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Modelo Narrativo

Este modelo refiere que todo problema es una narración, cada cual tendrá formas diferentes de narrar su padecer. Si encontramos formas
alternativas de narrar lo sucedido, nuestro accionar será diferente. Este enfoque pone el acento en la generación de significado o sentido.

Los seres humanos somos permanentes narradores. Construimos, a través del lenguaje, la realidad que nos rodea. El Lenguaje es el
ordenador de los sucesos pasados, presentes y futuros.

El enfoque narrativo es el resultado de las ideas provenientes del Construccionismo social

Parte de la premisa de que toda realidad o descripción de la misma es,


básicamente, una construcción social. Es resultado de un acuerdo de significados
dentro de uan interacción lingüística.

Un problema es una narración, una dentro de tantas posibles.


Pero es una construcción social, una interpretación de los
hechos y también de las acciones que hemos adoptado a
partir de esa interpretación

Entonces, la consulta tendría como objetivo la


“reescritura” del relato narrativo del paciente.

Externalización del síntoma


Se pueden diferenciar dos de las principales intervenciones:

Escritura terapéutica
 Externalización del síntoma

Implica una deconstrucción lingüística de un problema concreto. Se lo ubica fuera de la persona que lo padece con el
objetivo de desidentificarla de dicho problema. Mediante estrategias discursivas se intentará separar a la persona de su
problema.

El paciente deberá poder hablar del


problema como si no fuese parte de él

Esto generará patrones de


comportamiento diferentes

La persona suele estar atravesada por su problema, y buena parte de su


vida gira entorno a este. Esto provoca que se identifique con su padecer,
ej.: “Soy un bebe que se hace pis en la cama”, “Soy un sonso que no se
hablar con nadie”, o bien “No merezco estar al lado de gente tan inútil”.

Al externalizarlo, al ya no formar parte de la identidad de uno, el problema deja de estar en el propio cuerpo y pasa entonces
a estar por fuera, dejando margen para poder enfrentarlo y así superarlo.

Ej. en niño con enuersis: Ponerle nombre a “aquello que te hace hacer pis”. Trabajar desde allí y “luchar contra aquello”.
Pensemos que en un niño la fantasía tiene mucho peso. Podremos dibujar con él cómo es cuando este “personaje” viene
y que luego se le está ganando una pelea.

Ej.: Personificar una emoción negativa como en la canción de la banda El cuarteto de nos - Nombres.

Desde el profesional, el discurso podrá ser ¿Y apareció “x”?¿Pudiste controlarla?¿Pudiste dejarlo de lado?

Ponerle a la ansiedad un nombre: “Emilse” ¿Y…apareció Emilse?¿Qué pasa cuando aparece?¿Pudiste controlarla?
¿Lograste dejarla de lado?
 Escritura terapéutica

Ej. paciente que atravesó a los 19 años el fallecimiento de sus padres, sosteniendo la creencia de que “después de ese suceso
nada bueno pasó en mi vida”: Podremos usar aquí una línea de tiempo de hechos significativos en la vida del paciente, para
dar cuenta y evidenciar que, aún después de esta vivencia, le sucedieron hechos que fueron positivos en su vida, o al menos
no fueron tan negativos.

El fallecimiento de sus padres generó el crecimiento o maduración de muchos aspectos


individuales de su persona. Se lograron construir otras historias posibles.

Ej.: Un paciente piensa que en el viaje de un ser querido pueden para muchas cosas indeseables. La intervención podrá
implicar que escriba todo lo malo que puede pasar, todas las consecuencias negativas (y que son parte de sus creencias)

Pero a su vez se le pedirá que escriba desde los mismos datos otra
historia posible, pero con consecuencias positivas. Esto dará cuenta de
otra posible lectura de los hechos, sin dejar de tener en cuenta la mirada
realista de que lo indeseado también es posible,
pero no lo único posible.

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