas glándulas anejas. (anderson, 2007)

Fisiopatología

De acuerdo a su definición la fisiopatología es una ciencia que estudia los mecanismos


patogénicos, es decir, los mecanismos generadores de alteración funcional, que
imposibilitan el adecuado funcionamiento de los sistemas y órganos que forman nuestro
organismo, apartándolos de la homeostasis, de manera que con el estudio de la
fisiopatología vamos a estudiar como aparecen y se desarrollan las enfermedades. La
anorexia nerviosa (AN), la bulimia nerviosa (BN) y otros trastornos no especificados de la
conducta alimentaria están caracterizados por serias alteraciones como son restricción de
la ingesta o atracones, así como por excesiva atención o preocupación por la imagen
corporal y peso.

Los cambios fisiopatológicos que se producen en la AN son parecidos a los observados


en otros estados de inanición. Cuando un individuo se somete a una situación de ayuno
prolongado tienen lugar en el organismo una serie de mecanismos de adaptación
encaminados a mantener la vida. Desde el punto de vista metabólico, a parte de un
intento de conservar la energía, uno de los mecanismos más importantes es la ceto-
adaptación. A diferencia de lo que ocurre en otras situaciones de déficit de ingesta, en las
que en un primer momento existe un aumento de la gluconeogénesis a partir de
aminoácidos musculares, glicerol y lactato, en la AN no se produce esta ceto-adaptación y
las reservas de glucosa, proteínas y micronutrientes se conservan a expensas de utilizar
sólo los depósitos grasos. Al mismo tiempo el perfil hormonal es característico: existe un
descenso de la concentración de insulina, IGF-1, catecolaminas y triyodotironina y un
incremento del glucagón y de la hormona del crecimiento. Estas alteraciones nos hacen
comprender los signos y síntomas que experimentan estos pacientes como son la
intolerancia al frío, disminución de la frecuencia cardiaca, respiratoria, estreñimiento etc.

En los criterios de diagnóstico de la anorexia nerviosa es el rechazo a mantener un peso


corporal normal o por encima del mínimo para su edad y talla (pretensión de mantener el
peso por debajo del 85% del peso ideal para la talla, o ganancia ponderal menor de la
esperada en periodo de crecimiento, manteniendo el peso por debajo del 85% de los
valores ideales). Terror a la ganancia ponderal o a engordar, aun estando por debajo del
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peso ideal, distorsión en la percepción del peso y de la propia imagen ponderal, con
negación de la gravedad de la situación que presenta, en mujeres postmenárquicas,
amenorrea de al menos tres ciclos menstruales consecutivos. En los tipos específicos, la
parte restrictiva, durante el periodo de AN se presenta en exclusiva, reducción del aporte
alimenticio, sin uso de comportamientos purgativos (vómitos, laxantes diuréticos) o de
atracones. En lo purgativo, durante el periodo de AN, empleo de comportamientos
purgativos o de atracones (vómitos auto-inducidos, laxantes o diuréticos). La BN ocurre
fundamentalmente en mujeres y la edad de comienzo suele ser mayor que en la AN. La
mayoría de los casos con bulimia no presentan ningún signo clínico, de hecho existe un
retraso importante al diagnóstico. A pesar de ese retraso la paciente con bulimia suele
pedir ayuda médica cuando es consciente de su problema, a diferencia de la paciente con
anorexia nerviosa, que consulta casi siempre tras la presión de los familiares. Se
caracteriza por la aparición de episodios de “atracones”, que consisten en la ingesta con
falta de control de grandes cantidades de alimentos en un tiempo limitado. Habitualmente,
los atracones se siguen de conductas compensatorias para evitar la ganancia de peso. Al
igual que en la AN, el paciente presenta una enorme preocupación por su aspecto físico.
Estos episodios deben de tener lugar al menos dos veces por semana durante un periodo
de tiempo de tres meses. Un 25-35% de las pacientes ha presentado previamente AN,
pudiendo pasar de uno a otro diagnóstico a lo largo de su evolución. Entre los pacientes
con BN se han registrado trastornos de ansiedad, alteraciones de la personalidad y
trastornos bipolares y dependencia y abuso de droga. En los criterios de diagnóstico de la
bulimia nerviosa se encuentra episodios recurrentes de atracones, que se caracterizan
por: comer en periodo corto de tiempo (2 horas), porciones de comida superiores a lo que
la mayoría de la gente comería en un periodo similar de tiempo y en las mismas
circunstancias. Sentimiento de pérdida de control sobre el acto de comer durante el
episodio de ingesta voraz (sentimiento de no poder parar de comer o de no poder
controlar qué o cuánto está comiendo). Comportamiento compensatorio frecuente para
prevenir la ganancia ponderal (vómitos, auto-inducidos, uso de laxantes, diuréticos u otras
medicaciones, ayuno o ejercicio físico excesivo). Los atracones y comportamientos
compensatorios inapropiados deben ocurrir al menos dos veces por semana durante 3
meses. La autoevaluación global se encuentra excesivamente influenciada por la figura
corporal y el peso. No deben producirse de forma exclusiva estos trastornos descritos
durante episodios de AN. Los tipos específicos se encuentran la parte purgativa, la
persona recurre a vómitos auto-inducidos, laxantes o diuréticos y la no purgativa, la
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persona utiliza otros comportamientos compensatorios periodos de ayuno o ejercicio


excesivo- pero no recurre de forma habitual a vómitos auto-inducidos, laxantes o
diuréticos. En las complicaciones médicas, de la AN y BN son consecuencia, por un lado,
de la propia malnutrición y, por otro, de los trastornos de la conducta alimentaria. (Alfonso,
2006)

En su complicación cardiovascular, son una de las más frecuentes y una de las


principales causas de muerte, especialmente en aquellos pacientes que vomitan o abusan
de diuréticos. Suelen observarse bradicardia e hipotensión ortostática. También es
frecuente la acrocianosis con extremidades moteadas y frías. Puede ocurrir la muerte
súbita por arritmia en el contexto de una hipopotasemia por vómitos o por restauración de
la alimentación rápida. En ocasiones se han dado casos de insuficiencia cardiaca
congestiva, formando parte de síndrome de realimentación.

Las complicaciones digestivas, Hay un vaciamiento gástrico tardío, que origina plenitud
postprandial, y disminución de la motilidad intestinal. La dilatación gástrica, la perforación
o hemorragia esofágica y la esofagitis son raras, pero pueden ocurrir en caso de
atracones, auto-provocación del vómito y uso de purgantes. El estreñimiento es un
síntoma muy frecuente y hasta ahora no se ha podido saber si se trata de una alteración
de la fisiología intestinal o si, por el contrario, es el resultado de una distorsión en la
percepción del síntoma. No se puede excluir completamente el daño catártico (purgante)
del colón por el uso de laxantes, pero la recuperación del tránsito tras la realimentación
sugiere que el colón no estaba dañado por ellos. Hay descritos también casos de
pancreatitis y de síndrome de la arteria mesentérica superior en casos de pérdida de peso
importante y rápida. En los casos que cursan con vómitos de repetición existe hipertrofia
parotídea bilateral benigna e indolora. Complicaciones renales En ausencia de
deshidratación, los niveles de creatinina en plasma están disminuidos como reflejo de la
disminución de la masa muscular de las pacientes. La urea está más elevada que en otro
tipo de malnutrición, ya que se suele mantener la ingesta de proteínas. Cuando existe una
escasa ingesta de líquidos y son frecuentes los vómitos se produce una disminución en el
filtrado glomerular por disminución del flujo plasmático renal. Se ha descrito también
poliuria y dificultad para concentrar la orina, en parte provocada por la hipopotasemia.
Cuando la deshidratación y la hipopotasemia se hacen crónicas puede ocurrir daño
irreversible en los túbulos renales. A consecuencia de la deshidratación crónica y del
aumento de la ingesta de oxalatos (procedentes de los vegetales) pueden aparecer
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también cálculos renales. Complicaciones odontológicas, Las alteraciones dentales


consisten en erosión del esmalte dental, en casos de vómitos de repetición durante largos
periodos de tiempo, y aumento de la incidencia de caries. Existe una variante de
complicaciones en AN y BN en las cuales se encuentra, complicaciones pulmonares,
neurológicas, hematológicas, óseas, alteraciones hormonales, etc. (J. M. Argilés Huguet,
2009)

Dietoterapia

Los objetivos a corto plazo del tratamiento en la AN se dirigen a la corrección de la


malnutrición y a la resolución de las disfunciones psíquicas del paciente y de su familia.
Deben encauzarse ambas problemáticas de forma concatenada, atendiendo de forma
manifiesta la vertiente nutricional. En muchas ocasiones es precisa en la etapa inicial una
hospitalización (realizar en unidades adecuadas, con actuación conjunta de equipo
psiquiátrico y nutricionista), cuyos objetivos serán ganar peso e iniciar la psicoterapia. Si
es posible, mantenimiento de la vía oral voluntaria (cuando exista negación completa a la
realimentación, empleo de sonda nasogástrica o alimentación parenteral). Criterios de
ingreso de orden clínico serán: la existencia de desnutrición severa, con peso inferior al
65% del peso ideal para la talla y BMI inferior a 17; alimentación muy irregular, con
encuesta alimenticia que muestra insuficiencia nutricional, descontrol grave de la
conducta alimenticia con vómitos mantenidos y manifestaciones clínicas severas o
empleo reiterado de fármacos o alcohol. Otras indicaciones de ingreso pueden
considerarse desde la vertiente psicológica: existencia de sintomatología depresiva
asociada a ideación auto-lítica, rechazo al tratamiento o grave desorden familiar con
necesidad de separación para encauzar el tratamiento.

Como medidas generales en el ingreso, debemos establecer el perfil nutricional concreto


de cada paciente, diferenciando las formas restrictivas de las purgativas a fin de
reconocer los pacientes en riesgo de sufrir un síndrome de realimentación. Monitorización
del fósforo, potasio, magnesio, glucemia y electrolitos urinarios, efectuando un
restablecimiento lento del volumen circulatorio con control adecuado de constantes.
Respecto a medidas específicas y tras valorar la encuesta nutricional, debemos comenzar
con una dieta diaria hipocalórica (20 Kcal/Kg: peso ideal para la talla), con incrementos
paulatinos hasta llegar a la dieta adecuada en cada caso en el plazo de dos semanas. El
aporte proteico debe efectuarse con relación al peso ideal: 1,2-1,5 gr/Kg. Respecto a los
hidratos de carbono y al objeto de prevenir hiperinsulinismo, hay que mantener actitud
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prudente inicial. Puede presentarse hipofosfatemia en alimentación oral, enteral o


parenteral y para su prevención debe realimentarse más lentamente en casos severos,
administrando fósforo elemento por vía oral, enteral o intravenosa a razón de 20 nmol por
cada 1000 Kcal no proteicas.

Los objetivos a largo plazo de tratamiento son de orden nutricional y psiquiátrico. Entre los
primeros debemos destacar la recuperación ponderal, con ausencia de malnutrición y de
complicaciones médicas, así como la mejora en los hábitos dietéticos del paciente y su
familia, dirigida a conseguir una alimentación normal y la prevención de recaídas. En la
vertiente psiquiátrica se deben modificar los pensamientos disfuncionales, con corrección
de los trastornos de la afectividad, la autoestima, el trastorno de la personalidad y la
mejoría de las relaciones interpersonales.

Se iniciará siempre con una alimentación polimérica. En caso de iniciar con una NE, se
dará un alimento líquido con macronutrimentos intactos. La leche entera a dilución normal
es un alimento ideal por ser equilibrado, asequible y rico en calcio y fósforo. Una vez
alcanzado un volumen que aporte las calorías planeadas, se puede concentrar la leche y
agregar módulos de hidratos de carbono (cereal, miel de maíz, malto dextrinas), de lípidos
(aceite comestible, triglicéridos de cadena media). Por lo general, se tolera un máximo
agregado de 8% (g/100mL) de HC (distribuidos en 3% de miel, 5% de cereal de avena) y
de 2% (g/lOOmL) de lípidos (aceite vegetal) por cuestiones de tolerancia y propiedades
físicas de la mezcla.

Es importante no exceder un aporte de proteínas de 4g/kg/día ya que, más allá de este


aporte, se puede detener la ganancia de peso, debido a alto costo energético de la
digestión de proteínas y de la síntesis de tejido magro. Por ello, se debe calcular tanto la
proporción de calorías proveniente de las proteínas (se recomienda entre 12% y 15%)
como la cantidad de gramos/kg/día de proteínas administradas en total.

Los micronutrimentos deben darse según las recomendaciones para edad


ponderal/estatura y sexo. Sin embargo, algunos deben darse en mayor cantidad.
Estovaría según el caso. Una buena manera de monitorizar el buen aprovechamiento de
los aportes en estos minerales consiste en medir la relación de las concentraciones
urinarias de calcio y creatinina (cociente caldo/creatinina). Un valor por debajo del normal
(0.1 -0.2) en ausencia de patología renal, indica que el riñón está reabsorbiendo todo el
calcio posible a partir del filtrado glomerular, en el contexto de una AN con un aporte
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insuficiente de calcio. Igualmente se puede calcular la reabsorción tubular de fósforo


según la fórmula:

[[(UPO4 x Pcr)/ (Ucr x P PO4)] - 1] x 100

Dónde: UPO4 = concentración urinaria de PO4; Pcr = concentración plasmática de


creatinina; Ucr =concentración urinaria de creatinina; P PO4 =concentración plasmática
de PO4.

Un valor superior a 80% implica que se está reabsorbiendo más de 80% de fósforo que
llega al riñón, lo que sugiere que las reservas corporales son aún insuficientes.

Las concentraciones de potasio en sangre también deben ser vigiladas; se debe dar tanto
potasio como se requiera para mantenerlas normales, debido al riesgo de arritmias en el
SR. La administración de potasio (intravenoso) debe hacerse tomando en cuenta la
función renal. La relación urinaria de Na/K permite igualmente valorar la eficacia del
tratamiento nutricional, no sólo al mantener concentraciones sanguíneas normales, sino
en repletar las reservas corporales (en particular de potasio).

La AN es una entidad cuya frecuencia va en aumento en todo el mundo. Su manejo


requiere un equipo multidisciplinario que se reúna periódicamente para valorar cada caso
y definir un manejo. Se recomienda desarrollar y seguir un protocolo de manejo acordado
previamente entre los diferentes integrantes. Este protocolo se tendrá que adaptar a cada
caso.

BULIMIA: Tratamiento

El propósito primario del tratamiento en la bulimia nerviosa es evitar los episodios de


atracones ingesta compulsiva, mediante tratamiento psicopatológico con el auxilio de
fármacos antidepresivos. Se aconsejan antidepresivos supresores del apetito. El propósito
secundario persigue la consecución de un peso adecuado a largo plazo, descartando
patología asociada, efectuando una educación alimentaria y planteando ajustes en la
dieta, así como los mecanismos a utilizar en el seguimiento y control a largo plazo.

Debe transmitirse educación alimentaria relacionada con los conceptos de dieta


equilibrada, requerimientos energéticos, malnutrición y consecuencias de esta, y
complicaciones médicas de la bulimia nerviosa
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En fase de bulimia aguda y con el tratamiento nutricional, los pacientes con normo o
sobrepeso deben ser avisados de que la estabilización nutricional no inducirá pérdida de
peso.

Las comidas deben ser equilibradas para promover saciedad y con suficiente cantidad de
grasas a fin de promover saciedad retrasando el vaciado gástrico. Cálculo de necesidades
energéticas individuales, repartiendo el total en cuatro tomas diarias al menos, evitando
periodos prolongados de ayuno. Reducción de la comida que puede ser ingerida con la
mano, incluyendo verduras, ensaladas y frutas como modo de prolongar el periodo de
ingesta. (M.Sonia, 2003)

Caso clínico

S: Paciente femenino de 19 años de edad, perteneciente de Irapuato Guanajuato, es


empleada en Carl´s Jr. Con un horario de 8:00 am-5:00 pm, con un descanso de 1 día a la
semana (lunes). Acude a consulta para un seguimiento nutricional.

Dx: anorexia nerviosa, refiere presentar depresión, cada 3 meses acude a consulta
médica y cada 2 semanas acude a consulta psicológica.

O: (ABCD)

Antropométrico: 32 kg, 1.52 m

IMC: 13.8 refiere desnutrición 3°

Bioquímico: sin antecedentes bioquímicos.

Clínico: presenta dolor de cabeza referido por mareo, cansancio y sueño. Dolor abdominal
referido por gastritis, gástrico-intestinal y colitis nerviosa causada por el estrés.

Dietético: Recordatorio de 24 horas.

7:00 am. Licuado: 1 taza de leche entera con fresas, 1 pieza de pan tostado y almendras

10:00 presento dolor de cabeza

11-12:00 pm. 10 piezas de nuez

4:30 pm. Tinga de pollo 2 cucharadas, 1 tostada y 1 tortilla


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8:00-9:00 pm. 1 plátano y 1 manzana

-durante todo el día el consumo de agua es de 2 a 3 vasos.

Alimento Energía Proteína Lípidos HC


Pan tostado 64 1.6 1.2 11.8
Taza de leche entera 48 7.9 8.0 11.2
Fresas 65 1.4 0.6 15.7
almendras 66 2.7 6.6 0.5
nuez 80 3.0 8.0 2.0
Tinga de pollo 43 8.7 0.6 0
plátano 96 1.2 0.4 24.8
manzana 55 0.3 0.2 14.7
tostada 89 1.0 4.5 10.9
tortilla 64 1.4 0.5 13.6
Total 670 29.2 30.6 105.2

670 kcal/día100% 105.2g HC (420.8)62.8%


30.6g L (275.4) 36.6% 29.2g P (116.8) 4.3%

De acuerdo a su recordatorio de 24 horas, está consumiendo un total de 670k cal, 29.2g


de proteína, 30.6 g de lípidos y 105.2g de HC.

A: (PESS)

Problema: De Acuerdo al peso y talla de la paciente el IMC es 13.8, la tabla del Manual
de nutrición clínica 2.0 el estado de nutrición se considera el <16 como desnutrición 3°.

Etiología: Derivado de su recordatorio de 24 horas, se considera una alimentación


inadecuada, desequilibrada y poco variada.

Signos y Síntomas: Como consecuencia de su alimentación, presenta dolor de cabeza


referido por mareo, cansancio y sueño. Dolor abdominal referido por gastritis y colitis
nerviosa causada por el estrés. El estado de depresión que se presenta es causado por
ruptura amorosa.

P: Mifflin: 10(32)+6.25 (152)-5 (19)-161= 1014

GEB: 1,014 ETA: 101.4 AF: 101.4 GET: 1,216

% kcal grs
13

HC 45 456.3 114
LIPIDOS 25 253.5 28.1
PROTEINA 30 304.2 76

% ADECUACION RANGO
HC 114x.10= 11.4 102-125
LIPIDOS 28.1 x.10= 2.81 25.9-30.2
PROTEINA 76 x.10= 7.6 68.4-83.6
KCAL 1014 x.10= 101.4 912.6-1115

Equivalentes

Subgrupo EQ Energía Proteina Lípidos H. Carbono


Verdura 5 125 10 0 20
Fruta 4 240 0 0 40
a. sin grasa 1 70 4 0 15
Cereales y tuberculos
b. con grasa 2 230 8 5 30
Leguminosas 0 0 0 0 0
a. muy bajo aporte de grasa 0 0 0 0 0
b. bajo aporte de grasa 2 110 32 4 0
POA
c. moderado aporte de grasa 0 0 0 0 0
d. alto aporte de grasa 0 0 0 0 0
a. descremada 0 0 0 0 0
b. semidescremada 0 0 0 0 0
Leche
c. entera 1 150 12 5 12
d. con azúcar 0 0 0 0 0
Grasa a. sin proteina 1 45 0 5 0
b. con proteina 2 140 8 10 6
Azúcar a. sin grasa 0 0 0 0 0
b. con grasa 0 0 0 0 0
Bebidas alcoholicas 0 0 0 0 0
TOTAL 0 1110 74 29 123
% Adecuación 0 100.00 83.71 78.38 88.65

Menú

Desayuno: Licuado: ½ pieza de plátano, 1 taza de fresa rebanada 1 taza de leche entera
¼ taza de avena.

-10 piezas de almendra y ½ pieza de pan tostado integral

Colación 1: 1 pieza de manzana roja y 6 piezas de nuez

Comida: Deshebrada de res: 60 g de deshebrada añadirle 1 cucharadita de aceite


(opcional de oliva) ½ taza de frijol cocido 2 piezas tortilla de maíz.
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Colación 2: 1 taza de uva y 10 piezas de almendra

Cena: 2 piezas de huevo con espinaca (1 taza) 1 pieza de jitomate sin semilla con 2
piezas de pan tostado integral.

Orientación alimentaria

La finalidad del tratamiento nutricional de TCA en general es:

 Tratar las complicaciones físicas de la enfermedad.


 Conseguir un peso que no ponga en riesgo la salud (en pacientes con AN).
 Proporcionar educación nutricional instaurar un comportamiento alimentario
saludable
 Normalizar los aspectos psicológicos de la persona incluyendo la actitud ante la
alimentación y la aceptación del propio cuerpo el estado de ánimo y la autoestima.
 Promover la práctica de un ejercicio saludable pero no excesivo
 Minimizar la restricción alimentaria

La finalidad del tratamiento nutricional de TCA en la alimentación:

 Comidas frecuentes y pequeñas con alta densidad de nutrimentos ricas en HC y


desde la primera hora del día.
 Estar siempre hidratado
 Preferir cocinar al vapor, plancha, horno.
 Preferir consumir alimentos integrales
 Evitar los alimentos que puedan causas cierta irritabilidad en el estómago como es
el picante.
 Comenzar con un buen desayuno, pues facilita enormemente que el aporte
calórico diario sea el adecuado.
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Conclusión
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Alfonso, S. D. (2006). Fisiopatología y diagnóstico de la anorexia nerviosa y la bulimia. Barcelona,


Masson.

anderson, R. (2007). Consecuencias de Salud de los Trastornos Alimenticios. Barcelona.

Fernández Hernández Ana María. (2015). Historia de la anorexia nerviosa.

J. M. Argilés Huguet, S. B.-S. (2009). Trastornos nutricionales: fisiopatología. Barcelona:


Departamento de Bioquímica y Biología Molecular, Universidad de Barcelona.

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